Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
como presupuestos
del dolo en materia penal*
Willingness and knowledge as presuppositions
of willful misconduct in criminal matters
• Fecha de recepción del artículo: 11 de mayo de 2009 • Fecha de aceptación: 31 de julio de 2009.
YESId ECHEVERRY ENCISO. Sociólogo y Magíster en Filosofía Política, por la Universidad del Valle. Abogado por la Univer- * Este artículo es producto del proyecto
sidad de San Buenaventura Cali - Colombia. Especialista en Derecho Penal, por la Universidad Santiago de Cali. Profesor de investigación La noción de dolo en
tiempo completo de la Universidad Icesi, adscrito al Departamento de Estudios Jurídicos. Miembro del Grupo de Investigación la dogmática penal colombiana, de la
Precedente, reconocido por Colciencias en categoría C. Correo electrónico: yecheverry@icesi.edu.co universidad Icesi, Cali, Colombia.
Revista Científica Guillermo de Ockham. Vol. 7, No. 1. Enero -Junio de 2009 - ISSN: 1794-192X, pp. 123-151 Ø 123
Yesid Echeverry Enciso
en un plano metafísico. Aún así, la reflexión conceptualización del sujeto moral, racional
sobre ella demuestra una profundización del y autónomo de sus actos, cuya capacidad
intelecto humano en uno de los enigmas más de libertad le impele a actuar de acuerdo
angustiantes que tiene ante sí el hombre. La con el deber y sólo el deber, liberándose de
multiplicidad de respuestas aportadas, así la injerencia del deseo o de la emoción. La
como las formas de enfocar y presentar la segunda, no obstante, se sigue preguntando
cuestión de la libertad, constituyen logros de ¿hasta dónde a ese sujeto moral, capaz del
la conciencia filosófica y política a lo largo bien y del mal, se le pueden hacer cargos o
de la historia. juicios de responsabilidad acordes con sus
La reflexión sobre la libertad y su compleja actos, cuando estos actos están motivados
polivalencia de sentidos ha tenido como también por el deseo o por determinaciones
hilo conductor su comprensión como la externas? ¿Cómo exigir que se comporte de
clave de la acción individual y colectiva del una u otra forma cuando la decisión no está
ser humano. A la libertad se le ha atribuido en su propia voluntad autónoma? En tal
la decisión última sobre el bien y el mal, sentido, si para la moral es claro que la ac-
también sobre lo prohibido y lo permitido; tuación del sujeto no debe estar coaccionada
se le ha convertido en el fundamento mismo por el deseo sino por el imperativo categórico
de la responsabilidad de los actos humanos de obrar de acuerdo al deber moral, para el
y se le ha situado como la base de la auto- derecho es fundamental entender que un
sujeto que obra por mediación o interme-
determinación humana y la garantía del
diación de otro no puede ser responsable
bien común. Bajo esta última forma se ha
de su acción cuando su voluntad ha sido
considerado a la libertad como la capacidad
coaccionada y su esencia moral reificada; es
humana que permite el autodominio: quien
decir, convertida en cosa, en instrumento;
posee autodominio es libre y, por tanto,
pues ello deviene abiertamente en contra de
responsable consigo mismo y con los otros.
la dignidad humana. Entonces, el derecho y
También bajo esta forma se ha considerado
la moral se cruzan aquí.
que el Estado tiene la obligación moral y
política de garantizar el ejercicio pleno de la Aún así, vale la pena preguntar ¿es la
libertad y el autodominio humanos. voluntad realmente libre? ¿Puede el hombre
escapar al determinismo natural del principio
Uno de los filósofos que llevó al más alto
de causalidad? Estas preguntas son básicas
grado de desarrollo esta última clave fue
a la hora de establecer una justificación
Hegel (1986), quien al respecto dijo que: la
racional de la responsabilidad por los actos
libertad tiene en el Estado realidad concreta
humanos. Este artículo trata precisamente
solamente en la medida en que la singularidad
de avanzar en la forma cómo se articulan la
personal y sus intereses particulares tengan su voluntad y el conocimiento en materia de
total desarrollo y el reconocimiento de su derecho responsabilidad penal. Para ello, primero se
(p. 260). En Hegel, por supuesto, el desa- aborda la manera como el derecho contempla
rrollo de la individualidad estaba encarnado esa cuestión. Y después cómo desarrollan
en el Estado como garante de la libertad y de Aristóteles y Schopenhauer sus argumentos.
las libertades; en otras palabras, le asistía al Aristóteles fue el primer filósofo que concibió
Estado una obligación especial de garantizar la relación entre estas dos dimensiones. La
el desarrollo de la acción humana en todo su voluntad implica para él una primera forma
potencial. El Estado, de esta manera, tenía de libertad y la racionalidad una forma de de-
como función materializar el derecho de los liberación. Asimismo, interesa Schopenhauer
hombres, en calidad de ciudadanos, para puesto que es uno de los filósofos que más
hacer efectivo el disfrute de sus libertades. fehaciente y directamente ha cuestionado la
A la moral y al derecho se les situó con libertad de la voluntad y remite a la moti-
Kant y Hegel como doctrinas capaces de pro- vación y al deseo como elementos internos
fundizar y aclarar los alcances de la libertad determinadores de la voluntad y forjadores
humana. La primera se ubicó al nivel de la del carácter humano.
124 × Universidad de San Buenaventura, Cali - Colombia
Voluntad y conocimiento como presupuestos... pp. 123-151
Voluntad y conocimiento
en derecho penal
A efectos de entender las exigencias
normativas en materia penal, es necesario
abordar someramente el sentido de las codifi-
caciones y tipificaciones que los hombres han
realizado con el propósito de recrear su mun-
do y dar sentido a su comportamiento en
procura de un orden reglado. El hombre está
sometido a preceptos normativos o reglas que
imponen unas formas de actuar o no actuar.
La actividad humana no sería posible, por lo
menos como la conocemos, si nuestras con-
ductas no siguiesen tales cánones o patrones
rutinizados al momento de ejecutar nuestras
tareas, de acuerdo con los contextos socio-
culturales en que nos desenvolvemos. De no
ser por el respeto de los códigos y señales que
aparecen por todas partes en nuestros centros
urbanos, la movilidad simplemente sería un
caos. Las normas que seguimos en nuestras
acciones le dan al mundo en que vivimos su
carácter ordenado y predecible, generando
tácitamente un presupuesto de confianza, o
como diría el sociólogo británico Anthony
Giddens (1998), de “seguridad ontológica”
a nuestra vida cotidiana.
Parte de la sociología se preocupa por Carrera 5a, calle 12, Plaza de Caicedo.
analizar el modo de lograr el orden social.
Sin embargo, no todos se ajustan a las expec-
tativas sociales en todo momento. Algunos los patrones antinómicos y anómicos de la
conductores, por ejemplo, cuando tienen colectividad. Es un área de análisis bastante
mucha prisa o bajo la influencia del alcohol, amplia dado que existen tantos tipos de vio-
desobedecen las reglas; incluso ponen en laciones como normas y valores sociales hay.
peligro la vida de los demás; otros llegan Si se considera que las normas varían de una
a conducir temerariamente al irrespetar el cultura a otra, así como entre las diferentes
sentido de las vías y sin acatar las señales subculturas de una misma sociedad, se puede
o ignorar el semáforo. Esto demuestra que advertir la desviación al comportamiento
las personas, en ocasiones, se desvían de las esperado por múltiples razones y diversos
reglas que se supone deben respetar y ge- modos. La desviación, según el sociólogo
neran un comportamiento inesperado por Anthony Giddens (1991), se puede definir
el conglomerado al poner en entredicho el como la no conformidad a una norma o a una
orden social. serie de normas dadas que son aceptadas por
El estudio de la conducta desviada ha un número significativo de personas de una
sido abordado por la sociología de raigambre comunidad o sociedad (p. 152). Para Parsons
funcionalista y por la criminología crítica; (1984), la desviación es la tendencia motivada
esta última contribuye al entendimiento de para un actor en el orden a comportarse en
Revista Científica Guillermo de Ockham. Vol. 7, No. 1. Enero -Junio de 2009 - ISSN: 1794-192X Ø 125
Yesid Echeverry Enciso
ficados connotativos que cumplen la función los valores sociales constituyen la forma cultural
de redefinir los significantes y ponerlos a tono de construcción del significado al propiciar la
con cada necesidad histórica. Las connotacio- escisión del mundo en dos grandes polaridades,
nes, al desplazar los sentidos históricamente ya sean estas lo sagrado y lo profano, lo bueno y
atribuidos a nuevos significantes, contribu- lo malo, lo correcto y lo incorrecto, lo deseable y
yen al proceso de redefinición del mundo al lo indeseable, etc. (Bruner, 1991, p. 48).
