Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
DETERMINANTES DE SU SURGIMIENTO
Y TECNICA DE REALIZACION.
Octubre, 1982.
A) Antecedentes
B) La dimensión Institucional
2
compleja serie de situaciones que tienen su punto de partida en el origen dual de la
psiquiatría resulta que la psiquiatría institucional ha estado (y está)
fundamentalmente ligada en todo el mundo a la psiquiatría clásica, organicista o
biológica, estableciendo en consecuencia una influencia determinante sobre los
programas estatales de salud mental y de enseñanza universitaria; en cambio, la
psiquiatría dinámica o psicoanalítica ha tenido como su institución el consultorio
privado donde, en general, no existen problemas que lleven a propuestas como ésta de
la admisión grupal (1). Esta situación nos parece fundamental para explicarnos la
escasez de reportes bibliográficos sobre el tema, consecuencias de la escasez de
experiencias prácticas realizadas.
3
Medicina, en una favorable coyuntura científico-política; reseñada así por Royer y
Scornick (9):
a) Un aspecto político-administrativo.
b) Un aspecto científico-ideológico.
4
grupo) desde el primer momento en que el paciente tomaba contacto con la
institución, así como reducir el tiempo que, de otra manera, se tendría que invertir en
una recepción individual convencional. En el Manual de Procedimientos de la Clínica,
se establecen como finalidades de los “grupos de recepción y evaluación” los
siguientes: “… recibir al paciente y proporcionarle un ´espacio´ de seguridad en esa
zona intermedia entre el afuera y el adentro institucional. En este clima, la meta sería
facilitar que el paciente deposite sus primeras ansiedades producidas por la inserción
institucional, hacer un primer diagnóstico de su situación interna y externa (subjetiva
y objetiva), su analizabilidad, su agrupabilidad, valorar los beneficios que los servicios
de la Clínica ofrece y, finalmente, derivarlo con el terapeuta y al tipo de tratamiento
más adecuado para su problemática o, en caso contrario, orientarlo en su búsqueda de
ayuda fuera de la Clínica”. (2)
En el caso de EE. UU. tomamos como ejemplo el reporte de una clínica externa de
un centro médico universitario (Western Psychiatric Institute and Clinic, en
Pittsburgh, Pennsylvania) en donde el propósito central es el de una intervención
breve de grupo que consta de un promedio de seis sesiones a través de las cuales
resuelve del 70 al 80% de los casos y el resto es derivado a modalidades de
tratamiento convencionales. En el artículo mencionado, los autores detallan: “Todos
los pacientes reciben una entrevista individual de evaluación, así como preparación
para la experiencia de grupo e información de que el programa de tratamiento es de
seis sesiones, al término de las cuales se realizará otra evaluación para establecer las
medidas necesarias, incluyendo tratamiento adicional si fuera el caso. El grupo es un
grupo abierto, al cual se incorporan nuevos pacientes conforme otros terminan su
estancia en él. El mismo terapeuta permanece como coordinador del grupo durante
largo tiempo. Ordinariamente hay entre cuatro a diez pacientes en el grupo, el cual
tiene sesiones de una hora a hora y media de duración semanales. Algunos pacientes
lo abandonan antes de las seis sesiones contratadas y algunos otros permaneces, con
la aprobación del terapeuta, más allá de ese límite. Sin embargo, para la mayoría, las
seis sesiones tienden a ser el punto final. Los pacientes que se encuentran psicóticos,
así como los adictos, o los que presentan retardo mental, son excluidos. Todo el resto
de pacientes, salvo estas excepciones, son enviados a este grupo…” Los autores
destacan, también, que sus características de intervención breve “le dan particulares
ventajas, pero también obvias limitaciones, y ambas deben de ser examinadas antes
de determinar su aplicación práctica en otros ámbitos”. Las metas de este grupo,
como las de todo enfoque de psicoterapia breve, serían, en opinión de los autores, dos:
disminuir el malestar debido, esencialmente, a ansiedad y depresión, así como lograr
una serie de objetivos que permitan promover mayor eficiencia en el uso de los
recursos propios del paciente. (3)
5
tiene sesiones cinco veces a la semana, y continúa después con la terapia de grupo
tradicional. Cada sesión dura alrededor de una hora. El líder del grupo estimula la
interacción, refleja los sentimientos expresados, compara varias experiencias,
actitudes y problemas. Su actitud es de interés, aceptando la ansiedad y buscando
reducirla. Nuestra convicción es que los principios de esta clase de grupo de admisión
(intake group) son aplicables, con modificaciones, a todas las instituciones
psiquiátricas y sus procesos de admisión”. (4)
Un principio básico, que no hay que olvidar, es que el grupo de admisión debe de
adecuarse a las características de la institución en la cual opera.
