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Línea Jurisprudencial

Derecho Al Libre Desarrollo De La Personalidad

Ingrid Paola Martínez Piamba: 20171158045

Juan Sebastián Martínez Tovar: 20132123776

Jaime Adrián Moreno Arcos: 20161145106

Universidad Surcolombiana

Facultad De Ciencias Políticas Y Jurídicas

Programa De Derecho

Pitalito-Huila

2018

1
Línea Jurisprudencial

Derecho Al Libre Desarrollo De La Personalidad

Ingrid Paola Martínez Piamba: 20171158045

Juan Sebastián Martínez Tovar: 20132123776

Jaime Adrián Moreno Arcos: 20161145106

Presentado A:

Oscar Reyes

Universidad Surcolombiana

Facultad De Ciencias Políticas Y Jurídicas

Programa De Derecho

Pitalito-Huila

2018

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1. TABLA DE CONTENIDO

INRODUCCION ------------------------------------------------- 4

PLANEAMIENTO DEL PROBLEMA ------------------------ 5

TELARAÑA ------------------------------------------------------ 12

INFENIERI EN REVERSA ------------------------------------- 13

NICHO CITACIONAL ------------------------------------------ 14

PROBEMA JURIDICO ----------------------------------------- 15

ANALISIS EN PROSA ----------------------------------------- 16

ANÁLISIS DE LAS FICHAS ---------------------------------- 32

CONCLUSION --------------------------------------------------- 106

3
2. INTRODUCCIÓN

En la presente línea abordaremos el tema libre desarrollo de la personalidad,


considerado en nuestro Estado social de Derecho como fundamental, pues se
cataloga dentro del artículo 11 al 41 de nuestra constitución política, siendo
este el artículo 16, observamos que se vincula con la autonomía de las
personas y la dignidad humana (Articulo 1 C.P.) pero, si somos libres en
nuestra autonomía ¿Por qué se restringe el Consumo de estupefacientes,
psicotrópicos y drogas sintéticas? Todo ello está relacionado con el derecho a
la salud (Art.49 C.P), pues los derechos no son absolutos y tienen sus límites,
es por ello que aquí encontraran todas aquellas leyes, decretos y sentencias
proferidas por la corte constitucional a cerca de este polémico tema en la
sociedad, conociendo así cada una de las posturas que se han desarrollado a
través de la historia. Hay algo muy curioso e interesante, no se encuentran
sentencias SU frente a nuestro tema y nuestro escenario, lo que quiere decir
que no ha existido unificación, por ende es caótica, pues cada postura ha
cambiado constantemente ya sea a favor o en contra de la libre elección de
consumir o no, y así mismo el derecho a recibir atención a la salud sin que
esta sea considerada una barrera para la despenalización.

Consideramos y confiamos en que nuestra corte siempre tomara las mejores


decisiones, pero ¡vaya! Que sorpresa la que tuvimos al saber que se equivoca
en citas de sentencias, además deja por fuera otras que se consideran
primordiales en nuestro tema, ¿acaso utiliza todo para su conveniencia? Ó
¿este método de línea jurisprudencial es insuficiente? Juzguen ustedes
mismos, profundicemos más en este tema, informémonos y saquemos nuestras
conclusiones.

4
3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Tema: derecho al libre desarrollo de la personalidad.


Escenario: la drogadicción y la salud.

¿Cómo llegamos a nuestro escenario y cómo planteamos nuestro


problema jurídico?

El Derecho Fundamental a tratar en esta línea jurisprudencial es el Libre Desarrollo de la


Personalidad, artículo 16 de la Constitución Política1. Así, como no resulta posible un
problema jurídico abstracto ni conceptual para un trabajo como este (López, 2011), en un
primer paso se concretaron los patrones fácticos a determinar: ¿qué hechos se presentan
regularmente para el Libre Desarrollo de la Personalidad? No de otra forma se obtiene el
escenario constitucional; Diego López Medina, en su libro El derecho de los jueces, lo dice
así:
Detrás de cada derecho fundamental se han venido formando varios “escenarios
constitucionales”, donde se precisa el significado de dicho derecho. Un “escenario
constitucional” es el patrón fáctico típico (con su correspondiente campo de intereses
contrapuestos) en el que la Corte ha especificado, mediante subreglas, el significado concreto de
un principio constitucional abstracto. (López, 2011, p. 148)

Para el libre desarrollo de la personalidad se encuentran varios escenarios constitucionales,


como son los casos en que una persona decide cambiar su sexo o transformar su género, o
cuando diferentes individuos luchan para que su orientación sexual sea respetada, o cuando
alguien lucha para que sus decisiones en el límite de la vida se respeten, o cuando una
mujer no quiere reproducirse y decide abortar, o la decisión a morir dignamente. Otros
escenarios del mismo derecho se hallan en el mismo libro ya citado de López Medina
(como puede verse en la imagen # 1). Así, aunque existan múltiples y diferentes hechos
típicos en relación al artículo 16 de la Carta Superior (escenarios constitucionales), el
patrón fáctico elegido para el presente trabajo resulta bastante recurrente: se trata de la
libertad que tiene cada individuo a decidir sobre si consume o no drogas prohibidas por el
Estado que causan deterioro a la salud; o como lo plantea El derecho de los jueces: «sobre
la discusión social sobre si el consumo de drogas es parte de la autonomía de las personas».

1
«Todas las personas tienen derecho al libre desarrollo de su personalidad sin más limitaciones
que las que imponen los derechos de los demás y el orden jurídico».
5
Buscando la última sentencia de tutela de la Corte Constitucional en que se haya decidido
acerca del consumo de drogas y el libre desarrollo de la personalidad, se obtiene la
sentencia arquimédica –o de apoyo-: T-511 de 2016. En ésta se restringe el libre desarrollo
de la personalidad, gracias a la vida que se afecta cuando no se protege la salud. Se trata de
un caso hito, por lo particular de la decisión: casi sin precedente, un derecho económico,
social y cultural (DESC) como lo es el Derecho a la Salud, consagrado en el artículo 49
Superior2, en conexión con el derecho a la vida del artículo 11 de la Constitución3, restringe
2
Dice así el artículo 49 de la Constitución Política: «La atención de la salud y el saneamiento
ambiental son servicios públicos a cargo del Estado. Se garantiza a todas las personas el acceso a
los servicios de promoción, protección y recuperación de la salud.

Corresponde al Estado organizar, dirigir y reglamentar la prestación de servicios de salud a los


habitantes y de saneamiento ambiental conforme a los principios de eficiencia, universalidad y
solidaridad. También, establecer las políticas para la prestación de servicios de salud por entidades
privadas, y ejercer su vigilancia y control. Así mismo, establecer las competencias de la Nación, las
entidades territoriales y los particulares y determinar los aportes a su cargo en los términos y
condiciones señalados en la ley.

Los servicios de salud se organizarán en forma descentralizada, por niveles de atención y con
participación de la comunidad.

La ley señalará los términos en los cuales la atención básica para todos los habitantes será gratuita
y obligatoria.

Toda persona tiene el deber de procurar el cuidado integral de su salud y de su comunidad.

El porte y el consumo de sustancias estupefacientes o sicotrópicas está prohibido, salvo


prescripción médica. Con fines preventivos y rehabilita-dores la ley establecerá medidas y
tratamientos administrativos de orden pedagógico, profiláctico o terapéutico para las personas
que consuman dichas sustancias. El sometimiento a esas medidas y tratamientos requiere el
consentimiento informado del adicto.

6
un Derecho Fundamental como lo es el Libre Desarrollo de la Personalidad, que se
relaciona con la autonomía de las personas y la dignidad humana.

Desde el ámbito jurídico, se evidencia de inmediato y a simple vista una paradoja en este
caso arquimédico: es en nombre de la dignidad -la vida digna- que se limita el libre
desarrollo de la personalidad y se da cabida a la salud como derecho fundamental; por otro
lado, es también la dignidad humana la que se garantiza y protege cuando el libre desarrollo
de la personalidad cobija el consumo de drogas contrarias a la salud. Así, la paradoja
jurídica resulta ser que, en nombre de la dignidad humana como vida saludable, se limita la
dignidad humana, como autonomía de las personas y el libre desarrollo de la personalidad
[igual ocurrirá en la sentencia C-221 de 1994, entre la decisión tomada (dignidad como
libre desarrollo de la personalidad, hasta enfermar y morir) y el salvamento de voto que
acogieron cuatro (4) Magistrados (dignidad como vida saludable)]. Entonces, ¿qué es la
dignidad humana, contenida en el artículo 1 de la Constitución Política como principio
fundamental del Estado colombiano? Dice así el artículo primero de la Carta Superior:
«Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria,
descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y
pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de
las personas que la integran y en la prevalencia del interés general».

Aunque preguntarse por qué es la dignidad humana resulta interesante, este trabajo se
enfoca a unos hechos fácticos y no a problemas abstractos, como ya se indicó; así, para
comprender mejor el por qué y el cómo se logra limitar el artículo 16 de la Carta Superior,
gracias al artículo 49 de la misma normatividad, lo mejor es atender a los hechos fácticos
del caso arquimédico, que por lo demás constituyen el escenario constitucional a desplegar
en esta línea jurisprudencial.

“A”, padre de “B”, interpone tutela porque él y su hijo son expulsados del “Programa de
Protección y Asistencia a Víctimas, Testigos e intervinientes en el Proceso Penal” (de ahora
en adelante “El Programa”), cuando éstos se niegan a una prueba toxicológica, no atienden
a la prohibición de consumir drogas y menos se someten a los tratamientos médicos que se
les ordena. Solicitan ser reincorporados a “El Programa”.

En otras palabras, los hechos relevantes en esta sentencia arquimédica son: “A” y “B” son
expulsados de “El Programa” por consumir drogas; más exactamente, son excluidos por no
dejar de consumir marihuana, no practicarse un examen y no atender a los tratamientos
médicos, psicológicos y de rehabilitación que “El Programa” exigía. En resumen: se trata
de una sanción por consumir drogas prohibidas -contrarias a la salud pública-, dentro de un
programa de protección y asistencia a testigos en el Proceso Penal.

Así mismo el Estado dedicará especial atención al enfermo dependiente o adicto y a su familia
para fortalecerla en valores y principios que contribuyan a prevenir comportamientos que afecten
el cuidado integral de la salud de las personas y, por consiguiente, de la comunidad, y desarrollará
en forma permanente campañas de prevención contra el consumo de drogas o sustancias
estupefacientes y en favor de la recuperación de los adictos».
3
«El derecho a la vida es inviolable. No habrá pena de muerte».
7
En este caso resulta evidente la restricción del artículo 16 constitucional por el 49 del
mismo cuerpo normativo; es decir, dentro de “El Programa”, un Derecho Fundamental
puede ser restringido a través de un Derecho Económico, Social y Cultural. Por lo mismo,
surge una pregunta jurídica interesante: ¿puede el derecho a la salud restringir el libre
desarrollo de la personalidad en casos semejantes, cuando se presenta un consumo de
estupefacientes, sicotrópicos o drogas sintéticas?

Para este caso arquimédico, la respuesta es un claro SÍ: el derecho a la salud restringe el
libre desarrollo de la personalidad, por el consumo de estupefacientes, psicotrópicos o
drogas sintéticas, dentro de “El Programa”. Resulta así una pregunta: ¿qué ha ocurrido en
casos similares: cómo es el balance constitucional para este escenario típico?

Es decir: ¿en el sistema jurídico colombiano, como en el caso de la T-511/2016, siempre


que se trata del consumo de drogas prohibidas, puede la salud limitar el libre desarrollo de
la personalidad? Cuando se analizan las consideraciones de la Corte en la misma sentencia
de apoyo, una cosa muy diferente pareciera ocurrir: se sugiere un resuelve muy diferente;
dice así la sentencia arquimédica, cuando decide restringir el artículo 16 de la Carta
Superior a través del artículo 49 del mismo texto, recordando la sentencia C-221 de 1994:

a una persona no pueden castigarla por lo que posiblemente hará, sino por lo que efectivamente
hace. A menos que el ser drogadicto se considere en sí mismo punible, así ese comportamiento
no trascienda de la órbita más íntima del sujeto consumidor (...) desde cualquier perspectiva, era
abiertamente atentatorio de la libertad y de la autonomía consagradas en el artículo 16 como
"libre desarrollo de la personalidad”, obligar al consumidor de drogas a someterse a un
tratamiento médico contra una enfermedad de la que no quiere curarse.

Estas palabras parecieran indicar que no podría “El Programa” limitar el Libre Desarrollo
de la Personalidad, menos cuando es por el consumo de estupefacientes, sicotrópicos o
drogas sintéticas. No obstante se decide lo contrario. ¿Por qué?

La razón de restringir en este caso el artículo 16 constitucional a través de la salud, cuando


se evidenció el consumo de drogas, es que “El programa” tiene como objeto proteger la
vida, cosa contraria al consumo de sustancias prohibidas. Lo dice así la sentencia
arquimédica:

las restricciones anotadas no deben entenderse como una penalización de la conducta relativa al
consumo de drogas, sino como una prohibición que encuentra fundamento en el artículo 49
Superior, reformado por el Acto Legislativo 02 de 2009. De esta manera, no persigue la sanción
del consumidor o adicto, sino que proscribe el consumo de drogas, entendido por la
normatividad aplicable y la jurisprudencia de esta Corte como un problema de salud pública, a
fin de garantizar la protección del derecho a la vida e integridad personal del protegido y de los
servidores encargados de su protección; finalidad constitucionalmente imperiosa, que está en
concordancia con dos deberes constitucionales, primero, la Fiscalía General de la Nación, a
través del Programa, debe fungir como garante del derecho a la vida e integridad personal
(seguridad personal) de los testigos (art. 250 C.P.) y, segundo, toda persona debe procurar el
cuidado integral de su salud y de su comunidad (inciso 5°, art. 49 C.P.). 


8
En cuanto al libre desarrollo de la personalidad, derecho que funda esta línea
jurisprudencial, dice la misma sentencia de apoyo:

es posible considerar que la prohibición al consumo de drogas pueda entenderse como una
limitación válida al ejercicio del derecho al libre desarrollo de la personalidad, no
exclusivamente por la especial situación de sujeción del protegido respecto del órgano estatal,
sino por la necesidad de salvaguardar un bien superior, cual es el de proteger la vida del propio
testigo, su grupo familiar y los funcionarios encargados de su protección. 


Para responder a las cuestiones que surgen con la última sentencia de tutela sobre el
consumo de drogas, cuando se carga con un patrón fáctico para el libre desarrollo de la
personalidad, es necesario rastrear el balance que dicho escenario constitucional plantea;
así, gracias a las consideraciones que trae la Corte a colación en la sentencia arquimédica,
se desprende un primer nivel del nicho citacional, para empezar con la ingeniería en
reversa; es decir, para resolver el caso en cuestión, la T-511 de 2016 cita las siguientes
sentencias, sobre el consumo de estupefacientes, sicotrópicos y drogas sintéticas, salud y
libre desarrollo de la personalidad:

C-221/94, T-634/02, T-684/02, T-814/08, T-438/09, T-566/10, T-094/11, C-574/11, C-


882/11, T-355/12, T-010/16.

Ingeniería en reversa.

Segundo nivel: tras analizar la T-511 de 2016 -sentencia de apoyo-, sale un nuevo nivel
para construir la telaraña: así se empieza con la ingeniería en reversa. Son once (11)
sentencias las que se nombran en la arquimédica, en relación con el consumo de drogas, el
libre desarrollo de la personalidad y la salud.

Con cada una de las once sentencias del primer nivel, se hizo lo mismo que con la
arquimédica: se rastrearon las decisiones de la Corte con el mismo escenario constitucional,
igual patrón fáctico, dentro de las citas utilizadas. Así, se obtuvo lo siguiente:

1) C-221 de 1994: C-176/1993 y C-176/1994.


2) T-634 de 2002: ---
3) T-684 de 2002: T-696/2001.
4) T-814 de 2008: T-696/2001, T-591/2002 y T-684/2002.
5) T-438 de 2009: T-684/2002 y T-814/2008.
6) T-566 de 2010: T-684/2002 y T-438/2009.
7) T-094 de 2011: T-684/2002, T-814/2008, T-1116/08.
8) C-574 de 2011: C-221/1994, T-684/2002, C-689/2002, T-814/2008 y T-1116/2008.
9) C-882 de 2011: C-176/1994, C-221/1994, T-591/2001, T-696/2001, T-684/2002, T-
814/2008, T-1116/2008, C-574/2011.
10) T-355 de 2012: T-696/2001, T-684/2002, T-814/2008.
11) T-010 de 2016: T-634/ 2002, T-684/2002, T-814/2008, C-571/11.
Entonces se configura el segundo nivel para este escenario constitucional; es decir, para el
libre desarrollo de la personalidad que puede limitarse por la salud, en casos de consumo de

9
estupefacientes, psicotrópicos o drogas sintéticas, se obtiene tras las citas de cada una de las
once sentencias del primer nivel, las anteriores sentencias nombradas.

Tercer nivel: aunque varias sentencias se repiten en el segundo nivel de la telaraña, como
la T-684 de 2002 o la T-814 de 2008, el procedimiento citacional debe ejecutarse una vez
más, para completar el nicho citacional correspondiente al escenario constitucional elegido;
es decir, con cada una de las sentencias del segundo nivel, debe hacerse como con la
sentencia arquimédica y las sentencias del primer nivel: rastrear aquellos casos en que la
Corte Constitucional se haya pronunciado para el mismo patrón fáctico del escenario
constitucional ahora tratado .

Así, aunque quizá se pensara ser más extenso, dentro del segundo nivel sólo se hallaron seis
(6) nuevas sentencias -las otras nombradas (como la T-684) ya se hallaban en el primer
nivel-, las cuales citaban así:

1) C-176 de 1993: ---


2) C-176 de 1994: ---
3) T-696 de 2001: ---
4) T-591 de 2002: ---
5) T-689 de 2002: C-176/94, C-221/94, C-756/01, C-420/02.
6) T-1116 de 2008: T-814/08.

Entonces se obtiene un tercer nivel, como último paso de la ingeniería en reversa. Algo de
inmediato se evidencia: de seis sentencias, cuatro no tienen más citas. Sólo una tercera
parte del segundo nivel nombra otras sentencias, con respecto al mismo escenario
constitucional ahora tratado. Así, el número de sentencias, sin repetir, que conforman el
nicho citacional ahora necesario, son dieciséis (16): once (11) para el segundo nivel y seis
(6) para el tercero.

Para ir terminando, las sentencias que más se repiten en toda la telaraña, aquellos
pronunciamientos de la Corte que conforman el escenario constitucional para libre
desarrollo de la personalidad, cuando logra limitarse por la salud, en casos de consumo de
estupefacientes, sicotrópicos o drogas sintéticas, son:
C-176 1993
C-176 1994
C-221 1994
T-696 2001
T-591 2002
C-420 2002
T-684 2002
C-689 2002
T-814 2008
T-1116 2008
T-438 2009
C-574 2011
C-491 2012
T-511 2016

10
Finalmente, tras tener las sentencias a analizar para el balance constitucional, cuando se ha
finalizado la ingeniería en reversa y se han configurado unos hechos fácticos típicos, sólo
queda por enunciar la pregunta jurídica de esta línea jurisprudencial, que desde la sentencia
arquimédica se trató:

 ¿Puede el derecho a la salud restringir el libre desarrollo de la personalidad, en los casos


de Consumo de estupefacientes, psicotrópicos y drogas sintéticas?

 TELARAÑA :

11
12
INGENIERIA EN REVERSA

AÑO 1986 1993 1994 2001 2002 2003 2006 Y 2008 2009 2011 2012 2016
2007
SENTENCIA c-176 c-176 T-696 T-591 T-814 T-438 C-574 C-491 T-511
C-221 T-684 T-1116
C-689

LEYES Y LEY LEY LEY ACTOS DECRETO ACTO


DECRETOS 30 745 176 LEGISLATI LEGISLA
-VOS TIVO

133 411 02

22

13
NICHO CITACIONAL: Para el análisis y elaboración de la línea
jurisprudencial se tomaron las siguientes sentencias:

TIPOS DE SENTENCIA AÑO

C-176 1993 MP Dr.ALEJANDRO MARTINEZ CABALLERO.

C-176 1994 MP Dr. ALEJANDRO MARTINEZ CABALLERO.

C-221 1994 MP Dr. CARLOS GAVIRIA DIAZ

T-696 2001 MP Dr. ALVARO TAFUR GALVIS.

T-591 2002 MP Dra. CLARA INÉS VARGAS HERNÁNDEZ.

C-420 2002 MP Dr. JAIME CÓRDOBA TRIVIÑO

T-684 2002 MP Dr. MARCO GERARDO MONROY CABRA.

C-689 2002 MP Dr. ALVARO TAFUR GALVIS.

T-814 2008 MP Dr. RODRIGO ESCOBAR GIL.

T-1116 2008 MP Dr. MANUEL JOSÉ CEPEDA ESPINOSA.

T-438 2009 MP Dr. GABRIEL EDUARDO MENDOZA MARTELO.

C-574 2011 MP Dr. JUAN CARLOS HENAO PEREZ.

C-491 2012 MP Dr. LUÍS ERNESTO VARGAS SILVA.

T-511 2016 MP Dr. ALEJANDRO LINARES CANTILLO.

14
PROBLEMA JURÍDICO

¿Puede el derecho a la salud restringir el libre desarrollo de la personalidad,


en los casos de consumo de estupefacientes, sicotrópicos y drogas sintéticas?

Polos De Respuesta

 Respuesta 1: SÍ, el derecho a la salud restringe el libre desarrollo de la


personalidad al momento de consumir estupefacientes, psicotrópicos y
drogas sintéticas, en cuanto estos se relacionan con los derechos
colectivos, seguridad pública, el orden económico y social.

 Respuesta 2: NO, el derecho a la salud no restringe al libre desarrollo


de la personalidad, al momento de consumir estupefacientes,
psicotrópicos y drogas sintéticas, en cuanto éstas se relacionan con la
autonomía de las personas y la dignidad humana

ANALISIS EN PROSA:

15
16
Penalización del consumo de estupefacientes y sicotrópicos: restricción del libre
desarrollo de la personalidad. Ley 30 de 1986.

Este balance constitucional comienza antes que la Corte Constitucional surgiera en


Colombia. Efectivamente, el escenario constitucional que trata sobre el consumo de
estupefacientes, sicotrópicos o drogas sintéticas, comienza en 1986 con la Ley 30 del
mismo año, es decir con el Estatuto de Estupefacientes; en esta normativa se dispuso, entre
otras cosas, la definición de dosis personal, dosis terapéutica, estupefaciente, sicotrópico,
adicción y toxicomanía, entre otras.

Especialmente para el tema de esta línea, la Ley 30 de 1986 ordenó en los artículos 51 y 87,
así como en el el literal j) del artículo segundo (2), consecuencias jurídicas para el consumo
de drogas que causan dependencia; estas disposiciones contenían lo siguiente:

Artículo 2o. Para efectos de la presente ley se adoptarán las siguientes definiciones: (...)

j) Dosis para uso personal: Es la cantidad de estupefaciente que una persona porta o conserva
para su propio consumo.

Es dosis para uso personal la cantidad de marihuana que no exceda de veinte (20) gramos; la de
marihuana hachís la que no exceda de cinco (5) gramos; de cocaína o cualquier sustancia a base
de cocaína la que no exceda de un (1) gramo, y de metacualona la que no exceda de dos (2)
gramos.

No es dosis para uso personal, el estupefaciente que la persona lleve consigo, cuando tenga
como fin su distribución o venta, cualquiera que sea su cantidad.

Artículo 51. El que lleve consigo, conserve para su propio uso o consuma, cocaína, marihuana o
cualquier otra droga que produzca dependencia, en cantidad considerada como dosis de uso
personal, conforme a lo dispuesto en esta ley, incurrirá en las siguientes sanciones:

a) Por primera vez, en arresto hasta por treinta (30) días y multa en cuantía de medio (1/2)
salario mínimo mensual.

b) Por la segunda vez, en arresto de un (1) mes a un (1) año y multa en cuantía de medio (1/2) a
un (1) salario mínimo mensual, siempre que el nuevo hecho se realice dentro de los doce (12)
meses siguientes a la comisión del primero.

c) El usuario o consumidor que, de acuerdo con dictamen médico legal, se encuentre en estado
de drogadicción así haya sido sorprendido por primera vez, será internado en establecimiento
psiquiátrico o similar de carácter oficial o privado, por el término necesario para su
recuperación. En este caso no se aplicará multa ni arresto.

La autoridad correspondiente podrá confiar al drogadicto al cuidado de la familia o remitirlo,


bajo la responsabilidad de ésta a una clínica, hospital o casa de salud, para el tratamiento que
corresponda, el cual se prolongará por el tiempo necesario para la recuperación de aquél, que
deberá ser certificada por el médico tratante y por la respectiva Seccional de Medicina Legal. La
familia del drogadicto deberá responder del cumplimiento de sus obligaciones, mediante caución

17
que fijará el funcionario competente, teniendo en cuenta la capacidad económica de aquella.

El médico tratante informará periódicamente a la autoridad que haya conocido del caso sobre el
estado de salud y rehabilitación del drogadicto. Si la familia faltare a las obligaciones que le
corresponden, se le hará efectiva la caución y el internamiento del drogadicto tendrá que
cumplirse forzosamente.

Artículo 87. Las personas que, sin haber cometido ninguna de las infracciones descritas en este
estatuto, estén afectadas por el consumo de drogas que producen dependencia, serán enviadas a
los establecimientos señalados en los artículos 4 y 5 del Decreto 1136 de 1970, de acuerdo con el
procedimiento señalado por este Decreto.

Como se observa entre la Ley 30 de 1986, el consumo de estupefacientes y sicotrópicos


contenía consecuencias jurídicas sancionatorias, tales como arresto, multa y, especialmente,
encierro en alguna institución médica, psiquiátrica o similar, “por el término que sea
necesario”. Sí: el consumo de estupefacientes y sicotrópicos resultaba sancionado por esta
Ley, así fuera para uso personal.

Con estas normas, era claro que podía restringirse el libre desarrollo de la personalidad, en
nombre de la salud. No obstante, vale la pena recordar que, como se dijo al inicio, en el
momento en que esta Ley salió a la vida jurídica no existía la Corte Constitucional, que
nace en 1991. Pasarán cinco años para que la Constitución del presente haga su aparición,
desde la Ley 30 de 1986.

Entonces, aunque no existiera aun el artículo 16 acerca del libre desarrollo de la


personalidad o el derecho a la salud del artículo 49 de la Carta Superior, con las sanciones
que se disponían para el consumo de estupefacientes en la Ley 30 de 1986, gracias a un
dictamen médico, como en la sentencia arquimédica se logra restringir el libre desarrollo de
la personalidad. Así, muy juntas se hallan la sentencia arquimédica y el inicio de este
balance. Por lo mismo, la Ley 30 de 1986 se ubica en el punto más polar del balance
constitucional, totalmente a la izquierda, donde Sí puede el derecho a la salud restringir el
libre desarrollo de la personalidad, para casos de consumo de estupefacientes, sicotrópicos
o drogas sintéticas.

Sentencia Fundacional. C-176/93 + C-176/94 = C-221 de 1994.

Los artículos 51 y 87 de la anterior Ley, ya expuestos acá, siguieron vigentes hasta el año
de 1994, cuando la sentencia C-221 de 1994 los declara inexequibles; no ocurre igual con el
numeral j) del artículo segundo (2), el cual dice la Corte en un control constitucional
concentrado y posterior, es acorde al sistema jurídico –dicha disposición sigue hasta el día
de hoy exequible-.

