Vous êtes sur la page 1sur 8
DOCUMENTOS Suplemento a la edicién N° 50 de PUNTO FINAL — Martes 12 de marzo de 1968. Séntiago - Chile ¢Por qué la Revolucién Cultural? afios’, proclaman los chinos, como previniéndonos que noticias sorpren- dentes nos Hegaran de su pais por largo tem- po. Claro que después de la avalancha de sor- presas que recibimos de China en la segunda mitad de 1966, estamos bastante inmunizados contra los reportajes sensacionales proceden- tes de Pekin. Hasta la prensa popular, avida de titulares Sensacionalistas, ya no habla de guerra civil ni de calamidades: comparables, en sus interpretaciones de la Revolucion Cul- tural. El terreno esté ahora ligeramente més claro, y aunque todavia es demasiado tem- prano para una evaluacién completa de los ole Revolucion Cultural durara cien Introduccion esorita en abril do 1967 para Ja edi- elén noruega del bro “China: El Otro. Comt hnismo”, del mismo autor. Karol naclo en Polonia, Feelbl6’ su edueacién superior en la Uniém. So Viética después de 1999, y ahora es un periodista Que vive en Paris y_ escribe regularmente en "Le Nouvel observateur’’y en el "New Stateaman”™ de Londres. (radi ‘Gel inglés “de PF). * por K. S, KAROL acontecimientos ocutridos en los iltimos seis meses en China, es posible ver con mayor cla- ridad, y examinar desapasionadamente lo que esta én juego en esta importante batalla entre los chinos comunistas, y sus probables conse- cuencias, Los sinélogos y comunistas prosoviéticos han sido refutados por los acontecimientos Antes que nada, est4 claro que las distin- tas hipotesis adelantadas en los tiltimos me- ses por sindlogos y comunistas prosoviéticos han sido totalmente refutadas por los acon- tecmientos chinos. Aquellos que anunciaron que la Revolueién Cultural no era mas que una cortina de humo para ocultar la lucha Por el poder entre los sucesores de Mao, de- ben admitir hoy que el viejo lider chino no tiene ninguna intenelén de abandonar la are- za polities; por lo tanto, es prematuro ha- blar de una lucha por la sucesién. Los acon- teclmientos indican que Mao Tse-tung ocupa 1 Problems Gel ‘socialist 0 ahora una posicién atin més preponderante en la politica china que la de afios anterio- res, y que él utiliza esta posicién para influir en ‘el desarrollo de su pais. En cuanto a los comunistas prosoviéticos que decfan que la mayoria del PC chino esta ba dispuesta a aceptar la politica de la Union Soviética, y que Mao tuvo que apelar a las masas y particularmente a jévenes confusos para asegurar asi su dictadura personal, ellos deben admitir que “esta mayoria comunista antimaoista” nunca ha estado visible en nin- guna tribuna pablica, en ninguna propaganda © lamamiento que nos permitiera captar su posicién politica. Ahora blen, la mayoria den- tro de un PC controla generalmente los me- dios de comunicacién: Ia prensa y la radio. Y¥ aunque hublera existido realmente una fraccién antimaoista organizada, que sélo se- tia una minoria, ésta habria encontrado me- dios para exprésar sus, puntos de vista, ‘ya que durante Ja Revolucién Cultural era apa- Tentemente fAcil publicar periddicos improvi- sados y pegar murales en cada esquina. Des- pués de todo, la experiencia histériea demues- tra que si existe realmente una fraccién or- ganizada e involucrada en una lucha a muer- te, siempre logra expresarse, aunque s6lo sea clandestinamente. En la Unién Soviética, a pesar de la represién, la minoria trotskista Jogré publicar un boletin de oposicién mlen- tras sé mantuvo como una fuerza real dentro del PCUS. No vemos utilidad alguna de hacer caso omiso de la evidencia en contrario y seguir machacando con explicaciones basadas tni- camente en luchas entre las personalidades més relevantes del PC chino, o entre maoistas y antimaoistas. Esas pistas ‘no nos ayudarén & desciftar los acontecimientos actuales ni a predecir su desarrollo. Nuestro propésito no es alabar ni condenar la Revolucion Cultu- tal, sino comprender y anticipar lo que los recientes disturblos presagian para China. La transformacion del hombre y los incentivos Politicos: base para una transformacién completa del Estado y del Partido China esta pasando una transformacién sin precedentes en la historia de un pais gover- nado por comunistas. Toda Ia estructura del Estado y aun la del Partido han sido puestas en entiedicho Por la Revolucién Cultural. Nuevas instituciones estan creclendd poco a poco, y todas las relaciones entre gobernan- tes y gobernados pueden muy bien cambiar. Para poder comprender las razones de estos cambios de caracter revolucionario, debemos examinar a fondo la sociedad china y estu- diar desapasionadamente los problemas que se propone resolver. En “China: El Otro Comunismo” el lector encontrara una