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JUZGADO SEGUNDO CIVIL DEL CIRCUITO

DE BARRANQUILLA ATLÁNTICO

Memorial de acompañamiento a la apelación


interpuesta por la parte demandante

RADICACIÓN DE ORIGEN : 08001-40-53-003-2011-00000-00


RADICACIÓN INTERNA J25CM : 2015-00106
TIPO DE PROCESO : EJECUTIVO
DEMANDANTE :
CEDULA DE CIUDADANÍA :
DEMANDADA :
CEDULA DE CIUDADANÍA :
APODERADO DE LA :
DEMANDADA
CEDULA DE CIUDADANÍA : 8.660.227 DE BARRANQUILLA
TARJETA PROFESIONAL :

En mi condición reconocida en auto, expongo la siguiente argumentación en


“arrullo” al reproche del abogado demandante por el fallo proferido el
cuatro (04) de febrero de dos mil diecinueve (2019) y notificado por Estado
número quince (15) el día cinco (05) de febrero del año que corre:

Es reiterada la jurisprudencia en destacar el carácter fundamental del


derecho de acceso a la administración de justicia y su integración al
concepto de núcleo esencial del derecho al debido proceso. Dónde:
“… el acceso a la administración de justicia es considerado igualmente, un derecho de
configuración legal, y en tal medida, sometido a las consideraciones del legislador en
torno a su regulación y ejecución material. De allí que haya sido calificado como un
derecho de contenido múltiple o complejo, cuyo marco jurídico de aplicación
compromete, en un orden lógico: “(i) el derecho de acción o de promoción de la
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actividad jurisdiccional, el cual se concreta en la posibilidad que tiene todo sujeto de


ser parte en un proceso y de utilizar los instrumentos que allí se proporcionan para
plantear sus pretensiones al Estado, sea en defensa del orden jurídico o de sus intereses
particulares; (ii) el derecho a que la promoción de la actividad jurisdiccional concluya
con una decisión de fondo en torno a las pretensiones que han sido planteadas; (iii) el
derecho a que existan procedimientos adecuados, idóneos y efectivos para la definición
de las pretensiones y excepciones debatidas; (iv) el derecho a que los procesos se
desarrollen en un término razonable, sin dilaciones injustificadas y con observancia de
las garantías propias del debido proceso, y, entre otros, (v) el derecho a que subsistan
en el orden jurídico una gama amplia y suficiente de mecanismos judiciales -acciones
y recursos- para la efectiva resolución de los conflictos.”1

En nuestra normatividad se le imponen al demandante en lo civil, ciertas


cargas para acceder a la jurisdicción, como se lee en la sentencia2 sub-lite:

“(i) el deber de presentar la demanda dentro del término exigido en la ley procesal para
el ejercicio de la acción; (ii) el deber de cumplir con los requisitos para que la
presentación de la demanda despliegue su función de mecanismo de interrupción del
término de prescripción y de evitar la operancia de la caducidad; y (iii) la exigencia de
no errar en la selección de la jurisdicción y del juez con competencia funcional en la
formulación de su reclamo.”(Negrillas para resaltar)

El incumplimiento de estas cargas le puede acarrear la pérdida del derecho


sustancial y la imposibilidad de volver a demandar por haberse consolidado
la prescripción o la caducidad respectiva, derivadas del transcurso del tiempo
durante el trámite procesal.

De acuerdo con la teoría procesal, tanto la prescripción como la caducidad


son fenómenos de origen legal cuyas características y efectos debe indicar el
legislador; estas figuras procesales permiten determinar con claridad los límites
para el ejercicio de un derecho.
En virtud de la prescripción, en su dimensión liberatoria, se tiene por
extinguido un derecho que, por no haberse ejercitado, se puede presumir que
el titular lo ha abandonado; por ello en la prescripción se tiene en cuenta la
razón subjetiva del no ejercicio, o sea la negligencia real o supuesta del titular.

1 Sentencia C-227/09
2 Ídem
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En tanto que la figura procesal de la caducidad ha sido entendida como el


plazo perentorio y de orden público fijado por la ley, para el ejercicio de una
acción o un derecho, que transcurre sin necesidad de alguna actividad por
parte del juez o de las partes en un proceso jurídico.

La caducidad es entonces un límite temporal de orden público, que no se


puede renunciar y que debe ser declarada por el juez oficiosamente.

Antes de hablar sobre las diferencias entre prescripción y caducidad, hay que
recordar que a nuestro sistema jurídico le interesa, para los efectos de no
crear inseguridad jurídica, que los derechos que tienen las personas se
ejerciten dentro de unos determinados plazos, y conforme a las reglas jurídicas
preestablecidas, pues de lo contrario se sobreentiende que se renuncian a
ellos y por tanto desaparece el amparo que se le dispensa.

