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Voluntad y conocimiento

como presupuestos
del dolo en materia penal*
Willingness and knowledge as presuppositions
of willful misconduct in criminal matters

Yesid Echeverry Enciso

duct in the Colombian Criminal Law and


Resumen
its jurisprudence development, in order to
Este artículo plantea la necesidad de fun- overcome the profound difficulties that arise
damentar teóricamente la noción de dolo when such a category is to be proved in actual
utilizada en la legislación penal colombiana,
cases. To this end, the way willful misconduct
asi como su desarrollo jurisprudencial, a fin
is addressed by the Supreme Court in diverse
de superar las profundas dificultades que
judgments is revised; it is also analyzed and
se presentan al momento de demostrar tal
criticized showing the weaknesses of assum-
categoría en los casos concretos. Para ello,
ing its position and, finally, a review from the
se revisa la forma como el dolo es tratado
por la Corte Suprema de Justicia en diversas perspective of Aristotle and Schopenhauer is
sentencias; se problematiza y cuestiona mos- proposed in order to solve the complexity of
trando las debilidades de asumir su postura; this fact and contribute to its philosophical
finalmente, se propone una revisión desde strengthening as well.
la perspectiva de Aristóteles y Schopenhauer Key words: Willful misconduct, willing-
para solucionar la dificultad de su prueba y ness, knowledge, criminal dogmatic, deviant
contribuir a su fortalecimiento filosófico. behavior, socialization, criminal liability,
Palabras clave: dolo, voluntad, cono- culpability.
cimiento, dogmática penal, conducta des-
viada, socialización, responsabilidad penal,
culpabilidad.
Introducción
El problema de la libertad humana ha sido
siempre una de las cuestiones fundamentales
Abstract de la meditación filosófica y del debate polí-
This article highlights the need of theoreti- tico, con la particularidad de que –quiérase o
cally supporting the notion of willful miscon- no– la discusión se ha hecho por momentos

• Fecha de recepción del artículo: 11 de mayo de 2009 • Fecha de aceptación: 31 de julio de 2009.

YESId ECHEVERRY ENCISO. Sociólogo y Magíster en Filosofía Política, por la Universidad del Valle. Abogado por la Univer- * Este artículo es producto del proyecto
sidad de San Buenaventura Cali - Colombia. Especialista en Derecho Penal, por la Universidad Santiago de Cali. Profesor de investigación La noción de dolo en
tiempo completo de la Universidad Icesi, adscrito al Departamento de Estudios Jurídicos. Miembro del Grupo de Investigación la dogmática penal colombiana, de la
Precedente, reconocido por Colciencias en categoría C. Correo electrónico: yecheverry@icesi.edu.co universidad Icesi, Cali, Colombia.

Revista Científica Guillermo de Ockham. Vol. 7, No. 1. Enero -Junio de 2009 - ISSN: 1794-192X, pp. 123-151 Ø 123
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en un plano metafísico. Aún así, la reflexión conceptualización del sujeto moral, racional
sobre ella demuestra una profundización del y autónomo de sus actos, cuya capacidad
intelecto humano en uno de los enigmas más de libertad le impele a actuar de acuerdo
angustiantes que tiene ante sí el hombre. La con el deber y sólo el deber, liberándose de
multiplicidad de respuestas aportadas, así la injerencia del deseo o de la emoción. La
como las formas de enfocar y presentar la segunda, no obstante, se sigue preguntando
cuestión de la libertad, constituyen logros de ¿hasta dónde a ese sujeto moral, capaz del
la conciencia filosófica y política a lo largo bien y del mal, se le pueden hacer cargos o
de la historia. juicios de responsabilidad acordes con sus
La reflexión sobre la libertad y su compleja actos, cuando estos actos están motivados
polivalencia de sentidos ha tenido como también por el deseo o por determinaciones
hilo conductor su comprensión como la externas? ¿Cómo exigir que se comporte de
clave de la acción individual y colectiva del una u otra forma cuando la decisión no está
ser humano. A la libertad se le ha atribuido en su propia voluntad autónoma? En tal
la decisión última sobre el bien y el mal, sentido, si para la moral es claro que la ac-
también sobre lo prohibido y lo permitido; tuación del sujeto no debe estar coaccionada
se le ha convertido en el fundamento mismo por el deseo sino por el imperativo categórico
de la responsabilidad de los actos humanos de obrar de acuerdo al deber moral, para el
y se le ha situado como la base de la auto- derecho es fundamental entender que un
sujeto que obra por mediación o interme-
determinación humana y la garantía del
diación de otro no puede ser responsable
bien común. Bajo esta última forma se ha
de su acción cuando su voluntad ha sido
considerado a la libertad como la capacidad
coaccionada y su esencia moral reificada; es
humana que permite el autodominio: quien
decir, convertida en cosa, en instrumento;
posee autodominio es libre y, por tanto,
pues ello deviene abiertamente en contra de
responsable consigo mismo y con los otros.
la dignidad humana. Entonces, el derecho y
También bajo esta forma se ha considerado
la moral se cruzan aquí.
que el Estado tiene la obligación moral y
política de garantizar el ejercicio pleno de la Aún así, vale la pena preguntar ¿es la
libertad y el autodominio humanos. voluntad realmente libre? ¿Puede el hombre
escapar al determinismo natural del principio
Uno de los filósofos que llevó al más alto
de causalidad? Estas preguntas son básicas
grado de desarrollo esta última clave fue
a la hora de establecer una justificación
Hegel (1986), quien al respecto dijo que: la
racional de la responsabilidad por los actos
libertad tiene en el Estado realidad concreta
humanos. Este artículo trata precisamente
solamente en la medida en que la singularidad
de avanzar en la forma cómo se articulan la
personal y sus intereses particulares tengan su voluntad y el conocimiento en materia de
total desarrollo y el reconocimiento de su derecho responsabilidad penal. Para ello, primero se
(p. 260). En Hegel, por supuesto, el desa- aborda la manera como el derecho contempla
rrollo de la individualidad estaba encarnado esa cuestión. Y después cómo desarrollan
en el Estado como garante de la libertad y de Aristóteles y Schopenhauer sus argumentos.
las libertades; en otras palabras, le asistía al Aristóteles fue el primer filósofo que concibió
Estado una obligación especial de garantizar la relación entre estas dos dimensiones. La
el desarrollo de la acción humana en todo su voluntad implica para él una primera forma
potencial. El Estado, de esta manera, tenía de libertad y la racionalidad una forma de de-
como función materializar el derecho de los liberación. Asimismo, interesa Schopenhauer
hombres, en calidad de ciudadanos, para puesto que es uno de los filósofos que más
hacer efectivo el disfrute de sus libertades. fehaciente y directamente ha cuestionado la
A la moral y al derecho se les situó con libertad de la voluntad y remite a la moti-
Kant y Hegel como doctrinas capaces de pro- vación y al deseo como elementos internos
fundizar y aclarar los alcances de la libertad determinadores de la voluntad y forjadores
humana. La primera se ubicó al nivel de la del carácter humano.
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A manera de conclusión, este artículo


realiza un breve balance de la discusión.

Voluntad y conocimiento
en derecho penal
A efectos de entender las exigencias
normativas en materia penal, es necesario
abordar someramente el sentido de las codifi-
caciones y tipificaciones que los hombres han
realizado con el propósito de recrear su mun-
do y dar sentido a su comportamiento en
procura de un orden reglado. El hombre está
sometido a preceptos normativos o reglas que
imponen unas formas de actuar o no actuar.
La actividad humana no sería posible, por lo
menos como la conocemos, si nuestras con-
ductas no siguiesen tales cánones o patrones
rutinizados al momento de ejecutar nuestras
tareas, de acuerdo con los contextos socio-
culturales en que nos desenvolvemos. De no
ser por el respeto de los códigos y señales que
aparecen por todas partes en nuestros centros
urbanos, la movilidad simplemente sería un
caos. Las normas que seguimos en nuestras
acciones le dan al mundo en que vivimos su
carácter ordenado y predecible, generando
tácitamente un presupuesto de confianza, o
como diría el sociólogo británico Anthony
Giddens (1998), de “seguridad ontológica”
a nuestra vida cotidiana.
Parte de la sociología se preocupa por Carrera 5a, calle 12, Plaza de Caicedo.
analizar el modo de lograr el orden social.
Sin embargo, no todos se ajustan a las expec-
tativas sociales en todo momento. Algunos los patrones antinómicos y anómicos de la
conductores, por ejemplo, cuando tienen colectividad. Es un área de análisis bastante
mucha prisa o bajo la influencia del alcohol, amplia dado que existen tantos tipos de vio-
desobedecen las reglas; incluso ponen en laciones como normas y valores sociales hay.
peligro la vida de los demás; otros llegan Si se considera que las normas varían de una
a conducir temerariamente al irrespetar el cultura a otra, así como entre las diferentes
sentido de las vías y sin acatar las señales subculturas de una misma sociedad, se puede
o ignorar el semáforo. Esto demuestra que advertir la desviación al comportamiento
las personas, en ocasiones, se desvían de las esperado por múltiples razones y diversos
reglas que se supone deben respetar y ge- modos. La desviación, según el sociólogo
neran un comportamiento inesperado por Anthony Giddens (1991), se puede definir
el conglomerado al poner en entredicho el como la no conformidad a una norma o a una
orden social. serie de normas dadas que son aceptadas por
El estudio de la conducta desviada ha un número significativo de personas de una
sido abordado por la sociología de raigambre comunidad o sociedad (p. 152). Para Parsons
funcionalista y por la criminología crítica; (1984), la desviación es la tendencia motivada
esta última contribuye al entendimiento de para un actor en el orden a comportarse en
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contravención de una o más pautas normativas Así, pues, la producción simbólica no se