Pero antes de la sentencia C-221 de 1994, cuando se despenaliza el consumo de


estupefacientes, sicotrópicos y cualquier droga que afecta la salud al causar dependencia,
hay dos sentencias que resultan importantes para el escenario constitucional de esta línea.
Así, como segundo paso, luego de la posición radical que propone la Ley 30 de 1986, viene
la sentencia C-176 de 1993. En ésta se hace un control constitucional a tres artículos del
18
anterior Código Penal, Decreto 100 de 1980, sobre la internación para enfermos mentales.
Más exactamente se trató sobre los artículos 94, 95 y 96 de la normativa dicha. Estos
artículos disponían medidas de privación de la libertad en institutos psiquiátricos o
similares, sin un máximo determinado de años, para aquellas personas con enfermedad
mental. Era indefinida la pena y se aplicaba a personas declaradas clínicamente como
enfermos mentales.

Con respecto al escenario constitucional sobre el libre desarrollo de la personalidad, la


salud y el consumo de drogas contrarias a la salud, penalizadas para ese momento (1993),
estas disposiciones resultan importantes porque a los drogadictos se les declarará como
enfermos, personas de especial protección constitucional por su falta de autonomía,
conductas que pueden perfectamente subsumirse a los verbos rectores que las normas
demandadas exponen en la C-176 de 1993.

Es gracias a los principios de legalidad y seguridad jurídica, principios que nuestro Estado
social de derecho recoge del Estado de Derecho, que los artículos demandados se declaran
inexequibles, pues en los tres artículos demandados (94, 95 y 96 del Decreto 100 de 1980)
se disponía el internamiento de forma indeterminada, semejante al artículo 51 de la Ley 30
de 1986.

Por lo anterior, dentro del balance constitucional, la sentencia C-176 de 1993 se ha puesto
justo en la mitad y con un punto en banco, para indicar que, aunque no trata del consumo de
drogas adictivas, sí trata de cómo se privaba de la libertad, por razones de salud, a una
población similar a los farmacodependientes. Entonces, al declarar la Corte inexequibles
los artículos demandados, está rechazando el internamiento indeterminado para los
enfermos, cosa que será clave para entender el trato que se dará a los farmacodependientes.

Tanto la sentencia C-176 de 1993 como la siguiente en el balance constitucional, la C-176


de 1994, son sentencias a las que recurre, como puede verse en la telaraña, la C-221 de
1994. ¿Por qué? Así como ya se vio para la C-176 de 1993, la C-176 de 1994 tiene algunos
puntos clave para esta línea jurisprudencial, los cuales son: 1) es justamente en este
momento, cuando se pide tipificar el trafico ilícito de estupefacientes y sustancias
sicotrópicas, que no sólo se habla de la salud pública, sino que también se vinculan el
menoscabo económico, cultural y político que representa el tráfico de estupefacientes; 2)
acá, en la Convención de las Naciones Unidas contra el tráfico ilícito de estupefacientes y
sustancias sicotrópicas, norma que controla previa y automáticamente la Corte
Constitucional, como una de sus funciones señaladas en el artículo 241, ordinal 10 de la
Carta Superior, comienza a diferenciarse entre el tráfico y el consumo, cuando se pide
especialmente la lucha contra lo primero y no para lo segundo; 3) resulta importante esta
sentencia porque no habla acerca de las drogas en general sino que específica que se trata
de estupefacientes y sustancias sicotrópica; además y como 4) no se mencionan aun las
drogas sintéticas y hace surgir un interrogante, ¿desde qué momento entra este concepto
a formar parte del sistema jurídico Colombiano?

Para esta segunda sentencia y pensando en el balance, surge una cuestión en relación a la
pregunta jurídica, ¿sí o no se restringe el libre desarrollo de la personalidad por la salud? Se

19
ubicó este momento en el balance más cerca del sí que al no, más a la izquierda que la C-
176 de 1993 aunque a la derecha de la ley 30 de 1986. ¿Por qué? Porque la C-176 de 1994
sí habla de la restricción que hace la salud pública, junto al orden económico y social, al
libre desarrollo de la personalidad; no obstante, a diferencia de la pregunta del escenario, no
es por el consumo que se logra, sino por el tráfico.

Entonces, así se hayan tratado hasta el momento dos sentencias en este escenario
constitucional, cabe la pena resaltar que la siguiente es la fundacional. Sí, es justamente en
la sentencia de constitucionalidad C-221 de 1994 donde se tocan todos y cada uno de los
puntos esenciales expuestos en la pregunta jurídica, hechos típicos para esta línea: se
analizan los artículos 51, 87 y 2, literal j), de la ley 30 de 1986.

¿Por qué esta sentencia (C-221/1994) es la fundacional? Cumple con los requisitos de la
pregunta jurídica y el escenario constitucional: cumple con los hechos fácticos típicos
planteados en la sentencia arquimédica y con las condiciones que Diego López menciona
para las mismas: es del periodo inicial de la Corte Constitucional, pues para el momento
sólo llevaba con tres años de vida; por lo demás, resulta bastante enérgica y con una amplia
interpretación del libre desarrollo de la personalidad.

Así, la sentencia se destaca por dos puntos: se demanda la definición de dosis personal,
como las consecuencias jurídicas al consumo, artículos 51 y 87 de la Ley 30 de 1986. Se
declaran inexequibles los dos últimos artículos y así se despenaliza el consumo de
estupefacientes y sicotrópicos; no igual ocurre con el concepto de dosis personal, el cual se
declara exequible. ¿Las razones de cada decisión? Para el artículo 51 hay un doble
pronunciamiento, según el tratamiento médico dispuesto en la Ley sea una pena o una
medida humanitaria; dice así:

la norma es inconstitucional [cuando es una medida penal], pues no se compadece con nuestro
ordenamiento básico la tipificación, como delictiva, de una conducta que, en sí misma, sólo
incumbe a quien la observa y, en consecuencia, está sustraída a la forma de control normativo
que llamamos derecho y más aún a un sistema jurídico respetuoso de la libertad y de la dignidad
humana, como sin duda, lo es el nuestro; si por el contrario, se trata de una medida
humanitaria que busca restituir la salud de quien padece una grave enfermedad: “también bajo
esta perspectiva, la disposición es abiertamente inconstitucional, pues cada quien es libre de
decidir si es o no el caso de recuperar su salud.

Para el artículo 87 de la Ley 30 de 1986, también declarada inexequible, dice la sentencia:

que una persona que no ha cometido ninguna infracción penal -como lo establece el mismo
artículo- sea obligada a recibir tratamiento médico contra una "enfermedad" de la que no quiere
curarse, es abiertamente atentatorio de la libertad y de la autonomía consagradas en el artículo
16, como "libre desarrollo de la personalidad".

Finalmente, para el literal J) del artículo dos (2), declarado exequible, dice: «determinar una
dosis para consumo personal, implica fijar los límites de una actividad lícita (que sólo toca
con la libertad del consumidor), con otra ilícita: el narcotráfico que, en función del lucro,
estimula tendencias que se estiman socialmente indeseables».

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Así, se ve claramente que, con respecto a la pregunta jurídica y el balance constitucional,
para la C-221 de 1994, la salud no puede restringir el libre desarrollo de la personalidad,
por el cosnumo de estupefacientes, sicotrópicos o drogas sintéticas. Por eso este punto se
ubica en el balance justamente al lado opuesto de la Ley 30 de 1986, totalmente contrario.
Es decir, mientras para la Ley 30 de 1986 sí restringe el 16 por el 49 Superior, para la C-
221/94 resulta no sólo contrario, sino monstruoso.

Y para finalizar este momento con la sentencia fundacional, otro punto que resulta
importante, clave para la pregunta jurídica, resulta ser el salvamento de voto que la misma
C-221 de 1994 tuvo. No sólo el contenido del salvamento es importante, también lo es la
cantidad de Magistrados que lo toman: cuatro (4) de los nueve (9) se apartan de la decisión
y se unen al salvamento de voto, el cual dice así, para el libre desarrollo de la personalidad:

Interpretar, como lo ha hecho la mayoría, que el derecho al libre desarrollo de la personalidad


implica la facultad ilimitada de cada quien de hacer o no hacer lo que le plazca con su vida, aún
llegando a extremos de irracionalidad, -como atentar contra su propia integridad física o mental-,
constituye un funesto error; pero peor aún resulta interpretar que tal derecho puede ejercerse aun
en perjuicio de los demás. El libre desarrollo de la personalidad se basa, entonces, en el principio
de una justa autonomía del hombre.

Se ve claramente que para el salvamento, el libre desarrollo de la personalidad sí puede


restringirse, pues no es absoluto y tiene límites; por lo demás, uno de estos límites, más
pertinente para la pregunta jurídica de este escenario jurídico, es la salud, que se relaciona
con la familia, la solidaridad y la dignidad:

Las normas declaradas inexequibles tenían pleno fundamento constitucional (...) la salud física y
mental de los colombianos, la pacífica convivencia ciudadana, o la integridad de la familia como
núcleo fundamental de la sociedad, y contrarían la obligación que tiene toda persona de procurar
el cuidado integral de su salud y la de su comunidad, el principio de solidaridad social, el de la
prevalencia del interés general sobre el particular, y la obligación de respetar los derechos ajenos
y no abusar de los propios, entre otros preceptos constitucionales.

Entonces, mientras que la sentencia fundacional despenaliza el consumo y argumenta que


el libre desarrollo de la personalidad no puede restringirse por la salud, pues sería contrario
a la autonomía de las personas y la dignidad humana, el salvamento de la misma dice lo
contrario: no puede pensarse una vida digna que atenta contra la salud, pues sólo una vida
saludable puede ser una vida digna. Esto evidencia una vez más la intensidad del tema y el
escenario constitucional, pues el salvamento, tal cual que la Ley 30 de 1986, se ubica al
lado contrario, totalmente opuesto a lo decidido en la C-221 de 1994.

El libre desarrollo de la personalidad implica a la salud.


Como la C-221 de 1994 despenalizó el consumo de estupefacientes y sicotrópicos, aspectos
varios repercutieron para el libre desarrollo de la personalidad y la salud pública, pues al no
ser obligatorio el tratamiento médico y psicológico para la rehabilitación de los adictos,
¿qué ocurre para aquellos que quieren rehabilitarse?

Varias sentencias a continuación tratan el mismo problema, tanto fáctico como jurídico:
una persona adicta a las drogas, un farmacodependiente o enfermo por el consumo de

21
estupefacientes, sicotrópicos o drogas sintéticas, pide tutelar su derecho a la salud y se le
practique un tratamiento para curarse de la enfermedad que le aqueja, en relación a las
drogas que la C-221/94 despenalizó. Son casos que antes de 1994 no podrían siquiera
pensarse, pues a cualquier adicto se le internaba por tiempo indeterminado con la Ley 30 de
1986, hasta su recuperación. No podría tutelarse una conducta tipificada como delito, por lo
que es necesario haber pasado por la sentencia fundacional que le despenalizó.

Así ocurre con el siguiente nudo del balance constitucional, la sentencia T-696 de 2001: un
recluso, sindicado de hurto calificado, acciona la tutela contra «el hospital Timothy Britton
S.A.I., por no prestarle el tratamiento médico prescrito por medicina legal, para tratar el
problema de farmacodependencia que padece, originado en el consumo de drogas
alucinógenas». Como puede evidenciarse, se trata de un tratamiento médico para
recuperarse por la adicción a la droga, el cual se le niega al demandante. Igual, la Corte
decide no tutelar su derecho a la salud, no porque en un caso semejante no proceda, sino
porque el actor no prueba la urgencia o perjuicio grave que amerite ser amparado; además,
se pudo probar lo contrario: el hospital sí había prestado el servicio y, además, el recluso ya
no presentaba el cuadro de adicto.

Para el balance constitucional, se ubicó este punto (T-696/01) igual que la sentencia C-
176/93, en cuanto no se restringe el libre desarrollo de la personalidad a través de la salud;
es más, aunque en abstracto pudo tutelarse el derecho a la salud, para el caso en concreto se
demostró que no había enfermedad alguna y, además, la entidad demandada sí había
prestado los tratamientos médicos ordenados. Entonces sí se hablaba de la salud y el
consumo de drogas, pero por ningún lado apareció el libre desarrollo de la personalidad, no
al menos directamente.

Con la sentencia siguiente, la T-591 de 2002 ocurren los mismo hechos, posibles desde C-
221 de 1994, cuando no se obliga a un tratamiento médico a los adictos. Es decir, acá como
para el caso anterior, se presenta tutela contra institución que presta el servicio de salud (en
el presente, Coomeva S.A. EPS) por vulnerar los derechos fundamentales a la salud, a la
seguridad social, a la igualdad y a la dignidad humana, cuando no se le trata una
enfermedad causada por las drogas; más específicamente, la Empresa Coomeva S. A., en
forma “verbal”, negó el tratamiento de tipo hospitalario que ameritaba el accionante de la
tutela, por su dependencia a las drogas, en concepto de un médico adscrito al Centro de
Atención y Rehabilitación en Salud Mental Carisma, como quiera que dicho tratamiento se
encuentra excluido del Plan Obligatorio de Salud POS, y él no cuenta con los recursos
económicos para sufragarlo.

Se denota un patrón fáctico para esta sentencia (T-591/02) y la anterior (T-696/01): se niega
un tratamiento médico por adicción a las drogas; no obstante, hay nuevos detalles: 1) el
tratamiento se encuentra por fuera del POS; 2) el médico que formula el tratamiento no
hace parte de la EPS demandada; 3) el accionante no tiene dinero suficiente como para
sufragar el tratamiento.

Dice la misma sentencia de tutela, con respecto al escenario constitucional del consumo de
drogas: «el derecho a la salud es fundamental por su conexidad con el derecho a la vida
digna. Según los Arts. 13 y 47 C.P, el Estado está llamado a protegerlo [al dependiente de
22
drogas], facilitándole la atención especializada que requiera para tratar de asegurar su
desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus derechos». Acá se vincula la salud
a la vida digna, aunque nuevamente pareciera no hablarse del libre desarrollo de la
personalidad. Al decir que la salud no es otra cosa que una vida digna, se está diciendo que
la salud es un derecho fundamental, aunque sea parte de los derechos económicos, sociales
y culturales.

Finalmente, esta sentencia (T-591/02) es importante puesto que es justo allí donde se
enuncian cuatro (4) requisitos, a modo de sub-reglas, para brindar la tutela en casos
semejantes, cuando se niega un tratamiento médico de drogadicción, para la rehabilitación;
estos son los cuatro requisitos: (1) que la falta de medicamento o tratamiento requerido
afecte el derecho a la vida en condiciones dignas; (2) que el medicamento haya sido
ordenado por un médico adscrito a la E.P.S. a la que se encuentra afiliado el accionante; (3)
que el fármaco, procedimiento o tratamiento prescrito no pueda ser reemplazado por otro
incluido dentro del Plan Obligatorio de Salud, bajo las similares condiciones de eficiencia y
calidad; y (4) que la persona que solicita el servicio de salud no cuenta con la capacidad
económica suficiente para cubrir el costo de éste con cargo a sus propios recursos. Por
contener estas subreglas, podría decirse que esta es una sentencia re-conceptualizadora,
puesto que para tratar médicamente los casos de adicción, en personas que lo han decidido,
no se hace ya el mismo pronunciamiento sobre el libre desarrollo de la personalidad y la
salud, la dignidad, sino que únicamente se aplican las cuatro (4) subreglas –las cuales
tienen en sí incorporados los derechos a la salud, el libre desarrollo de la personalidad, la
dignidad humana, la autonomía de las personas).

Así, aunque esta sentencia evidencia que la adicción a las drogas no deja de ser un
problema de salud pública para el sistema jurídico colombiano, ante la pregunta de esta
línea puede decirse que, lejos de restringir el libre desarrollo de la personalidad, las
medidas profilácticas, pedagógicas y terapéuticas que pueden tutelarse para los
farmacodependientes, sólo son posibles gracias al mismo artículo 16 Superior, como a la C-
221 de 1994 que le dio un alcance enorme; de lo contrario se obligaría un tratamiento
internado, de forma unilateral e indefinida, sin importar el consentimiento del adicto.

Por lo mismo, dentro del balance, esta sentencia se ubicó entre la mitad del NO, un poco a
la izquierda de la C-221 de 1994 por lo que no se habla del libre desarrollo de la
personalidad directamente, pero a la derecha de la C-176 del 93 y la T-969 de 2001, en
cuanto estos casos no serían posibles si no existiera la inexiquibilidad de los artículos 51 y
87 de la Ley 30 de 1986. Igualmente, desde este punto del balance constitucional se dibuja
una línea recta para abajo intermitente, que ubicará todos los casos similares, como resulta
ser la siguiente sentencia.

En la T-684 de 2002, los hechos fácticos son así: un habitante de la calle demanda al Estado
de forma general -ninguna entidad prestadora de salud en particular-, para que se le
suministre tratamiento médico urgente para su rehabilitación. Se trata nuevamente del
amparo a la salud, por un adicto que no puede pagarse por sí solo un tratamiento.

Como se vio con la sentencia anterior, para que proceda la tutela en un caso semejante, el
tratamiento médico debe habérsele negado, cosa que no se cumple en este caso. Es decir,
23
aunque la Sala pretendía tutelar el derecho a la salud del adicto, habitante de las calles, no
lo hace porque el accionante no prueba su estado de vulneración y, por lo demás, no pueden
en ningún lado ubicarlo. Como es habitante de la calle, no tiene domicilio; lo buscan y no
dan con él; no obstante en cuanto a la salud, dice la sentencia:

la Sala no concederá el amparo al accionante. Lo anterior no significa que en términos genéricos


y de encontrarse probado que una persona se encuentra en estado de drogadicción crónica y sus
medios económicos no son suficientes para procurarse un tratamiento de rehabilitación, no sea
deber del Estado, a través de su sistema de seguridad social en salud, el brindarle la atención
médica y psicológica requerida.

Sí, aunque no se brinda la tutela en este caso, la Corte aprovecha para recordar que, en
casos de drogadicción crónica, cuando no se tienen los medios económicos suficientes para
pagar un tratamiento de rehabilitación, es deber del Estado brindar dicha atención.

Bajo las razones expuestas en la T-684 de 2002, se decide ubicar dicha sentencia en el
balance constitucional al mismo nivel que la T—591 de 2002.

Dentro de esta misma línea del balance, aunque saltándose unos años, está la sentencia T-
814 de 2008, en la cual se dice vulnerar los derechos fundamentales a la salud, en
conexidad con la vida en condiciones dignas, a la seguridad social y a la igualdad. Esto
porque el accionante sufre de dependencia al THC (marihuana), motivo por el cual se
ordenó hospitalización para el tratamiento de dependencia y abuso de sustancias
psicoactivas que comprende la etapa de desintoxicación, deshabituación y reinserción. Así,
el actor, como los casos anteriores, dice no tener el dinero suficiente y la Cruz Blanca,
E.P.S. a la que está adscrito, le negó el tratamiento por estar excluido del POS. Por lo
mismo, esta es una sentencia dominante: se afirman las sentencias pasadas.
Específicamente para el caso, antes que cualquier pronunciamiento sobre qué es la salud o
el libre desarrollo de la personalidad, se aplican los 4 requisitos expuestos en la T-591 de
2002. Por lo mismo, dice la Corte que, como no se cumplió con el requisito 2, es decir que
el tratamiento sea ordenado por médico adscrito a la EPS a la que se encuentra el afiliado,
puesto que en este caso se trató de un médico particular, en especial cuando la demandada
aduce “que está dispuesta a ofrecer los servicios médicos que necesite el señor Palacio
Posada para recuperar su salud, siempre que éste agote el trámite pertinente ante el médico
general”.

Por las anteriores razones, la T-814 de 2008 se encuentra al mismo nivel que la sentencia
T-684/02 y la que sigue, la T-1116 de 2008.

Así como se acaba de consignar, la siguiente sentencia en el balance, la T-1116 de 2008,


repite los hechos fácticos y el balance de las anteriores sentencias, como la T-591 de 2002.
Es el caso de un tratamiento por adicción, cuando la E.P.S. lo ha negado. Así, la sentencia
sabe que son unos hechos típicos, un patrón fáctico y decide no pronunciarse de fondo: «la
Sala Segunda de Revisión de la Corte Constitucional decide reiterar lo dispuesto por la
jurisprudencia para este tipo de casos. Por tal razón, de acuerdo con sus atribuciones
constitucionales y legales, la presente sentencia será motivada brevemente»; no otra es la

24
razón de aplicar las mismas cuatro reglas de los casos anteriores. Como el caso no cumple
con dos de los cuatro requisitos, no se tutela:

para identificar la procedencia del amparo constitucional en cada caso concreto, la Corte reiteró
la necesidad de verificar el cumplimiento de algunos requisitos fijados en la jurisprudencia
constitucional: (1) que la falta de medicamento o tratamiento requerido afecte el derecho a la
vida en condiciones dignas, (2) que éste haya sido ordenado por un médico adscrito a la E.P.S. a
la que se encuentra afiliado el accionante, (3) que no pueda ser reemplazado por otro incluido
dentro del Plan Obligatorio de Salud, bajo las similares condiciones de eficiencia y calidad y (4)
que la persona que solicita el servicio de salud no cuente con la capacidad económica suficiente
para cubrir el costo de éste con cargo a sus propios recursos.

En el presente caso no se cumplen dos de los requisitos señalados antes, ya que (2) el tratamiento
para alcoholismo no fue ordenado por un médico tratante adscrito a la entidad y, (3) su
empleador le ha brindado atención eficiente y de calidad, dentro del programa de la Oficina de
Seguridad Social, que según consta en el expediente, ha contribuido de manera efectiva a la
recuperación de G.P.E.A.

Vale la pena evidenciar que el diagrama del balance muestra que el año 2002 fue bastante
intenso. No por otra razón, entre la T-591 de 2002 y la T-684 de 2002, varias cosas
importantes para este escenario constitucional ocurrieron. Así, se obtuvo que la sentencia
(CITADA EN C-689 de 2002 pero no en ficha) C-420 de 2002, la cual demandaba los
artículos de la Ley 30 de 1986 con referencia al tráfico (no consumo) de estupefacientes,
sicotrópicos y drogas sintéticas -ya no al consumo-, encontraba pertinente restringir el libre
desarrollo de la personalidad por la salud pública, el orden económico y social, como por
los derechos de los demás. Igual ocurre en el balance con la C-176 de 1994, donde se
diferencia entre tráfico y consumo, penalizando lo primero y permitiendo lo segundo. Por
eso están en el mismo punto del balance las dos sentencias: sí se restringe por el artículo 49,
derecho económico, social y cultural, el artículo 16 constitucional que hace referencia a un
derecho fundamental; no obstante, acá no se da por el consumo y sí por el tráfico, por lo
que no alcanza el extremo izquierdo de la restricción, como la Ley 30 de 1986 o el
salvamento de voto en la C-221 de 1994.

Entre el 2002 se encuentra también la Ley 745 de 2002, sobre el “consumo y porte de dosis
personal de estupefacientes o sustancias que produzcan dependencia”; allí se tipifica como
contravención el consumo y porte de la dosis personal, frente a niños o en institutos
educativos; para el balance, sí se restringe el libre desarrollo de la personalidad y por la
salud, no obstante no es tan grande la restricción como privar de la libertad; además la
limitación no se da para cualquier parte o por ser adicto, sino por consumir o portar en
ciertos lugares o ante cierta población, no general.

Siguiendo con los casos del 2002 y para entender mejor el balance obtenido de la C-420 de
2002, se tiene la C-689 de 2002, la cual en un principio estudia la cosa juzgada material,
puesto que el actor ya había presentado una demanda (C-420/2002) contra los artículos 32,
33, 34, 35, 36 y 43 de la Ley 30 de 1986, que contienen respectivamente, los mismos
verbos rectores y los modelos descriptivos de las normas ahora demandadas. Así, el
demandante acusa los artículos 375, 376, 377, 378, 379, 380, 382 y 385 de la Ley 599 de
2000 “por la cual se expide el Código Penal”. Estos artículos, para no exponer uno a uno,

25
se resumen en el tráfico de estupefacientes, sicotrópicos y drogas sintéticas, no del
consumo. Y aunque no sea del consumo y sí del tráfico, es relevante esta sentencia no sólo
por el tema, sino porque los derechos que trata son los mismos de este escenario: libre
desarrollo de la personalidad y salud. Dice así la sentencia:

El derecho al libre desarrollo de la personalidad, como cualquier derecho fundamental, no es un


derecho absoluto, éste no puede ser invocado para desconocer los derechos de otros, ni los
derechos colectivos, ni mucho menos para limitar la capacidad punitiva del Estado frente a
comportamientos que pongan en peligro el orden social o económico, o el ejercicio de los demás
derechos que se reconocen a todos los ciudadanos, la tipificación se da para proteger la salud
pública, seguridad pública, orden económico y social, debe distinguirse entre el porte,
conservación o consumo de sustancias estupefacientes en cantidad considerada como dosis de
uso personal (se fija límites para una actividad lícita, libertad del consumidor) y el narcotráfico
como actividad ilícita (estimula tendencias que se estiman socialmente indeseables) alentada por
el afán de lucro, el accionante no tiene en cuenta bienes jurídicos colectivos, en donde la
titularidad la tiene la comunidad.

Como se evidencia, el año 2002 fue un momento de bastante debate sobre las drogas que
producen adición.

La batalla contra la despenalización.


Luego del año 2002, tras la despenalización de 1994 y la repetición de tutelas contra la
salud, por no tratarse la farmacodependencia o el problemas con el consumo de drogas en
establecimientos médicos, como ya se mostró, viene la batalla contra de despenalización.
Vale la pena aclarar que esta batalla se da en el periodo presidencial de Uribe. Pasa así,
como se evidencia en el balance constitucional:

En el 2003 se presenta un referendo que tiene como objetivo cambiar el artículo 16 de la


Constitución Política, es decir el libre desarrollo de la personalidad; allí se incrustaba un
fragmento sobre el consumo de drogas, que decía así:

PREGUNTA: PARA PROTEGER LA SOCIEDAD COLOMBIANA, PARTICULARMENTE


SU INFANCIA Y SU JUVENTUD, CONTRA EL USO DE COCAINA, HEROINA,
MARIHUANA, BAZUCO, EXTASIS Y CUALQUIER OTRO ALUCINOGENO, ¿APRUEBA
USTED EL SIGUIENTE ARTICULO?

Agrégase al artículo 16 de la Constitución Política, un segundo inciso del siguiente texto:

Para promover y proteger el efectivo desarrollo de la personalidad, la ley castigará severamente


la siembra, producción, distribución, porte o venta de sustancias alucinógenas o adictivas, como
la cocaína, la heroína, la marihuana, el éxtasis u otras similares, graduando las penas según las
circunstancias en que se cometa la infracción. El Estado desarrollará una activa campaña de
prevención contra la drogadicción, y de recuperación de los adictos, y sancionará, con penas
distintas a la privación de la libertad, el consumo y porte de esos productos para uso personal, en
la medida en que resulte aconsejable para garantizar los derechos individuales y colectivos,
especialmente los de los niños y adolescentes.

26
Se consolidó este referendo en la Ley 176 de 2003. Por lo demás, fue declarada
inconstitucional en un control previo de la Corte (C-551 de 2003), por vicios de forma.
Igual, en el balance constitucional, por la restricción del libre desarrollo de la personalidad
que se pretendía, se ubica como la Ley 30 de 1986: restricción total del libre desarrollo de
la personalidad.

