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WILHELM DILTHEY
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TEORlA
DE LA CONCEPCIÓN
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DEL MUNDO
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¡ Traducción, prólogo y notas de
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FONDO DE CULTURA ECONóMICA
MÉXICO
SECCIÓN DE ÜBRAS DE FILOSO.FÍA

OBRAS DE DILTHEY

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VIII. TEORfA DE LA CONCEPCIÓN DEL MUNDO


ACERCA DE LA POSIBILIDAD DE UNA CIENCIA PEDAGóGICA
CON V ALIIJEZ UNIVERSAL
(1888)

Los s1sTEl\1As pedagógicos más destacados pretenden determinar la meta de


la educación, y los valores y los métodos de la instrucción con validez uni-
versal, es decir, para pueblos y épocas muy diferentes. Coinciden en esto
llerl,art y Schleiermacher, Spencer y Bain, Beneke y \Vait;,.. E,tas preten-
siones de los sistemas tenían que fomentar la propensiún radical t]Ue trata
de im¡xmer un ideal uniforme, sin tener en cuenta la diversidad de las
naciones y las necesidades de los estados. L' n error de la teoría pedagógica
se conviene en peligro para el sistema de enseñanza. En el campo estrecho
y remansado de la escuela, se repite en nuestros días lo que en el siglo xvm se
desarrolló sobre el escenario de la vida estatal. Una teoría abstracta, que
se presenta con una falsa pretensión de validez universal, opera en sentido
"' revolucionador y disolvente sobre los órdenes históricos de la sociedad. Por
estas circunstancias la crítica del sistema pedagógico dominante cobra una
significación práctica considerable.

l. EL RETRASO CIENTiuco DE LOS SISTE!\IAS PF.DAGÓGICOS DOMINANTES

La pedagogía actual nació en los siglos XVI y XVII y compone una parte
de aquel sistema natural que se desenvolvió entonces como derecho natu-
ral, religión o teología natural y moral universal, como estética y economía
política universales. Cuando el desarrollo de las ciencias de la naturaleza
y el de las monarquías transformaron el ideal educativo europeo y la nueva
educaciún francesa, cortesana y cientista, atrajo a los mejor dorados, fué
menester, disponiendo de métodos más sencillos, hacer lugar en la vida y en
la cabeza de los jóvenes al material ampliado <le la enseiianza. Al mismo
tiempo, las nuevas metodologías de Bacon, Descartes y sus compañeros pro-
porcionaban los medios para fundar una dialéctica como metodología de la
enseiianza. Así naciú la didáctica universal del siglo xv11. Era su idea fun-
damental que existe una marcha natural para el desarrollo <le nuestra inteli-
gencia mediante la enseñanza, marcha que va de las experiencias a las verda-
des abstractas, de las lenguas vivas a las reglas de las mismas, del ambiente
inmediato del niiío a su orientación más amplia. El siglo xv111 pasó de este
sistema natural de la enseñanza a todo el plan de la edurnciún. Sobre esta base,
el desarrollo natural y el perfeccionamiento de la persona se convirtieron
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para el siglo xvm en meta y principio de toda la educación. Trapp, Schwarz a una promesa formalmente manifestada, se encuentra excluído del círculo
y Niemeyer han sido los primeros en crear sobre estas bases sistemas peda- en el que se cuenta, recíprocamente, con la lealtad y el deber. Pero quien no
gógicos regulares. se abandona a la buena voluntad y a la simpatía con que acogemos el su-
¿Era posible que estos sistemas pedagógicos y los que les siguieron pu· frimiento ajeno, sino que lo hiere con el sentimiento y la acción, se encuen-
dieran reali7..ar su pretensión de regular la educación sobre principios y de tra exc~uído de la solidaridad y participación que cubre los círculos pe-
un modo universalmente válido? Una pedagogía que quiera cumplir con queños y mayores de la sociedad humana. Y, finalmente, cuando en una
estas pretensiones tiene que recibir de la ética el conocimiento de su meta y voluntad se ha extinguido el- afán por el despliegue y la perfección, es ex-
de la psicología el de los diversos procesos y medidas con los que la edu- cluída, con un modo más suave de repulsión, del círculo de aquellos en el
cación trata de lograr esa meta. Hay que preguntarse, pues, lo que estas que este afán palpita todavía enérgicamente. Y no sólo el círculo excluyente
dos ciencias pueden aportar a la pedagogía. sino también el modo y manera de la exclusión es del todo diferente en estos
Sólo partiendo de la meta de la vida se puede determinar la de la edu- tres casos fundamentales.