Señalamos entre otras las siguientes e importantes diferencias entre la


prescripción y la caducidad:

PRESCRIPCIÓN CADUCIDAD
 Es de la órbita interna de las partes.  Es de orden público.
 Transforma la obligación jurídica en  El juez si tiene la obligación
natural. de actuar oficiosamente.
 Las partes pueden llegar a acuerdos  Su declaración oficiosa podría
diferentes a los señalados en la ley. generar efectos entre las partes
 Deberá alegarla y demostrarla basado ajenos a la institución jurídica.
en su carácter renunciable.  Entendemos por caducidad, la
 Cuando no se alegue se entenderá pérdida del derecho de ejercer la
renunciada acción cambiaria, ejecutiva o de
 Es una institución jurídica que opera cobro por no cumplimiento de las
en favor del demandado, quien para formalidades propias del título
ejercerla, debe hacerlo en los para su ejercicio.
términos procesales correspondientes.  Si la acción cambiaria no se
 Conforme con la Ley 791 de 2002, su ejerce dentro de los tres años

alegato puede surtirse por vía de siguientes a la fecha de


acción o excepción, ya sea en la vencimiento de la letra, factura o
demanda o en la contestación, según pagaré, la acción cambiaria
corresponda. caducará por no haber cumplido
 Su alegación es una materialización el acreedor con las formalidades
propias del título para ejercer la
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de la autonomía privada y no puede acción cambiaria, exonerando al


ser decretada de oficio por el juez. deudor demandado de pagar el
importe, al menos
cambiariamente.

Conclusión: La prescripción descansa


Conclusión: La caducidad se funda
no sólo sobre la necesidad de poner
exclusivamente en la necesidad de dar
término a la incertidumbre de los
seguridad al tráfico jurídico, y opera por
derechos, sino sobre una presunción de
abandono por parte del titular. Es el mero transcurso del tiempo. No
estimable sólo a instancia de parte. Es admite, en ningún caso, la interrupción
susceptible de interrupción por acto del tiempo, cuyo simple transcurso la
del que por ella pueda resultar
perjudicado, y por el contrario. origina. Puede ser apreciada de oficio.

Frente a la prescripción extintiva, existen tres figuras que afectan su


materialización y sus efectos jurídicos, a saber: la interrupción, la suspensión y la
renuncia; contenidos en los artículos 2539, 2541 y 2514 del Código Civil3.

Los primeros dos fenómenos requieren para su concretización que se generen


antes de la consumación del término extintivo; mientras, el tercero, sólo podrá
presentarse después de operar la prescripción.

La interrupción se predica cuando el deudor reconoce, tácita o expresamente


el débito, o cuando se instaura demanda judicial sin haberse consumado la
prescripción. La suspensión se da en favor de los sujetos enunciados en el
numeral primero del artículo 2530 del código de procedimiento civil, es decir,
para:

“(…) los incapaces y, en general, (…) quienes se encuentran bajo tutela o


curaduría (…)”.

3 “(…) Art. 2539. La prescripción que extingue las acciones ajenas, puede interrumpirse, ya natural, ya
civilmente”. “Se interrumpe naturalmente por el hecho de reconocer el deudor la obligación, ya expresa,
ya tácitamente. Se interrumpe civilmente por la demanda judicial (…)”.
“(…) Art. 2541. La prescripción que extingue las obligaciones se suspende en favor de las personas
enumeradas en el número 1o. del artículo 2530 (…)”.
“(…) Art. 2514. La prescripción puede ser renunciada expresa o tácitamente; pero sólo después de
cumplida (…)”.
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Finalmente, la renuncia se configura si el obligado acepta la acreencia o


reconoce el derecho de forma tácita o expresa, tras hallarse consolidada o
consumada la prescripción, por haberse completado o expirado el término
prescriptivo.

Ahora bien, la interrupción y la renuncia generan como consecuencia que el


lapso prescriptivo empiece a contabilizarse nuevamente, reiniciándose los
cómputos. En tanto, la suspensión, como su nombre lo indica, solamente
detiene el conteo del tiempo sin reiniciarlo.

Sobre ese puntual tópico preceptúa la jurisprudencia y la doctrina:

“(…) Como la prescripción legalmente está concebida como un modo de


adquirir las cosas ajenas, o de extinguir las acciones o derechos de los demás,
de entrada queda averiguada su finalidad, que no es otra que la de consolidar
situaciones jurídicas concretas, en consideración al transcurso del tiempo. En
relación con la prescripción extintiva o liberatoria, que es la que viene al caso,
la regla general es que el plazo fijado en la ley debe computarse a partir de
cuándo podía ejercitarse la acción o el derecho. Sin embargo, antes de
completarse el término legal de la prescripción puede verse afectado por (…)
la interrupción natural o civil, y (…) la suspensión”.