En el 2006 se da el Acto Legislativo 133, donde también se quiso cambiar el artículo 16 de


la Constitución Política, disposición sobre Libre Desarrollo de la Personalidad. Allí se
planteaba un segundo inciso para el ya citado artículo, el cual disponía lo siguiente: «En
garantía del libre y efectivo desarrollo de la personalidad, especialmente de niños y
adolescentes, la ley podrá establecer sanciones no privativas de la libertad al consumo y
porte de sustancias alucinógenas o adictivas para uso personal». Dicho Acto no pasó del
Congreso; no por eso no deja de ser parte de una lucha contra lo dispuesto en la C-221 de
1994.

Igual pasó un año después, en el 2007 con otro Acto Legislativo, el No 22, el cual no
pretendía ya cambiar el artículo 16 Superior con respecto al libre desarrollo de la
personalidad, sino el 49 de la salud, así:

Artículo 1º. El artículo 49 de la Constitución Política quedará así:


¿La atención de la salud y el saneamiento ambiental son servicios públicos a cargo del
Estado. Se garantiza a todas las personas el acceso a los servicios de promoción, protección y
recuperación de la salud.
Corresponde al Estado organizar, dirigir y reglamentar la prestación de servicios de salud a
los habitantes y de saneamiento ambiental conforme a los principios de eficiencia, universalidad
y solidaridad. También, establecer las políticas para la prestación de servicios de salud por
entidades privadas, y ejercer su vigilancia y control. Así mismo, establecer las competencias de
la Nación, las entidades territoriales y los particulares y determinar los aportes a su cargo en los
términos y condiciones señalados en la ley.
Los servicios de salud se organizarán en forma descentralizada, por niveles de atención y
con participación de la comunidad.
La ley señalará los términos en los cuales la atención básica para todos los habitantes será
gratuita y obligatoria.
Toda persona tiene el deber de procurar el cuidado integral de su salud y la de su comunidad. La
ley podrá establecer sanciones no privativas de la libertad al porte y al consumo en lugares
públicos de sustancias estupefacientes o psicotrópicas para uso personal. El Estado desarrollará
en forma permanente campañas de prevención contra el consumo de drogas y en favor de la
recuperación de los adictos.

Y aunque tampoco resultó este cambio constitucional, para contrariar la C-221 de 1994, sí
evidencia la lucha que se le hizo a la despenalización, por lo que este punto se ubica en el
balance igual que el anterior Acto Legislativo: es decir limitando el libre desarrollo de la
personalidad por consumir drogas que causan dependencia, aunque no tanto como la Ley
30 del 86.

Finalmente, dentro de esta batalla se encuentra el Acto Legislativo 02 del año 2009, el cual
se realiza gracias al “Estudio Nacional de Consumo de sustancias sicoactivas en hogares de
Colombia”, del mismo año (2009) y que transformó el artículo de la salud constitucional.

27
Ese cambio a la constitución sí resultó, prohibiendo el consumo de estupefacientes,
sicotrópicos y drogas sintéticas. Vale aclarar que no penaliza el consumo, lo prohíbe con
medidas administrativas, pedagógicas, profilácticas y terapéuticas. Así quedó el artículo
modificado (vigente hasta el presente, 2018):

ARTÍCULO 1o. El artículo 49 de la Constitución Política quedará así:

“La atención de la salud y el saneamiento ambiental son servicios públicos a cargo del Estado.
Se garantiza a todas las personas el acceso a los servicios de promoción, protección y
recuperación de la salud.

Corresponde al Estado organizar, dirigir y reglamentar la prestación de servicios de salud a los


habitantes y de saneamiento ambiental conforme a los principios de eficiencia, universalidad y
solidaridad. También, establecer las políticas para la prestación de servicios de salud por
entidades privadas, y ejercer su vigilancia y control. Así mismo, establecer las competencias de
la Nación, las entidades territoriales y los particulares y determinar los aportes a su cargo en los
términos y condiciones señalados en la ley.

Los servicios de salud se organizarán en forma descentralizada, por niveles de atención y con
participación de la comunidad.

La ley señalará los términos en los cuales la atención básica para todos los habitantes será
gratuita y obligatoria.

Toda persona tiene el deber de procurar el cuidado integral de su salud y de su comunidad.

El porte y el consumo de sustancias estupefacientes o sicotrópicas está prohibido, salvo


prescripción médica. Con fines preventivos y rehabilitadores la ley establecerá medidas y
tratamientos administrativos de orden pedagógico, profiláctico o terapéutico para las personas
que consuman dichas sustancias. El sometimiento a esas medidas y tratamientos requiere el
consentimiento informado del adicto.

Así mismo el Estado dedicará especial atención al enfermo dependiente o adicto y a su familia para
fortalecerla en valores y principios que contribuyan a prevenir comportamientos que afecten el
cuidado integral de la salud de las personas y, por consiguiente, de la comunidad, y desarrollará en
forma permanente campañas de prevención contra el consumo de drogas o sustancias
estupefacientes y en favor de la recuperación de los adictos.”

¿Se implican o se restringen?

Hay un caso muy similar a las sentencias T-592 de 2002, T-684 de 2002, T-814 de 2008 o
T-1116 de 2008; nuevamente es sobre un tratamiento médico negado por una EPS para
tratar la adicción a las drogas. A diferencia de los anteriores casos, sí se da el amparo
solicitado, así no se cumplan los cuatro (4) requisitos expuestos como subreglas por la
anterior jurisprudencia.

Mejor dicho, en la sentencia T-438 de 2009, una EPS niega el tratamiento para la adicción a
las drogas que un usuario requería, por no estar dentro del POS. Es decir, se aplican las

28
mismas subreglas que en los anteriores casos, las cuatro (4) características que se deben
cumplir para obtener la tutela.

Por lo demás, en este caso ocurre algo diferente, como se evidencia en el diagrama del
balance: está un poco más a la derecha, levemente más inclinada al NO; ¿por qué? Esta T-
438 de 2009, aunque enuncia los cuatro requisitos para conceder la tutela en casos
semejantes, brinda el amparo a la salud así no se cumplan a cabalidad. Así, es ésta una
sentencia dominante, por lo que afirma un precedente. No obstante es modificadora, por lo
que, así se confirmen las cuatro características, la decisión se aleja un poco de los casos
pasados.

Últimos pasos: de extremo a extremo.

En la batalla contra la despenalización, el último pasó expuesto, que resultó victorioso por
parte de la salud y la restricción del libre desarrollo de la personalidad, fue el Acto
Legislativo 02 de 2009, el cual en el año 2011 fue demandado por inconstitucional. La
sentencia de ese caso forma parte del balance constitucional: C-574 de 2011. Allí la Corte
se declara inhibida por falta de argumentación y suficiencia jurídica: sólo se demanda un
supuesto de hecho y ninguna consecuencia jurídica. Nada de eso importa para esta línea
jurisprudencial; no así resulta el hecho que en la misma sentencia se hace una pregunta muy
acorde a la que en este escenario constitucional se problematiza: «¿se vulnera la Autonomía
Personal y, por ende la Dignidad Humana, pilares de la Carta Superior, cuando se limita el
libre desarrollo de la personalidad que tienen los consumidores de estupefacientes,
psicotrópicos o drogas sintéticas?».

Y como se declara inhibida la Corte, por considerar insuficiente la demanda, el balance


constitucional para este momento ocupa el mismo lugar que la norma estudiada, es decir
como el Acto Legislativo 02 de 2009 que cambió el artículo 49 Superior, sobre la salud,
donde se incluyó la prohibición (no penalización) del consumo de sustancias
estupefacientes o sicotrópicas y se dictaron medidas y tratamientos administrativos de
orden pedagógico, profiláctico o terapéutico; entonces, aunque no sea una restricción al
libre desarrollo de la personalidad tan grave como lo era la Ley 30 de 1986, al prohibirse el
consumo, sí se limita el artículo 16 y el alcance de la C-221 de 1994. Por lo mismo, aunque
muy cerca al extremo de la respuesta bipolar SÍ en el balance, un poco a la derecha ha de
ubicarse mejor.

Cosa contraria ocurre con la última sentencia de este balance constitucional, la C-491 de
2012. En este caso, se demanda el artículo 11 de la Ley 1453 de 2011, “Por medio de la
cual se reforma el Código Penal, el Código de Procedimiento Penal, el Código de Infancia
y Adolescencia, las reglas sobre extinción de dominio y se dictan otras disposiciones en
materia de seguridad”. La disposición a estudiar dice así:

EL CONGRESO DE COLOMBIA

DECRETA: CAPÍTULO I. MEDIDAS PENALES PARA GARANTIZAR LA SEGURIDAD


CIUDADANA.

29
(...)

Artículo 11. Tráfico, fabricación o porte de estupefacientes. El artículo 376 de la Ley 599 de
2000 quedará así:

Artículo 376. Tráfico, fabricación o porte de estupefacientes. El que sin permiso de autoridad
competente, introduzca al país, así sea en tránsito o saque de él, transporte, lleve consigo,
almacene, conserve, elabore, venda, ofrezca, adquiera, financie o suministre a cualquier título
sustancia estupefaciente, sicotrópica o drogas sintéticas que se encuentren contempladas en
los cuadros uno, dos, tres y cuatro del Convenio de las Naciones Unidas sobre Sustancias
Sicotrópicas, incurrirá en prisión de ciento veintiocho (128) a trescientos sesenta (360) meses y
multa de mil trescientos treinta y cuatro (1.334) a cincuenta mil (50.000) salarios mínimos
legales mensuales vigentes.

(...)

Lo subrayado en la cita, “lleve consigo”, fue lo demandado. Lo que está en negrillas,


“sustancia estupefaciente, sicotrópica o drogas sintéticas que se encuentren contempladas
en los cuadros uno, dos, tres y cuatro del Convenio de las Naciones Unidas sobre
Sustancias Sicotrópicas”, fue otro de los cambios que trajo esta Ley para el artículo 376 del
Código Penal (Ley 599 de 2000), pertinente para la pregunta jurídica de esta línea.

Se trata de una sentencia modulativa, condicionada, por lo que decide declarar exequible el
artículo demandado, siempre y cuando se interpreten los verbos rectores en relación al
tráfico y no al consumo, como distinguió el mismo Convenio de las Naciones Unidas
nombrado en la misma Ley controlada. Es decir, el que introduzca al país, transporte, lleve
consigo, almacene, conserve, elabore, venda, ofrezca, adquiera, financie o suministre
estupefacientes, sicotrópicos o drogas sintéticas, cuando son para el consumo personal y no
para el tráfico, no tendrá restricción alguna de su libertad, pues no se configura el sujeto
activo de este tipo penal siendo un consumidor y sí un traficante: no de otra forma puede
afectarse un bien jurídico como lo es la salud pública, los derechos colectivos y el orden
económico y social. Lo que se penaliza con esta Ley es el narcotráfico, no al consumidor,
sujeto de protección especial para la Constitución por su indefensión. Se cita en esta última
sentencia la C-221 de 1994, sentencia fundacional ya reseñada, así:

es el reconocimiento de la persona como autónoma en tanto que digna (artículo 1o. de la C.P.),
es decir, un fin en sí misma y no un medio para un fin, con capacidad plena de decidir sobre sus
propios actos y, ante todo, sobre su propio destino. La primera consecuencia que se deriva de la
autonomía, consiste en que es la propia persona (y no nadie por ella) quien debe darle sentido a
su existencia y, en armonía con él, un rumbo. Si a la persona se le reconoce esa autonomía, no
puede limitársela sino en la medida en que entra en conflicto con la autonomía ajena. 


Pero lo que resulta nuevo para este escenario, no es tanto lo dicho por la sentencia
fundacional, como lo expuesto sobre la Corte Suprema de Justicia, autoridad competente
para interpretar el Código Penal y el artículo demandado, que trae a colación la Corte
Constitucional:

30
Tal como se deriva de la demanda y de las precisiones efectuadas en esta providencia, la norma
permite al menos dos interpretaciones: (i) La primera, de naturaleza literal, consistente en que las
conductas alternativas previstas en el tipo penal de tráfico, fabricación y porte de estupefacientes
del 376, en la versión modificada por la

Ley 1453 de 2011, incluye dentro de su ámbito la penalización del porte de las sustancias allí
relacionadas en cantidad considerada como dosis para uso personal, en la medida que no hace
ninguna salvedad al respecto; y (ii) La segunda, que toma en cuenta el contexto, los principios
constitucionales en materia de configuración punitiva, y los antecedentes jurisprudenciales,
según la cual la regulación del porte de dosis para uso personal no se encuentra dentro del
ámbito normativo del 376, y por ende no está penalizada.

Ante dos interpretaciones plausibles, la Corte acogerá aquella que se aviene a los mandatos
constitucionales y excluirá la que los contraviene. En consecuencia, declarará la exequibilidad
condicionada del artículo 376 del Código Penal, tal como fue modificado por el artículo 11 de la
Ley 1453 de 2011, en el entendido de que el porte de sustancia estupefaciente, sicotrópica o
droga sintética en cantidad considerada como dosis para uso personal, no se encuentra
comprendido dentro de la descripción del delito de “tráfico, fabricación y porte de
estupefaciente” previsto en esta disposición, y por ende no se encuentra penalizada.

Así, tras lo anterior expuesto de la C-491 de 2012, se decide ubicar este punto en el balance
constitucional igual que la sentencia fundacional, es decir al extremo derecho: la salud
nunca puede restringir el libre desarrollo de la personalidad, en los casos de consumo de
estupefacientes, sicotrópicos y drogas sintéticas. Es decir, totalmente opuesta a la anterior
sentencia (C-574 de 2011) y, más aun, a la posterior -que no es otra que la arquimédica-.

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FORMATO DE ANÁLISIS PARA SENTENCIAS DE CONSTITUCIONALIDAD

ESTUDIANTES

Ingrid Paola Martínez Piamba.


Juan Sebastián Martínez Tovar.
Nombre Jaime Adrián Moreno Arcos.
Fecha 04/05/2018
Curso CONSTITUCIONAL COLOMBIANO

1. MARCO DECISIONAL (ideas claras; frases cortas. Use viñetas)

1.1. IDENTIFICACIÓN

Número C-176/1994
Bogotá, D.C. 12 de abril de 1994.
Fecha
Magistrado
Ponente Dr. ALEJANDRO MARTINEZ CABALLERO
Aclaran el voto No aclaran el voto.
Salvan el voto No salvan el voto.
1.2. NORMA CONTROLADA
La Ley 67 de 23 de agosto de 1993 tiene el siguiente texto:

Visto el texto de la "CONVENCIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS CONTRA EL


TRAFICO ILÍCITO DE ESTUPEFACIENTES Y SUSTANCIAS SICOTRÓPICAS",
suscrita en Viena el 20 de Diciembre de 1988.

1.3. DEMANDA

La Corte Constitucional de la República de Colombia, hace una revisión de constitucionalidad de la Ley


67 de 23 de agosto de 1993 "por medio de la cual se aprueba la 'Convención de las Naciones Unidas
contra el tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias sicotrópicas', suscrito en Viena el 20 de
diciembre de 1988", radicada con el No. L.A.T.-021.

1.4. PROBLEMA JURÍDICO QUE ENUNCIA LA CORTE (PJC)

32
La corte no enuncia un problema jurídico puesto que ellos deben cumplir con la revisión de
si esta ley es conforme a la constitución, es decir hace un control previo (Art. 241 numeral
10)
¿La convención de las naciones unidas contra el tráfico ilícito de estupefacientes y
sustancias sicotrópicas", suscrita en Viena el 20 de diciembre de 1988,es conforme a la
constitución política de Colombia?

1.5. NORMAS JURÍDICAS RELEVANTES PARA RESOLVER EL CASO


Art. 35 C.P
Art. 241 #10 C.P.
Art. 9 C.P
Art. 58 C.P.
Art. 29 C.P
Art.249 C.P.
Art.113 C.P.
Art. 7 C.P.
Art. 79 C.P.
Art. 80 C.P.
Convención Única de Estupefacientes de 1961 - Ley 13 de 1974.
Convenio sobre Sustancias Sicotrópicas de 1973 - la Ley 66 de 1979.

1.6. DECISIÓN
Primero: Declarar EXEQUIBLE por no ser contraria a la Constitución ni en su fondo ni en su
trámite de expedición la Ley Número 67 de 1993, por medio de la cual se aprueba la
"Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias
Sicotrópicas" suscrita en Viena el 20 de diciembre de 1988, salvo los siguientes apartes:
a) La segunda reserva formulada por el Congreso que se declara INEXEQUIBLE.
b) La segunda declaración formulada por el Congreso que se declara EXEQUIBLE, siempre y
cuando se incluya en ella que el Estado colombiano se reserva el derecho de evaluar de manera
autónoma el impacto ecológico de las políticas contra el narcotráfico, puesto que aquellas que
tengan efectos negativos sobre los ecosistemas son contrarias a la Constitución.
c) La novena declaración es declarada EXEQUIBLE siempre y cuando se precise que la remisión
debe hacerse al inciso 2º y no al 3º del artículo 35 de la Constitución.

Segundo: Declarar EXEQUIBLE la "Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de
Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas", suscrita en Viena el 20 de diciembre de 1988",
teniendo en cuenta que las obligaciones internacionales derivadas del artículo 3º numeral 1º
literal c) y numeral 2º así como del artículo 11º se contraen a de manera condicionada al
respeto de los principios constitucionales colombianos, y con base en las reservas 1º, 3º y 4º,
así como en las 9 declaraciones formuladas por el Congreso, con las precisiones efectuadas por
la Corte, que hacen compatible la Convención con el ordenamiento constitucional colombiano,
y que el Gobierno de Colombia formulará al depositar el respectivo instrumento de ratificación

33
de la Convención,

Tercero: Comuníquese al Gobierno Nacional -Presidencia de la República y Ministerio de


Relaciones Exteriores- para los fines contemplados en el artículo 241 numeral 10 de la
Constitución.

2. ARGUMENTO DE LA DECISIÓN (ideas claras; frases cortas. Use viñetas)

2.1. PROBLEMA JURÍDICO QUE REALMENTE RESUELVE LA CORTE (PJR)


¿La convención de las naciones unidas contra el tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias
sicotrópicas", suscrita en Viena el 20 de diciembre de 1988,es conforme a la constitución
política de Colombia?

2.2. RATIO DECIDENDI (RD) "La razón de la decisión" Responde el problema jurídico y es la
causa del resuelve (¿Por qué la Corte decidió de esta manera?)
Las declara constitucionales, pues las finalidades que se observan en el preámbulo de la
convención, son conformes al Art. 9 de nuestra Constitución, pero fue necesario que el
congreso introdujera 4 reservas, facultad que le da el Art. 217 del reglamento del Congreso o
Ley 5 de 1992, e incluyó 9 declaraciones, criterios expuestos en la sentencia C-227 de 1993.
 Reservas:
a. La no extradición de Colombianos por nacimiento: en nuestra constitución está
prohibida Art. 35
b. La inconstitucionalidad de la segunda reserva relativa a la confiscación y el decomiso:
numerales 1 y 2 del art. 5 de la convención. Existen diferencias entre confiscación y
decomiso, pues la primera recae sobre la totalidad de patrimonio de los cabecillas de la
rebelión, no es ilícito y el segundo afecta bienes concretos utilizados para perpetuar el
delito, en nuestra constitución el Art. 34 la confiscación se prohíbe (debe ser por
sentencia judicial) mientras el comiso no. Colombia protege la propiedad privada por
tanto se prohíbe la confiscación. (inexequible) la corte considera errónea la
interpretación hecha por el congreso.
c. La reserva sobre la inversión de la carga de la prueba: párrafo 7º del artículo 5º es
contrario a art. 29 de la Constitución Política (debido proceso, presunción de inocencia),
al artículo 14, numeral 2º del pacto Internacional de derechos Civiles y Políticos de las
Naciones Unidas y del artículo 8º, numeral 2º de la Convención Americana de Derechos
Humanos.
d. Reserva sobre autonomía e independencia del Poder Judicial para investigar y juzgar
los delitos: artículo 9º, párrafo 1º, incisos b), c), d) y e) de la Convención, en cuanto se
oponga a la autonomía e independencia de las autoridades judiciales para conocer de la
investigación y juzgamiento de los delitos. Se justifica por el artículo 249 de la
Constitución Política que establece que la Fiscalía General de la Nación forma parte de
la Rama Judicial y no del Poder Ejecutivo y es necesario preservar el fuero judicial en
sus dos etapas de investigación y juicio.

34
También se justifica con base en el artículo 113 de la Constitución Política que establece
que los diferentes órganos del Estado tienen funciones separadas pero colaboran
armónicamente para la realización de sus fines.
 DECLARACIONES:
a. La declaración relativa al sistema constitucional y legal del Estado colombiano
y a sus obligaciones internacionales: (primera declaración) asegurar la primacía
del orden constitucional y legal de Colombia, teniendo presente lo estatuido en
los artículos 1º y 4º de la Constitución Política, art. 93 de la Constitución Política
la prevalencia en el orden jurídico interno de los tratados y convenios
internacionales ratificados por el Congreso que reconocen los derechos
humanos y que prohíben su limitación en los estados de excepción.
b. Declaración sobre desarrollo alternativo, derechos de las comunidades
indígenas, protección del medio ambiente y defensa de nuestro desarrollo: en
el cultivo de hoja de coca como infracción penal, se debe tener en cuenta los
derechos de las comunidades indígenas involucradas y la protección al medio
ambiente, el trato discriminatorio que se le da a los mercados internaciones y
sus productos agrícolas no contribuyen a los cultivos ilícitos sino que deteriora la
zona ecológica afectada. No se puede considerar erradicación de cultivos ilícitos
como atentar contra el medio ambiente, el Art.7 y 80 C.P. lo protegen. Es deber
del Estado proteger el medio ambiente, por ello es condicionado ya que no
señala de manera específica la autonomía que el Estado Colombiano debe
reservarse para evaluar el impacto ecológico de las políticas contra el
narcotráfico.
c. Declaración relativa a las restricciones a la libertad de los acusados y políticas
de sometimiento y colaboración de presuntos delincuentes a la justicia: párrafo
7º del artículo 3º de la Convención.
Salvaguarda, en primer término, el principio constitucional de la igualdad de
todos ante la ley, consagrado en el artículo 13 de la Constitución Política,
incluyendo las garantías judiciales consagradas básicamente en el artículo 29
Superior.
d. . Declaración sobre la asistencia judicial recíproca sobre la base de la
reciprocidad y el respeto al orden constitucional y legal del Estado:
La solicitud de asistencia legal recíproca no se concede cuando las autoridades
consideren que su otorgamiento menoscaba el interés público o el orden
constitucional/legal. Art.7 (convención) tratado colectivo, necesidad de sujetar la
asistencia judicial recíproca al principio internacional de reciprocidad
internacional en la materia, aceptado por Colombia (CP art 9), conforme a la
supremacía de la Constitución (CP art 4), Colombia se reserva la posibilidad de
no conceder formas de cooperación por razones de interés público, criterio
razonable de conveniencia política sobre el cual no corresponde a esta
Corporación pronunciarse.
e. Declaración sobre prescriptibilidad de la acción penal:
Párrafo 8 Art. 3 (convención) entiende Colombia que no implica la
imprescriptibilidad de la acción penal. Art. 28 C.P. en su último inciso se refirió a

35
que en ningún caso podrá haber penas imprescriptibles, se debe investigar en un
determinado tiempo la presunta comisión de un hecho punible. El Estado social
de derecho que vela por la dignidad de la persona y el respeto efectivo de los
derechos humanos Artículos 1 y 2 C.P. la imprescriptibilidad penal, viola el art. 2º
numeral 1º Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de las Naciones
Unidas y el art. 24 de la Convención Americana de Derechos Humanos,
instrumentos internacionales que, al tenor del artículo 93 superior, prevalecen
en el orden interno.
f. Declaración sobre limitación de la cláusula de excepción:
el artículo 24 ( Convención) sobre "medidas más estrictas o rigurosas", no podrá
interpretarse en el sentido de conferir al Gobierno poderes más amplios de los
que le confiere la Constitución Política de Colombia, pues llevaría a la violación
de principios fundamentales del Estado de derecho, incluso bajo los Estados de
Excepción, en el Art. 252 C.P. dice que incluso "en los estados de excepción
(Art. 212 y 213) el Gobierno no podrá suprimir, ni modificar los organismos ni las
funciones básicas de acusación y juzgamiento, debemos resaltar que la
Constitución es norma de normas Art. 4 C.P.
g. Declaración sobre asistencia en alta mar a solicitud expresa y con autorización
del Gobierno colombiano:
Art. 17 (convención) sólo operará en alta mar y a solicitud expresa y con
autorización del Gobierno colombiano. Referida a la cooperación de los Estados
para eliminar el tráfico ilícito por mar, se reafirma que las relaciones exteriores
de Colombia "se fundamentan en la soberanía nacional, en el respeto a la
autodeterminación de los pueblos y en el reconocimiento de los principios del
derecho internacional aceptados por Colombia" (Art 9 CP).

h. Secuestro internacional de acusados:


Colombia considera contrario a los principios y normas de Derecho
Internacional: igualdad soberana, integridad territorial y no intervención,
cualquier acto tendiente al secuestro o privación ilegal de la libertad de las
personas dentro del territorio de un Estado para hacerlas comparecer ante los
tribunales de otro, es decir que la cooperación en contra del narcotráfico no
puede violar la soberanía de unos Estados por parte de otros.
i. La remisión de actuaciones penales y las garantías constitucionales del derecho
de defensa: Art. 8º de la Convención, se hará de tal forma que no vulneren las
garantías constitucionales del derecho de defensa, el congreso asegura que se
debe hacer conforme al Art. 35 inciso 3 de la constitución, pero la corte afirma
que el congreso se equivocó, pues el Art. 35 no tiene 3 incisos sino 2 por lo tanto
debe entenderse siempre y cuando se precise que se hace conforme al inciso 2.
Respecto al Art. 3 (Cada una de las partes adoptará las medidas que sean necesarias para
tipificar como delitos penales en su derecho interno cuando se cometan intencionalmente
ciertas disposiciones) y 11 (Si lo permiten los principios fundamentales de los respectivos
ordenamientos jurídicos internos, las Partes adoptarán las medidas necesarias, dentro de sus
posibilidades, para que se pueda utilizar de forma adecuada, en el plano internacional, la

36
técnica de entrega vigilada). es decir, los Estados que suscriban la Convención se comprometen
internacionalmente de manera incondicional a adoptar medidas relacionadas con la
criminalización de ciertas conductas; en cambio, la obligación relacionada con la entrega
vigilada es condicionada, esto es, los Estados se comprometen a adoptarla sólo si su
ordenamiento jurídico interno se los permite. Esta disposición armoniza plenamente con la
Constitución colombiana que establece la estricta legalidad de los delitos y penas (CP art 29), y
es fundamental para interpretar el alcance de la exequibilidad de las disposiciones de la
Convención relativas a la obligación de tipificar ciertos delitos. En efecto, para la Corte es claro
que la Convención de Viena como tal no consagra ningún delito sino que establece la obligación
de los Estados de definirlos, conforme a su derecho interno.

3. ARGUMENTOS NO ESENCIALES (ideas claras; frases cortas. Use viñetas)

3.1. OBITER DICTA RESALTABLES (OD): "Dichos de paso"

 Diferencia entre reservas y declaraciones:

RESERVAS DECLARACIONES
Se evitan efectos jurídicos de ciertas Se aceptan determinadas condiciones, pero
disposiciones de un tratado. dentro de ciertos límites, dando un
significado y no otro.
Se excluyen clausulas. No se excluyen cláusulas.
Modifica efectos. Precisa el alcance del tratado o de algún
Artículo.
En Colombia: En Colombia:
Disposiciones no aplicables. Solo se deben interpretar de cierta manera.