cación, pero la ética no es capaz de definir esta meta de la vida de un modo Principios o reglas que han sido abstraídos de tales procesos volitivos
universalmente válido. La historia de la moral nos instruye a este parti- y que, por consiguiente, poseen un origen y valor bien diferente por lo que
cular. Qué sea el hombre y qué es lo que quiere, lo experimenta éste en se refiere a su contenido afectivo o volitivo no es posihlc reunirlos de un
el curso del desarrollo de su ser a través de los siglos, y jamás de un modo modo universalmente válido en un principio moral y tampoco agotan, de
definitivo ni en conceptos universalmente válidos sino a través de las expe- modo universalmente válido y unívoco, el contenido de los procesos voliti-
.. riencias vivas que surgen de las profundidades de todo su ser. Por el con- vos. Porque la vinculación que expresan estos principios o reglas posee, en
trario, toda fónnula concreta acerca del fin último de la vida humana se cada uno de e.wis casos diferentes, un sentido y un valor también diferentes.
ha evidenciado como históricamente condicionada. Ningún sistema moral ha Expresa realidades, cada una de las cuales se presenta aparte en la organi-
pooido lograr hasta ahora un reconocimiento universal. zación moral del hombre. E.~, pues, imposible trabarlos mediante meras ope-
La misma conclusión podemos sacar mediante el análisis psicológico: raciones lógicas en el todo de un sistema moral. La vida moral misma los
Como no estamos en posesión de un principio metafísico explicador del entreteje en formaciones superiores partiendo de la conexión concreta de
mundo de validez indiscutible, los principios de la vida moral sólo pueden una cultura. En la vida moral le nace a la voluntad una semejante unidad
ser abstraídos de las incitaciones e impulsos vivos tales como la simpatía, el concreta, en la que se entrelazan sus diversas propensiones y los sentimientos
afán de perfección y de dicha y él sentimiento de obligación en la vincula- vinculados a ellas. Pero en esta tentativa penetra el contenido vital completo
ción recíproca. Pero la captación conceptual de estas propensiones y la de una época y de un pueblo. Y ya puede un poeta expresar esta unidad,
trabazón en un todo de las fórmulas así nacidas significa siempre su inter- configurada en la voluntad, como ideal de la vida o enunciarla un filósofo
pretación y una tal interpretación se halla siempre, en su calidad de ideal o como sumo bien, como principio moral, pues no han hecho más que encon-
sistema ético, históricamente condicionada o limitada. Y es más, estas pro- trar la palabra para aquello que fué creado por la historia. A las normas de
pensiones, estos movimientos del ánimo, que son compuestos, son también la creación poética que surgen intemporalmente de la naturaleza del hom-
cambiantes históricamente en cuanto a su índole y en cuanto a su fuerza bre se añade el trabajo poético de las generaciones con la técnica de una
respectiva. determinada época poética. El mismo proceso ocurre en la vida moral, y
Lo mismo se puede fundamentar, de modo más hondo, desde el punto también en ella lo que aparece como ideal de vida, bien sumo, principio
de vista gnoseológico. El juicio ético no es un enunciado que pudiera com- moral, es algo concreto condicionado por el contenido íntegro de la vida
probarse por el carácter sensible de la percepción o por la evidencia de un histórica: ha nacido históricamente y se halla históricamente limitado.
