investigación
Por: Dr. Abelardo Cantú Chapa
Instituto Politécnico Nacional.
Revista PetroQuiMex, Septiembre-
Octubre 2009, pp 13-18.
Rocas
Rocas de Interés Petrolero del Paleógeno
en la Cuenca de Burgos, NE de México
México tiene que resolver los retos que la industria petrolera le impone; sin embargo, no
se vislumbra aún el apoyo decisivo a los estudios de especialización en exploración, que
permita resolver los innumerables desafíos que esa actividad conlleva
Resumen
Ciertas rocas de edad Paleógeno (Grupo Wil-
cox) son productoras de hidrocarburos en dos
regiones vecinas: el sureste de Texas y el no-
reste de México. Su estudio ha sido acertado
localmente e integrado regionalmente en la
región texana, con resultados importantes que
pueden ser consultados en forma fácil.
Rocas similares a aquéllas también se localizan
en el subsuelo del norte de Tamaulipas y Nuevo
León (Cuenca de Burgos). Cortadas por pozos
petroleros han proporcionado volúmenes im-
portantes de hidrocarburos, en profundidades
de 2,800 a 3,500 m. Esas rocas subyacen a
potentes cuerpos de sedimentos, a su vez cu-
biertos por las aguas territoriales de EU y Méxi-
co, en el sector norte del Golfo de México, a
profundidades promedio de 9,500 m.
El análisis de datos geológicos regionales
debe ser elemento importante para aumentar
las reservas petroleras del país, a condición de
revisar deficiencias metodologías aplicadas en
estudios estratigráficos nacionales. La infor-
mación sobre ese tema es difícil de consultar
en México.
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El estudio correcto de los escasos datos
procedentes de perforaciones en el Golfo de
México podrá dar resultados positivos en ex-
ploración petrolera nacional; sin embargo, hay
fuertes limitantes de orden académico, para
consolidar el cuerpo de expertos que el país
requiere para desarrollar esa disciplina.
Antecedentes
Nuestro territorio ha sido explorado en super-
ficie y en subsuelo, para conocer sus reservas
en hidrocarburos y otros minerales. Con datos
de pozos petroleros y estudios geofísicos y
estratigráficos se ha recuperado importante
información geológica, que permite carac-
terizar la distribución nacional de las rocas
potencialmente almacenadoras de hidrocar-
buros; en ese acervo se incluye información
de exploración petrolera de potentes estratos
cubiertos por aguas someras, en particular en
el sureste del Golfo de México.
La exposición de temas geológicos con impli-
caciones petroleras, como los de la Cuenca
de Burgos, permite explicar el estado actual
de conocimientos que se tiene sobre esa re-
gión, lo cual debe contribuir en propuestas
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 investigación
regionales de perforación de pozos; sin em-
bargo, hay aún severas limitantes metodoló-
gicas y de formación de recursos humanos,
relacionadas con disciplinas implicadas en
exploración petrolera, que deben ser también
expuestas, para tratar de resolver el rezago
académico que el país padece desde hace
varias décadas, en ciertas especializaciones
en Geología petrolera.
Educación especializada
El personal técnico que ejecuta este tipo de
operaciones en Petróleos Mexicanos ( pe -
mex ) ha sido preparado en dos centros de
educación superior, la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM) y el Instituto
Politécnico Nacional (IPN), y en las últimas
décadas se han integrado profesionales
egresados de universidades de provincia,
para reforzar al cuerpo de técnicos de aque-
lla institución.
Todo ese personal ha recibido una formación
académica restringida a estudios de licencia-
tura, con asignaturas variadas en Geología;
los programas académicos de especializa-
14 ción a nivel de posgrado y en disciplinas de
exploración petrolera, no han tenido apoyo
administrativo por las instituciones educativas
mencionadas.
Inclusive ha habido dificultades para conso-
lidar la preparación en tecnología avanzada,
en instituciones como el IPN, hasta negarse
Fig. 1. Localización de la
Cuenca de Burgos en el
Noreste de México.
a proporcionar estudios de posgrado en ex-
ploración petrolera a personal de pemex; esto
repercute en la posibilidad de adquirir nuevas
PetroQuiMex
metodologías en esta disciplina, de franco in-
terés estratégico nacional.