actualizar los sistemas simbólicos conforme Estas polaridades llevan a una tercera
al capital de conocimiento acumulado. Al forma, que es la negociación; que general-
respecto, Bruner considera que: mente termina en la inversión de los valores
(…) a pesar de nuestro poder para construir iniciales o en una connotación; es decir, en
culturas simbólicas y establecer las fuerzas un traslado de sentido o significado hacia
institucionales necesarias para su ejecución, otros significantes. La fusión de horizontes
no parece que podamos orientarlas muy actúa mediante el desarrollo de nuevos vo-
fácilmente para alcanzar los logros y metas cabularios de comparación, por cuyo medio
propuestos. Lo cual quiere significar que es posible expresar estos contrastes (Taylor,
nuestras formas simbólicas comunales ad- 1993, p. 99). Esto es lo que se entiende
quieren su propia dinámica y se constituyen como transgresión cultural, que da origen al
ellas mismas en instituciones modeladoras de cambio social; así, la desviación no necesa-
las conductas humanas por sí solas (1991, riamente constituye un problema al que hay
p. 38). que erradicar, ya que puede ser el motor o,
La realidad y los significados sociales son, al menos, el tránsito hacia una nueva forma
en la mayor parte de las interacciones, el de entender lo social. En otras palabras, la
resultado de intrincados procesos de cons- desviación de un orden puede dar lugar a
trucción y negociación, profundamente otro orden, mejor o peor, depende del caso
arraigados en la cultura; ello en tanto que en concreto, pues conductas que en un
los valores y creencias existentes en una tiempo eran vistas como delictivas hoy son
sociedad son el resultado de decantamientos consideradas como normales y ampliamente
simbólicos que a lo largo de la historia de las aceptadas en el contexto cultural.
instituciones, de los usos, de las prácticas y de Ahora bien, ninguna sociedad admitiría
las costumbres, van quedando a flote como sin más una tipología tan escueta entre
las esencias en el proceso de depuración ideo- aquellos que se desvían de las normas y los
lógica, en tanto que producen eficacia en la que se acogen a ellas. Todos trasgredimos en
solución de problemas cotidianos. algún momento o en alguna circunstancia
Las creencias y los valores sociales cum- normas de comportamiento generalmente
plen funciones integradoras en la comuni- aceptadas. Muchas personas han cometido
dad, al paso que funcionan en interés de en alguna ocasión pequeños hurtos, como
sus integrantes en las relaciones con la co- llevarse algo de una tienda sin pagar o llevarse
lectividad; es decir, relativizan los conflictos pequeños objetos del trabajo –como cuader-
entre individuo y sociedad, aunque están, nos de notas– para su uso particular. Otras
de manera muy ligera, abiertos a la reflexión han fumado marihuana, han comprado
radical, puesto que casi no admiten formas alcohol sin tener la edad legal, han tomado
antagónicas de comportamiento sin que ellas drogas ilegales, han vulnerado el mandato de
sean rechazadas o sancionadas. fidelidad matrimonial, entre otras.
Aunque todas las culturas descansan sobre Normalmente las reglas o normas socia-
una base axiológica que posibilita formas les se respetan porque, como resultado de
propias de vida y concepciones particulares la socialización, se han convertido en algo
de la realidad, no siempre se está a salvo de los habitual, se han internalizado desde la infan-
choques y conmociones que genera la recep- cia. Se puede afirmar que el hombre actúa
tividad de nuevas formas ideológicas que po- de conformidad con ellas como si estuviese
nen en cuestión los valores existentes, ya que programado para su cumplimiento, lo cual
Revista Científica Guillermo de Ockham. Vol. 7, No. 1. Enero -Junio de 2009 - ISSN: 1794-192X Ø 127
Yesid Echeverry Enciso
político, donde el autor extrema su concepto Partiendo del propio contrato social, sur-
de lo político a la relación amigo-enemigo y, gió un derecho a ser respetado y un deber a
por Hobbes quien afirma que el individuo respectar; el delito apareció como lesión de
no sometido al pacto social no puede tener ese derecho intrínseco (subjetivo) que resu-
tratamiento igualitario al asociado. Estos mía a la libertad como derecho inherente a
pensadores son retomados por Günter Jakobs todo hombre. Luego el derecho se escinde
para acuñar la noción de derecho penal de en subjetivo y objetivo, siendo el primero
enemigo, en contraposición con un derecho una potestad, una facultad, una capacidad
penal del ciudadano; derecho que –frente a que reside en el ser, en el titular del derecho,
los delitos de terrorismo, secuestro, narcotrá- y el segundo, el objeto mismo sobre el que
fico y extorsión, especialmente– ha venido recae la facultad o potestad. La propiedad,
encontrando asidero en las legislaciones tanto por ejemplo, entraña como derecho subjetivo
europeas como latinoamericanas (Aponte, la disposición que posee el propietario sobre
2006). el bien, esto es la capacidad o facultad para
hacer con este lo que a bien tenga sin más
De este modo, se plantea uno de los temas
limitaciones que el derecho ajeno. La inter-
más polémicos dentro del derecho penal:
vención injustificada de un tercero en dicha
¿qué hechos se convierten en delito? Pues
potestad equivale a una intromisión ilícita, a
bien, el derecho penal sólo debe proteger los
una violación de su libertad. De ahí se afirma
bienes más valiosos para la convivencia; en que donde no existe lesión de un derecho
otras palabras, aquellos valores sin los cuales subjetivo no existirá ningún delito.
sería imposible vivir o, por lo menos, la vida
Actualmente, algunos autores discuten el
en colectivo se haría desastrosa; protección
concepto de bien jurídico vinculado a fines
que debe hacerse de cara a las conductas
del ordenamiento y del Estado. No deja de
más atroces, a ciertas formas de desviación
ser problemática la selección de los bienes
susceptibles de reproche y escarnio público
jurídicos que deben ser protegidos por el
por estar destinadas a desarticular la vida en
Estado, menos aún lo es el criterio que debe
común; es decir, los comportamientos más
seguir el legislador en el proceso de selec-
peligrosos y repudiados por la sociedad. Lue-
ción. Luego, el legislador ha de acudir, en
go, no toda vulneración o puesta en peligro
principio, a las costumbres societales, a los
de un bien jurídico debe estar acompañada valores colectivos que han sido decantados en
de la intervención del derecho penal, he aquí el transcurso de la historia y que, por virtud
su carácter subsidiario y la razón para que él de la constituyente, fueron positivizados
sea la última instancia a la cual acudir, pues, en la constitución, de donde resulta que la
generalmente, sus consecuencias son muy fuente legítima para seleccionar los bienes a
perjudiciales para el agresor. proteger no es otra que la constitución de
Con la ausencia de un sistema normativo un Estado.
orientado a proteger los bienes y valores De otra parte, el bien jurídico también
prioritarios para lograr la convivencia pa- se ha querido fundamentar en el funciona-
cífica, armoniosa y justa de la colectividad, lismo sociológico que se originó con Emile
o sino existiera una institución encargada Durkheim en el siglo pasado. Según esta
de asegurar la inviolabilidad de la vida, la teoría del bien jurídico todos los bienes jurí-
dignidad humana, la libertad, la igualdad, dicos protegidos por los tipos penales se pueden
la salud, la integridad física, entre otros, la explicar no a partir de su sustrato material
convivencia no sería posible, al menos en el sino de la función y utilidad que tienen para
estado actual del desarrollo social. Según el la vida social (De La Cruz, 2003, p. 55).
