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Pontificia Universidad Javeriana

Historia de Europa
Laura Cano, Ana Cecilia Matute, Juan Diego Zabala, Juan Joya y Andrés Arango
Calibán y la bruja: mujeres, cuerpo y acumulación originaria
21 de marzo del 2019

La presente relatoría hará referencia al primer capítulo de la obra Calibán y la bruja:


mujeres, cuerpo y acumulación originaria. Su autora, Silvia Federici, se desempeña
como profesora, escritora, y defensora y activista feminista. Nacida en Parma, Italia en
1942, ha basado su trabajo alrededor del área de los estudios de género y el trabajo y su
relación con el marxismo, y asimismo con el capitalismo. Ha escrito diversos libros,
ensayos y artículos reconocidos; sin embargo, muchos críticos afirman que su mayor y
más importante obra es la que se aborda a continuación.
En el primer capítulo, “El mundo entero necesita una sacudida”, la autora pretende
elaborar “Una historia de las mujeres y de la reproducción en la ‘transición al
capitalismo’” (Federici, 2004, p. 33), que para llevarse a cabo, debe partir de las
anteriores luchas (en todas sus formas) del proletariado medieval en contra del orden
feudal. Así, el lector tiene elementos para poder comprender el papel que jugaron las
mujeres en esta crisis y en esta especie de cambio de modelos socioeconómicos
(feudalismo al capitalismo). Este capítulo funciona, entonces, como una
contextualización a través de la cual el lector puede entender cuál fue la necesidad del
orden feudal de reprimir y, en última instancia, acabar, en el siglo XV, con el poder
colectivo femenino para construir el capitalismo.
La autora se refiere al capitalismo como la respuesta de las clases dominantes (en
la pirámide social feudal: señores feudales, mercaderes patricios, obispos y papas) a un
conflicto social que había logrado “sacudir” el poder establecido. Esta lucha era entre el
“proletariado” medieval y el poder feudal. Según Federici, el capitalismo surge, por lo
tanto, como la contrarrevolución que destruyó las posibilidades que habían emergido de
la lucha anti-feudal. Dicha contrarrevolución transformó la disputa de clase en hostilidad
hacia las mujeres proletarias y debilitó el apoyo que se había alcanzado en aquella lucha,
alterando de gran manera las relaciones de género.
La aldea medieval no era una comunidad de iguales” (Federici, 2004, p. 39),
debido a que los trabajos y la distribución de las posibilidades estaba estructura. No
obstante, desde esta lo femenino, a partir de las tareas que se le asignaban por la división
sexual del trabajo, tomo una posición que permitió relaciones entre mujeres que
constituyeron “una fuente de poder y de protección para las mujeres” (Federici, 2004, p.
41). Así, la organización de la vida tiene un carácter importante ya que, de cierta manera,
esta permitió una mayor autonomía social. En la ciudad las mujeres podían vivir solas y
formar diferentes comunidades entre mujeres haciendo así que la tutela masculina fuera
menor (Federici, 2004, p. 49). Junto a esto, los movimientos populares, sobre todo los
heréticos, fueron un espacio en el que las mujeres adquirieron mayor independencia; sin
embargo, frente a estos se generó una reacción violenta.