Las últimas Legislaturas de la Cámara de Di-
putados han generado importantes apoyos en
varios rubros, relacionados con el estudio de
los energéticos; son propuestas que han sido
menospreciadas por directivos de institucio-
nes educativas.
La necesidad de preparar al personal técnico
de pemex debe ser prioridad nacional, por-
que México tiene que resolver los retos que
la industria petrolera le impone; sin embargo,
no se vislumbra aún el apoyo decisivo a los
estudios de especialización en exploración,
que permita resolver los innumerables desa-
fíos que esa actividad conlleva.
Esto incide en una deficiente investigación
científica, aplicada a esa disciplina petrolera
y manifestada en la presentación de solucio-
nes desacertadas de los constantes e inédi-
tos problemas que ocurren en esa importante
práctica profesional, tanto en su etapa inicial
de localización de yacimientos como en su
misma explicación.
Deficiencias metodológicas
La ausencia formal de artículos en exploración
petrolera se manifiesta en la presentación gráfi-
ca y escrita de estudios geológicos de subsue-
lo de México. Por tal motivo, aquí se confronta
brevemente lo que el personal técnico de EU y
México realiza en materia de exploración en su
frontera común, con el fin de subrayar éxitos y
limitaciones metodológicas en esa disciplina.
Parte de este material didáctico procede de
cursos de posgrado, cuyo objetivo es sensibi-
lizar al auditorio sobre la necesidad de realizar
estudios rigurosos y avanzados, relacionados
con la Geología petrolera.
Confrontación de metodologías de
exploración
La región denominada Cuenca de Burgos,
en el noreste de México, colinda al norte con
Texas, al este con el Golfo de México y al oeste
con la Sierra Madre Oriental; al sur de esa re-
gión sus elementos geológico-estratigráficos
cambian a otra cuenca sedimentaria, en lo
concerniente al Cenozoico (Fig. 1).
La Cuenca de Burgos y la región del sureste
de Texas están delimitadas por el Río Bravo,
 investigación
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Fig. 2A. Plano de isopacas
del Grupo Wilcox
(Paleoceno), configurado
con datos de campos
petroleros del sur de Texas
y su potente espesor en
el centro de la estructura;
obsérvese la densidad
de campos y pozos que
colindan con el Río Bravo.
B. Sección sísmica
perpendicular al eje del
plano, muestra unidades
estratigráficas y estruc-
turales, afectadas por
fallas inferidas de datos
geofísicos y corroboradas
con pozos perforados cerca
o en la línea de sección;
ambos modificados de
Berman & Rosenfeld (2009).
PetroQuiMex
ambas poseen el mismo tipo de sedimentos
y de estructuras geológicas de edades simila-
res, presentes en afloramientos y en subsue-
lo. Nada las diferencia, excepto la forma de
exponer los resultados de estudios geológi-
cos sobre exploración petrolera, tanto locales
como regionales, con ello se evidencian meto-
dologías de investigación contrastantes; esto
repercute en el éxito de la aplicación de esa
disciplina petrolera, que debe estar basada en
documentación sustentable.
Caso Texas
Los sedimentos del Grupo Wilcox, de edad
Paleoceno Superior, corresponden a una
unidad estratigráfica formada por limolitas y
areniscas que ha sido muy estudiada, por ser
importante productora de hidrocarburos.
La característica metodológica más sobresa-
liente de la exploración petrolera de esos se-
dimentos en Texas, está en
la integración de los innu-
merables datos obtenidos
de sus pozos petroleros;
con ello se caracteriza la
distribución geográfica de
esa unidad litoestratigráfi-
ca, como se documenta en
el subsuelo de ese estado
norteamericano.
Con datos litológicos y es-
tratigráficos se configuró
el plano de isopacas, co-
rrespondiente a una fran-
ja alargada y paralela a la
costa del Golfo de México;
muestra los espesores del
Grupo Wilcox, que varían
de 0 a más de 7,000 pies
(2,133 metros). Sus máxi-
mos espesores se localizan
en el centro de esa franja,
donde se ubica el mayor
número de pozos perfora-
dos (Berman y Rosenfeld,
2009) (Fig. 2A).
