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Quiero que hablemos un poco de aquellas percepciones erradas que la gente tiene de la profesión de
empresario, porque deben saber que una vez usted ha iniciado su empresa ha iniciado también con una
profesión formal, como la medicina o la ingeniería. Como si esto no fuera suficiente, también es
obligatorio que evolucione su mente y su comportamiento hacia la vida que llevará de aquí en
adelante.
Esta profesión a parte de ser muy hermosa, también exige de usted un grado de preparación, que le
permita responder adecuadamente a los retos diarios, para tomar decisiones correctas y actuar en
consecuencia. Esto es, que debe proceder profesionalmente, aunque su área de especialización no sea
exactamente la administrativa o la gerencial.
Al parecer, la confusión surge precisamente en que cualquier persona puede ser empresario, sin
importar cual ha sido su área de estudios o inclusive si no los ha tenido. Pero lo que nunca se dice, es
que un empresario no es cualquier persona. Esta profesión no es una actividad informal, requiere
preparación y capacidad por parte del aspirante a empresario.
En los siguientes artículos veremos algunos de los más odiosos mitos que la desinformación y la poca
cultura empresarial de nuestro medio, han formulado alrededor de nuestra profesión y digo odiosos,
porque para cualquier empresario que los lea, lo menos que puede producir es un rechazo absoluto a
sus postulados, que menos precian y deforman nuestra actividad.
1. LOS EMPRESARIOS NO ANALIZAN SINO QUE SE LANZAN A EMPRENDER: Absurdo, por decir
lo menos; este mito tiene sus origenes en una práctica bastante común de los empresarios, pero mal
observada por los críticos. Lo que sucede con frecuencia es que los mismos empresarios parecen tomar
sus decisiones sin ningún tipo de análisis, aceptan o rechazan negocios en un abrir y cerrar de ojos e
inclusive se escuchan comentarios como " yo nunca hice un estudio para mis negocios".
No podemos culpar a los observadores descuidados por asumir esto como una norma de
comportamiento ligera y sin sentido, pero si podemos exigir que se detengan a ver mejor los
mecanismos de toma de decisiones a los que nos referimos.
En primer lugar es ilógico pensar que un empresario se "mete" en un negocio sin antes analizar sus
posibilidades de éxito, esto seria como lanzarse de un avión sin paracaídas esperando aterrizar en un
colchón de aire. La verdad, es que siempre se analizan los negocios. La velocidad con que se toman las
decisiones depende de la experiencia y de la capacidad acelerada de análisis del individuo, también
depende del método como analiza los datos.
Muchos empresarios han aprendido a hacer sus cálculos y apreciaciones mentalmente, esto es porque
saben que la rapidez es fundamental en el mundo empresarial, pero no se debe confundir con una
postura apresurada.
Por otro lado los críticos tienden a formalizar el comportamiento, se guían por estándares teóricos y no
aprecian las evoluciones de la práctica. Con esto quiero decir, que no todas las veces es necesario
adelantar estudios a profundidad para saber si un negocio vale la pena. En algunos casos si será
necesario estudiar a detalle las opciones, pero por lo general estos procedimientos resultan innecesarios
en proyectos pequeños.
Una excepción pueden ser los empresarios primíparas, ellos primero deben habituarse al método formal
para desarrollar su capacidad de análisis acelerado.
En definitiva, la aparente despreocupación con que los empresarios deciden sus movimientos oculta un
refinado y veloz método mental de trabajo. Lo verdaderamente importante es que la decisión sea
tomada con conciencia y usando la razón.
En el caso de los emprendedores, funciona exactamente igual. En el pasado, se creía que los gerentes
eran personas que genéticamente mostraban disposición para asumir cargos empresariales. Inclusive en
la actualidad en Alemania, como un rezago cultural, si el ejecutivo no tiene una elevada estatura le será
casi imposible llegar a puestos gerenciales elevados.
Es innegable que se necesitan algunas condiciones físicas y mentales básicas, como buena salud,
disposición al trabajo e inteligencia. pero el empresario también debe aprender a serlo, no hay forma
que el niño nazca sabiendo todo y es estadísticamente comprobable que tampoco es necesario ser
descendiente de empresarios para serlo.