descripcién de la China Co- munista como yo la encontré durante un largo Viaje en 1965, asi es que no me pro- pongo comenzar a'enumerar todas las ca- Tacteristicas y peculiaridades de la sociedad china, S6lo quiero sefalar unos pocos ele- mentos de la doctrina y de la politica china que lamaron mi atencién durante mi estan- cia en ese pais, y que han Sido notablemen- 2 te subrayados por la Revolucién Cultural. A mi juicio me parecen esenciales para poder analizar todos los dltimos acontecimientos. Asi los dirigentes chinos de diferentes ni- veles me explicaron su absoluta confianza en el valor de los estimulos politicos. Un cente- nar 0 acaso un millar de veces, me dijeron que los trabajadores chinos son capaces de esforzarse sin limite alguno si estan traba- Jando por una causa comim, o en el nombre de una gran idea, en lugar de obtener alguna ventaja material’ egoista, Me hablaron del hombre nuevo chino, totalmente Imbuido de una ética colectivista, y cltaron el ejemplo del héroe Lei Feng quien es venerado por todo el mundo como un altruista consumado, Firmes en esta conviecién de la superioridad de los incentivos politicos, los chinos no me ocultaron que para ellos la primera prioridad era la de ineulcar en todos los ciudadanos 1a mentalidad altruista y colectivista que se des- prende de la nueva moral formulada por Mao ‘Tse-tung, De aqui sus consignas: “Poner la Politica ‘a gobernar”, “Ser rojo y experto”, anteponiendo “rojo” a “experto”. Siempre encontré sorprendente esta escala de prioridades, ya que va contra la raciona- Udad econémica a la que estamos acostum- brados en Europa. Pero nuestro criterio esta sin duda influenciado por costumbres socia~ les que seria arbitrario atribuir a una nacién con tradiciones tan diferentes de las nues- tras, como son las de China. Porque es un hecho que la civilizacién china se desarroll6 en condiciones muy diferentes de las nues- tras, y que siempre le ha dado un lugar des- taeado, si no preferencial, a las regias de la conducta moral. El sinélogo francés Le6n Vandermeersch recientemente nos recordé lo siguiente: “para los chinos, la armonia no es el efecto de disposiciones legales que sefalen os limites mas alla de los cuales 1a liber- tad de cada hombre comienza a violar la de otro, sino directamente la transforma- cién interna del hombre mismo. Esto sig- nifica que en muchos aspectos ia civiliza- cién china parece estar basada exclusiva mente en la moral... En China, como en Occidente, las estructuras sociales fueron construidas a un nivel Intermedio entre 1a moral y los instintos; pero en vez de haber sido construidas desde abajo, a partir de lag tendencias basicas del hombre conver- tidas en normas legales mas y mas refina- das, esas estructuras fueron establecidas desde arriba mediante disposiciones de un orden ideal de moralidad en un orden prac- tico caracterizado por la palabra li, usual- mente traducida como “rito”, a falta de una mejor expresion. . . La economia de la ci- vilizacién china’ fue por lo tanto construl- da sobre una centralizacién ideolégica tan extrema como Ia descentralizacién del Es- tado. Los cuatroctentos millones de stibdi- tos del Emperador Tsing, en el siglo 19 eran menos gobernados por la intervencion de algunas decenas de miles de simples fun- cionarios, que por el imperio de ideas y por la fuerza del ritual, que tomaron el lugar de un Cédigo Civil. (esprit, March, 1967). a Prroblemas del socialismo Mao: una nueva civilizacién comunista china EI capitulo histérico de este libro demos- traré que Mao y sus camaradas de armas lle- garon a establecerse con todo éxito en una de las regiones menos hospitalarias de China, el noroeste, tradiclonalmente azotado por la hambruna, para demostrar a los campesinos Semianalfabetos que ellos eran portadores de un nuevo Tito, que era colectlvista y benefi- cioso para todos, De esta manera, gracias a Su conducta ejemplar, lograron despertar a las masas campesinas ‘para la lucha y hacer- las cabeza principal de la Revolucion. Pero esta experiencia los marcé a ellos también, convenciéndolos de la absoluta prioridad dé las ideas y ritos sobre cualquier otro aspecto de la vida social. Asi, Mao Tse-tung devino no solamente un éstratega politico, sino so- bre todo un moralista que le dio a China una nueva doctrina para el comportamiento y la accion. De este modo, por varlos afios la difusién del “pensamiento de Mao Tse-tung” ha sido el alfa y omega del régimen comunista. En este penisamiento todo ttabajador chino debe encontrar la inspiracién necesarla para el comportamiento altruista que habré de ase- gurarle la felicidad, que es necesaria para toda la colectividad. Y mientras més asimile la masa este pensamiento, més prdspera seré, Ja nacion y los