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CONSTITUCIONAL

ANÁLISIS Y CRÍTICA

El sistema de apoyos en la toma de decisiones


para las personas con discapacidad

Elard Ricardo BOLAÑOS SALAZAR*

En el presente artículo el autor hace un exhaustivo análisis de la reciente modificatoria


del artículo 29 del Código Civil, de los tres artículos y el nuevo capítulo que se añade al

RESUMEN
texto normativo, lo que abre un amplio debate en cuanto a los derechos que tienen las per-
sonas con discapacidad y su verdadera concepción como sujetos de derecho. Del mismo
modo, analiza las acciones surgidas a partir de la adopción de la Convención sobre los
Derechos de las Personas con Discapacidad y su influencia en la reciente modificatoria
del Decreto Legislativo Nº 1384.

� PALABRAS CLAVE que hace este nuevo decreto es modificar 29


artículos del Código Civil, así como incor-
Curatela / Interdicto / Capacidad jurídica
porar otros 3 y añadir un capítulo nuevo. En
cuanto al Código Procesal Civil, modifica
Recibido : 20/11/2018 15 de sus artículos, incorpora 1 y le adicio-
Aprobado : 24/11/2018 na un nuevo subcapítulo. Por último, también
modifica 2 artículos del Decreto Legislativo
N° 1049, Decreto Legislativo del Notariado, y
INTRODUCCIÓN le añade un literal más a su artículo 16. Todo
El 4 de setiembre de 2018 se publicó en El ello en aras de acercar la regulación perua-
Peruano el Decreto Legislativo N° 1384 que, na sobre el derecho a la capacidad jurídica
como su nombre lo indica, reconoce y regu- de las personas con discapacidad a los pará-
la la capacidad jurídica de las personas con metros y estándares exigidos por la Conven-
discapacidad en igualdad de condiciones. Lo ción sobre los Derechos de las Personas con

* Abogado por la Universidad de San Martín de Porres. Asesor del Tribunal Constitucional. Especialización en Dere-
cho Procesal Constitucional por el Centro de Estudios Constitucionales del Tribunal Constitucional del Perú y en
Sistema Interamericano de Protección de Derechos Humanos por el Instituto Colombiano de Derechos Humanos.

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Discapacidad de Naciones Unidas (en ade- tiempo, naturalmente que el Derecho ha ido
lante, CDPD)1. evolucionando, a tal punto que conceptos que
antaño se creían absolutos e inamovibles, hoy
Esta nueva realidad que nos presenta el decre-
resultan altamente cuestionables por las razo-
to en mención nos lleva indefectiblemente a
nes obsoletas que entrañan. Puestos en este
replantear seriamente el debate en torno a los
escenario, considero que la razón le asiste al
derechos de las personas con discapacidad y
maestro Fernández Sessarego cuando señala
a su verdadera concepción como sujetos de
que “no es fácil llegar a nuevas convicciones,
derecho. Supone, además, redimensionar el
modificar lo que ya es una tradición. Lo sa-
concepto clásico de igualdad y el mandato de
bemos, lo hemos experimentado. Pero tam-
no discriminación desde una lógica tuitiva, ya
bién somos perfectamente conscientes que la
no solamente formal, sino también material.
apertura mental del auténtico científico del
Es en dicho escenario que se hace propicio en- Derecho, su connatural humildad, hacen po-
focar el análisis del derecho a la igualdad de sible y deseables las rectificaciones, así como
las personas con discapacidad desde el reco- los más radicales cambios en nuestra discipli-
nocimiento de su derecho a la capacidad ju- na. Se trata de una actitud que denota autenti-
rídica. En efecto, para poder hablar de suje- cidad” (Sessarego, 1999, p. 27). Este espíritu
tos iguales, debemos partir por reconocer que crítico, pero sobre todo de legítima reflexión,
estas personas pueden tomar decisiones sobre es el que debe guiar ahora la implementación
sus vidas, celebrar contratos, contraer matri- práctica de una reforma que, al menos en el
monio, decidir si quieren o no llevar a cabo terreno legal, ya se ha echado a andar.
un tratamiento médico, etc. Solo así, inician-
I. EL MODELO SOCIAL DE LA DIS-
do por reivindicar su estatus como sujetos de
CAPACIDAD COMO PARÁMETRO
derecho, podremos empezar a construir un real PARA ENTENDER EL DERECHO
discurso de igualdad que tenga como propósi- A LA IGUALDAD DE ESTAS PER-
to hacer efectivos los derechos que dichas per- SONAS
sonas ostentan por su sola condición de tales.
La discapacidad o, mejor dicho, el tratamien-
Quien escribe estas líneas es consciente de to jurídico de los derechos de las personas con
lo difícil que puede ser asumir pacíficamente discapacidad ha atravesado distintos momen-
una reforma tan revolucionaria como la que el tos históricos que se han traducido en la con-
decreto plantea en nuestro medio. Ello porque figuración de “modelos” de abordaje sobre la
desde siempre se ha enseñado en las faculta- cuestión. Son, en esencia, distintas perspecti-
des de Derecho que las personas con discapa- vas desde las que se pretende comprender a la
cidad son sujetos a los que hay que “proteger” discapacidad, lo cual repercute enormemente
privándolos de su capacidad de decisión para en la forma en la que tanto la sociedad como el
que sea otra persona quien adopte las mejores Estado mismo mira a dicho grupo de personas.
decisiones en su lugar. Una suerte de muerte
Pues bien, los modelos clásicos de abordaje de
civil legalizada y normalizada.
la discapacidad son tres: el modelo de prescin-
No debemos perder de vista, además, que es- dencia, el modelo médico o rehabilitador y el
tamos ante la reforma de un código que data modelo social. Sin embargo, antes de hacer un
de hace más de treinta años y, en todo ese breve recuento sobre los postulados de cada

1 Este tratado se encuentra vigente desde el 3 de mayo de 2008 y fue ratificado por el Perú mediante Decreto Supremo
N° 073-2007-RE, publicado el 31 de diciembre de 2007.