enlace mental. La proposición ética no es válida y universal en el sentido En segundo lugar, la pedagogía depende de la psicología. De ella re-
en que lo son una proposición lógica o matemática. La reprobación de una cibe el conocimiento de cómo los diversos procesos actúan unos sobre otros
acción es, más bien, o un sentimiento, un movimiento de la voluntad que en la vida psíquica, y le ofrece la posibilidad de intervenir deliberadamen-
en el actor mismo se dirige a su propia acción o una especie de repulsión te en esta conexión causal mediante medidas pedagógicas. La psicología
que parte de las volUfltades que le rodean. Y esta resistencia del sentimiento
y de la voluntad que designamos como reprobación muestra diferencias 1 científica, que investiga la conexión causal con los medios de la observación
y el experimento, se halla todavía en su primera juventud. La psicología
muy características. Quien descuida la vinculación de su voluntad debida que sirve a la doctrina pedagógica clásica del siglo xvm era una teoría de
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las facultades. Para ella la conciencia es un escenario en el que 'a una indi- historia de la pedagogía. Trapp, Niemeyer y Schwar1. no trataron sino de
caciún del apunt:1tlor se van presentando el ingenio, el entendimiento, los ordenar las experiencia.~ de la gran época de reforma partiendo de algunas
deseos: luchan entre sí, una fuert.a anímica ayuda a las otras o las subyuga, ideas morales fundamentales, empeñándose en producir la unidad mediante
de pronto tenemos un monúlogo, o 1111 dúo o un trío entre ellas, desaparecen la teoría de las facultades. Dudando del rigor científico de la pedagogía, se
tras las bambalinas y esperan a la nueva llamada. La pedagogía fundada sobre refugiaron en esa popularidad noble que es el _signo de un cientismo fraca-
semejante teoría no consiguiú más que indicaciones completamente estériles: sado, y no hicieron más que entretejer en un agradable ramillete las más
desarrolla tus fueri:as pero ninguna de ellas de un modo unilateral y exce- bellas flores recogidas del campo de la vida moral, de la felicidad, de la per-
sivo; usa de tus fuerlas pero no abuses de ellas. Toda esta teoría de las fección, de la personalidad ética, de la ejemplaridad, para ofrendarlo como
facultades del alma no hacía más que desarrollar las nociones generales que meta de la educación.
habían surgido en el lenguaje y en el trato de la gente culta y, así, tampoco Herbart ha sido el primero en intentar una pedagogía científicamente
tuvo éxito mayor que el de una noble popularidad. La refonna de la psi- fundada. Las investigaciones realizadas por él y por Bencke, por \Vaitz y
Willmann acerca del interés, la atenci1ín, la sensibilidad, la memoria y el
cología llevada a cabo por Herbare obedec.:ió a la necesidad pedagógica de
tratar las representaciones como fueri:as y de derivar los fenúmenos de la 1 pensamiento, no han hecho sino encontrar a posterk·ri los fundamentos psico-
vida psíquica de las relaciones, sometidas a ley, de estas fuerzas. La hip<'l- lógicos firmes de la didáctica del siglo xv11. Para esta parte didáctica de la
tesis fundamental de esta psicología le vino a Herbare de las experiencias pedagogía la meta de la educación se presenta de un modo claro y distinto
pedagógicas de Pestalozzi. A partir de este momento, la psicología guardó en el desarrollo de la inteligencia hacia una conexiún que corresponda a la
.. estrecha relación con la ciencia pedog6gica. Pero algunas partes imprescin- realidad. También es cierto que el análisis psicológico logró sus primeros
dibles para la pedagogía, tales como la teoría de los sentimientos y de la vo- éxitos dentro del campo de la inteligencia. Por el contrario, la psicología de
luntad, no han sido accesibles hasta ahora a un tratamiento científico rigu- esta escuela no ha sido capaz de exponer analíticamente de un modo satis-
roso. La psicología podrá ser algún día fundamento de la pedagogía y ésta factorio los diversos procesos que cooperan en la educación del sentimiento