Un dato importante a se-
ñalar en ese plano, y des-
conocido en México, es la
densidad de campos y po-
zos petroleros localizados
en la frontera texana que colinda con el Río
Bravo. Esta referencia debe ser una llama-
da de atención para la exploración petrolera
nacional que se efectúa en el norte de Ta-
maulipas.
Los autores mencionados ilustran su estudio
con una sección geológica, perpendicular al
eje de esa franja; ahí las unidades estratigrá-
ficas y estructurales son inferidas de datos
geofísicos y corroboradas con pozos perfora-
dos cerca o en la línea de sección (Fig. 2B).
En esa figura se muestran estructuras corta-
das por fallas geológicas, que afectan al cuer-
po potente de sedimentos de edad Cretácico
al Reciente. El Grupo Wilcox se localiza a pro-
fundidades que varían de 600 a 1,520 m, se-
gún esa sección (Fig. 2B).
El estudio comentado representa la síntesis
geológica regional de ese subsuelo, que per-
 Deficiencias estratigráficas

• Los registros geofísicos de los pozos ahí ilustrados no caracterizan el horizonte que
sirve como referencia estratigráfica, para configurar la sección, toda vez que no es Fig. 3A. Sección geológica
similar en todos los pozos del Campo Pandura. indefinida del Campo
Pandura, en el Noreste de
• No se indica el nombre de la unidad litoestratigráfica principal ahí representada, la cual México, según registros
podría ser el equivalente al Grupo Wilcox. geofísicos de pozos;
muestra los sedimentos
• Es artificial la división en dos cuerpos litológicos, denominados Paleoceno. del Paleoceno, divididos
• No representan eventos geológicos mayores que ameriten esa división. en dos cuerpos, afectados
por una supuesta discor-
• La sección comentada está caracterizada por una discordancia estratigráfica inexisten- dancia de esa edad y
te a nivel de Paleoceno, sumamente difícil de verificar por Bioestratigrafía. por un sistema de fallas,
localizadas anormalmente
• La correlación de los diferentes horizontes del cuerpo inferior del Paleoceno es también sólo en los sedimentos
artificial, probablemente representen yacimientos de gas. inferiores, que confor-
• Éstos no son caracterizados con los mismos valores gráficos de los registros geofísicos marían un anticlinal
supuestamente erosionado
de los pozos. en su cima y cubierto
• La presencia de una discordancia estratigráfica que delimita los sedimentos del Cre- por sedimentos discor-
dantes de la misma edad
tácico Superior del Paleoceno no es documentada, para subrayar la posible ausencia (Echánove, 1986).
de un grupo de sedimentos que configuran el supuesto hiato (Fig. 3A). B. Registro geofísico
parcial de un pozo
impreciso del Campo
Arcos; sin edad ni
contactos superior e
mite explicar el potencial de sus yacimientos La Cuenca de Burgos, campos Pandura inferior con las forma-
de edad Paleoceno, como resultado de la in- y pozos vecinos ciones que delimiten al
cuerpo central, formado
tensa actividad de exploración petrolera efec- por varios horizontes,
tuada en Texas y de la práctica profesional de El estudio del Campo Pandura, en el límite de posiblemente yacimientos
de gas.
estudios acertados. la frontera norte de México que colinda con
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 investigación
Incongruencias estructurales
• La configuración de la posible sección
estructural del Campo Pandura no co-
incide con lo ahí expuesto; la escala en
metros no corresponde gráficamente
a un nivel similar en todos esos pozos;
condición sine qua non para configurar
un posible caso estructural.
• Las fallas que supuestamente cortan los
sedimentos inferiores del Paleoceno son
artificiales, extrañamente no afectan al
cuerpo superior de esos sedimentos.
el Río Bravo, muestra serias irregularidades
metodológicas en la exposición e ilustración
del mismo (Echánove, 1986) (Fig. 3A).
Aquí se toma la sección geológica ilustrada
por este autor, la cual no define si esa sección
es estratigráfica o estructural; su imprecisión
repercute en el análisis de los yacimientos
presentes en el potente cuerpo de estratos
de ese campo; lamentablemente esa figura
18 no contiene la leyenda correspondiente, que
identifique lo ahí ilustrado (Fig. 3A).