institucionalizadas (pp. 238-239). Se puede, puede descontextualizar de las condiciones
entonces, entender la desviación como una socioeconómicas e históricas en que se
inconformidad con el orden dado o como desenvuelven los sujetos o actores sociales.
una tendencia que marca la ruptura con Los sistemas simbólicos que los individuos
el orden legitimado, ya sea para imponer utilizan en el proceso de construcción de sig-
uno nuevo o sólo para desobedecerlo. Este nificados y significantes ya están dados en un
comportamiento contravencional genera una sitio específico, profundamente arraigados
escisión entre transgresores y no transgresores en el lenguaje y en la cultura, y constituyen
que, a su vez, da como resultado la imposi- una especie de herramienta comunal cuyos
ción de sanciones tendientes a conservar el utensilios –una vez utilizados– hacen del
statu quo. Sin embargo, hay autores que con- usuario un reflejo de la comunidad. En este
sideran la desviación como una transgresión sentido, Lévi-Strauss nos dice:
del orden cultural que da lugar a los cambios El lenguaje es susceptible de ser tratado
sociales y a la renegociación de valores. como un producto de la cultura: una
Como puede apreciarse, los comporta- lengua, usada en una sociedad, refleja la
mientos desviados y no desviados son la ex- cultura general de la población, pero, en
presión de significados socialmente aceptados otro sentido, el lenguaje es una parte de la
o reprobados. Cualquiera que sea la forma cultura; constituye uno de sus elementos,
en que se asuman, estos siempre tienen de entre otros. Se puede considerar el lenguaje
fondo una especie de convención que los como una condición de la cultura, y ello en
un doble sentido: diacrónico, puesto que el
hace válidos para el grupo de participantes
individuo adquiere la cultura de su grupo
en los cuales funcionan. Ello se debe al ca-
principalmente por medio del lenguaje;
rácter social y al componente cultural que
se instruye y educa al niño mediante el
aparecen en el proceso de construcción de
habla; se lo reprende y se lo halaga con
los significados que dan, de esta manera, un
palabras. El lenguaje aparece también
sentido a todas las actividades humanas que
como condición de la cultura en la medida
poco difieren del sentido que le atribuyen los
en que ésta posee una arquitectura similar
otros significantes por ser parte integral en la
a la del lenguaje. Una y otra se edifican
formación del yo socializado. por medio de oposiciones y correlaciones,
Taylor al exponer el carácter dialógico de es decir, de relaciones lógicas. De tal ma-
la identidad y del reconocimiento afirma: nera que el lenguaje puede ser considerado
(…) para mis propósitos sobre este punto, como los cimientos destinados a recibir las
deseo valerme del término lenguaje en su estructuras que corresponden a la cultura
sentido más flexible, que no sólo abarca las en sus distintos aspectos, estructuras del
palabras que pronunciamos sino también mismo tipo que las del lenguaje (1993,
otros modos de expresión con los cuales nos p. 63).
definimos, y entre los que se incluyen los En otras palabras, las instituciones y los
“lenguajes” del arte, del gesto, del amor y sistemas sociales anteceden a los individuos
similares. Pero aprendemos estos modos de que los utilizan y por ello es que se presentan
expresión mediante nuestro intercambio con un carácter impositivo; esta es la coac-
con los demás. Las personas, por sí mismas, ción que se atribuye a los hechos sociales y
no adquieren los lenguajes necesarios para que es ejercida sobre el individuo (Bruner,
su autodefinición. Antes bien, entramos 1991).
en contacto con ellos mediante la interac- El ser humano posee un poder imagi-
ción con otros que son importantes para nativo para construir culturas simbólicas y
nosotros: lo que George Herbert Mead para adaptar las estructuras a las condiciones
llamó los otros “significantes” (1993, pp. materiales y culturales que se requieren en
52-53). cada época, de ahí la importancia de los signi-
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ficados connotativos que cumplen la función los valores sociales constituyen la forma cultural
de redefinir los significantes y ponerlos a tono de construcción del significado al propiciar la
con cada necesidad histórica. Las connotacio- escisión del mundo en dos grandes polaridades,
nes, al desplazar los sentidos históricamente ya sean estas lo sagrado y lo profano, lo bueno y
atribuidos a nuevos significantes, contribu- lo malo, lo correcto y lo incorrecto, lo deseable y
yen al proceso de redefinición del mundo al lo indeseable, etc. (Bruner, 1991, p. 48).
actualizar los sistemas simbólicos conforme Estas polaridades llevan a una tercera
al capital de conocimiento acumulado. Al forma, que es la negociación; que general-
respecto, Bruner considera que: mente termina en la inversión de los valores
(…) a pesar de nuestro poder para construir iniciales o en una connotación; es decir, en
culturas simbólicas y establecer las fuerzas un traslado de sentido o significado hacia
institucionales necesarias para su ejecución, otros significantes. La fusión de horizontes
no parece que podamos orientarlas muy actúa mediante el desarrollo de nuevos vo-
fácilmente para alcanzar los logros y metas cabularios de comparación, por cuyo medio
propuestos. Lo cual quiere significar que es posible expresar estos contrastes (Taylor,
nuestras formas simbólicas comunales ad- 1993, p. 99). Esto es lo que se entiende
quieren su propia dinámica y se constituyen como transgresión cultural, que da origen al
ellas mismas en instituciones modeladoras de cambio social; así, la desviación no necesa-
las conductas humanas por sí solas (1991, riamente constituye un problema al que hay
p. 38). que erradicar, ya que puede ser el motor o,
La realidad y los significados sociales son, al menos, el tránsito hacia una nueva forma
en la mayor parte de las interacciones, el de entender lo social. En otras palabras, la
resultado de intrincados procesos de cons- desviación de un orden puede dar lugar a
trucción y negociación, profundamente otro orden, mejor o peor, depende del caso
arraigados en la cultura; ello en tanto que en concreto, pues conductas que en un
los valores y creencias existentes en una tiempo eran vistas como delictivas hoy son
sociedad son el resultado de decantamientos consideradas como normales y ampliamente
simbólicos que a lo largo de la historia de las aceptadas en el contexto cultural.
instituciones, de los usos, de las prácticas y de Ahora bien, ninguna sociedad admitiría
las costumbres, van quedando a flote como sin más una tipología tan escueta entre
las esencias en el proceso de depuración ideo- aquellos que se desvían de las normas y los
lógica, en tanto que producen eficacia en la que se acogen a ellas. Todos trasgredimos en
solución de problemas cotidianos. algún momento o en alguna circunstancia
Las creencias y los valores sociales cum- normas de comportamiento generalmente
plen funciones integradoras en la comuni- aceptadas. Muchas personas han cometido
dad, al paso que funcionan en interés de en alguna ocasión pequeños hurtos, como
sus integrantes en las relaciones con la co- llevarse algo de una tienda sin pagar o llevarse
lectividad; es decir, relativizan los conflictos pequeños objetos del trabajo –como cuader-
entre individuo y sociedad, aunque están, nos de notas– para su uso particular. Otras
de manera muy ligera, abiertos a la reflexión han fumado marihuana, han comprado
radical, puesto que casi no admiten formas alcohol sin tener la edad legal, han tomado
antagónicas de comportamiento sin que ellas drogas ilegales, han vulnerado el mandato de
sean rechazadas o sancionadas. fidelidad matrimonial, entre otras.
Aunque todas las culturas descansan sobre Normalmente las reglas o normas socia-
una base axiológica que posibilita formas les se respetan porque, como resultado de
propias de vida y concepciones particulares la socialización, se han convertido en algo
de la realidad, no siempre se está a salvo de los habitual, se han internalizado desde la infan-
choques y conmociones que genera la recep- cia. Se puede afirmar que el hombre actúa
tividad de nuevas formas ideológicas que po- de conformidad con ellas como si estuviese
nen en cuestión los valores existentes, ya que programado para su cumplimiento, lo cual
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se torna puramente mecánico. El compor- o rechazado, son cosas que normalmente


tamiento anclado y objetivado sólo se sigue influyen en el comportamiento de las per-
en la internalización de pautas sociales. El sonas, más que los premios o las sanciones,
respeto de las normas opera en la creencia pues el reconocimiento social sigue siendo un
consciente de que el comportamiento que incentivo normativo, aunque en ocasiones
señalan está justificado. Esto se aplica, por también lo es del comportamiento desviado,
ejemplo, a las normas de tránsito. Los con- como cuando el joven realiza travesuras en
ductores aceptan que tienen que respectar clase para llamar la atención del grupo e
ciertas reglas, como conducir por el lado ignora la autoridad del maestro.
correcto de la carretera o detenerse cuando Ahora bien, se puede afirmar que la con-
el semáforo está en rojo, porque si la mayoría formidad es la conducta generalizada de los
de los conductores no acatasen dichas reglas individuos en el marco de las colectividades
las carreteras serían mucho más riesgosas de y, por ello, se puede hablar del papel homo-
lo que ya son. geneizador derivado de la eficacia normativa.
Todas las normas sociales van acompaña- La conformidad se asimila al sometimiento,
das de sanciones o amonestaciones que prote- al consenso social, al acuerdo y a la cultura.
gen contra la no conformidad. Una sanción Los agentes de socialización, llámese escuela,
es cualquier tipo de reacción de otros ante familia, universidad, fábrica, club, sindicato,
el comportamiento de un individuo o grupo iglesia, entre otras, cumplen con su papel de
y cuyo objetivo es asegurar que se cumple interiorizar las pautas de comportamiento en
una norma concreta. Las sanciones pueden los individuos a tal punto que logran ganarse
ser positivas o negativas, dependiendo de su la obediencia de las mayorías al interior de
finalidad; esto es, si están orientadas a refor- una colectividad. Algunos individuos y gru-
zar comportamientos o a reprimirlos (operan pos que pierden o menguan sus adhesiones
como dádivas, aceptaciones, felicitaciones o consensuales comienzan a actuar de modo
actitudes de reproche, castigos, reprimendas, disconforme y desviado, en pugna contra
etc.). La imposición de sanciones en las socie- los patrones y modelos de la mayoría social.
dades modernas se ha delegado a un aparato Comportamientos estos que suelen terminar
coercitivo, organizado y especializado en ello, en la rebelión o en el retraimiento, pues algu-
el sistema judicial, los tribunales de ética, nos individuos optan por proponer un nuevo
la prisión, entre otras, son las instituciones modelo societal a través de la imposición de
encargadas de su cumplimiento. sus patronos por la vía armada, mientras que
Las sanciones informales, positivas o otros grupos prefieren aislarse y permanecer
negativas, son un rasgo común de todos los al margen de los cánones mayoritarios.
contextos de la actividad social. Las de tipo Desde el punto de vista criminológico,
positivo incluyen desde una felicitación o la desviación es cualquier conducta que se
una sonrisa con aprecio, hasta darle una aparte de lo considerado normal o socialmente
palmada en la espalda. Ejemplo de sanciones aceptable en una sociedad o contexto social, o
informales negativas son insultar, regañar se aparte de las expectativas sociales en un mo-
o agredir físicamente a alguien; ridiculizar, mento dado, en cuanto pugna con los modelos
señalar o estigmatizar con ciertas bromas o y patrones de la mayoría social (De La Cruz,
referir fábulas donde se expone al sancionado 2003, p. 47). La naturaleza y el contenido
a ocupar el papel de un personaje o animal. del comportamiento desviado varían en
Las sanciones formales pretenden reorien- términos de espacio y tiempo, pues los con-
tar la conducta hacia el comportamiento textos culturales en que se produce obedecen
esperado y aceptado por la colectividad; a diversos componentes axiológicos y el com-
se encuentran codificadas y rigurosamente portamiento del pasado no asume la misma
ritualizadas. Querer ganarse la aprobación de crítica y reproche en el presente.
la familia, de los amigos o los colegas, o desear Pero las desviaciones no aparecen unifor-
evitar ser puesto en ridículo, avergonzado memente, la diferenciación de la desviación
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depende de circunstancias, de momentos, de


contextos sociales. Como afirman algunos
criminólogos, la desviación no puede expli-
carse de espaldas a la dimensión del control,
el estatus de desviado debe ser entendido
en el contexto del conflicto socio-político y
económico; de no ser así se ubicaría dentro
del espectro de la psicología individual,
ocultando la naturaleza política y social de
esta conducta que, en gran medida, obedece
a relaciones injustas que se desarrollan en la
sociedad; relaciones rechazadas y desapro-
badas por un grupo de sujetos que hacen
parte de la misma sociedad, la cual genera
ideas e intereses opuestos. Intentar encontrar
explicaciones por fuera del conflicto es des-
conocer el carácter anómico de la desviación,
desnaturalizar su génesis.
Ahora bien, la selección de un compor-
tamiento como delito no es otra cosa que la
imposición de un valor y la descripción del
apartamiento de dicho valor en forma de
prohibición como un caso de desviación.
Luego, la contemplación de un número
significativo de prohibiciones en un código
penal no es algo distinto de la aceptación de
diferentes niveles de desviación que vulneran
Calle 11 con carrera 4a, Plaza de Caicedo.
los intereses de la sociedad. Es precisamente
la existencia de la conducta desviada la que
confirma la necesidad de la norma; en otras Control que impone drásticas sanciones a
palabras, sin desviación pierde sentido la la conducta desviada y pretende reencauzar
prohibición, pues de nada serviría prohibir a quienes se apartan de ella como también
una conducta que nadie estaría dispuesto a ratificar y mantener a quienes por su senda
cometer. andan. No olvidemos que el control también
De esta manera, la ley penal es la expresión permite ciertos tipos de desviación, tolera
de valores, intereses y apuestas por modelos algunos alejamientos de su pauta al punto de
de dominación reinantes en un momento permitir el cambio social.
dado, bajo condiciones especiales y en un Frente a la desviación, la sociedad se ma-
lugar determinado; da cuenta del universo nifiesta a través de la socialización como me-
axiológico de la sociedad, de sus prioridades canismo dirigido a impedir su producción, a
e interpretaciones, de sus intercambios sim- evitarla, ya sea por medio de la educación, de
bólicos y asignaciones de sentido a bienes la interiorización de los valores y significados
concretos (vida, propiedad privada, honra, sociales, de las prácticas y habituaciones
libertad, dignidad), que en últimas son el colectivas, entre otras; pero cuando la desvia-
ámbito de su protección. ción aparece y está en pugna con los bienes
Por ello, el control penal es parte de la jurídicamente protegidos por ser de especial
expresión del control social en cuanto a las relevancia para la sociedad, no queda otro
conductas más desaprobadas por la colectivi- camino que el control social y es cuando el
dad y consideradas dañinas ante la pretensión sistema penal entra en acción una vez que la
de orden y legitimidad del poder estatuido. socialización y sus agentes han fracaso en el
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proceso de internalización de la norma en no ha logrado persuadir al delincuente para