Por ejemplo, los autores norteamericanos antes citados, (3) consideran ocho
funciones principales del “grupo de intervención breve”
6
4) Preparación para grupos convencionales. Logramos a partir de los eventos
vividos durante las seis sesiones donde el paciente adquiere experiencia y
anticipación de lo que ocurrirá en un grupo de largo término, incluyendo el
conocimiento de los roles de pacientes, de terapeutas, así como del proceso
de grupo.
(*)
El vocablo disociación, en su uso psicoanalítico más específico, está originado en la palabra alamana
'"spaltung" de uso antiguo y variado en psiquiatría y psicoanálisis, que se ha utilizado para designar el
hecho de que el hombre, en uno y otro aspecto, se divide con respecto a sí mismo. Al español se le ha
traducido como disociación y como escisión, Rycroft señala que "el primer - término suele emplearse
con referencia a procesos y el segundo con referencia a estructuras". Así, se dice 'disociación del estado
inconsciente' en la doble personalidad o la fuga histérica, pero 'escisión del yo'. En la teoría kleiniana la
escisión es un mecanismo de defensa primitivo contra la angustia y éste ha sido un aporte valioso para
la mejor comprensión de ciertos estados psicopatológicos como la psicosis, estados fronterizos y
trastornos del carácter. En la presente comunicación usamos la palabra "disociación" no en su sentido
psicológico más preciso, sino en el sentido lato de separar una cosa de. la otra, de desunir y
desorganizar, situación debida a la utilización de mecanismos institucionales que ocultan sus
contradicciones determinadas por la división social del trabajo y la división en clases; enfoque
dilemático, en vez de dialéctico, de la situación. (6) (10).
7
1) Busca romper la disociación entre el afuera y adentro de la institución, ya que el
grupo de admisión es el primer contacto que el paciente tiene tras la llamada
telefónica con la cual solicita su consulta (esto hablando desde la modalidad de
atención existente en la Clínica de AMPAG). Se convierte, así en la tarjeta de
presentación institucional y, consecuentemente, en el lugar donde se depositan
todas las ansiedades y expectativas relacionadas con el sufrimiento emocional y
la búsqueda de su liberación. Es un espacio de transición, un puente, entre el
afuera y el adentro, entre el dolor y la esperanza, y objeto, por tanto de
persecución tanto como de idealización. Su posibilidad de brindar una respuesta
rápida a esta demanda de atención psi coterapéutica permite el tránsito fácil que
se busca entre el afuera y el adentro institucional, rompiendo las frecuentes
barreras descorazonadoras que la burocracia médica suele imponer.
8
incluir de una manera más clara el diagnóstico de los elementos transferenciales
y contratransferenciales que se ponen en juego. En este aspecto vale la pena
destacar que no sólo es importante el diagnóstico que hace el terapeuta sino
también la conciencia que el paciente va tomando acerca de sus problemas y sus
determinantes (autodiagnóstico), lo cual hace que el paciente al pasar a su grupo
terapéutico definitivo, ya incluya situaciones que empezó a trabajar en el grupo
de admisión.
