Vous êtes sur la page 1sur 2

Buenos días, en este hermoso día que Dios me da, me permito escribir acerca de tres cosas que

siempre me dicen las personas cuando les hablo de Dios o de Jesucristo.

El primero es: “Yo también creo en Dios, pero a mi manera”

Esta frase suena muy trillada, Dios no quiere que le creas a tu manera, sino que a través de su
Palabra, el cual es nuestro manual de vida, nos enseña cómo debemos creer y servirle, lo cual no se
trata de religión, porque Dios no es religión sino vida y vida en abundancia como dice en su palabra:
“…Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10).

La segunda frase es: “Yo no voy a la Iglesia pero oro y alabó en mi casa”

El señor Jesucristo a través de sus apóstoles, constituyó “LA IGLESIA”, dejándonos nuestras
responsabilidades como creyentes, una de las cuales es el “CONGREGAR”. Entonces podemos decir
que la principal función por la cual fue creada la Iglesia, es para que los creyentes gocen de la
comunión unos con otros: “perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con
otros, en el partimiento del pan y en las oraciones” (Hechos 2:42) y que juntos como congregación
alaben y exalten el nombre de nuestro Dios, como también aprendan de la palabra de Dios y crezcan
en el conocimiento de su palabra: “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros,
enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros
corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales” (Colosenses 3:16). En conclusión,
podemos decir que es necesario congregar en nuestra Iglesia local, como así lo manda la palabra de
Dios: “no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y
tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca” (Hebreos 10:25).

Y por último, cuando las personas quedan sin otro argumento que decir, mencionan la siguiente
frase: “Pero todos somos hijos de Dios”

Esta última afirmación, según la Palabra de Dios, es incorrecta. La biblia menciona que todos hemos
sido creados por nuestro Dios, entonces vendríamos a ser creación de Dios, pero aun no Hijos de
Dios, en la biblia nos dice: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio
potestad de ser hechos hijos de Dios”. (Juan 1:12). Si analizamos detenidamente este verso, la
segunda afirmación casi todas las personas la aplican, vale decir que, casi todos creen en Dios (a
excepción de personas que se denominan ateos); pero solo el creer en Dios no te hace un Hijo de
Dios, la biblia menciona: “Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y
tiemblan” (Santiago 2:19). Como podemos ver, hasta las huestes de Satanás creen en Dios y le
temen, y eso no garantiza que ellos sean hijos de Dios.

La clave para ser hijos de Dios, no solo es creer en El, sino también “RECIBIRLE”, este el requisito por
el cual muchas personas no pasan a ser Hijos de Dios. Dice en su palabra: “Porque de tal manera
amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se
pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). Dios envió a su Hijo Jesucristo a morir en la cruz del
calvario, por nuestros delitos y pecados. El hombre no era, ni es capaz de justificarse por sus propias
acciones o méritos: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es
don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9). Como alguien por ahí me decía:
“Pero yo no soy una mala persona, voy a la iglesia los domingos, doy mis ofrendas, ayudo a los
pobres, no hago mal a nadie, ¿Por qué tendría que ir al infierno?”. Pues porque aún no recibiste ese
regalo inmerecido llamado “GRACIA”, entonces la pregunta sería: ¿Cómo puedo entonces ser salvo
de la condenación?. La palabra de Dios nos dice: “Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor,
y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se
cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación” (Romanos 10: 9-10). Confesando y
reconociendo que somos PECADORES, creyendo en la obra redentora que hizo Dios a través de su
Hijo Jesucristo, al morir en la cruz del calvario por nuestros pecados, y recibiéndole e invitándole a
morar en nuestras vidas y corazones a través de su Santo Espíritu. Haciendo esta oración estaremos
naciendo espiritualmente, y seremos nuevas criaturas: "De modo que si alguno está en Cristo, nueva
criatura (nueva creación) es ; las cosas viejas pasaron, ahora han sido hechas nuevas" (2 Corintios
5:17)

CONCLUSION:

Por todo lo antes expuesto, podemos concluir diciendo: Dios no quiere que le sirvas a tu manera,
sino a la manera que él nos pide a través de su pablara, y una de las primeras cosas que nos manda
es, aceptar su gracia a través de su Hijo Jesucristo, recibiéndole en nuestros corazones para ser
hechos hijos de Dios, y por ultimo buscar y congregar en una Iglesia donde se enseñe la sana
doctrina, es decir, donde se enseñe y cumpla la palabra de Dios, y no mandatos de hombres.

GRACIAS POR DARTE EL TIEMPO DE LEER ESTE PEQUEÑO RESUMEN, SENTI LA NECESIDAD DE
HACERLO Y ESTOY SEGURO DE QUE NO ES CASUALIDAD DE QUE LO HAYAS LEIDO, SINO QUE DIOS
QUIERE QUE SEA UNA OVEJA DE SU REDIL, PORQUE JESUCRISTO VIENE PRONTO A LLEVAR A SU
IGLESIA. ¿QUIERES SER TU PARTE DE ELLA?. TERMINO CON ESTOS DOS VERSOS:

“El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para
con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2
Pedro 3:9).

“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré
con él, y él conmigo” (Apocalipsis 3:20).

Vous aimerez peut-être aussi