ANÁLISI DE LA PELÍCULA “Una Noche en la Tierra” y DOCUMENTO “La Cultura

Como Identidad y la Identidad Como Cultura”

Los seres humanos siempre nos caracterizamos por diferentes personalidades,

identidades, culturas e inclusive rasgos que nos diferencian de los demás, que de cierta
manera nos hacen distintivos de ciertos repertorios culturales que se encuentran en nuestro
entorno social, en nuestro grupo o en nuestra sociedad.

Giménez nos hace referencia algo muy interesante con respecto a la identidad y la cultura
en su documento La cultura como identidad y la identidad como cultura, afirmando que la
identidad son rasgos distintivos adoptados de las culturas y la cultura es todo aquello que
“se interioriza en forma específica, distintiva y contrastiva por los actores sociales en
relación con otros actores”. Explicando así que ambos términos son inseparables, puesto
que la identidad se crea y se complementa con la cultura; es por ello que todos y cada uno
de los seres humanos contenemos sin necesidad de técnicas o métodos, una identidad
adoptada por el entorno en el cual nos encontramos.

La película originalmente titulada Night on Earth y Una Noche en la Tierra en

Hispanoamérica, película dirigida por Jim Jarmusch del año 1991, podemos observar y por
supuesto evidenciar en los protagonistas las diferentes culturas e identidades que forman
parte de cada uno de ellos, que de cierto modo al momento de relacionarse se evidencia la
diferencia tanto de los entornos sociales, grupo y sociedad.

La película está basada en varios momentos que suceden en diferentes lugares, pero la
misma noche y en taxis, destacando así en las tantas situaciones la relación que hay entre
el conductor y el pasajero; siendo así como primer momento la historia de Victoria y Corky,
quienes realmente pertenecen a diferentes cultural y claro está con diferentes identidades,
siendo Victoria una importante mujer destacada en los negocios de selección de personas
para cástings de películas, y Corky como una simple joven desordenada, fumadora,
conductora de un taxi caótico como su personalidad.

Es cierto lo que afirma Giménez al tratar de explicar que “si miramos con un poco de
detenimiento a nuestro alrededor, nos damos cuenta de que estamos sumergidos en un
mar de significados, imágenes y símbolos” y consideremos que un mar contiene muchas
especies y que realmente se caracterizan por sus personalidades y aspectos; y la
humanidad está caracterizada así, somos muchas las personas y cada persona tiene su
personalidad, cultura e identidad. Notamos que Victoria actuó con temor al comienzo de
conocer y conversar con Corky, puesto que Corky mostraba una identidad muy diferente a
la de Victoria, pero que realmente a la final no significó nada, pues ambas lograron llegar a
una confianza, generando así que Victoria le propusiera a su taxista la oportunidad de
participar en un papel que le caería excelente por su comportamiento de varonil y ruda,
pero que al final del viaje cuando Victoria le propone ser una estrella de cine, su taxista se
niega a recibir tal oportunidad porque ella es una taxista y lo que realmente quiere ser es
una mecánica.

Ahora bien, dentro de la diferenciación de culturas escritas por Giménez, encontramos un

aporte de Immanuel Wallerstein (1992) quien afirma que “una de las funciones casi
universalmente atribuida a la cultura es la de diferenciar a un grupo de otros grupos. En
este sentido representa el conjunto de los rasgos compartidos dentro de un grupo y
presumiblemente no compartidos (o no enteramente compartidos) fuera del mismo”. Y sí,
es muy sencillo notar la diferenciación de grupos y más cuando una persona se encuentra
en una cultura diferente a la suya. Entra el segundo momento de la película el cual se
desarrolla en Nueva York, donde Helmut era el taxista Yoyo el pasajero, pero aquí sucede
algo muy particular y es que Helmut es alemán y no tenía problemas para conducir, lo cual
genera que Yoyo tome el volante quien debe ir a Brooklyn, quienes en medio del camino a
su destino se encuentran a Ángela la cuñada de Yoyo, a la cual obliga a subirse al taxi y
medio de la discusión de ambos, Helmut intenta integrarse a la cultura de los mismos, pero
casi no lo logra, pues al llegar a Brooklyn, los pasajeros se bajan y Helmut sigue manejando
pero estando de cierta manera perdido.

Así mismo, dentro de la identidad como atributo relacional de los actores sociales que
nombra Giménez, reconocemos un aspecto importante tanto en el momento tres de la
película como la siguiente frase del documento, “sin el concepto de identidad no se podría
explicar la menor interacción social, porque todo proceso de interacción implica, entre otras
cosas, que los interlocutores implicados se reconozcan recíprocamente mediante la puesta
en relieve de alguna dimensión pertinente de su identidad” y es lo que sucede con el taxista
de África, quien lleva dos pasajeros que los juzgaron y tuvieron una actitud racista en contra
de él burlándose del país del taxista, lo que genera que los baje por sus actitudes en contra
de su propia identidad, y sí, vemos una interacción social pero en este caso negativa por
los reconocimientos de los dos pasajeros con respecto a la dimensión de la identidad del
conductor, al cual reprochan y juzgan por no pertenecer a su misma cultura e identidad.

Por otra parte, en el caso de las identidades individuales “la identidad del individuo no es
simplemente numérica, sino también una identidad cualitativa que se forma, se mantiene y
se manifiesta en y por los procesos de interacción y comunicación social” lo que significa
que los atributos de las personas forman parte de dicha identidad y que no todos los
comparten por igual, y notamos en el cuarto momento de la película cuando el excéntrico
taxista recoge a un sacerdote, quien de cierta forma no acepta que el taxista no lleve
consigo sus gafas negras puestas, ni mucho menos que vaya fumando dentro del taxi, algo
que relativamente caracteriza a este tipo de taxista. Al momento del proceso de interacción
entre ambas personas, se nota la poca comunicación y ganas de dialogar del sacerdote,
pues el taxista pretende y hace una confesión, la cual desde un principio el sacerdote no
quería aceptar pero que a la final le tocó escuchar, pero desafortunadamente este muere
por haber perdido su medicina.

Finalmente, Giménez nos menciona que “las personas también se identifican y se

distinguen de los demás, entre otras cosas: por atributos que podríamos llamar
“caracteriológicos”; por su “estilo de vida” reflejado principalmente en sus hábitos de
consumo; por su red personal de “relaciones íntimas”; por el conjunto de “objetos
entrañables” que poseen; y por su biografía personal incanjeable. De cierta manera
notamos este aspecto en el último momento de la película que se lleva a cabo en Helsinki,
donde tres pasajeros borrachos de los cuales uno estaba dormido, empiezan a dialogar
sobre las desventuras de aquel pasajero dormido, pero a la final resulta el taxista contando
sus desgracias como la pérdida de su hija prematura, dándoles a entender así a sus
pasajeros que no solamente su amigo borracho y dormido tenía desgracias, sino también
él.

No todos tiene el mismo estilo de vida de los demás, lo cual se convierte en un aspecto
individual de los seres humanos.

REFERENCIAS

Giménez, G. (s.f.) La Cultura Como Identidad Y La Identidad Como Cultura. Instituto de

Investigaciones Sociales de la UNAM.
Jarmusch, J. (1991). Una Noche En La Tierra. Fine Line Features. Estados Unidos.