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CAPÍTULO I

PLANTEAMIENTO DE PROBLEMA

El Problema

Desde 1943, cuando Leo Kanner definió por primera vez al autismo infantil, han sucedido
muchos cambios que han permitido tener una concepción clara de lo que es este trastorno
del desarrollo, porque comienza antes de los tres años de edad, durante el periodo de
desarrollo, y causa retrasos o problemas con muchas de las diferentes formas en que la
persona se desarrolla o crece.

Así es como a través del tiempo, el autismo ha sido tipificado como un síndrome donde
siempre están presentes ciertas características conductuales que hoy en día se conocen
como la triada de alteraciones de Wing y que son las siguientes: Problemas o déficit en
socialización, déficit en comunicación y problemas o déficits en imaginación que hacen
que haya una alteración en los patrones de comportamiento social, que pueden venir
acompañados con otras características que pueden estar presentes, pero que no son
universales en el autismo, como la deficiencia mental, estereotipias motoras,
hiperactividad, etc. Riviere, A. (2002).

No todos los niños con autismo (TEA) padecen del mismo grado de discapacidad y por
ello es considerado como un trastorno de espectro, en el que en un extremo se ubican los
niños que se desenvuelven bastante bien con síndrome de Asperger y en el otro, aquellos
que tienen discapacidades mayores, pero todos presentan en común dificultades en
cuanto a las habilidades sociales y de comunicación, dentro de las cuales se pueden
mencionar la falta de participación en los juegos de grupo, prefiriendo las actividades
solitarias y si participan en juegos con otras personas, utilizan a éstas como objetos de los
que servirse en el juego. Fejerman, N. (2010)

También se presentan alteraciones de la comunicación, que pueden variar desde una


ausencia total del lenguaje, hasta una falta de habilidad para mantener una conversación
con otro, pasando por las repeticiones ecolálicas, el uso estereotipado. de frases o
palabras, o el uso de tonos que no son acordes con el contenido verbal, (ej.: hablar con
entonación interrogativa o en forma de canción) Ferjeman, N. (2010).

El comportamiento suele mostrar manierismos estereotipados, haciendo continuamente


el mismo acto durante horas (ej. Jugar con plastilina alrededor de la nariz). También suelen
acusar mucho el cambio de orden en las acciones que realizan y prefieren un ambiente
muy estructurado. Cuando en este ambiente se producen cambios, incluso aunque sean
pequeños, muestran reacciones exageradas (pataletas, autoagresiones e incluso
heteroagresividad) Ferjeman, N. (2010).

Por lo que se refleja en el cuadro del autismo, se constituye en un enigma inquietante


que afecta tanto al niño como a toda la familia. El cuidado que requiere un niño autista es
muy exigente para la familia del niño(a). Los padres están expuestos a múltiples desafíos,
que tienen un impacto fuerte en la familia a nivel emocional, económico y cultural, por el
deterioro en el desarrollo social, área que se ve menoscabada además por el déficit en el
desarrollo del lenguaje y el rango de desarrollo cognitivo, influyendo en la manera que se
interrelaciona socialmente el niño con autismo (Riviére 2002, Sibón 1997).

Pero hasta la fecha, no existe una cura para el autismo. Sin embargo, hay un número de
tratamientos que pueden ayudar a las personas con autismo y a sus familias a llevar vidas
más normales. Por ahora, un temprano diagnostico, al menos se le facilitara su inserción y
adaptación social, de manera de garantizarles el pleno uso y disfrute de sus derechos
humanos.

Prosiguiendo con la misma problemática, la situación en Venezuela se presenta de una


manera alarmante. Las estadísticas de trabajos realizados por importantes asociaciones,
entre ellas, la Sociedad Venezolana para niños y adultos Autistas (SOVENIA), pasando por
la Fundación de la Sociedad Central de niños autistas (Fundasocenia), en Maracay, entre
otras, apuntan que, anualmente en Venezuela nacen cerca de 3400 niños con autismo y,
solo en Caracas las cifras están alrededor de los 850.

Para el año 1999, estaban haciendo el diagnostico en niños menores de4 años en un
67,2% y para el año 2000 tenían un 15,87% de los niños diagnosticados antes de los 3
años.

Estas cifras reflejan un problema de salud pública que hay que solucionar, por lo que se
han venido creando asocianes especializadas en el tema del autismo infantil, aparte de los
centros y aéreas de tratamiento que funcionan de los centros de salud pública, como son
las instituciones de Educación Especial y otros centros donde están conformados equipos
de especialistas para la atención de niños con espectro autista.
Uno de estos centros es el Centro de Atención Integral para Personas con Autismo
(CAIPA). La misma es una institución de carácter público, con cobertura nacional. En el
estado Miranda, está ubicada en el Municipio Bolivariano de Guaicaipuro del estado
Bolivariano de Miranda y su misión es atender a los niños, niñas y personas adultas con
diagnostico de autismo.

OBJETIVOS

Objetivo General

Facilitar habilidades para la comunicación en el niño con autismo leve entre 4 y 6 años que
asiste al Centro de Atención Integral para Personas con Autismo (C.A.I.PA) mediante actividades
lúdicas de terapia ocupacional.

Objetivos Específicos

-Describir como es el desarrollo de las habilidades para la comunicación en el niño con autismo
leve entre 4 y 6 años.

-Valorar las dificultades para la comunicación que presentan los niños y niñas con autismo leve
entre 4 y 6 años, que asisten al CAIPA.

-Establecer las estrategias terapéuticas que faciliten las habilidades de comunicación de


presentan los niños y niñas con autismo leve entre 4 y 6 años que asisten al CAIPA.

JUSTUFICACIÓN DE LA INVESTIGACION

Hoy en día la información sobre las personas con autismo es suficientemente amplia, y es
indiscutible que la terapia ocupacional puede ayudar a capacitar al máximo sus habilidades, y
orientar su comprensión y adaptación a la vida cotidiana. Es esencial el apoyo de un equipo
multidisciplinario, donde cada profesional sea nuclear en el desarrollo y potenciación de las
habilidades y posibilidades del niño(a) autista y de esta manera se logre al máximo su
independencia comunicacional.
Por tanto, los profesionales de terapia ocupacional, educadores y familiares, deben poseer un
conocimiento exhaustivo del niño, más allá de lo que existe teóricamente sobre el autismo,
conocer sus rutinas y sus motivaciones, registrar y seguir todas sus conductas, orientando de
manera responsable el desarrollo del niño.

De esta manera es que el terapeuta ocupacional y otros profesionales deben ser consientes a la
hora de evaluar y abordar a un niño autista, de que el reto está enfocado hacia mejorar la
capacidad de desempeño comunicacional con las personas del entorno, de forma tal que pueda
integrarse y funcionar adecuadamente en la sociedad.

Es por estas razones que se plantea la aplicación de un plan de estrategias que estén dirigidas a
reforzar y facilitar la capacidad de comunicación del niño con diagnostico de autismo leve entre 4
y 6 años que es atendido en el CAIPA del estado Miranda.

Se busca individualizar el abordaje hacia cada uno de los niños que resultaron ser parte de la
muestra, puntualizando sus necesidades específicas, para luego proceder a abordarlas con juegos
supervisados por terapia ocupacional.

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