criterio del bien jurídico, la afectación social Esta particular visión del derecho penal
de un hecho depende del nivel de agresión a parte de la creencia en un sistema del cual las
intereses que afectan las condiciones de vida normas jurídicas son sólo la expresión de un
de los individuos o de la afectación directa subsistema normativo encaminado a cumplir
a ellos mismos. una función para la supervivencia del sistema
Revista Científica Guillermo de Ockham. Vol. 7, No. 1. Enero -Junio de 2009 - ISSN: 1794-192X Ø 131
Yesid Echeverry Enciso
total. Luego, los bienes jurídicos a proteger dad constituye un elemento imprescindible
son aquellos que el sistema presenta como –según la mayoría de la doctrina– para la
necesarios para la continuidad del mismo calificación de una conducta como delictiva.
como un gran órgano biológico. Pero la exigencia de un elemento subjetivo
En este contexto han deambulado las en el delito no es nueva, sino que ya el inicial
discusiones respecto de qué debe ser consi- concepto germinal de delito se configuraba
derado como delito y cuál la pena o sanción como la acción culpable.
a imponer, conflicto que no parece estar Según la división tripartita, el delito sería
pronto a resolver. Pero también la manera la acción u omisión típica, antijurídica y
de estructurar el delito, esto es ¿de qué se culpable, tal y como aparece estipulado en
compone?, ¿cuáles son sus elementos? En nuestra legislación penal. Sin embargo, la
este sentido, la legislación colombiana ha contemplación como elemento del tipo penal
optado por la forma tripartita del delito: pues no hace ninguna definición de la misma. Por
para que una conducta se considere punible ello, en la doctrina la culpabilidad asume dos
ha de ser típica, antijurídica y culpable. En acepciones: como concepto material y como
otras palabras, el delito se compone de tres concepto formal. El uno pretende dar cuenta
categorías, a saber: estar previamente descrito del dolo y de la culpa como parte integrante
en la ley como punible (tipicidad), ser vio- de los elementos subjetivos del delito, esto
latorio de un bien jurídico protegido por la es, como intencionalidad y como conciencia
ley o ponerlo en grave peligro (antijurídica), de la ilegalidad. El otro, es decir el material,
y haberse realizado con conocimiento e busca establecer los supuestos bajo los cuales
intención o violación del deber de cuidado es posible realizar el juicio de atribución de
(culpabilidad). La parte de la culpabilidad responsabilidad.
que se refiere al conocimiento de que se
En este sentido, parece existir cierto con-
actúa de manera contraria a la norma y la
intención de realizar dicha acción es lo que senso en torno a la prioridad del principio
se conoce como dolo en la dogmática penal no hay pena sin culpabilidad, aunque algunas
colombiana. divergencias subsisten en cuanto a la natura-
leza de la culpabilidad, pues los funcionalistas
El concepto penal de culpabilidad remon-
no ven la necesidad de dicho concepto en la
ta su origen a finales del siglo XIX donde
medida que la infracción es una irregularidad
la dogmática penal acuñó su acepción en
del sistema y debe ser resuelta volviendo al
contraposición de una responsabilidad
estado de cosas sin importar la subjetividad
penal basada meramente por el resultado
del infractor. Los que optan por un derecho
de la acción. Famoso es aquel adagio que
de corte naturalista, inspirado en el principio
reza “quien inocentemente peca inocente-
de causalidad y amparados en las reglas del
mente se castiga”, sin hacer alusión alguna
método científico, ven en la culpabilidad el
a la intencionalidad o al conocimiento de
peligro de la subjetividad y la presencia de la
la ilegalidad del hecho por parte del autor.
acientificidad del derecho. Bajo la influencia
La palabra culpabilidad contiene al menos,
tres significados: a) como elemento dogmá- del pensamiento positivista y por oposición
tico del delito; b) como fundamento del a la tesis del derecho natural, los juristas
principio de culpabilidad enunciado bajo describieron –a la mitad del siglo pasado– la
el aforismo latino nulla poena sine culpa y c) culpabilidad como la relación psicológica que
como elemento legitimador de la pena y del vincula al autor del comportamiento como
ius puniendi. En otras palabras, el principio el resultado lesivo ocasionado.
de la culpabilidad enuncia el principio de Esta explicación fue, con prontitud, juzga-
la individualización de la responsabilidad da insuficiente. Así, se estimó que no podía
penal. Antaño, las conductas punibles deri- explicar por qué la culpabilidad no debía ser
vaban responsabilidad y consecuencias que admitida en relación con quien daña un bien,
cobijaban al actor y a sus familiares. Como de modo ilícito e intencional, encontrándose
elemento dogmático del delito, la culpabili- en estado de necesidad. Pues, en ese caso,
132 × Universidad de San Buenaventura, Cali - Colombia
Voluntad y conocimiento como presupuestos... pp. 123-151
concluir que no actuó con intención de rea- culpa propiamente dicha y la preterintención
lizar una conducta violatoria de un derecho que es una mezcla de las dos anteriores.
protegido penalmente, y por el contrario es El delito se constituye bajo la modalidad
tan evidente la buena fe con que actuó, que dolosa cuando el actor o agente conoce
dejó constancia de sus propósitos en el acta los elementos del tipo penal, sabe sobre la
de la diligencia(…) ilegalidad de su comportamiento y volunta-
(…) al no existir la intención dolosa de ac- riamente decide actuar a pesar del mandato
tuar antijurídicamente es apenas obvio que prohibitivo. Conocimiento y voluntad que
se ha de concluir en la inexistencia del delito en dogmática penal son los elementos cons-
imputado por ausencia de culpabilidad titutivos del dolo. Tal y como lo ha venido
(Corte Suprema de Justicia, Sala Penal. entendiendo la Corte Suprema de Justicia en
Sentencia del 31 de julio de 1985). los diversos fallos:
En conclusión, la culpabilidad no puede (…) la inculpabilidad de su conducta por
ser un simple juicio de reproche al autor por ausencia de dolo surge de la consideración
su acción injusta, pues la reprobación encie- de que el error sobre uno cualquiera de los
rra un juicio moral o ético que el Estado no elementos del hecho punible impide al actor
está legitimado en hacer; la responsabilidad el adecuado y recto conocimiento de la tipici-
dad de la propia conducta, o lo que es igual
se reduce a confirmar las condiciones de
al aspecto cognoscitivo de aquella forma de
exigibilidad; es decir, si el Estado podía o no
culpabilidad; y la inculpabilidad por falta
podía exigir al sujeto la conducta adecuada
de culpa emerge de que actuó con el deber
a derecho, atendiendo al conjunto de con-
ciudadano que le era exigible conforme a sus
diciones individuales y sociales en que se
condiciones personales y a las circunstancias
obró, pero la verificación de la exigibilidad
en que su comportamiento se desarrollo; en
presupone que se le han dado al individuo uno o en otro casos de conducta no es jurí-
las condiciones mínimas para exigirle; si dicamente reprochable (Corte Suprema
su culpabilidad es exigibilidad, esta sólo de Justicia, Sala Penal. Sentencia de
puede plantearse cuando a su vez el Estado agosto 13).
ha suministrado los elementos para que el
En el mismo sentido, la Corte Suprema
autor pudiese obrar conforme a la norma.