el sujeto. De aquí que se afirme su carácter que no reincida en su conducta, pero este
subsidiario y se hable del principio de la tema no viene al caso en estudio y habrá de
última ratio o derecho penal mínimo. ser analizado en otra oportunidad.
Así las cosas, las normas penales no Ahora bien, el derecho penal está pensado
generan nuevos valores societales, no cons- para proteger los intereses prioritariamente
tituyen un sistema independiente de com- colectivos o sociales, intereses que se presen-
portamiento en la sociedad; sólo recogen tan como valores o bienes necesarios para la
los valores existentes al interior de la colec- convivencia armónica, incluyendo en ellos
tividad dándoles un orden de prioridad y los de la persona que eventualmente ha de
jerarquizando las sanciones que se establecen someterse a juicio. Por otra parte, el derecho
por las vulneraciones, de conformidad con penal también tiene como misión limitar el
las expectativas sociales. El control social poder punitivo del Estado y brindar seguri-
penal debe acogerse a los parámetros que dad al conglomerado; pues, en ocasiones (el
regulan su participación en la sociedad; no Estado), decidido a terminar a toda costa con
puede desconocerse su carácter de medio en la criminalidad, puede imponer sanciones
procura de un bienestar o de la búsqueda de excesivas o arbitrarias sacrificando con ello
relaciones equitativas y de justicia. Su eficacia las garantías mínimas de los individuos y
depende, en gran medida, de la convicción o la idea de la proporcionalidad. Pero ¿cuáles
legitimidad existente sobre su capacidad para son esos intereses colectivos que protege el
lograr reafirmar los valores que la sociedad derecho penal? ¿A qué se refieren? Estas son
realmente tenga por importantes y asuma las preguntas que llevan al problema de los
como suyos. Luego, por más represión penal bienes jurídicos tutelados por la ley. En este
que exista en un sistema normativo, si dicho sentido, actualmente se habla de derecho
sistema no es en realidad avalado por los penal de enemigo como una formulación de
ciudadanos jamás podrá obtener un nivel normas jurídico-penales que dan cuenta de
avanzado de obediencia; en otras palabras: un propósito político más allá del entorno
no logrará una eficacia social.
estrictamente jurídico. Es decir, señala el
Es necesario comprender que el sistema uso normativo realizado por la política para
jurídico penal pretende superar la sensación encauzar la construcción social de sujetos
de inseguridad latente en nuestras sociedades, vistos como enemigos del régimen.
inseguridad derivada de hechos a veces reales
En principio, este tipo de derecho asume
y a veces supuestos (Bauman, 2007). Para
que no se les puede tratar como ciudadanos
ello debe ganar la confianza y el respeto de
a quienes infringen ciertas leyes penales; por
sus sometidos, confianza que empieza con el
tanto, hay que desconocerles sus derechos y
respeto de los derechos del sindicado o del
garantías a través de procedimientos nor-
enjuiciado a obtener un trato incluyente,
mativos que, si se quiere, riñen con el orden
imparcial, justo y a que se le garantice la
jurídico legítimo. En otras palabras, se trata
oportunidad de volver al medio social en
mejores condiciones de sociabilidad. Pues, de la aplicación de un conjunto de normas
ante todo, el sistema de sanciones está estruc- legisladas al amparo de los procedimientos,
turado bajo el supuesto que el delincuente pero que generan discriminación o tratos
o el desviado debe ser encaminado hacia la desfavorables ante los agentes perpetradores
conformidad social, su desacato obedece a de las conductas definidas como delitos
una falla en la socialización que debe ser atentatorios del orden público, de la moral
corregida para que el sujeto pueda volver a social, de la paz, del régimen constitucional
la sociedad una vez se logre interiorizar la entre otros bienes jurídicos.
norma e inculcar el deber de obediencia a la Esta noción de derecho penal de la ene-
misma. Sin embargo, la resocialización no ha mistad tiene como fundamentación teórica
sido, para el caso colombiano, un remedio la tesis formulada por Carl Schmitt (2002),
efectivo frente a las formas de criminalidad, principalmente en su obra El concepto de lo
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político, donde el autor extrema su concepto Partiendo del propio contrato social, sur-
de lo político a la relación amigo-enemigo y, gió un derecho a ser respetado y un deber a
por Hobbes quien afirma que el individuo respectar; el delito apareció como lesión de
no sometido al pacto social no puede tener ese derecho intrínseco (subjetivo) que resu-
tratamiento igualitario al asociado. Estos mía a la libertad como derecho inherente a
pensadores son retomados por Günter Jakobs todo hombre. Luego el derecho se escinde
para acuñar la noción de derecho penal de en subjetivo y objetivo, siendo el primero
enemigo, en contraposición con un derecho una potestad, una facultad, una capacidad
penal del ciudadano; derecho que –frente a que reside en el ser, en el titular del derecho,
los delitos de terrorismo, secuestro, narcotrá- y el segundo, el objeto mismo sobre el que
fico y extorsión, especialmente– ha venido recae la facultad o potestad. La propiedad,
encontrando asidero en las legislaciones tanto por ejemplo, entraña como derecho subjetivo
europeas como latinoamericanas (Aponte, la disposición que posee el propietario sobre
2006). el bien, esto es la capacidad o facultad para
hacer con este lo que a bien tenga sin más
De este modo, se plantea uno de los temas
limitaciones que el derecho ajeno. La inter-
más polémicos dentro del derecho penal:
vención injustificada de un tercero en dicha
¿qué hechos se convierten en delito? Pues
potestad equivale a una intromisión ilícita, a
bien, el derecho penal sólo debe proteger los
una violación de su libertad. De ahí se afirma
bienes más valiosos para la convivencia; en que donde no existe lesión de un derecho
otras palabras, aquellos valores sin los cuales subjetivo no existirá ningún delito.
sería imposible vivir o, por lo menos, la vida
Actualmente, algunos autores discuten el
en colectivo se haría desastrosa; protección
concepto de bien jurídico vinculado a fines
que debe hacerse de cara a las conductas
del ordenamiento y del Estado. No deja de
más atroces, a ciertas formas de desviación
ser problemática la selección de los bienes
susceptibles de reproche y escarnio público
jurídicos que deben ser protegidos por el
por estar destinadas a desarticular la vida en
Estado, menos aún lo es el criterio que debe
común; es decir, los comportamientos más
seguir el legislador en el proceso de selec-
peligrosos y repudiados por la sociedad. Lue-
ción. Luego, el legislador ha de acudir, en
go, no toda vulneración o puesta en peligro
principio, a las costumbres societales, a los
de un bien jurídico debe estar acompañada valores colectivos que han sido decantados en
de la intervención del derecho penal, he aquí el transcurso de la historia y que, por virtud
su carácter subsidiario y la razón para que él de la constituyente, fueron positivizados
sea la última instancia a la cual acudir, pues, en la constitución, de donde resulta que la
generalmente, sus consecuencias son muy fuente legítima para seleccionar los bienes a
perjudiciales para el agresor. proteger no es otra que la constitución de
Con la ausencia de un sistema normativo un Estado.
orientado a proteger los bienes y valores De otra parte, el bien jurídico también
prioritarios para lograr la convivencia pa- se ha querido fundamentar en el funciona-
cífica, armoniosa y justa de la colectividad, lismo sociológico que se originó con Emile
o sino existiera una institución encargada Durkheim en el siglo pasado. Según esta
de asegurar la inviolabilidad de la vida, la teoría del bien jurídico todos los bienes jurí-
dignidad humana, la libertad, la igualdad, dicos protegidos por los tipos penales se pueden
la salud, la integridad física, entre otros, la explicar no a partir de su sustrato material
convivencia no sería posible, al menos en el sino de la función y utilidad que tienen para
estado actual del desarrollo social. Según el la vida social (De La Cruz, 2003, p. 55).
criterio del bien jurídico, la afectación social Esta particular visión del derecho penal
de un hecho depende del nivel de agresión a parte de la creencia en un sistema del cual las
intereses que afectan las condiciones de vida normas jurídicas son sólo la expresión de un
de los individuos o de la afectación directa subsistema normativo encaminado a cumplir
a ellos mismos. una función para la supervivencia del sistema
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total. Luego, los bienes jurídicos a proteger dad constituye un elemento imprescindible
son aquellos que el sistema presenta como –según la mayoría de la doctrina– para la
necesarios para la continuidad del mismo calificación de una conducta como delictiva.
como un gran órgano biológico. Pero la exigencia de un elemento subjetivo
En este contexto han deambulado las en el delito no es nueva, sino que ya el inicial
discusiones respecto de qué debe ser consi- concepto germinal de delito se configuraba
derado como delito y cuál la pena o sanción como la acción culpable.
a imponer, conflicto que no parece estar Según la división tripartita, el delito sería
pronto a resolver. Pero también la manera la acción u omisión típica, antijurídica y
de estructurar el delito, esto es ¿de qué se culpable, tal y como aparece estipulado en
compone?, ¿cuáles son sus elementos? En nuestra legislación penal. Sin embargo, la
este sentido, la legislación colombiana ha contemplación como elemento del tipo penal
optado por la forma tripartita del delito: pues no hace ninguna definición de la misma. Por
para que una conducta se considere punible ello, en la doctrina la culpabilidad asume dos
ha de ser típica, antijurídica y culpable. En acepciones: como concepto material y como
otras palabras, el delito se compone de tres concepto formal. El uno pretende dar cuenta
categorías, a saber: estar previamente descrito del dolo y de la culpa como parte integrante
en la ley como punible (tipicidad), ser vio- de los elementos subjetivos del delito, esto
latorio de un bien jurídico protegido por la es, como intencionalidad y como conciencia
ley o ponerlo en grave peligro (antijurídica), de la ilegalidad. El otro, es decir el material,
y haberse realizado con conocimiento e busca establecer los supuestos bajo los cuales
intención o violación del deber de cuidado es posible realizar el juicio de atribución de
(culpabilidad). La parte de la culpabilidad responsabilidad.
que se refiere al conocimiento de que se
En este sentido, parece existir cierto con-
actúa de manera contraria a la norma y la
intención de realizar dicha acción es lo que senso en torno a la prioridad del principio
se conoce como dolo en la dogmática penal no hay pena sin culpabilidad, aunque algunas
colombiana. divergencias subsisten en cuanto a la natura-
leza de la culpabilidad, pues los funcionalistas
El concepto penal de culpabilidad remon-
no ven la necesidad de dicho concepto en la
ta su origen a finales del siglo XIX donde
medida que la infracción es una irregularidad
la dogmática penal acuñó su acepción en
del sistema y debe ser resuelta volviendo al
contraposición de una responsabilidad
estado de cosas sin importar la subjetividad
penal basada meramente por el resultado
del infractor. Los que optan por un derecho
de la acción. Famoso es aquel adagio que
de corte naturalista, inspirado en el principio
reza “quien inocentemente peca inocente-
de causalidad y amparados en las reglas del
mente se castiga”, sin hacer alusión alguna
método científico, ven en la culpabilidad el
a la intencionalidad o al conocimiento de
peligro de la subjetividad y la presencia de la
la ilegalidad del hecho por parte del autor.
acientificidad del derecho. Bajo la influencia
La palabra culpabilidad contiene al menos,
tres significados: a) como elemento dogmá- del pensamiento positivista y por oposición
tico del delito; b) como fundamento del a la tesis del derecho natural, los juristas
principio de culpabilidad enunciado bajo describieron –a la mitad del siglo pasado– la
el aforismo latino nulla poena sine culpa y c) culpabilidad como la relación psicológica que
como elemento legitimador de la pena y del vincula al autor del comportamiento como
ius puniendi. En otras palabras, el principio el resultado lesivo ocasionado.
de la culpabilidad enuncia el principio de Esta explicación fue, con prontitud, juzga-
la individualización de la responsabilidad da insuficiente. Así, se estimó que no podía
penal. Antaño, las conductas punibles deri- explicar por qué la culpabilidad no debía ser
vaban responsabilidad y consecuencias que admitida en relación con quien daña un bien,
cobijaban al actor y a sus familiares. Como de modo ilícito e intencional, encontrándose
elemento dogmático del delito, la culpabili- en estado de necesidad. Pues, en ese caso,
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existe una relación psicológica clara entre


el autor y el resultado. Así mismo, se objetó
que la culpa inconsciente no podría ser
considerada como un caso de culpabilidad,
ya que dicha culpa se caracteriza, justamente,
por una ausencia de relación psicológica.
Se critica a la tesis psicológica la ausencia
de respuesta para explicar el caso del delito
culposo derivado de la omisión, por violación Plaza de Toros Cañaveralejo (1958).
del deber de cuidado.
Para la teoría psicológica, la culpabilidad De esta manera dolo y culpa dejan de cons-
debe hallarse en la conciencia y la voluntad tituir el fenómeno mismo de la culpabilidad
del acto realizado o en la relación psicoló- para convertirse simplemente en elementos
gica que corre entre un hecho material y la suyos (Reyes, 1997, p. 7).
persona que lo ha llevado a cabo. Esta teoría Para superar las insuficiencias de la con-
tiene el mérito de haberse enfrentado a la vieja cepción psicológica, los penalistas acudieron
concepción de la responsabilidad objetiva y el de a la tesis neokantiana. El primer paso dado
haber enfocado el problema de la responsabili- fue el de reconocer que entre el autor y el
dad hacia el hombre, más que hacia el resultado resultado de su comportamiento no existía
de su comportamiento (Reyes, 1997, p. 5). un vínculo sicológico, sino que se trataba de
A pesar de su importancia, autores como una especial actitud síquica del agente. En
Gunther Jakobs (1998) critican el concepto seguida se niega que la culpabilidad pueda
psicológico de culpabilidad por varios mo- ser, únicamente, reducida a este aspecto sico-
tivos, entre ellos: ante todo no proporciona lógico. Es, entonces, cuando se introduce una
indicación alguna sobre qué hechos psíquicos nueva noción de naturaleza normativa; el jui-
(¿por qué psíquicos?) han de ser relevantes cio de reproche. La culpabilidad es definida
para la culpabilidad; así tampoco alcanza a como un juicio de valor negativo (reproche)
fundamentar la relevancia del dolo y de la formulado contra quien –a pesar de poder
imprudencia (p. 569). actuar conforme al derecho– realiza un acto
Por su parte la teoría normativa no cons- ilícito. Esta concepción es, generalmente,
tituye propiamente una concreta posición designada con la expresión teoría normativa
doctrinal, sino más bien un conjunto de de la culpabilidad.
matices cuyo denominador común es el Mediante este esclarecimiento, los pena-
rechazo de las orientaciones psicologistas, listas lograron explicar y ordenar mejor los
la referencia del concepto a la norma y el elementos constitutivos de la culpabilidad:
evidente énfasis en la reprochabilidad de la la capacidad penal es considerada condición
conducta del agente. Para algunos autores de previa a la culpabilidad porque es indispen-
esta corriente como Reinhart Frank, padre sable a la formación de la voluntad contraria
de esta escuela: al derecho, voluntad que se manifiesta de dos
(...) la culpabilidad no es un nexo psicológico maneras: el dolo o intención y la negligencia.
ente el agente y su comportamiento, sino un Y las circunstancias que excluyen la culpabi-
juicio que reemite sobre quien, habiendo lidad son explicadas con auxilio del criterio
podido comportarse conforme al deber que normativo de la no-exigibilidad de otra
le era exigible, ha actuado de modo contrario conducta. También se ha querido explicar la
a ese deber; trátese, pues, de un fenómeno culpabilidad desde posiciones finalistas como
complejo cuya estructura forman parte el la expuesta por Hans Welzel:
dolo, la culpa, la imputabilidad y la nor- La finalidad o carácter final de la acción
malidad de la motivación, y puesto que en se basa en que el hombre, gracias a su sa-
ella intervienen estos elementos, bien puede ber causal, puede prever, dentro de ciertos
sintetizarse su esencia en la reprochabilidad. límites, las consecuencias posibles de su
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actividad, proponerse, por tanto, fines di- penal no es exclusivamente y siempre de


