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La revolución neolítica aparece definida por el nacimiento de la agricultura y la forma

de vida campesina, con una economía que tiene como base principal la producción de
alimentos, en lugar de la anterior vida de recolección. El cambio de vida hacia el
Neolítico supuso una transformación en la vida del hombre prehistórico.
Vere Gordon Childe fue el primero que abordó el estudio del Neolítico como una
transformación en la vida del hombre, lo que él llamó “revolución neolítica”. Esta
revolución habría tenido como centro originario el Próximo Oriente a partir del 9.000
a.C., desde donde se extendería en milenios posteriores por el Mediterráneo y Europa.
Aunque existieron también otros centros “nucleares” originarios o autónomos, como los
de Asia Oriental y América Central.

La revolución neolítica. Definición


Por tanto, la revolución neolítica sería la transformación radical de la forma de vida del
ser humano, que pasará de ser nómada a sedentario y de tener una base económica
de caza y recolección a tener una base económica productiva mediante la agricultura y
la ganadería. Pero realmente, este cambio no se produjo de una forma rápida ni de la
misma manera en todo los lugares, ni ocasionó el abandono de las anteriores formas
de vida. En verdad, en la actualidad aún perviven en algunas zonas del mundo formas
de vida vinculadas al hombre prehistórico y a la forma de vida anterior a la agricultura.
En esta entrada trataré de comentar las distintas teorías que produjeron la transición
hacia el neolítico y un escueto análisis del tradicional concepto de revolución.

Resumen de los cambios surgidos en la “revolución


neolítica”
Para comprender mejor los cambios surgidos en el neolítico enumero los nuevos
cambios producidos en este periodo que serían de gran importancia para llegar a la
situación actual del hombre en el mundo.

1. El principal cambio del Neolítico fue el descubrimiento de formas propias de


producción de alimentos a partir de la agricultura y de la ganadería. Este cambio no se
produjo con la misma rapidez en todo el Próximo Oriente sino que estuvo causado por
una serie de lentas y costosas transformaciones que, durante algún tiempo, convivieron
con formas de vida típicas del Paleolítico. Este proceso surgió como consecuencia de
la observación de la vida de las plantas silvestres durante el Mesolítico y la participación
humana en el crecimiento de alguna de ellas. Las primeras especies cultivadas fueron
el trigo y la cebada, encontrándose también restos de legumbres.
2. La caza especializada que se produjo sobretodo en el Paleolítico Superior, puede ser un
antecedente directo de la domesticación ganadera. El caso más conocido es el de la gacela
del Natufiense mesolítico (periodo de transición entre el paleolítico y el neolítico). El
primer animal en ser domesticado fue el perro, mientras que posteriormente lo harían la
cabra, las ovejas y el cordero. La ganadería fue un paso fundamental ya que permite la
disposición de fuentes de alimentos de forma cercana.

Figura 2. Cambios ganaderos surgidos en la revolución neolítica. Por José-Manuel Benito


[Domino público]. Fuente: Wikipedia
3. Cambios en la cultura material. En primer lugar se produce una microlitización de la
industria lítica paleolítica, es decir, una reducción de tamaño que da lugar a microlíticos
geométricos u hojitas. Algunos de estos útiles servían como puntas de flecha o como
elementos cortantes de hoces. En segundo lugar podemos citar la creación de la
cerámica alrededor del VII milenio a.C. en la península de Anatolia, que permitió el
almacenamiento de alimentos e incluso un nuevo método de cocina al poder realizarse
el guisado.

4. En último lugar cito la sedentarización. Este fue el proceso por el cual el hombre deja
de ser nómada para habitar permanentemente un lugar y puede ser explicado gracias
al desarrollo de la agricultura y de la ganadería que permitió al hombre producir sus
propios alimentos y no ir tras ellos. En cualquier caso, sólo en aquellas zonas de
mejores condiciones climáticas y de fertilidad la sedentarización fue un hecho. Podemos
citar como los poblados neolíticos más importantes a Jericó (Palestina), Tell Muraybit
(Siria) y Çatal Hüyuk (península de Anatolia).

Figura 4. Representación de Çatal Hüyuk. Fuente: Aulaabierta

Las teorías de explicación de la transición al Neolítico.


Durante el siglo XX, las investigaciones y estudios a partir de los yacimientos de la
Prehistoria, dieron paso a diversas teorías acerca del origen de la humanidad y de
algunos pasos decisivos, como fue el paso del paleolítico al neolítico, es decir, de un
modo de vida cazador-recolector cuyo apogeo fue la cultura Magdaleniense que nos
proporcionó hermosas evidencias de arte paleolítico como las cuevas de Altamira, a un
modo de vida más sedentario con la agricultura y ganadería como principal fuente de
abastecimiento alimentario. Uno de los que expuso teorías de las causas de transición
del paleolítico al Neolítico fue Vere Gordon Childe, con su ensayo titulado Qué sucedió
en la historia, escrito a mediados del siglo XX. Gordon Childe es el que acuñó el término
de “revolución neolítica” al proceso comentado anteriormente.
Figura 5. Vere Gordon Childe. De: Swan Watson, Andrew. Fuente: Wikipedia