cudadanos dedicados a la Re- volucién. La campafia de educacién socialis- ta, que estaba en su apogeo cuando visité China, no tiene otro fin que el de propagar una intensa dosis de recetas morales del Nder comunista chino, ¥ todos los proyectos futu- ros estaban basados en la convieclén que este pensamiento de Mao Tse-tung era asimilable Por todos y que era capaz de prover las ba- Ses para la nueva civilizacion comunista china, La actual Revolucion Cultural debe verse a la lug de esta creencia, Sus promotores ale- gan Diiblicamente que su nuevo objetivo es la erradicacion de las viejas costumbres que permanecen latentes en la nueva sociedad y constituyen un obsticulo para su desarrollo. “La Revolucion Cultural afecta a todos en su Parte mas profunda”, proclama un lema ofi- cial, Pero los individuos no son capaces de introspeccién en la soledad: se formah y edu- can mediante la accl6n. Por lo tanto, las ma- sas deben rebelarse contra todo lo’ que en- torpezca su conversion ideologica y criticar la vieja cultura tanto como las nuevas ins- tituciones. Evitar que la purocracia y las nuevas élites politieas'o téenicas monopolicen el poder Esta apelacién a las masas, que muchos encuentran absurda, eneaja perfectamente en la l6gica de la ideologia maoista. Si todos de- bemos trabajar en nombre de la politica, es- ta politica debe representar para todos un valor conereto y debe ser la primera de todas sus preocupaciones. Las discusiones con los chinos me convencieron que la légica de su sistema implica un proceso de democratiza- cién completamente diferente del que tuvo lugar en los paises del Este después de la muerte de Stalin. Pero en aquel entonces, ¢s- ‘tabamos pensando principalmente en térmi- nos de un proceso evolucionario que seria lo- grado, poco a poco, paralelamente con el pro- greso ‘material de la sociedad. La Revolucion Cultural representa un salto en la misma di- reccion, pero necesariamente mas violento, y sin duda alguna, m4s radical. Los chinos alegan que Mao Tse-tung en persona decidié hacer que la nacién adopta- ra esta medida con el fin de “ajustar su su- perestructura ideolégica a los cambios que se habian producido en la infraestructura eco- némica y social de China en los ltimos die- cisiete afios”. Si aceptamos esta tesis, China necesita un cierto marco institucional para proseguir con la nacionalizacién de la indu: tria y la colectivizaci6n de las zonas rurales; pero, con el tiempo, esto tuvo que ser trans— formado de mejor modo para permitirle a las masas que asimilaran la nueva ideologia y desplegaran mejor todas sus energias inme- diatamente, Por cierto, aunque los textos chi- nos modestamente se abstienen de hablar pti- blicamente del fendmeno burocratico que amenaza a todas las sociedades postrevolu- clonarias, Mao Tse-tung aparentemente ha Hegado a la conclusi¢n de que la Republica Comunista China esta secretando, casi natu- ralmente, una superabundante y omnipresen- te burocracia que podria, por la fuerza de las circunstancias, seguir el mismo camino de la burocracia soviética, ‘Ahora bien, el lider comunista chino ha estado por largo tiempo obsesionado con el pe- ligro de cristalizacion de nuevas élites politi- cas o técnicas, que podrian llegar a monopo- lizar el poder y conducirse como si fueran una nueva burguesia, Durante nuestra estan- cia en Chi..a, se nos explicé que los funcio- narios en todos los servicios gubernamenta- les estaban obligados a efectuar periodos de trabajo manual para que pudieran permane- cer cerca de las masas y rechazar asi las con- taminaciones con el espiritu de élite. Se nos aseguré que todo director de fabrica trabaja~ ba por lo menos un dia y medio a la semana como simple obrero; que todo general del ejército era un mes al afio soldado raso; y que todos los dirigentes, hasta los més im- portantes, se van en la temporada agricola a trabajar Ja tierra en las comunas. También vimos a los intelectuales, estudiantes y pro- fesores, dedicar una gran parte de su tiempo a trabajos manuales, Pero desde el estallido de la Revolucion Cultural, la prensa china hos ha revelado que estas medidas eran in- suficientes, que ellas eran meramente palia- tives que no impedian que “una minoria de dirigentes que ocupan cargos importantes si- guieran el camino capitalista”. ¢Por qué? La falla descansa en el caracter antidemo- . eratico de las instituciones y en Ia rigida estructura del PC En pocas palabras, los tedricos chinos die- ron a entender claramente que Ia falla des- cansa en el caracter antidemocratico de las instituciones y en Ia rigida estructura del Partido Comunista. Un administrador chino pudo haber sido forzado a llevar una vida modesta, pero sus poderes, no obstante, eran 3

Vous aimerez peut-être aussi