psicología aplicada, pero no es poi,ible prever todavía cuándo la psicología y de la voluntad, y las fórmulas éticas de Herbart satisfacen tan poco como
estará a la altura de tan altas exigencias. las de Kant o Schleiermacher. Más tarde los ingleses y sus seguidores ale-
Por este lugar ocupado por la pedagogía en la conexión de las ciencias manes han puesto como fundamento la concepción utilitaria de la vida. Bain
se explica la suerte que ha corrido. Las ideas morales dominantes en el y otros fundaron el empleo de esta concepción en la pedagogía diciendo
siglo xn11 le inspiraron su meta, según la cual lo valioso a través de todo <¡ue esta finalidad mínim:1 e ínfima de la vida por ninguna escuela podía ser
el alboroto de la historia de la sociedad es la ilustración del individuo. Este negada aum1ue existieran fines superiores. Pero desconocieron que la ex-
principio se presentó como una verdad absoluta y universal, pero no era más
que la exprcsiún de la mentalidad del siglo xv111. Por otra parte, la pedago- 1 dusiím de un fin del plan de enseífanza opera de un modo tan determinante
en el sistema de la educación como la intromisiím de un tal fin. También
gía rccihiú de la metodología y la antropología de los siglos xvn y xv111 la
regla para la educaciún del individuo, en el sentido de (1ue la marcha había
de ser de la intuición al conl·epto, de los hechos a las abstracciones. Sin
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es engañosa la esperanza de Herbert Spencer de poder lograr la medida del
valor educativo de la materia enseñada empleando el principio utilitario en
la formaciún del individuo, pues al establecer Spencer este cálculo con su
embargo, esta regla no alcanza, en su indeterminación, a la solucíúr. de las 1 atomismo utilitario en forma uniforme para cada individuo, obtiene una cria-
cuestiones pedagógicas más hondas. De esta suerte las fórmulas pedagúg·i- tura que, antes que nada, tiene que aprender de medicina, para cuidar de su
eas del siglo xvm eran limitadas y de valor relativo, como expresión abs- salud, supremo bien, después economía política, para que pueda invertir
tracta del ideal de vida y educativo de aquellos días y como aplicación de racionalmente sus capitales, y no habría de extrañarnos que le impusiera a
una psicología del todo insuficiente. Pues ésta es la ironía de la historia que éste Robinson inventado por él el aprendizaje de la cocina. Los valores
desconocen los inventores de mies fórmulas, la comedia que con ellos juega: educativos <le las materias de enseñanza se pueden derivar únicamente de la
no les queda más remedio que expresar la vida y el conocimiento de un divisiím de trabajo y de las necesidades que se dan en una sociedad detem1i-
círculo histúrico determinado, mientras se figuran que se elevan con sus nada. Pero ésta se halla siempre condicionada y limitada históricamente.
alas abstractas a la regiún de lo universalmente válido. por encima del lu- Fsta ciencia pedag<Ígi1.:n abstracta y universal es, en todas su~ formas
gar y del tiempo. fata imposibilidad de fundar un sistema pedagógico uni- hasta ahora conocidas, compañera de la teología natural y del derec 10 natu-
versal que habría de dirigir la educaciún es confirmada también por la breve ral, de la economía nacional abstracta y de la teoría abstracta del derecho.

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326 PEDAGOGIA SU POSIIIILIOAD COMO CIENCIA 327
Mientras que la escuela histórica ha desplazado por todas partes el sistema adecuadas a un fin. Podríamos figuramos una criatura en la cual este ca-
natural y ha introducido una concepción histórica, la pedagogía es la única rácter de adecuación surgiera de su propio conocimiento de la conexión
:-: causal entre su organismo, el mundo exterior y sus acciones. Una criatura
que ha quedado rezagada. Representa una anomalía en la ciencia actual. El
desprecio con que se la mira se inspira en el sentimiento justo de llUe no es semejante habría de tener desde su nacimiento un saber acerca de las con-
todavía una ciencia en el sentido moderno. Violenta las grandes formacio- diciones del aire más conveniente para su respiración y, así, podría escogerlo.