La teoría del Oasis


Como se ha comentado anteriormente, fue Gordon Childe el primero que abordó el
estudio del Neolítico como una transformación en la vida del hombre, lo que él llamó
“revolución neolítica”. La “teoría del oasis “, formulada por Gordon Childe, sostiene que
las comunidades del final del Pleistoceno se vieron obligadas a recluirse en zonas más
fértiles con abundancia de agua, ante el deterioro ambiental que supuso la desecación
del cambio climático del Holoceno, en el cual se retiraron los hielos hacia el Norte y
aumentaron las temperaturas. Esas zonas fértiles eran los “oasis” de refugio, pequeños
reductos con recursos de agua que sirvieron para acoger especies vegetales y animales
que se refugiaron en ellos y al mismo tiempo atrajeron al hombre, que las aprovechó
ejerciendo una domesticación que las conservara asegurando su reproducción,
iniciando un modelo de vida sedentaria e iniciando las prácticas de vida agrícolas y
ganaderas. Este modelo conduciría milenios después a la llamada por Childe
“revolución urbana” en esos mismos escenarios.
A partir de la neolitización en la zona Próximo Oriente, Gordon Childe propone una base
difusionista en la que el neolítico se expandiría después hacia el Mediterráneo y Europa.
Aunque la teoría fue criticada como evolucionista, en realidad, los contactos entre unas
comunidades que ya eran neolíticas y otras que no lo eran debieron ser naturales y
explicar el desarrollo de una determinada idea desde donde las mejores condiciones la
había producido hacia las zonas que la incorporan más despacio. Esta dependencia del
neolítico europeo del Próximo Oriente viene a ser confirmada por los estudios
cronológicos de los asentamientos neolíticos en Europa, observándose perfectamente
en un mapa realizado por Clarck en los años sesenta.
Figura 6. Mapa sobre la hipótesis de la posible expansión del neolítico en Europa

Otras hipótesis sobre el cambio


Para explicar el origen de las sociedades neolíticas y el cambio cultural que las
propiciaron aparecieron otras teorías que diferían de la teoría propuesta por Childe,
relacionado con las distintas tendencias historiográficas en el campo de la arqueología.
Entre estas teorías se podrían destacar las siguientes:
– Teoría del Área Nuclear (R. Braidwood). Apoyándose en evidencias arqueológicas
dice que el origen del Neolítico aconteció en las áreas ecológicamente favorables, en
las que existían previamente las especies vegetales y animales que serían después
domesticadas. Estas zonas estaría en el llamado “Creciente Fértil” de Próximo Oriente.
La teoría se apoya en unas premisas ecológicas y tecnológicas ya que requiere, como
condición previa, un medio ambiente favorable en la que existan las especies luego
domesticadas, así como un desarrollo cultural.
– Teoría de la presión demográfica (E. Boserup). Considera que la sedentarización fue
el motor clave que estimuló la presión demográfica sobre el terreno y ésta generó la
necesidad de buscar nuevas formas de vida. Esta teoría coincide en algunos aspectos
con la del área nuclear, aunque poniendo más énfasis en la demografía.
– Teoría de las zonas marginales (L. Binford y K. Flannery). Mezcla contenidos de
teorías precedentes, partiendo de la base de que, al margen de las zonas nucleares (de
ventajas ecológicas), las zonas periféricas inventaron el Neolítico como una nueva
estrategia de abastecimiento resultado de la escasez de recursos y la presión
demográfica. No fue tan importante la invención de la agricultura y la ganadería como
el comportamiento de los grupos y su adaptación al medio.
– Teoría ideológica (J.Cauvin). Por encima de determinismos ambientales y
económicos, considera que el desarrollo del Neolítico (y sobretodo la invención de la
agricultura), fue el resultado de estrategias humanas vinculadas a la necesidad de
supervivencia.
Figura 7. Surgimiento del Neolítico en Próximo Oriente. Fuente: Educastur

Conclusión
Cada una de estas teorías no puede explicar por si misma el complejo proceso de
la transición del paleolítico al neolítico. Sin embargo, todas ellas aportan ideas
fundamentadas que deben ser tenidas en cuenta por lo que, actualmente, se está
imponiendo una teoría que toma en consideración todas las aportaciones anteriormente
descritas.
La conclusión sería que el proceso ocurrió en diversas partes del mundo de forma
independiente; pero para que pudiera producirse se requerían unas condiciones previas
de cierto nivel de desarrollo tecnológico y cultural y un medio ambiente adecuado; sin
embargo el proceso fue lento, diacrónico y desigual y requirió una larga etapa de
experimentación; pero una vez producido, ya no hubo regresiones y los logros
obtenidos se expandieron por todas partes.

El sentido de “revolución neolítica” de Gordon Childe solo puede aceptarse hoy como
una imagen dialéctica que nos indica la importancia del cambio cultural producido, pero
no por su carácter rápido y anulador de todo lo precedente. Aunque la palabra
revolución pueda parecer en la mayoría de la población un cambio brusco y radical,
este cambio no fue drástico, por lo que el término revolución se debe comprender de
otra manera, sin dejarse caer en valores preconcebidos que distan de la realidad de lo
ocurrido.

Bibliografía recomendada
Si se desea disponer de mayor información al respecto de la revolución neolítica, se
puede consultar la siguiente bibliografía:

Gordon Childe, Vere. Los orígenes de la civilización. 1996. México.


Gordon Childe, Vere. Qué sucedió en la historia. 2002. Barcelona
Eiroa, J.J. Nociones de Prehistoria General. Ed. Ariel. 2006. Barcelona,
Varios Autores. Prehistoria I: Las primeras etapas de la humanidad. Ed. Centro de
Estudios Ramón Areces.2010. Madrid

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