Hasta aquí hemos venido destacando los aspectos positivos de este tipo de
grupo, pero debemos también detenernos en los efectos opuestos y ahí surgen una
serie de preguntas, por ejemplo: ¿Frustra el pasaje por el - grupo de admisión?, ¿Es
una experiencia preparatoria o una experiencia "abortiva"?, ¿Qué sucede en ese
espacio con la deserción, quiénes desertan y por qué?, ¿Es una modalidad técnica al
servicio de los pacientes o sólo es una cortina ocultadora de insuficiencias institucio-
nales?, ¿El grupo de admisión contiene o expulsa, o ambas?, ¿Es sólo de admisión o
también de rechazo, y en ese caso a quiénes rechaza y por qué?.
9
más que como un proceso verdadero. Ahora bien, detrás de los temas teóricos hay
situaciones de orden práctico tan importantes como son el mantenimiento de la
estima y entusiasmo del terapeuta. Así, el procedimiento de grupo que por su
naturaleza tiende a ser discontinuo, puede ser visto como un flujo de pacientes
diversos, pocos de los cuales son trabajables sobre bases intensivas. Más aún, el
terapeuta puede sentirse presionado para efectuar cambios en los pacientes en un
tiempo demasiado corto y poco razonable y sentirse frustrado por su inhabilidad para
predecir o prepararse para las sesiones futuras, ya que la característica de grupo
abierto lleva al cambio continuo de pacientes y a los concomitantes cambios en la
dirección y atmósfera del grupo.
"Otra limitación importante del grupo de intervención breve, es que sólo los
terapeutas más experimentados y con más recursos técnicos pueden hacer un
trabajo competente. El período de tiempo muy corto, la necesidad de decisiones
diagnósticas y terapéuticas rápidas, la multiplicidad de problemas de los pacientes,
así como la incertidumbre del proceso y dirección durante las sesiones, son
situaciones todas que requieren de una flexibilidad en el estilo y el método que sólo
los más talentosos y entrenados terapeutas poseen".
Los autores también señalan algunos posibles abusos de la técnica; abusos que,
en su opinión, "en gran parte son también cometidos en otros grupos de terapia
breve. Demasiado a menudo un grupo breve es usado, meramente, como el depósito
de los pacientes no queridos o de aquellos difíciles de colocar. O el grupo es
concebido como una especie de terapia masiva o como una medida
presumiblemente económica, que no tiene que ver con las necesidades reales de los
pacientes. Un error conocido es el empleo del grupo como un 'monitor' de consejos,
un sistema para tener contacto con los pacientes sin ganancias terapéuticas reales.
Un terapeuta con integridad profesional no aceptará hacer caer a los pacientes en
cualquiera de estos manejos equívocos, sino que buscará hacer las explicitaciones y
modificaciones a que haya lugar.
10
Ahora bien, como el grupo de admisión es la puerta institucional de entrada, se
vuelve el sitio, no sólo de admisión, sino de rechazo o, cuando menos, de transacción
de expectativas. Ahí se define la analizabilidad, la agrupabilidad, la motivación y se
define la indicación terapéutica que se considere más correcta. Por eso es el lugar de
enfrentamiento con la realidad y de frustración consecuente, que a veces termina en
deserción o rechazo, aunque más frecuentemente en ajustes realistas, en
preparación para una psicoterapia convencional y en inicio del trabajo terapéutico
más urgente.
En síntesis, las limitaciones del grupo de admisión tienen que ver con sus
características de formato grupal, aceptado por algunos pacientes y rechazado por
otros; así como por la intervención del tiempo limitado que permite tratar sólo las
ansiedades más urgentes y hacer una primera aproximación a los rasgos más
destaca dos y/o bloqueantes de la estructura de carácter.
11
La mayor parte de estos casos tras una o dos entrevistas individuales, pueden
pasar al grupo de admisión.
En esta sesión el grupo de admisión está conformado por tres terapeutas (dos
mujeres y un hombre) y once pacientes (siete mujeres y cuatro hombres) de los
cuales tres mujeres están por segunda ocasión y una de ellas (por falta de grupo al
cual derivarla) por quinta o sexta. Varios pacientes que estuvieron la sesión anterior
no estuvieron en ésta (¿deserción?).