sigue su postura en fallos posteriores refirién-
En otras palabras, el Estado debe garantizar
dose una y otra vez al dolo como la unión
las condiciones para que los sujetos actúen
de conocimiento y voluntad sin ahondar
con conocimiento de su acción (educación)
concretamente en lo que a la voluntad se
y bajo presupuestos de libertad. refiere y al conocimiento necesario para que
Recapitulando, el Estado ante la presencia la conducta se convierta en delito:
de la desviación grave que atenta contra va- La tesis que el código penal ha legalizado
lores y bienes jurídicamente relevantes para reza que no puede haber responsabilidad
la sociedad –una vez fracasado el proceso de penal sin culpabilidad, esto es, sin la prueba
socialización e internalización de normas y de la existencia de una “actividad consciente
valores– intenta contener la conducta desvia- de la voluntad que da lugar a un juicio de
da mediante el control social. En este caso el reproche en cuanto al agente actúa en forma
control social penal tipifica o describe como antijurídica pudiendo y debiendo actuar
delitos aquellas conductas que vulneran fla- diversamente” y cuando la hace dolosamente,
grantemente los valores considerados como sabiendo que con su comportamiento vul-
de suprema importancia para mantener el nera un derecho legítimamente protegido
orden social y la convivencia pacífica. En (…) No basta que el sujeto activo tenga
este proceso construye la categoría de delito conocimiento de todas las características de
bajo la forma de una triada: conducta típica, su conducta en cuanto adecuable a un tipo
antijurídica y culpable, donde la culpabilidad penal determinado, sino que es necesario,
se expresa bajo la modalidad del dolo, de la además, para que de dolo pueda hablarse,
136 × Universidad de San Buenaventura, Cali - Colombia
Voluntad y conocimiento como presupuestos... pp. 123-151
el esclarecimiento acerca de lo que se debe alguna. Luego más que la acción se requiere
entender por acto moral a efectos de escu- de intención, pues es la conducta, nuestro
driñar el conocimiento y la voluntad como comportamiento el que dice si nuestro obrar
elementos de la responsabilidad por el actuar. es virtuoso o no.
Es preciso, entonces, centrarse en las prime- Por la conducta que observemos en las con-
ras, dado que ellas pueden ser aprendidas, venciones que tienen lugar entre los hombres,
cultivadas y exigidas por el hombre, para seremos justos o injustos; y por la manera
determinar cuáles son las condiciones para como nos comportemos en los peligros, según
que un acto pueda llamarse moral, al decir que nos habituemos a tener miedo u osadía,
de Aristóteles. seremos valientes o cobardes (Aristóteles,
Es, pues, la virtud moral capaz de ser 2000, p. 18).
transmitida o enseñada en tanto que existe Analizando con detenimiento el acto
en el hombre capacidad natural para recibirla moral, encontramos que para su existencia se
y costumbres para perfeccionarla a través de requieren tres condiciones a saber: en primer
la reiteración de actos semejantes. lugar, que se actúe con disposición y con
(…) y de igual manera nos hacemos justos conciencia de dicha disposición; es decir, que
practicando actos de justicia, y temperantes la acción debe estar acompañada de la inten-
haciendo actos de templanza, y valientes ción de realización y con pleno conocimiento
ejercitando actos de valentía. En testimonio de que se actúa de esta manera. En esta
de lo cual está lo que pasa en las ciudades, primera condición, aparecen dos elementos,
en las cuales los legisladores hacen contraer uno de orden volitivo: la disposición, que
hábitos a los ciudadanos para hacerlos bue- debe entenderse como intención, como
nos, y en esto consiste la intención de todo querer de realización de la acción y, otro de
legislador (Aristóteles, 2000, p. 18). orden cognoscitivo: la conciencia, que hace
Las virtudes se adquieren en el ejercicio referencia al conocimiento, al entendimiento
constante y en las prácticas sociales, de la de la acción y a las consecuencias de dicho
misma manera que se aprende un arte y se obrar, es el saber acerca del actuar.
perfecciona, pues es el trabajo y la perseve- Un segundo aspecto es el proceder con
rancia las que llevan a la destreza, tanto en los elección y que la elección sea en conside-
oficios como en la virtud. Posición contraria ración a los actos; esto es, cuando el sujeto-
a la expuesta por Platón en el famoso diálogo agente previo al momento de la elección
de Protágoras, en el que Sócrates sostenía que se ocupa de deliberar o analizar –entre las
se era o no virtuoso por naturaleza, razón por posibles acciones y dadas las circunstancias
la que se veían a hombres poco virtuosos a específicas que lo rodean– cuál de ellas es la
pesar de ser sus padres el ejemplo contrario; más justa o acertada; producto de dicha de-
diálogo donde se impone el carácter transmi- liberación o juzgamiento vienen la elección,
sible de la virtud por medio de la educación que se constituye en la materialización de la
a favor de Protágoras, siendo el hombre deliberación, por tanto se elige preferente-
responsable de sus actos. mente; la acción o los medios previamente
Ahora bien, se entiende como acto moral determinados como los más adecuados al
toda acción del alma conforme a la virtud; fin propuesto y acorde con la naturaleza
es decir, la manera de comportarse frente a de la acción escogida (Heller, 1998, pp.
la pasión acorde con los dictados de la recta 296-300).
razón (orto logos) en circunstancias deter- Que la elección sea en consideración a los
minadas y en consideración a la forma del actos significa que el producto de la elección
actuar, pues para que un acto sea virtuoso debe ser el resultado de la escogencia entre
no sólo hay que considerar la acción en sí, los posibles actos a seguir, según hubiesen
sino también la manera de practicarla, así sido las circunstancias concretas, pues se
como el ser consciente y querer realizar tal debe optar por un acto de preferencia a otro
acción con preferencia de otras sin vacilación u otros ya que se trata aquí de lo que es de
138 × Universidad de San Buenaventura, Cali - Colombia
Voluntad y conocimiento como presupuestos... pp. 123-151
una manera pero que bien puede ser de otra. Es un sencillo hecho de la experiencia que en
En último término, se exige que se actúe con el dominio de lo viviente todo se desarrolla en
ánimo firme e inconmovible; esto es, que dirección hacia una forma perfecta, siempre
exista un elevado nivel de certidumbre sobre y cuando estén a la mano las condiciones
lo que se hace, que haya plena convicción necesarias para ello. El primer presupues-
en el actuar, en última instancia este tercer to es una buena disposición dada por la
paso es el resultado o consecuencia de los dos naturaleza, la physike aretè o perfección
anteriores, pues si ha habido una disposición natural; el segundo es el cuidado diligente
consciente o un querer informado sobre lo de esa aptitud. Por ejemplo, así como una
que se va a ejecutar, mediado por una elec- planta, cuidada y cultivada por el jardinero,
se desarrolla hacia una mejor perfección, así
ción preferencial, previa una deliberación
también eso vale para el hombre. Algunos
razonada, es menester que se actúe con ánimo
hombres son mejores que otros, porque desde
firme e inconmovible.
su nacimiento tienen la aptitud para el cul-
Es preciso ahondar en las condiciones del tivo de ciertas habilidades en mayor medida
acto moral para poder entender el sentido que otros, y mediante atención cuidadosa de
aristotélico y derivar de allí, las consecuen- esas aptitudes pueden alcanzar un máximo
cias respectivas no sin antes explicar los de perfección (p. 713).
presupuestos de toda acción moral. Sea lo La voluntad como disposición para obrar
primero afirmar que Aristóteles parte de es requisito fundamental en la existencia del
una concepción del hombre como ser capaz acto moral, pues de ella deviene el juicio de
de raciocinio, capaz de deliberar y elegir responsabilidad, dado que si cada uno es
entre varias opciones, capaz de interponer responsable en algún modo de su disposición
su voluntad como algo que le es propio, moral, también lo será en cierta medida de
por encima de las pasiones que son exter- sus fantasías. Si así no fuese, nadie sería res-
nas, esto es, capaz de dominarlas o, por lo ponsable de su mala conducta. Las virtudes
menos, enfrentarlas de manera victoriosa. son voluntarias, puesto que compartimos
Todo esto dentro del orden de las cosas que la responsabilidad por nuestros hábitos y
dependen de nosotros, en otras palabras, comportamientos frecuentes que dan cuenta
de las cosas que son pero que pueden ser de nuestra vida, pero así como la virtud es
de otra manera, es decir, del mundo de las voluntaria también lo son nuestros vicios,
cosas éticas. Sin embargo, Aristóteles cree en pues en nosotros está el obrar bien o el
la existencia de un orden cósmico, natural obrar mal.