“Lo primero acaece, en el caso de la interrupción natural, cuando el deudor,


en un acto voluntario e inequívoco, reconoce tácita o expresamente la
obligación, o, si se trata de la civil, en virtud de demanda judicial (artículo 2539
del Código Civil), siempre que se reúnan los requisitos establecidos en las
normas procesales para ese efecto. (…) Lo segundo, cuando se impide el
computo del término en favor de ciertas personas que merecen una protección
especial (menores, dementes, sordomudos y quienes estén bajo patria
potestad, tutela o curaduría), en tanto perdure la causa de la suspensión
(artículo 2541, ibídem). Empero, ambos fenómenos exigen como elemento
común, que el término de la prescripción no se hubiere completado, pero
difieren en cuanto a sus efectos. Así, la interrupción borra el tiempo transcurrido
y la suspensión impide contarlo durante el tiempo de la incapacidad, para
tener únicamente como útil el corrido antes de la suspensión, si alguno hubo, y
el transcurrido luego de haber cesado la causa que la motivaba, hasta
extinguirse”.
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“En cambio, la renuncia expresa o tácita de la prescripción sólo tiene lugar


“después de cumplida”, según lo declara el artículo 2514 del Código Civil, por
cuanto si las normas que gobiernan la prescripción son de orden público y, por
ende, no disponibles, la renuncia entonces opera sólo luego de vencido el
plazo y adquirido el derecho a oponerla, es decir, una vez se mire únicamente
el interés particular del renunciante (artículos 15 y 16, ibídem), de donde se
explica la razón por la cual, a pesar de estar consumada, el juez no puede
reconocerla de oficio si no fuere alegada (artículos 2513, éjusdem, y 306 del
Código de Procedimiento Civil)”.

“De igual manera, si la renuncia ocurre únicamente después de expirado el


término prescriptivo, y si como quedó dicho, la interrupción y la suspensión
operan siempre antes de cumplirse, no resulta difícil avizorar la diferencia de
uno u otro instituto. Con todo, como la renuncia, a semejanza de lo que ocurre
con la interrupción, conlleva a contabilizar un nuevo término de prescripción,
la Corte tiene averiguado que el “resultado de la renuncia, igual que la
interrupción, es la prescindencia de todo el tiempo de inercia corrido hasta
entonces, de modo que el cómputo se reinicia, con posibilidad prácticamente
indefinida de que se repitan los fenómenos, hasta que el término respectivo
transcurra íntegro nuevamente” (…)”4. (Negrillas para resaltar)

El operador judicial, quien en virtud del Acuerdo No. PSAA15-10402 del 29 de


octubre de 2015 avoco el conocimiento del presente caso y en consonancia
con las normas arriba citadas, aplicó correctamente lo reglado para las
excepciones propuestas de caducidad y prescripción extintiva del título valor
(letra de cambio) a la luz de los artículos 7885 y 7896 del código de comercio y
por ello fallo en favor del demandado.

En cumplimiento de la ritualidad del artículo 90 del código de procedimiento


civil se confirmó por el despacho, que el título de recaudo (letra de Cambio)
se hizo exigible el día treinta (30) de noviembre de dos mil ocho (2008); y se
notificó por Estado el día 16 de marzo de 20117; estableciendo en forma

4 CSJ. Civil, sentencia de 3 de mayo de 2002, exp. 6153.


5 “SUSPENSIÓN DE LA CADUCIDAD Y NO INTERRUPCIÓN. Los términos de que depende la caducidad de
la acción cambiaria no se suspenden sino en los casos de fuerza mayor y nunca se interrumpen.”
6 “PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN CAMBIARIA DIRECTA. La acción cambiaria directa prescribe en tres

años a partir del día del vencimiento.”

7 Leer folio 7
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fehaciente, que nunca hubo interrupción del término de la prescripción por


cursar un término mayor a un año como lo establece el mencionado artículo.

“Por lo tanto resulta prístino que la presentación de la demanda no tuvo la virtud de


interrumpir en este asunto el termino de prescripción de la acción cambiaría por no cumplirse
a cabalidad con los supuestos de hecho de que trata el articulo 90 C.P.C., razón por la cual el
termino de dicho fenómeno extintivo de que trata el art. 789 del C. Comercio corrió en forma
ininterrumpida para el titulo valor aportado como base del recaudo desde la fecha de su
exigibilidad; y siendo la fecha de exigibilidad de tal documento base el día 30 de noviembre
2008, los tres (3) años del término de su prescripción se cumplieron el día 30 de noviembre de
2011. Corolario de lo anterior es concluir que para cuando se cumplieron los tres (3) años de
prescripción del título aún no se había notificado el mandamiento ejecutivo a los ejecutados,
diligencia que solo vino a cumplirse hasta el día 27 de septiembre de 2012, razón suficiente
para estimar que el titulo valor aportado como soporte de la ejecución se afectó de
prescripción extintiva y por ende habrá de prosperar la excepción fundada en dicha extinción,
declarándose terminado el proceso”

Por lo expuesto solicito se ratifique la sentencia.

Cordialmente,

______________________________
Nombre del Abogado
C.C. No. de
T.P. No. del C. S de la J.

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