versos y dirigir su actividad, conforme a un carácter objetivo, sino que a veces presenta
plan, a la consecución de estos fines (Reyes, aspectos subjetivos en los que aparece os-
1997, p. 12). tensible una concreta finalidad que orienta
Pero esta capacidad de prever las conse- la conducta del agente; en estos casos, dicen
cuencias del engranaje de la intervención los finalistas, no es posible referir lo objetivo
causal y de orientar la conducta sobre estas al injusto y lo subjetivo o interno a la cul-
bases a una finalidad determinada, sólo es pabilidad; debe reconocerse, al contrario,
posible mediante la voluntad; por eso es que tratándose de una voluntad de acción,
la columna vertebral de la acción final. La dichos eventos y en todos los demás, el dolo
dirección final de la conducta supone dos pertenece al tipo, es su elemento subjetivo.
etapas, la una es interna en cuanto se desen- Al examinar los tipos penales en busca de
vuelve en la esfera del pensamiento; la otra elementos subjetivos se encontró, además
que en la tentativa, el dolo es uno de ellos
es externa porque se realiza en el mundo
(pp. 15-17).
de la naturaleza. Durante la primera fase,
la persona anticipa mentalmente el fin que De acuerdo con la teoría finalista, son ele-
se propone; luego selecciona qué habrá de mentos de la culpabilidad: la imputabilidad,
servirle para lograr la meta deseada mediante la posibilidad concreta de conocer el carácter
un movimiento de retroceso desde el fin, y, ilícito del hecho realizado y la exigibilidad
por último, considera los efectos concomi- de una conducta conforme a la ley. La
tantes de su acción futura para evitarlos o imputabilidad, entendida como capacidad
contrarrestar sus desviaciones, operación esta de autorregularse conforme a derecho, es
última que realiza hacia delante a partir del parte esencial del concepto de culpabilidad
factor causal elegido como medio en direc- de acuerdo con la concepción finalista; de
ción a los efectos de producir. Superada esta tal manera que la conducta realizada por un
etapa interna, el sujeto ejecuta su acción en inimputable no es culpable, aunque puede
el mundo exterior; es decir, pone en movi- ser dolosa, desde luego que este fenómeno
pertenece a la acción. El segundo elemento
miento, conforme al plan trazado, los medios
de la culpabilidad es la conciencia de la
de actuar que ha escogido previamente hasta
ilicitud del hecho, en el sentido de que el
lograr el fin perseguido.
agente debe tener la concreta posibilidad de
En este orden de ideas sólo se puede hablar comprender que actúa en forma antijurídica
de acción cuando el hombre, con conciencia (Reyes, 1997). La teoría finalista tiene el
del proceso causal, dirige su actividad desde el mérito de haber introducido el concepto final
fin elegido; por eso la finalidad es el elemento de la acción humana en el ámbito del dere-
esencial de la acción y cobija el conocimiento cho penal y haber intentado una explicación
causal, entendido como la comprensión de sistemática de la teoría del delito.
las posibles consecuencias de su actividad y la
En el caso colombiano, la Constitución
voluntad de realización del hecho con base en Política, en su artículo 29, inciso 4º, in-
tal conocimiento. Los finalistas consideran, corporó el principio de culpabilidad como
en efecto, que si la culpabilidad es juicio de condición de responsabilidad penal: toda per-
reproche de una acción típica, antijurídica y sona se presume inocente mientras no se le haya
si dentro del fenómeno de la acción está el declarado jurídicamente culpable, concepto
dolo, este, no pudiendo ser al propio tiempo que tiene su regulación legal en los Arts. 9,
valoración y objeto de valoración, no perte- 12, 21 y 22 del Código Penal (Ley 599 de
nece a la culpabilidad sino a la conducta, y 2000) y que fundamenta la culpabilidad en
más exactamente al injusto, entendido como la capacidad de autodeterminación confor-
conducta típica y antijurídica. me a los valores jurídicos (Gómez, 1996).
Según Reyes Echandía (1997) uno de los Quien tiene capacidad de autodeterminación
elementos que llevaron a esta ubicación del mínima puede ser culpable si además se dan
dolo fue el reconocimiento de que el tipo los presupuestos; quien carece de esa capa-
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cidad en concreto, no puede ser culpable elementos constitutivos de la conducta pu-


penalmente. Cuando el delito es expresión nible, de su carácter delictivo o prohibitivo
del uso del límite logrado de libertad, hay y la manifestación de su voluntad orientada
responsabilidad penal, pero cuando el he- a la realización del comportamiento típico.
cho punible es reflejo precisamente de una Veamos:
falta de libertad, la responsabilidad penal se (…) la tesis que el código penal ha legalizado
desdibuja. reza que no puede haber responsabilidad
El fenómeno de la culpabilidad se predica penal sin culpabilidad, esto es, sin la prueba
del sujeto imputable que ha incurrido en de la existencia de una “actividad consciente
una conducta subsumible en un tipo penal de la voluntad que da lugar a un juicio de
determinado y vulnerado sin justa causa el reproche en cuanto el agente actúa en forma
interés jurídico tutelado, que ha actuado antijurídica pudiendo y debiendo actuar
con la voluntad consciente que genera juicio diversamente” y cuando la hace dolosamente,
de reproche porque se comportó en forma sabiendo que con su comportamiento vulne-
antijurídica pudiendo y debiendo hacerlo ra un derecho legítimamente protegido.
diversamente; o dicho en forma más simple, No basta que el sujeto activo tenga cono-
porque realizó un comportamiento típico cimiento de todas las características de su
y antijurídico con dolo, culpa o preterin- conducta en cuanto adecuable a un tipo
tención; la consecuencia de una acción u penal determinado, sino que es necesario,
omisión de tal naturaleza es la imposición además, para que de dolo pueda hablarse,
de la correspondiente pena; sanción que que sea consciente de que su comportamiento
no se impone a quien ha actuado sin cul- vulnera sin facultad legítima el interés jurí-
pabilidad. dico penalmente tutelado y, por consiguiente,
Para Jesús Orlando Gómez López, uno de de que va a hacer algo indebido (Corte Su-
los juristas colombianos más destacados en prema de Justicia, Sala Penal. Sentencia
el ámbito penal, sea cualquiera el concepto o del 4 de junio de 1981).
idea de culpabilidad que se tenga y mientras Persiste la idea del dolo como una mezcla
subsistan los postulados de los Arts. 9 y 11 entre conocimiento e intención de reali-
de la Declaración Universal de los Derechos zación, categoría de carácter psicológico o
Humanos, normas estas de forzoso respecto subjetivo que deviene de la escuela causalista
en Colombia y de superior jerarquía (Art. 93 del derecho penal, donde se contemplaba
C.N.) “es indispensable para que haya delito un elemento objetivo representado en la
que el hecho sea doloso o culposo y no puede ha- acción u omisión, en el hacer o no ejecutar
ber delito si razonablemente no podía exigírsele la conducta prohibitiva o mandada, según el
al sujeto la acción conforme al derecho u otras caso, por la ley; un elemento normativo que
con menor contenido de injusto” (1996, p. consistía en la controversia entre la conducta
49). Sea cual fuere el nombre que doctrina- desplegada por el agente y la norma y, por
riamente quiera dársele a estos requisitos del último el juicio de culpabilidad. De allí
delito, la omisión de los mismos para calificar que la misma Corte, se refiera al dolo y a la
legalmente una acción como delito es una culpabilidad como elementos subjetivos del
violación a los derechos humanos. tipo penal. Veamos:
Al respecto, la Corte Suprema de Justicia, Es bien sabido que además de los elementos
en reiteradas oportunidades ha manifestado objetivos del delito, debe darse el subjetivo,
la necesidad de probar la culpabilidad a efec- esto es de la intencionalidad con que actúa
tos de configurar responsabilidad, culpa que el sujeto activo de la infracción, que significa
debe manifestarse en cualquiera de sus tres simple y llanamente, el querer consciente,
modalidades. Es decir, bajo la forma de dolo, de realizar una conducta que se sabe es
culpa propiamente dicha y preterintención. antijurídica y en el caso que se analiza por
Para el caso en estudio, la estructuración del la motivaciones y finalidades que impulsa-
dolo debe contener el conocimiento de los ron la conducta del sindicado, que se ha de
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concluir que no actuó con intención de rea- culpa propiamente dicha y la preterintención
lizar una conducta violatoria de un derecho que es una mezcla de las dos anteriores.
protegido penalmente, y por el contrario es El delito se constituye bajo la modalidad
tan evidente la buena fe con que actuó, que dolosa cuando el actor o agente conoce
dejó constancia de sus propósitos en el acta los elementos del tipo penal, sabe sobre la
de la diligencia(…) ilegalidad de su comportamiento y volunta-
(…) al no existir la intención dolosa de ac- riamente decide actuar a pesar del mandato
tuar antijurídicamente es apenas obvio que prohibitivo. Conocimiento y voluntad que
se ha de concluir en la inexistencia del delito en dogmática penal son los elementos cons-
imputado por ausencia de culpabilidad titutivos del dolo. Tal y como lo ha venido
(Corte Suprema de Justicia, Sala Penal. entendiendo la Corte Suprema de Justicia en
Sentencia del 31 de julio de 1985). los diversos fallos:
En conclusión, la culpabilidad no puede (…) la inculpabilidad de su conducta por
ser un simple juicio de reproche al autor por ausencia de dolo surge de la consideración
su acción injusta, pues la reprobación encie- de que el error sobre uno cualquiera de los
rra un juicio moral o ético que el Estado no elementos del hecho punible impide al actor
está legitimado en hacer; la responsabilidad el adecuado y recto conocimiento de la tipici-
dad de la propia conducta, o lo que es igual
se reduce a confirmar las condiciones de
al aspecto cognoscitivo de aquella forma de
exigibilidad; es decir, si el Estado podía o no
culpabilidad; y la inculpabilidad por falta
podía exigir al sujeto la conducta adecuada
de culpa emerge de que actuó con el deber
a derecho, atendiendo al conjunto de con-
ciudadano que le era exigible conforme a sus
diciones individuales y sociales en que se
condiciones personales y a las circunstancias
obró, pero la verificación de la exigibilidad
en que su comportamiento se desarrollo; en
presupone que se le han dado al individuo uno o en otro casos de conducta no es jurí-
las condiciones mínimas para exigirle; si dicamente reprochable (Corte Suprema
su culpabilidad es exigibilidad, esta sólo de Justicia, Sala Penal. Sentencia de
puede plantearse cuando a su vez el Estado agosto 13).
ha suministrado los elementos para que el
En el mismo sentido, la Corte Suprema
autor pudiese obrar conforme a la norma.
sigue su postura en fallos posteriores refirién-
En otras palabras, el Estado debe garantizar
dose una y otra vez al dolo como la unión
las condiciones para que los sujetos actúen
de conocimiento y voluntad sin ahondar
con conocimiento de su acción (educación)
concretamente en lo que a la voluntad se
y bajo presupuestos de libertad. refiere y al conocimiento necesario para que
Recapitulando, el Estado ante la presencia la conducta se convierta en delito:
de la desviación grave que atenta contra va- La tesis que el código penal ha legalizado
lores y bienes jurídicamente relevantes para reza que no puede haber responsabilidad
la sociedad –una vez fracasado el proceso de penal sin culpabilidad, esto es, sin la prueba
socialización e internalización de normas y de la existencia de una “actividad consciente
valores– intenta contener la conducta desvia- de la voluntad que da lugar a un juicio de
da mediante el control social. En este caso el reproche en cuanto al agente actúa en forma
control social penal tipifica o describe como antijurídica pudiendo y debiendo actuar
delitos aquellas conductas que vulneran fla- diversamente” y cuando la hace dolosamente,
grantemente los valores considerados como sabiendo que con su comportamiento vul-
de suprema importancia para mantener el nera un derecho legítimamente protegido
orden social y la convivencia pacífica. En (…) No basta que el sujeto activo tenga
este proceso construye la categoría de delito conocimiento de todas las características de
bajo la forma de una triada: conducta típica, su conducta en cuanto adecuable a un tipo
antijurídica y culpable, donde la culpabilidad penal determinado, sino que es necesario,
se expresa bajo la modalidad del dolo, de la además, para que de dolo pueda hablarse,
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que sea consciente de que su comportamiento


