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MORAL Y LA TECNOLOGÍA

Ética y moral como núcleo de la relación ciencia-tecnología mucho tiempo ha


transcurrido desde la época en que se pensaba dicotómicamente que la ciencia y
la tecnología eran neutras y que sólo la política, la economía, o la ética tenían que
ver con los asuntos relacionados con los valores. Asistimos a una etapa de
pensamiento humano, que ha hecho una severa crítica a la ciencia y a la
tecnología y sus pretensiones ingenuas de objetividad.

En este escenario enfrentamos un mundo en el que se esfuman viejas realidades,


y las modificaciones que se están produciendo no son ya, principalmente, de
orden físico o material. Estas tienen serias implicaciones en la definición de los
valores que van a participar en darle una orientación digna a la conducta humana.
El hecho es que estamos en una época histórica, en que cada vez más se
concientiza la relación ética, ciencia y tecnología. Para el establecimiento de esta
relación se tiene como núcleo central la ética como concepto, entendida en su
más amplia acepción como la disciplina encargada de estudiar la valoración moral
de los actos humanos, o el modo de explicar las condiciones de una convivencia
justa.

IMPACTO DE LA TECNOLOGIA EN LA MORAL

Los avances de la tecnología moderna, para ser debidamente aprovechados,


requieren normas de carácter moral que estimulen su funcionamiento en forma
genuinamente eficiente entendida en términos de respeto a las más sanas
costumbres que deben orientar a los pequeños grupos y a la sociedad en general.
Ahora ocurre, por ejemplo, que hay inventos nuevos, producto de la inteligencia
humana, que si no son bien usados hablando en términos de moral pueden
destruir rápidamente las esencias de la vida civilizada no desde un punto de vista
técnico sino desde un punto de vista de sanas costumbres, de valores morales en
beneficio de la sociedad.
Se sabe que el Internet, un invento fabuloso desde el punto de vista técnico, lo
mismo puede ser usado para corromper moralmente, para estimular la violencia,
como para cosas positivas que sean útiles para el buen funcionamiento de la
sociedad sin herir o destruir la dignidad de nadie. El mencionado Internet puede
ser usado, como desgraciadamente está siendo usado en alto grado ahora, en
forma negativa y corruptora en perjuicio de los niños, de los jóvenes y también de
los adultos que adquieren esos conocimientos perversos en edad avanzada. En
esto se incluyen las populares “redes sociales” utilizadas ahora para mantenerse
en contacto con amigos y conocidos, que a veces llegan a afectar la estabilidad
emocional de los usuarios.

Usando y abusando de la libertad de expresión, los estimuladores profesionales


de la inmoralidad se protegen para fortalecer conocimientos y descubrimientos
que son inmensamente dañinos para las buenas costumbres que deben
prevalecer en una sociedad que debería estar protegida por leyes sanas y por
costumbres que estimulen la decencia. Desafortunadamente, esto no es así, al
menos en la mayoría de los casos. Muchos padres de familia no se preocupan por
esto o no disponen de los recursos necesarios para impedir que sus hijos dentro o
fuera de sus hogares tengan acceso a todo lo que puede ofrecer en materia de
corrupción el Internet.

Todo lo dicho no significa que un buen uso del Internet, que desgraciadamente no
es lo que más está prevaleciendo, no sirva para instruir en el sentido correcto de la
palabra a gente de diferentes edades que, rápidamente, por ejemplo, quiere
conocer datos científicos, biográficos o históricos a través de este medio. Pero por
un beneficio de esa índole hay más de diez o cien en sentido en contrario, es
decir, en el campo de la destrucción o debilitamiento de la moral.

En este sentido se podría plantear que la moral tiene como base, principios,
normas, valores, cualidades e ideales que guían al hombre sobre la forma de
comportarse para desarrollar una vida honesta. Es decir, la moral es el movimiento
progresivo hacia un determinado modelo de comportamiento, tiene como función
el perfeccionamiento de la conducta de los seres humanos.A partir de los aspectos
anteriormente esbozados el objetivo de esta presentación consiste en delinear las
bases sobre las que se fundamenta la relación, ética, ciencia y tecnología, de
manera que ello permita reflexionar ante las profundas implicaciones sociales que
podría tener el inadecuado empleo de lainformática.

Se parte de la idea que en el campo de la informática está naciendo un tipo


específico de ética, que no se reduce a la simple delineación de las reglas de
conducta, sino por el contrario, supone la indagación acerca de los modificaciones
reales que se están produciendo en las relaciones morales, referidas a la
decadencia de viejos razonamientos morales y nacimiento de otros nuevos que
definen los comportamientos objetivos que se derivan del desarrollo de la
informática.
El desarrollo tecnológico de las sociedades no son más que el resultado
cristalizado en soluciones de sus propias necesidades. Cualquieras que sean. Con
el revestimiento adecuado, estas podrían estar dentro de lo que se quiere moral u
éticamente aceptable, o notablemente distante de lo que nos pueda parecer
correcto. Subjetivo seguramente, pero tan inherente a cualquier concepto; este
puede ser, porque se desprende de lo más realmente subjetivo existente sobre la
faz de la tierra: El hombre.

Razonar sobre cualquier concepción tecnológica, puede convertirse en una labor


magna cuando se intentase acatarla fuera de los parámetros que da la moral,
porque la imagen de moralista que puede llegar a ser un evento solo es posible en
la óptica de quien ve lo moral y ético como parte de sí mismo. Simple y cotidiano,
expresado esto:la moral es muy subjetiva a la percepción del observador, por esta
razón, los escenarios tecnológicos no moralistas son probablemente, ideas
utópicas o poco alcanzables, por el hombre contemporáneo. Aunque con el pasar
del tiempo he podido percibir que la ciencia y la tecnología ha logrado
desprenderse en larga batallas de los grilletes que impone el decoro. Podría sin
darme cuenta, estar dentro de la una de las más intrincadas discusiones de la
historia: Lo bueno o lo malo de la tecnología y el avance tecnológico. O si el
avance tecnológico sugiere una pérdida de los valores morales. Redefiniendo el
concepto de tecnología como: el compendio tangible e intangible, de prácticas que
conllevan a la creación de conocimiento y proporcionan soluciones a problemas
expuestos; libres de matices moralistas.

La moral tecnológica, escueta y simple, debería estudiar solo la forma en cómo el


ser humano pretende darle matices de correcto o incorrecto, según la forma y
aprovechamiento de la tecnología y los adelantos tecnológicos en si para el bien
de la humanidad, y no los velos enraizados en tendencias religiosas, como es el
caso de los estudios de clonación humana.El hombre siempre tiene una necesidad
insaciable por el conocimiento y la búsqueda constante de nuevas y mejores
forma de hacer las cosas, de ello parte nuestro progreso y posicionamiento como
raza superior, pero a pesar de esto, no está por fuera de este cuadro los malos
hábitos, y las malas implementaciones de la ciencia y la investigación. En general,
el mal uso de la tecnología.

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