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VIAS DE ADMINISTRACION DE ALIMENTOS EN ANIMALES

Las vacas de alta producción, hasta comiendo 14 o 16 kg de cereales diario, no pueden


consumir la suficiente energía, para cubrir sus requerimientos para la producción de
leche, en los comienzos de la lactación. La vaca esta forzada ha usar de sus reservas
de grasa, para complementar, la energía dietética de la ración. El uso de las reservas
de grasas del cuerpo, puede suplir la energía necesitada, pero la dependencia del uso
de estas reservas del cuerpo debería ser pequeña.

Una carencia de energía en la ración, ocasiona que la vaca deba confiar


excesivamente en las reservas de su cuerpo. Una movilización excesiva de la grasa del
cuerpo, conjuntamente con una baja ingestión de alimentos y/o ingestión de energía,
conduce a una Cetosis (acetonemia). Las vacas que están adelgazando, debido a un
balance negativo de energía, mostraran celos más débiles y tendrán una tasa de
concepción más bajas, comparadas con las vacas que tienen un balance positivo de
energía y que están recuperando su condición corporal.

La mayoría de las vacas de alta producción, sufren un estado leve (subclinica) de


cetosis, en los comienzos de la lactación, que les ocasiona pocos problemas,
exceptuando las perdidas graduales de su peso corporal.

El maíz es uno de los cereales más baratos. Es el cereal más alto de energía seguido
por la cebada y la avena. Los cereales contienen niveles altos de almidón. Cuando los
microbios del rumen digieren el almidón, producen ácidos. Los aumentos de acidez en
el rumen, reducen la digestión de la fibra. Esto puede conducir a una "perdida de
apetito", una reducción de la producción de leche y una bajada del % de grasa en la
leche.

Aumente la densidad de energía de la ración, añadiendo cereales de alta energía.


Mantenga los niveles de fibra suficientemente altos para un buen funcionamiento del
rumen y para la salud de la vaca..

Los carbohidratos no fibrosos (CNF) se digieren rápidamente estos, incluyen los


azúcares, almidones y la pectina. La proporción de Carbohidratos no fibrosos (CNF) en
una ración, se calculan: 100 - (FND + Proteína Cruda + Grasa + Ceniza). Los niveles
de CNF en la MS de la ración completa, no deberían ser inferiores a un 20 o 25%, ni
ser superiores al 40 o 45%. Las raciones formuladas con un nivel de CNF del 35 al 37%
en base a la MS, deberían ser capaces de evitar las perturbaciones metabólicas
relativas a la alimentación con niveles altos de almidones de cereales y concentrados
energéticos. Para las raciones altas de ensilaje de maíz o granos de maíz, la inclusión
de subproductos altos en fibra, pueden ayudar a reducir la carga de almidones en el
rumen. Los subproductos tales como la cascarilla de soja, afrecho de trigo, DDG y
subproductos cerveceros son bajos en CNF y muy adecuados para raciones de alta
producción.

Cuando los niveles de cereales están a su máxim inclusión, una manera más costosa
para aumentar el nivel de energía, es la de agregar grasa a la ración. La grasa es
demasiado cara para su alimentación a las vacas que no estén al comienzo de la
lactación o que no estén produciendo más de 35 a 40 kg de leche. La grasa contiene
un nivel de energía 2.25 superior a los cereales. La inclusión de grasa ayudara a
mejorar el balance de energía, reduciendo las pérdidas de peso corporal, mejorando la
persistencia de la producción y al restablecimiento rápido del balance positivo de
energía.
Hay tres tipos principales de grasa:

Las grasas no saturadas (líquidas a la temperatura ambiente). Ejemplos: Aceite de


maíz, aceite de soja ( habas enteras) aceite de algodón. (Semillas enteras), Las grasas
saturadas (sólidas a la temperatura ambiente). Ejemplo. El sebo. Las grasas
protegidas: Las grasas tratadas o mezcladas con otra sustancia, para impedir su
degradación en el rumen. Ejemplo. Megalac y otros productos comerciales. Los
ingredientes que componen la mezcla de cereales tienen normalmente un contenido de
grasa del 3 a 4%. Incluya la grasa adicional hasta llegar a un total máximo de 7 al 8%,
en el contenido de MS de la ración. Existen múltiples tipos de grasas que pueden ser
usadas en la alimentación. Las recomendaciones se muestran en la Tabla 5. La
excesiva inclusión de grasas no protegidas ( especialmente de aceites vegetales) es
perjudicial. 2.5 kg de habas tostadas de soja o de semillas de algodón enteras,
producirán 0.5 kg de grasa. Exceder los límites recomendados, traerá como
consecuencia, problemas metabólicos del rumen, reducción de la digestión de fibra y
puede reducir los resultados de los contenidos de proteína y grasa en la prueba de la
leche.

Cuando se incluyan niveles altos de grasa (especialmente de grasa no protegida) en la


ración asegúrese que:

El nivel de calcio de la ración exceda del 1% de la materia seca de la ración.


El nivel de magnesio de la ración exceda del 0.3% de la Materia seca de la ración.
El nivel de Vitamina E de la ración sea aumentado hasta 1000 I.U. o más, por vaca y
por día, para impedir la oxidación de la grasa y prevenir el mal sabor de la leche
El nivel de PND sea del 45 al 50% de la proteína contenida en la ración. Siga estas
recomendaciones sobre la inclusión de los cereales y las grasas en las raciones, para
permitir que cada vaca alcance su pico de producción a/o cerca de su potencial
genético. La ventaja de alcanzar el pico máximo de producción, es la de mantener un
nivel más alto del rendimiento de producción de leche a lo largo de la lactación.

Tabla 5. Recomendaciones para la inclusión de grasa en raciones lecheras

Ingestión de Grasa (kg por


Tipo de Grasa Grasa (% de IMS)
día)
Grasas en
2 - 3% 0.75
forrajes,cereales,etc
Grasas no
protegidas ( Sebos, 2- 3% 0.5
aceites vegetales)
Grasa protegidas
(grasas 2 - 3% 0.5 - 0.6
encapsuladas,etc)

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