que posibilita, ya sea a manera de potencias (…) ¿pone la perfección ética el fin último
o disposiciones, tendencias que inclinan o los medios para el fin? Yo afirmo que
hacia el cumplimiento de la función que le pone el fin último, pues este no se obtiene
es propia a todos los seres. mediante conclusión o reflexión, logos. Al
contrario, hay que admitir que el fin es el
El desarrollo de dichas potencialidades o
punto de partida, arché. (…) En el proceso
disposiciones viene dado en el ser y es menes-
del pensamiento, cuando tenemos que tomar
ter que este lo ejecute, luego todo en la Physis una decisión, el fin último es nuestro punto
está de alguna manera semideterminado, dado de partida, por ejemplo, la salud o el bien;
que naturalmente las cosas tienden a cumplir para el obrar, empero, la posición de partida
la función que les es propia. No obstante, el es el término del proceso del pensamiento,
hombre goza de una capacidad de elección es decir, la elección hecha. Por tanto, no es
en términos de libertad para determinar posible atribuir la rectitud del fin último
sobre lo moral, esto es, sobre lo que es pero al proceso del pensamiento en la decisión,
puede ser de otra manera. Prosigamos en las porque la decisión se dirige solamente a los
condiciones del acto moral, en especial a la medios para alcanzar el fin. Tomar la deci-
voluntad como presupuesto de libertad. Al sión es asunto de otra facultad del alma, a
respecto, During (2000) afirma: saber, de la voluntad. (…) De la decisión
Revista Científica Guillermo de Ockham. Vol. 7, No. 1. Enero -Junio de 2009 - ISSN: 1794-192X Ø 139
Yesid Echeverry Enciso
el hombre mismo es responsable; tanto la ñar y con qué y cómo (…) y contra la voluntad
maldad como la virtud son, en consecuencia, de la otra parte (p. 69), es claro que voluntario
algo determinado por la voluntad (During, es lo que se conoce y encuentra en uno su
2000, p. 715). causa u origen. Así, para nuestro autor,
Tal es la importancia de la voluntad en cuando con violación de la ley alguien causa
la actividad moral que Aristóteles (2000) un daño a otro y lo hace voluntariamente, es
no vacila al relacionarla directamente con reo de injusticia, entendiéndose que el agente
la responsabilidad. En primer lugar al refe- voluntario es el que sabe a quién, qué y con
rirse a la distinción entre acto voluntario e qué daña. Es voluntario, entonces, lo que
involuntario dice: Es necesario distinguir lo alguien hace entre las cosas que dependen
voluntario de lo involuntario, toda vez que de él, con conciencia y sin ignorar a quién,
nuestro examen tiene por materia la virtud. ni con qué, ni por qué, ni cómo.
Distinción, por lo demás, que no dejará de ser Dentro de los actos voluntarios existe una
igualmente útil a los legisladores para tasar las clasificación a saber: a) los que son producto
recompensas y los castigos (p. 28). En igual de la elección y, b) los que no son por elec-
sentido, al tratar sobre el desenfreno se afir- ción. Los primeros hacen referencia a una
ma que es más voluntario que la cobardía deliberación (búlesis) previa; es decir, a los
toda vez que es motivado por el placer y los actos que siendo voluntarios han sido objeto
actos particulares del desenfrenado son por de consideración y raciocinio o juzgamiento
él deseados y apetecidos, siendo este más previo a la elección o escogencia (Heller,
digno de represión que el cobarde, quien es 1998). Debe advertirse que el carácter vo-
presa del miedo. luntario o involuntario de la acción y del
fin de esta, es el que se tiene o se tuvo en el
Pero qué se debe entender por voluntario
momento de ella (al momento de obrar, no
es una cuestión que hay que definir, pues se después). El error, la fuerza y la ignorancia,
muestra como aquello cuyo principio o causa en todo caso excluyen lo voluntario. La
está en el agente que conoce las circunstancias clasificación anterior respecto de los actos
particulares de la acción. Si no podemos referir voluntarios obedece al grado de reproche o
nuestros actos a otros principios fuera de los que responsabilidad del agente, pues se pueden
tienen su asiento en nosotros, habrá que radicar cometer actos injustos de manera voluntaria
en nosotros y tener por voluntarios los actos cuyos sin ser uno injusto, como cuando voluntaria-
principios están en nosotros (Aristóteles, 2000, mente y sin deliberación se daña a alguien,
p. 34). Se tiene por objeto de la voluntad como también se puede dañar a alguien de
el fin, lo que se persigue, la meta, mientras manera voluntaria y deliberada siendo, por
que los medios son objeto de la elección y tanto, más responsable y digno de mayor
deliberación. De allí, deduce Aristóteles, el reproche que en el primer caso.
carácter voluntario de los actos que confor-
Al decir del autor, hay tres especies de
me a la elección disponen de medios para daños en las relaciones sociales: a) cuando se
alcanzar el fin y, versando la virtud sobre los obra por ignorancia, esta especie de daño se
medios, es esta eminentemente voluntaria subdivide en dos: primero, cuando el daño
como lo es el vicio. Está, pues, en nuestras se produce contrariamente a una razonable
manos el ejecutar actos virtuosos o perversos, previsión, dando lugar a lo que él llama des-
el obrar conforme a lo bueno o a lo vergon- gracia; segundo, cuando el daño se produce
zoso. He ahí la capacidad de bien y de mal no contrariamente a una razonable previsión
en Aristóteles. pero sin maldad, hay entonces un error cul-
De allí que Aristóteles conciba una rela- pable. Atendiendo a la razonable previsión,
ción directa entre voluntad y conocimiento. Aristóteles deduce que hay error culpable
Sin conocimiento no puede haber voluntad, cuando el principio de la ignorancia está en el
pues si obrar injustamente es simplemente agente; hay desgracia cuando está fuera de él
dañar a alguien voluntariamente y voluntaria (p. 68). b) cuando se obra conscientemente
mente significa que se conoce a quién se va a da- pero sin previa deliberación, como cuando se
140 × Universidad de San Buenaventura, Cali - Colombia
Voluntad y conocimiento como presupuestos... pp. 123-151
En este orden de ideas, es menester recal- diversas funciones del alma. Así pues, la
car que no es la ignorancia en lo universal la estructura de la acción ética es la siguiente:
que desvirtúa la voluntariedad ni la ignoran- la razón intuitiva, que nos sirve en la
cia en la elección, puesto que para el autor, el vida práctica, ve que algo aparece como
desconocimiento de lo que le conviene o no bien. Luego entra en función el apetito y
hacer a un hombre en particular no alcanza transforma el juicio: ‘esto es un bien’ en
el grado de involuntario. Luego, la ignorancia un deseo y el conocimiento del bien en
capaz de trascender el nivel de lo voluntario una tendencia a él como al fin. La razón
es aquella que recae sobre las condiciones ordena y cuando se presta atención a
particulares de la acción. Aristóteles afirma esta orden, la voluntad tomo la decisión:
que quien ignora cualquiera de estas cir- ‘establezco esto como mi fin’. El próximo
cunstancias parece obrar involuntariamente,
paso es atinar con los medios para alcanzar
el parece no es una afirmación asertiva, ello
el fin. Nuevamente entra en actividad la
se demuestra cuando jerarquiza las circuns-
razón práctica; lo que importa ahora es
tancias dando el carácter de principales a la
naturaleza de la acción y su fin, parece obrar desplegar un sentimiento de tacto moral.
involuntariamente quien ignora alguna de Aunque exista un motivo para obrar, se
ellas, sobre todo de las principales, pudiéndose tiene que asegurar mediante la pondera-
decir que principales son la naturaleza de la ción de las circunstancias existentes, que
acción y su fin (p. 30). la acción es realizada en el debido tiempo,
frente a los hombres y situaciones correctas,
Así pues, es necesario analizar lo referente
a la deliberación que viene a constituirse por el debido fin y de la manera correcta
en elemento fundamental del presupuesto (During, 2000, pp. 716-717).