vulnera sin facultad legitima el interés jurí-
dico penalmente tutelado, y por consiguiente,
de que va a hacer algo indebido (Corte Su-
prema de Justicia, Sala Penal. Sentencia
del 4 de junio de 1981).
En este orden de ideas, se puede seguir
citando una serie de jurisprudencias de la
Parque Panamericano (1971).
Corte Suprema de Justicia en lo que al dolo
se refiere, sin que se puedan extraer de ellas
una referencia clara al conocimiento que se dado que por naturaleza el hombre pertenece
necesita para cometer delito y menos aún a a la polis.
la noción de voluntad que se exige como re- Como no es suficiente saber que la feli-
quisito indispensable para configurar el dolo cidad es el bien supremo que alimenta las
como elemento de la culpabilidad. acciones de los hombres sino entender en
Así se llega al problema de la voluntad qué consiste, el autor pone de presente que
y del conocimiento como exigencias del ello es posible si se pudiese captar el acto del
derecho penal, a efectos de imputar respon- hombre, analizar su comportamiento. Tarea
sabilidad por la comisión de conductas des- que empieza al descubrir lo que le es propio a
critas en la norma punitiva a título de dolo. este; es decir, pensar. Así, Aristóteles prosigue
Situación que motiva a profundizar en estas afirmando que el acto propio del hombre es
acepciones, especialmente en autores como una cierta vida consistente en la actividad y
Aristóteles y Schopenhauer, pues fueron ellos obras del alma en consorcio con la razón.
quienes trataron el tema de la voluntad y el Y si la felicidad es hacer lo propio (ergón)
conocimiento, como requisitos para cometer de cada hombre –pensar–, de la mejor
injusticia en el caso de Aristóteles y, quien manera, conforme a su perfección, de todo
llevó hasta último extremo la noción de esto se sigue que el bien humano resulta ser
voluntad para el caso de Schopenhauer. Por una actividad del alma, según su perfección;
estas razones y dado que los fallos de la Corte y si hay varias perfecciones, según la mejor y
Suprema de Justicia no ilustran mucho al más perfecta, y todo esto, además, en una vida
respecto, es pertinente adentrarse en el debate completa (Aristóteles, 2000, p. 9). Es esta
filosófico en busca de una fundamentación actividad del alma, conforme a la razón, a
de la categoría dogmática del dolo, iniciando lo que llama virtud, luego la felicidad viene
por el primero de estos autores. a consistir en una especie de obrar confor-
me a la virtud perfecta en el marco de una
Voluntad y libertad vida plena, en otras palabras, la felicidad
en Aristóteles es también una virtud. De esta manera,
Aristóteles considera que el hombre busca la felicidad es enteramente comunicable y
la felicidad siendo este el principal motor asequible mediante el estudio y práctica de
de su conducta, por ello se adentra en el actos virtuosos. De ahí que la política ponga
estudio de las acciones humanas orientadas especial empeño en hacer de los ciudadanos
a su consecución como fin autosuficiente; es hombres de bien y practicantes de buenas
decir, que no depende de otros fines. Pero la costumbres. Luego, un verdadero hombre
felicidad individual no es propiamente su de Estado, entre otras cosas, ha de ocuparse
preocupación dado que el hombre es pen- primeramente de la virtud, a fin de hacer de
sado siempre en función de los otros, como sus conciudadanos hombres buenos, felices
ser social y político, pues la autosuficiencia y respetuosos de la ley.
es entendida por Aristóteles no como un Para Aristóteles las virtudes pueden ser
hombre de vida solitaria, sino en relación morales e intelectuales. De acuerdo con este
con sus parientes y a sus conciudadanos, planteamiento es propósito de este texto
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el esclarecimiento acerca de lo que se debe alguna. Luego más que la acción se requiere
entender por acto moral a efectos de escu- de intención, pues es la conducta, nuestro
driñar el conocimiento y la voluntad como comportamiento el que dice si nuestro obrar
elementos de la responsabilidad por el actuar. es virtuoso o no.
Es preciso, entonces, centrarse en las prime- Por la conducta que observemos en las con-
ras, dado que ellas pueden ser aprendidas, venciones que tienen lugar entre los hombres,
cultivadas y exigidas por el hombre, para seremos justos o injustos; y por la manera
determinar cuáles son las condiciones para como nos comportemos en los peligros, según
que un acto pueda llamarse moral, al decir que nos habituemos a tener miedo u osadía,
de Aristóteles. seremos valientes o cobardes (Aristóteles,
Es, pues, la virtud moral capaz de ser 2000, p. 18).
transmitida o enseñada en tanto que existe Analizando con detenimiento el acto
en el hombre capacidad natural para recibirla moral, encontramos que para su existencia se
y costumbres para perfeccionarla a través de requieren tres condiciones a saber: en primer
la reiteración de actos semejantes. lugar, que se actúe con disposición y con
(…) y de igual manera nos hacemos justos conciencia de dicha disposición; es decir, que
practicando actos de justicia, y temperantes la acción debe estar acompañada de la inten-
haciendo actos de templanza, y valientes ción de realización y con pleno conocimiento
ejercitando actos de valentía. En testimonio de que se actúa de esta manera. En esta
de lo cual está lo que pasa en las ciudades, primera condición, aparecen dos elementos,
en las cuales los legisladores hacen contraer uno de orden volitivo: la disposición, que
hábitos a los ciudadanos para hacerlos bue- debe entenderse como intención, como
nos, y en esto consiste la intención de todo querer de realización de la acción y, otro de
legislador (Aristóteles, 2000, p. 18). orden cognoscitivo: la conciencia, que hace
Las virtudes se adquieren en el ejercicio referencia al conocimiento, al entendimiento
constante y en las prácticas sociales, de la de la acción y a las consecuencias de dicho
misma manera que se aprende un arte y se obrar, es el saber acerca del actuar.
perfecciona, pues es el trabajo y la perseve- Un segundo aspecto es el proceder con
rancia las que llevan a la destreza, tanto en los elección y que la elección sea en conside-
oficios como en la virtud. Posición contraria ración a los actos; esto es, cuando el sujeto-
a la expuesta por Platón en el famoso diálogo agente previo al momento de la elección
de Protágoras, en el que Sócrates sostenía que se ocupa de deliberar o analizar –entre las
se era o no virtuoso por naturaleza, razón por posibles acciones y dadas las circunstancias
la que se veían a hombres poco virtuosos a específicas que lo rodean– cuál de ellas es la
pesar de ser sus padres el ejemplo contrario; más justa o acertada; producto de dicha de-
diálogo donde se impone el carácter transmi- liberación o juzgamiento vienen la elección,
sible de la virtud por medio de la educación que se constituye en la materialización de la
a favor de Protágoras, siendo el hombre deliberación, por tanto se elige preferente-
responsable de sus actos. mente; la acción o los medios previamente
Ahora bien, se entiende como acto moral determinados como los más adecuados al
toda acción del alma conforme a la virtud; fin propuesto y acorde con la naturaleza
es decir, la manera de comportarse frente a de la acción escogida (Heller, 1998, pp.
la pasión acorde con los dictados de la recta 296-300).
razón (orto logos) en circunstancias deter- Que la elección sea en consideración a los
minadas y en consideración a la forma del actos significa que el producto de la elección
actuar, pues para que un acto sea virtuoso debe ser el resultado de la escogencia entre
no sólo hay que considerar la acción en sí, los posibles actos a seguir, según hubiesen
sino también la manera de practicarla, así sido las circunstancias concretas, pues se
como el ser consciente y querer realizar tal debe optar por un acto de preferencia a otro
acción con preferencia de otras sin vacilación u otros ya que se trata aquí de lo que es de
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una manera pero que bien puede ser de otra. Es un sencillo hecho de la experiencia que en
En último término, se exige que se actúe con el dominio de lo viviente todo se desarrolla en
ánimo firme e inconmovible; esto es, que dirección hacia una forma perfecta, siempre
exista un elevado nivel de certidumbre sobre y cuando estén a la mano las condiciones
lo que se hace, que haya plena convicción necesarias para ello. El primer presupues-
en el actuar, en última instancia este tercer to es una buena disposición dada por la
paso es el resultado o consecuencia de los dos naturaleza, la physike aretè o perfección
anteriores, pues si ha habido una disposición natural; el segundo es el cuidado diligente
consciente o un querer informado sobre lo de esa aptitud. Por ejemplo, así como una
que se va a ejecutar, mediado por una elec- planta, cuidada y cultivada por el jardinero,
se desarrolla hacia una mejor perfección, así
ción preferencial, previa una deliberación
también eso vale para el hombre. Algunos
razonada, es menester que se actúe con ánimo
hombres son mejores que otros, porque desde
firme e inconmovible.
su nacimiento tienen la aptitud para el cul-
Es preciso ahondar en las condiciones del tivo de ciertas habilidades en mayor medida
acto moral para poder entender el sentido que otros, y mediante atención cuidadosa de
aristotélico y derivar de allí, las consecuen- esas aptitudes pueden alcanzar un máximo
cias respectivas no sin antes explicar los de perfección (p. 713).
presupuestos de toda acción moral. Sea lo La voluntad como disposición para obrar
primero afirmar que Aristóteles parte de es requisito fundamental en la existencia del
una concepción del hombre como ser capaz acto moral, pues de ella deviene el juicio de
de raciocinio, capaz de deliberar y elegir responsabilidad, dado que si cada uno es
entre varias opciones, capaz de interponer responsable en algún modo de su disposición
su voluntad como algo que le es propio, moral, también lo será en cierta medida de
por encima de las pasiones que son exter- sus fantasías. Si así no fuese, nadie sería res-
nas, esto es, capaz de dominarlas o, por lo ponsable de su mala conducta. Las virtudes
menos, enfrentarlas de manera victoriosa. son voluntarias, puesto que compartimos
Todo esto dentro del orden de las cosas que la responsabilidad por nuestros hábitos y
dependen de nosotros, en otras palabras, comportamientos frecuentes que dan cuenta
de las cosas que son pero que pueden ser de nuestra vida, pero así como la virtud es
de otra manera, es decir, del mundo de las voluntaria también lo son nuestros vicios,
cosas éticas. Sin embargo, Aristóteles cree en pues en nosotros está el obrar bien o el
la existencia de un orden cósmico, natural obrar mal.
que posibilita, ya sea a manera de potencias (…) ¿pone la perfección ética el fin último
o disposiciones, tendencias que inclinan o los medios para el fin? Yo afirmo que
hacia el cumplimiento de la función que le pone el fin último, pues este no se obtiene
es propia a todos los seres. mediante conclusión o reflexión, logos. Al
contrario, hay que admitir que el fin es el
El desarrollo de dichas potencialidades o
punto de partida, arché. (…) En el proceso
disposiciones viene dado en el ser y es menes-
del pensamiento, cuando tenemos que tomar
ter que este lo ejecute, luego todo en la Physis una decisión, el fin último es nuestro punto
está de alguna manera semideterminado, dado de partida, por ejemplo, la salud o el bien;
que naturalmente las cosas tienden a cumplir para el obrar, empero, la posición de partida
la función que les es propia. No obstante, el es el término del proceso del pensamiento,
hombre goza de una capacidad de elección es decir, la elección hecha. Por tanto, no es
en términos de libertad para determinar posible atribuir la rectitud del fin último
sobre lo moral, esto es, sobre lo que es pero al proceso del pensamiento en la decisión,
puede ser de otra manera. Prosigamos en las porque la decisión se dirige solamente a los
condiciones del acto moral, en especial a la medios para alcanzar el fin. Tomar la deci-
voluntad como presupuesto de libertad. Al sión es asunto de otra facultad del alma, a
respecto, During (2000) afirma: saber, de la voluntad. (…) De la decisión
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el hombre mismo es responsable; tanto la ñar y con qué y cómo (…) y contra la voluntad
maldad como la virtud son, en consecuencia, de la otra parte (p. 69), es claro que voluntario
algo determinado por la voluntad (During, es lo que se conoce y encuentra en uno su
2000, p. 715). causa u origen. Así, para nuestro autor,
Tal es la importancia de la voluntad en cuando con violación de la ley alguien causa
la actividad moral que Aristóteles (2000) un daño a otro y lo hace voluntariamente, es
no vacila al relacionarla directamente con reo de injusticia, entendiéndose que el agente
la responsabilidad. En primer lugar al refe- voluntario es el que sabe a quién, qué y con
rirse a la distinción entre acto voluntario e qué daña. Es voluntario, entonces, lo que
involuntario dice: Es necesario distinguir lo alguien hace entre las cosas que dependen
voluntario de lo involuntario, toda vez que de él, con conciencia y sin ignorar a quién,
nuestro examen tiene por materia la virtud. ni con qué, ni por qué, ni cómo.
Distinción, por lo demás, que no dejará de ser Dentro de los actos voluntarios existe una
igualmente útil a los legisladores para tasar las clasificación a saber: a) los que son producto
recompensas y los castigos (p. 28). En igual de la elección y, b) los que no son por elec-
sentido, al tratar sobre el desenfreno se afir- ción. Los primeros hacen referencia a una
ma que es más voluntario que la cobardía deliberación (búlesis) previa; es decir, a los
toda vez que es motivado por el placer y los actos que siendo voluntarios han sido objeto
actos particulares del desenfrenado son por de consideración y raciocinio o juzgamiento
él deseados y apetecidos, siendo este más previo a la elección o escogencia (Heller,
digno de represión que el cobarde, quien es 1998). Debe advertirse que el carácter vo-
presa del miedo. luntario o involuntario de la acción y del
fin de esta, es el que se tiene o se tuvo en el
Pero qué se debe entender por voluntario
momento de ella (al momento de obrar, no
es una cuestión que hay que definir, pues se después). El error, la fuerza y la ignorancia,
muestra como aquello cuyo principio o causa en todo caso excluyen lo voluntario. La
está en el agente que conoce las circunstancias clasificación anterior respecto de los actos
particulares de la acción. Si no podemos referir voluntarios obedece al grado de reproche o
nuestros actos a otros principios fuera de los que responsabilidad del agente, pues se pueden
tienen su asiento en nosotros, habrá que radicar cometer actos injustos de manera voluntaria
en nosotros y tener por voluntarios los actos cuyos sin ser uno injusto, como cuando voluntaria-
principios están en nosotros (Aristóteles, 2000, mente y sin deliberación se daña a alguien,
p. 34). Se tiene por objeto de la voluntad como también se puede dañar a alguien de
el fin, lo que se persigue, la meta, mientras manera voluntaria y deliberada siendo, por
que los medios son objeto de la elección y tanto, más responsable y digno de mayor
deliberación. De allí, deduce Aristóteles, el reproche que en el primer caso.
carácter voluntario de los actos que confor-
Al decir del autor, hay tres especies de
me a la elección disponen de medios para daños en las relaciones sociales: a) cuando se
alcanzar el fin y, versando la virtud sobre los obra por ignorancia, esta especie de daño se
medios, es esta eminentemente voluntaria subdivide en dos: primero, cuando el daño
como lo es el vicio. Está, pues, en nuestras se produce contrariamente a una razonable
manos el ejecutar actos virtuosos o perversos, previsión, dando lugar a lo que él llama des-
el obrar conforme a lo bueno o a lo vergon- gracia; segundo, cuando el daño se produce
zoso. He ahí la capacidad de bien y de mal no contrariamente a una razonable previsión
en Aristóteles. pero sin maldad, hay entonces un error cul-
De allí que Aristóteles conciba una rela- pable. Atendiendo a la razonable previsión,
ción directa entre voluntad y conocimiento. Aristóteles deduce que hay error culpable
Sin conocimiento no puede haber voluntad, cuando el principio de la ignorancia está en el
pues si obrar injustamente es simplemente agente; hay desgracia cuando está fuera de él
dañar a alguien voluntariamente y voluntaria­ (p. 68). b) cuando se obra conscientemente
mente significa que se conoce a quién se va a da- pero sin previa deliberación, como cuando se
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Voluntad y conocimiento como presupuestos... pp. 123-151