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modelo, es conveniente de- en la persona, entendiendo


jar claro que “ningún mode- que las personas con disca-
lo teórico podrá, de mane- La discapacidad o, mejor di- pacidad albergan una defi-
ra independiente, explicar cho, el tratamiento jurídico de ciencia que las diferencia
completamente y de forma los derechos de las personas del resto y que, para poder
autosuficiente qué es la dis- con discapacidad ha atrave- reinsertarse en la sociedad,
capacidad; ello porque cada deben “curar aquel mal que
modelo depende del con-
sado distintos momentos his- les aqueja”. Lo que busca,
texto en el que se propon- tóricos que se han traducido entonces, es que la persona
ga” (Mitra, 2006, p. 236). en la configuración de “mo- con discapacidad se adapte
delos” de abordaje sobre la a las exigencias que la so-
Ahora, como se dijo, el pri-
mer modelo es el de pres- cuestión. ciedad impone para poder
considerarlas “normales”.
cindencia. Este modelo te-
nía una comprensión de la Es así como surge con esta
discapacidad muy ligada al aspecto religioso perspectiva la necesidad de tratar a las perso-
y a veces hasta supersticioso. Se creía, desde nas con discapacidad como “objetos de pro-
esta perspectiva, que la discapacidad era el tección”, poniendo el acento tan solo en la
resultado de la ira de las deidades que “casti- persona, concibiendo la discapacidad como
gaban” las malas acciones de los progenitores un “problema” individual que tiene su causa
haciéndoles concebir niños que, para ese tiem- principal en las limitaciones originadas por
po, se creía eran seres que difícilmente podían el padecimiento de alguna deficiencia, ya sea
incluirse en la categoría de “seres humanos”. provocada por un accidente, por enfermedad
Es por eso que en este primer modelo nacen o condición de salud (Cuenca, 2011, pp. 2 y 3).
prácticas espantosas como el infanticidio que, Por último, tenemos el actual modelo social
según algunos historiadores, se practicaba res- que si bien, en honor a la verdad, todavía no
pecto de niños o niñas que, al nacer, ostenta- ha alcanzado a ser conceptualmente comple-
ban algún tipo de “malformación”. to, es el que mejor se acerca a la teoría de los
Luego está el modelo médico o rehabilitador. derechos. Este tercer modelo alcanzó su re-
Este deja de ver a las personas con discapa- conocimiento internacional recién en el 2008
cidad como el resultado de maldiciones, para con la entrada en vigor de la CDPD, lo cual
pasar a entender que “la discapacidad es un supone que todos aquellos Estados que la han
problema de la persona directamente causado ratificado tienen la obligación de interpretar y
por una enfermedad, trauma o condición de regular los derechos de las personas con dis-
salud que requiere cuidados médicos presta- capacidad de conformidad con los postulados
dos en forma individual por profesionales. El que el modelo social pregona.
tratamiento de la discapacidad desde este mo- Agustina Palacios explica muy bien este mo-
delo, entonces, está destinado a obtener una delo cuando refiere lo siguiente:
cura, una mejor readaptación de la persona o
un cambio de su conducta” (Padilla-Muñoz, Los presupuestos fundamentales del mode-
2010, p. 402). Por ello, Javier Romañach expli- lo social son dos. En primer lugar, se alega
caba que con este segundo modelo la vida de que las causas que originan la discapacidad
las personas con discapacidad se ve reducida no son ni religiosas ni científicas, sino so-
ciales o al menos, preponderantemente so-
a una mera dimensión médica (2009, p. 31).
ciales. Según los defensores de este mode-
Para ponerlo en términos simples, lo que hace lo, no son las limitaciones individuales las
este segundo modelo es ubicar la discapacidad raíces del problema, sino las limitaciones

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de la propia sociedad, para prestar servicios Aguirre (STC Exp. Nº 02362-2012-PA/TC);