Gran parte de las sesiones de admisión fueron realizadas en coterapia con las Dras. Beatriz Orozco y
(*)
Matilde Guerrero.
12
El trabajo es difícil, pesado. Una parte del grupo se mantiene pasiva y silenciosa,
mientras la otra se manifiesta activa, pero con poca disposición a analizar el material
que, simplemente, vomitan, como queriendo pasar el paquete a otro sin querer
hacerse cargo de su propiedad.
Casi al final Josefina, una mujer joven que ha estado toda la sesión callada,
amamantando a su hijo o dándole de comer fruta, se anima a hablar. Ella llegó a la
sesión acompañada de su marido que, después nos damos cuenta, la está esperando
inmediatamente afuera del salón, a unos pasos de la puerta cerca de la cual ella está
sentada. Relata que desde pequeña no puede caminar, no puede atravesar las calles
porque se siente invadida de miedo y paralizada. Antes le sucedía después de alguna
contrariedad, ahora aún sin ellas. Tiene que salir siempre acompañada, aunque sea de
un niño; no puede subir a las azoteas. No tolera tampoco el agua en la cara, de manera
que se baña en un extraño ritual: primero sólo la cabeza, en el lavabo; después el
cuerpo en la regadera? y al final la cara, en el lavabo. Se casó hace dos años y su
13
marido la lleva a todas partes. En el hospital donde le atendieron el parto le recomen-
daron viniera a AMPAG, pero se da cuenta, ahora, que quizás aquí no le pueden
ayudar, porque a ella le mencionaron que necesitaba un tratamiento psicoterapéutico
intensivo, ella sola con un psiquiatra y además con medicamentos .
Ella llora y se queja. Paco se turba, dice que no lo dijo como agresión, sino
como un comentario que intentaba ser simpático para que ella pudiera seguir
hablando .
Le señalo: ésta es una clara muestra de para qué te sirve tu enfermedad, para
aislarte y vivir rodeada de algodones, evitando que la gente tome contacto contigo,
por temor a que te agredan como sucedió aquí; aunque aquí también fue claro que
tú lo viviste como agresivo sin que lo fuera en realidad, ya que Paco sólo pretendía
tomar contacto contigo, amistosamente.
Entonces por eso quieres una situación especial y ese es tu reto, si quieres salir
adelante y hacerte cargo de tus propios problemas, esto es lo que la institución te
ofrece, la decisión es tuya. No nos vamos a hacer cargo de tus paquetes como ahora tu
marido se hizo cargo de tu hijo, te podemos ayudar solamente que tú puedas
enfrentarlos.
Todos se van salvo Josefina, que se acerca nuevamente y nos dice: es que yo
necesito un tratamiento especial, diferente, fue lo que me dijeron.
14
nosotros, necesitas seguir viniendo al grupo de admisión. Es lo que te ofrecemos: sin
medicinas y sin sesiones especiales.
Enseguida se acerca Carlos, que regresó y nos dice: creo que ya no vendré la
próxima sesión, no tiene caso, mi problema es la drogadicción y ya decidí no volver
a usar drogas, así es que no tengo por qué venir.
Se le señala: siempre has estado decidido y siempre recaes, por algo será. El
titubea un poco y dice: ya no vendré, no tengo problema.
Al retirarse nos damos cuenta que aún queda una persona en el salón, un
personaje extraño vestido de traje y corbata negros, como "enterrador", se acerca y
nos di ce que lo enviaron aquí de CREA, donde le hicieron estudios psicológicos y
después no le dieron los resultados, ya que él desea saber si tiene capacidad para
continuar estudios o no; se da cuenta que éste no es un lugar adecuado para sus
necesidades pero desea saber si nosotros conocemos un lugar adecuado que le
recomendemos. Le damos una o dos sugerencias.
Los pacientes son tres, dos hombres y una mujer, los primeros de aspecto
extraño y contrastante, un tanto descuidado, un tanto desaliñado, que en el
terapeuta hace conexión con la clientela de nuestros hospitales psiquiátricos
públicos .