 La comunidad internacional bajo el liderazgo de los Estados Unidos considera que la


Forma de enfrentar problemas sociales es mediante la prohibición absoluta de la
producción, el uso o tráfico de esas sustancias cuando su finalidad sea diferente a las
médicas o científicas.
 La Convención de 1988 es la continuación de ya diferentes tratados ratificados por
Colombia, pero trae novedades: Convención Única de Estupefacientes de 1961
enmendada por el Protocolo de modificaciones de 1972, aprobada por Colombia por
medio de la Ley 13 de 1974, y del Convenio sobre Sustancias Sicotrópicas de 1973.
 Frente a la reserva de no extradición pone como ejemplo: Código Bustamante prevé una
fórmula similar, puesto que en su artículo 345 señala que "los Estados contratantes no

37
están obligados a entregar a sus nacionales. La nación que se niegue a entregar a uno de
sus ciudadanos está obligada a juzgarlo".
 ideas reiterada por Eissen cuando afirma que ello "implica un justo equilibrio entre la
salvaguardia del interés general de la comunidad y el respeto de los derechos
fundamentales del hombre, aunque atribuyendo un valor particular a estos últimos"
 clasificación de las normas jurídicas propuesta por el jurista italiano Norberto Bobbio.

3.2. INTERVENCIONES (principales argumentos)


 Ministerio de Relaciones Exteriores:
Pide la constitucionalidad de la ley, asegura que su objeto, es promover la cooperación entre
las partes para hacer frente con mayor eficacia a los diversos aspectos del tráfico ilícito de
estupefacientes y sustancias sicotrópicas que tengan una dimensión internacional, ya que
este es un instrumento completo y eficaz que complementa varios convenios ya ratificados
por Colombia 'Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes con su Protocolo
Modificatorio de 1972 y del Convenio sobre Sustancias Sicotrópicas de 1971. Además es
viable porque se le pueden hacer reservas y declaraciones al momento en que se mire
afectada la Constitución.
 Ministerio de Justicia y del Derecho
Pide la constitucionalidad, señala que el art.2 de la ley busca hacer frente al narcotráfico que
sean de dimensión internacional, también nos muestra el respeto de igualdad soberana la
integridad de los Estados y de la no intervención en los asuntos internos de otros Estados y
esto coinciden con el Art.9 de la carta. Colombia no se puede obligar a extraditar (Art.6 y 9)
pues se iría en contra de la Constitución (Art.35), así mismo en su Art. 5 (Convenio) al hablar
de la confiscación iría en contra del Art. 34 C.P. en el numeral 7 no deja presumir la inocencia
de la persona lo cual también iría en contra del Art. 29 C.P. Sin embargo, el Ministerio
expresó que "se estimó adecuado formular una reserva, en el sentido de que el Estado
colombiano no se considera obligado a invertir la carga de la prueba". El Art. 9 (Convención)
habla de formas de cooperación y capacitación, pero es menester hacer limitaciones a sus
alcances y formular reserva a fin de obligarse atendiendo las limitaciones constitucionales al
particular.
 Procurador General de la Nación:
Solicitó declarar la exequibilidad de la ley, salvo el literal h) del párrafo 5º del artículo 3º
contenido en el artículo 1º de la mencionada Ley, tomando en cuenta los argumentos que a
continuación se exponen:
Por delitos análogos a los previstos en la Convención, ya sea por un Tribunal extranjero o por
uno del país donde es nacional tiene como circunstancia de agravación punitiva el hecho de
que el delincuente haya sido declarado culpable en una ocasión anterior en particular sujeto
activo de tales conductas, esto va en contra de nuestra constitución Art. 29 en donde dispone
que 'nadie podrá ser juzgado sino conforme a Leyes preexistentes al acto que se le imputa...'
no se debe imputar a un persona por sus antecedentes o por hechos cometidos con
anterioridad (reincidencia) pues en nuestro Estado Social de Derecho prima la Dignidad

38
humana.
El Art. 3 en su numeral 7 nos habla acerca de que las partes deben velar para que los
tribunales al momento de dar libertad/condicional por delitos relacionados con el
Narcotráfico se debe ver la gravedad del delito y circunstancias de agravación punitiva, para
su interpretación si se ratifica la convención de Viena el gobierno de acuerdo con la ley 67 de
1993 debe declarar que Colombia entiende ese párrafo conforme a su sistema penal y los
beneficios de sus políticas de sometimiento y ayuda de presuntos delincuentes a la justicia.
También hace un análisis a las medidas tendientes a la cooperación y medidas sobre los
precursores químicos, los materiales y los equipos destinados a la producción o fabricación
ilícita de estupefacientes y sustancias sicotrópicas, respecto al Art.14 del convenio dice que
se deben respetar Derechos Humanos Fundamentales y tener en cuenta los usos
tradicionales lícitos, razonando que en nuestro país las comunidades indígenas hacen uso de
la hoja de coca y además se debe respetar el medio ambiente.
3.3. ACLARACIONES DE VOTO (AV) (principales argumentos)

NO HAY ACLARACIONES DE VOTO

3.4. SALVAMENTOS DE VOTO (SV) (principales argumentos)

NO HAY SAVAMENTO DE VOTO


4. COMENTARIO (C): Análisis JURÍDICO de determinados ámbitos interesantes de la
Sentencia.
 En esta sentencia no sólo se habla de la salud pública, sino también se busca reprimir el
menoscabo económico, cultural y político que representa el tráfico de estupefacientes.
 Desde este momento se empieza a dar la diferencia entre tráfico y consumo.
 No habla acerca de las drogas en general sino que la específica como estupefacientes y
sustancias sicotrópicas, pero no se menciona aun las drogas sintéticas, entonces surge
un interrogante ¿desde qué momento entra este concepto en el sistema jurídico
Colombiano?
 En esta sentencia se hace un control previo (Art. 241 ordinal 10)
 Al momento de tomar la decisión en el literal C acerca de la remisión es una sentencia
de modulación ADITIVA, pues la corte asegura que el congreso erró en decir que se
debía entender según el inciso 3 del Art. 35 pero este solo contiene 2 incisos, por lo
tanto, se declara exequible siempre y cuando se haga remisión al inciso 2 y no al inciso
3.
 Por ser un convenio internacional se aplica el bloque de constitucionalidad.

39
FORMATO DE ANÁLISIS SENTENCIAS DE TUTELA

ESTUDIANTE

Ingrid Paola Martínez Piamba.


Juan Sebastián Martínez Tovar.
Nombre Jaime Adrián Moreno Arcos.
fecha 04/05/2018
Curso CONSTITUCIONAL COLOMBIANO

1. MARCO DECISIONAL (Ideas claras; frases cortas. Use viñetas)

1.1. IDENTIFICACIÓN
Número T-684/2002
Magistrado Ponente Dr. MARCO GERARDO MONROY CABRA
La Sala Sexta de la Corte Constitucional, integrada por los
Magistrados doctores, Eduardo Montealegre Lynett, Álvaro Tafur
Galvis y Marco Gerardo Monroy Cabra.

Sala de Decisión
Aclaran el voto No.
Salvan el voto No.

1.2. HECHOS JURÍDICAMENTE RELEVANTES (HJR)

 Habitante de la calle es drogadicto crónico.


 solicita que se le suministre tratamiento médico urgente para su rehabilitación.
 Que el amparo sea brindado por “el Estado” sin señalar alguna entidad en particular.

1.3. PROBLEMA JURÍDICO QUE ENUNCIA LA CORTE (PJC)


¿La Presidencia de la República, la Alcaldía de Ibagué o la Gobernación del Tolima, a través
de alguna de sus entidades, debe brindar los tratamientos de rehabilitación de la
drogadicción al peticionario, el cual aduce ser habitante de la calle?
1.4. NORMAS JURÍDICAS RELEVANTES PARA EL CASO
 Art.13 C.P.
 Art. 2 C.P.
 Art. 48 C.P.
 Art.49 C.P.
 Art.13 C.P.
 Art.85 C.P.

40
 Art.47 C.P.
 decreto 2591 de 1991 Artículos: 18, 20, 21, 22.

1.5. DECISIÓN
RESUELVE
PRIMERO : CONFIRMAR la sentencia del Juzgado Séptimo Penal Municipal de Ibagué
proferida el 7 de marzo de 2002 y, en consecuencia, negar la tutela al derecho a la salud en
conexidad con la vida del señor Bernardo Cañón Martínez por las razones expuesta en la
parte considerativa.

SEGUNDO: Para los efectos del artículo 36 del decreto 2591 de 1991, el juzgado de origen
hará las notificaciones y tomará las medidas conducentes para el cumplimiento de esta
sentencia.
2. ARGUMENTOS JURÍDICOS)
2.1. PROBLEMA JURÍDICO QUE REALMENTE RESUELVE LA CORTE (PJR

¿Se puede conceder acción de tutela si en el respectivo proceso no existen pruebas


contundentes para demostrar su adicción crónica?

2.2. RATIO DECIDENDI (RD)


 Se considera a la drogadicción crónica como una enfermedad que debe ser atendida
por el sistema de seguridad social en salud.
Se le niega la demanda, debido a la imposibilidad para localizarlo, no obstante los
esfuerzos realizados, no se tienen pruebas del estado de drogadicción crónica en el
que él dice encontrarse y un juez no puede conceder una tutela si en el respectivo
proceso no existe prueba, al menos sumaria, de la violación concreta de un derecho
fundamental, pues el objetivo de la acción constitucional es garantizar la efectividad
de los derechos fundamentales, cuya trasgresión o amenaza opone la intervención
del juez dentro de un procedimiento preferente y sumario. De ahí que la Sala negará
las pretensiones del actor en el asunto sub iudice (sujeto a juicio), en la tutela es
deber del juez encontrar probados los hechos dentro de las orientaciones del decreto
2591 de 1991 En consecuencia, la Sala no concederá el amparo al accionante. Lo
anterior no significa que en términos genéricos y de encontrarse probado que una
persona se encuentra en estado de drogadicción crónica y sus medios económicos no
son suficientes para procurarse un tratamiento de rehabilitación, no sea deber del
Estado, a través de su sistema de seguridad social en salud, el brindarle la atención
médica y psicológica requerida.
 Art. 36 del decreto 2591 de 1991 Las sentencias en que se revise una decisión de
tutela sólo surtirán efectos en el caso concreto y deberán ser comunicadas
inmediatamente al juez o tribunal competente de primera instancia, el cual notificará
la sentencia de la Corte a las partes y adoptará las decisiones necesarias para adecuar
su fallo a lo dispuesto por ésta.
3. ARGUMENTOS NO VINCULANTES

41
3.1. OBITER DICTA RESALTABLES (OD):
 conceptos emitidos por Medicina Legal, Academia Nacional de Medicina y Ministerio
de Salud reseñados en el acápite de pruebas: drogadicción crónica, considerada una
enfermedad.
 Ej.: sentencia T-1270/01, M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra (La Sala Sexta de
revisión negó la tutela a una señora que adujo que tenía cáncer de mama y
necesitaba de quimioterapia para su tratamiento, pero no aportó prueba alguna al
expediente de orden médica.)

3.2. ACLARACIONES DE VOTO (AV)


No hay.

3.3. SALVAMENTOS DE VOTO (SV)


No hay.

4. COMENTARIO (C): Análisis de determinados ámbitos interesantes de la Sentencia.


 En lo que se refiere a nuestro tema en esta sentencia la corte dice: En el Art.13 C.P. el
Estado debe proteger a las personas que por su condición económica, física o
mental, estén en debilidad manifiesta, si la persona está en grave perjuicio, en
estado de indigencia y no tiene el apoyo de su núcleo familiar procede de manera
excepcional la atención del Estado ordenada de manera directa por tutela, también
resalta que son personas con menos autonomía y para recuperarla requiere de
atención y protección, de lo contrario se expone a degradación como ser humano
integral y se vulnera el principio de la dignidad humana, la autonomía de la persona
que va ligada al libre desarrollo de la personalidad en donde la persona debe tener
responsabilidad por sus propias elecciones pero también su capacidad para realizar
sus proyectos vitales en la sociedad . En el Art. 2 C.P. están los fines esenciales del
Estado (proteger efectivamente los derechos de la persona) Art.49 (derecho a la
salud) Art.48 (seguridad social integral) Art.13 y 85(igualdad, atención inmediata). En
ello podemos observar la importancia que tiene nuestros derechos fundamentales ya
sean los estipulados en nuestra carta, del Art. 11 al 41 o ya sea por conexidad.

42
FORMATO DE ANÁLISIS SENTENCIAS DE TUTELA

ESTUDIANTE

Ingrid Paola Martínez Piamba.


Juan Sebastián Martínez Tovar.
Nombre Jaime Adrián Moreno Arcos.
Fecha 04/05/2018
Curso CONSTITUCIONAL COLOMBIANO

1. MARCO DECISIONAL (Ideas claras; frases cortas. Use viñetas)

1.1. IDENTIFICACIÓN
Número T-814/2008
Magistrado Ponente Dr. RODRIGO ESCOBAR GIL
La Sala Cuarta de Revisión de la Corte Constitucional, integrada por
los Magistrados Rodrigo Escobar Gil, Mauricio González Cuervo y
Sala de Decisión Marco Gerardo Monroy Cabra.
Aclaran el voto No.
Salvan el voto No.

1.2. HECHOS JURÍDICAMENTE RELEVANTES (HJR)


 vulneración de sus derechos fundamentales a la salud en conexidad con la vida en
condiciones dignas, a la seguridad social y a la igualdad.
 sufre de dependencia al THC (marihuana), motivo por el cual se ordenó
hospitalización para el tratamiento de dependencia y abuso de sustancias
psicoactivas que comprende la etapa de desintoxicación, deshabituación y
reinserción.
 Este no cuenta con suficiente sostenimiento económico para cubrir el tratamiento
(6 millones de pesos).
 se encuentra afiliado en calidad de cotizante dependiente a Cruz Blanca E.P.S. en
donde se le negó el tratamiento por estar excluido del Plan Obligatorio de Salud.
1.3. PROBLEMA JURÍDICO QUE ENUNCIA LA CORTE (PJC)

43
¿La empresa Cruz Blanca E.P.S incurrió en la violación de los derechos fundamentales
invocados por el señor Víctor Javier Palacio Posada al momento en que esta se niega a
autorizarle el tratamiento integral de rehabilitación que necesita para superar su problema
de adicción a sustancias psicoactivas?

1.4. NORMAS JURÍDICAS RELEVANTES PARA EL CASO


 Art.47C.P.
 Art. 1C.P.
 Art.2C.P.
 Art.86 C.P.

1.5. DECISIÓN
RESUELVE:
PRIMERO: CONFIRMAR la decisión adoptada por el Juzgado Trigésimo Primero Penal
Municipal de Medellín, mediante providencia del veinticuatro (24) de julio de dos mil siete
(2007), por las razones expuestas en esta providencia.
SEGUNDO: ADVERTIR a Cruz Blanca E.P.S. que, en el evento en el que el señor Víctor Javier
Palacio Posada solicite consulta médica en las especialidades de siquiatría, psicología,
toxicología o cualquier otra que requiera para el manejo de su problema de adicción, deberá
prestar de forma inmediata los servicios conforme al Plan Obligatorio de Salud.
TERCERO: LEVANTAR la suspensión de términos en este proceso, ordenada en el Auto de
fecha nueve (09) de abril de dos mil ocho (2008).
CUARTO: Líbrense las comunicaciones de que trata el artículo 36 del decreto 2591 de 1991,
para los efectos allí contemplados.

2. ARGUMENTOS JURÍDICOS)
2.1. PROBLEMA JURÍDICO QUE REALMENTE RESUELVE LA CORTE (PJR
¿Al momento de presentar una acción de tutela para la protección del derecho a la salud
psíquica es menester cumplir con los cuatro requisitos expuestos por la ley?

2.2. RATIO DECIDENDI (RD)

44
 Aunque existe afectación al derecho a la vida y la salud en asuntos de
farmacodependencia es necesario que al interponer una acción de tutela se ejecuten
los siguientes requisitos:(1) que la falta de medicamento o tratamiento requerido
afecta el derecho a la vida en condiciones dignas, (2) que el medicamento ha sido
ordenado por un médico adscrito a la E.P.S. a la que se encuentra afiliado el
accionante, (3) que el fármaco, procedimiento o tratamiento prescrito no pueda ser
reemplazado por otro incluido dentro del Plan Obligatorio de Salud, bajo las similares
condiciones de eficiencia y calidad y (4) que la persona que solicita el servicio de
salud no cuenta con la capacidad económica suficiente para cubrir el costo de éste
con cargo a sus propios recursos.(el servicio de salud requerido sea ordenado por un
médico adscrito a la E.P.S. punto 2) que en este caso no se cumplió pues el
demandante acudió a una institución en calidad de particular, la madre del
accionante afirma que la Cruz Blanca E.P.S. no brindó atención a su hijo pues el
médico le indicó que de ordenarle tratamientos de rehabilitación con especialistas en
psiquiatría y psicología para manejo de farmacodependencia, sería suspendido por la
entidad demandada, sin embargo no se puede probar lo dicho por ella ya que no
existe ninguna prueba (documento o testimonio) Empero, no puede la Sala presumir
actuaciones de mala fe por parte de Cruz Blanca E.P.S., máxime cuando la
demandada sostiene que está dispuesta a ofrecer los servicios médicos que necesite
el señor Palacio Posada para recuperar su salud, siempre que éste agote el trámite
pertinente ante el médico general. Por lo anterior no se concederá el amparo
deprecado por la parte actora.
 corresponde al demandante hacer una consulta general a través de su E.P.S. para que
los médicos conozcan su farmacodependencia, y así estos estudien su situación y
decidan si para el manejo y tratamiento de su enfermedad es necesaria la
hospitalización en un centro especializado o si bastan controles periódicos con
especialistas en psiquiatría, psicología y toxicología, Cruz Blanca E.P.S. estará en la
obligación de autorizar las consultas especializadas que se requieran para el
restablecimiento de las condiciones médicas del actor, sin demoras o trámites
excesivos, como quiera que, dichos servicios están disponibles para el usuario, sino e
encuentra en su plan de beneficios debe ofrecer alternativas de tratamiento.
 Art. 36 del decreto 2591 de 1991 Las sentencias en que se revise una decisión de
tutela sólo surtirán efectos en el caso concreto y deberán ser comunicadas
inmediatamente al juez o tribunal competente de primera instancia, el cual notificará
la sentencia de la Corte a las partes y adoptará las decisiones necesarias para adecuar
su fallo a lo dispuesto por ésta.
3. ARGUMENTOS NO VINCULANTES
3.1. OBITER DICTA RESALTABLES (OD):

45
 El derecho a la salud tiene estrecha relación con el principio de dignidad humana y
con el derecho a la vida (T-248 de 1998 T-881 de 2007).
 la drogadicción crónica es una enfermedad psiquiátrica que requiere tratamiento
médico en tanto afecta la autodeterminación y autonomía de quien la padece,
dejándola en un estado de debilidad e indefensión que hace necesaria la intervención
del Estado en aras de mantener incólumes los derechos fundamentales del afectado.
(T-684 de 2002).

3.2. ACLARACIONES DE VOTO (AV)


No hay.

3.3. SALVAMENTOS DE VOTO (SV)


No hay.

4. COMENTARIO (C): Análisis de determinados ámbitos interesantes de la Sentencia.


Cabe resaltar que en nuestra línea esta es la primera sentencia en la que se piden 4
requisitos para cubrir el amparo solicitado: :(1) que la falta de medicamento o tratamiento
requerido afecta el derecho a la vida en condiciones dignas, (2) que el medicamento ha sido
ordenado por un médico adscrito a la E.P.S. a la que se encuentra afiliado el accionante, (3)
que el fármaco, procedimiento o tratamiento prescrito no pueda ser reemplazado por otro
incluido dentro del Plan Obligatorio de Salud, bajo las similares condiciones de eficiencia y
calidad y (4) que la persona que solicita el servicio de salud no cuenta con la capacidad
económica suficiente para cubrir el costo de éste con cargo a sus propios recursos, esta es la
base para sentencias futuras, por ello consideramos que esta es una sentencia fundacional.

46
FORMATO DE ANÁLISIS SENTENCIAS DE TUTELA

ESTUDIANTE

Ingrid Paola Martínez Piamba.


Nombre Juan Sebastián Martínez Tovar.
Jaime Adrián Moreno Arcos.
fecha
04/05/2018
Curso
CONSTITUCIONAL COLOMBIANO

1. MARCO DECISIONAL (Ideas claras; frases cortas. Use viñetas)

1.1. IDENTIFICACIÓN
Número T-591/2002

Magistrado Ponente
Dra. CLARA INÉS VARGAS HERNÁNDEZ
La Sala Novena de Revisión de la Corte Constitucional, integrada
por los Magistrados CLARA INÉS VARGAS HERNÁNDEZ, JAIME
Sala de Decisión ARAÚJO RENTERIA y ALFREDO BELTRÁN SIERRA.

Aclaran el voto
No.
Salvan el voto
No.

1.2. HECHOS JURÍDICAMENTE RELEVANTES (HJR)


 Se presenta tutela contra Coomeva S. A. EPS por vulnerar los derechos
fundamentales a la salud, a la seguridad social, a la igualdad y a la dignidad humana.
 El accionante ostenta la condición de afiliado a Coomeva EPS, como beneficiario
“adicional” del señor MARIO ÁNGEL OSPINA. Afirma, que la Empresa Coomeva S. A.,
en forma “verbal”, le negó el tratamiento de tipo hospitalario que amerita su
dependencia a las drogas, en concepto del médico HERNÁN SIERRA, adscrito al
Centro de Atención y Rehabilitación en Salud Mental Carisma, como quiera que dicho
tratamiento se encuentra excluido del Plan Obligatorio de Salud POS, y él no cuenta

47
con los recursos económicos para sufragarlo.

1.3. PROBLEMA JURÍDICO QUE ENUNCIA LA CORTE (PJC)


¿Es procedente o no la acción de tutela impetrada por MARIO OSPINA RAMÍREZ contra la
Empresa Promotora de Salud Coomeva S. A., para ordenarle a ésta que autorice un
“tratamiento de rehabilitación de tipo hospitalario de carácter prioritario, ya que este es
dependiente de las drogas”, y, que además ha sido ordenada por un médico que no está
adscrito a dicha entidad?
1.4. NORMAS JURÍDICAS RELEVANTES PARA EL CASO
Art.86C.P.
Art. 4C.P.
Art.2C.P.
Art. 13C.P.
Art.47C.P.

1.5. DECISIÓN
RESUELVE:

Primero: CONFIRMAR, por las razones expuestas en esta providencia, el fallo de segunda
instancia, dictado en este asunto el 26 de febrero de 2002 por el Juzgado Trece Civil del
Circuito de Medellín, mediante el cual revocó la sentencia de primera instancia adoptada por
el Juzgado Trece Civil Municipal de la misma ciudad el 19 de diciembre de 2001, en virtud de
la acción de tutela promovida por MARIO OSPINA RAMÍREZ contra Coomeva EPS S. A.

Segundo: ORDENAR al señor Juez Trece Civil Municipal de Medellín que, una vez regrese el
expediente a su Despacho, compulse copias de la actuación para que adelante la
averiguación disciplinaria a que haya lugar por la razón señalada en la parte considerativa de
esta providencia.
Tercero: ORDENAR que por la Secretaría General se dé cumplimiento a lo dispuesto en el
artículo 36 del Decreto 2591 de 1991.

2. ARGUMENTOS JURÍDICOS)
2.1. PROBLEMA JURÍDICO QUE REALMENTE RESUELVE LA CORTE (PJR
¿Se puede brindar protección a un derecho que por conexidad es fundamental, pero no
cumple con uno de los cuatro requisitos exigidos para la protección del amparo, en este caso
que el médico que ordene el tratamiento no sea adscrito a la EPS (Coomeva)?
2.2. RATIO DECIDENDI (RD)

48
 La corte señala que el derecho a la salud es fundamental por su conexidad con el
derecho a la vida digna. según los Arts.13 Y 47 C.P el Estado está llamado a protegerlo
(dependiente de drogas)facilitándole la atención especializada que requiera para
tratar de asegurar su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus
derechos, sin embargo el tratamiento que se reclama en éste caso no fue prescrito
por un médico adscrito a Coomeva EPS, por lo tanto no cumple uno de los requisitos
necesarios : (1) que la falta de medicamento o tratamiento requerido afecta el
derecho a la vida en condiciones dignas, (2) que el medicamento ha sido ordenado
por un médico adscrito a la E.P.S. a la que se encuentra afiliado el accionante, (3) que
el fármaco, procedimiento o tratamiento prescrito no pueda ser reemplazado por
otro incluido dentro del Plan Obligatorio de Salud, bajo las similares condiciones de
eficiencia y calidad y (4) que la persona que solicita el servicio de salud no cuenta con
la capacidad económica suficiente para cubrir el costo de éste con cargo a sus propios
recursos. Además, la entidad no le ha negado la asistencia médica que ha requerido
para solucionar su problema, pues el propio accionante anexo a la demanda el
original de la Orden de Servicio No. 42849, de 27 de noviembre de 2001, por la cual
Coomeva EPS lo remite a “consulta por psiquiatría” al Hospital Mental de Antioquia,
la que tiene como propósito el atender los problemas de naturaleza psíquica que le
ha acarreado su adicción a las drogas. Será allí, entonces, en donde se determine por
parte del profesional especializado cuál es la conducta profesional a seguir.
ARTICULO 36.-Efectos de la revisión. Las sentencias en que se revise una decisión de tutela
sólo surtirán efectos en el caso concreto y deberán ser comunicadas inmediatamente al juez
o tribunal competente de primera instancia, el cual notificará la sentencia de la Corte a las
partes y adoptará las decisiones necesarias para adecuar su fallo a lo dispuesto por ésta.
3. ARGUMENTOS NO VINCULANTES
3.1. OBITER DICTA RESALTABLES (OD):
 Sentencias T-477/95 la corte pone como ejemplo esta sentencia ya que en ella se habla de
que la persona que se protege no es solamente física, sino que también comprende
componentes propios del bienestar psicológico, mental y sicosomático de la persona.
 Para efectos de la procedencia del amparo constitucional, los criterios desarrollados por la
Corte son: a) La persona debe poseer un derecho subjetivo a la prestación que solicita y por
tanto, la posición jurídica que detenta le permite exigirle a otra el cumplimiento de la
obligación; b) El derecho que se reclama debe estar en conexión directa con un derecho
reconocido como fundamental; y c) no debe existir otro medio de defensa judicial o, de
existir éste, no es idóneo para evitar la consumación de un perjuicio irremediable.

3.2. ACLARACIONES DE VOTO (AV)


No hay.

3.3. SALVAMENTOS DE VOTO (SV)


No hay.

4. COMENTARIO (C): Análisis de determinados ámbitos interesantes de la Sentencia.

49
El derecho a la salud no restringe el libre desarrollo de la personalidad en cuanto hay conexidad con
la vida, se dice que los derechos fundamentos son los estipulados desde el art. 11 al 41 de nuestra
constitución, pero observamos que el derecho a la salud se tipifica en el art. 49 (fuera de los
fundamentales) pero, este se vuelve fundamental puesto que está en conexidad con el art. 11 C.P.
derecho a la vida y aún más con el derecho a la dignidad humana que hace parte de nuestros
principios constitucionales.

50
FORMATO DE ANÁLISIS PARA SENTENCIAS DE
CONSTITUCIONALIDAD

ESTUDIANTE

Ingrid Paola Martínez Piamba.