nes históricas de la enseñanza que han surgido de la ética de cada pueblo, y Conocería también qué temperatura le convendría más y cuáles eran los ali-
es ciega frente a la profundidad histórica y la estructura, plena de sentido, de mentos más sanos y orientaría desde los primeros .momentos su vida segú11
lo que es. Pero tamPoco esta pedagogía puede ser reemplazada, en el sen- este conocimiento teórico. Sería un pequeño prodigio de inteligencia, pues
tido de la escuela histórica, por un análisis de las formas históricas que ha la adecuación de sus acciones procedería de la adaptación de las mismas
conocido la enseñanza. Apenas si se ha comenzado a poner en relación todo a los conocimientos que desde su nacimiento estaban a su disposición como
el material de los archivos o impreso, las disposiciones legales, los libros de ,. una especie de omnisciencia. Pero ·en la realidad esta adaptación es llevada
enseñanza, las comunicaciones de particulares sobre los resultados de la edu- ¡:,
;, a cabo Por medio de nuestros sentimientos en forma muy breve y, al mis-
cación, con nuestro conocimiento de la conexión cultural. Pero por muy mo tiempo, muy imperfecta. Los sentimientos se presentan entre las imá-

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preciso que sea el trahajo histórico que se lleve a cabo con estos materiales,
no pretendemos únicamente saber cómo han sido las cosas, pues nuestra
época, como cualquiera otra, tiene necesidad de reglas para la acción peda-
gógica. Y si la escuela histórica no persigue más que el conocimiento de lo
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genes o representaciones, por un lado, y los movimientos de la voluntad, o
las acciones, por otro. Esta disposición ofrece un carácter teleológico. Con-
siste en una estructura de nuestra vida psíquica según la cual nuestras repre-
sentaciones y sentimientos ponen en juego los impulsos y éstos producen las
que ha sido, no podrá sm,1:ituir al sistema natural destruído. En este domi- acciones, de tal suerte que esos sentimientos expresan el valor aproximado
nio, como en los dominios parc,jos de la ética, de la poética, de la economía
política, la ciencia se halla ante la cuestión de saber en qué punto del cono-
cimiento de lo que ha sido nace la regla sobre lo que debe ser.

U. PROPIEDADES DE LA VIDA PSiQUICA QUE HACEN POSIBLE UN SISTEMA DE


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que para nuestro ser psicofísico tiene lo captado en la representación, si bien
de una manera muy imperfecta y limitada. Así, nuestras sensaciones gus-
tativas se acompañan de sentimientos que repugnan o repelen lo que es per-
judicial a nuestro sustento de un modo absoluto y en todas las circunstancias.
De igual modo, los sentimientos que acompañan al proceso respiratorio nos
enseñan a evitar atmósferas viciadas perjudiciales.. En esta conexión los do-
REGLAS PEDAGÓGICAS lores son, de modo predominante, manifestaciones correlativas de los proce-
sos perjudiciales para el cuerpo, mientras que los sentimientos placenteros
Las reglas del obrar humano pueden ser, en primer lugar, condiciona- correspünden a los procesos útiles.
das, es decir, dependientes de otras reglas o fines. Reglas semejantes son En esta adecuación o teleología de la conexión psíquica descansa la po-
también las de la educación, pues ésta no es un fin en sí sino que sirve de sibilidad de que se conserven las especies y se produzca una elevación de la
medio al despliegue de la vida psíquica. O pueden ser expresión de una di- organización dentro del ser vivo. También tienen sus raíces en esta cone-
rección de la voluntad determinada por un contenido teleológico que no se xión teleológica todos los efectos adecuados en la vida de los hombres, en la
halla condicionado ulteriormente. En tales reglas podemos ver conjugada sociedad y en la historia. Se puede hablar también, por lo tanto, de una es-
la finalidad <.ie la vida. Pero semejante finalidad última de la vida no se ha tructura o de un tipo de la vida psíquica que alcanza desde las etapas ínfimas
podido deducir hasta ahora de un modo universal e indiscutible de un or- de la existencia animal hasta el hombre y, dentro de este tipo, los miem-
den metafísico del mundo y parece Poco probable se llegue a nada semejante bros de la conexión entre el estímulo y el movimiento aumentan cada vez y
en un tiempo previsible, a juzgar por la experiencia que tenemos. Por lo las relaciones entre los mismos se hacen cada vez más complicadas. Así nace,
tanto, no cabe sino buscar en la vida psíquica misma una teleología cuya en la cúspide <le esta serie evolutiva psíquica, el tipo del hombre. Del me-

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expresión han de ser, en último término, toda propüsición universal acerca
de la meta de la vida y toda regla del obrar.