acerca de la racionalidad del hombre, y luego En el mismo sentido, Heller (1998) des-
pasar a la elección que es el punto de conver- cribe los pasos del acto moral de la siguiente
gencia entre la voluntad y la racionalidad. La manera:
elección preferencial (proairesis) constituye el “En efecto, el análisis es retrospectivo. Pri-
principio de autodeterminación del ser en el mero busca la causa inmediata que ha pro-
aspecto moral; esto es, en el mundo de las co- vocado el acto; y la encuentra en la decisión.
sas que dependen de nosotros. Deliberación Pasa luego a buscar las raíces de esta última
es investigación, análisis, estudio y es propio
y las localiza en la deliberación. Por último,
el deliberar de quienes poseen el dominio de
encuentra la base de la deliberación en la
la razón, delibera el que es dueño de su razón.
voluntad. La primera etapa en el tiempo
La elección y la deliberación recaen sobre el
vuélvese la última en el análisis. Partir del
mismo objeto: los medios, pues no se delibera
acerca de los fines sino de los medios. La deli- resultado y remontarse a las causas constituye
beración va encaminada a establecer el mejor un método mucho más posible en una obje-
medio para alcanzar el fin, el procedimiento tivación concreta que en una objetivación
a seguir y la manera de usarlo. Deliberamos con contenido moral, inconcreta además. La
sobre las cosas que dependen de nosotros y decisión es siempre, para Aristóteles, expre-
es posible hacer. Cada hombre en particular sión cabal de la autonomía. Sin embargo,
delibera sobre las cosas que puede hacer por la autonomía constituye un concepto más
sí mismo. amplio que la decisión. (…) la elección no
El proceso psicológico es doble: (a) la elec- es ni deseo, ni impulso, ni siquiera voluntad
ción del fin es un acto de la razón, dirigido (puesto que no tiende al objetivo final). La
por la voluntad. (b) el conocimiento del decisión no es ni siquiera opinión, puesto que
fin, es decir, del bien y por qué algo es un con elegir lo que es bueno o malo, en cuanto
bien, presupone meditación y reflexión. a una cosa, no opinamos, en cambio, qué es.
Esto pertenece al dominio de la razón La decisión es un acto electivo encaminado
práctica. La razón práctica y la orexis no a la acción y precedido por la deliberación
se distinguen por su objeto, sino porque son (p. 297).
142 × Universidad de San Buenaventura, Cali - Colombia
Voluntad y conocimiento como presupuestos... pp. 123-151
algo y, más aún, podemos hacer uso de estas causalidad está establecido sólidamente a
dos facultades en el momento de la elección priori, como la regla general a la que están
optando por el bien o por el mal. El autor sometidos, sin excepción, todos los objetos
considerara un alto grado de autodetermi- del mundo exterior. El carácter absoluto de
nación en el hombre, que le hace capaz de este principio es una consecuencia misma de
escoger (elegir) de manera deliberada (razón) su prioridad. Se refiere esencial y exclusiva-
y por voluntad propia entre actuar de de- mente, a las modificaciones fenoménicas; y
terminada manera o abstenerse de hacerlo, dice que, cuando, donde sea y en cualquier
autodeterminación que, necesariamente, momento, en el mundo objetivo, real y
implica responsabilidad. material, una cosa cualquiera, grande o
Así, pues, Aristóteles deriva de la voluntad pequeña, experimenta una modificación, el
y la racionalidad del hombre una capacidad principio de causalidad nos da a entender
de autodeterminación moral que le hace res- que inmediatamente antes de este fenómeno,
ponsable de sus actos. Pero ¿se puede hablar otro objeto ha debido experimentar otra
de la voluntad como una primera forma de modificación; lo mismo que, para que este
libertad? ¿Es efectivamente la voluntad libre? objeto pudiera modificarse, otro objeto debió
¿En qué consiste la libertad de la voluntad? hacerlo anteriormente; y así, hasta el infinito
Son preguntas que en Aristóteles no están (Schopenhauer, pp. 109-110).
resueltas y que nos llevan a Schopenhauer. Por aquella, es decir la libertad, una mani-
festación (si es que se puede denominar así)
originaria, un principio o causa incausada,
Voluntad y libertad lo que no depende de otra cosa, aquello que
en Schopenhauer está más allá del principio de causalidad, lo
Para Schopenhauer (1970) la libertad no que se sustrae a todo antecedente.
es un problema resuelto y ello conlleva a que En este sentido, y entendida la libertad
en su obra: Los dos problemas fundamentales como ausencia de causa o condicionante,
de la ética, formule el debate entre la libertad Schopenhauer niega la libertad de la voluntad
de la voluntad y la sujeción del universo al atendiendo a las normas del entendimiento,
principio de razón suficiente o principio pues la autoconciencia da cuenta de nuestras
de causalidad. Define, entonces, la libertad acciones una vez estas han ocurrido, luego
como antónimo de necesidad, entendiendo accedemos a su conocimiento de manera
por esta, la obligatoriedad ad infinito de una tardía o ex post facto, en otras palabras, una
cosa o estado de obedecer a otra cosa o esta- vez realizado el acto. De aquí que la autocon-
do, esto es, que nada ocurre en el universo ciencia no pueda comprender el problema
sin que antes haya habido algo que sirviera de la libertad de la voluntad, dado que ella,
de causa u origen para que el fenómeno en la libertad, sólo puede ser conocida de ante-
estudio hubiese tenido ocurrencia. Así, si mano, o sea antes de la acción y no después
una hoja que pendía de un árbol ha caído al de esta. Si intentásemos abordar el problema
suelo, esto se debe a una fuerza (aire, mano desde una posición apriorística, es decir, ex
del hombre o acción física) que actuó sobre ante, nos veríamos en la penosa situación de
ella para tirarla. no poder resolver la cuestión dado que sólo
(…) la forma más general y la más esencial sabremos si existe o no libertad de acción es
de este entendimiento es el principio de al momento de su producción, antes de ella
causalidad, pues incluso gracias únicamente solo hay una simple especulación expresada
a este principio, siempre presente en nuestro de la manera puedo hacer lo que quiero y lo
espíritu, puede ofrecerse a nuestros ojos el que quiero lo puedo, especulación que podría
espectáculo del mundo real como un con- llevarnos al absurdo ilusorio de afirmar que
junto armonioso, porque nos hace concebir se está en libertad de realizar dos acciones
inmediatamente, como efectos, las afecciones contradictorias entre sí al mismo tiempo.
y las modificaciones ocurridas en los órganos En consecuencia, la autoconciencia no es el
de nuestros sentidos (…) el principio de tribunal más indicado para absolver nuestras
144 × Universidad de San Buenaventura, Cali - Colombia
Voluntad y conocimiento como presupuestos... pp. 123-151
de los motivos exteriores y puede, por consi- posibles, una elección mucho más amplia
guiente, ejercer su elección entre un número que el animal. Hay ya para él una libertad
mucho más considerable de objetos que el relativa (Schopenhauer, p. 121).
animal (Schopenhauer, p. 1.209). Es en este proceso del entendimiento don-
Existen condicionamientos externos que de la educación logra acceder a la voluntad
actúan sobre él (carácter) y lo llevan a reac- y ganar un nivel de libertad. No olvidemos
cionar de una u otra forma, pero no son sólo que existe un determinismo dado por las
este tipo de influjos, pues también los hay de circunstancias externas, y que sobre estas, al
carácter interno, como los motivos que llevan momento de actuar, no tenemos ninguna
junto con lo externo a excitar el carácter incidencia. Luego es sólo en el campo del
y a producir la acción o comportamiento entendimiento, donde el hombre que se
voluntario. Entendiendo por voluntario conoce a sí mismo, y valiéndose de dicho co-
no lo que es libre de condicionantes sino lo nocimiento, logra preordenar contramotivos
producido por la fuerza preformada de la suficientemente fuertes como para orientar
voluntad (carácter) ante una circunstancia su voluntad en determinado sentido, a partir
exterior mediada por un motivo. de la educación o formación, adquiriendo un
Ante la incidencia obligada de las con- nivel de libertad o libertad relativa, gracias
diciones o circunstancias exteriores en el a la conquista de parte de su carácter. Esto
comportamiento humano, producto del es, la conquista o dominio de los motivos
principio de causalidad mecánico, no que- como agentes de la acción preordenados por
da otra cosa que estudiar el condicionante el entendimiento.