Juan Sebastián Martínez Tovar.
Nombre Jaime Adrián Moreno Arcos.
Fecha 04/05/2018
Curso Derecho Constitucional Colombiano

1. MARCO DECISIONAL

1.1. IDENTIFICACIÓN
Número C-689/2002
Fecha 27 agosto de 2002
Dr. ALVARO TAFUR GALVIS
Magistrado Ponente
Aclaran el voto No hay aclaración de voto.
Salvan el voto No hay salvamento de voto.

1.2. NORMA CONTROLADA

“LEY 599 DE 2000


(julio 24)
por la cual se expide el Código Penal.
El Congreso de Colombia
DECRETA:
(...)
LIBRO SEGUNDO
PARTE ESPECIAL
DE LOS DELITOS EN PARTICULAR
(...)
TITULO XIII.
Delitos contra la salud pública
CAPITULO II
Tráfico de estupefacientes

Artículos 375, 376, 377, 378, 379, 380, 382 y 385 de la Ley 599 de 2000 “por la cual se expide el Código
Penal”.
51

1.3. DEMANDA
 El demandante Pedro Augusto Nieto Góngora asegura que los artículos demandados son
inconstitucionales por violación de los artículos 6, 13, 16, 22 y 29 de la Constitución Política,
pues la Corte ha dicho que dentro de la autonomía de la voluntad y del ejercicio del derecho al
libre desarrollo de la personalidad las personas pueden optar libremente por consumir o no
droga, el Estado no puede reprimir penalmente las conductas por las cuales se adquiere el
producto libremente “constitucionalmente puede consumir” pues lejos de proteger los
derechos de los ciudadanos los desampara, ya que acudirán a lugares clandestinos perjudicando
su salud, lo contrario, si se despenaliza se puede prevenir la drogadicción y, en los casos que la
persona decida consumir droga podrá beneficiarse de adecuadas medidas sanitarias en la
fabricación y contenido de las sustancias que adquiere, además se vulnera el derecho a la
igualdad pues se debe tipificar semejante al alcohol y los cigarrillos, el derecho a la paz ya que
los mayores beneficiados son grupos insurgentes y paramilitares por medio del narcotráfico,

1.4. PROBLEMA JURÍDICO QUE ENUNCIA LA CORTE


¿Se vulnera el derecho al libre desarrollo de la personalidad, el derecho a la paz, a la salud pública y a la
igualdad al momento en que se penaliza el consumo de drogas, Así mismo deberá la Corte examinar si el
artículo 385 de la Ley 599 de 2000 acusado desconoce los principios de responsabilidad, y de
proporcionalidad en materia punitiva (artículos 6 y 29 C.P.)?

,1.5. NORMAS JURÍDICAS RELEVANTES PARA RESOLVER EL CASO


Art 49
Art 95
Art 2
Art.1
Ley 30 del 86.

1.6. DECISIÓN
RESUELVE:

Declarar EXEQUIBLES, por los cargos analizados en esta sentencia, los artículos 375, 376, 377, 378, 379,
380, 382 y 385 de la Ley 599 de 2000.

2. ARGUMENTO DE LA DECISIÓN

2.1. PROBLEMA JURÍDICO QUE REALMENTE RESUELVE LA CORTE


¿Se vulnera el derecho al libre desarrollo de la personalidad, el derecho a la paz, a la salud pública y a la
igualdad al momento en que se penaliza el consumo de drogas, Así mismo deberá la Corte examinar si el
artículo 385 de la Ley 599 de 2000 acusado desconoce los principios de responsabilidad, y de
proporcionalidad en materia punitiva (artículos 6 y 29 C.P.)?

2.2. RATIO DECIDENDI

52
 El derecho al libre desarrollo de la personalidad, como cualquier derecho fundamental, no es un
derecho absoluto, éste no puede ser invocado para desconocer los derechos de otros, ni los
derechos colectivos, ni mucho menos para limitar la capacidad punitiva del Estado frente a
comportamientos que pongan en peligro el orden social o económico, o el ejercicio de los
demás derechos que se reconocen a todos los ciudadanos, la tipificación se da para proteger la
salud pública, seguridad pública, orden económico y social, debe distinguirse entre el porte,
conservación o consumo de sustancias estupefacientes en cantidad considerada como dosis de
uso personal (se fija límites para una actividad lícita, libertad del consumidor) y el narcotráfico
como actividad ilícita (estimula tendencias que se estiman socialmente indeseables) alentada
por el afán de lucro, el accionante no tiene en cuenta bienes jurídicos colectivos, en donde la
titularidad la tiene la comunidad. Al momento de hablar de igualdad frente al alcohol, tabaco y
drogas no es aceptable, pues sería invadir por parte de la Corte, una competencia constitucional
propia del Congreso de la República, que se reitera, está señalada expresamente por la propia
Carta al Legislador para que éste en el marco de su potestad de configuración, pueda diseñar el
sistema penal con arreglo a la política criminal que se la ha encomendado, Cabe recordar
además que en la materia que ocupa a la Corte se está en una serie de compromisos
internacionales que obligan al Estado Colombiano a combatir el narcotráfico, circunstancia que
establece una diferencia relevante para el tratamiento de uno y otro tipo de situaciones. No se
puede negar el auge del narcotráfico, por ello se ha fortalecido la capacidad punitiva del Estado
y el incremento de las penas destinadas a reprimir los comportamientos previstos en las normas
demandadas, los que afectan no solamente la salud pública sino también, la vida, la dignidad
humana, el orden económico y social y la seguridad pública. de acuerdo con el artículo 9 del
Código Penal, para que una conducta sea punible se requiere que sea “típica, antijurídica y
culpable” y que “la causalidad por sí sola no basta para la imputación jurídica del resultado”
Cada uno de esos elementos, tipicidad, antijuridicidad y culpabilidad deben en consecuencia
estar reunidos para que pueda endilgarse responsabilidad penal a los destinatarios de la norma
penal bajo examen, de acuerdo con ello, la norma demandada, debe ubicarse en el contexto del
bien jurídico que se pretende tutelar y, en ese sentido, el ámbito de la prohibición se restringirá
a las conductas que lo vulneren. En este sentido el sólo ejercicio, dentro del respeto de los
límites fijados en la Constitución, de la potestad de configuración del Legislador en materia
punitiva, no puede servir de fundamento para cuestionar la constitucionalidad de la disposición
demanda.

3. ARGUMENTOS NO ESENCIALES

3.1. OBITER DICTA RESALTABLES


 Intensidad punitiva
 Sentencia C-420 de 2002: interpuesta por el mismo actor, con los mismos verbos rectores, pero
con diferentes normas, por ello no es cosa juzgada, es la base para tomar la decisión.
 convención de las naciones unidas contra el tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias
sicotrópicas.

3.2. INTERVENCIONES

53
 Ministerio del Interior
Defiende la constitucionalidad de las normas afirma que “las normas demandadas deben mirarse en un
contorno especial y armónico con el bien jurídico que se tutela (salud pública) y además con el título que
las agrupa (Título XIII, capítulo II del Código Penal) lo que infiere que las conductas que el Legislador
incorporó como punibles apuntan todas a erradicar el flagelo que cunde el mundo entero como lo es el
narcotráfico”.la vulneración del derecho a la igualdad (art. 13 C.P.), señala que “todas y cada una de las
disposiciones demandadas de inconstitucionalidad tiene como sujeto activo a persona indeterminada,
ya que si observamos el texto de las preceptivas, vemos que a excepción del artículo 385 todas ellas
comienzan con el texto El QUE y (en)esta última norma se menciona como sujeto activo de la conducta
punible al dueño, poseedor o arrendatario de predios, sujetos estos indeterminados que en nada hacen
colegir que se rompa con el principio de igualdad”.
 CONCEPTO DEL PROCURADOR GENERAL DE LA NACION
solicita la declaratoria de constitucionalidad, al penalizar las actividades de narcotráfico y conexas, busca
proteger bienes jurídicos relevantes para su misma pervivencia, pues dicha actividad económica
distorsiona sus instituciones, al convertirse en un factor desestabilizador no sólo de las instituciones sino
de la sociedad, el concepto de antijuridicidad representa la obligación que tiene el Estado de prohibir,
reprimir y prevenir aquellos comportamientos que atentan contra su estabilidad social, política y
económica, y el tráfico de drogas lo es, pues pone en peligro intereses que el Estado ha considerado
deben ser protegidos, en ella se establece muy bien la diferencia entre asuntos de narcotráfico y
consumo y los Estados Partes se obligan automáticamente a adoptar las medidas necesarias para
tipificar como delitos en su derecho interno lo referente a las actividades relacionadas con el
narcotráfico y conexas, mientras que lo relacionado con el consumo de sustancias estupefacientes
queda bajo la reserva del orden constitucional de cada Estado Parte, se desarrolla el principio pacta
sunt servanda, que se consagra en los artículos 9, 226 y 227 constitucionales. A propósito de los cargos
planteados en contra del artículo 385 de la Ley 599 de 2000 recuerda los criterios rectores de la
imputabilidad en materia penal, señala que el art. 29 C.P. principio de legalidad Para el caso del tipo
penal referido señala que el sujeto activo es quien “en cualquier modalidad ejerce dominio sobre
predios donde existan, construyan o utilicen pistas de aterrizaje” y la conducta punible se deriva no de
una simple relación jurídica con un bien como lo afirma el actor sino de la omisión en que se incurre
frente al deber ciudadano de denunciar la existencia o utilización ilegal de pistas de aterrizaje. En
cuanto el bien jurídico protegido es la salud pública frente al tráfico de narcóticos y delitos conexos, el
juicio de responsabilidad penal debe quedar exclusivamente circunscrito a dichas actividades. Advierte
que pueden presentarse situaciones relacionadas con la utilización de pistas de aterrizaje, que, no
conllevan necesariamente la comisión del punible aludido, por lo que solicita se declare la exequibilidad
condicionada de la norma bajo el entendido de que el juicio de responsabilidad penal en este caso se
circunscribe a las actividades de narcotráfico.

3.3. ACLARACIONES DE VOTO

No hay.

3.4. SALVAMENTOS DE VOTO

No hay.

54
4. COMENTARIO (C): Análisis JURÍDICO de determinados ámbitos interesantes de
la Sentencia.
Es de resaltar que se toman en cuenta las convenciones que han sido ratificadas por Colombia,
pues estas obligan al Estado Colombiano a combatir el narcotráfico, conformando el Bloque de
constitucionalidad, que aunque no se encuentre directamente en nuestra constitución deben
ser utilizadas por el juez como parámetro de constitucionalidad.
Se aplica la jerarquización, Art. 93 de nuestra constitución política.
Cosa juzgada material, el actor ya había presentado una demanda (C-420/2002) contra los
artículos 32, 33, 34, 35, 36 y 43 de la Ley 30 de 1986, que contienen respectivamente, los
mismos verbos rectores y los modelos descriptivos de las normas ahora demandadas, sin
embargo la corte los declaro exequible, a pesar de lo anterior no es cosa juzgada material
puesto que se caracterizan precisamente porque a un supuesto de hecho adscriben una
sanción consistente en una pena o en una medida de seguridad, según el caso, por lo tanto al
introducir una modificación a la pena se está variando el contenido de la norma penal pues se
altera la naturaleza o la intensidad de la respuesta que el Estado da al delito con fines de
prevención.

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FORMATO DE ANÁLISIS PARA SENTENCIAS DE CONSTITUCIONALIDAD

ESTUDIANTE

Ingrid Paola Martínez Piamba.


Juan Sebastián Martínez Tovar.
Nombre Jaime Adrián Moreno Arcos.
Fecha 04/05/2018
Curso CONSTITUCIONAL COLOMBIANO

1. MARCO DECISIONAL (ideas claras; frases cortas. Use viñetas)

1.1. IDENTIFICACIÓN
Número C-221/94
Fecha Mayo 5 de 1994.
Magistrado Ponente Carlos Gaviria.
Aclaran el voto No.
José Gregorio Hernández Galindo.
Hernando Herrera Vergara.
Fabio Morón Díaz.
Salvan el voto Vladimiro Naranjo Mesa.

1.2. NORMA CONTROLADA.


Ley 30 de 1986. Estatuto Nacional de Estupefacientes.

Artículo 2o. Para efectos de la presente ley se adoptarán las siguientes definiciones:

j) Dosis para uso personal: Es la cantidad de estupefaciente que una persona porta o conserva
para su propio consumo.

Es dosis para uso personal la cantidad de marihuana que no exceda de veinte (20) gramos; la de
marihuana hachís la que no exceda de cinco (5) gramos; de cocaína o cualquier sustancia a base
de cocaína la que no exceda de un (1) gramo, y de metacualona la que no exceda de dos (2)
gramos.

No es dosis para uso personal, el estupefaciente que la persona lleve consigo, cuando tenga
como fin su distribución o venta, cualquiera que sea su cantidad.

Artículo 51. El que lleve consigo, conserve para su propio uso o consuma, cocaína, marihuana o

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cualquier otra droga que produzca dependencia, en cantidad considerada como dosis de uso
personal, conforme a lo dispuesto en esta ley, incurrirá en las siguientes sanciones:

a) Por primera vez, en arresto hasta por treinta (30) días y multa en cuantía de medio (1/2)
salario mínimo mensual.

b) Por la segunda vez, en arresto de un (1) mes a un (1) año y multa en cuantía de medio (1/2) a
un (1) salario mínimo mensual, siempre que el nuevo hecho se realice dentro de los doce (12)
meses siguientes a la comisión del primero.

c) El usuario o consumidor que, de acuerdo con dictamen médico legal, se encuentre en estado
de drogadicción así haya sido sorprendido por primera vez, será internado en establecimiento
psiquiátrico o similar de carácter oficial o privado, por el término necesario para su
recuperación. En este caso no se aplicará multa ni arresto.

La autoridad correspondiente podrá confiar al drogadicto al cuidado de la familia o remitirlo,


bajo la responsabilidad de ésta a una clínica, hospital o casa de salud, para el tratamiento que
corresponda, el cual se prolongará por el tiempo necesario para la recuperación de aquél, que
deberá ser certificada por el médico tratante y por la respectiva Seccional de Medicina Legal. La
familia del drogadicto deberá responder del cumplimiento de sus obligaciones, mediante
caución que fijará el funcionario competente, teniendo en cuenta la capacidad económica de
aquella.
El médico tratante informará periódicamente a la autoridad que haya conocido del caso sobre
el estado de salud y rehabilitación del drogadicto. Si la familia faltare a las obligaciones que le
corresponden, se le hará efectiva la caución y el internamiento del drogadicto tendrá que
cumplirse forzosamente."

(Sin ser parte de la demanda, la Corte incluye en su estudio de inexequibilidad el artículo 87


de la misma Ley, que así disponía: «Las personas que, sin haber cometido ninguna de las
infracciones descritas en este estatuto, estén afectadas por el consumo de drogas que
producen dependencia, serán enviadas a los establecimientos señalados en los artículos 4 y 5
del Decreto 1136 de 1970, de acuerdo con el procedimiento señalado por este Decreto»).

1.3. DEMANDA (principales argumentos)

Según el accionante, las normas acusadas violan los artículos 5, 28, 29, 34 y 49 de la Carta
Política, porque los drogadictos y toxicómanos son enfermos psicofisiológicos, estén o no bajo
los efectos de un estupefaciente; "el Estado no puede sancionar con pena o medida de
seguridad el derecho inalienable de las personas a estar psicofisioló gicamente enfermas por
cualquier causa, inclusive de drogadicción o toxicomanía."

57
Además el demandante asegura que las normas acusadas violan los artículos 28 y 95 numeral 1°
de la Carta, pues no se "puede penar a quienes simplemente consumen estupefacientes,
porque con su conducta no perjudican a persona diferente a ellos mismos".

1.4. PROBLEMA JURÍDICO QUE ENUNCIA LA CORTE (PJC) (Se trata del PJ que la Corte dice
textualmente que va a tratar en la sentencia)

¿Si el objeto del derecho es la regulación del comportamiento interferido, pueden existir
deberes jurídicos para consigo mismo, más cuando el artículo 49 de la Carta dispone que “toda
persona tiene el deber de procurar el cuidado integral de su salud y la de su comunidad”?

1.5. NORMAS JURÍDICAS RELEVANTES PARA RESOLVER EL CASO


Constitución: 1, 2, 5, 13, 16, 47, 49, 58, 82, 93, 95, 366,
Convención de Viena de 1988.
Ley 67 de 1993.

1.6. DECISIÓN
PRIMERO: Declarar EXEQUIBLE el literal j) del artículo 2o. de la ley 30 de 1986.

SEGUNDO: Declarar INEXEQUIBLES los artículos 51 Y 87 de la ley 30 de 1986.

2. ARGUMENTO DE LA DECISIÓN (ideas claras; frases cortas. Use viñetas)

2.1. PROBLEMA JURÍDICO QUE REALMENTE RESUELVE LA CORTE (PJR)


PRIMERO: ¿Puede el legislativo determinar una dosis (cantidad de droga) para consumo
personal y, así, fijar límites a una actividad lícita que sólo incumbe a la libertad del consumidor?

SEGUNDO: ¿Puede cada persona decidir libremente lo que es bueno y malo para su existencia,
sobre el sentido y el curso de su vida, aun cuando esto atente contra su propia salud y su vida, o
por el contrario, cada persona debe cuidar de su salud y su vida, así sea contra su voluntad y su
libre desarrollo de la personalidad? ¿Puede obligarse a un enfermo a recuperar su salud, aun
cuando éste no lo quiera? Son dos preguntas porque resuelve tanto la cuestión de la
penalización como la obligatoriedad de un tratamiento médico.

58
2.2. RATIO DECIDENDI (RD) "La razón de la decisión" Responde el problema jurídico y es la
causa del resuelve (¿Por qué la Corte decidió de esta manera?) Se trata de los ARGUMENTOS
que justifican directamente la decisión. Constrúyala extractando las premisas fundamentales
y conectándolas lógicamente (¡No se trata de copiar y pegar extractos de la decisión!)
PRIMERO. “Constituye un ejercicio de la facultad legislativa inscrito dentro de la órbita precisa
de su competencia. Porque determinar una dosis para consumo personal, implica fijar los
límites de una actividad lícita (que sólo toca con la libertad del consumidor), con otra ilícita: el
narcotráfico que, en función del lucro, estimula tendencias que se estiman socialmente
indeseables”.

SEGUNDO. Se cuestiona así la Corte: cuando se estipula un tratamiento médico en internado


psiquiátrico o similar, ¿se trata de una pena (retaliación por haber delinquido) que se destina al
sujeto activo de un delito, o de una medida humanitaria en beneficio de un elemento? Si es una
pena: “la norma es inconstitucional, pues no se compadece con nuestro ordenamiento básico la
tipificación, como delictiva, de una conducta que, en sí misma, sólo incumbe a quien la observa
y, en consecuencia, está sustraída a la forma de control normativo que llamamos derecho y
más aún a un sistema jurídico respetuoso de la libertad y de la dignidad humana, como sin
duda, lo es el nuestro”; si por el contrario, se trata de una medida humanitaria que busca
restituir la salud de quien padece una grave enfermedad: “también bajo esta perspectiva, la
disposición es abiertamente inconstitucional, pues cada quien es libre de decidir si es o no el
caso de recuperar su salud”.

Si yo soy dueño de mi vida, a fortiori soy libre de cuidar o no de mi salud; es decir, la salud no
puede restringir el libre desarrollo de la personalidad, cosa no diferente a la autonomía de cada
persona a elegir su vida, lo que considera bueno o malo para su propia existencia -sólo así
puede la dignidad humana (pilar de la Constitución) ser posible-. Así lo dice la Corte, sobre la
Libertad:

cualquier tipo de libertad (...) es el reconocimiento de la persona como autónoma en tanto que digna
(artículo 1o. de la C.P.), es decir, un fin en sí misma y no un medio para un fin, con capacidad plena
de decidir sobre sus propios actos y, ante todo, sobre su propio destino. La primera consecuencia
que se deriva de la autonomía, consiste en que es la propia persona (y no nadie por ella) quien debe
darle sentido a su existencia y, en armonía con él, un rumbo. Si a la persona se le reconoce esa
autonomía, no puede limitársela sino en la medida en que entra en conflicto con la autonomía ajena
(...) Decidir por ella es arrebatarle brutalmente su condición ética, reducirla a la condición de objeto,
cosificarla, convertirla en medio para los fines que por fuera de ella se eligen.

En otras palabras, medio graciosas, lo dice la Corte:

Reconocer y garantizar el libre desarrollo de la personalidad, pero fijándole como límites el capricho
del legislador, es un truco ilusorio para negar lo que se afirma. Equivale a esto: "Usted es libre para
elegir, pero sólo para elegir lo bueno y qué es lo bueno, se lo dice el Estado".

Bajo los anteriores argumentos, basándose en el libre desarrollo de la personalidad, artículo 16


de la Constitución Política, decide la Corte declarar inexequible el artículo 51; más claramente

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lo dice la misma sentencia, como conclusión: «si el derecho al libre desarrollo de la
personalidad tiene algún sentido dentro de nuestro sistema, es preciso concluir que, por las
razones anotadas, las normas que hacen del consumo de droga un delito, son claramente
inconstitucionales».

La argumentación sigue este curso: primero está el libre desarrollo de la personalidad (art. 16),
no obstante, éste no está solo y sí se vincula con el artículo primero (1) del mismo texto
normativo, el cual implica a la autonomía de las personas y la dignidad humana.

Cuando la Corte vincula al estudio de inexequibilidad el artículo 87 no demandado, argumenta:


Que una persona que no ha cometido ninguna infracción penal -como lo establece el mismo
artículo- sea obligada a recibir tratamiento médico contra una "enfermedad" de la que no
quiere curarse, es abiertamente atentatorio de la libertad y de la autonomía consagradas en el
artículo 16, como "libre desarrollo de la personalidad". Resulta pertinente, en este punto,
remitir a las consideraciones hechas atrás acerca del internamiento en establecimiento
psiquiátrico o similar, considerado, bien bajo la perspectiva del tratamiento médico, bien bajo
la perspectiva de la pena

3. ARGUMENTOS NO ESENCIALES (ideas claras; frases cortas. Use viñetas)

3.1. OBITER DICTA RESALTABLES (OD): "Dichos de paso"

60
Tres (3) posibilidades hermenéuticas para “toda persona tiene el deber de procurar el cuidado
integral de su salud y la de su comunidad”: 1) mero deseo del Constituyente; 2) el Estado
colombiano se asume dueño y señor absoluto de la vida de cada persona cuya conducta rige; 3)
se consideran las consecuencias frente a otros. Las respuestas a esto son: 1) Sin connotaciones
jurídicas; 2) Como siguiente; 3) No habría dignidad, pues cada persona sería un fin del Estado,
una cosa, y no un fin en sí mismo. Si es por conductas agresivas a terceros, cabe recordar las
obligaciones que se tienen ante la familia, los niños y la solidaridad del ESD; no obstante, a
cualquier persona se le debe penalizar por la agresividad realizada o el delito efectuado, no por
ser drogadicto o supuestamente; es decir, no por lo que posiblemente haga y sí por algo hecho:
a una persona no pueden castigarla por lo que posiblemente hará, sino por lo que
efectivamente hace. A menos que el ser drogadicto se considere en sí mismo punible, así ese
comportamiento no trascienda de la órbita más íntima del sujeto consumidor, lo que sin duda
alguna es abusivo, por tratarse de una órbita precisamente sustraída al derecho

La Corte hace énfasis en la educación, antes que las medidas penales: cree la Corte que la única
vía adecuada y compatible con los principios que el propio Estado se ha comprometido a
respetar y a promover, consiste en brindar al conglomerado que constituye su pueblo, las
posibilidades de educarse. ¿Conduce dicha vía a la finalidad indicada? No necesariamente, ni es
de eso de lo que se trata en primer término. Se trata de que cada persona elija su forma de vida
responsablemente, y para lograr ese objetivo, es preciso remover el obstáculo mayor y
definitivo: la ignorancia (...) el conocimiento es un presupuesto esencial de la elección libre y si
la elección

Acá se ve que sigue refiriéndose a la educación como mejor medida para tratar el problema de
las drogas, más cuando se habla de dignidad: No puede, pues, un Estado respetuoso de la
dignidad humana, de la autonomía personal y el libre desarrollo de la personalidad, escamotear
su obligación irrenunciable de educar, y sustituir a ella la represión como forma de controlar el
consumo de sustancias que se juzgan nocivas para la persona individualmente considerada y,
eventualmente, para la comunidad a la que necesariamente se halla integrada.

3.2. INTERVENCIONES (principales argumentos)


 MINISTERIO DE JUSTICIA. RAZONES QUE JUSTIFICAN LA CONSTITUCIONALIDAD DE LAS
NORMAS DEMANDADAS:
El literal j) del artículo 2º. de la ley 20 de 1986 no viola el artículo 366 de la Carta, así como el
artículo 51 de la misma ley no viola el artículo 5º. de la Carta puesto que la acción del Estado
está encaminada a ayudar al enfermo a mejorar su salud orgánica y psíquica, lo cual no podría
llevarse a cabo si se suministra una sustancia tóxica que lograría el efecto contrario a gozar de
buena salud, además de que depender de un tóxico no equivaldría a solucionar las necesidades
insatisfechas de salud en los usuarios y no es preciso pensar que se tiene derecho a estar
enfermo.
No se vulneran los artículos 28, 29, 34, 47 y 49 de la C.P. puesto que el demandante confunde el

61
tratamiento para una enfermedad con la pena para un contraventor y la ley parcialmente
demandada consagra el procedimiento correspondiente para quien ha incurrido en la
contravención señalada en el artículo 51.
No resulta lesionado el art. 95-1 de la Ley suprema por el mandato acusado dado que el
individuo al consumir una droga estupefaciente está abusando de su derecho de libertad
aunque motivado por su enfermedad, por ello el Estado trata de suministrarle un tratamiento
para su dolencia.
 CONCEPTO FISCAL/ PROCURADOR GENERAL DE LA NACIÓN (ENCARGADO)
Solicita a la Corte declarar exequibles el literal j) del artículo 2º. y el artículo 51 de la ley 30 de
1986 bajo estos argumentos:
La citada ley otorga un tratamiento más benigno para el consumidor de droga que para el
productor y comercializador de la misma porque el usuario es considerado una víctima que
debe recibir un tratamiento adecuado y para lograr que la utilización de drogas sea una
contravención se requiere, según esta ley, que la cantidad corresponda a una dosis personal.
No se contraría ningún precepto de la constitución política al tomar medidas pertinentes, como
el establecimiento de la dosis personal, que es consecuencia de la política criminal adoptada
por el Estado en materia de lucha contra el narcotráfico.
El literal i) del artículo 2º. de la ley 30 de 1986 establece que la dosis terapéutica es prescrita
por el médico y no recibe sanción aún en el caso de que sea más cantidad que la dosis mínima y
su concepto es “medicamento” en vez de estupefaciente.
El artículo 51 literal c) está orientado a ayudar al drogadicto en un establecimiento adecuado o
entregarlo a su familia para que asuma los cuidados necesarios, ello en aras de contribuir en la
recuperación sin que se le impongan sanciones al enfermo como función social del Estado
cumpliendo lo dispuesto en los artículos 47, 48 y 49 de la Carta.
Cuando se imponga al consumidor de drogas cualquier medida que implique pérdida o
restricción de su libertad, no podrán ser superiores estas medidas a las de quienes no sean
drogadictos y hayan realizado las mismas conductas, conforme al literal c) del artículo 51 de la
ley demandada.

3.3. ACLARACIONES DE VOTO (AV) (principales argumentos)

3.4. SALVAMENTOS DE VOTO (SV) (principales argumentos)


Las normas declaradas inexequibles tenían pleno fundamento constitucional (...) la salud física y
mental de los colombianos, la pacífica convivencia ciudadana, o la integridad de la familia como
núcleo fundamental de la sociedad, y contrarían la obligación que tiene toda persona de
procurar el cuidado integral de su salud y la de su comunidad, el principio de solidaridad social,
el de la prevalencia del interés general sobre el particular, y la obligación de respetar los
derechos ajenos y no abusar de los propios, entre otros preceptos constitucionales.

