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Técnicas para seducir al público desde

la primera palabra
Ser breve y directo, es lo más sugerible en el inicio. Pero es más impactante, iniciar con algo
donde el público muestre un profundo interés, y que por medio de sus rostros y sus posiciones
digan: ¡esto es interesante!.

Si observamos los periódicos, los libros, las revistas, y las obras, veremos en ellos que en sus
portadas se imprimen titulares que lo único que tratan de hacer, es llamar nuestra atención,
para luego adquirir un ejemplar. Lo mismo, hacen los canales de TV al mostrarnos los titulares
de los noticieros o adelanto de las telenovelas, lo que buscan es captar la atención de los miles
de televidentes. El discurso debe ser muy similar, debe tener una introducción o apertura, que
permita con él, tener el mismo objetivo de los periódicos, revistas o libros: “captar el interés
del público”.

Si fuera UD el dueño de un periódico, no pondría en su portada “Señores compren mi


periódico que es muy bonito, lo hice yo”, es muy seguro que con ese titular lo que podrá
ganarse es la discriminación de los compradores, porque en docenas de otros periódicos y con
otros titulares, los consumidores estarán tentados a elegir uno de mayor y mejor interés. Es
igual cuando hablamos en público. Si en nuestras primeras palabras exponemos un desatinado
inicio, estamos perdiendo la principal oportunidad de tener al público en nuestras manos.

Y si seducir se quiere al público, se debe entonces, preparar un buen titular, preparar una
buena apertura, un buen inicio, y con él, ganarse la confianza y el interés del público desde la
primera palabra.

El público, se mostrara interesado, si por ejemplo, en el inicio de nuestro discurso, decimos:


<<… señores, alguna vez han observado que un padre golpeaba su hijo?, pues acabo de ver a
uno, solo que no era el padre quien golpeaba a su hijo, era el hijo de aproximadamente 20
años, que estaba golpeando a su padre de 50. Y me pregunto, si nosotros tendríamos la fuerza
de levantar nuestras manos para golpear a nuestros padres,….>>

Este tipo de inicio, tal vez un poco dramático, ocasionará en el público sentimientos
nostálgicos, y esos sentimientos se volverán nuestro punto de partida para influir en el público.
¿No ha notado UD que cuando se sentía triste, buscaba alguna palabra de aliento?, el público
es igual, si en su inicio UD puede lograr que el público sienta alguna nostalgia, pena, angustia,
o injusticia, ellos luego van a querer escuchar alguna palabra de aliento, de esperanza, alguna
solución, no quieren quedarse con esa sensación, con ese sentimiento nostálgico, se
concentraran en escuchar al que habla con el fin de encontrar un consuelo para esos
sentimientos que él mismo provoco con el inicio de su discurso.

Un buen inicio garantiza, un buen discurso.


Y un buen discurso garantiza el 100% de tu éxito en público.

En una conferencia, donde el tema era, como seducir al público desde la primera palabra,
inicié como para dar muestras de lo poderoso y lo influyente que son nuestras primeras
palabras, de la siguiente forma: <<...Señores, antes de iniciar, quiero dividir estos 100 Dólares
que me los acabo de encontrar hace 10 minutos en la plaza...>>

Con este inicio, todos los asistentes, que eran más de 300, mostraron en sus rostros un
profundo interés; todos se mostraron atentos, quizá para escuchar la mecánica de cómo
dividiré los 100 Dólares, o de cuánto le tocará a cada uno. Después de ver y analizar sus
reacciones, continué y dije lo siguiente: <<...Amigos, voy a dividir éste billete de 100 dólares;
pero antes quiero contarles de cómo llegó este dinero a mis manos. Resulta que al pasar por la
plaza, una señora de aproximadamente 65 años había caído al piso por el producto de un
forcejeo de su cartera con un Joven ladrón, y producto de esa caída, la señora, que supongo
estaba muy delicada, dejo de vivir instantáneamente.

Al acercarme, encontré éste billete que lógicamente era de la señora, y junto a él había una
foto, y junto a la foto estaba esta receta. En la imagen aquel joven tenía los pies amputados, y
se le veía que estaba atado a docenas de cables de oxígeno y otros que no distingo bien. En la
foto tenía la fecha del nacimiento del joven, y ésa fecha es precisamente hoy, y hoy, es muy
posible que reciba esta trágica notica que un familiar muy cercano, y tal vez el único, murió por
el producto de la delincuencia.

Por esta razón, como el dinero no es mío, como el dinero viene producto de una desgracia, es
que no me quiero quedar con él; por eso es que prefiero donarlo o dividirlo con ustedes, ya
que no tengo el valor de quedármelo sabiendo que hay un joven que necesita este dinero para
sus medicamentos, y que posiblemente la anciana Madre que murió se los estaba por llevar,
pero ahora ya no está. La pregunta es ahora ¿qué hago con él?, ¿la dividimos entre todos los
aquí presentes?, si lo hacemos, les tocará a cada persona menos de 1 dólar, díganme ahora,
¿qué hacemos?. Si me preguntan qué haría yo, les diría que prefiero llevar éste dinero al joven
que se encuentra en el hospital, pero posiblemente no alcance por toda la desgracia que
tendrá que vivir en este momento, son solo 100 dólares. Sugiero, si todos lo aceptan, que éste
dinero vaya al joven que se encuentra en el hospital, y si alguien desea hacer alguna donación
solidariamente para que sean más de 100 dólares los que lleguen a sus manos y así calmar sus
dolores, que levanten su mano por favor…>>

Cuando pedí que levantaran su mano para ver quiénes podrían donar dinero para enviar al
joven en el hospital, todos lo hicieron, todos estaban dispuestos en hacer una donación. Y una
vez que levantaron sus manos, pedí a una señorita que ya estaba preparada, que coja el
dinero apuntando el nombre de la persona y de la cantidad que esta donando; cuando recogió
el dinero de la tercera persona, me detuve y pedí un alto a las donaciones; ordene luego que el
dinero sea devuelto; todos se mostraron sorprendidos por esta decisión, en sus rostros se
podía notar claramente que me estaban preguntando: ¿qué está haciendo?, ¿por qué
Santiago, está devolviendo el dinero?; después de unos segundos donde todos se calmaron,
dije: ¡Señores ninguno pregunto cómo se llamaba la señora, ninguno preguntó si
verdaderamente el joven en el hospital era pariente de la señora, ninguno pregunto cuándo
fue el accidente, ni tuvo reparo en las cosas discordantes que dije en este relato, porque solo
es un relato, solo es un ejemplo y un modelo de cómo es que podemos seducir al público
desde la primera palabra. No importa el tema, no importa el público, ni importa el lugar, lo que
importa es lo que digas en tus primeras palabras, importa lo que vas a decir y lo que vas a
lograr con tus primeras palabras.

En éste modelo de cómo iniciar un Discurso, el público comprendió lo poderoso que pueden
ser las primeras palabras, comprendieron también que un buen inicio garantiza que se pueda
crear en el público una reacción favorable, y esa reacción nos creara una seguridad, y esa
seguridad se convertirá luego en nuestro Éxito.

La Mayoría de los expositores saben de éste secreto, saben que, una vez que consigan tener el
interés del público o una reacción favorable, les dará seguridad y confianza para hablar con
total libertad; es por eso que muchos inician con algo interesante, algunos inician motivando a
su público, otros con una arenga, algunos con algo de humor, y otros como el caso de los 100
dólares.

Las primeras palabras en el discurso son las apropiadas para llamar la atención del público y
ganar su confianza

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