obra por cólera o por cualquier otra pasión,


sin premeditación cometiendo actos injustos,
pero quienes así obran no son ni injustos ni
malvados porque el daño causado no provie-
ne de maldad. c) en tercer lugar está el daño
causado por acto voluntario en presencia
de elección deliberada. En este caso se está
ante un acto injusto y malvado susceptible
del mayor reproche y de la mayor exigencia
de responsabilidad.
Los actos involuntarios son los ejecuta-
dos por fuerza o por ignorancia. La fuerza,
como elemento externo al agente que actúa,
deviene en principio extrínseco y, por tanto,
involuntario puesto que la causa de la acción
no está en quien obra. Respecto a la igno-
rancia, los actos mediados por ella pueden
ser no-voluntarios siempre que el agente
no experimente pena ni arrepentimiento,
involuntarios cuando la experimenten. En
lo que se refiere a la fuerza, dado que es
considerada como un factor exógeno para
efectos de clasificar los actos en involuntarios,
es menester preguntarse ¿De dónde debe
provenir la fuerza para que el acto devenga
involuntario? De la naturaleza, como el vien-
to, el agua o cualquier fenómeno capaz de
inhabilitarnos o menguar nuestra voluntad
al punto de convertirnos en medios, también
de los hombres.
Terminal de transportes (1974).
Pero si la fuerza no es del temple o
tenacidad suficiente como para nublar la Sin embargo, dado que el acto moral se
razón o por lo menos se hace resistible, nos compone de una serie de elementos tales
encontramos en presencia de un acto mixto, como los medios, las circunstancias, la deli-
mixtura que aparece por cuanto existe un beración, la elección, el fin, entre otras, cabe
agente o principio exterior que nos empuja preguntarse ¿Sobre qué aspectos concretos
hacia una acción no querida ni deseada por del acto moral debe recaer la ignorancia
nosotros pero elegida con preferencia a otra para desvirtuar la voluntariedad del obrar?,
posibilidad. De allí que Aristóteles asemeje
pero es preciso discernir antes las diferen-
estos actos a los voluntarios, pues la deter-
cias existentes entre obrar por ignorancia y
minación concreta de la acción es voluntaria
obrar en estado de ignorancia. El que obra
y sólo hay acciones concretas. Respecto de
la cantidad de fuerza o contundencia de por ignorancia actúa sobre lo que no sabe,
ella o de la amenaza para que el acto pueda tiene un desconocimiento del actuar y de las
ser tenido como involuntario, es asunto de consecuencias, es ausencia de conocimiento
cada caso en concreto, son las circunstancias al respecto. En estado de ignorancia, hace
particulares del acto las que determinan si es referencia a ciertas situaciones o estados
moral o no el acto. Luego habrá que vérselas particulares de la mente o de la conciencia en
con cada sujeto y con las circunstancias que tanto que privan al sujeto de ella o le impiden
rodeen la acción para efectos de atribuir o no deliberar sobre la acción y sus circunstancias
responsabilidad. particulares.
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En este orden de ideas, es menester recal- diversas funciones del alma. Así pues, la
car que no es la ignorancia en lo universal la estructura de la acción ética es la siguiente:
que desvirtúa la voluntariedad ni la ignoran- la razón intuitiva, que nos sirve en la
cia en la elección, puesto que para el autor, el vida práctica, ve que algo aparece como
desconocimiento de lo que le conviene o no bien. Luego entra en función el apetito y
hacer a un hombre en particular no alcanza transforma el juicio: ‘esto es un bien’ en
el grado de involuntario. Luego, la ignorancia un deseo y el conocimiento del bien en
capaz de trascender el nivel de lo voluntario una tendencia a él como al fin. La razón
es aquella que recae sobre las condiciones ordena y cuando se presta atención a
particulares de la acción. Aristóteles afirma esta orden, la voluntad tomo la decisión:
que quien ignora cualquiera de estas cir- ‘establezco esto como mi fin’. El próximo
cunstancias parece obrar involuntaria­mente,
paso es atinar con los medios para alcanzar
el parece no es una afirmación asertiva, ello
el fin. Nuevamente entra en actividad la
se demuestra cuando jerarquiza las circuns-
razón práctica; lo que importa ahora es
tancias dando el carácter de principales a la
naturaleza de la acción y su fin, parece obrar desplegar un sentimiento de tacto moral.
involuntariamente quien ignora alguna de Aunque exista un motivo para obrar, se
ellas, sobre todo de las principales, pudiéndose tiene que asegurar mediante la pondera-
decir que principales son la naturaleza de la ción de las circunstancias existentes, que
acción y su fin (p. 30). la acción es realizada en el debido tiempo,
frente a los hombres y situaciones correctas,
Así pues, es necesario analizar lo referente
a la deliberación que viene a constituirse por el debido fin y de la manera correcta
en elemento fundamental del presupuesto (During, 2000, pp. 716-717).
acerca de la racionalidad del hombre, y luego En el mismo sentido, Heller (1998) des-
pasar a la elección que es el punto de conver- cribe los pasos del acto moral de la siguiente
gencia entre la voluntad y la racionalidad. La manera:
elección preferencial (proairesis) constituye el “En efecto, el análisis es retrospectivo. Pri-
principio de autodeterminación del ser en el mero busca la causa inmediata que ha pro-
aspecto moral; esto es, en el mundo de las co- vocado el acto; y la encuentra en la decisión.
sas que dependen de nosotros. Deliberación Pasa luego a buscar las raíces de esta última
es investigación, análisis, estudio y es propio
y las localiza en la deliberación. Por último,
el deliberar de quienes poseen el dominio de
encuentra la base de la deliberación en la
la razón, delibera el que es dueño de su razón.
voluntad. La primera etapa en el tiempo
La elección y la deliberación recaen sobre el
vuélvese la última en el análisis. Partir del
mismo objeto: los medios, pues no se delibera
acerca de los fines sino de los medios. La deli- resultado y remontarse a las causas constituye
beración va encaminada a establecer el mejor un método mucho más posible en una obje-
medio para alcanzar el fin, el procedimiento tivación concreta que en una objetivación
a seguir y la manera de usarlo. Deliberamos con contenido moral, inconcreta además. La
sobre las cosas que dependen de nosotros y decisión es siempre, para Aristóteles, expre-
es posible hacer. Cada hombre en particular sión cabal de la autonomía. Sin embargo,
delibera sobre las cosas que puede hacer por la autonomía constituye un concepto más
sí mismo. amplio que la decisión. (…) la elección no
El proceso psicológico es doble: (a) la elec- es ni deseo, ni impulso, ni siquiera voluntad
ción del fin es un acto de la razón, dirigido (puesto que no tiende al objetivo final). La
por la voluntad. (b) el conocimiento del decisión no es ni siquiera opinión, puesto que
fin, es decir, del bien y por qué algo es un con elegir lo que es bueno o malo, en cuanto
bien, presupone meditación y reflexión. a una cosa, no opinamos, en cambio, qué es.
Esto pertenece al dominio de la razón La decisión es un acto electivo encaminado
práctica. La razón práctica y la orexis no a la acción y precedido por la deliberación
se distinguen por su objeto, sino porque son (p. 297).
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Voluntad y conocimiento como presupuestos... pp. 123-151

La deliberación busca la manera de acce- es ya la acción. Parafraseando, podría decirse


der a un fin determinado, estudia los medios que ante un tribunal, el proceso, el juicio
posibles, los compara, evalúa, juzga sobre su llevado a cabo donde se aportan pruebas y
pertinencia e idoneidad y se inclina por el se escucha a las partes es la deliberación, la
que considera más apropiado al fin, luego sentencia o veredicto es la elección. De una
lo presenta como candidato a elección. Si se correcta deliberación depende una buena
está en presencia de una gran gama de medios elección así como una justa sentencia o ve-
susceptibles de hacer posible la obtención redicto depende de una adecuada y correcta
del fin, se opta entonces por el más fácil y investigación.
eficiente. Si sólo se dispone de un medio, Como queda visto, se trata de un proceso
habrá que analizar los procedimientos más de disección del acto moral realizado por
adecuados para acceder al fin a través de este. Aristóteles, donde se separan los diferentes
Toda deliberación es una investigación. El pasos a saber: la deliberación como aspecto
objeto de la deliberación y el de la elección analítico-comparativo y la elección como
es el mismo, es decir, los medios, sólo que la aspecto decisorio. En otras palabras, la de-
elección parte ya de un objeto determinado, liberación se encarga de buscar los medios,
la elección siempre presupone al objeto, sopesarlos, mostrar sus ventajas y desventajas
puesto que lo juzgado por la deliberación es inclinándose por uno en particular, a la elec-
lo que se elige. En otras palabras, la delibera- ción le compete decidirse y orientarse por lo
ción da cuenta de cual de los muchos medios juzgado en la deliberación.
es el más adecuado a los fines dados, el más
fácil y el mejor, si hubiese varios los presenta a La elección, que viene después de la
la elección para determinar el medio a seguir. deliberación, es producto de la voluntad y
Aristóteles identifica la elección como un la razón, es función de la parte gubernativa
sistema de aprobación de la deliberación. del alma, siendo una mixtura de voluntad y
razón deviene en algo nuevo que fundamenta
En síntesis, una deliberación adecuada a la autodeterminación. La elección es manifies-
un acto moral, conforme con la prudencia, tamente voluntaria pero no se identifica con
es decir, una buena deliberación (euboulia) lo voluntario, que tiene mayor extensión (…)
debe versar sobre cuatro aspectos fundamen-
la elección, en primer lugar, no nos es común
tales a saber: a) rectitud del fin, esto es tener
con los seres irracionales (…) la elección, en
claro lo que se quiere y saber que lo deseado
efecto, va acompañada de razón y comparación
es bueno para el agente que actúa y para la
reflexiva; y la palabra misma parece sugerir
polis; b) rectitud en los medios, hace refe-
que la elección es tal porque en ella escogemos
rencia a la selección correcta del mejor de los
una cosa de preferencia a otras (Aristóteles,
instrumentos para lograr el fin perseguido;
2000, p. 31).
c) rectitud en el tiempo, esto significa que
la deliberación necesariamente debe tener La elección también recae sobre las cosas
un plazo, un término dado, pues se requiere que dependen de nosotros, sobre lo posible,
actuar pronta y oportunamente y no deli- es la que permite discriminar o clasificar el
berar eternamente, dado que poco sirve una carácter, siendo lo propio de la virtud por ser
correcta deliberación cuando ya no hay nada el resultado de la razón y la voluntad actuan-
que hacer; el tiempo de la deliberación está do en armonía. De ahí que la elección sea la
sujeto a la necesidad y oportunidad del obrar, responsable de escoger entre el bien y el mal
a las circunstancias precisas del acto porque y por ello se nos debe responsabilizar puesto
lo que se requiere es pensar para actuar; d) que pudiendo optar por el uno lo hacemos
rectitud en el fin último, es decir, deliberar por el otro atendiendo a criterios diversos.
de manera que la acción tienda a materializar Aristóteles es reiterativo al afirmar que
o realizar la felicidad del hombre, puesto que de nosotros depende el ser hombres buenos
todo tiende hacia la eudaimonia. Deliberar o malos, puesto que somos seres dotados
es juzgar, es adelantar un juicio, un proceso de razón permitiéndosenos deliberar y, de
investigativo que culmina en la elección que voluntad que nos posibilita el querer o no
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algo y, más aún, podemos hacer uso de estas causalidad está establecido sólidamente a
dos facultades en el momento de la elección priori, como la regla general a la que están
optando por el bien o por el mal. El autor sometidos, sin excepción, todos los objetos
considerara un alto grado de autodetermi- del mundo exterior. El carácter absoluto de
nación en el hombre, que le hace capaz de este principio es una consecuencia misma de
escoger (elegir) de manera deliberada (razón) su prioridad. Se refiere esencial y exclusiva-
y por voluntad propia entre actuar de de- mente, a las modificaciones fenoménicas; y
terminada manera o abstenerse de hacerlo, dice que, cuando, donde sea y en cualquier
autodeterminación que, necesariamente, momento, en el mundo objetivo, real y
implica responsabilidad. material, una cosa cualquiera, grande o
Así, pues, Aristóteles deriva de la voluntad pequeña, experimenta una modificación, el
y la racionalidad del hombre una capacidad principio de causalidad nos da a entender
de autodeterminación moral que le hace res- que inmediatamente antes de este fenómeno,
ponsable de sus actos. Pero ¿se puede hablar otro objeto ha debido experimentar otra
de la voluntad como una primera forma de modificación; lo mismo que, para que este
libertad? ¿Es efectivamente la voluntad libre? objeto pudiera modificarse, otro objeto debió
¿En qué consiste la libertad de la voluntad? hacerlo anteriormente; y así, hasta el infinito
Son preguntas que en Aristóteles no están (Schopenhauer, pp. 109-110).
resueltas y que nos llevan a Schopenhauer. Por aquella, es decir la libertad, una mani-
festación (si es que se puede denominar así)
originaria, un principio o causa incausada,
Voluntad y libertad lo que no depende de otra cosa, aquello que
en Schopenhauer está más allá del principio de causalidad, lo
Para Schopenhauer (1970) la libertad no que se sustrae a todo antecedente.
es un problema resuelto y ello conlleva a que En este sentido, y entendida la libertad
en su obra: Los dos problemas fundamentales como ausencia de causa o condicionante,
de la ética, formule el debate entre la libertad Schopenhauer niega la libertad de la voluntad
de la voluntad y la sujeción del universo al atendiendo a las normas del entendimiento,
principio de razón suficiente o principio pues la autoconciencia da cuenta de nuestras
de causalidad. Define, entonces, la libertad acciones una vez estas han ocurrido, luego
como antónimo de necesidad, entendiendo accedemos a su conocimiento de manera
por esta, la obligatoriedad ad infinito de una tardía o ex post facto, en otras palabras, una
cosa o estado de obedecer a otra cosa o esta- vez realizado el acto. De aquí que la autocon-
do, esto es, que nada ocurre en el universo ciencia no pueda comprender el problema
sin que antes haya habido algo que sirviera de la libertad de la voluntad, dado que ella,
de causa u origen para que el fenómeno en la libertad, sólo puede ser conocida de ante-
estudio hubiese tenido ocurrencia. Así, si mano, o sea antes de la acción y no después
una hoja que pendía de un árbol ha caído al de esta. Si intentásemos abordar el problema
suelo, esto se debe a una fuerza (aire, mano desde una posición apriorística, es decir, ex
del hombre o acción física) que actuó sobre ante, nos veríamos en la penosa situación de
ella para tirarla. no poder resolver la cuestión dado que sólo
(…) la forma más general y la más esencial sabremos si existe o no libertad de acción es
de este entendimiento es el principio de al momento de su producción, antes de ella
causalidad, pues incluso gracias únicamente solo hay una simple especulación expresada
a este principio, siempre presente en nuestro de la manera puedo hacer lo que quiero y lo
espíritu, puede ofrecerse a nuestros ojos el que quiero lo puedo, especulación que podría
espectáculo del mundo real como un con- llevarnos al absurdo ilusorio de afirmar que
junto armonioso, porque nos hace concebir se está en libertad de realizar dos acciones
inmediatamente, como efectos, las afecciones contradictorias entre sí al mismo tiempo.
y las modificaciones ocurridas en los órganos En consecuencia, la autoconciencia no es el
de nuestros sentidos (…) el principio de tribunal más indicado para absolver nuestras
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Voluntad y conocimiento como presupuestos... pp. 123-151