Así se resume: El libre desarrollo de la personalidad, Art. 16 Constitucional, no es absoluto: “No


podemos los suscritos magistrados compartir esta interpretación profundamente individualista

62
y absolutista, a la vez, del artículo 16

Dicen un montón de cosas sin sentido como que el consumir lleva a la delincuencia y cosas así.
Citan a Kant y que la libertad no es libertinaje.

Interpretar, como lo ha hecho la mayoría, que el derecho al libre desarrollo de la personalidad


implica la facultad ilimitada de cada quien de hacer o no hacer lo que le plazca con su vida, aún
llegando a extremos de irracionalidad, -como atentar contra su propia integridad física o mental-,
constituye un funesto error; pero peor aún resulta interpretar que tal derecho puede ejercerse aun
en perjuicio de los demás. El libre desarrollo de la personalidad se basa, entonces, en el principio
de una justa autonomía del hombre, como sujeto personal de sus actos. En virtud de la razón
natural, que es expresión de sabiduría, la razón humana es la suprema ley del hombre.

4. COMENTARIO (C):
Cuatro (4) Magistrados salvan el voto. Por uno y pierden. Complicada la cosa, ¿no? Y la batalla,
igual de difícil, sigue hasta hoy.

Dice la sentencia algo que tiene bastante fuerza vinculante, semejante a la “cláusula Angarita”:
Ninguna Ley [podrá existir] de ahora en adelante con igual contenido.

Para el INCESTO: “la tarea del juez de constitucionalidad no consiste, ni puede consistir, en
resignarse a que la norma básica es un tejido de retazos incongruentes, entre sí inconciliables,
sino en eliminar contradicciones y hacerlo de modo razonable”. Por lo demás, ese retazo
incongruente es un gasto bastante grande e innecesario, que vuelve ineficiente tanto la justicia
como a la sociedad. Es un costo económico sin fundamento.

¿Qué tan vinculante resulta esta sentencia? Mucho. Tiene algo semejante a la “cláusula
Angarita”; es decir, su fuerza es enorme. ¿Qué es ese algo? Estas palabras: “la declaración de
inexequibilidad de los artículos 51 y 87 de la ley 30 de 1986, por las razones expuestas, impide
que revivan normas de contenido similar, que fueron derogadas por la ley en cuestión”.

El demandante habla de algo que me llama bastante la atención: el derecho a estar enfermo, el
cual podría ser también el derecho a enfermar. Recuerda a Foucault, cuando habla de la Crisis
de la medicina o Crisis de la antimedicina, al asegurar que con el Plan Beveridge, que sirvió para
organizar la salud a nivel mundial, pasando a ser un problema económico y del Estado; allí dice
algo como: no nace el derecho a la vida ni a la salud, sino el derecho a enfermar y enfermarse.
Así nace la salud como biopolítica, un problema a administrar.

¿Por qué se declara inexequible el artículo 87 de la Ley 30 del 86, cuando nunca se demandó?
“Unidad normativa”.

63
FORMATO DE ANÁLISIS PARA SENTENCIAS DE CONSTITUCIONALIDAD

ESTUDIANTE

Ingrid Paola Martínez Piamba.


Juan Sebastián Martínez Tovar.
Nombre Jaime Adrián Moreno Arcos.
Fecha 04/05/2018
Curso CONSTITUCIONAL COLOMBIANO.

1. MARCO DECISIONAL (ideas claras; frases cortas. Use viñetas)

1.1. IDENTIFICACIÓN
Número C-574/2011
Fecha 22 de Julio de 2011.
Magistrado Ponente Juan Carlos Henao Pérez.
Gabriel Eduardo Mendoza Martelo.
Nilson Pinilla Pinilla.
Parcial, Humberto Antonio Sierra Porto.
Aclaran el voto Jorge Iván Palacio Palacio
Salvan el voto Mauricio González Cuervo.

1.2. NORMA CONTROLADA.


ACTO LEGISLATIVO 2 DE 2009
 (diciembre 21)
 Diario Oficial No. 47.570 de 21 de diciembre
de 2009.

Por el cual se reforma el artículo 49 de la Constitución Política.
 EL CONGRESO DE


COLOMBIA
 DECRETA:


ARTÍCULO 1o. El artículo 49 de la Constitución Política quedará así:

“La atención de la salud y el saneamiento ambiental son servicios públicos a cargo del Estado.
Se garantiza a todas las personas el acceso a los servicios de promoción, protección y
recuperación de la salud.

Corresponde al Estado organizar, dirigir y reglamentar la prestación de servicios de salud a los

64
habitantes y de saneamiento ambiental conforme a los principios de eficiencia, universalidad y
solidaridad. También, establecer las políticas para la prestación de servicios de salud por
entidades privadas, y ejercer su vigilancia y control. Así mismo, establecer las competencias de
la Nación, las entidades territoriales y los particulares y determinar los aportes a su cargo en los
términos y condiciones señalados en la ley.

Los servicios de salud se organizarán en forma descentralizada, por niveles de atención y con
participación de la comunidad.

La ley señalará los términos en los cuales la atención básica para todos los habitantes será
gratuita y obligatoria.

Toda persona tiene el deber de procurar el cuidado integral de su salud y de su comunidad.

El porte y el consumo de sustancias estupefacientes o sicotrópicas está prohibido, salvo


prescripción médica. Con fines preventivos y rehabilitadores la ley establecerá medidas y
tratamientos administrativos de orden pedagógico, profiláctico o terapéutico para las personas
que consuman dichas sustancias. El sometimiento a esas medidas y tratamientos requiere el
consentimiento informado del adicto.

Así mismo el Estado dedicará especial atención al enfermo dependiente o adicto y a su familia
para fortalecerla en valores y principios que contribuyan a prevenir comportamientos que
afecten el cuidado integral de la salud de las personas y, por consiguiente, de la comunidad, y
desarrollará en forma permanente campañas de prevención contra el consumo de drogas o
sustancias estupefacientes y en favor de la recuperación de los adictos.”

1.3. DEMANDA (principales argumentos)

Dice el demandante que “el Congreso de la República como poder constituido ha desbordado
sus funciones y ha sustituido la Constitución mediante el quebrantamiento de la autonomía
personal, un elemento esencial definitorio de la Constitución”. Es decir, asegura que ha habido
sustitución de la Constitución porque la norma demandada afecta la autonomía personal, pilar
de la Constitución.

Así, de la autonomía personal asegura que es un elemento esencial definitorio que tiene como
fundamento la dignidad humana, un principio absoluto que irradia toda la Constitución y que
ha sido subvertido, pues se ha convertido ahora en un principio sujeto a los límites de la
concepción mayoritaria.

En cuanto a la dignidad humana señalaron que, “el artículo 1 de la Constitución establece que
Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria [...]
fundada en el respeto de la dignidad humana [...] Esta cláusula de dignidad humana forma el
sustrato base de la Carta Política, y es el principio constitucional del cual emanan todos los

65
demás principios, que irradia la norma fundamental como un todo.

Por lo demás, los demandantes identificaron las normas donde se encuentra reflejado el
elemento esencial definitorio de la autonomía personal, señalando el artículo 1 (dignidad
humana), el artículo 5 (primacía de los derechos inalienables de la persona),el artículo 6
(responsabilidad limitada de los particulares), el artículo 7 (diversidad de la Nación colombiana),
el artículo 12 (prohibición de tratos crueles, inhumanos o degradantes), el articulo 13 (principio
de igualdad),el artículo 15 (intimidad personal), el artículo 16 (libre desarrollo de la
personalidad), el artículo 18 (libertad de conciencia) y el artículo 19 (libertad de cultos).

1.4. PROBLEMA JURÍDICO QUE ENUNCIA LA CORTE (PJC) (Se trata del PJ que la Corte dice
textualmente que va a tratar en la sentencia)
¿El artículo 1 (parcial) del Acto Legislativo No 2 de 2009 -el cual dispone que, “El porte y el
consumo de sustancias estupefacientes o sicotrópicas está prohibido, salvo prescripción
médica...”- sustituye la Constitución de 1991 por el quebrantamiento del Principio de
Autonomía Personal, elemento consustancial de la Dignidad Humana, pilar de la Carta
Superior? 


1.5. NORMAS JURÍDICAS RELEVANTES PARA RESOLVER EL CASO


Acto Legislativo No 2 de 2009.
C-221/94. C-552/2003. C-551/2003. C-684/2002.
Arts. 16y 49 de la Constitución Política.
Ley 30/1986.
Ley 1153/2007.
Ley 745/2002: tras despenalización, esta Ley estableció como contravención, con medidas
policivas, el consumo de estupefacientes o menores o centros educativos o...
Decreto 411/2008: Bogotá prohíbe el porte y consumo en sitios públicos como parques, plazas
o colegios.

1.6. DECISIÓN
La Corte se declara INHIBIDA para resolver sobre la demanda presentada en contra de las
expresiones “El porte y el consumo de sustancias estupefacientes o sicotrópicas está prohibido,
salvo prescripción médica”, contenido en el Acto Legislativo 02 de 2009.

2. ARGUMENTO DE LA DECISIÓN (ideas claras; frases cortas. Use viñetas)

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2.1. PROBLEMA JURÍDICO QUE REALMENTE RESUELVE LA CORTE (PJR) (No confunda PJR con
la respuesta al PJ: esto último es la Ratio Decidendi. Se trata de dilucidar cuál es la pregunta
que llega al quid del asunto; aquella que muestra la tensión entre los principios
contrapuestos y que efectivamente es resuelta por la decisión)

¿Establecieron los demandantes la proposición jurídica completa o, por el contrario, no existe


suficiencia en los cargos de la demanda y la Corte debe declararse inhibida?

2.2. RATIO DECIDENDI (RD) "La razón de la decisión" Responde el problema jurídico y es la
causa del resuelve (¿Por qué la Corte decidó de esta manera?) Se trata de los ARGUMENTOS
que justifican directamente la decisión. Constrúyala extractando las premisas fundamentales
y conectándolas lógicamente (¡No se trata de copiar y pegar extractos de la decisión!)
La Corte se declara inhibida porque, según ésta, la demanda es inepta al no demandar alguna
consecuencia jurídica y subrayar únicamente unos supuestos de hecho; en otras palabras, no
hay suficiencia en los cargos de la demanda, especialmente cuando de Sustitución de la
Constitución se trata, la cual exige una carga mayor argumentativa; lo dice así la sentencia: «la
expresión normativa acusada, según la cual “El porte y consumo de sustancias estupefacientes
o sicotrópicas está prohibido”, que encabeza el inciso sexto del artículo 49 de la Carta, no
puede ser comprendida autónomamente, sin tener en cuenta la segunda y la tercera parte del
precepto que prescribe que “con fines preventivos y rehabilitadores la ley establecerá medidas
y tratamientos administrativos de orden pedagógico, profiláctico o terapéuticos para las
personas que consuman dichas sustancias”, y que, “el sometimiento a esas medidas y
tratamientos requiere el consentimiento informado del adicto”». El demandante no sólo no
subrayó la segunda y tercera parte del precepto, como lo dice la Corte, sino que por lo mismo,
contra éstos no hay argumentación en contra.

Como no se demandan los otros preceptos ni hay consecuencia jurídica a estudiar por parte de
la Corte, ésta dice: «en el presente caso se presenta una falta de suficiencia de la demanda que
da lugar a una proposición jurídica incompleta».

Así, como no se argumentó cómo “la autonomía de la persona humana, elemento consustancial
de la dignidad humana, fue sustituido por otro”, estima la Corte Constitucional lo siguiente:

la demanda contra el artículo 1 (parcial) del Acto Legislativo No 2 de 2009 “por el cual se reforma el
artículo 49 de la Constitución Política”, es sustancialmente inepta ya que no está suficientemente
argumentada – requisito de la suficiencia – y no se formula la proposición jurídica completa,
indispensables para que pudiera entrar a realizar un examen y proferir una decisión de fondo.

3. ARGUMENTOS NO ESENCIALES (ideas claras; frases cortas. Use viñetas)

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3.1. OBITER DICTA RESALTABLES (OD): "Dichos de paso".
Esto se lo preguntan entre un debate del Congreso, cuando están debatiendo el Acto Legislativo
en cuestión: «¿podrían el derecho a la autonomía personal, a la dignidad humana y al libre
desarrollo de la personalidad, derechos fundamentales, resultar cercenados en su alcance con
el establecimiento de una prohibición que se refiere al derecho a la salud, que hace parte de los
derechos económicos, sociales y culturales y que solamente adquiere el carácter de
fundamental cuando entra en conexidad con uno que sí lo ostenta?»; el mismo representante
cita un artículo de la Revista Cultura y Droga: «El paternalismo es despótico no porque sea más
opresivo que la tiranía sino porque es un insulto a la concepción del ser humano como ser
facultado para realizar su propia vida de acuerdo a sus fines, no necesariamente racionales. La
concepción del Estado por el Constituyente de 1991, con el reconocimiento y protección de
unos derechos fundamentales, asegura al individuo un ámbito dentro del cual él puede decidir
sobre sus acciones; se busca garantizar que el individuo pueda hacer uso pleno de su
conocimiento y de su capacidad de discernir». Muy similar a la pregunta jurídica final y
principal. Además, habla de la conexidad del derecho a la salud para ser fundamental.

De la misma manera como a nadie se le ocurre forzar al alcohólico, al adicto al juego o a quien
sufre cualquier otra clase de compulsión recluirlo contra su voluntad para que sea rehabilitado
y que sean medidas administrativas.

Corte Suprema de Justicia: no antijuricidad porque no lesione bien jurídico tutelable. ¿O esta
parte irá mejor en Ratio? Esa es la mejor pregunta.... ¿O comentarios? Son dos fines para una
misma ficha, ¿no?

Algunos congresistas consideraron que con la reforma se podía dar una confrontación entre el
derecho a la salud del artículo 49 de la C.P., con el del libre desarrollo de la personalidad del
artículo 16 de la C.P. Justo nuestro problema jurídico.

También se habla, como siempre, del “deber que toda persona tiene a procurar el cuidado
integral de su salud y el de la comunidad”. Esa es siempre la razón para que la salud pueda
restringir la libertad.

3.2. INTERVENCIONES (principales argumentos)


 Intervención de la Fiscalía General de la Nación
Establece que a través de la revisión de la Corte de este tipo de actos se ha establecido
no solo un control de los elementos formales o procedimentales (Tesis exegética), sino
también un juicio que sin dejar de ser formal, porque se refiere a la competencia del
poder de reforma, viene a conocer el contenido de la modificación constitucional para
establecer si son pretexto de la reforma se sustituyó, cambió o derogó la Constitución

68
existente (Tesis integral)[75]. Explica que dicha tesis se empezó a establecer en la
Sentencia C-551 de 2004[76] en donde se dijo que para establecer si es necesario tener
en cuenta los principios y valores que la Constitución contiene. Así mismo señaló que a
través de las Sentencias C-970[80] y C-971[81] de 2004 se empezaron a implementar
unos requisitos para presentar las demandas de sustitución que se corresponden con “el
método del juicio de sustitución”, que debe adoptar la Corte para la revisión de dichos
actos, el cual está compuesto de tres requisitos: (i) la verificación de una premisa
mayor.(ii) señalar desde múltiples referentes normativos y sus articulaciones específicas
en la Constitución, y (iii) mostrar por qué es esencial y definitorio ese elemento en la
Constitución. También explicó que en la Sentencia C-141 de 2010 (M.P. Humberto Sierra
Porto) se consolidó dicho juicio, al establecer que la premisa mayor del juicio de
sustitución no está específicamente plasmada en un artículo de la Constitución, sino que
es “toda la Constitución entendida a la luz de los elementos esenciales que definen su
identidad”[82]. Dice que en esta misma Sentencia se hizo hincapié en que el juicio de
sustitución no tiene por objeto constatar una contradicción entre normas. No obstante
lo anterior, indica que a pesar de los avances que ha hecho la jurisprudencia
constitucional en materia de la metodología para el “juicio de sustitución”, considera
que dicho juicio, que en principio prometía ser una doctrina eficaz para el control de las
reformas, a la Carta Política, “en concreto y términos reales no permite resolver ningún
problema real”[84].Por ende, encuentra que en el caso en concreto se debe adoptar
una decisión INHIBITORIA.

3.3. ACLARACIONES DE VOTO (AV) (principales argumentos)

No.

3.4. SALVAMENTOS DE VOTO (SV) (principales argumentos)


Las normas declaradas inexequibles tenían pleno fundamento constitucional (...) la salud física y
mental de los colombianos, la pacífica convivencia ciudadana, o la integridad de la familia como
núcleo fundamental de la sociedad, y contrarían la obligación que tiene toda persona de
procurar el cuidado integral de su salud y la de su comunidad, el principio de solidaridad social,
el de la prevalencia del interés general sobre el particular, y la obligación de respetar los
derechos ajenos y no abusar de los propios, entre otros preceptos constitucionales.

Así se resume: El libre desarrollo de la personalidad, Art. 16 Constitucional, no es absoluto: “No


podemos los suscritos magistrados compartir esta interpretación profundamente individualista
y absolutista, a la vez, del artículo 16.

Citan a Kant y dicen que la libertad no es libertinaje.

Interpretar, como lo ha hecho la mayoría, que el derecho al libre desarrollo de la personalidad


implica la facultad ilimitada de cada quien de hacer o no hacer lo que le plazca con su vida, aun

69
llegando a extremos de irracionalidad, -como atentar contra su propia integridad física o
mental-, constituye un funesto error; pero peor aún resulta interpretar que tal derecho puede
ejercerse aun en perjuicio de los demás. El libre desarrollo de la personalidad se basa,
entonces, en el principio de una justa autonomía del hombre, como sujeto personal de sus
actos. En virtud de la razón natural, que es expresión de sabiduría, la razón humana es la
suprema ley del hombre.

4. COMENTARIO (C): Análisis JURÍDICO de determinados ámbitos interesantes de la


Sentencia. Refiérase aquí sobre Innovación de la decisión; o una paradoja, error, incoherencia
o cambio jurisprudencial; su implicación con respecto de algo; etc. (No se trata de explicar
qué tan de acuerdo se siente usted frente a la decisión).
Casi la mitad (por uno) aclaran voto.

En esta sentencia hay una interpretación histórica de la norma demandada, lo cual es muy
similar a una línea. Muy parecido aparece en C-491/12 y no muy diferente es con la
arquimédica, T-511/16. La mejor y más completa línea (no específicamente jurisprudencial)
aparece acá y dice así:
1. Ley 30/86.
2. Despenalización con C-221/94.
3. 2002: Ley 745.
4. Referendo, art. 16 (Libre Desarrollo de la Personalidad) Constitución: inconstitucional
por forma en C-551/2003.
5. 2006: Acto Legislativo 133: reforma a la justicia y, así, artículo 16 constitucional. (No
pasó del Congreso).
6. 2007: Acto Legislativo 22. Reforma artículo 49 (Salud) Constitución.
7. 2008 nada importante, salvo que en Bogotá sale el Decreto 411/08, para organizar el
consumo.
8. En 2009, tras estudio “Estudio Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas en
Hogares de Colombia”, Acto Legislativo 285/09, para reformar el artículo 49 C.

Dentro de la sentencia hay bastantes apartados de los debates que se dieron en el Congreso
para la aprobación del Acto Legislativo. Dicen como mil veces y hasta más: las prohibiciones y
medidas dispuestas no son penalizar. ¿Por qué tanta insistencia?

El texto inicial sufrió algunos cambios por el Congreso, pues la Cámara quitó una cuestión que
disponía una instancia médico-judicial para tratar a los adictos –“una instancia conformada por
el sector salud y la rama judicial”-. Por otro lado, el Senado le agrega al texto que no se puede
hacer tratamiento sin obtener previamente el consentimiento informado del afectado.

Una pregunta jurídica relacionada con nuestro tema podría ser: ¿se vulnera la Autonomía
Personal y, por ende la Dignidad Humana, pilares de la Carta Superior, cuando se limita el libre

70
desarrollo de la personalidad que tienen los consumidores de estupefacientes, psicotrópicos o
drogas sintéticas? La demanda sí es extraña porque en serio no se demanda ninguna
consecuencia jurídica, por lo que uno ni sabe qué decir. Por lo mismo la Corte se inhibe. Dentro
del libro, las razones de INHIBIRSE:

Se hace referencia a la salud como Derecho Fundamental, por conexidad.

Algunos congresistas consideraron que con la reforma se podía dar una confrontación entre el
derecho a la salud del artículo 49 de la C.P., con el del libre desarrollo de la personalidad del
artículo 16 de la C.P. Justo nuestro problema jurídico.

A tener en cuenta: Cuando se trata de demandas de inconstitucionalidad por sustitución, la


carga argumentativa de la demanda debe ser mucho mayor, para demostrar si so pretexto de la
reforma, se sustituyó una Constitución por otra integralmente diferente, para lo cual el
ciudadano debe concretar y especificar con claridad y no de manera genérica, la magnitud y
trascendencia de dicha reforma.

71
FORMATO DE ANÁLISIS SENTENCIAS DE TUTELA

ESTUDIANTE

Ingrid Paola Martínez Piamba.


Juan Sebastián Martínez Tovar.
Nombre Jaime Adrián Moreno Arcos.
fecha 04/05/2018
Curso CONSTITUCIONAL COLOMBIANO

1. MARCO DECISIONAL (Ideas claras; frases cortas. Use viñetas)

1.1. IDENTIFICACIÓN
Número T-511/2016
Magistrado Ponente Alejandro Linares Cantillo.
La Sala Tercera de Revisión de la Corte Constitucional, integrada
por la magistrada Gloria Stella Ortiz Delgado y los magistrados
Sala de Decisión Gabriel Eduardo Mendoza Martelo y Alejandro Linares Cantillo
Aclaran el voto No.
Salvan el voto No.

1.2. HECHOS JURÍDICAMENTE RELEVANTES (HJR)


El 16 de septiembre de 2015, la accionada excluyó a “B” y “A” de el “Programa de Protección
y Asistencia a Víctimas, Testigos e intervinientes en el Proceso Penal” (de ahora en adelante
“El Programa”)” por haberse negado a practicar un examen toxicológico.

Dice la entidad demandada: si el joven “B” hubiese admitido que consumía drogas, “El
Programa” tenía obligatoriamente que haber dado aplicación a lo dispuesto en el numeral 13
del artículo 4 de la Resolución 05101 de 2008, en el que se indican los medios de asistencia
para el protegido, tales como el apoyo psicológico y médico.

Mediante Acta del 18 de octubre de 2013, “El Programa” le reiteró al titular del caso (“B”)
que debía dar cumplimiento a los deberes contenidos en la resolución mencionada, y que
fueron asumidos por medio del Acta 328 del 24 de febrero de 2014, entre los cuales, se
encuentra la “Prohibición de consumir elementos o sustancias embriagantes o que generen

72
psicodependencia”. 


En fin, por no hacerse la prueba toxicológica y no dejar de consumir, como por no someterse
a los tratamientos médicos dispuestos por “El Programa”, tanto “A” como “B” son
expulsados del mismo.

El Director de El Programa argumenta así la decisión tomada:

la decisión de excluir al actor y a su hijo “B” obedeció al incumplimiento de los deberes para con el
Programa de Protección y Asistencia, referidos a “colaborar y someterse a tratamientos médicos,
psicológicos y de rehabilitación a que hubiera lugar”, ello de conformidad con el acta del 16 de
septiembre de 2015 (...) el deber de abstenerse de consumir elementos o sustancias embriagantes
o que generen psicodependencia. Señala que la finalidad u objetivo de este deber radica,
prioritariamente, en la salvaguarda de la vida, la integridad física y la seguridad personal de los
ciudadanos incorporados (...) los beneficiarios del Programa también tienen el deber de colaborar
y someterse a tratamientos médicos, psicológicos y de rehabilitación a que hubiere lugar (...) El
riesgo extraordinario en que se encuentra la persona, y por el cual es aceptada en el Programa,
justifica la limitación de otros derechos (libertad de escogencia de su residencia, colegio,
prestador de salud, locomoción, y en particular el libre desarrollo de la personalidad) (...) la
persona que otorga su consentimiento para ingresar al Programa, está implícitamente
priorizando su derecho a la vida e integridad personal sobre los demás derechos.

1.3. PROBLEMA JURÍDICO QUE ENUNCIA LA CORTE (PJC) (Se trata del PJ que la Corte dice
textualmente que va a tratar en la sentencia)
¿Puede la Dirección Nacional de Protección y Asistencia de la Fiscalía General de la Nación
vulnerar los derechos a la vida, a la seguridad personal y al libre desarrollo de la
personalidad, cuando excluye al actor “A” y a su hijo “B” del Programa de Protección y
Asistencia de testigos, bajo el argumento de incumplir los deberes del Programa relativos al
no consumo de sustancias embriagantes o psicoactivas, como al no someterse a los
respectivos tratamientos médicos de rehabilitación, así como por haberse negado a realizar
el examen toxicológico?


1.4. NORMAS JURÍDICAS RELEVANTES PARA EL CASO


Ley 30 de 1986.
Constitución: arts. 16, 49,
Ley 1566 de 2012.
Numeral 13 del artículo 4 de la Resolución 05101 de 2008

1.5. DECISIÓN

73
PRIMERO: REVOCAR la sentencia que declaraba improcedente la acción de tutela y en su
lugar TUTELAR los derechos fundamentales al debido proceso administrativo y a la seguridad
personal de “A” y “B”. Por otra parte, NEGAR la protección de “C” y “D”.

SEGUNDO: ORDENAR que se reincorpore a “El Programa” a “A” y a “B” y definir de manera
rigurosa y detallada la solicitud de la reubicación social definitiva, siguiendo las
consideraciones de esta sentencia.

TERCERO: ORDENAR que “El Programa”, de no proceder la reubicación social y de no


configurarse ninguna de las otras causales de terminación del proceso protectivo, adelante
las gestiones pertinentes para obtener el consentimiento informado del actor y su hijo para
someterse al tratamiento de rehabilitación. De no ser posible, conforme a la normatividad
aplicable, la entidad deberá analizar el caso y adoptar la medida que mejor garantice sus
derechos fundamentales, incluyendo el derecho a tener familia y no ser separado de ella,
artículo 42 superior.

2. ARGUMENTOS JURÍDICOS (ideas claras; frases cortas. Use viñetas)

2.1. PROBLEMA JURÍDICO QUE REALMENTE RESUELVE LA CORTE (PJR)


¿Son constitucionales las restricciones al libre desarrollo de la personalidad que impone “El
Programa” a los interesados o protegidos en relación con el consumo de elementos o
sustancias embriagantes o que generan psicodependencia, cuando éstas velan por proteger
la vida y la salud de los inscritos?

2.2. RATIO DECIDENDI (RD) "La razón de la decisión"


La Corte dice que para el caso de “C” y su hija menor “D”, no existe vulneración de los
derechos invocados, en razón a que fueron excluidas justificadamente del Programa por el
incumplimiento de los deberes pactados, además, que no procede su reintegro porque no se
probó que exista un riesgo en su contra. 


