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PROBLEMATICA DE LA EDUCACION EN COLOMBIA (ENSAYO)

PROBLEMÁTICA DE LA EDUCACION EN COLOMBIA


Oscar Guiovanny Mendoza Osorio

En la actualidad nos enfrentamos a una realidad en la educación Colombiana que


muestra las dificultades a las cuales se ven sometidas las áreas del conocimiento
y su calidad, en las instituciones de educación o formación básica y media dadas
las políticas educativas y de legislación juvenil. Por tanto la labor docente pasa a
un segundo plano por que las instituciones se encaminan a reformar tipos de
conducta o comportamientos inadecuados de los educandos en sus familias y el
fin que deben cumplir las instituciones se pierde; lo que genera esto en Colombia,
es que están haciendo ver en muchas ocasiones la labor docente y de las
instituciones de formación básica, media y media técnica como lugares a los
cuales los padres llevan a sus hijos a que los corrijan ya que en la casa no tienen
o no saben como controlar una serie de situaciones que ellos dicen no
comprender o no poder llevar a cabo por sus diferentes ocupaciones y el tiempo
que le deben dedicar al trabajo.

Esta situación conlleva entonces, a que los educadores en Colombia debamos


tener presente más que cualquier persona y en el caso de los mismos penalistas o
estudiosos del derecho; que conocer de forma detallada el código de la infancia y
la adolescencia para poder mediar en los conflictos que se pueden presentar en la
institución con un joven de estos y el conocimiento preciso de la Constitución
Nacional Colombiana, situación que hace que la labor docente se relegue a un
segundo plano; pues es menester nuestro proteger y salvaguardar la dignidad, la
personalidad de un joven, el libre desarrollo de su personalidad, que atenderlos y
ayudarles a ellos a comprender mejor las realidades de este mundo globalizado en
el cual nos encontramos hoy.
Al parecer se han invertido los papeles o roles, pero lo interesante acá es resaltar,
la necesidad continua de la educación colombiana que los docentes se
especialicen en otros campos, una situación que además se inscribe en un
contexto mucho más amplio, el de la situación social del país (ya no hay un
modelo de familia nuclear como papá y mamá, menor posibilidades de estar con
los hijos –en términos de tiempo); es en este sentido pierde importancia el
pensamiento epistémico y el pensamiento crítico, porque en muchas ocasiones
debemos alejarnos de nuestras especialidades y conocimientos para entrar a
comprender las acciones que de forma excluyente y poco holista toman los
creadores de las reformas educativas y ley general de educación para el pueblo
colombiano.

Esto se presenta, porqué quienes generan esta serie de reformas y cambios en la


educación del país, piensan en un país que nada tiene que ver con Colombia,
piensan en modelos europeos, donde allá pueden ser demasiado efectivos y
proactivos estos modelos para el desarrollo del pensamiento epistémico y critico
de los estudiantes en sus distintas etapas de formación. Pero ¿Cómo traer e
implementar modelos que en Europa son un éxito, en un país como el nuestro
donde los niveles de cobertura ni siquiera en las ciudades principales alcanza a
llegar al 90%?; esto evidencia que el país no se conoce realmente, ni sabe que tan
buenas o perjudiciales pueden ser las aplicaciones de unos modelos como estos,
cuando entre el 45 y el 50% de la población colombiana no tiene acceso a las
tecnologías como los computadores y el internet, donde las condiciones
económicas y los niveles de desarrollo de la población muestra que en un rango
no superior al 10% de la población puede acceder a los niveles de educación
superior; así como lo plantea Zemelman (2002: 10): “los fenómenos históricos no
son lineales, homogéneos, simétricos, ni están sometidos a la mecánica celeste
de nadie; son fenómenos complejos en su dinamismo, en el sentido en que se
desenvuelven en varios planos de la realidad, no solamente en uno y son a la vez
macro y microsociales”.

