El día que yo muera no podré ya más sentir el placer de estos días, el día que yo muera no sabré quién está o

quién ya se fue, el día que yo muera que más da si te quedas en casa tomando un café o navegando por la red, el
día que yo muera no quiero de tí más que sigas siendo como hoy, con la menuda diferencia que no tendrás que
interrumpir ya más lo que haces mientras vuelvo a casa, a incomodarte con mi oscura presencia.
- Anónimo -