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Burgueses y proletarios
Junto con el desarrollo económico alcanzado por la burguesía está la conquista del
“poder político”, es decir,el control del estado; que traducido en la práctica “no es más
que una junta que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa”. He
aquí la nueva función que adquiere el “gobierno del estado moderno” según Marx y
Engels.
Justamente en ello radica “el papel revolucionario” asumido por la burguesía, papel
que lo llevo a “destruir las relaciones feudales” de dependencia para dar paso al trato
frió entre los hombres movidos por el interés, haciendo de la “dignidad personal un
simple valor de cambio”.
Empero, así como la burguesía levanto sus puños contra el feudalismo, ahora esos
“puños” se vuelven contra ella, y esos puños-según Marx y Engels- son los puños del
“hombre moderno”, es decir, del proletariado.
Estos hombres modernos despojados de los medios de producción se ven obligados a
vender su fuerza de trabajo que es lo único que poseen para poder vivir (aunque en el
capitalismo de los últimas etapas será mejor decir : sobrevivir) .No obstante, la
maquinización de la producción lo ha relegado a ser un “apéndice de la maquina”,
quitándole con ello toda capacidad creadora y obteniendo un salario no mayor del que
le permita seguir subsistiendo.
El proletariado, debe sin embargo reaccionar frente a esta situación, pero en las
primeras etapas de su “despertar” aun no “combate contra sus propios enemigos, sino
contra los enemigos de sus enemigos”, siendo así la condición del proletario
inconsciente de su situación y de su desorganización.
Pero las constantes contradicciones del sistema burgués no solo aumentan en número
a la clase de los proletarios, sino que al empeorar su situación, terminan por tomar
conciencia de su situación con las propias “armas” que les brindan la burguesía y
comienzan a organizarse, a formar asociaciones, listos para responder al ataque del
burgués capitalista.
En estas luchas del proletariado, no es la victoria inmediata lo que más importa, sino la
expansión de una consigna de unidad entre los obreros, la concientizasión de la clase
trabajadora, el reconocimiento de pertenencia a una clase que en busca de sus
intereses debe confrontarse con la burguesía. Ello a de devenir en una lucha no por
pequeñas reivindicaciones sino en una lucha política abierta donde se busque su
reconocimiento como clase y todo lo que ello implica.
De esta manera, todo lo creado e impuesto por la burguesía como “las leyes, la moral,
la religión, son para el proletario meros prejuicios burgueses, detrás de los cuales se
ocultan otros tantos intereses de la burguesía”.
II
Proletarios y comunistas
Teóricamente, los comunistas expresan “las condiciones reales de una lucha de clases
existente, de un movimiento histórico que se está desarrollando ante nuestros ojos” y
que en la práctica buscan demostrarlo.
Para Marx y Engels, los comunistas buscan abolir la propiedad privada, pero la
propiedad burguesa.
Esto en vista de que el trabajo asalariado practicado por la burguesía genera capital.
En tal sentido, el antagonismo generado por ella, no conlleva a la idea herrada de
querer abolir los medios de subsistencia del proletariado, sino abolir aquello que hacen
que el capital se acreciente a costa de la miseria del proletariado.
En lo que sigue de esta segunda parte, Marx y Engels continúan desmitificando todas
las interpretaciones incoherentes lanzadas contra el comunismo como la supuesta
abolición por parte de los comunistas de los vínculos familiares, sobre la comunidad de
las mujeres, acerca de la patria, etc.
Dichas ideas no buscan mas que confundir al proletario, ideas de los burgueses que
buscan defender a toda costa sus intereses. Marx y Engels dicen al respecto “las ideas
dominantes en cualquier época no han sido nunca más que las ideas de la clase
dominante”.
Así los comunistas son aquellos que han de corregir las confusiones teóricas de los
burgueses en aras del entendimiento claro de la situación real por parte del
proletariado que ya junto con los comunistas comparten ideas revolucionarias.
Que buscan el cambio del estado de cosas presente “cuando se habla de ideas que
revolucionan toda una sociedad, se expresa solamente el hecho de que en el seno de
la vieja sociedad se han formado los elementos de una nueva, y la disolución de las
viejas ideas marcha a la par con la disolución de las antiguas condiciones de vida”.
Concluye Marx y Engels con la necesidad de que el proletariado tome el poder político
por la violencia y comience a desmoronar toda le estructura de dominación hecha por
los burgueses basado en la propiedad privada. Ello con la finalidad de crear las
condiciones necesarias para el cambio radical de todo el modo de producción y por
ende de las condiciones de vida.
III
Esta parte del manifiesto esta orientada a criticar a los “socialismos”, de corte feudal,
pequeño burgués, etc. Marx y Engels muestran como estos en la práctica poseen una
doble moral.
Solo se identifican de palabra con el proletariado, pero cuando ven sus intereses
afectados, salen a relucir sus verdaderas intenciones. A toda esa “ideología” producida
por intelectuales o aficionados, Marx y Engels los denomina “literatura”, ya que en la
praxis social, terminan negando el carácter revolucionario del proletariado y la
posterior supresión del sistema burgués basado en la explotación.
Solo buscan salidas “pacificas”, o “reformas sociales”, pero manteniendo intacto la
estructura económica basada en la acumulación del capital y el trabajo asalariado, es
decir, en la explotación.
IV
Actitud de los comunistas respecto de los diferentes partidos de oposición
Marx y Engels terminan el manifiesto, reafirmando el apoyo incondicional de los
comunistas a todo movimiento revolucionario que se levante contra el régimen social y
político existente; buscando la unidad y el acuerdo entre los partidos democráticos y
revolucionarios del mundo.