Los hombres vienen por primera vez, la mujer tuvo una terapia individual breve
con el terapeuta que la recibe.
15
Inicia Jorge, de más de 30 años, que relata cómo, cuando estaba cerca de
terminar su carrera universitaria, participó en un movimiento político que le generó
persecuciones y vigilancia policíaca continua, llenándole de tensión hasta que perdió
contacto con la realidad y tuvo que ser internado en un hospital psiquiátrico. A su
alta tuvo psicoanálisis individual un año suspendiéndolo por razones económicas y
acudiendo ahora a la Clínica.
Raúl menciona sus líos conyugales donde ante los reclamos de mejoría de parte
de la esposa, se enfurece y ha llegado a golpearla. El mismo se siente insatisfecho por
no poder concluir sus estudios profesionales y lograr una mejoría laboral y
económica.
16
quedándote frustrado, frustración que tu esposa activa y te pone furioso, pero que es
tuya en última instancia; Tú, Jorge, pareciera que no te alcanzas a considerar ningún
valor a tí mismo, y tienes tanta necesidad de re conocimiento de los demás, que
pagas cualquier precio aún la insatisfacción de tus metas profesionales, con tal de
lograrla como te sucedió con ese movimiento político; y tú, Carmen, te sientes tan
culpable de, a diferencia de tu hermana, estar sana que te saboteas tus posibilidades
de realización y andas "haciéndote la idiota" , simulando ser idiota, castigándote por
no estar internada y fuera del mundo como tu hermana.
17
(IV) NUEVA VUELTA SOBRE LA DIMENSION INSTITUCIONAL
"Un ejemplo semejante tuvo lugar en el Maudslay Hospital, muchos años más
tarde, en diferentes circunstancias. Cuando me hice cargo del Departamento de Psi-
coterapia para pacientes externos, me encontré con una lista de 25 personas que hacía
dos años que estaban esperando turno para tratarse. Las llamé a todas juntas, y no me
produjo ninguna sorpresa encontrarme con que acudió aproximadamente* sólo la
mitad de ellas, mientras que el resto había desaparecido. Las vi en conjunto, tal como
aparecieron, a fin de administrarles algún tratamiento y averiguar de qué manera se
les podía predisponer mejor. El grupo asistió con gran regularidad, los menos
adaptables se autoeliminaron encontrando alguna solución que les permitió seguir
adelante sin más trata miento. A pesar de la enorme presión que ejercían los pedidos
de plazas en el Departamento, se puso a unos pocos en una forma de tratamiento más
regular, ya en grupos, ya individualmente, pero fueron realmente muy pocos. El resto,
que atendió con regularidad al grupo durante varios meses, experimentaba
18
importantes progresos y se adaptaba muy bien. Recuerdo, por ejemplo, el caso de una
mujer que no había consumado el matrimonio en algo así como quince años y al cabo
de cierto tiempo era capaz de hacerlo, como consecuencia de lo cual su relación
matrimonial mejoró muchísimo. Un efecto en sentido inverso, tuvo lugar en el caso de
un estudiante abiertamente esquizofrénico que enseguida abandonó, pero que
después de un año o dos me envió una factura por un tratamiento del que había sido
objeto en Francia (una suerte de tratamiento físico que le ayudó) e insistía en que yo
debía pagarla.
En conjunto, a nadie quedó duda alguna acerca del valor diagnóstico o didáctico
de cada una de las sesiones. Los resultados, en la medida en que tenían un cierto
sentido competitivo entre el método individual y el grupal, confirmaron lo que era
de esperar, a saber, que la entrevista de grupo no era tan confiable en cuanto a la
explicitación de la mayoría de los datos fácticos pertinentes del paciente, pero en
general se la juzgo mucho más productiva en información psicodinámica, que era
ciertamente útil para la selección, el pronóstico y el modo de tratamiento a
recomendar. . . ". (4)
19
estar diferenciada por departamentos o sectores. (No es lo mismo, por ejemplo, el
departamento de psicoterapia, que el de psicóticos agudos o, peor aún, de crónicos).