Se trata de una sección geológica contra-
dictoria, incompatible con los principios de
la representación gráfica de ese tipo de ma-
terial, que incide en la explicación del campo
mencionado, ver recuadros:
Por años se ha querido indicar que los sedi-
mentos del límite Cretácico y Paleoceno son
discordantes en México; los estudios estratigrá-
ficos muestran que la sedimentación de origen
marino fue continua en toda la región oriental
del país, sin alteración alguna que subraye la
interrupción, por erosión o no depósito, de una
fracción de etapas sedimentarias; la ausencia
de sedimentos de esas edades, sólo puede
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Berman, A. E. & Rosenfeld, H. 2009. A new depositional model for the deepwater Wilcox-equivalent Whopper Sand - Changing the paradigma.
WorldOil magazine, Geology, vol. 228 (6).
Cantú Chapa, A. 1985. Is there a Chicontepec Paleocanyon in the Paleogene of Eastern Mexico?
Journal of Petroleum Geology, vol. 8 (4): 423-434.
Cantú Chapa, A. & Landeros, R. 2001a. The Cretaceous-Paleocene boundary in the subsurface, Campeche Shelf, Southern Gulf of Mexico.
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Cantú Chapa, A. 2001b. Paleocanyons in the Subsurface of Eastern Mexico: Facts and Uncertainties.
American Association of Petroleum Geologists, Memoir 75: 421-430.
Echánove, O. 1986. Geología petrolera de la Cuenca de Burgos (parte II): Resultados de pozos exploratorios y antecedentes de campos y
producción.
Bol. Asoc. Mex. Geol. Petrol. vol. XXXVIII (1): 40-74.
Petróleos Mexicanos, Exploraciòn y Producción 1999. Las Reservas de hidrocarburos de México, vol. II. Los principales campos de petróleo y
gas de México, 398 p.
PetroQuiMex
ser reconocida por métodos bioestratigráficos,
cuando se determinan en la secuencia sedi-
mentaria (Cantú Chapa, 1985, 2002 a b).
En la sección geológica del Campo Pandu-
ra se quiso representar un supuesto anticlinal
afectado por fallas, localizado en el cuerpo
inferior de los sedimentos del Paleoceno, ero-
sionado a su vez en su cima, y en posición
estratigráfica discordante con el cuerpo supe-
rior; con tal interpretación se pretendió justifi-
car los yacimientos de gas, con una supuesta
roca sello en la cima. Esa trampa estratigráfica
y estructural fue artificialmente proyectada;
no corresponde a los elementos gráficos ahí
mostrados (Fig. 3A).
El Campo Arcos es vecino a los campos Pan-
dura y Corindón; en la descripción del primero
se ilustró una fracción de sedimentos inde-
finidos, con un registro geofísico, el cual es
insuficiente para propósitos de exploración de
hidrocarburos.
En ese material no se señaló la distribución ver-
tical de la unidad estratigráfica ahí ilustrada, que
contiene varios yacimientos de gas. Tampoco
se incluyeron las unidades supra e infrayacen-
tes que delimitan al posible Grupo Wilcox, con
sus diversos yacimientos en el Campo Arcos.
Esto representa negligencia o desconocimien-
to en la forma de ilustrar ese material (Petróleos
Mexicanos, 1999) (Fig. 3B).
Conclusiones
Los escasos estudios geológicos publicados
en México sobre exploración petrolera de
la Cuenca de Burgos, muestran serias defi-
ciencias metodológicas en su presentación,
incompatibles con la gran tarea que ahí se pre-
tende implementar y que incidirán en próximos
proyectos de exploración en México.
¿Cómo corregirlos?
 • Para cargas que son afectadas por cambios re-
pentinos de voltaje y requieren de efecto de
• Para cargas que no toleran interrupción alguna voltaje (ride-through)
d e microsegundos, minutos, horas, semanas • Las que requieren de energía acondicionada y
o meses aislada de los problemas eléctricos en las líneas
• Las que requieren energía verídicamente de abastecimiento
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