inquietudes al respecto, de allí que tengamos


la necesidad de acudir al entendimiento y
este nos ubica en una de sus directrices: el
principio de causalidad o de razón suficiente,
el cual estaría abiertamente en contradicción
con una supuesta causa incausada o motor
primero, cosa que desvirtúa la existencia de la
libertad o liberum arbitrium differentiae.
Hasta aquí, Schopenhauer es coherente Graderías Universidad de San Buenaventura (2001).
en su argumentación, pues si aceptamos la
universalidad del principio de razón sufi-
hecho primero e inexplicable, la cual, lle-
ciente, y congruentes con dicho principio,
vando el nombre de voluntad, se distingue
no admitimos excepción alguna, la acción
de las demás fuerzas de la naturaleza en que
humana no puede ser libre, conclusión que
la conocemos, no solo desde el exterior, sino
se deduciría, necesariamente, de una especie
que, gracias a la conciencia, la conocemos
de silogismo a saber:
también desde el interior e inmediatamente.
− El universo se rige por el principio de Únicamente bajo el supuesto de que exista tal
causalidad. voluntad y de que, en cada caso particular,
− El hombre y la voluntad hacen parte del sea de una constitución determinada, actúan
universo. las causas dirigidas hacia ella, llamadas aquí
− Luego el hombre y la voluntad están motivos. Esta constitución especial e indi-
regidos por el principio de causalidad. vidualmente determinada de la voluntad,
Sin embargo, Schopenhauer va más allá gracias a la cual su reacción sobre los mismos
y ve la necesidad de profundizar acerca de la motivos es distinta en cada hombre, consti-
voluntad misma, de su estructura y deter- tuye lo que se llama el carácter de cada uno
minación a efectos de salvar la libertad. Ve y, a decir verdad, carácter empírico, porque
en ella una fuerza que reacciona o se excita no es conocido a priori, sino solo a través de
ante ciertos estímulos, pero no lo hace de la la experiencia (Schopenhauer, p. 138).
misma manera en cada individuo frente a las Es, pues, la voluntad una fuerza interior
mismas circunstancias. A esta peculiaridad que en el hombre experimenta diferenciación
de la voluntad de reaccionar distintamente dependiendo de cada individuo, voluntad
en igualdad de circunstancias tratándose de moldeada o preformada por el carácter. Así,
individuos determinados la llama Carácter. se desplaza el problema de la libertad como
De aquí se desprende que el hombre es sujeto ausencia de condicionante de la voluntad
volitivo, esto es, poseedor de voluntad, pero al análisis de la voluntad misma. Dado que
la voluntad obra de manera distinta en cada no se puede desconocer la universalidad del
persona dado que el carácter le imprime principio de razón suficiente, regla inescindi-
una impronta o identidad a la voluntad ble de las estructuras del entendimiento.
individual, le da un sello característico que La voluntad como cualquier otra fuerza de
lo diferencia de otros. la naturaleza no se sustrae a la determinación,
Lo que es verdad en las causas, en el sentido pero reacciona de manera diferente ante la
más estricto de la palabra, y en las excita- presencia de un estímulo y esto gracias al
ciones, lo es también en los motivos; ya que carácter.
la motivación no es distinta, en lo esencial, El hombre, por el contrario, gracias a su
de la causalidad, sino solamente un aspecto capacidad de formar representaciones no
de la misma, a saber, la causación que opera sensibles, por medio de las cuales piensa y
por mediación del entendimiento. También reflexiona, domina un horizonte infinita-
aquí la causa no hace sino provocar la mani- mente más extenso, que abarca lo ausente,
festación de una fuerza irreductible a fuerzas lo pasado y lo futuro: ofrece, por así decirlo,
más simples que hay que admitir como un una superficie mucho más grande a la acción
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de los motivos exteriores y puede, por consi- posibles, una elección mucho más amplia
guiente, ejercer su elección entre un número que el animal. Hay ya para él una libertad
mucho más considerable de objetos que el relativa (Schopenhauer, p. 121).
animal (Schopenhauer, p. 1.209). Es en este proceso del entendimiento don-
Existen condicionamientos externos que de la educación logra acceder a la voluntad
actúan sobre él (carácter) y lo llevan a reac- y ganar un nivel de libertad. No olvidemos
cionar de una u otra forma, pero no son sólo que existe un determinismo dado por las
este tipo de influjos, pues también los hay de circunstancias externas, y que sobre estas, al
carácter interno, como los motivos que llevan momento de actuar, no tenemos ninguna
junto con lo externo a excitar el carácter incidencia. Luego es sólo en el campo del
y a producir la acción o comportamiento entendimiento, donde el hombre que se
voluntario. Entendiendo por voluntario conoce a sí mismo, y valiéndose de dicho co-
no lo que es libre de condicionantes sino lo nocimiento, logra preordenar contramotivos
producido por la fuerza preformada de la suficientemente fuertes como para orientar
voluntad (carácter) ante una circunstancia su voluntad en determinado sentido, a partir
exterior mediada por un motivo. de la educación o formación, adquiriendo un
Ante la incidencia obligada de las con- nivel de libertad o libertad relativa, gracias
diciones o circunstancias exteriores en el a la conquista de parte de su carácter. Esto
comportamiento humano, producto del es, la conquista o dominio de los motivos
principio de causalidad mecánico, no que- como agentes de la acción preordenados por
da otra cosa que estudiar el condicionante el entendimiento.
interno de la voluntad, esto es, el motivo, La libertad humana es relativa, compren-
para analizar en qué medida podemos par- de la capacidad de obrar en determinadas cir-
ticipar de él, y ganar espacio en un mundo cunstancias conforme a los contramotivos y
de antemano determinado por las fuerzas de al conocimiento de sí mismo. Se mueve en un
la naturaleza. espectro que se amplía o disminuye conforme
El motivo, puede tener su origen en al saber que se tenga de las pulsiones o exci-
elementos externos e internos ya sean estos, taciones biológicas, así como de la capacidad
cosas físicas o ideales, fantasías, imágenes o de manejarlas e imponer ante los impulsos
cualquier otro tipo de representaciones que, precursores de la voluntad, razones de mayor
en un comienzo, fueron tomadas del mundo peso y fuerza para controlarlas reorientándola
exterior. Igualmente, el tiempo del motivo para que actúe de determinada forma. De
debe ser anterior o, por lo menos, conco- ahí, que en el postulado Schopenhaueriano
mitante a la acción, pues de no ser así, no se aparezca la educación como parte del enten-
explicaría cómo lograría ser causa de ella. dimiento capaz de presentar motivos ante
La naturaleza del motivo es de carácter la voluntad para ganar su inclinación en un
inmaterial, pero una cosa es el motivo en sí y sentido determinado. Entre más me conozco
otra el objeto de este, no podemos confundir y puedo preordenar mi entendimiento hacia
el objeto del deseo con el deseo mismo. Esta ciertos comportamientos, soy más libre.
naturaleza es la que le da capacidad al en- De la misma manera, entre más impe-
tendimiento para aprehenderlo, moldearlo, dimentos culturales o normativos imponga
sopesarlo y presentarlo ante la voluntad con a mi voluntad, a partir de la educación e
el propósito de excitarla a actuar. internalización de valores y creencias, con
El pensamiento deviene motivo, como la plena conciencia de ellos, más dueño soy
percepción deviene motivo, tan pronto como de mis actos. Pues una cosa es la propiedad
puede ejercer su acción sobre una voluntad del obrar o la asunción del comportamiento
humana. Pero todos los motivos son causas y como propio y otro muy distinto es la liber-
toda causalidad entraña necesidad. (…) El tad negativa o liberum arbitrium differentiae.
hombre es capaz de deliberación y, en virtud Schopenhauer introduce aquí un nuevo
de esta facultad, tiene, entre diversos actos concepto de libertad, esta, no tiene que ver
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Voluntad y conocimiento como presupuestos... pp. 123-151