(V) EL ENCUADRE
Ahora bien, la característica del grupo de admisión de ser muy breve y con una
alta movilidad de pacientes, no debe hacernos caer en la ilusión de que está fuera de
los cánones con que se maneja todo grupo terapéutico. En este grupo como en
cualquier otro, se dan los fenómenos descritos por Bleger, como el proceso que es el
que estudiamos, analizamos e interpretamos; así como también encuadre, es decir, un
'no proceso ' en el sentido de que son las constantes, dentro de cuyo marco se da el
proceso. (1)
La limitación del número de pacientes, tiene que ver con las características
diferenciales que el número de integrantes da a la dinámica de un grupo. Los grupos
terapéuticos trabajan, fundamentalmente, con pequeños grupos, y éstos son
manejables en el caso de grupos terapéuticos con límite en diez personas y en el caso
de grupos de tarea con límite en quince personas (sin considerar a los coordinadores
20
o terapeutas). Los grupos grandes, más allá de este número, tienen una alta capacidad
regresivante donde aparecen angustias orales muy primitivas y son, por ende, poco
propicios para una tarea que implique "insight".
La duración del grupo es de una hora y media a dos horas, dependiendo del
número de asistentes, y se cita la primera vez a los pacientes 15 minutos antes para
que llenen un formulario de autoevaluación donde consignan sus datos generales,
familiares y los referentes a su padecimiento actual.
(VI) EL PROCESO
21
Después de distintas experiencias tentativas y tomando como base que haya
fluidez institucional para la colocación de los pacientes de nuevo ingreso, hemos
considerado como lo más adecuado tener dos o tres sesiones en el grupo de admisión
antes de canalizar a los pacientes a su tratamiento definitivo (en el caso de AMPAG
generalmente a terapia de grupo). En algunos casos este período se alarga cuando
existen problemas de diagnóstico, o, más frecuentemente de definición con respecto
a la indicación más adecuada (que se analiza junto con el paciente) por ejemplo entre
terapia personal y terapia de pareja (o familiar). También se alarga cuando se
necesitan hacer "puentes de espera" porque no hay posibilidades inmediatas de
derivación y hay alguna urgencia para el tratamiento o esclarecimiento inmediato.
Otras ocasiones tiene que ver con situaciones de crisis manejables como terapias
breves, por ejemplo, con duelos congelados, que requieren de un trabajo de
activación y elaboración del duelo susceptible de realizar y terminar en el mismo
grupo de admisión.
Por supuesto no todos los pacientes son posibles de manejarse en una Clínica
como la nuestra y realizamos un cierto número minoritario de derivaciones externas
algunas a consultorios privados (las menos, y casi siempre por horarios difíciles por
sobredemanda institucional o por necesidad de tratamiento individual) y otras a
instituciones públicas o privadas, o a grupos de autoayuda.
B) La consigna inicial
22
C) Algunos elementos del trabajo inicial
Enseguida hay que pasar a la selección de los focos centrales de trabajo, tanto
grupales como individuales, para tener una primera aproximación interpretativa.
Esto no es fácil, por la rapidez con que se necesita proceder, por la gran
actividad (poco común en el entrenamiento psicoanalítico) con que se requiere parti-
cipar y por la importancia que en todo esto asume la contratransferencia. Incluso la
necesidad de ser rápido para comprender y accionar, para elegir prioridades e
interpretar, lleva con facilidad a contraactuaciones y es necesario aprender a
manejarse con ellas y, si es necesario, incluir la contratransferencia y las
contraactuaciones en el campo interpretativo para salir adelante sin parálisis ni
iatrogenias. (5)
23
Las condiciones de la admisión hacen que se maneje no sólo el diagnóstico
convencional psicopatológico y de carácter, sino además los diagnósticos de
motivación, de agrupabilidad y de capacidad de "insight", diagnósticos, estos últimos,
determinantes para el proceso terapéutico ulterior.
