El plan de salvación demuestra el deseo de Dios de
restaurar la unidad que se perdió por el pecado. Como parte de este plan, Dios eligió a Abraham para que fuese el padre de un pueblo que representaría su carácter ante las naciones circundantes y, por medio de sus descendientes, Dios prometió una bendición a todas las naciones de la Tierra (Gén. 12:3). Esta bendición prometida señalaba a Jesús, el “hijo de Abraham” (Mat. 1:1), cuya muerte y resurrección proporcionaría la reconciliación entre Dios y la humanidad.
Abraham demostró su fe y su confianza en las promesas
de Dios. Sus actos ejemplifican lo que Dios requiere de nosotros. Sin embargo, no es por esta razón que los descendientes de Abraham antes de que él demostrara su fe, y antes de que se preparara obedientemente para sacrificar a Isaac. Abraham y sus descendientes fueron elegidos porque Dios es un Dios de amor, que es fiel a sus promesas. Esta verdad es particularmente significativa, porque implica que el fundamento de la relación entre Dios y su pueblo es el carácter de Dios, y no quiénes son o qué hayan hecho ellos. Considera: Dios le hizo cuatro promesas específicas a Abraham: tierra, una multitud de descendientes, un gran nombre y ser una bendición para todas las naciones. ¿Qué relación tiene cada una de estas promesas con el plan de Dios para restaurar la unidad de su Creación? ¿Por qué es importante entender que la relación entre los seres humanos y Dios se basa en el carácter de Dios? Preguntas de Aplicación: 1. ¿Qué significa ser creado a imagen de Dios? ¿Cómo debería afectar esto tu forma de actuar? 2. Dios llamó a la iglesia a representar su carácter. ¿Cuán bien representa la iglesia el amor y la unidad de Dios en el mundo de hoy? ¿Cómo podría mejorar en este aspecto? 3. ¿De qué manera personalmente puedes ser un mejor testigo del amor de Dios y su deseo de armonía? 4. ¿Qué revela la historia de la Torre de Babel sobre las formas de unidad que son aceptables para Dios? 5. Analiza la siguiente declaración escrita por Elena de White en febrero de 1906: “El argumento más convincente de la misión de Cristo que podemos dar al mundo debe encontrarse en la perfecta unidad. Nuestro poder para salvar a las almas estará en proporción con nuestra unidad con Cristo” (NEV 172). 4: ¡Crea! Solo para los maestros: Así como Dios llamó a Abraham y sus descendientes para que representaran su nombre y su carácter, así también Dios llamó a su iglesia para fuese su representante en la Tierra. Las actividades sugeridas a continuación instan a los alumnos a aceptar su llamado a ser representantes del amor y la armonía de Dios en su iglesia y en su vecindario. Actividades grupales: 1. Dediquen tiempo a orar para que Dios ayude a los miembros de su clase a determinar la mejor manera de representar a Dios en su vecindario. Saber: La obediencia promueve la unidad A. En los capítulos 4 y 9 del libro de Proverbios, ¿cómo define la sabiduría? B. La lista de bendiciones de Deuteronomio 28:1 al 14 no incluye la unidad específicamente. ¿Qué aspectos de este pasaje implican que la obediencia a la Palabra de Dios promueve la unidad? C. ¿En qué sentido seguir la Palabra de Dios da como resultado la armonía? ¿De qué manera el consejo de Pablo a los corintios puede ayudarte a responder esta pregunta? Preguntas de aplicación 1. ¿Por qué a los seres humanos les resulta tan atractivo hacer lo que quieren? ¿Cómo hacer para que sea más atrayente procurar hacer la voluntad de Dios? 2. ¿Por qué a menudo perdemos de vista lo que Dios ha hecho por nosotros poco después de una crisis? ¿De qué forma podríamos evitar este olvido en el futuro? 3. La obediencia a la voluntad de Dios ¿siempre conduce a la unidad? ¿Por qué no? 4. ¿Qué podemos aprender de la sabiduría simplemente por estar en relación con Dios? ¿Cómo nos ayuda esto cuando buscamos sabiduría con respecto a temas específicos? 5. ¿De qué maneras podemos continuar enfocando nuestra atención en Cristo en un mundo tan ocupado?