En la actualidad, las escuelas de negocios, están difuminadas por todo el mundo y es perfectamente
lógico pensar que este mito esta a punto de desaparecer, afortunadamente.
Por otra parte los negocios y la forma de hacerlos han evolucionado. si bien es cierto que básicamente
el interés final no ha cambiado, si lo han hecho las herramientas para conseguir esos fines lucrativos. Es
asi como la astucia, el olfato y la intuición ya no son cualidades suficientes pero siguen siendo
necesarias.
En la anterior entrega del ciclo de mitos acerca de los emprendedores, hablamos de la aparente
despreocupación de los empresarios y de la teoría determinista, ahora veremos otros mitos que han
enturbiado la visión que las personas del común tienen de la profesión de empresario en nuestra
sociedad.
Es verdad que muchos empresarios cumplen con todas las características del prototipo, en buena hora
por ellos, pero son muchísimos más los que no se ajustan del todo a esos parámetros acartonados y
preconcebidos, la verdad es que el empresario no depende de los prototipos, ni de lo que lo rodea, no
depende del capital del que disponga, ni de la tecnología que maneje su empresa.
El verdadero corazón del empresario está en su "perspectiva empresarial", si el individuo goza de
espíritu trabajador, de decisión y acción hacia el mercado, entonces tiene una perspectiva empresarial
de la vida, de su vida y del mundo, lo que lo hace diferente, lo hace empresario. La academia, lo que
hace, es despertar esos talentos y potenciar la disposición del individuo. En un caso más extremo, la
capacitación, debe estar dirigida precisamente a los que no son empresarios, para que se cree en ellos
esa perspectiva, o por lo menos sepan que existe.
Lastimosamente este argumento ha sido utilizado miles de veces por aquellos que solo quieren ocultar
su inutilidad y mediocridad. Muchos, piensan que quejándose de la falta de capital ya salieron del paso,
pero lo más triste es que muchos nos creemos esa falacia y con vehemencia apoyamos la excusa del
descarado individuo.
En primer lugar no se debe hablar de dinero si no se sabe cuanto se necesita y en que se va a invertir.
Los aires de grandeza y los sueños descomunales están a la orden del día. Pero un inversionista estará
mas seguro si el proyecto es manejable.
El problema no es el dinero, ni tampoco es verdad que sea la solución, muchas veces grandes capitales
son derrochados en ideas empresariales que nacieron muertas, por lo general son adelantadas por
personas que no valoran el capital, obviamente hablo de la importancia estratégica de este y su difícil
consecución.
Aquí hablamos de un distractor, "el dinero", y hemos inventado que acceder a él es imposible, pero
nunca pensamos que para que alguien nos apoye financieramente, debemos darle una buena opción de
inversión y eso significa mucho trabajo. Hacer un buen plan de negocio, madurar la idea, estudiar
detenidamente las opciones de financiamiento interno o la fuente del capital semilla; todo lo anterior es
el trabajo del empresario, desde el principio se sabe que él, debe proveer los recursos financieros, es
una de sus obligaciones, independientemente de que cuente con recursos propios o no.
5. LOS EMPRESARIOS SON FALTOS DE PREPARACIÓN: Que tal esta perla. Ya vimos que
Nostradamus se equivocó con lo del fin del mundo, hemos pasado la barrera del año 2000 y seguimos
pensando que los empresarios son los que no pasaron por la escuela.
Esto es lo que pasa cuando las observaciones son hechas a la ligera y sin responsabilidad. El origen de
este mito es indudablemente la poco detallista indagación de los niveles de estudio de los empresarios
del pasado.
Que el señor Pedro Pérez nunca fue a la universidad y mire donde llego, Que la señora Fulana de Tal
solo terminó la primaria y ahora es una mujer con mucho dinero gracias a sus negocios y empresas.
Ahora bien, veamos en que contexto se desarrollaron estas personas, resulta que el Don Pedrito de 70
años no fue a la universidad, primero porque el acceso en esa época, cuando tenia 18 años, era muy
difícil y segundo, la única universidad estaba en la capital y resulta que la señora fulanita de 68 años
solo termino la primaria, porque en esa época ese era el nivel aceptado para las mujeres.