Por el contrario, en relación con la situación del señor “A” y de su hijo “B”, la Sala considera
que las actuaciones adelantadas por la Dirección en materia de la reubicación social
definitiva y, posterior, exclusión del Programa, desconocieron su derecho fundamental al
debido proceso administrativo, por las siguientes razones: (a) Para empezar, los días 14 y 24
de agosto de 2015 y el 7 de septiembre del mismo año, la accionada dispuso la práctica de
una prueba toxicológica al actor y a su hijo, con el fin de descartar el posible consumo de
sustancias psicoactivas. Sin embargo, dicho examen no se llevó a cabo porque ambos
protegidos se negaron a realizarlo. (b) Como se indicó con antelación, mediante oficio del 11
de septiembre de 2015, la accionada negó la terminación de las medidas de protección al
determinar sin fundamento válido, que no se cumplieron los criterios de la reubicación social
definitiva. Además, respecto a la renuencia del actor y su hijo a realizarse las pruebas
toxicológicas programadas para los días 14 y 24 de agosto del mismo año, únicamente
74
recordó a los accionantes los deberes que aceptaron al momento de suscribir el acta de
incorporación al Programa, sin adoptar ninguna decisión. 
 (c) Finalmente, por medio de
acta del 16 de septiembre de 2015, resolvió terminar el proceso de protección y excluir al
actor y a su hijo del Programa, básicamente, por el incumplimiento de las obligaciones
consistentes en someterse a tratamientos de rehabilitación para superar el problema de
consumo de drogas y, de igual manera, por haberse opuesto injustificadamente a practicar
en las fechas antes mencionadas el examen toxicológico. 


Lo anterior son las razones de por qué la Corte decide reincorporar a A y a B a “El Programa”,
como la justificación de no hacerlo con “C” y “D”. No obstante, la Corte no se queda ahí con
sus argumentos jurídicos, pues ésta asegura que «no puede dejar a un lado el análisis de un
asunto de notable relevancia constitucional, tal como lo son las restricciones que impone el
Programa (...) en relación con el consumo de elementos o sustancias embriagantes o que
generan psicodependencia». Es la razón de por qué en la decisión se incluye que pueden ser
expulsados de “El programa” aquellos que no se someten al tratamiento médico de
rehabilitación.

Así argumenta la Corte la capacidad que tiene “El Programa” de restringir las libertades de
sus protegidos, obvio por medio de la salud (artículo 49 superior):

La Sala considera que las restricciones anotadas no deben entenderse como una penalización de
la conducta relativa al consumo de drogas, sino como una prohibición que encuentra fundamento
en el artículo 49 Superior, reformado por el Acto Legislativo 02 de 2009. De esta manera, no
persigue la sanción del consumidor o adicto, sino que proscribe el consumo de drogas, entendido
por la normatividad aplicable y la jurisprudencia de esta Corte como un problema de salud
pública, a fin de garantizar la protección del derecho a la vida e integridad personal del protegido
y de los servidores encargados de su protección; finalidad constitucionalmente imperiosa, que
está en concordancia con dos deberes constitucionales, primero, la Fiscalía General de la Nación, a
través del Programa, debe fungir como garante del derecho a la vida e integridad personal
(seguridad personal) de los testigos (art. 250 C.P.) y, segundo, toda persona debe procurar el
cuidado integral de su salud y de su comunidad (inciso 5°, art. 49 C.P.). 


Por otro lado, específicamente se pronuncia sobre el libre desarrollo de la personalidad


(artículo :

es posible considerar que la prohibición al consumo de drogas pueda entenderse como una
limitación válida al ejercicio del derecho al libre desarrollo de la personalidad, no exclusivamente
por la especial situación de sujeción del protegido respecto del órgano estatal, sino por la
necesidad de salvaguardar un bien superior, cual es el de proteger la vida del propio testigo, su
grupo familiar y los funcionarios encargados de su protección. 


Así, la Corte impone una serie reglas que debe cumplir “El Programa” para que la restricción
del libre desarrollo de la personalidad sea constitucional: (1) el sometimiento del adicto ha

75
de ser a medidas administrativas, de orden pedagógico, profiláctico, terapéutico; (2) debe
ser siempre con el consentimiento informado de dicho testigo; así, (3) el Programa ha de
realizar un esfuerzo importante para informar al protegido de las consecuencias negativas
del consumo.

Por lo demás, si se cumplen los tres pasos anteriores y, aun así no es posible obtener el
consentimiento informado del protegido para dar inicio a los tratamientos de rehabilitación
que ofrece el Programa, se podrá considerar la posibilidad de excluirlo del mismo 
 


En resumen:

La medida de exclusión como consecuencia de la renuencia a someterse a tratamientos médicos o


de rehabilitación para las personas farmacodependientes, solo puede ser efectiva cuando el
Programa demuestre que, a pesar de que realizó un esfuerzo importante para informar al
protegido, no logró obtener su consentimiento informado para el tratamiento de rehabilitación.

3. ARGUMENTOS NO VINCULANTES (ideas claras; frases cortas. Use viñetas)

3.1. OBITER DICTA RESALTABLES (OD): "Dichos de paso"; Argumentos teóricos, históricos,
doctrinales que si bien no justifican DIRECTAMENTE la decisión, le permiten a la Corte
reforzar o ejemplificar su argumentación. (Sólo los resaltables)
Cita esta sentencia ya tratada: «a una persona no pueden castigarla por lo que posiblemente
hará, sino por lo que efectivamente hace. A menos que el ser drogadicto se considere en sí
mismo punible, así ese comportamiento no trascienda de la órbita más íntima del sujeto
consumidor (...) desde cualquier perspectiva, era abiertamente atentatorio de la libertad y
de la autonomía consagradas en el artículo 16 como "libre desarrollo de la personalidad”,
obligar al consumidor de drogas a someterse a un tratamiento médico contra una
enfermedad de la que no quiere curarse». ¿De dónde provienen estas palabras? Lo dice la C-
221 de 1994.

3.2. ACLARACIONES DE VOTO (AV)


No.

3.3. SALVAMENTOS DE VOTO (SV)


No.

76
4. COMENTARIO (C): Análisis de determinados ámbitos interesantes de la Sentencia. Debe
ser principalmente jurídico pero tambien puede hacerse un análisis social, histórico,
económico, etc. Refiérase aquí sobre Innovación de la decisión; o una paradoja, error,
incoherencia o cambio jurisprudencial; su implicación con respecto de algo; etc. (No se
trata de explicar qué tan de acuerdo se siente usted frente a la decisión).

Esta sentencia trae una “línea” sobre nuestro tema, la cuál dispone así: 1. Despenalización
(de Ley 30/86 a C-221/94). 2. Prohibición (de C-221/94 a Acto Legislativo 02 de 2009,
revisado en C-574 de 2011).

Dentro de la “línea” que trae la sentencia, hay un dato curioso e importante porque
evidencia la diferencia de lo que traía la Ley 30 del 86 y lo que hoy se dispone; dice así la
Corte «mediante la Ley 1566 de 2012, el Legislador reconoció el consumo, abuso y adicción a
sustancias psicoactivas, lícitas o ilícitas, como un asunto de salud pública y bienestar de la
familia, la comunidad y los individuos. Por lo tanto, determinó que el abuso y la adicción
deberán ser tratados como una enfermedad que requiere atención integral por parte del
Estado. En ese sentido, dispone que toda persona que sufra trastornos mentales o cualquier
otra patología derivada del consumo, abuso y adicción a sustancias psicoactivas licitas o
ilícitas, tendrá derecho a ser atendida en forma integral por las entidades que conforman el
Sistema General de Seguridad Social en Salud». Antes se obligaba al tratamiento y la
rehabilitación, ahora es un derecho del que dispone el mismo consumidor, el cual decide si
lo hace o no.

El tercer resuelve dice: «De no ser posible [el consentimiento para el tratamiento de
rehabilitarse], conforme a la normatividad aplicable, la entidad deberá analizar el caso y
adoptar la medida que mejor garantice sus derechos fundamentales, incluyendo el derecho a
tener familia y no ser separado de ella, artículo 42 superior». Esto en otras palabras: échelos
y que se vayan con su familia. Es una sentencia que cambia drásticamente la línea que venía
desde 1994, aunque vale aclarar que no es cualquier ciudadano ni en condiciones
“normales” donde ocurren los hechos, pues se trata de un Programa especial. Exagerando un
poco, sería como ir a alcohólicos anónimos y demandarlos por no dejar en sus instalaciones
tomar bebidas embriaganes. O como si en las clínicas que son creadas para tratar la adicción
a las drogas, se dejara consumir... No obstante estas específicas aclaraciones, sí hay un
cambio en lo que ocurre comúnmente desde el 92. Por lo demás, el director de “El
Programa” utiliza varias sentencias de constitucionalidad sobre la autonomía que tienen en
su interior para definir restricciones como lo son el no consumo de sustancias que
menoscaban la salud y la vida.

Así una última pregunta: ¿qué son los Derechos Fundamentales cuando la Salud, un derecho
económico, social y cultural restringe el Libre Desarrollo de la Personalidad, consagrado en la
Carta Superior como Fundamental? ¿Es la Salud en este caso un Derecho Fundamental? Si sí
lo es, ¿logra serlo por conexidad, o porque todos los derechos son fundamentales según el

77
caso, u otra teoría? Dicen que la drogadicción es un problema de salud pública. Así, a fin de
garantizar la protección del derecho a la vida e integridad personal del protegido y de los
servidores encargados de su protección, la salud puede restringir un Derecho Fundamental.
La salud es vida, integridad personal y seguridad social, derechos fundamentales.

78
FORMATO DE ANÁLISIS SENTENCIAS DE TUTELA

ESTUDIANTE

Ingrid Paola Martínez Piamba.


Juan Sebastián Martínez Tovar.
Nombre Jaime Adrián Moreno Arcos.
fecha 04/05/2018
Curso CONSTITUCIONAL COLOMBIANO

1. MARCO DECISIONAL (Ideas claras; frases cortas. Use viñetas)

1.1. IDENTIFICACIÓN
Número T-1116 de 2008.
Magistrado Ponente Manuel José Cepeda Espinosa.
La Sala Segunda de Revisión de la Corte Constitucional, integrada
por los magistrados, Manuel José Cepeda Espinosa, Jaime Córdoba
Sala de Decisión Triviño y Rodrigo Escobar Gil.
Aclaran el voto No.
Salvan el voto No.

1.2. HECHOS JURÍDICAMENTE RELEVANTES (HJR)

79
1. G.L.E. interpuso acción de tutela en representación de su mamá G.P.E.A., contra EPS
Sanitas por considerar que esta entidad ha vulnerado sus derechos fundamentales a la
seguridad social en salud en conexidad con la vida en condiciones dignas.

2. Dice G.L.E. que su mamá ha desarrollado una fuerte dependencia al alcohol, lo que le ha
llevado “a tener comportamientos suicidas y agresivos y perderse varios días del trabajo y de
la casa”.

3. Después de encontrarla “tirada en la calle” la llevaron a la organización Mente Sana. Dicha


entidad señaló que G.P.E.A. debía ser internada en una institución especializada en “manejo
de sustancias y siquiátrica”.

4. Afirma el accionante que carece de recursos económicos para cubrir el tratamiento de su


mamá y que la entidad accionada tampoco presta el servicio.

5. Con base en lo anterior se solicita: “(...) que a través del Fondo de Solidaridad y Garantía
FOSYGA, sea concedido este servicio para el pago del tratamiento y el pago de la
incapacidad”.

6. El proceso correspondió en primera instancia al Juzgado Trece Civil Municipal de Cali. Ante
éste intervino EPS Sanitas para señalar que lo ordenado a G.P.E.A., “tratamiento de
psiquiatría prolongado por presentar alcoholismo”, no hace parte de los servicios incluidos
en el POS y se encuentra explícitamente excluido por el literal j del artículo 18 de la
Resolución 5261. 


7. También intervino ante el Juez la Coordinadora del Grupo de Acciones Constitucionales


que indicó: “El Ministerio de la Protección Social y el FOSYGA, son entes rector el primero y
una cuanta el segundo, que carecen de obligatoriedad de prestar servicios de salud, debido a
que el Estado delegó en las EPS la obligación de prestar servicios a sus afiliados. Así, solicito
se exonere al Ministerio de la Protección Social – FOSYGA, de las responsabilidades que se
endilgan en la presente acción.” 


8. El 28 de febrero de 2008, el juzgado profirió sentencia denegando el amparo por


considerar que no se cumplían los requisitos de la agencia oficiosa. La tutela fue impugnada.

9. El 6 de mayo de 2008, el Juzgado Doce Civil del Circuito de Cali, confirmó la decisión de
primera instancia. Si bien el Juez consideró que no existía falta de legitimación para
interponer la acción de tutela estimó que no se cumplían los requisitos constitucionales para
inaplicar el POS ya que: “la señora G.P.E.A., no se le está vulnerado su derecho fundamental
a la seguridad social en conexidad con la vida, pues no se denota un riesgo inminente que
puede correr la paciente con la no autorización del tratamiento”.

1.3. PROBLEMA JURÍDICO QUE ENUNCIA LA CORTE (PJC)

80
¿La atención en salud requerida para tratar efectivamente un problema de drogadicción
crónica, debe ser brindada por el Sistema integral de seguridad social en salud, bien a través
de las empresas promotoras de salud de los regímenes contributivo y subsidiario o mediante
instituciones públicas o privadas que tengan convenio con el Estado?
1.4. NORMAS JURÍDICAS RELEVANTES PARA EL CASO

Plan Nacional de Salud Pública, adoptado por el Decreto 3039 de 2007.


POS.
Resolución 5261, literal J.
1.5. DECISIÓN
Primero.- Confirmar la sentencia proferida por el Juzgado Doce Civil del Circuito de Cali que
negó la tutela de los derechos fundamentales de G.P.E.A. por las razones expuestas en la
parte motiva de esta providencia.

Segundo.-. Prevenir al Ministerio de Protección Social, a la Gobernación del Valle del Cauca, a
la Alcaldía de Cali y a EPS Sanitas, para que, en el menor tiempo posible, desarrollen el Plan
Nacional de Salud Pública en los que se refiere al Objetivo 4, de acuerdo con sus
competencias.

Tercero.- Para garantizar la efectividad de la acción de tutela, el Juzgado Trece Civil


Municipal de Cali notificará esta sentencia dentro del término de cinco días después de
haber recibido la comunicación, de conformidad con el artículo 36 del Decreto 2591 de 1991

2. ARGUMENTOS JURÍDICOS)
2.1. PROBLEMA JURÍDICO QUE REALMENTE RESUELVE LA CORTE (PJR
¿Vulneró la EPS Sanitas los derechos fundamentales a la seguridad social en salud, en
conexidad con la vida en condiciones dignas, al no prestar un servicio en “manejo de
sustancias y siquiátrica”, el cual no hace parte de los servicios incluidos en el POS y se
encuentra explícitamente excluido por el literal j del artículo 18 de la Resolución 5261?

2.2. RATIO DECIDENDI (RD)

81
PRIMERO: Se aplican unas reglas jurisprudenciales relevantes al caso –brindar un
tratamiento médico excluido del POS, inaplicando a éste último-; como no se cumplen con
dos (2) de los cuatro (4) requisitos para dar el tratamiento, no se le concede el amparo. Dice
así la sentencia: para identificar la procedencia del amparo constitucional en cada caso
concreto, la Corte reiteró la necesidad de verificar el cumplimiento de algunos requisitos
fijados en la jurisprudencia constitucional: (1) que la falta de medicamento o tratamiento
requerido afecte el derecho a la vida en condiciones dignas, (2) que éste haya sido ordenado
por un médico adscrito a la E.P.S. a la que se encuentra afiliado el accionante, (3) que no
pueda ser reemplazado por otro incluido dentro del Plan Obligatorio de Salud, bajo las
similares condiciones de eficiencia y calidad y (4) que la persona que solicita el servicio de
salud no cuente con la capacidad económica suficiente para cubrir el costo de éste con cargo
a sus propios recursos.

En el presente caso no se cumplen dos de los requisitos señalados antes, ya que (2) el
tratamiento para alcoholismo no fue ordenado por un médico tratante adscrito a la entidad
y, (3) su empleador le ha brindado atención eficiente y de calidad, dentro del programa de la
Oficina de Seguridad Social, que según consta en el expediente, ha contribuido de manera
efectiva a la recuperación de G.P.E.A.

SEGUNDO: cuando la Corte estudia el caso, se da cuenta que no se están haciendo los
programas adecuados y planeados para el tratamiento de las drogas, ni a nivel nacional, ni
departamental ni municipal; recuerda que «el Plan Nacional de Salud Pública, adoptado por
el Decreto 3039 de 2007, define la adicción de sustancias psicoactivas como un problema de
salud pública, en las etapas de prevención y tratamiento, involucrando en su prestación al
nivel nacional, los entes territoriales y las EPS. Sin embargo ninguno de esos niveles ha
cumplido con sus obligaciones en esta materia (...) desconociendo las obligaciones fijadas en
este sentido en dicha política. Esto resulta aún mas preocupante si se tiene en cuenta que
para la ejecución del Plan Nacional de Salud Pública existen recursos destinados».

3. ARGUMENTOS NO VINCULANTES

3.1. OBITER DICTA RESALTABLES (OD):


 Como “quien sufre de fármacodependencia es un sujeto de especial protección
estatal, pues a la luz de la Carta Política y de la jurisprudencia constitucional, se trata
de una persona que padece una enfermedad que afecta su autonomía y
autodeterminación, pone en riesgo su integridad personal y perturba su convivencia
familiar, laboral y social”, «la atención en salud que se requiera para tratar
efectivamente un problema de drogadicción crónica, debe ser brindada por el
Sistema integral de seguridad social en salud, bien a través de las empresas
promotoras de salud de los regímenes contributivo y subsidiado o mediante
instituciones públicas o privadas que tengan convenio con el Estado».

82
3.2. ACLARACIONES DE VOTO (AV)
No hay.

3.3. SALVAMENTOS DE VOTO (SV)


No hay.

4. COMENTARIO (C): Análisis de determinados ámbitos interesantes de la Sentencia.


No entiendo por qué esta sentencia es tan nombrada y reiterada si no tiene nada. Ni cita
otras sentencias. Lo único es que tiene unas sub-reglas. Pero no habla de ningún Derecho
Fundamental ni de ningún artículo de la Constitución. Sólo aplica las subreglas y ya. Y lo dice
al principio: como ya muchas veces lo mismo, sólo lo necesario y rápido.

La Sala Segunda de Revisión de la Corte Constitucional decide reiterar lo dispuesto por la


jurisprudencia para este tipo de casos. Por tal razón, de acuerdo con sus atribuciones
constitucionales y legales, la presente sentencia será motivada brevemente.

Habla de inaplicar el POS: control difuso. Es en segunda instancia.

83
ORMATO DE ANÁLISIS PARA SENTENCIAS DE CONSTITUCIONALIDAD

ESTUDIANTE

Ingrid Paola Martínez Piamba.


Juan Sebastián Martínez Tovar.
Nombre Jaime Adrián Moreno Arcos.
Fecha 04/05/2018
Curso CONSTITUCIONAL COLOMBIANO

1. MARCO DECISIONAL (ideas claras; frases cortas. Use viñetas)

1.1. IDENTIFICACIÓN
Número C-176/93
Fecha 06/05/1993.
Magistrado Ponente ALEJANDRO MARTINEZ CABALLERO
Aclaran el voto No.
Salvan el voto No.

1.2. NORMA CONTROLADA


DECRETO N° 100 DE 1980

Artículo 94.- INTERNACION PARA ENFERMO MENTAL PERMANENTE. Al inimputable por


enfermedad mental permanente, se le impondrá medida de internación en establecimiento
psiquiátrico o clínica adecuada, de carácter oficial, en donde será sometido al tratamiento
científico que corresponda. Esta medida tendrá un mínimo de dos (2) años de duración y un
máximo indeterminado. Se suspenderá condicionalmente cuando se establezca que la
persona ha recuperado su normalidad psíquica.

Artículo 95.- INTERNACION PARA ENFERMO MENTAL TRANSITORIO. Al inimputable por


enfermedad mental transitoria, se le impondrá la medida de internación en establecimiento
psiquiátrico o similar, de carácter oficial, en donde será sometido al tratamiento que
corresponda. Esta medida tendrá un mínimo de seis (6) meses de duración y un máximo
indeterminado. Transcurrido el mínimo indicado se suspenderá condicionalmente cuando se
establezca que la persona ha recuperado su normalidad psíquica.

Artículo 96. OTRAS MEDIDAS APLICABLES A INIMPUTABLES. A los inimputables que no


padezcan enfermedad mental, se le impondrá medida de internación en establecimiento

84
público o particular, aprobado oficialmente, que pueda suministrar educación o
adiestramiento industrial, artesanal o agrícola. Esta medida tendrá un mínimo de un (1) año
de duración y un máximo indeterminado. Se suspenderá condicionalmente cuando se
establezca que la persona haya adquirido suficiente adaptabilidad al medio social en que se
desenvolverá su vida.

1.3. DEMANDA (principales argumentos)


1. Violación de la supremacía de la Constitución: El ciudadano Lozano expone que "la
Constitución es norma de normas y prevalece sobre cualquier otro tipo de normatividad que
se oponga a ella".

2. Violación de la prohibición de la imprescriptibilidad de la pena: el actor señala que se


"establece perentoriamente que "... en ningún caso podrá haber penas ni medidas de
seguridad imprescriptibles ..." más aún cuando en muchos casos quiénes se hallan recluidos
en los anexos siquiátricos ... se encuentran afectados por sociopatías siquiátricas o patologías
mentales que no tienen actualmente curación definitiva, con lo cual ese "máximo
indeterminado" se convierte, de hecho y de derecho, en una medida de seguridad
imprescriptible, en una pena de prisión perpetua pues tales anexos dependen directamente
de la cárcel y en la práctica casi no cuentan con los más elementales requerimientos
científicos ni logísticos para cumplir la transcendental misión que la ley les ha confiado".

3. Violación del principio de legalidad y seguridad. El impugnante sostiene que "el orden
jurídico dentro de un Estado apunta entre otros importantes aspectos al de la seguridad del
individuo súbdito del Estado, el cual tiene derecho, cualquiera sea su condición personal o
social, a que se le definan clara y precisamente las conductas que le están prohibidas y las
consecuencias que tales violaciones acarrean. La precisión de estas consecuencias conlleva, en
cumplimiento, del ya mencionado principio de la seguridad jurídica, a la ESPECIFICACION de
las formas de sanción y su DURACION MAXIMA en el tiempo; esto es, que sean determinadas
o determinables".
4. Violación de la prohibición de la prisión perpetua. El actor precisa que la medida de
seguridad si es sanción debido a que se identifica íntimamente con la pena como que se
impone luego de la comisión de un hecho punible, se exige el principio de legalidad del
proceso, sólo pueden ser impuestas como consecuencia de una decisión judicial, conllevan la
perdida de la libertad, y buscan la readaptación del individuo y la protección de la sociedad.
Añade que las medidas de seguridad están en el mismo título de la pena (Título IV - De la
punibilidad), y si no tuvieran la misma naturaleza a aquellas les habrían reservado su propio
título.
5.- Violación de la obligación del Estado de adelantar una política de previsión, rehabilitación
e integración social especializada para los disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos. Al
respecto el ciudadano Lozano afirma que "es obvio que no se cumple ni se va cumplir
relegando a estas personas a verdaderos guettos infrahumanos, donde carecen de los más
elementales cuidados que tienen derecho a recibir del Estado en instituciones bien dotadas y

85
diseñadas específicamente para prever, rehabilitar y preparar al individuo para su eventual
retorno al seno de la sociedad".
6.- Violación de la obligación del Estado de garantizar y prestar el servicio de la seguridad
social. El impugnador sostiene que "el Estado debe garantizar y prestar el servicio de la
Seguridad Social, derecho irrenunciable de todo individuo no importa su condición social o
personal, su credo, raza o ideas".

1.4. PROBLEMA JURÍDICO QUE ENUNCIA LA CORTE (PJC) (Se trata del PJ que la Corte dice
textualmente que va a tratar en la sentencia)

¿Cuál es la relación y el grado de responsabilidad que tiene el estado frente a los inimputables
y hasta qué punto las medidas tomadas en el DECRETO No 100 DE 1980 satisfacen esa
obligación de estado frente a los ya mencionados?

1.5. NORMAS JURÍDICAS RELEVANTES PARA RESOLVER EL CASO


Preámbulo Art 13,16,28,29,34,49 ,3350,360de la Constitución Política(teniendo en cuenta que
los artículos principales son el 13y 47)
Art 12 código penal

1.6. DECISIÓN
PRIMERO: Declarar INEXEQUIBLE la expresión "y un máximo indeterminado", contenida en los
artículos 94, 95 y 96 del Decreto N° 100 de 1980, por los motivos expuestos, los cuales se
condensan en la síntesis de esta Sentencia.

SEGUNDO: Declarar INEXEQUIBLE la expresión "tendrá un mínimo de dos (2) años de


duración", contenida en el artículo 94 del Decreto N° 100 de 1980, por conformar unidad
normativa con la frase "y un máximo indeterminado", declarada inexequible, por los motivos
expuestos, los cuales se condensan en la síntesis de esta Sentencia.

TERCERO: Declarar INEXEQUIBLE la expresión "tendrá un mínimo de seis (6) meses de


duración", contenida en el artículo 95 del Decreto N° 100 de 1980, por conformar unidad
normativa con la frase "y un máximo indeterminado", declarada inexequible, por los motivos
expuestos, los cuales se condensan en la síntesis de esta Sentencia.

CUARTO: Declarar INEXEQUIBLE la expresión "tendrá un mínimo de un (1) año de duración",


contenida en el artículo 96 del Decreto N° 100 de 1980, por conformar unidad normativa con
la frase "y un máximo indeterminado", declarada inexequible, por los motivos expuestos, los
cuales se condensan en la síntesis de esta Sentencia.

QUINTO: Declarar EXEQUIBLE las expresiones "Se suspenderá condicionalmente cuando se

86
establezca que la persona ha recuperado su normalidad psíquica", contenidas en el artículo 94
del Decreto N° 100 de 1980, por los motivos señalados en este fallo, por los motivos
expuestos, los cuales se condensan en la síntesis de esta Sentencia.

2. ARGUMENTO DE LA DECISIÓN

2.1. PROBLEMA JURÍDICO QUE REALMENTE RESUELVE LA CORTE


La corte para esta sentencia entrara a evaluar:
a) El carácter indeterminado del tiempo máximo de duración de las medidas de seguridad es
inconstitucional porque el artículo 34 de la Carta prohíbe las penas perpetuas.

b) La fijación de topes mínimos de las medidas de seguridad es inconstitucional porque la


recuperación de la libertad por parte de los inimputables no está condicionada a un cierto
término sino al restablecimiento de la capacidad síquica.

c) La declaratoria judicial de la calidad de inimputable es monopolio del juez, el cual sin


embargo debe orientarse por el dictamen -no vinculante- del médico especialista.

d) Los inimputables tienen derecho, en los términos de los artículos 13 y 47 de la Carta, así
como de los pactos internacionales sobre la materia -ratificados por Colombia-, a un trato
especial y digno de manera inmediata.

e) La suspensión condicional de las medidas de seguridad -sin exceder los topes máximos-, es
constitucional porque a veces la rehabilitación mental no es absoluta y total sino relativa y
gradual.

2.2. RATIO DECIDENDI


Frente a los inimputables el Estado tiene un doble deber: al igual que los imputables, el Estado
tiene el deber de privar de la libertad al inimputable que ha cometido un hecho punible. Pero
a diferencia de aquellos, el Estado tiene frente a los inimputables un deber distinto, adicional
y específico, según los artículos 13 y 47 de la Constitución: debe adelantar una política de
rehabilitación de las personas diferentes desde el punto de vista síquico. Por eso, mientras el
inimputable que ha cometido un hecho punible se encuentre siendo objeto de una medida de
seguridad, el Estado debe proveer obligatoria e ininterrumpidamente todo el tratamiento
científico especializado para curar, tutelar y rehabilitar a la persona, como el fin de que ella
tenga dignidad. Se establece pues un especial vínculo jurídico entre el inimputable que ha
cometido un hecho punible y el Estado.