interno de la voluntad, esto es, el motivo, La libertad humana es relativa, compren-
para analizar en qué medida podemos par- de la capacidad de obrar en determinadas cir-
ticipar de él, y ganar espacio en un mundo cunstancias conforme a los contramotivos y
de antemano determinado por las fuerzas de al conocimiento de sí mismo. Se mueve en un
la naturaleza. espectro que se amplía o disminuye conforme
El motivo, puede tener su origen en al saber que se tenga de las pulsiones o exci-
elementos externos e internos ya sean estos, taciones biológicas, así como de la capacidad
cosas físicas o ideales, fantasías, imágenes o de manejarlas e imponer ante los impulsos
cualquier otro tipo de representaciones que, precursores de la voluntad, razones de mayor
en un comienzo, fueron tomadas del mundo peso y fuerza para controlarlas reorientándola
exterior. Igualmente, el tiempo del motivo para que actúe de determinada forma. De
debe ser anterior o, por lo menos, conco- ahí, que en el postulado Schopenhaueriano
mitante a la acción, pues de no ser así, no se aparezca la educación como parte del enten-
explicaría cómo lograría ser causa de ella. dimiento capaz de presentar motivos ante
La naturaleza del motivo es de carácter la voluntad para ganar su inclinación en un
inmaterial, pero una cosa es el motivo en sí y sentido determinado. Entre más me conozco
otra el objeto de este, no podemos confundir y puedo preordenar mi entendimiento hacia
el objeto del deseo con el deseo mismo. Esta ciertos comportamientos, soy más libre.
naturaleza es la que le da capacidad al en- De la misma manera, entre más impe-
tendimiento para aprehenderlo, moldearlo, dimentos culturales o normativos imponga
sopesarlo y presentarlo ante la voluntad con a mi voluntad, a partir de la educación e
el propósito de excitarla a actuar. internalización de valores y creencias, con
El pensamiento deviene motivo, como la plena conciencia de ellos, más dueño soy
percepción deviene motivo, tan pronto como de mis actos. Pues una cosa es la propiedad
puede ejercer su acción sobre una voluntad del obrar o la asunción del comportamiento
humana. Pero todos los motivos son causas y como propio y otro muy distinto es la liber-
toda causalidad entraña necesidad. (…) El tad negativa o liberum arbitrium differentiae.
hombre es capaz de deliberación y, en virtud Schopenhauer introduce aquí un nuevo
de esta facultad, tiene, entre diversos actos concepto de libertad, esta, no tiene que ver
146 × Universidad de San Buenaventura, Cali - Colombia
Voluntad y conocimiento como presupuestos... pp. 123-151
con la ausencia de obstáculos para obrar las circunstancias externas, nuestro nivel de
sino con el conocimiento pleno de que obro libertad mengua, pues no podemos interve-
condicionadamente, y que parte de esos con- nir de la misma manera en la naturaleza que
dicionamientos son aportados o presentados en nuestras creencias.
a la voluntad por mi propio entendimiento, Es comprensible la imputación que
como contramotivos para superar situaciones hacemos de nuestros actos si nos atenemos
externas y biológicas o tendencias particu- al sentimiento de propiedad que experi-
lares. Así, la libertad no radica en el acto mentamos sobre ellos, pero ¿Cómo atribuir
mismo, es decir en la acción sino en el ser, responsabilidad alguna a un hombre por
que es dueño de su propia acción, situación sus actos si ellos no dependen de él sino de
que es conocida gracias al sentimiento que se circunstancias externas sobre las cuales éste
tiene o se percibe por parte nuestra de ser los nada puede hacer? Schopenhauer parte de
autores del acto sin necesidad de referirnos a la consideración que el motivo es el factor
los condicionamientos de la acción. determinante en la acción, luego es suscepti-
La pregunta por la libertad de la acción ble de obtener un comportamiento diferente
tiene respuesta negativa dado que ella obe- frente a circunstancias iguales siempre que
dece y tiene como causa al motivo (elemento se logre un dominio del carácter, bajo el
condicionante interno) y a las circunstancias adiestramiento metódico de la voluntad, a
físicas (condicionante externo). Pero atribuir partir de la educación y la imposición de
la libertad al ser y despojar a la acción de ella, contramotivos.
¿acaso no nos remite al mismo problema? ¿Es El carácter es invariable, los motivos
libre el ser? Éste también obedece al princi- actúan con necesidad: pero han de pasar
pio de razón suficiente o de causalidad, el por el entendimiento, que es el médium de
entendimiento nos lo recuerda, no podemos los motivos. Pero este (el entendimiento) es
escapar a dicho principio. Entonces, ¿en capaz, en grado infinito, de la ampliación
qué medida Schopenhauer contribuye al más diversa, de la incesante corrección:
esclarecimiento del problema de la libertad? en ese sentido trabaja toda educación.
En el sentido que no hay libertad absoluta, La cultura de la inteligencia, mediante
que somos dueños de nuestros actos pero conocimientos y opiniones de todo tipo, es
eso no nos da la capacidad para cambiarlos, moralmente importante, porque abre a la
sólo una adecuada comprensión de nuestros coacción motivos para los que el hombre
limitantes y una correcta motivación pueden, permanecería cerrado sin ella. Mientras
aunque no siempre, lograr que una persona no podía comprenderlos, no existían para
actúe de forma distinta ante una situación su voluntad. Por eso, bajo las mismas
especial gracias a la capacidad de persuasión circunstancias exteriores, la posición de
que tiene el entendimiento para excitar la un hombre puede ser la segunda vez muy
voluntad con contramotivos. diferente, en la acción, a la primera, si
Cabe la pregunta ¿Cuál factor es más im- en el entretanto se ha hecho capaz de
portante a la hora de actuar, el motivo o las comprender justa y perfectamente aquellas
circunstancias externas? De la respuesta que circunstancias, por cuanto ahora actúan
demos a esta pregunta depende el nivel de sobre él motivos para los que antes era
libertad, pues si optamos por el primer factor, inaccesible (Schopenhauer, p. 144).
esto es, los motivos, encontraremos un mar- Por ello, él respondería que sí es dable
gen de libertad elevado siempre que se posea reprochar el comportamiento y exigir con-
un conocimiento del hombre en particular y ductas adecuadas en la medida en que el
una capacidad de auto-motivación suficiente hombre pudo motivarse por razones nobles
para contrarrestar los impulsos biológicos y o plausibles o incluso por la ley y, a pesar de
las apetencias internas que pueden actuar y ello, no lo hizo. Luego, la responsabilidad y
de hecho lo hacen como motores de la ac- la imputabilidad tienen asidero en la posi-
ción. Si seguimos el segundo factor, es decir, bilidad de motivación que posea el ser, de
Revista Científica Guillermo de Ockham. Vol. 7, No. 1. Enero -Junio de 2009 - ISSN: 1794-192X Ø 147
Yesid Echeverry Enciso
allí que la libertad radique no en la acción Hasta aquí se ha visto cómo la dogmática
misma sino en el ser, ser capaz de volición penal construye la categoría de delito, aten-
y motivación, no obstante la determinación diendo a intereses que la sociedad prioriza en
exterior un contexto sociopolítico en épocas determi-
(…) porque las leyes parten del supuesto nadas, a fin de proteger los bienes y valores
justo de que la voluntad es moralmente considerados de especial trascendencia para
libre, en cuyo caso no se puede dirigir, sino lograr la convivencia armónica entre los
que está sometida a la necesidad por los miembros del colectivo social. Estos bienes
motivos. Por eso, a todos los posibles mo- y valores son transmitidos de generación en
tivos que llevan al crimen, los legisladores generación a través de los procesos de sociali-
oponen motivos contrarios más fuertes, en zación primaria y secundaria mediante insti-
los castigos con que amenazan, y un código tuciones como la familia, la escuela, la iglesia,
penal no es otra cosa que un índice de mo- la universidad, la fábrica, entre otras, con el
tivos contrarios a las acciones criminales firme propósito de lograr que los individuos
(Schopenhauer, p. 209). interioricen las normas de comportamiento
que deben seguir y las que deben desechar
Que la libertad radique en el ser signi-
o rechazar.