dio en que vive proceden los estímulos <Jue son acogidos y elaborados en la
sensación, en la percepción y en el pensamiento; estos estímulos, y los obje-
l Vemos que toda criatura sensible, animada, vive su vida de un modo tos que aparecen en ellos, guardan una relación con la conservación, des-
adecuado a la conservación y hasta a la potenciación de su propia existencia arrollo y felicidad del individuo, lo mismo que con la conservación de la
y la de su especie. Las acciones que llevan este carácter las designamos como especie, y en el placer y la pena, en el juego de los sentimientos se perca.ta
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el hombre del valor, así surgido, 1¡ue tienen las cosas para su propia vida; las sensaciones, un círculo afectivo particular. Podemos distinguir también
estos sentimientos y afectos hacen funcionar como motores los procesos vo- sentimientos 11ue se producen por las relaciones de los contenidos sensibles
litivos y los movimientos 11ue a1lapt:rn a nuestra propia vida las conlliciones entre sí, tales como la armonía y el contraste, la simetría y el ritmo, y t:1111-
virales o, en el caso en que estas conlfü:iones sean invariables, acomodan a· hién componen un círculo afectivo. Semejantes incitaciones, sentimientos
ellas nuestros estados. Por lo tanto, el tipo del hombre perfecto consiste en e impuli;os, deciden sohre la manera en 1¡11e el homhre se siente en el nmlhlo
la perfeccit'm de estos tres géneros de procesos, en la estimaci«'m justa de su y m:rnipul:t con él. Los encontrnmos en el niño como una diversidad de mo-
fuerza y en su adecuado engrana je. ( El primer miemhro de esta conexi{m dalidades distintas del sentimiento y del impulso y constituyen la disposiciú11
telcolúgica nos es ahsoluramcntc transp:ircntc en i:u :1portaci<'111; la sensa- o carácter de los homhres. En ellos se encuentra lo elemental, contn1dicto-
ción, la percepción y el pensamiento alumbran, p<>r decirlo así, los objetos rio e irracional de la naturaleza humana, pero al mismo tiempo lo poderoso
a cuyo largo nos movemos. El último miembro es también fácilmente com- y t]Ue puja por elevarse a una armonía superior. Con ellos lleva a cabo el
prensible; el impulso, los apetitos, la voluntad extienden~ desde el interior hombre lo que jamás conseguiría en el curso corriente de sus afanes hedo-
del organismo, sus órganos aprehensores hacia la realidad.) Por el contrario, nísticos. Aquí tenemos los resortes para el trabajo áspero de la persona y
en la funciún 1¡ue ejercen nuestros sentimientos radica el enigma cuyo des- de la humanidad; aquí, al mismo tiempo, la proximidad a la tierra y la su-
ciframiento nos permitirá hi visión en la conexión teleolúgica de nuc.\tra vida blimidad del hombre, esa doble efigie de la naturalei'.a humana que hacía
psíquica. El análisis encuentra sentimientos e impulsos que difieren por la ver a Pascal en el hombre un rey destronado y al agudo observador que fué ,
forma del acontecer pero que no son separables en cuanto a su contenido. Kant una criatura sensual v un ser de razón. En esta diversidad radical se
Proposición J. Los sc'11t ímíentos y los impulsos se presentan en la vid11 basan todas las discordancias inefables de nuestro ser. Por eso somos para
.. psíquica cmno estados complf.estos; se pueden distinguir e11 esta com¡wsi- nosotros mismos un enigma y tamhién muchas veces para otros.
ción p,1rtes más srmp/cs en los modos ,frten11íTJ1ados de reaccionar ame las Propüsición 3. Estos diversos modos de reia.cción del sentimiento y ii.11
reprcs.-111,rcfrme.r; estos cm11¡,ou.éntcs Jnmetnm en las drversas f orrnns del sc11- impulso ante /ns rre¡,rese11tackmes 1w se bal/1en todm;ía trab,idos e11 /os co-
ti111íc11w y del rm¡mlso. mienws de la ev.<J'lu.ción psíquica. Cada 1muJ de el/.os actúa cmz 11dec11ació11,
Así, no es posible separar el afán de castigar la lesión de la propia es- si hien de WM 11umera ¡.,"1,osera y lírmitada. Pero el desarrr<Jllo de la vida psí-
fera de existencia del sentimiento contenido en este afán. O si radica en quiclJ es el que establece, mediante U:/la ccnzstante adaptación de los mismos,

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nuestra personalidad 1p1e mantengamos la palabra dada con independencia aquellas relacicnzes m cuya virNtá se flT'Oduce 1ma cornexión teleoló!{ica más
del cambio de los tiempos, también encontramos que en este caso el senti- perfecta de J.a vida psíquica Mnto en el individuo c011w en la ev,c,/ución as-
miento y el impuls~ marchan entrelazados. Cierto que representa una dife- ce-ndente del rmurrdo psíquico y de la hjstoria.