Si mira las sociedades de esos años se dará cuenta que la gran mayoría de las personas estaban en la
misma situación que las de nuestro ejemplo, el nivel de competencia era diferente, los métodos de
producción también eran más rústicos y la preparación exigida no era tan alta como hoy en día, sin
embargo quien contaba con mejor formación contaba con más oportunidades, solo con fines
pedagógicos imagine la sociedad del medio evo y detalle a los empresarios venecianos ellos no tuvieron
la oportunidad de una educación formal, pero tampoco era necesaria. Ahora imagine todas las
posibilidades que existen actualmente, no las de hace 30 o 40 años, y reflexione sobre si es necesaria
una formación académica mas rigurosa.
Claro que hay otras formas de conseguir dinero, pero aquí estamos hablando del estilo legal, a menos
que prefiera ser un borrico cargado de oro.
En este artículo trataremos algunos tópicos que también son mitos y que por ende pueden deformar y
desinformar a la sociedad sobre lo que hacemos y como somos, los emprendedores y empresarios.
6. LOS EMPRESARIOS SON LOS FRACASADOS: Este mito es sinceramente ridículo, pero
lastimosamente se da con mucha mas frecuencia de lo deseable en nuestra sociedad, se relaciona con
dos factores contradictorios que la psicología latina no ha superado , o que ha malinterpretado con algo
de malicia y envidia.
Como vimos anteriormente se ha dado por exigir la perfección al que se llama empresario y por ende
si no cumple con esos parámetros debe ser sancionado como fracasado. Es decir que si no tuviste
buenas notas en tu carrera no puedes ser un empresario y menos uno de éxito. Esta actitud es
altamente peligrosa porque es la política del cocodrilo, este animal te muerde y te arrastra al fango
donde está el y luego te asfixia para devorarte cuando ya no puedas salir de su pantano. Lógicamente
las personas no te van a morder ni a arrastrarte físicamente, pero si lo harán con sus apreciaciones y
comentarios. “Si yo no me arriesgo tu tampoco puedes intentarlo.”
En pocas palabras podría decirse que “no le quedó de otra y se hizo empresario” este mito es parecido
al que se le aplica a los profesores “los que no aprendieron bien se quedan de profesores”, francamente
absurdo, lineal, obtuso, estrecho.
Por otro lado viene la concepción de éxito y fracaso, es que ser un empresario que fundó su propia
industria y ahora tiene una pequeña empresa con alrededor de 50 empleados y que por ir detrás de ese
sueño es un fracasado?, este hombre tuvo que dejar su empleo, sacrificó muchas comodidades en un
plan de largo plazo.
Entonces el gerente del banco, quien se jubilo a los 25 años de trabajo y ahora vive de su pensión es un
completo hombre de éxito?.
La idea es no polarizar nuestras apreciaciones y liberarnos de malos sentimientos hacia los que buscan
el éxito o hacia los que lo han logrado, dejar de asociar factores negativos con realidades positivas,
busque lo positivo de esos empresarios, aprenda de ellos, tal vez ellos pueden enseñarle mas que el
cocodrilo de su vecino que lo arrastra al pantano y no quiere que usted lo intente al menos.
7.TODO LO QUE SE NECESITA ES SUERTE: Otra respuesta típica de los conformes e incapaces, que
tal si hablamos mas sinceramente y decimos “es que no aproveché la oportunidad”, en lugar de ir
menospreciando a los demás.
Pero como siempre estos mitos tienen un asidero en la realidad, que ha sido mal interpretada o poco
analizada, afortunadamente los empresarios si lo entendemos y por eso somos especiales. Se trata de la
famosa suerte. Resulta que las cosas no se dan porque si, es necesario estar en el momento justo en el
lugar preciso y con la actitud adecuada para capitalizar las oportunidades, esa es la suerte del
empresario, no es la suerte del que se ganó la lotería, ni de la víctima del atentado, es una suerte
trabajada e inteligente.