D) La apertura
Ahora bien, un grupo terapéutico sabemos que tiene tres etapas básicas:
apertura, desarrollo y terminación; etapas inicial, media y final; cada una con sus
propias características y tareas. El grupo de admisión, como es de comprenderse, se
circunscribe muy especialmente a la etapa inicial, de apertura, y ésta es una de las
situaciones grupales que más ansiedad genera a los miembros del grupo y también a
los coordinadores. Toda apertura es una situación nueva, es un momento de cambio,
y como tal, produce en todos la aparición de los Miedos Básicos que describiera
Pichon-Riviere; el miedo a la pérdida y el miedo al ataque. (6)
Por supuesto estas ansiedades afectan no sólo a los pacientes, sino también a los
terapeutas, sólo que de éstos se espera que estén más conscientes de su existencia y
de su aparición y en ese sentido puedan manejarlas en lugar de ser manejados por
ellas.
Esto significa que hay que remontar, al inicio del grupo, sentimientos de
desconfianza, de persecución, de vergüenza, de tristeza y enojo, y que todo esto suele
llevar a una conducta evitativa del contacto con los propios problemas y con las
demás personas, situación en donde se define el éxito o fracaso de estos contactos
iniciales para el logro de un proceso analítico satisfactorio y útil. Hay también en
muchos casos una fuerte tendencia a colocarse en una posición de dependencia y
desvalimiento desde donde se pretende depositar los sufrimientos propios y la
responsabilidad por su enfrentamiento y solución a los terapeutas y a la institución
con los cuales se acude. También es el momento inicial, el del "baile de disfraces" en
que cada quien va con su máscara oficial y cotidiana colocada y tiene que iniciar el
doloroso proceso de empezar a tomar un contacto más profundo y auténtico con su
propio ser. Como ejemplo basta recordar el de las dos viñetas presentadas en la
primera parte del trabajo.
24
E) Demanda de satisfacción a las necesidades interpersonales
a) "La inclusión tiene que ver con la asociación entre la gente, con el ser incluido
o excluido, con la pertenencia con el estar juntos. La necesidad de ser incluido
se manifiesta como querer ser atendido y atraer la atención y el interés de los
demás. Aún si llega a recibir afectos negativos, puede quedar parcialmente
satisfecha la necesidad, ya que cuando menos alguien le ha brindado atención.
b) "El control se refiere a los procesos de toma de decisiones entre la gente y las
áreas de poder, influencia y autoridad. La necesidad de control varía a lo largo
de un continuum desde el deseo de poder, autoridad y control sobre otros (y
sobre el futuro de uno mismo), hasta la necesidad de ser controlado, y de tener
delegada la responsabilidad sobre uno mismo.
25
que el ganador. El buscador de prominencia prefiere ser perdedor participante; el
buscador de dominio prefiere ser ganador no participante.
Esta es un área, la del control, donde son relevantes los temas de dependencia-
independencia y de simbiosis individuación. En la viñeta número 1 resalta, por
ejemplo, la actitud de dependencia con que se manifestaba la mayor parte de los
integrantes de ese grupo y su expectativa de soluciones mágicas en el afuera (padres
idealizados, omnipotentes). De cualquier manera todos los pacientes vienen con una
cierta dependencia desde su estado de necesidad y si bien en un tratamiento clásico
esta dependencia se centraliza en el terapeuta, por el otro, el lograr gradualmente
una mayor comprensión de sus síntomas y conflictos, le permite desarrollar una
creciente sensación y capacidad de control sobre su propia vida que favorece la
autonomía y la independencia. Es importante por eso buscar desde las primeras
sesiones del grupo, que se vaya logrando alguna comprensión de la problemática
que les trae.
