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ANECDOTAS CON EL NEGRO: Silvio Domínguez González.

1er. Encuentro: “HASTA JUNTAR LOS BRAZOS POR DETRÁS”.

En una ocasión, ya hace tiempo, en el año 1992, estábamos muy afectados por la muerte en plena juventud
de Ana, la hermana de nuestra querida amiga Nunci (Anunciación Pérez Rodríguez) que desde que nos
conocimos había sido par nuestro en un grupo del Movimiento Humanista.
En una visita que hizo el Negro a un local de un barrio de Madrid, tuve la oportunidad de charlar un rato con
él y le comente la situación:

-Hola Mario, quería comentarte lo que le ha sucedido a Ana, la hermana de Nunci, que ha muerto hace poco
por un tumor en la cabeza, con 28 años, y nos encontramos muy tristes por lo que ha pasado. (Me puso la
mano afectuosamente en el hombro y siguió escuchándome con atención). A mi me ocurre que me cuesta
mucho creer que haya algo después de la muerte, quizás por revancha a todas las grabaciones negativas que
teníamos de lo religioso en la época de la dictadura, o por las ideas del materialismo, de que cuando uno
muere, le entierran y ya no queda nada.
Sin embargo tu dices que no crees en la muerte, incluso dices que “ni cagando”…

Negro.- Si, claro, “ni cagando” (risas).

En ese momento sentí su absoluta certeza, que no tenía el menor atisbo de duda y eso me impresiono. A la
vez comprendí que las risas no eran de burla, sino de sana alegría y para romper el dramatismo de la
situación.
Me puso la mano afectuosamente en el hombro y continúo diciendo:

- Bueno, mira, resulta que uno no cree en la trascendencia, por grabaciones, por educación, por lo que sea…
pero es importante que uno haga un esfuercito para empezar a ver las cosas de otro modo… (Se puso a mi
lado y estiro los brazos por delante y junto las palmas de las manos y siguió hablando). Uno esta así
(señalando con la mirada las manos pegadas) y bien, uno no cree en nada, esta a oscuras, pero uno tiene una
pequeña experiencia (y separa un poquito las manos), y empieza a ver una posibilidad, un poco de luz
(mirando fijamente el espacio que se abría). Y luego uno tiene otra experiencia (y separa un poco más las
manos) y el campo de visión se agranda y uno lo ve más posible. Y más tarde se tiene otra experiencia (y
continuaba como a golpe de experiencias separando los brazos estirados, en círculo). Así uno va teniendo
experiencias a lo largo de la vida, y resulta que un buen día, de experiencia en experiencia, los brazos llegan
a juntarse por detrás… y ya no hay más dudas.

En ese momento yo estaba bastante aturdido por lo sucedido, y no llegue a alcanzar el significado de sus
palabras, y ha sido a lo largo de los años que me he ido dando cuenta de que esa imagen que me puso ha ido
acompañando mi vida, y cada vez que he tenido experiencias, u otros me han contado sus experiencias, he
sentido como muy ciertas las palabras que me dijo y se me abría más el campo de visión. Pero cuando más
fuerte me ha venido ese recuerdo ha sido al hacer los trabajos de la Disciplina en la Escuela y entender
profundamente lo que me quiso transmitir. Primero al abrir la puerta a la gran esperanza de que la vida tiene
sentido. Y después al darnos la guía, la dirección en el camino, para ir descubriendo por uno mismo, con
nuestras propias experiencias, que la vida tiene sentido… que no todo termina con la muerte.

Hace poco comente esta anécdota al acabar una ceremonia por la muerte de Silo, en la sala del Parque
Toledo, y un amigo (Ángel Cantador) me agradeció que la contase, porque había sentido un registro
cenestésico, dentro de él, muy expansivo, muy liberador, al ponerse la imagen de las experiencias a la vez
que se van abriendo los brazos en circulo, hacia atrás, hasta juntarse.
Espero que esa imagen sirva también para otros que nos acompañan y acompañaran en este hermoso
camino, de esperanza, de futuro y de liberación.

2º Encuentro: “TODO ESTA BIEN”.


Había una reunión en Madrid, sobre el año 1995, en un salón de un hotel en la que Silo estuvo
acompañándonos. Había unas 500 personas, y él iba de aquí para allá escuchando a los amigos que se
acercaban, haciéndose fotos, etc. En un momento dado pude acercarme a él y le dije:
- Hola Mario.
- Hola, que tal te va…
Con gesto un poco bajo y dubitativo le dije:
- Bueno pues estoy en un barrio haciendo actividades y estamos haciendo una revista, tiene una tirada de
5.000 ejemplares, esta bastante bien, pero…
También tenemos un local, esta bastante bien, pero no llevamos toda la gente que quisiéramos…
También tengo un grupo del Movimiento Humanista y va bastante bien, pero…

Y en ese momento con la voz fuerte y enérgica y señalando con gesto firme (moviendo el brazo y la mano
con el dedo extendido) me dice:

- ¡¡ Si todo esta bastante bien,


TODO ESTA BIEN !!

Y sin más se dio media vuelta y se fue a seguir charlando con otros amigos.

3er. Encuentro: “GRACIAS POR TODO”.

Un tiempo después, sobre el año 1999, en el mismo salón del hotel que la vez anterior, y en circunstancias
parecidas, en otro ágape-reunión, el Negro paseaba de un lado para otro saludando a la gente. Yo tenía el
primer libro de obras completas de Silo, y me acerque a que me lo firmase.
En esta ocasión había tenido tiempo de reflexionar sobre el suceso anterior y me di cuenta que más que
hacerme la victima por las dificultades, lo que sentía era un inmenso agradecimiento, y es lo que trate de
expresarle.
-Hola Mario, venia a ver si me puedes firmar el libro.
El hizo un gesto muy amable de afirmación y como pesaba mucho me dijo que si se lo sujetaba, que él no
podía sostenerlo (era el tiempo en que tuvo problemas con un brazo). Y mientras lo firmaba, yo le dije:
-Negro, te quería dar las gracias por todo.
Me hizo un gesto de sorpresa, como retirándose hacia atrás.
- A mi, gracias, ¿Por qué?.
- Si, gracias por todo lo que nos has dado…
Y con un hermoso gesto, calido y alegre, dijo:
- No, gracias a todos vosotros. A todos y cada uno de vosotros.

Ahora recordándolo no puedo por más que soltar unas lágrimas de emoción y profundo agradecimiento, un
agradecimiento sin límites por habernos entregado no sólo su sabiduría, sino también su fuerza y su bondad.

Silvio. 23 de Noviembre del 2010.

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