Estas son algunas de las razones que llevan a pensar y creer que en Colombia
falta mucho desarrollar el pensamiento epistémico y crítico, no se sabe si es por
miedo, por perder el restringido derecho a la libertad que muchos nos rehusamos
a ahondar en estas temáticas que podrían llevar a pensar la educación en nuestro
país de distintas maneras, ya que nos encasillamos en seguir el currículo, el PEI
de una institución y nos olvidamos de la esencia que tuvimos en nuestros estudios
de pregrado, maestría y quizás en algunos casos de un doctorando, y es que,
como dice Zemelman (2002: 3): “es un tema fundamental porque cuando se dice
“colocarse ante las circunstancias”, frente a las realidades políticas, económicas,
culturales, significa que estamos construyendo una relación de conocimiento sin
que ésta quede encerrada en un conjunto de atributos; porque eso sería ya una
afirmación teórica”, y es que nos limitamos en la mayoría de los casos a
reestructurar y rehacer lo que esta escrito y se conoce, pero no nos atrevemos a
pensar en algo que no tenga contenido, a desarrollar el pensamiento epistémico
que plantea Zemelman en el escrito, porqué no nos visionamos a darle otros
nombres a lo que ya tiene nombre como lo decía Bachelard (en textos como La
Racionalidad Científica y La Filosofía del No): “ el problema sería cuidarse de dos
grandes riesgos: uno, de no ponerle nombre viejo a cosas nuevas, dos, de creer
que porque no tienen nombre, en el momento en que se plantea, son
innombrables”, esto es en si lo que ha conllevado que la educación colombiana se
deba someter a una serie de juicios políticos, económicos, sociales, culturales que
no se analizan conjuntamente sino en forma separada y a su vez lo único que
hacen es generar brechas muy amplias entre lo que se propone cumplir la
formación de los estudiantes en el siglo XXI a nivel de la educación formal por que
dista mucho de la realidad en la que nos encontramos.
El dilema que se genera con la interpretación de la realidad en la que estamos
inmersos, es que ésta, puede encontrarse con un sin número de miradas las
cuales pueden denotar una serie de estructuras de pensamiento distintas y quizás
alejadas de la realidad; así ésta se enmarque en las necesidades de mejoramiento
de la educación colombiana, dado que puede adquirir significados de acuerdo al
contexto o desde el punto de vista que se analice.
Esto no significa por tanto, admitir que la realidad vivida en nuestro país, así se
encuentre en crisis económica como se está a nivel mundial deba ser igual o
parecido a los efectos de crisis que podrían tener los países de la unión europea.
Es en este aspecto que debemos analizar ¿Cuál es la realidad de nuestra
educación?; pero para mirarla no como una verdad aciaga de las condiciones
mediáticas de la formación, sino más bien a partir de ese análisis generar una
descripción crítica de las situaciones que a simple vista no evidenciamos de las
dificultades permanentes, continuas, que, permean el surgimiento de una
educación basada en hechos constructivos del sujeto que la analiza, no desde
afuera y en forma esquemática de lo que la simple observación puede describir,
porque de hecho es lo que en términos de formulación de problemas de
investigación se queda corto, al no comprender la grandeza y diversidad de las
cosas que podemos analizar frente a una situación presentada.

Esto mismo nos lo plantea Zemelman cuando nos habla sobre la condicionalidad y
claridad de lo que se define como propio de lo que se quiere conocer: (
Zemelman2002: 1): “esto tiene evidentemente consecuencias de orden práctico,
porque si no supiéramos construir un pensamiento de la realidad que tenemos por
delante, y esa realidad la definimos en función de exigencias conceptuales que no
pueden tener pertinencia para el momento histórico, entonces significa que
estamos organizando, no sólo el pensamiento, sino el conocimiento dentro de
marcos que no son los propios de esa realidad que se quiere conocer”; por esto
pienso que en la formación que se brinde a los nuevos profesionales de la
educación debe enfatizárseles mucho en el espíritu creativo y la dimensionalidad
del pensamiento epistémico para que comprendan y comprendamos todos de una
vez que la realidad hay que verla mucho más allá de lo que aparentemente esta
nos muestra, porque son quizás esas cosas, aspectos o fenómenos que no se ven
y pasan desapercibidos al frente de nosotros; son los elementos que pueden
conllevar a la formulación de grandes problemas investigativos y de encontrar así
mismo la solución a las dificultades que enfrenta nuestra educación en el siglo
XXI.

En síntesis debemos pensar que la educación así pase por dificultades del orden
nacional y tenga que atravesar por los discursos politiqueros y mezquinos de
quienes dicen ser los representantes de las mayorías colombianas ante el
congreso, los que definimos nuestras vidas a favor de esta encomiable y laboriosa
labor dejemos de pensar en el ahora y el que será de nuestras vidas en los años
futuros y dediquémonos con el amor y la responsabilidad estricta que como
docentes tenemos en luchar contra la decidía, el desamparo y el olvido al que ha
sido sometida la evolución educativa colombiana, o quizás pensar si es que en
algún momento ha existido, porque nos comparan con estándares de calidad
europeos, cuando ni siquiera nosotros mismos comprendemos el sentido estricto y
la semiótica que se maneja con la palabra calidad, por ello es importante que nos
insertemos a abordar el pensamiento epistémico como una fuente para enriquecer
nuestra cultura y nuestra idiosincrasia, pero a partir de lo que parece hasta el
momento es intangible.

BIBLIOGRAFIA

· DE ZUBIRIA SAMPER, Miguel. (1998). Mentefactos I. Santa Fe de Bogotá:


Editorial Fundación Alberto Merani.
GALEANO RAMIREZ, Alberto. (1993). Revolución Educativa. Santa Fe de
Bogotá.: Editorial Canal Ramírez Antares LTDA.
· ISAZA de Gil. Gloria. (2009). Epistemología y pedagogía. universidad de
Manizales. Manizales.
· ZEMELMAN. M. Hugo. (2002). Pensar teórico y pensar epistémico: los retos de
las ciencias sociales latinoamericanas. México. Ipecal. Galeana Nº96.

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