rencia decisiva en la forma interna del carácter el que los sentimientos pujen
por desembocar en acciones o se disipen en la expresión y la manifesta-
ción pero, consideradas las cosas por el contenido, vemos que los mismos
modos de reaccionar ante las representaciones transcurren, en primer lugar,
en los sentimientos y luego en lüs impulsos, como en formas diferentes del
' Observemos un niño. El impulso que busca el alimento, la reacción a
las lesiones, la entrega tierna se presentan en fonna aislada, sin relación al-
guna con el conjunto de sus necesidades, y sin ninguna estimación de su
valor y <le su legitimidad que haría posible esa relación. Su cara irradia ter-
nura y pronto deja lugar a l]Ue se manifiesten otros sentimientos e impulso~.
acontecer psíquico. Un modo determinado de reaccionar de este género lo Se ha destacado siempre a prop6sito del hombre primitivo el carácter in-
tenemos cuando sensaciones cualitativas a las que se dirige nuestro interés coñstante de sus impulsos y afanes. Pero cada una de estas tendencias l)pera
cobran un tono afectivo, cuando surge contraste o armonía entre nuestras teleoiógicamente. Si pudiéramos suprimir en la índole del niño o de un
sensaciones acústicas o visuales y cuando la captación de los estados de á~ pueblo primitivo la excitaci6n de la cólera, las defensas contra los rigores
mo de otras personas provoca simpatÍa o compasión. de la vida serían demasiado débiles.
Proposición 2. Los 11w1f.os de reaccionar que el análisis distingue en los
sentimientos y en los estados ,z,,o/itrvos compuestos pueden represent~se
cm,u, 1Nur dh,ersidnd de círculos a{('ctÍ'l.'os e impulsivo-s.
Así, en nuestros estados compuestos se contienen los sentimientos ele-
¡ La pedagogía no se ha dado cuenta todavía de la conexión teleológica
de la vida psíquica que hemos perfilado con esas proposiciones ni de la sig-
nificación central que a los sentimientos e impulsos corresponde en esta
conexi,ín. Su!; representantes científicos fueron perfectos intelectualistas;
menta les 11ue son provocados por los contenidos sensibles ~ajo la condición pero tamhién doctrinas como la eclesiástica del pecado original y la de
de un interés concentrado y forman, como diversidad del' tono afectivo de Rousseamsobre la inocencia natural no hacen sino expresar de modo unila-


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330 PEDAGOGiA SU POSIB!LIDAO COMO CIENCIA 331
teral y sumario las dos mitades de la realidad que acabamos de describir natural. La teoría del desarrollo del idealismo alemán tal como ha sido des-
brevemente. Es menester un análisis psicológico pacienúsimo para desta- envuelta por Schelling, Guillermo de Humholdt y Hegel, busca el per-
car de tal modo esa realidad, que el educador pueda captar la conexión en la feccionamiento del ser humano en la serie ascendente de las ideas. Ambas
naturaleza infantil según sus partes componentes y sus leyes. Sobre todo, concepciones desconocen la significación de las fuertas elementales que
la educación de las mujeres encuentra aquí su centro; en esos rasgos que componen, en calidad de sentimientos e impul~os, el centro poderoso de la
componen la índole o natural y con los que se ha de fon11ar el carácter. vida psíquica. Toda situación de la cultura establece una unión concreta
l)e esta conexión telcológica de la vida psíquica podemos derivar las entre estas fuerzas elefflentales lo mismo que entre las impresiones sensibles.
características que componen el carácter distintivo del mundo espiritual por Promueve la unidad de la multiplicidad de las impresiones e incitaciones.