Claro que para que se den las condiciones completas la fortuna puede ser un factor alterno, pero en el
mundo empresarial se llama oportunidad, así que como verán, el resto de la gente habla de otro tipo
de suerte, no de la suerte del emprendedor.
Cuando se aclare esto entonces se entenderá que una oportunidad capitalizada no es suerte de lotería.
Si fuera la misma, entonces solo debemos sentarnos en un parque y comprar la lotería del éxito para
ganarnos una empresa exitosa, pero eso no existe, porque sencillamente la vida real no funciona así.
Pero si insisten en la lotería del éxito, al menos no la llamen así; llámela por su nombre verdadero,
Espíritu Empresarial.
8. CON EL PRIMER NEGOCIO ME ENRIQUEZCO: Es una posibilidad, no hay que negarlo, pero el
que espera eso no es un empresario, figuraría mas como un oportunista o un aventurero y puede que
tenga éxito en lo que hace, pero no es la mentalidad del empresario.
Aun cuando los empresarios son positivos no son ilusos, pretender que en la primera
oportunidad va a lograr la riqueza es como exigir que todos los deseos se cumplan.
Muchas personas esperan que al primer intento empresarial o al primer negocio van a encontrar la
piedra filosofal o la gallina de los huevos de oro, lamento decepcionarlos, pero no es así.
Es mucho más probable que la realidad le ponga algunas pruebas antes de lograr una dinámica
empresarial y de negocios mas ágil y efectiva. Siempre hay un inicio, los empresarios entendemos que
el proceso de hacernos es un trabajo de largo plazo, es algo que se alimenta de si mismo. Se llama
experiencia y aprendizaje, de otra manera , como cree que los hombres de negocios siempre tienen
otro negocio para después.
Unos negocios traen otros mas grandes y mejores, es una realidad de la vida y es bueno que sea así, lo
cual no quiere decir que esto tenga relación directa con la edad. Se puede llegar al éxito siendo muy
joven o muy viejo, eso no importa, sino la intensidad con que trabaja y aprende cada día.
En definitiva, el triunfalismo es un arma de doble filo, no se decepcione si algo no le sale bien a la
primera, será precisamente porque aun no está preparado para algo mayor, sea conciente que las cosas
no son fáciles y esté preparado para el fracaso, pero siempre aprenda lo mas que pueda de esa
experiencia y ojalá en su próximo emprendimiento le valla mejor y si aun no ha iniciado su aprendizaje
y alguien le llega con una propuesta “con esto nos hacemos millonarios”, primero evalúela y si ve que
hay oportunidad empréndala, pero tenga presente que puede que si, como puede que no.
Primero, que la visión cortoplacista del común de los mortales se impone ante la perspectiva estratégica
de formación de largo plazo del empresario. Segundo, que no se hace el análisis completo al no incluir
dentro de las posibilidades a la contraparte del negocio propio. Me explico; las personas no entienden
que el empresario debe aprender y en muchas oportunidades ese aprendizaje viene de los fracasos,
pero que eso no quiere decir que sea el individuo el que fracasa y que no pueda volver a iniciar un
nuevo proyecto. Lo otro es que se dice que las empresas fracasan.... pero no se dice que el riesgo de
no ascender en su empleo o de ser despedido del mismo, también existe en la vida laboral y que es
muy alto.
Además, el fracaso de una empresa, por lo general significa el nacimiento de otra mas fuerte y sabia
que la anterior. Si no nos arriesgamos, es la única forma de no perder..... pero eso también garantiza
que nunca triunfaremos. Si le pregunta a los grandes industriales de su país si ellos tuvieron fracasos
antes de dar con el negocio que los convirtió en triunfadores, posiblemente le contestaran que “Es
cuestión de perspectiva” y ellos saben de lo que hablan.
Si esto fuera verdad, los ministros de desarrollo económico y de comercio exterior de nuestros países ya
hubieran renunciado, el modelo de apertura económica nunca hubiera sido posible, la competitividad
fuera una mentira y Bill Gates sería un invento de Microsoft y no al revés.