apropiados y para asegurar adecuadamen- Jane Camacho Cósar y otros (Exp. Nº 02437-
te que las necesidades de las personas con 2013-PA/TC); Noemí Parí Acuña (STC Exp.
discapacidad sean tenidas en cuenta den- Nº 01153-2013-PA/TC) y Diomedes Nieto Ti-
tro de la organización social. En cuanto al noco (STC Exp. Nº 04104-2013-PA/TC) son,
segundo presupuesto –que se refiere a la de hecho, hitos jurisprudenciales que mueven
utilidad para la comunidad– se considera el Derecho peruano hacia el modelo social de
que las personas con discapacidad tienen la discapacidad.
mucho que aportar a la sociedad, o que, al
menos, la contribución será en la misma II. EL DERECHO A LA CAPACIDAD JU-
medida que el resto de personas –sin dis- RÍDICA DE LAS PERSONAS CON
DISCAPACIDAD ANTES DEL DE-
capacidad–. (2008, p. 103)
CRETO LEGISLATIVO N° 1384
Así las cosas, desde la perspectiva del modelo
Hasta antes del Decreto Legislativo N° 1384,
social, será la sociedad la que deberá adaptar-
la capacidad jurídica de las personas con dis-
se a las necesidades de las personas con dis-
capacidad se encontraba regulada esencial-
capacidad y no al contrario como en el mode-
mente por el Código Civil de 1984 y por el
lo médico o rehabilitador. Se trata, en buena
Código Procesal Civil de 1993 respecto a la
cuenta, de hacer partícipes a las personas con
interdicción y la curatela. Ambos textos –hay
discapacidad del desenvolvimiento de la vida
que señalar de manera inicial– se construyen
en comunidad, comprendiendo que las dife-
bajo una lógica de sustitución en la toma de
rencias son parte del hecho de ser seres huma-
decisiones a través de la instauración de la cu-
nos. No obstante, y a modo ilustrativo, autores
ratela que se determina luego del proceso de
respetados como Macario Alemany (2018) y
interdicción diseñado en el código adjetivo.
Manuel Atienza (2016) han argumentado sus
posiciones en contra del aludido modelo. Pues bien, el libro primero del Código Civil
de 1984, que regula lo concerniente a la capa-
En nuestro país, pese a que en sentido estric-
cidad jurídica (libro de personas), inició con
to la Constitución de 1993 no se aproxima al
un proyecto elaborado por los ilustres juris-
modelo social 2, dicho modelo ha ido inser-
tas Carlos Fernández Sessarego y José León
tándose a partir de la ratificación de la CDPD
Barandiarán. Cada uno presentó una ponen-
en el 2007 y de la promulgación de la Nueva
cia a la comisión encargada de la reforma del
Ley General de la Persona con Discapacidad
Código Civil de 1936 y, luego de amplios de-
de 20123, cuyo texto claramente se decanta
bates, surgió el proyecto a finales de 1967
por una comprensión de los derechos de este
(PUCP, 1980, p. 13). Según Fernández Sessa-
grupo de personas desde la lógica de este úl-
rego (1982), este primer libro estuvo marca-
timo modelo.
do desde su construcción por el personalismo,
Igualmente, la reciente jurisprudencia del entendido como aquella corriente de pensa-
Tribunal Constitucional ha sido importante miento que comporta una posición cuya afir-
para consolidar esta nueva visión de la dis- mación central es la existencia de personas li-
capacidad. Así, casos como Gisela Tejada bres y creadoras (p. 86). Esto sugiere que al

2 De hecho, si se revisa el artículo 7 podrá evidenciarse que este, con un afán marcadamente médico-rehabilitador,
señala que: “[L]a persona incapacitada para velar por sí misma a causa de una deficiencia física o mental tiene
derecho al respeto de su dignidad y a un régimen legal de protección, atención, readaptación y seguridad”.
3 Ley N° 29973, publicada en El Peruano el 24 de diciembre de 2012.

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menos el propósito que tenían quienes redac- con un razonamiento muy inferior al prome-
taron el libro de personas de nuestro código dio o por la creencia de que representaban un
vigente era la de ubicar al ser humano y a su peligro para la sociedad, se les debía privar de
libertad como componentes preponderantes la capacidad de decidir sobre sus vidas y co-
en las relaciones civiles. locar a un tercero –que era designado por un
juez– para que adopte tales decisiones. Esto
Sin embargo, en lo que toca a la regulación de
las anulaba completamente de la dinámica so-
la capacidad jurídica de las personas con dis-
cial y, en la práctica, convertía a dichas perso-
capacidad, dicho código se aparta claramen-
nas en objetos del derecho.
te de la pretendida concepción personalista y
se ubica más bien en un manto de patrimonia- Sobre el primer artículo bajo comentario, el
lismo jurídico que guarda por sobre todas las 43.2, se observa que lo que sancionaba como
cosas –incluso del propio ser humano como causal de incapacidad absoluta era la falta de
tal– al patrimonio. discernimiento. Como se observa, no es una
causal que sancionase la imposibilidad de trans-
1. Sobre el Código Civil mitir el discernimiento, sino que lo que san-
Pues bien, lo primero que hay que advertir es cionaba era la inexistencia de este. ¿Y cómo se
que, a partir de dos disposiciones principales, mide la inexistencia del discernimiento? Pues
el Código Civil regula –o mejor dicho regula- bien, según ha entendido comúnmente la doc-
ba– el derecho a la capacidad jurídica de las trina civilista, la ausencia del discernimiento
personas con discapacidad en nuestro país. estará presente cuando la persona no puede
emitir un juicio de valor sobre las situaciones
Así, se tiene que el proceso de interdicción, en que se le presentan. En consecuencia, de es-
buena cuenta, era un proceso en el que se de- tar en dicho escenario, se le reputará absolu-
terminaba que un tercero (curador) sería quien tamente incapaz.
adopte las decisiones concernientes a las vi-
das de las personas con discapacidad mental Lo inconveniente de una posición de esta na-
que se enunciaban en los artículos 43.2, 44.2 turaleza es que asume un modelo hegemóni-
y 44.3 del Código Civil4. Según los referidos co de cómo se debe discernir o tomar decisio-
artículos, “los que por cualquier causa se en- nes. Evidentemente, este modelo está basado
contraban privados de discernimiento” eran en un estándar general construido por el res-
incapaces absolutos, mientras que los “retar- to de las personas que, según la sociedad, “sí
dados mentales” y “los que adolecían de dete- pueden discernir” (un parámetro de normali-
rioro mental que les impedía expresar su libre dad en apariencia neutro). Esto claramente es
voluntad” eran incapaces relativos. un juicio subjetivo ya que la medición de lo
que son buenas o malas decisiones va a depen-
Lo que hacía esta regulación era asumir como der mucho de la concepción moral de la co-
premisa que las personas con discapacidad rrección de las acciones. Por ello, ante la evi-
mental (dentro de las cuales se encuentran las dencia la proclividad hacía la arbitrariedad
personas con discapacidad intelectual y psico- manifestada por esta disposición, comparto
social) eran sujetos a los que, por considerarlos la posición del profesor Espinoza (2003) para

4 Se descarta el análisis del artículo 43.3 del Código Civil puesto que este fue expulsado de nuestro ordenamiento
jurídico por la única disposición derogatoria de la Ley Nº 29973 en el 2012. Esta derogatoria desnuda, de alguna
manera, que la tendencia en el Derecho Civil contemporáneo es la de ir “liberando” las incapacidades. “Antes
eran incapaces los ausentes, los analfabetos, los adultos mayores, los esclavos, las mujeres casadas y los sacerdo-
tes confesos; hoy, todos ellos son capaces (Varsi, 2014, p. 844).

