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UNIVERSIDAD NACIONAL DELA PLATA : Facultad do Humenidadesy Cicncio ds la Edveacibn ; (Caren: Presa on Historia Matera Historia Gener Vi nee Profesor. Dr. Alejndro Simona Caro 2010 HOBSBAWN, Eric J. “El dia después. del fin. de un siglo” [En: La Ciudad Futura. Buenos Aires, N° 28, Abril-Mayo de 1991], 29-31 El ensayo del historiador marxista inglés Erie. J. Hobshawn se propone descifrar la herencia politica del siglo XX a partir del cambio epocal provocado por el colapso de los sistemas econémico-sociales del socialismo real, Cuestionando cualquier tipo de visién triunfalista, Hobsbawn insiste en la necesidad de releer en el tiempo la experiencia de la tradicién comunista y, sobre todo, no soslayar los profuundos riesgos que tal situacién coloca en el horizonte futuro. Bn tal sentido el ensayo se articula en tomo a dos ejes: la historizacién de la revolucién de octubre y un diagnéstico sobre los precarios equilibrios internacionales de los préximos aftos. Sobre estos dos temas seguiremos publicando en el futuro otras contribuciones significativas del debate ‘socialista en el mundo. {Cul es el significado hist6rico de 1989, el afto en que en la Europa del Este 1 comunismo se ha derrumbado; de tin modo imprevisto y presumiblemente irrevocable, anticipando el_colapso del actual régimen en la URSS y el desmantelamiento de su estructura de federacién de estados y repiiblicas? Los diagnésticos inmediatos son un {juego peligroso, tan peligroso como las profecias inmediatas. Las ‘inicas personas que no vacilan a entregarse a ellas son aquellas que confian en que sus diagnésticos y profectas serdn inmediatamente olvidados (como ocurre con los periodistas y los comentadores) 0 no (recordados més'allé de sus sucesivas jornadas electorates como los politicos). Por otra parte, hay momentos én los actuales acontecimientos se ‘ecneentran en un breve lapso, y cualquiera sea fa evaluacién que de ellos hacemos, estos son “simplemente” hist6ricos e inmediatamente visibles. ELafio de la revolucién francesa y 1917.son momentos de este tipo y clarimente Jo es también el atic 1989. ;Qué juicto podemos dar de él? Es mucho més simple ver a 1989 como una conclusién més que como un inicio. Ha sido el fin de una era en la cual a historia mundial estuvo dominada por la, Revolucién de Octubre. Por mas de 70_afios todos los gobiernos occidentales v las el comunismo, transformado luego én el miedo al poder militar dé Ja URSS y desus potenciales repercusiones internacionales. Los gobiemnos occidentales estén ahora ajustando cuentas con el derrumbe de una politica intemacional concebida enteramente Sin la’ coriviceién de: tal amenaza la NATO, no tiene ningin sentido, Jamés tivo realidad alguna esta imagen tal de una Unién Soviética aprestindose a invadir el “mundo libre”. para atender la anienaza sovigtica, tanto: politica coro m UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA Facultad de Humenidaesy Clenie de a Busan (Cater Profesor on Histo Matra: Historia Gono Vt Prefse, Dr Alejandro Simona? (Caso: 2010, Por més dé 70 afios la politica intemacional fue entendida, por un lado, como una cruzada, und guerré fria religiosa, con un breve intervalo para confrontarse con los, peligros mucho més reales del éje Tokio-Berlin, Por otro lado, es evidente desde hace mucho tiempo que no se trata dé nada semejante. Es cierto que Lenin y los botcheviques vieron la revolucién de octubre como la primera fase una revoluci6n mundial que habria abatido al capitalismo. ‘Las primeras generaciones de comunistas (incluso quien esto escribe) concordaron en autopresentarse como un. ejército disciplinado pronto a combatir y vencer en la revolucién mundial. Nikita Jruschov, el tinico campesino que alguna vez gobémd en Rusia (0 cualquiera otro’ estado importante), ctefa todavia sinceramente que el comunismo habria sepiiltado al capitalismo, aunque no a través de la revoluci6n. Y Ia dramética prolongacién tanto de la revolucién antiimperialista como de la comunista, después la Segunda Guerra Mundial parecié a primera vista confirmar la prevision. Sin embargo es claro que, desde fos primetos afios 20 en adelante, la téctica segiida por la URSS no era més concebide para aleanzar una revolucién mundial, aunque asi la hubjera ciertamente acogido con beneplicito. En era de Stalin, que desalenté activamente el ascenso al poder de cualquier partido comunista y desconfié de aquellos partidos comunistas que hicieron la revolucién sin haber consultado, la politica rusa fue cauta y esencialmente defensiva, aun después de las sensacionales victorias obtenidas por el ejército rojo en la Segunda Guerra Mundial, Jruschov, a diferencia de ‘Stalin, supo astimir los riesgos en la competencia pacifiea y por esta tazén perdié su cafgo. Cualquier cosa que Brezhnev deseara hacer: difundir el comunism en todo el mundo, permitir la invasi6n al Oeste, nada de esto estuvo'en su poder o en sus programas. Después de 1956, cuando el movimiento comtinista intefiacional comenz6 a desintegrarse de manera visible, varios grupos fuera de la drbita de Mosc reivindicaron la herencia marxista-leninista originaria o al menos la revolucionaria mundial. A escala mundial, ni las’ 57. variedades trotskistas,’ maoistas, marxistas revolucionarios, neoanarquistas y otros, ni los estados empefiados en sostenerlos, obtuvieron gran cosa. Aiin en naciones particulares su impacto, excepto por breves momentos, fue por lo comin marginal. La tentativa més sistemética de difundir la revolucién a lo largo de ye UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA acuta 6 Humanidades yCincias dea Educcion ‘Cara rosea ea Historia Mate: Histria Genel VU ° Profesor, Dr. Alejandro Simona Curae: 2010 esta Iinea, la campafia de exportacién de Ja. de la revolucién cubana de los afios 60, no parecié poder dar ni siquiera los primeros pasos. A diferencia de la primera oleada revolucionaria de los afios 1917-1919 y de la que siguié a la Segunda Guerra Mundial, a la tervera oleada, ogincidente con la crisis mundial de los afios 70, le falté una tradicién ideol6gica unificadora yun polo de -atraccién. El més importante sacudimiento social de este periodo, Ja revolueién fran, miraba a Mahoma y no a Marg. Los comunistas, si bien fundamentales para Ia climinacién de los iiltimos retardatarios de la era fascista europea, fueron répidamente dejados de lado en el Portugal del post-Salazar y en la Espafia post-franquista por aquellos que afirmaban ser socialdemécratas. Pero si no habia existido un movimiento significativo para abatir el capitalismo en el mundo, los revolucionarios esperaban_todavia_que sus contradicciones y las de_su_sistema internacional lo habrfan tomado vulnerable -y quizas en un momento preciso finalmente vulnerable - y que los marxistas, o en general los socialista habrian planteado una alternative, Si el poder comunista né patecié expandirse mucho, excepto en’ algunas pequeitas naciones latinoamericanas y, nominalmente en estados afticanos de escasa relevancia intemacional, el mundo estabs todavia dividido en “dos campos” y cualquier nacién o movimiento que rompia con el capitalismo tendia a gravitar o a ser absorbida politicamente por Ja esfera socialista. En las décadas sucesivas a 1945, era muy raro encontrar excolonias que momento no hubieran reivindicado ser “socialistas” y no siguiera el modelo oriental de desarrollo econémico. En sintesis, las politicas mundiales podian ser vistas, también por la izquierda, como cristalizaciones de las consecuencia de la revolucién de octubre, ‘Ahora todo esto ha concluido. El comunismo en la Europa del Este se ha disnelto 0 se esta disolviendo, Lo mismo ocurre en la Rusia que nosotros conocimos. Cralquiera sea la realidad china, cuando los titimos exponentes de la generacién de la Langa Marcha estén muertos esa tendré poco que ver con Lenin y todavia menos con Marx. Fuera de aquellas que constituian las regiones del “socialismo real”, hoy. probablemente no existen mas de tres partidos comunistas con un genuina sostén de masa (Italia, Sudafrica y el PC-marxista hindi regionafmente ). Y uno de ellos quiere confluir en la socialdemocracia internacional lo antes posible. No estamos

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