Definitivamente este es una de esas mentiras que se dicen a si mismos los indecisos. Claro que sí se
puede ser empresario sin tener experiencia, si se cuenta con un buen equipo, lo suficientemente
motivado e inteligente, es muy posible que se genere una idea empresarial con perspectiva.
Son más las pruebas que niegan este mito que las que lo confirman, sin embargo seguimos creyendo
que para fundar una compañía debemos ser millonarios y tener muchas amistades muy influyentes. Si
bien se necesita de espíritu empresarial, el dinero puede conseguirse por otros medios y el
conocimiento práctico puede venir en forma de asesoría.
Contrario a lo que se piensa, las personas mayores son las que menos emprenden nuevas empresas,
esas personas tienen nuevos negocios y están siempre en actividad, pero no inician nuevos proyectos...
las empresas que poseen las fundaros muchos años atrás y ahora están recogiendo los frutos... ellos
están en un estado superior de la vida empresarial.
Si esperas a sabértelas todas para emprender algo... déjame decirte que estas perdido. Muchos te
tomaran ventaja y es muy seguro que cuando te lances a aplicar lo que sabes, ya sea muy tarde para
tus ideas. la oportunidad no se presenta dos veces y debemos tener confianza en nosotros para poder
aprovecharla.
La mecánica funciona al contrario... no como lo pinta esta creencia. Figúrese si esto fuera verdad... que
seria de nuestros países, que sería de usted o de sus padres. La situación de los entornos:
macroeconómico, político, de orden publico, etc. Si son importantes, pero sucede que si no hacemos
empresa, esa situación será peor y no habrá salida para nadie...
Es obligación de los estados y sus gobiernos hacer respetar los derechos de sus ciudadanos, pero que
eso no se cumpla al 100% en su pais, no es ningún motivo para correr a esconderse como un conejito
asustado y esperar a que todo este perfecto, como en los cuentos de hadas, para pensar en crear
empresa. Primero, porque eso no va a suceder... siempre habrán problemas y segundo, porque cuando
las cosas están difíciles es cuando debe aprovechar para tomar la delantera.
Es verdad que el dinero es lo mas cobarde que existe y que el riesgo país puede incidir en el agregado
de las inversiones extranjeras directas, pero si mira mas de cerca, se dará cuenta que el proceso no se
detiene, e inclusive se acelera en algunos sectores. Lo que sucede es que pueden haber negocios que si
funcionen y ya que la demanda continúa insatisfecha, piénselo... descubra la oportunidad y
aprovéchela.
Muy bien amigos de los emprendimientos, esta es la última entrega de los mitos sobre los
emprendedores, espero que les agrade y que aprovechen su contenido en bien de nuestra profesión.
Veremos las cuatro últimas mentiras creídas que se han infiltrado en la sociedad y cuya existencia, a
costado el sacrificio de buenas ideas y la desilusión de muchos empresarios brillantes y prometedores.
12. PARA FORMAR UNA EMPRESA DEBES TRABAJAR CON TECNOLOGÍAS DE PUNTA:
No estoy aquí para decirles mentiras, es verdad que la innovación tecnológica es un gran motor de
desarrollo para la empresa, pero también es verdad, que no es necesario ser un inventor para aplicar
tecnologías tradicionales en campos en los que no se había intentado antes. Me refiero a que un buen
empresario tiene imaginación; con esa imaginación, puede crear una empresa lo suficientemente
eficiente como para competir en el mercado y no es necesario que cuente con lo mas nuevo del llamado
“estado del arte”.
Una empresa puede conseguir un nivel productivo competitivo aún cuando no tenga maquinaria de
última generación, de hecho, si no se cuenta con el capital, es un suicidio intentar montar una planta
con “todo nuevo”, pero de seguro que esa compañía puede salir adelante si sus directivas saben para
donde van y aplican las estrategias de mercado y de organización correctas. Con el tiempo, es mas que
seguro que se necesitara desarrollar nuevas ideas para optimizar el desarrollo de la empresa y dar
mejor pelea en el mercado. Para ese entonces, será más fácil lograr financiamiento y las expectativas
serán más claras.