con la ausencia de obstáculos para obrar las circunstancias externas, nuestro nivel de
sino con el conocimiento pleno de que obro libertad mengua, pues no podemos interve-
condicionadamente, y que parte de esos con- nir de la misma manera en la naturaleza que
dicionamientos son aportados o presentados en nuestras creencias.
a la voluntad por mi propio entendimiento, Es comprensible la imputación que
como contramotivos para superar situaciones hacemos de nuestros actos si nos atenemos
externas y biológicas o tendencias particu- al sentimiento de propiedad que experi-
lares. Así, la libertad no radica en el acto mentamos sobre ellos, pero ¿Cómo atribuir
mismo, es decir en la acción sino en el ser, responsabilidad alguna a un hombre por
que es dueño de su propia acción, situación sus actos si ellos no dependen de él sino de
que es conocida gracias al sentimiento que se circunstancias externas sobre las cuales éste
tiene o se percibe por parte nuestra de ser los nada puede hacer? Schopenhauer parte de
autores del acto sin necesidad de referirnos a la consideración que el motivo es el factor
los condicionamientos de la acción. determinante en la acción, luego es suscepti-
La pregunta por la libertad de la acción ble de obtener un comportamiento diferente
tiene respuesta negativa dado que ella obe- frente a circunstancias iguales siempre que
dece y tiene como causa al motivo (elemento se logre un dominio del carácter, bajo el
condicionante interno) y a las circunstancias adiestramiento metódico de la voluntad, a
físicas (condicionante externo). Pero atribuir partir de la educación y la imposición de
la libertad al ser y despojar a la acción de ella, contramotivos.
¿acaso no nos remite al mismo problema? ¿Es El carácter es invariable, los motivos
libre el ser? Éste también obedece al princi- actúan con necesidad: pero han de pasar
pio de razón suficiente o de causalidad, el por el entendimiento, que es el médium de
entendimiento nos lo recuerda, no podemos los motivos. Pero este (el entendimiento) es
escapar a dicho principio. Entonces, ¿en capaz, en grado infinito, de la ampliación
qué medida Schopenhauer contribuye al más diversa, de la incesante corrección:
esclarecimiento del problema de la libertad? en ese sentido trabaja toda educación.
En el sentido que no hay libertad absoluta, La cultura de la inteligencia, mediante
que somos dueños de nuestros actos pero conocimientos y opiniones de todo tipo, es
eso no nos da la capacidad para cambiarlos, moralmente importante, porque abre a la
sólo una adecuada comprensión de nuestros coacción motivos para los que el hombre
limitantes y una correcta motivación pueden, permanecería cerrado sin ella. Mientras
aunque no siempre, lograr que una persona no podía comprenderlos, no existían para
actúe de forma distinta ante una situación su voluntad. Por eso, bajo las mismas
especial gracias a la capacidad de persuasión circunstancias exteriores, la posición de
que tiene el entendimiento para excitar la un hombre puede ser la segunda vez muy
voluntad con contramotivos. diferente, en la acción, a la primera, si
Cabe la pregunta ¿Cuál factor es más im- en el entretanto se ha hecho capaz de
portante a la hora de actuar, el motivo o las comprender justa y perfectamente aquellas
circunstancias externas? De la respuesta que circunstancias, por cuanto ahora actúan
demos a esta pregunta depende el nivel de sobre él motivos para los que antes era
libertad, pues si optamos por el primer factor, inaccesible (Schopenhauer, p. 144).
esto es, los motivos, encontraremos un mar- Por ello, él respondería que sí es dable
gen de libertad elevado siempre que se posea reprochar el comportamiento y exigir con-
un conocimiento del hombre en particular y ductas adecuadas en la medida en que el
una capacidad de auto-motivación suficiente hombre pudo motivarse por razones nobles
para contrarrestar los impulsos biológicos y o plausibles o incluso por la ley y, a pesar de
las apetencias internas que pueden actuar y ello, no lo hizo. Luego, la responsabilidad y
de hecho lo hacen como motores de la ac- la imputabilidad tienen asidero en la posi-
ción. Si seguimos el segundo factor, es decir, bilidad de motivación que posea el ser, de
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allí que la libertad radique no en la acción Hasta aquí se ha visto cómo la dogmática
misma sino en el ser, ser capaz de volición penal construye la categoría de delito, aten-
y motivación, no obstante la determinación diendo a intereses que la sociedad prioriza en
exterior un contexto sociopolítico en épocas determi-
(…) porque las leyes parten del supuesto nadas, a fin de proteger los bienes y valores
justo de que la voluntad es moralmente considerados de especial trascendencia para
libre, en cuyo caso no se puede dirigir, sino lograr la convivencia armónica entre los
que está sometida a la necesidad por los miembros del colectivo social. Estos bienes
motivos. Por eso, a todos los posibles mo- y valores son transmitidos de generación en
tivos que llevan al crimen, los legisladores generación a través de los procesos de sociali-
oponen motivos contrarios más fuertes, en zación primaria y secundaria mediante insti-
los castigos con que amenazan, y un código tuciones como la familia, la escuela, la iglesia,
penal no es otra cosa que un índice de mo- la universidad, la fábrica, entre otras, con el
tivos contrarios a las acciones criminales firme propósito de lograr que los individuos
(Schopenhauer, p. 209). interioricen las normas de comportamiento
que deben seguir y las que deben desechar
Que la libertad radique en el ser signi-
o rechazar.
fica, entonces, para Schopenhauer que ese
ser debe tomarse de manera plena, esto es, Los procesos de socialización no siem-
que debe juzgarse en su totalidad y no en la pre operan de manera perfecta o adecuada
particularidad de la acción, pues la libertad permitiendo que parte de la colectividad
deviene de su capacidad de motivación y esta, asuma conductas y prácticas atentatorias
a su vez, de su nivel de instrucción siempre de los bienes y valores protegidos por la
que pueda estar en condiciones de presentar comunidad, a este tipo de comportamientos
ante el tribunal de la voluntad consideracio- se les denomina conductas desviadas por
nes de peso suficiente como para descartar aislarse del patrón esperado por la sociedad,
el motivo o el impulso que conduce al acto por optar por la anormalidad en lugar de la
no aprobado. De allí que afirme que de nada uniformidad o generalidad. Estas conductas
sirven los discursos y sermones morales si desviadas no siempre constituyen la fuente
no tienen el talante suficiente para llamar la del caos social, también dan lugar a la nego-
atención de la voluntad y producir el acto. ciación de valores, a la imposición de nuevos
bienes y a su transformación permitiendo
Luego la libertad se da en la medida en el cambio social y, en casos extremos, a las
que se logra un conocimiento de sí mismo, revoluciones.
lo que equivale a un carácter conquistado,
La desviación tiende a ser corregida, ini-
en el sentido de aprendido, cosa que me
cialmente, mediante la socialización, cuando
permite saber cómo y ante qué circunstancias
esta no da resultados satisfactorios entra a
reacciono de esta o aquella manera, situación
operar el control social bajo sus múltiples ma-
que ya, de por sí, es un avance, y cuando
nifestaciones: el rechazo, la ridiculización, la
apropiado el conocimiento que de mí tengo
mofa, la amonestación, la sanción disciplinar,
me esfuerzo en educarme y formar una serie
la expulsión de grupos, la estigmatización,
de contramotivos tendientes a desplazar los
entre otras, pero cuando la desviación es de
impulsos innatos de mi carácter. Esto le
aquellas que vulnera o lesiona los valores
permite a Schopenhauer, trasladar la libertad
más preciados por la sociedad, interviene el
del plano de la acción al campo del ser. En
derecho penal como parte del control social,
síntesis, la libertad es relativa y depende de la
encuadrando la conducta en un tipo penal y
capacidad instructiva que posea un hombre
aplicando la sanción punitiva respectiva.
para generar motivos más allá de sus impulsos
y de las condiciones propias de su carácter. El derecho penal, como instrumento del
control social, estructura el delito en un cons-
tructo tripartita: tipicidad, antijuridicidad y
Conclusiones culpabilidad, a efectos de poder atribuir res-
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Voluntad y conocimiento como presupuestos... pp. 123-151

ponsabilidad y castigar al infractor. El delito la dificultad que enfrenta el juzgador a la hora


como noción compleja requiere, entonces, de determinar estos aspectos dado su carácter
de estar previamente descrito en la ley penal subjetivo y exhorta a los funcionarios, a deri-
como conducta prohibida, lesionar o poner var el componente subjetivo de los elementos
en peligro un valor o un bien jurídicamente objetivos, es decir, de la apreciación de los
relevante para la sociedad y, por último, que hechos y de las circunstancias objetivas ha
quien violó la norma causando daño a otro de inferirse las condiciones subjetivas de
lo haya hecho con culpabilidad, esto es, para intencionalidad y conocimiento. Si se mira
el caso que nos ocupa, con dolo. a la ligera, la cosa parece clara y sin proble-
El dolo se da, conforme al decreto 100 mas, pero un análisis más detenido permite
de 1980 (anterior código penal) y a la advertir la contradicción del argumento en
Ley 599 de 2000 (actual código penal) la medida que la subjetividad se predica de
“cuando el agente conoce los hechos cons- circunstancias internas y psicológicas del
titutivos de la infracción penal y quiere su agente que no necesariamente se pueden de-
realización”(Artículo 22 del Código Penal, rivar de una observación de las circunstancias
Ley 599 de 2000); es decir, cuando existe un objetivas, pues de ser así, no tendría sentido
conocimiento por parte del infractor respecto realizar la división en elementos objetivos y
de la prohibición, de la ilicitud de su actuar subjetivos si de los primeros se desprendiera
y, sin embargo, quiere y realiza su compor- con claridad el conocimiento de los segun-
tamiento haciendo caso omiso al mandato dos. Veamos lo que la Corte en reiterados
legal. Dolo que ha sido tanto doctrinal como pronunciamientos expresa al respecto:
jurisprudencialmente contemplado como la La doctrina y la jurisprudencia han sos-
unión de dos elementos: un aspecto cognos- tenido invariablemente que la intención
citivo (el saber o conocimiento de la ilicitud es un elemento eminentemente subjetivo,
de la acción) y un aspecto volitivo (querer, cuya presencia se debe deducir de los factores
desear la realización). objetivamente ejecutados, tales como la cali-
La ley no ha especificado aún en qué dad ofensiva del arma utilizada, la región
consiste el conocimiento requerido para anatómica interesada, el número de golpes
hacer responsable al infractor, qué tanto y otros similares. Lo anterior no quiere decir
conocimiento debe tener el agente, sobre que para concluir que existe una intención
qué aspectos en concreto debe versar el co- homicida debe concurrir todos los factores
nocimiento, la jurisprudencia tampoco ha antes enumerados, es decir que se utilice un
lograda unanimidad al respecto, la doctrina arma con capacidad ofensiva, que se afecte
varía de acuerdo a las corrientes o escuelas una región anatómica altamente vulnerable
en que se matricula el autor generando un y que además el golpe se reitere de manera
nivel de incertidumbre a la hora de resolver plural, porque cada caso debe ser objeto de
problemas donde se requiera demostrar o análisis del juzgador (Corte Suprema de
donde se ponga en duda dichos asuntos. En Justicia, Sala de Casación Penal. Senten-
lo atinente a la voluntad existe, quizá, ma- cia del 19 de mayo de 1994).
yor incertidumbre y disparidad de criterios, En sentencias posteriores se aprecia la
luego nos vemos en la imperiosa necesidad misma posición y se recalca la dificultad de
de buscar el fundamento filosófico de estas apreciar el dolo remitiendo su prueba a las
categorías a fin de brindar luces y aclarar circunstancias objetivas:
dudas que pongan o intenten dar fin a la Dada la inmaterialidad de los sentimientos,
polémica. Es aquí donde intervienen autores de los pensamientos y de todos los aspectos
como Aristóteles y Schopenhauer. que conforman la subjetividad del ser, no
Para la Corte Suprema de Justicia el es posible obtener pruebas directas de la
dolo se mueve entre el conocimiento y la intención que precede, impulsa y acompaña
intención del agente a la hora de cometer el la realización de una conducta típicamente
injusto, sin embargo, la misma Corte expresa descrita en el estatuto penal, lo que sólo
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Yesid Echeverry Enciso

pueda deducirse de las circunstancias en las información sobre el dolo como elemento
cuales su autor la ejecuta (Corte Suprema subjetivo de la acción a partir del estudio
de Justicia, Sala de Casación Penal. de la acción misma, es decir del hecho
Sentencia 3 de junio de 1994). fenomenológico de conformidad con las
Como el dolo es conocimiento y voluntad, circunstancias de tiempo modo y lugar.
éste no puede manifestarse sino mediante Sin embargo, la lógica nos enseña todo lo
la exteriorización, el hacer o no hace del contrario, es decir, que la intencionalidad
respectivo procesado. De todos modos es es la madre del acto, pues la intención o la
una conducta la que saca a flote al aspecto voluntad llevan a la razón a escoger el medio
subjetivo de la delincuencia, tornándose más eficiente para realizar el fin deseado. En
superflua una repetición de todo el quehacer otras palabras, la ideación o representación
típico y antijurídico con miras a reiterar el del acto presupone al acto mismo tal y como
dolo, el cual debe merecer examen especial lo expone Aristóteles en su Ética nicomaquea,
en el evento de que se aduzcan algunas de pues ¿cómo deducir el dolo cuando alguien,
las causales de inculpabilidad previstas en el accidentalmente acciona un arma de fuego
artículo 40 del código penal (Corte Supre- dirigida a la cabeza de un oponente, bajo la
ma de Justicia, Sala de Casación Penal. firme convicción que aquella se encuentra
Sentencia del 10 de agosto de 1994). descargada o sin proyectiles, de las circuns-
tancias fenomenológicas? Las circunstancias
En el mismo sentido, el fallo con ponencia
de ser un oponente o un rival ubican al
del Gustavo Gómez:
agente del homicidio ya como si en su mente
Un dictamen emitido con el fin de estable- hubiese obrado el deseo de matar, la utili-
cer su una persona estaba en capacidad de zación de un arma de fuego –que se reputa
autodeterminarse o no, ofrece al juez los idónea para causar la muerte– y el área de
elementos de juicio necesarios para que él impacto, la cabeza como una parte del cuerpo
precise, con las otras pruebas del proceso, si de especial vulnerabilidad son elementos que
esa persona en un caso dado, quería la rea- muestran la inmensa dificultad para estable-
lización del específico hecho punible que se le cer el dolo o elemento subjetivo a partir de
imputa. Pero ni el perito ni el juez pueden, las circunstancias objetivas del hecho, por no
por vías de aplicación de las ciencias de su extenderme en ejemplos.
particular dominio, fijar la magnitud de la Todo esto hace que sea necesario volver a
intención porque el perito se limita a señalar Aristóteles quien, como ya se mostró, logra
que la persona goza de capacidad psíquica develar sobre qué circunstancias específicas
suficiente para actuar intencionalmente y debe exigirse conocimiento al agente para
el juez se concreta a inferir y concluir si la determinar si su comportamiento es o no
persona obro con intención o no (…) No injusto. De igual manera, es Schopenhauer
existe un dolómetro que permita establecer el autor que muestra las características y
ni el dolo no su medida, ni intenciónometro condiciones de exigibilidad de la conducta
que faculte determinar la intención y su teniendo como presupuesto la voluntad,
cuantificación. Debe recordarse que una cosa los determinantes internos de esta como los
es MEDIR (comparar una cantidad con su deseos, motivos y contramotivos susceptibles
medida, con el fin de averiguar cuantas veces de producir la acción, el nivel de libertad bajo
la segunda está contenida en la primera. el que puede obrar un hombre atendiendo a
DRAE) y otra es examinar la mayor parte sus circunstancias de formación y el carácter
o menor vulneración del bien jurídico para por los niveles de socialización y educación,
efectos de dosimetría penal (Corte Supre- uniendo la libertad humana y el dominio
ma de Justicia, Sala de Casación Penal. del acto a los procesos de interiorización de
Sentencia 26 de septiembre de 1994). la norma, destacando la naturaleza de la vo-
De las anteriores citas jurisprudenciales, luntad y el papel de la educación al momento
queda claro que la posición de la Corte se de la decisión. De esta manera, acudiendo a
orienta hacia la posibilidad de obtener la los dos autores mencionados, se mengua la
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Voluntad y conocimiento como presupuestos... pp. 123-151

dificultad de demostrar el dolo y se brindan –– CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sala


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