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quien la discapacidad men- Y, en efecto, la prueba es-


tal no coincide, necesaria- telar de que el artículo 44,
mente, con la falta de dis- Desde la perspectiva del mo- inciso 2, de nuestro Códi-
cernimiento (p. 226). delo social será la sociedad la go Civil tenía arraigado el
modelo médico o rehabili-
Sin embargo, observamos que deberá adaptarse a las ne- tador es que fue redactado
en la práctica que este no es cesidades de las personas con únicamente por un grupo de
el razonamiento, sino más discapacidad y no al contrario, cuatro médicos a solicitud
bien que se ha instaurado como en el modelo médico o de la comisión reformado-
en los operadores de justi- rehabilitador. ra del Código de 1936, tal y
cia una suerte de “presun- como el propio ponente del
ción de incapacidad” para libro primero lo ha recono-
estos casos, lo cual atenta abiertamente contra cido (Cfr. Fernández, 2000, p. 97).
el derecho a la capacidad jurídica de estas per-
sonas e, incluso, contra su derecho a la igual- La misma suerte corrió el inciso tercero del
referido artículo. Este, bajo la genérica expre-
dad desde la perspectiva del modelo social.
sión “deterioro mental” cubrió, sin excepción,
Así, por ejemplo, tenemos que la Corte Su- todas las circunstancias en las que la persona
prema de la República ha señalado en más de presentara “anomalías” psíquicas que, en al-
una ocasión que para considerar que una per- guna medida, limitaban el pleno ejercicio de
sona es absolutamente incapaz en los térmi- sus actividades “normales” al impedirle ex-
nos del artículo 43, inciso 2, de nuestro Códi- presar su libre voluntad. Es importante ano-
go Civil, no es necesario ni es una exigencia tar que la incapacidad debía declararse, a la
que previamente exista una sentencia judi- luz de este inciso, solo si es que el grado de
cial que la declare interdicto, pues, a su jui- deterioro mental afectaba, o de alguna mane-
cio, lo que se debe tener en cuenta es la falta ra condicionaba, la libre expresión de volun-
de discernimiento y no la interdicción decla- tad de la persona (Fernández, 2000, p. 136).
rada (Corte Suprema de la República, Ca-
Aquí es necesario apuntar que el referido po-
sación N° 4673-2015-Arequipa, y Casación nente del libro de personas ha reseñado que los
N° 683-2016-Callao). Es decir, se presume la médicos que redactaron la fórmula que apa-
incapacidad del sujeto, prescindiéndose de rece en el Código Civil de 1984, respecto a la
toda probanza judicial al respecto. capacidad jurídica de las personas con disca-
Ahora veamos lo que nos dice el artículo 44 pacidad mental, nunca entregaron una cientí-
del Código Civil. Los incisos 2 y 3 de este pre- fica exposición de motivos de su propuesta y,
cepto señalaban cuáles eran las personas con además, no se pudo intercambiar opiniones
discapacidad mental relativamente incapaces. con ellos o plantearles interrogantes a pesar
de que estos fueron requeridos a través de va-
Como se podrá ya intuir, sobra hacer hinca- rios memorándums (Fernández, 2002, p. 193).
pié en que el término empleado por el inciso
segundo de este artículo: “retardados men- Ahora, sobre el supuesto de “deterioro men-
tales” es abiertamente discriminatorio en el tal” que prescribe el inciso tercero del ar-
sentido de dispensar un tratamiento peyora- tículo 44 es necesario anotar que al tratarse
tivo a las personas con discapacidad mental. de un supuesto sumamente abierto en el que
Un lenguaje que se compagina con las ideas pueden encajarse muchos supuestos a criterio
pregonadas por el modelo médico o rehabili- del juez, comporta una clara afrenta contra la
tador que ciertamente se encontraban en nues- capacidad jurídica de las personas con disca-
tro Código Civil hasta antes del Decreto Le- pacidad mental. De ahí que Espinoza (1998)
gislativo N° 1384. nos advierta que, tradicionalmente, el hecho