comparación con el orden de la naturaleza. Estas características forman En el etbos de un pueblo tenemos una estructura semejante, en que se
también los conceptos fundamentales para la comprensión de la educación traban las fuerzas elementales. Así, cada época desarrolla un tipo determi-
y la construcción de una pedagogía científica. En luS hechos espirituales nado de hombre y lo que ella logra actúa ulteriormente. En cada estación
se presentan la adecuación a fin y la perfección. Se hallan sometidas a nor- humana se produce nada más que una unión parcial en una trabazón com-
mas, y el curso de vida, que las abarca en el individuo y en la humanidad, pleta de la vida psíquica; se hacen valer luego fuerzas elementales que no
muestra un desarrollo. han sido trabadas en la unidad de la cultura y ya con esto se determina la
La captación de la conexión psíquica nos mostró, en primer lugar, su duración de cada etapa cultural.
carácter teleológico; el orden mecánico de la naturaleza se funda sobre la Om estas explicaciones podemos ver en qué medida es posible una teo-
ley causal cuya fórzvula es causa neqwrt effectum. El efecto corresponde
.. exactamente a las causas y la relación de los miembros en una conexión dada
ría pedagógica universal, de qué principios puede derivarse y qué alcance
le corresponde en la solución de las cuestiones pedagógicas prácticas. Cuán
se agota en la relación causal. ~n la vida psíquica experimentamos por den- diferentes pueden ser las formas que adopta la educación: el desarrollo de
tro una relación de los procesos como miembros. singulares de una conexión cada niño tendrá que lograr la perfección de los procesos y sus enlace.~ que
que produce la conservación, la dicha y el desarrollo de los individuos, y la cooperan en la conexión teleológica de la vida an(mica. Para cada parte de
conservación y superacii;ín del género y de la especie. Una conexión seme- esta, conexión existe una tal perfección de su índole y de su aportación, y
jante la designamos como adecuada a fin. De aquí resulta que esta conexión ella es la condición fundamental de toda actividad de los hombres. Ya vimos
y sus miembros realizan su fin en fonua más o menos perfecta. Esta per- que la finalidad concreta de la vida se halla siempre determinada histórica-
fección puede ser expresada en fórmulas abstractas y podemos prescribidas mente. La perfección de la vida psíquica en cada uno de sus procesos y en
a cada desarrollo en calidad de reglas suyas. Podemos determinar las pro- su conexión es la condición universal, ínsita en el hombre, a que ·se halla
piedades de aquella conexión que cumple con su fin en forma totalmente vinculado el logro de todo .fin concreto. Esta perfección tendrá que perse-
adecuada, conexión a la que corresponde, por lo tanto, el carácter de perfec- guirla también, en todas las circunstancias, la educación. El ideal educativo
ta. Si expresamos la perfección de un miembro de esta conexión o de la de una época y de un pueblo se halla históricamente condicionado y con-
relación de los miembros en la misma en forma universalmente válida, surge figurado en su plenitud y realidad concretas. Para esto tenemos, por una
una regla o norma. Y, dentro de cada dominio de la vida espiritual, se rea- parte, la disposición y las dotes individuales y, por otra, el oficio correspon-
liza esta perfección mediante un sistema de reglas. Estas reglas de la vida diente en la articulación de las profesiones, y así surge la realidad pedagó-
moral, de la creación artística, son universalmente válidas, independientes gica en cuya virtud un hombre se desarrolla en su época, en su pueblo, en
de las condiciones históricas cambiantes, y constantes en medio del desarro- su sociedad, camino de la meta adecuada a sus posibles aportaciones. Pero
llo. Finalmente, el carácter de la vida que procede de esta naturaleza teleo- para todo esto constituye la condición universal la perfección de la conexión
lógica del alma se ofrece como desarrollo. Así como la naturaleza orgánica teleológica que forma una vida psíquica con el engranaje de sus procesos. La
tiende a la superación, el mundo histórico al despliegue y al desarrollo. El disposición que reside en esa vida psíquica puede ser desarrollada de un
fondo elemental de este desarrollo radica en los modos de reacción de la vida modo universalmente válido. Se trata de una abstracción de la histórica vita-
impulsiva y afectiva. La concepción mecánica de la evolución tal como la lidad del hombre pero, por lo mismo, accesible a una exposición científica.
han desarrollado Montesquieu, