En el libro los ingenieros y las torres de marfil de Hardy Cross, específicamente en
el primer capítulo podemos ver como este se propone romper con algunos de los estereotipos creados alrededor de la ingeniería.
Comúnmente se tiende a confundir a la ingeniería con las ciencias puras, en
cuanto al estudio y a la implementación de estas. Existe la creencia popular, o en palabra de Cross, los profanos dicen que un ingeniero es un científico, ya que emplea las ciencias para conseguir sus objetivos. Lo cual es una creencia totalmente errónea, ya que un ingeniero va más allá de las teorías científicas, un ingeniero busca innovar, busca suplir necesidades, busca aprovechar al máximo lo que la naturaleza nos brinda, y aunque para lógralo hace uso de teorías científicas comprobadas, les da un giro ya que este no está atado a reglamentaciones netamente científicas.
Un ingeniero es un artista científico y humanista, ya que su labor siempre esta
encamada hacia las sociedades en general, y es alguien que hace un amplio uso de la creatividad característica de los artistas para lograr acoplar a problemas más centrados en la realidad, las teorías que los físicos, químicos o matemáticos han desarrollado.
Cuando la ciencia no es capaz de resolver problemas a partir de las teorías, y de
los procesos sistematizados desarrollados por esta misma, se necesita visión, creatividad e instinto. Y cuando la creatividad, el espíritu y la flexibilidad no son suficientes a la hora de afrontar grandes problemáticas prácticas, se hace necesaria una base, la existencia de algún sistema en el cual basarse, es ahí donde un ingeniero logra crear un equilibrio entre estas dos, ya que por medio de instinto creador apoyado en teorías demostradas logra crear resultados incuestionables. Un ingeniero ante todo es un humanista, ya que entra en contacto con todas las fases de la actividad humana, este abarca temas que van desde lo netamente practico y especifico, hasta temas muy sociales y que varían de comunidad en comunidad.
Para logar desarrollar soluciones prácticas a los problemas que un ingeniero
afronta a lo largo de su profesión, este debe agrupar los datos obtenidos en su faceta de científico, de artista y principalmente de humanista, y unificarlos de manera creativa pero practica y aplicable.
Todo ingeniero desarrolla un espíritu crítico, que plantea preguntas a partir
de verdades universales, que no se conforma con lo que ya está comprobado, si no que siempre va en busca de la verdad, y del beneficio general, ya que pude ver un problema de casi cualquier índole desde distintas perspectivas siempre objetivas.
En conclusión, los ingenieros tienen la fortuna de pertenecer a distintos mundos,
sacando provecho de lo mejor de ellos, la desbordante capacidad creativa de un artista, la disciplina practica y experimental de un científico y ante todo la vocación hacia los problemas sociales que afrontan los humanistas.