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de encontrarse en una situación de “alteración habiendo estado facultadas para ello, no hu-
mental” ha sido motivo de estigmatización ju- bieran solicitado la interdicción del sujeto en
rídica con una desproporcionada limitación ala cuestión. De manera tal que, de alguna ma-
denominada capacidad jurídica de ejercicio y, nera, se crea un incentivo perverso para que
en consecuencia, un ataque a su subjetividad. los legitimados demanden la interdicción, aun
Por ello, advierte que los supuestos que per- cuando no lo consideren necesario, pues, de lo
miten limitaciones generales a la capacidad contrario, podrían verse envueltos en un pro-
jurídica constituyen formas de discrimina- ceso judicial.
ción lesivas del principio de la igualdad (p. 31).
Otro aspecto crucial que desnuda al proceso
De todo lo hasta aquí expuesto, es notoria la de interdicción como un proceso construido
forma en la cual la regulación hasta hace poco sobre la base del modelo médico o rehabilita-
vigente sobre el derecho a la capacidad jurídi- dor, viene representado por el artículo 582, in-
ca de las personas con discapacidad compor- ciso 2, del código adjetivo. Dicho artículo es-
taba una vulneración directa a dicho derecho, tablece que la demanda de interdicción debe
al no garantizarlo en condiciones de igualdad, acompañarse de la certificación médica que
basándose en un enfoque netamente médico. acredite el estado del propuesto interdicto. En
síntesis, lo que contiene dicho informe médi-
2. Sobre el Código Procesal Civil co es el diagnóstico de la “enfermedad” de la
Sin embargo, no solo el Código Civil como persona, el pronóstico de su progresión y el
tal, al consagrar la curatela, significaba un régimen aconsejable para la protección y la
gran obstáculo para el goce efectivo del de- asistencia del sujeto a interdictar (Ledesma,
recho a la capacidad jurídica de las personas 2015, p. 795).
con discapacidad mental en el Perú. A la par,
Por otro lado, preocupaba también de sobre-
el proceso de interdicción diseñado en el Có-
manera el poco o nulo protagonismo que se le
digo Procesal Civil también era sumamente
daba a la persona con discapacidad en el pro-
inconveniente para garantizar realmente las
ceso de interdicción. Así, contrariamente a
condiciones necesarias en las cuales se res-
lo que sostiene, por ejemplo, Ledesma (2015)
peten los derechos dentro y fuera del proceso
–para quien el presunto interdicto tiene dere-
de interdicción.
cho a participar del proceso de interdicción di-
Ledesma (2015) nos dice que la interdicción, rectamente en tanto aún conserva su capacidad
como tal, es un proceso en el que la pretensión hasta que no se haya dictado sentencia firme
está dirigida a cuestionar el estado de incapa- (p. 790)–, la práctica demostró todo lo contra-
cidad del individuo y supone la afectación di- rio, pues basta revisar los procesos judiciales
recta (respecto del interdicto) de sus derechos de interdicción para verificar la poca partici-
e intereses morales y económicos desde que, pación real de las personas con discapacidad
con la declaración de interdicción y posterior durante el desarrollo del proceso.
nombramiento de curador, será este quien asu-
ma su representación (p. 787). Estas son, pues, algunas de las cuestiones y ra-
zones por las cuales el proceso de interdicción
Una primera cuestión que hay que advertir es para las personas con discapacidad mental re-
que, sobre la interdicción, el Código Procesal sultaba reñido con las obligaciones internacio-
Civil se decanta por una visión sancionato- nalmente asumidas por el Estado peruano en
ria en cuanto a la procedencia de la demanda materia del reconocimiento del derecho a la
de interdicción, esto, porque obliga a que los capacidad jurídica de las personas con disca-
demandados sean también las personas que, pacidad en condiciones de igualdad.

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III. ACCIONES SURGIDAS A PARTIR Estado peruano a garantizar el derecho a la ca-


DE LA ADOPCIÓN DE LA CON- pacidad jurídica de las personas con discapa-
VENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS cidad en condiciones de igualdad (Expediente
DE LAS PERSONAS CON DISCA- N° 25158-2013-0-1801-JR-CI-02).
PACIDAD
El segundo es un proceso de interdicción se-
Lo primero que sucedió luego de que el Perú
guido en el Cusco (Expediente N° 01305-
ratificara la CDPD (y su posterior entrada en
2012-0-1001-JR-FC-03). En este caso, la ma-
vigencia), fue la expedición, por parte del Co-
dre de dos hermanos con esquizofrenia para-
mité de los Derechos de las Personas con Dis-
noide de 47 y 45 años cada uno, buscaba ser
capacidad, de las Observaciones Finales respec-
nombrada curadora de ambos a fin de poder
to del Perú, en las cuales señaló que el Estado
cobrar la pensión de orfandad por incapaci-
peruano debía derogar la interdicción y la cu-
dad para el trabajo de parte del padre falleci-
ratela de personas con discapacidad a fin de
do. La ONP, según alegaba la demandante, le
reemplazar ambas instituciones del Derecho
requería adjuntar la sentencia que declaraba
Civil por un régimen de apoyos en la toma de
interdictos a sus hijos a fin de poder cobrar la
decisiones que tomase en cuenta la voluntad
referida pensión.
de las personas con discapacidad mental (Cfr.
CRPD, CRPD/C/PER/CO/1, párr. 25). Meses Ante este escenario, el destacado juez Edwin
después, se promulgaría la nueva Ley General Bejar Rojas del Tercer Juzgado de Familia de
de la Persona con Discapacidad que, de ma- Cusco expidió una sentencia en la cual, recu-
nera contraria a lo que establecía el Código rriendo al control de convencionalidad, inapli-
Civil, reconoció por primera vez en nuestro có los artículos 43.2, 44.2 y 44.3 del Código
país el derecho a la capacidad jurídica de las Civil por resultar contrarios al artículo 12 de
personas con discapacidad en condiciones de la CDPD. Por lo tanto, sostuvo que, para acce-
igualdad a través del establecimiento de apo- der a la pensión de orfandad, la ONP no podía
yos y salvaguardas. Empero, dicha norma que- exigirle a la madre de los hermanos presentar
dó, por decirlo de alguna forma, opacada por una sentencia en la que se declare que ambos
la aplicación de las disposiciones del código. estaban interdictos.
Luego también se han observado casos ais- No obstante, el caso tuvo un revés cuando la
lados en el Poder Judicial que de alguna ma- Sala Civil de la Corte Superior de Cusco de-
nera han intentado recoger –con resistencias claró nula la sentencia expedida por el juez
claro está– los postulados del modelo social a Bejar. Luego de ello, dicho magistrado expi-
la hora de hacer referencia a la capacidad ju- dió una nueva resolución justificando la apli-
rídica de las personas con discapacidad. Son cación del control difuso de convencionalidad
dos los que resaltan. ex oficio en el caso concreto y, en diciembre
de 2016, elevó en consulta el expediente a la
El primero de ellos –que ya cuenta con sen-
Sala Constitucional y Social de la Corte Su-
tencia confirmatoria– es un proceso de am-
prema por la aplicación de dicho control. Di-
paro mediante el cual se cuestionaban reso-
cha corte, hasta la fecha, no se ha pronuncia-
luciones judiciales que declararon interdicto
do al respecto.
al demandante del proceso constitucional. Al
resolver el amparo, los órganos jurisdiccio- Posteriormente, también se vio a inicios de este
nales declararon fundada la demanda soste- año como a partir del Protocolo de Atención
niendo principalmente que en el proceso de Judicial para Personas con Discapacidad (Re-
interdicción subyacente no se había tomado solución Administrativa N° 010-2018-CE-PJ)
en cuenta la CDPD y, de manera particular, el Poder Judicial estableció, entre otras cosas,
el artículo 12 de dicho tratado que obliga al que se debe garantizar el reconocimiento de la

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capacidad jurídica de las personas con disca- también se ha encargado su estudio. No obs-
pacidad, evitando la sustitución en la toma de tante, revisando el contenido de esta propues-
decisiones y disponiendo más bien los apoyos ta, se observa que si bien esta tiene aportes im-
para el ejercicio de dicho derecho. portantes que merecen ser rescatados, también
deja ciertas cosas inconclusas, siendo además
Por otra parte, en el terreno legislativo las pro-
que no es del todo clara en algunos aspectos5.
puestas de reforma –aunque infructuosas– tam-
bién estuvieron presentes. Por su parte, la doctrina nacional tampoco ha
estado ausente de la discusión, ya sea para es-
Así, tenemos que la primera vez que se intentó
grimir argumentos en pro de la reforma hacia
una reforma sobre la materia fue a través del
un sistema más acorde con los Derechos Hu-
Proyecto de Ley N° 4601/2014-CR, elaborado
manos y la igualdad, o para sostener lo ina-
por la Comisión Especial Revisora del Códi-
decuado de la reforma.
go Civil, en lo referido al ejercicio de la capa-
cidad jurídica de las personas con discapaci- Por ejemplo, el profesor Samuel Abad (2016)
dad del Congreso que creó la Ley N° 29973, ha expresado su posición a favor de modificar
modificada por la Ley N° 30121. el Código Civil en el extremo anteriormente
referido pues considera que estamos ante un
Esta primera propuesta (que, lamentablemente,
verdadero estado de cosas inconstitucionales
pasó al archivo sin siquiera haber tenido infor-
(p. 105). En similar sentido se ha pronunciado
mes de las comisiones a las que fue derivado),
también Juan Espinoza Espinoza (1998), para
si bien era relativamente óptima en términos
quien los institutos jurídicos como la inter-
teóricos, resultó ser insuficiente a nivel prác-
dicción deben ser vueltos a ver a la luz de los
tico porque la comisión encargada de la refor-
principios que gravitan en torno a la tutela de
ma solamente podía proponer cambios al Có-
las necesidades existenciales de los sujetos de
digo Civil, mas no al Código Procesal Civil,
derecho, eliminando así criterios anacrónicos
ni mucho menos a otros elementos normativos
que obstaculizan su pleno desarrollo (p. 37).
que son necesarios para una verdadera reforma
en los términos del artículo 12 de la CDPD. Por su parte, Jairo Cieza Mora (2015) ha se-
ñalado que tanto la interdicción como la cura-
La segunda propuesta recayó en el Proyecto
tela lo que hacen es generar la sustitución de
de Ley N° 792/2016-CR que se presentó en di-
la voluntad de las personas con discapacidad,
ciembre del 2016 y que hasta ahora no ha me-
colocando en su lugar la voluntad del curador
recido informe de ninguna de las dos comi-
(p. 50). Desde su punto de vista, estas insti-
siones a las que ha sido derivado su estudio.
tuciones jurídicas han ocasionado un perjui-
Esta propuesta, sin embargo, tiene el mismo
cio para las personas con discapacidad (p. 49).
defecto de su antecesora, es decir, solo busca
Sostiene por ello que la declaratoria de inter-
modificar el Código Civil, por lo cual resul-
dicción no puede significar el enterramien-
ta ser una propuesta incompleta, ciertamente.
to de la persona con discapacidad como suje-
Por último, tenemos el Proyecto de Ley to de derecho ya que no corresponde señalar
N° 872/2016-CR que tampoco tiene dicta- que una persona en tal situación es un inca-
men por parte de las dos comisiones a las que paz de ejercicio, pues una cosa es tener alguna

5 Tan solo a modo de ejemplo tenemos que sobre las implicancias de la reforma que se propone en el derecho de
familia, el proyecto peca de ser simplista al proponer que se sustituya la palabra curatela por la de apoyos, salva-
guardas y administración de bienes. Un cambio de nomen iuris no resuelve un problema de fondo y así la expe-
riencia nos lo ha enrostrado en múltiples oportunidades.