1
Los movimientos sociales más sobresalientes son los milenaristas y heréticos, en
los que “la importancia de su rebelión radica [...] en [la inauguración de] [...] un nuevo
tipo de lucha que desde el comienzo se proyectó más allá de los confines del feudo y que
estaba impulsada por aspiraciones de un cambio total.” (Federici, 2004, p. 51) No
obstante, “la herejía popular [fue] la que mejor expresó la búsqueda de una alternativa
concreta a las relaciones feudales por parte del proletariado medieval y su resistencia a la
creciente economía monetaria.” (Federici, 2004, p. 53)
Conforme a esto, es importante ver la diferencia que Federici hace al respecto de
estos dos movimientos, ya que “los movimientos milenaristas fueron espontáneos, sin
una estructura o programa organizativo”, que los llevó a su desmoronamiento al
encontrarse con la violencia1. Mientras que “los movimientos herejes fueron un intento
consciente de crear una sociedad nueva”2. Desde este punto es importante destacar que
“la herejía denunció las jerarquías sociales, la propiedad privada y la acumulación de
riquezas y difundió entre el pueblo una concepción nueva y revolucionaria de la sociedad
que, por primera vez en la Edad Media, redefinía todos los aspectos de la vida cotidiana.”
(Federici, 2004, p. 54)
Respecto a los grupos herejes, en este contexto, también es clave tener en cuenta
que “la propagación de las doctrinas heréticas no sólo canalizaba el desdén que la gente
sentía por el clero, [sino] también les daba confianza en sus opiniones e instigaba su
resistencia a la explotación clerical.” (Federici, 2004, p. 55) Esto generó represalias desde
la iglesia, con la Inquisición, junto con el Emperador ya que las ideas producidas desde
estos grupos tenían “implicaciones subversivas y cuestionaba[n] los fundamentos del
poder”. (Federici, 2004, p. 56)
Durante todo este proceso también se artículo una politización de la sexualidad
desde la cristianización de diferentes lugares en Europa donde se empezó a “expulsar a
las mujeres de cualquier momento de la liturgia y de la administración de los
sacramentos” (Federici, 2004, p. 62), a la vez que se convertía a la sexualidad en un
“objeto de vergüenza”. Así “una casta patriarcal intentó quebrar el poder de las mujeres
y de su atracción erótica.”3 Empero en las sectas herejes, “sobre todo entre los cátaros y
los valdenses, las mujeres tenían derecho a administrar los sacramentos, predicar,
bautizar e incluso alcanzar órdenes sacerdotales.” (Federici, 2004, p. 64)
En el contexto consecutivo a la Peste Negra se gestó una persecución mayor a la
sexualidad. “La transición de la persecución de la herejía a la caza de brujas, la mujer se
convirtió de forma cada vez más clara en la figura de lo hereje, de tal manera que, hacia
comienzos del siglo XV, la bruja se transformó en el principal objetivo de la persecución
de herejes.” (Federici, 2004, p. 67) Es importante destacar que este movimiento fue
sobretodo de las clases bajas.

1
Idem.
2
“[...] La principales sectas herejes tenían un programa social que reinterpretaba la tradición religiosa, y al
mismo tiempo que estaban bien organizadas desde el punto de vista de su sostenimiento, la difusión de sus
ideas e incluso su autodefensa.” Idem.
3
Idem.

2
Las luchas herejes fueron pronto vistas como una causa común por los
campesinos, dentro de la cual se enmarcaba una aspiración común de nivelar las
diferencias sociales (Federici, 2004, p. 69) “las principales expresiones de esta aspiración
a una sociedad más igualitaria eran la exaltación de la pobreza y el comunismo de los
bienes.” (Federici, 2004, p. 70) Viendo esto es importante ver cómo hubo una
“emergencia de nuevas fuerzas sociales que jugaron un papel crucial en el
desmoronamiento del sistema feudal.” (Federici, 2004, p. 71)
La Peste Negra a su vez marcó un momento en las luchas medievales y el
pensamiento de todos los sectores sociales. “Enfrentada a la posibilidad de una muerte
repentina, la gente ya no se preocupaba por trabajar o por acatar las regulaciones sociales
y sexuales, trataba de pasarlo lo mejor posible, regalándose una fiesta tras otra sin pensar
en el futuro.” (Federici, 2004, p. 74) A su vez, “la escasez de mano de obra causada por
la epidemia modificó las relaciones de poder en beneficio de las clases bajas.” 4 Esto
produce un cambio que muchos han denominado “edad de oro del proletariado europeo”
en la que progresivamente la servidumbre va adquiriendo mejores tratos y salarios
debido, precisamente, a la escasez de trabajadores. Así, prontamente, “a los trabajadores
se les pagaba a veces por cada día del año, a pesar de que los domingos o principales
festivos no trabajaban. La comida corría a cuenta de los empleadores y se les pagaba un
viatticum por ir y venir de la casa al trabajo, a tanto por cada milla de distancia.” (Federici,
2004, p. 77)
En relación con la importancia que tuvo el Rin en esta época cabe destacar que en
esta tierra junto al Danubio, “el poder de compra del salario agrícola diario llegó a
equipararse al precio de un cerdo o de una oveja, y estos niveles salariales alcanzaban
también a las mujeres, ya que la diferencia entre el ingreso femenino y el masculino se
había reducido drásticamente en los momentos de la Peste Negra.” (Federici, 2004, p. 78)
Frente al poder que los trabajadores estaban obteniendo en el siglo XV se empezó
a generar un proceso por parte de las autoridades políticas para impedir la evolución que
se estaba llevando a cabo. En esta transformación se implantaron políticas sexuales desde
las cuales se empezó a aceptar la violación “como delito en los casos en que las víctimas
fueran mujeres de clase baja.” (Federici, 2004, p. 79) Esto ocasionó resultados terrible
para todos los trabajadores ya que se “debilitó la solidaridad de clase que se había
alcanzado en la lucha antifeudal”5, y para las mujeres “una vez violadas, no les era fácil
recuperar su lugar en la sociedad.”6 A su vez, “la legalización de la violación creó un
clima intensamente misógino que degradó a todas las mujeres cualquiera que fuera su
clase”7. A la par de esto otra política es la “institucionalización de la prostitución” la cual
se reconoció “como un servicio público”. (Federici, 2004, p. 81).
Finalmente esto se muestra como soporte para ver que “el Estado se convirtió en
el gestor supremo de las relaciones de clase y en el supervisor de la reproducción de la