87
3. ARGUMENTOS NO ESENCIALES

3.1. OBITER DICTA RESALTABLES


Por otra parte, la imposición de la medida de seguridad por parte del Poder Judicial del
Estado, es otra característica común con las penas que las identifican en cuanto a su
estructura tanto interna como externa. Ambas se imponen como consecuencia de la
realización de un hecho punible y por tanto ambas son "postdelictuales". De las dos se exige el
principio de legalidad, en el sentido de que no pueden imponerse, una ni otra, si no está
previamente definida en la ley, de la misma manera que exige el principio de legalidad del
proceso, en el sentido de que no pueden ser aplicadas sino como consecuencia de un proceso
previamente determinado por ley anterior, y sólo puede ser impuesta como consecuencia de
una decisión judicial.

3.2. INTERVENCIONES (principales argumentos)


 PROCURADOR GENERAL DE LA NACIÓN: las razones que determinan la
inconstitucionalidad de las expresiones acusadas de los artículos 94, 95 y 96 del
Decreto No. 100 de 1980 como son desconocimiento del principio del debido proceso,
ya que el inimputable no tiene ninguna certeza frente a su situación jurídica, la cual
puede permanecer en indefinición dependiendo únicamente del criterio del juez; la
prohibición de la sanción perpetua, tomando en consideración que las medidas de
seguridad permiten de manera indirecta la privación de la libertad de forma
irredimible; La violación del derecho a la libertad, pues la persona, si continúa
enferma, debe tener la opción de elegir el tratamiento que más convenga a su
curación, sin soportar las consecuencias que implica la privación de la libertad como
consecuencia de la potestad punitiva del Estado; la imposibilidad de la prescripción en
las medidas de seguridad, debido a su indeterminación.

 MINISTERIO DE DEFENSA: las medidas de seguridad no son penas y su imposición no


se hace con el criterio de castigar a quien no puede actuar con culpabilidad, pues ellas
carecen de contenido expiatorio; buscan estas medidas de seguridad proteger al
propio inimputable, quien por su condición anímica continúa con aptitud de lesionar
intereses constitucional y legalmente constituidos y protegidos, por lo cual el Estado
debe evitar que cometa nuevos ilícitos mediante su curación, rehabilitación o
adaptación al medio social de quien obra por inmadurez sicológica o trastorno mental,
pudiendo levantarse estas medidas de seguridad cuando el inimputable no represente
peligro para la sociedad".

3.3. ACLARACIONES DE VOTO (AV) (principales argumentos)

88
No

3.4. SALVAMENTOS DE VOTO (SV) (principales argumentos)


No
4. COMENTARIO
Con respecto al escenario constitucional sobre el libre desarrollo de la personalidad, la salud y
el consumo de drogas contrarias a la salud, penalizadas para este momento (1993), las
disposiciones acá demandadas resultan importantes porque a los drogadictos se les declarará
como enfermos, personas de especial protección constitucional por su falta de autonomía,
conductas que pueden perfectamente subsumirse a los verbos rectores que las normas
demandadas exponen en la C-176 de 1993.

Es gracias a los principios de legalidad y seguridad jurídica, principios que nuestro Estado
social de derecho recoge del Estado de Derecho, que los artículos demandados se declaran
inexequibles, pues en los tres artículos demandados (94, 95 y 96 del Decreto 100 de 1980) se
disponía el internamiento de forma indeterminada, semejante al artículo 51 de la Ley 30 de
1986.

89
FORMATO DE ANÁLISIS SENTENCIAS DE TUTELA

ESTUDIANTE

Ingrid Paola Martínez Piamba.


Juan Sebastián Martínez Tovar.
Nombre Jaime Adrián Moreno Arcos.
fecha 04/05/2018
Curso CONSTITUCIONAL COLOMBIANO

1. MARCO DECISIONAL

1.1. IDENTIFICACIÓN
Número T-438/09
Magistrado Ponente Dr. GABRIEL EDUARDO MENDOZA MARTELO
La Sala Cuarta de Revisión de la Corte Constitucional, integrada por
los Magistrados Gabriel Eduardo Mendoza Martelo, Jorge Ignacio
Sala de Decisión Pretelt Chaljub y Mauricio González Cuervo.
Aclaran el voto No.
Salvan el voto No.

1.2. HECHOS JURÍDICAMENTE RELEVANTES (HJR)


-Accionante sufre hemofilia clase A, le causa mucho dolor corporal, también sufre de VIH y
Hepatitis A y B
-El medicamento que se le suministra es Tramal, suministrado desde los 14 años
- Debido al consumo habitual del citado medicamento, su médico tratante lo diagnosticó
como “paciente con dependencia a opióides”, señalando que “presenta frecuentes estados
depresivos, de ansiedad, inestabilidad emocional y angustias”
-el médico tratante por proteger la vida e integridad del accionante lo prescribe con un
tratamiento en adicción en opiáceos con el fin de desintoxicación, deshabituación y
reintegración social y le sugiere los servicios Clínica Montserrat por su adecuación para dicho
tratamiento
-el actor se encuentra afiliado y activo en su EPS por lo cual tiene que prestarle el servicio

90
para dicho tratamiento
-solicita a su EPS el tratamiento Prescrito en la clínica Montserrat, sin embargo, se la niegas
por que el tratamiento se encuentra fuera del P.O.S.
-por lo anterior interpone el accionante la acción de tutela el día 12 de diciembre del 2008
dicha decisión fue impugnada
-en segunda instancia fue revocada al considerar el juez que no fue vulnerados os derechos
fundamentales a razón que la E.P.S se encuentra facultada para decidir el tipo de
instituciones con las cuales desea prestar su servicio y negó por improcedencia

1.3. PROBLEMA JURÍDICO QUE ENUNCIA LA CORTE (PJC) (Se trata del PJ que la Corte dice
textualmente que va a tratar en la sentencia)

¿La EPS desconoce los derechos fundamentales del actor, a la vida digna, a la igualdad, a la
seguridad social, a la salud, al momento de negarle la autorización para práctica del
tratamiento de desintoxicación, deshabituación y reintegración en la Clínica Montserrat?

1.4. NORMAS JURÍDICAS RELEVANTES PARA EL CASO


el artículo 10° del Decreto 2591 de 1991
art 48,49, 86,282, constitución política
Ley 100 de 1993
Decreto 806 de 1998

1.5. DECISIÓN
RESUELVE
PRIMERO: REVOCAR la sentencia en segunda instancia proferida el 28 de enero de 2009 por
el Juzgado Octavo Penal del Circuito y, en su lugar CONFIRMAR la sentencia en primera
instancia proferida el 16 de diciembre de 2008 por el Juzgado Sesenta y Siete Penal
Municipal de Bogotá a través de la cual se decide tutelar los derechos fundamentales a la
vida digna, a la salud, a la integridad física y a la seguridad social, del señor Andrés Posada
Acevedo.
SEGUNDO: ORDENAR a la entidad COOMEVA EPS que, en término de las 48 horas siguientes
a la notificación de la presente sentencia, autorice continuar con el tratamiento de
desintoxicación, deshabituación y reintegración social en la Clínica Montserrat al señor
Andrés Posada Acevedo por el tiempo que los especialistas consideren. Como consecuencia
de lo anterior, se mantendrá vigente la medida provisional emitida por esta Corporación
mediante Auto del 27 de abril de 2009.
TERCERO: la entidad demandada COOMEVA EPS, tiene la posibilidad de repetir contra el
Fondo de Solidaridad y Garantía del Sistema General de Seguridad Social en Salud, FOSYGA,
si a ello hubiera lugar de acuerdo con la ley, por el valor de los gastos en los que incurra por
el suministro del tratamiento de desintoxicación, deshabituación y reintegración social,
únicamente por las sumas de dinero que legal y reglamentariamente no sean de su cargo,
pero sólo por el 50% de tales sumas, de conformidad con lo dispuesto en el literal j) del

91
artículo 14 de la Ley 1122 de 2007.
CUARTO: líbrense las comunicaciones de que trata el artículo 36 del Decreto 2591 de 1991,
para los efectos allí contemplados.

2. ARGUMENTOS JURÍDICOS

2.1. PROBLEMA JURÍDICO QUE REALMENTE RESUELVE LA CORTE (PJR


¿Se puede autorizar un medicamento que no se encuentre dentro del P.O.S y en caso de ser
así que entidad se encargaría de los gastos emergentes?

2.2. RATIO DECIDENDI (RD)


En todo caso, en procura de mantener el equilibrio financiero del sistema, y teniendo en
cuenta que en el evento tratado la responsabilidad que surge para el Estado es subsidiaria, la
jurisprudencia constitucional ha fijado unos requisitos mínimos que deben ser observados
para que proceda el amparo de tutela respecto del suministro de medicamentos o
tratamientos médicos excluido del Plan Obligatorio de Salud, por cuenta de las EPS, pero con
cargo a los recursos públicos del sistema de salud. Los requisitos son:

“1- En primer término, si la falta de tratamiento o medicamento excluidos del POS -Plan
Obligatorio de Salud-, amenaza el derecho a la vida o a la integridad personal del interesado.

2- Así mismo, que el medicamento o tratamiento no pueda ser sustituido por uno de los
incluidos en el POS -Plan Obligatorio de Salud- o cuando, pudiendo hacerlo, el sustituto no
tenga el mismo nivel de efectividad que el paciente necesita para el mejoramiento de su
salud, es decir, como lo ha señalado esta Corporación, ‘siempre y cuando ese nivel de
efectividad sea necesario para proteger el mínimo vital del paciente’.

3- Adicionalmente, se debe comprobar la real incapacidad económica del paciente de


sufragar los gastos del tratamiento o medicamento que requiere y su inhabilidad de acceder
a él por algún otro sistema o plan de salud.

4- Finalmente, es necesario que el medicamento o el tratamiento requerido por el accionante,


haya sido prescrito por un médico adscrito a la EPS -Entidad Promotora de Salud -, a la cual
se encuentre afiliado el peticionario”.

92
Respecto al último requisito, la jurisprudencia de ésta Corporación ha señalado que el
médico tratante es la persona que debe estar capacitada para decidir con base en criterios
científicos, por ser quien conoce al paciente, el tratamiento o el medicamento que éste
requiere.

La asignación al FOSYGA de los pagos de servicios no POS en el Régimen Contributivo, se


explica en razón a que, de acuerdo con la Ley 100 de 1993 (arts. 202 y sig.), la administración
de dicho régimen corresponde a las EPS por delegación que le hace el fondo, el cual, a través
de la subcuenta independiente denominada “De compensación interna del régimen
contributivo”, es el depositario de todos los recursos llamados a financiar el aludido régimen.
Por su parte, la atribución a las Entidades Territoriales para atender el costo de los servicios
no POS en el Régimen Subsidiado, encuentra un claro fundamento en las Leyes 100 de 1993
(arts. 215 y sig.) y 715 de 2001 (art. 43), las cuales, además de atribuirle a “las direcciones
locales, Distritales y Departamentales de salud “y a “los fondos seccionales, distritales y
locales de salud”, la administración del régimen y el manejo de los recursos pertenecientes al
mismo, expresamente le asignan a las primeras la asunción de los servicios de salud no
cubiertos con los subsidios a la demanda, esto es, de los servicios no incluidos en el POS
subsidiado.

3. ARGUMENTOS NO VINCULANTES (ideas claras; frases cortas. Use viñetas)

3.1. OBITER DICTA RESALTABLES


 La fármacodepedencia y/o drogadicción, implica entonces un estado de dependencia
física y/o psicológica a una(s) droga(s) o fármaco(s) que afecta(n) mentalmente al
individuo por su uso continuado a pesar de saber éste que la sustancia es dañina. La
dependencia física, también conocida como neuro adaptación, se produce cuando el
cuerpo del individuo que consume la droga desarrolla tolerancia ante la misma y
aumenta las dosis ingeridas con el propósito de que produzca en su cuerpo los
efectos deseados. Por su parte, la dependencia psicológica es entendida como el
impulso o el deseo que lleva a un consumo constante de la sustancia que genera la
adicción, buscando experimentar un placer o disminuir un dolor.

3.2. ACLARACIONES DE VOTO (AV)

NO

3.3. SALVAMENTOS DE VOTO (SV)

93
NO

4. COMENTARIO

Es un caso con los mismos hechos que la T-591 de 2002, la T-684 de 2002, T-814 de 2008 y T-
1116 de 2008, es decir, EPS niega un tratamiento por adicción a las drogas, por no estar
dentro del POS. Es decir se aplican las mismas subreglas que en esos casos, los cuatro (4)
características que se deben cumplir para obtener la tutela. No obstante en este caso, como
se evidencia en el diagrama del balance, está un poco más a la derecha que los anteriores
casos, ¿por qué? En este caso, aunque se enuncian los cuatro requisitos, como ya se dijo, no
importa que no se cumpla con todos, igual se ampara el derecho a la salud del adicto. Es una
sentencia dominante, por lo que afirma un precedente. No obstante es modificadora, por lo
que, así se confirmen las cuatro características, la decisión se aleja un poco de los casos
pasados.

94
FORMATO DE ANÁLISIS SENTENCIAS DE TUTELA

ESTUDIANTE

Ingrid Paola Martínez Piamba.


Juan Sebastián Martínez Tovar.
Nombre Jaime Adrián Moreno Arcos.
fecha 04/05/2018
Curso CONSTITUCIONAL COLOMBIANO

1. MARCO DECISIONAL

1.1. IDENTIFICACIÓN
Número T-696/2001
Magistrado Ponente Dr. ALVARO TAFUR GALVIS
La Sala Octava de Revisión de Tutelas de la Corte Constitucional,
integrada por los Magistrados Clara Inés Vargas Hernández, Jaime
Sala de Decisión Araujo Rentería y Álvaro Tafur Galvis.
Aclaran el voto No
Salvan el voto No

1.2. HECHOS JURÍDICAMENTE RELEVANTES


-El actor, quien se encontraba recluido en la cárcel al momento de la presentación de la
demanda, presenta acción de tutela contra el hospital Timothy Britton S.A.I., por la violación
al derecho a la salud, el cual encuentra vulnerado con la omisión de la demandada de
prestarle el tratamiento médico prescrito por medicina legal, para tratar el problema de
fármaco-dependencia que padece, originado en el consumo de drogas alucinógenas.

-En sentencia del 10 de octubre de 2000, el Juzgado Civil del Circuito de San Andrés denegó
el amparo solicitado por el apoderado judicial del señor Wilmer Llamas Pereira, al no
encontrar demostrado la urgencia o puesta en peligro de los derechos fundamentales que se
invocan en la acción de tutela de la referencia, toda vez que en concepto del juez, lo que se
presenta es un hecho superado, ya que de las pruebas que obran dentro del proceso, se
desprende, que según lo indicado por el médico del instituto carcelario, el paciente presenta
recuperación en su cuadro clínico agudo, por lo cual, lo indicado es continuar con el
tratamiento médico en forma ambulatoria.

95
1.3. PROBLEMA JURÍDICO QUE ENUNCIA LA CORTE (PJC)

¿El Hospital Timothy Britton ha actuado negligentemente frente a los requerimientos


médicos del interno WILMER LLAMAS PEREIRA, y consecuentemente, si con esa conducta
omisiva, se ha desconocido el derecho a la salud del actor?

1.4. NORMAS JURÍDICAS RELEVANTES PARA EL CASO


el artículo 36° del Decreto 2591 de 1991
art 12,13,47,86 constitución política

1.5. DECISIÓN
Primero. - CONFIRMAR, por las razones anotadas en la parte motiva de esta providencia, la
sentencia proferida por el Juzgado Civil del Circuito de San Andrés dictada el 10 de octubre
de 2000, en la acción de tutela presentada por el señor Wilmer Llamas Pereira contra el
Hospital Timothy Britton S.A.I.

Segundo. Por Secretaría líbrese la comunicación de que trata el artículo 36 del Decreto 2591
de 1991.

2. ARGUMENTOS JURÍDICOS

2.1. PROBLEMA JURÍDICO QUE REALMENTE RESUELVE LA CORTE

¿El hospital Timothy Britton S.A.I., le desconoce el derecho a la salud al señor WILMER
LLAMAS PEREIRA el cual aduce tener problemas de fármaco-dependencia?

2.2. RATIO DECIDENDI (RD)

96
 En este orden de ideas y tomando en consideración el material probatorio que obra
en el expediente, la Sala considera, que no está debidamente probada la urgencia o
el perjuicio grave que amerite la necesidad de prestar la asistencia médica en la
forma solicitada (hospitalización permanente para rehabilitación de drogadicción),
toda vez que no se puede determinar, cuál es actualmente el cuadro clínico de salud
mental del Señor WILMER LLAMAS PEREIRA, en cuyo nombre se promovió la acción
de tutela en referencia, así mismo está probado que el Hospital Timothy Britton, ha
brindado la asistencia médica requerida de manera diligente cuando el actor lo ha
solicitado, mostrando interés en la solución del problema, atendiendo tanto al
paciente cuando estuvo recluido en la cárcel del Circuito de San Andrés, como
cuando se ha presentado a dicha institución en procura de asistencia médica.

3. ARGUMENTOS NO VINCULANTES

3.1. OBITER DICTA RESALTABLES (OD)


Esta Corporación en reiterada jurisprudencia se ha referido a la salud como un derecho
prestacional de “segunda generación”, que adquiere el carácter de fundamental, y en
consecuencia objeto de protección por vía de tutela, cuando por su intermedio se afectan
principios y derechos consubstanciales al ser humano como la dignidad humana, la vida, la
integridad personal o la igualdad.

3.2. ACLARACIONES DE VOTO (AV)

No.

3.3. SALVAMENTOS DE VOTO (SV)

No.

4. COMENTARIO
No se restringe el libre desarrollo de la personalidad a través de la salud; es más, aunque en
abstracto pudo tutelarse el derecho a la salud, para el caso en concreto no se demostró el
perjuicio o urgencia, condición necesaria para la tutela según lo dispone el artículo 86 de la
Constitución.

Se hablaba de la salud y el consumo de drogas, pero por ningún lado apareció el libre
desarrollo de la personalidad, no al menos directamente. Es decir, aunque no se pronuncia
sobre el libre desarrollo de la personalidad, vale la pena decir que es gracias a la C-221 de

97
1994, que habla del mismo derecho, es que estas tutelas son posibles, en vez de una
conducta punible.

Desde esta sentencia se configura un subescenario repetido, referente a la no prestación de


un servicio de tratamiento médico a un adicto, por estar fuera del POS.

98
FORMATO DE ANÁLISIS SENTENCIAS DE TUTELA

ESTUDIANTE

Ingrid Paola Martínez Piamba.

Juan Sebastián Martínez Tovar.

Nombre Jaime Adrián Moreno Arcos.

fecha 04/05/2018

Curso CONSTITUCIONAL COLOMBIANO

1. MARCO DECISIONAL (Ideas claras; frases cortas. Use viñetas)

1.1. IDENTIFICACIÓN

Número T-634/2002

Magistrado Ponente Dr. EDUARDO MONTEALEGRE LYNETT

La Sala Séptima de Revisión de la Corte Constitucional,


integrada por los Magistrados Alvaro Tafur Galvis, Clara
Sala de Decisión Inés Vargas Hernández y Eduardo Montealegre Lynett

Aclaran el voto No.

Salvan el voto No.

1.2. HECHOS JURÍDICAMENTE RELEVANTES (HJR)

99
- acción de tutela en contra del Ministerio de Relaciones Exteriores y el Instituto
de Seguros Sociales, por considerar vulnerados sus derechos fundamentales a
la igualdad, a la seguridad social y al mínimo vital.

-menciona que mediante resolución 027077 de 2001 instituto de seguros


sociales reconoce su pensión de jubilación según el art 36 de la ley 100 de 1993
y su ingreso a la base de liquidación se hizo de acuerdo con certificación
expedida por el Ministerio de Relaciones Exterior

-señala que ocupo diferentes cargos como embajador extraordinario y


plenipotenciario de Colombia ante el gobierno de la República Oriental del
Uruguay, y el de jefe de la misión permanente de Colombia ante la Asociación
Latinoamérica de Integración, por lo cual su liquidación se tiene que hacer con
base en artículo 57 del Decreto 10 de 1992

-establece que existe en inconsistencias en el establecimiento de la cuantía de


su pensión por lo cual ve venerados los derechos

- solicita que el ministerio de exterior de certificado por el salario que


realmente devengaba y a seguros sócales el reajuste de su pensión

- El conocimiento de la tutela correspondió al juzgado veintinueve (29) Civil del


Circuito de Bogotá, que por sentencia del veintiocho (28) de febrero de 2002
denegó el amparo. En primer lugar, el despacho considera que por tratarse de
una controversia de rango legal (sobre la base de liquidación pensional y su
reajuste), el asunto no debe ser resuelto por el juez de tutela sino por el juez
contencioso administrativo; y en segundo lugar, estima que el mínimo vital del
peticionario no resulta afectado, en la medida que éste ya disfruta de una
pensión de jubilación.

- La Sala Civil del Tribunal Superior de Bogotá, mediante sentencia del


diecinueve (19) de marzo de 2002, confirmó el fallo de primera instancia.
Además de reiterar los planteamientos del a-quo, la Sala advierte que el caso
del señor Manuel José Cárdenas Zorro difiere de la situación presentada en las

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sentencias T-1016 de 2000 y T-534 de 2001, porque en aquellas oportunidades
los demandantes ya habían solicitado al Ministerio de Relaciones Exteriores que
rectificara la información suministrada, mientras que en ésta oportunidad no
medió ese requerimiento.

1.3. PROBLEMA JURÍDICO QUE ENUNCIA LA CORTE (PJC) (Se trata del PJ que
la Corte dice textualmente que va a tratar en la sentencia)

debe la Corte (i) precisar el alcance de la tutela para obtener la reliquidación de


pensiones, específicamente en tratándose de personas de la tercera edad y,
con fundamento en esos planteamientos, (ii) analizar la situación concreta del
peticionario. En el evento de ser procedente la acción, (iii) deberá establecer
cuál es la situación pensional de los servidores públicos en el exterior a la luz de
las disposiciones que regulan el ejercicio de la carrera diplomática, y si tanto el
Ministerio de Relaciones Exteriores como el Instituto de Seguros Sociales
obraron o no en debida forma. Entra la Corte a analizar la cuestión.

1.4. NORMAS JURÍDICAS RELEVANTES PARA EL CASO

101
Art 86,241 constitución política

1.5. DECISIÓN

CONFIRMAR el fallo proferido por la Sala Civil del Tribunal Superior de Bogotá
dentro del proceso de la referencia.

LÍBRESE por Secretaría la comunicación de que trata el artículo 36 del Decreto


2591 de 1991, para los efectos allí contemplados.

2. ARGUMENTOS JURÍDICOS

2.1. PROBLEMA JURÍDICO QUE REALMENTE RESUELVE LA CORTE (PJR) (No


confunda PJR con la respuesta al PJ:

¿El Ministerio de Relaciones Exteriores y el Instituto de Seguros Sociales le


desconocen el derecho a la salud al señor WILMER LLAMAS PEREIRA?

2.2. RATIO DECIDENDI (RD)

Analizado el material probatorio, la Sala no encuentra elementos para concluir


que el peticionario atraviesa por una grave situación que amenaza un perjuicio
irremediable. En efecto, se limita a destacar su condición de persona de la
tercera edad, pero de la documentación aportada ni siquiera puede
establecerse con precisión si el peticionario ha superado o no la expectativa de
vida (71 años), si padece quebrantos de salud o si el mínimo vital resulta
afectado. Brillan por su ausencia los elementos probatorios para analizar este
punto y no puede la Corte suplir en sede de revisión la carencia de dicha

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información.

3. ARGUMENTOS NO VINCULANTES (

3.1. OBITER DICTA RESALTABLES (OD)

En síntesis, la jurisprudencia constitucional ha señalado con absoluta claridad


que la acción de tutela no procede para obtener la reliquidación de mesadas
pensionales. Sin embargo, como también ha sido explicado, en ciertos casos y
de manera excepcional ella puede constituir el mecanismo idóneo para
proteger transitoriamente los derechos invocados, pero su procedencia está
condicionada a la concurrencia de los siguientes requisitos:

a) Que la persona haya agotado los recursos en sede administrativa y la entidad


mantenga su decisión de no reconocer el derecho.

b) Que se hubiere acudido ante la jurisdicción respectiva, se estuviere en


tiempo de hacerlo o ello fuere imposible por motivos ajenos al peticionario.

c) Que además de tratarse de una persona de la tercera edad, ésta demuestre


la amenaza de un perjuicio irremediable, esto es, que el perjuicio afecte la
dignidad humana, la subsistencia en condiciones dignas, la salud, el mínimo
vital, que existan lazos de conexidad con derechos fundamentales, o que

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evidencie que someterla a los trámites de un proceso ordinario le resultaría
demasiado gravoso.

d) En concordancia con lo anterior, para determinar si la acción de tutela es o


no procedente como mecanismos transitorios, no resulta suficiente invocar
fundamentos de derecho, sino que son necesarios también fundamentos
fácticos que den cuenta de las condiciones materiales de la persona. En caso
contrario, el asunto adquiere carácter estrictamente litigioso y por lo mismo
ajeno a la competencia del juez de tutela.

Con estos elementos de juicio, entra la Corte a determinar si en el caso


específico del señor Manuel José Cárdenas Zorro se reúnen los requisitos que
hacen procedente la tutela.

3.2. ACLARACIONES DE VOTO (AV)

No.

3.3. SALVAMENTOS DE VOTO (SV)

No.

4. COMENTARIO (C

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En esta sentencia se descubre un error de la Corte Constitucional. Y no ocurre
una única vez. Se cita esta sentencia en la arquimédica, aduciendo que ésta
trata de lo siguiente: "se puede consultar la Ley 30 de 1986, la cual consagra
que las medidas para el tratamiento y rehabilitación de una persona fármaco
dependiente deberán procurar la reincorporación del individuo como persona
útil a la comunidad. La ley mencionada también dispone que el Ministerio de
Salud tendrá́ la obligación de incluir dentro de sus programas la prestación de
estos servicios para la recuperación de los adictos a sustancias psicoactivas". No
obstante, cuando se busca la sentencia, se descubre que esta trata sobre las
mesadas pensionales. Nada tiene que ver. ¿Error de quién? Lo más insólito es
que, mirando la telaraña ocurre que no se cita una única vez: se recae en el
mismo error, ¿por qué?.

105
CONCLUSIONES

Tras revisar cada una de las sentencias del nicho citacional y ubicarlas en el
balance constitucional, puede advertirse que es más bien un tema polémico,
por lo caótico de las decisiones. No sólo por los momentos en que se peleó
por la prohibición desde el ejecutivo (con ideas de referendo o Actos
Legislativos para cambiar tanto el artículo 16 Superior sobre el libre
desarrollo de la personalidad, como también el 49 dedicado a la salud), sino
por los mismos salvamentos de la fundacional, que por un voto y se pierde la
ponencia del Magistrado Carlos Gaviria.

Así, a lo largo de esta línea, de una forma o de otra (penalizando,


prohibiendo o permitiendo), se hace evidente que los dos derechos a
balancear son el libre desarrollo de la personalidad y la salud, artículo 16 y 49
de la Constitución Política.

No hay tampoco una clara forma en que se implican los dos derechos del
balance, pues de una forma y otra se dan. Así, resulta relevante como
conclusión que en este tema no hay ni una sentencia SU.

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