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discapacidad por alguna circunstancia física su juicio, es uno de los mejores códigos de la
o psíquica y otra es ser un incapaz por deci- región (pp. 41, 201 y 203).
sión de una norma jurídica (pp. 44 y 47). En
Ahora bien, sobre el tema concreto de la capa-
la misma línea, el aludido autor ha sido enfá-
cidad jurídica de las personas con discapaci-
tico en advertir que bajo ningún concepto se
dad, el referido autor ha escrito que la CDPD
puede pretender aseverar que la interdicción
no sugiere la eliminación de la curatela o la
es un sistema de apoyo a la luz de lo que exi-
interdicción, sino más bien el establecimien-
ge la CDPD, porque lo cierto es que no lo es
to de órganos de apoyo que a través de ajus-
(Cieza, 2015b, p. 179).
tes razonables, ayuden a que las personas con
De igual manera también se ha pronunciado discapacidad expresen su voluntad. Asimismo,
el juez Edwin Bejar Rojas (2015), insistien- ha señalado que la CDPD no impone a los Es-
do en que no solamente hace falta cambiar la tados la obligación de eliminar la interdicción
normativa civil sobre la capacidad jurídica de o la curatela y que, desde su punto de vista, di-
las personas con discapacidad mental y psico- chas instituciones constituyen una de las ma-
social, sino que también es necesario un re- yores garantías jurídicas, no solo para estas
planteamiento de la teoría estándar de los de- personas, sino también para terceros y “para
rechos que ha sido construida sobre el modelo salvaguardar el tráfico mercantil” (Castillo y
de un individuo caracterizado por sus “capa- Chipana, 2015, pp. 26, 31, 36 y 37).
cidades” (p. 59).
La posición de Castillo Freyre –suscrita con
Sin embargo, también hay posiciones contra- Chipana Catalán– es ciertamente alejada del
rias –ciertamente respetables– que sostienen verdadero espíritu de la CDPD y remarca,
una defensa férrea de la interdicción y la cu- sin tapujos, que es mejor proteger el tráfico
ratela para personas con discapacidad mental mercantil y los negocios jurídicos que el de-
y psicosocial. recho a la capacidad jurídica de las personas
con discapacidad mental y psicosocial en pie
Por ejemplo, Enrique Varsi (2013) reconoce
de igualdad. Desnuda a todas luces un enfo-
que la curatela suple la voluntad de la perso-
que patrimonialista alejado de la perspectiva
na con discapacidad mental o psicosocial, sin
constitucional y humanista que actualmente
embargo, sostiene que ello sucede con la úni-
exige esta materia.
ca finalidad de “proteger” a estas personas
(pp. 46 y 37). Esta posición es la más fre- IV. EL DERECHO A LA CAPACIDAD JU-
cuente de parte de quienes intentan justificar RÍDICA DE LAS PERSONAS CON
la supervivencia de instituciones como la in- DISCAPACIDAD A PARTIR DEL DE-
terdicción y la curatela para las personas con CRETO LEGISLATIVO Nº 1384
discapacidad. No obstante, lo cierto es que la
El Decreto Legislativo Nº 1384 abre un nuevo
vida cotidiana demuestra que esa falsa protec-
capítulo en la historia peruana reciente sobre
ción que se pretende dispensar se desvanece
los derechos de las personas con discapacidad
con el ejercicio muchas veces abusivo y arbi-
en particular y el reconocimiento de derechos
trario de las funciones del curador.
de un grupo importante que por largo tiempo
También se asoma la posición de Mario Cas- ha estado rezagado de distintos ámbitos de la
tillo Freyre (1998) quien, desde siempre, ha dinámica social. Tan es así que, al día siguien-
sido un escéptico en cuanto a la reforma del te de haberse publicado el decreto bajo co-
Código Civil de 1984. Ha señalado que si bien mentario, la Relatora Especial de las Naciones
nuestro código puede tener ciertas falencias Unidas para los Derechos de las Personas con
e imprecisiones, estas no justifican su refor- Discapacidad, Catalina Devandas, reconoció
ma parcial o total pues, aun con todo ello, a con beneplácito el importante paso dado por

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el Estado peruano en la ma- De manera que lo que pro-


teria y reconoció, además, pone este nuevo decreto es
que la reforma se constituye La curatela no solo significa un una visión totalmente re-
en un modelo regional para gran obstáculo para el goce volucionaria sobre la ca-
el reconocimiento del dere- efectivo del derecho a la ca- pacidad de decisión de las
cho a la capacidad jurídica pacidad jurídica de las perso- personas con discapacidad
de las personas con disca- mental. A mi juicio, lo que
pacidad en condiciones de
nas con discapacidad mental. A hace es reconocer la diver-
igualdad.6 En igual sentido la par, la interdicción también sidad de la naturaleza hu-
se expresó la Comisión In- era sumamente inconveniente mana y, partiendo de este
teramericana de Derechos para garantizar realmente las entendimiento, es que re-
Humanos7 y, en el ámbito condiciones necesarias. coge los postulados de un
interno, la Defensoría del modelo –el social– que pro-
Pueblo8. pone repensar el derecho a
Pues bien, el Decreto Legislativo Nº 1384, la capacidad jurídica desde la perspectiva de
que modifica diversos artículos y añade unos la igualdad. El referido sistema de apoyos en
otros tanto al Código Civil como al Código la toma de decisiones guarda el estricto res-
peto por la igualdad y autodeterminación de
Procesal Civil, se puede destacar a partir de
las personas con discapacidad, pero, sobre
tres grandes temas que regula: en primer lu-
todo, se nutre del principio de presunción de
gar, el establecer un sistema de apoyos en la
la capacidad que, a mi juicio, es el otro pi-
toma de decisiones, en donde el principio rec-
lar (junto con el de la igualdad) del artículo
tor es la decisión tomada por la propia per- 12 de la CDPD.
sona con discapacidad, es decir, aquí no se
va a suplantar la voluntad de la persona con Además, no se debe perder de vista que, de
discapacidad, sino que se le apoyará tanto conformidad con el artículo 12, inciso 3, de
en el proceso de decisión como a la hora de la CDPD, estos apoyos declarados por el De-
la decisión misma. En segundo lugar, el di- creto Legislativo Nº 1384 deben englobar todo
señar mecanismos se salvaguardas que evi- tipo de arreglos oficiales y oficiosos de distin-
taran que, al final del día, el sistema de apo- tas intensidades que variarán notablemente de
yos sea desvirtuado de sus fines legítimos y una persona a otra debido a la diversidad de
se convierta, en la práctica, en un régimen las personas con discapacidad (CRPD, Obser-
sustitutivo encubierto (aquí lo positivo, ade- vación General N° 1, párrs. 17 y 18).
más, es el hecho de que el decreto en mención Puestos en dicho escenario entonces, es que
deja amplias facultades a la persona con dis- se debe comprender que el sistema de apoyo
capacidad, primero, y luego al juez, para que hace referencia a todas aquellas medidas que
pueda establecer las salvaguardas de acuer- son necesarias para ayudar a la persona con
do con sus necesidades). En tercer lugar, el discapacidad en general (y con discapacidad
diseñar también un sistema de transición del psicosocial y mental en particular) a plas-
proceso de interdicción al sistema de apoyos mar en el terreno de los hechos las decisio-
en la toma de decisiones. nes que tienen que ver con cualquier aspecto

6 Véase: https://www.ohchr.org/EN/NewsEvents/Pages/DisplayNews.aspx?NewsID=23501&LangID=E
7 Véase: http://www.oas.org/es/cidh/prensa/comunicados/2018/216.asp
8 Véase: https://www.defensoria.gob.pe/estado-elimina-interdiccion-civil-por-impedir-toma-de-decisiones-de-per-
sonas-con-discapacidad/

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de sus vidas. El sistema de CONCLUSIONES


apoyos en el ejercicio de la En todo orden de cosas los
capacidad jurídica supone El Decreto Legislativo Nº 1384 cambios siempre van a re-
así un vuelco total desde abre un nuevo capítulo sobre presentar procesos chocan-
el tradicional e inoperan- los derechos de las personas tes, sobre todo cuando se
te enfoque de la sustitución con discapacidad en particular trata de cambios en reali-
en la toma de decisiones
(que, como vimos, estaba
y el reconocimiento de dere- dades que durante mucho
tiempo han estado siendo
recogido en el Código Ci- chos de un grupo importante asumidas como correctas
vil hasta antes de la actual que por largo tiempo ha esta- y hasta necesarias.
reforma) hacía uno basado do rezagado de distintos ámbi-
en el apoyo y la ayuda a la tos de la dinámica social. Eso es lo que ocurre con
hora de tomarlas. En bue- el sistema introducido por
na cuenta se trata, a decir el Decreto Legislativo
de Dhanda (2007), de un mecanismo integral Nº 1384. Se ha presentado un vuelco de 180°
diseñado por la CDPD para hacer efectivos hacía un modelo basado en los derechos huma-
los derechos de las personas con discapaci- nos que ha permeado de una verdadera pers-
dad (p. 429). pectiva humanista a una parte importante del
Código Civil peruano.
Como bien explica Dinerstein (2012), el siste-
ma de apoyos en la toma de decisiones tiene Sin embargo, me temo que la introducción
como objetivo retener a la persona con disca- de este cambio a nivel legal no será suficien-
pacidad como el principal tomador de las de- te para adecuar totalmente la realidad vigen-
cisiones reconociendo, al mismo tiempo que te con los fundamentos del modelo social en
la autonomía de un individuo puede expresar- cuanto al respeto a la capacidad jurídica de
se de múltiples maneras (p. 10). Ahondando las personas con discapacidad en condicio-
en las proyecciones de esta propuesta, Bach nes de igualdad. Será crucial en este punto, a
y Kerzner (2010) nos remarcan también que mi juicio, que tanto los operadores de justicia
bajo este nuevo régimen la pregunta ya no se como la sociedad civil y las propias personas
plantea en términos de si una persona tiene la con discapacidad se involucren en este tema
capacidad mental suficiente para ejercer su con un verdadero sentido de reforma. Para
capacidad jurídica, sino qué tipos de apoyos ello será también importante el rol promotor
son necesarios para que dicha persona pueda y educador del Estado. Y es que un proceso
ejercerla (p. 30). de reforma tan revolucionario como el que se
ha presentado no se vuelve efectivo porque la
Es así que la nueva realidad se asoma como
ley así lo disponga, sino porque se genere la
alentadora, pero no ha culminado la tarea. No
conciencia colectiva de que el cambio es bue-
es hora de bajar la guardia. Ahora correspon-
no, es positivo y es más garantista.
de a quienes están encargados de aplicar lo
dispuesto normativamente el volver en reales Por ende, si no queremos ver fracasar una re-
las aspiraciones justas y necesarias de igual- forma tan prometedora –como muchas otras
dad reclamadas durante años –y hasta déca- veces hemos visto– será necesario que se gene-
das– por un grupo de personas que, aunque ren espacios de debate y de aprendizaje sobre
no se ha querido entender por mucho tiempo, el sistema de apoyos en la toma de decisiones
son una manifestación también de la diversi- y sobre lo que el modelo social –traído por la
dad humana. CDPD– busca de cara a conseguir la igualdad

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