Una de las razones que nos han hecho dejar afuera a los acompañantes, es el
comprobar cómo esto se manifestaba, frecuentemente, como una expresión
interpersonal de la resistencia. Por ejemplo, recordamos el caso de una mujer de más
de 50 años que acudió al grupo acompañada de una de sus hijas de poco más de 20
años y que expresó como motivo de consulta, la recomendación hecha por el
terapeuta de otra de sus hijas, atendida por un brote esquizofrénico. La madre no se
explicaba la causa de la recomendación, ya que ella se pasaba ayudando a la gente y,
en efecto, ése era el rol que asumió en el grupo, pero con unas características de
monopolización y de control, que hacían ver a las claras que detrás del rol de "María
auxiliadora", estaba el rol real de "María asfixiadora", y la presencia de su hija
obedecía a la necesidad de contar con una aliada segura para ocultar esto y mantener
sus manejos. A pesar de todo, la chica logró darse cuenta de estos manejos, lo cual
resultó muy amenazante e intolerable para la madre que nunca llevó a la práctica la
recomendación que se le dio de ir a terapia familiar.
26
"Con respecto a una relación interpersonal, la inclusión concierne
principalmente a la formación de una relación, mientras el control y el afecto
conciernen a relaciones ya formadas. Dentro de las relaciones existentes, el control es
el área relacionada con quien da órdenes y quien toma decisiones, mientras el afecto
tiene que ver con cuan cercanas o lejanas se vuelven las relaciones emocionales. La
inclusión implica el problema de estar afuera o adentro; el control implica estar
arriba o abajo; y el afecto estar cerca o lejos".
27
constante por parte de la policía con objeto de robo y, al parecer, de rescate, pero
finalmente aban donado este último propósito. Aparecía así el primer nivel
explicativo de una conducta abiertamente contradictoria y, de otra manera,
incomprensible; y un tema a desarrollar y profundizar en todo su análisis ulterior.
(VII) LA TERMINACION
Al través del tiempo, los ajustes y acuerdos son muy fáciles porque radican en
una base de confianza y de semejanza, y como además los pacientes van "entrenados"
en el "juego psicoanalítico", el trabajo se vuelve más fluido al inicio para los
terapeutas de los grupos definitivos.
28
se llega a forzar un poco las cosas, situación que con una buena comunicación se
puede limar con los terapeutas, como cuando mandamos una histérica grave a un
grupo donde los terapeutas la calificaron de "histerofrenia" y establecieron un
reclamo acerca de la derivación (que no pasó de ahí porque justamente se le mandó al
lugar donde consideramos se le podía dar mayor contención dada su indudable
capacidad de perturbación). En otra ocasión a una esquizofrénica en proceso de
remisión, pero todavía con cierto grado de sintomatología delirante, después de
medicarla y observarla varias sesiones en el grupo de admisión, la enviamos a un
grupo terapéutico muy cerca de terminar (a ocho meses), buscando un continente
grupal bien conformado y una experiencia breve para la crisis semi-aguda del
momento. Para nuestra satisfacción, el grupo mencionado se quedó perplejo, pero
después decidió aceptarla "para revisar ellos mismos sus propias partes locas".
29
Aunque con experiencia y buena memoria no se requiere de registros formales,
escritos, éstos son prácticamente imprescindibles para toda institución y nosotros
utilizamos un formato parecido al que Foulkes recomienda en donde se detallan el
número del grupo, su fecha de inicio, su horario de trabajo, los terapeutas que lo
atienden y después una lista hasta para diez pacientes con espacios libres a la
derecha de sus nombres donde, en distintas columnas, se anota edad, sexo, estado
civil, ocupación, escolaridad, nivel socioeconómico, diagnóstico (nosológico y de
estructura de carácter), síntomas o problemas principales, tratamientos
psicoterapéuticos previos y tratamientos actuales (farmacológicos o de otro tipo).
30
(VIII) BIBLIOGRAFIA Primera parte
3. Imber, S. D. , Lewis, P.M., Loiselle, R.H. Uses and abuses of the brief intervention
group. The int. J. of group Psychot. Vol. XXIX 1 :39-49, Jan. 79.
8. Rogers, Carl. Grupos de encuentro. Amorrortu edito res, Bs. As. 1973.
31
BIBLIOGRAFIA Segunda parte
32