fica, entonces, para Schopenhauer que ese
ser debe tomarse de manera plena, esto es, Los procesos de socialización no siem-
que debe juzgarse en su totalidad y no en la pre operan de manera perfecta o adecuada
particularidad de la acción, pues la libertad permitiendo que parte de la colectividad
deviene de su capacidad de motivación y esta, asuma conductas y prácticas atentatorias
a su vez, de su nivel de instrucción siempre de los bienes y valores protegidos por la
que pueda estar en condiciones de presentar comunidad, a este tipo de comportamientos
ante el tribunal de la voluntad consideracio- se les denomina conductas desviadas por
nes de peso suficiente como para descartar aislarse del patrón esperado por la sociedad,
el motivo o el impulso que conduce al acto por optar por la anormalidad en lugar de la
no aprobado. De allí que afirme que de nada uniformidad o generalidad. Estas conductas
sirven los discursos y sermones morales si desviadas no siempre constituyen la fuente
no tienen el talante suficiente para llamar la del caos social, también dan lugar a la nego-
atención de la voluntad y producir el acto. ciación de valores, a la imposición de nuevos
bienes y a su transformación permitiendo
Luego la libertad se da en la medida en el cambio social y, en casos extremos, a las
que se logra un conocimiento de sí mismo, revoluciones.
lo que equivale a un carácter conquistado,
La desviación tiende a ser corregida, ini-
en el sentido de aprendido, cosa que me
cialmente, mediante la socialización, cuando
permite saber cómo y ante qué circunstancias
esta no da resultados satisfactorios entra a
reacciono de esta o aquella manera, situación
operar el control social bajo sus múltiples ma-
que ya, de por sí, es un avance, y cuando
nifestaciones: el rechazo, la ridiculización, la
apropiado el conocimiento que de mí tengo
mofa, la amonestación, la sanción disciplinar,
me esfuerzo en educarme y formar una serie
la expulsión de grupos, la estigmatización,
de contramotivos tendientes a desplazar los
entre otras, pero cuando la desviación es de
impulsos innatos de mi carácter. Esto le
aquellas que vulnera o lesiona los valores
permite a Schopenhauer, trasladar la libertad
más preciados por la sociedad, interviene el
del plano de la acción al campo del ser. En
derecho penal como parte del control social,
síntesis, la libertad es relativa y depende de la
encuadrando la conducta en un tipo penal y
capacidad instructiva que posea un hombre
aplicando la sanción punitiva respectiva.
para generar motivos más allá de sus impulsos
y de las condiciones propias de su carácter. El derecho penal, como instrumento del
control social, estructura el delito en un cons-
tructo tripartita: tipicidad, antijuridicidad y
Conclusiones culpabilidad, a efectos de poder atribuir res-
148 × Universidad de San Buenaventura, Cali - Colombia
Voluntad y conocimiento como presupuestos... pp. 123-151
pueda deducirse de las circunstancias en las información sobre el dolo como elemento
cuales su autor la ejecuta (Corte Suprema subjetivo de la acción a partir del estudio
de Justicia, Sala de Casación Penal. de la acción misma, es decir del hecho
Sentencia 3 de junio de 1994). fenomenológico de conformidad con las
Como el dolo es conocimiento y voluntad, circunstancias de tiempo modo y lugar.
éste no puede manifestarse sino mediante Sin embargo, la lógica nos enseña todo lo
la exteriorización, el hacer o no hace del contrario, es decir, que la intencionalidad
respectivo procesado. De todos modos es es la madre del acto, pues la intención o la
una conducta la que saca a flote al aspecto voluntad llevan a la razón a escoger el medio
subjetivo de la delincuencia, tornándose más eficiente para realizar el fin deseado. En
superflua una repetición de todo el quehacer otras palabras, la ideación o representación
típico y antijurídico con miras a reiterar el del acto presupone al acto mismo tal y como
dolo, el cual debe merecer examen especial lo expone Aristóteles en su Ética nicomaquea,
en el evento de que se aduzcan algunas de pues ¿cómo deducir el dolo cuando alguien,
las causales de inculpabilidad previstas en el accidentalmente acciona un arma de fuego
artículo 40 del código penal (Corte Supre- dirigida a la cabeza de un oponente, bajo la
ma de Justicia, Sala de Casación Penal. firme convicción que aquella se encuentra
Sentencia del 10 de agosto de 1994). descargada o sin proyectiles, de las circuns-
tancias fenomenológicas? Las circunstancias
En el mismo sentido, el fallo con ponencia
de ser un oponente o un rival ubican al
del Gustavo Gómez:
agente del homicidio ya como si en su mente
Un dictamen emitido con el fin de estable- hubiese obrado el deseo de matar, la utili-
cer su una persona estaba en capacidad de zación de un arma de fuego –que se reputa
autodeterminarse o no, ofrece al juez los idónea para causar la muerte– y el área de
elementos de juicio necesarios para que él impacto, la cabeza como una parte del cuerpo
precise, con las otras pruebas del proceso, si de especial vulnerabilidad son elementos que
esa persona en un caso dado, quería la rea- muestran la inmensa dificultad para estable-
lización del específico hecho punible que se le cer el dolo o elemento subjetivo a partir de
imputa. Pero ni el perito ni el juez pueden, las circunstancias objetivas del hecho, por no
por vías de aplicación de las ciencias de su extenderme en ejemplos.
particular dominio, fijar la magnitud de la Todo esto hace que sea necesario volver a
intención porque el perito se limita a señalar Aristóteles quien, como ya se mostró, logra
que la persona goza de capacidad psíquica develar sobre qué circunstancias específicas
suficiente para actuar intencionalmente y debe exigirse conocimiento al agente para
el juez se concreta a inferir y concluir si la determinar si su comportamiento es o no
persona obro con intención o no (…) No injusto. De igual manera, es Schopenhauer
existe un dolómetro que permita establecer el autor que muestra las características y
ni el dolo no su medida, ni intenciónometro condiciones de exigibilidad de la conducta
que faculte determinar la intención y su teniendo como presupuesto la voluntad,
cuantificación. Debe recordarse que una cosa los determinantes internos de esta como los
es MEDIR (comparar una cantidad con su deseos, motivos y contramotivos susceptibles
medida, con el fin de averiguar cuantas veces de producir la acción, el nivel de libertad bajo
la segunda está contenida en la primera. el que puede obrar un hombre atendiendo a
DRAE) y otra es examinar la mayor parte sus circunstancias de formación y el carácter
o menor vulneración del bien jurídico para por los niveles de socialización y educación,
efectos de dosimetría penal (Corte Supre- uniendo la libertad humana y el dominio
ma de Justicia, Sala de Casación Penal. del acto a los procesos de interiorización de
Sentencia 26 de septiembre de 1994). la norma, destacando la naturaleza de la vo-
De las anteriores citas jurisprudenciales, luntad y el papel de la educación al momento
queda claro que la posición de la Corte se de la decisión. De esta manera, acudiendo a
orienta hacia la posibilidad de obtener la los dos autores mencionados, se mengua la
150 × Universidad de San Buenaventura, Cali - Colombia
Voluntad y conocimiento como presupuestos... pp. 123-151
Revista Científica Guillermo de Ockham. Vol. 7, No. 1. Enero -Junio de 2009 - ISSN: 1794-192X Ø 151