4
Idem.
5
Idem.
6
Idem.
7
Idem.

3
fuerza de trabajo” (Federici, 2004, p. 82) Así, “en última instancia, el creciente conflicto
de clases provocó una nueva alianza entre la burguesía y la nobleza, sin la cual las
revueltas proletarias no hubieran podido ser derrotadas.”8

Linea del tiempo y marco geográfico


1315 - 1322 Gran Hambruna
1350 - 1450 Inauguración de burdeles
1381 Levantamiento Campesino
Peste Negra

Continente europeo

Personajes históricos
Gregorio IX: “Instituyó un tribunal especial con la función específica de erradicar la
herejía: la Inquisición.” (Federici. 2004, p. 53)
Cátaros: Influenciados por los paulicianos y bogomilos, que eran sectas orientales.
Valdenses

Párrafos importantes

Laura Cano
“La lucha contra el poder feudal produjo también los primeros intentos organizados de
desafiar las normas sexuales dominantes y de establecer relaciones más igualitarias entre
mujeres y hombres. Combinadas con el rechazo al trabajo de servidumbre y a las
relaciones comerciales, estas formas conscientes de trasgresión social construyeron una
poderosa alternativa ya no sólo al feudalismo sino también al orden capitalista que estaba
reemplazando al feudalismo, demostrando que otro mundo era posible, lo que nos alenta
a preguntarnos por qué no se desarrolló.” (Federici, 2004, p. 34)

Ana Cecilia Matute


“Entre los trabajadores donde encontramos las formas más radicales de protesta social
[...] [se ve] una mayor aceptación de las ideas heréticas, [donde,por ejemplo,] durante el
siglo XIV, [...] en Flandes, los trabajadores textiles estuvieron involucrados en constantes
rebeliones contra el obispo, la nobleza, los mercaderes e incluso los principales oficios.”
(Federici, 2004, p. 71)

Andrés Arango
“Los resultados [de la legalización/descriminalización de la violación] fueron
destructivos para todos los trabajadores, en tanto que la violación de mujeres pobres con
consentimiento estatal debilitó la solidaridad de clase que se había alcanzado en la lucha
antifeudal. Como cabía esperar, las autoridades percibieron los disturbios causados por
semejante política (las grescas, la presencia de pandillas de jóvenes deambulando por las
calles en busca de aventuras y perturbando la tranquilidad pública) como un pequeño

8
Idem.

4
precio a pagar a cambio de la disminución de las tensiones sociales” (Federici, 2004,
p.79)

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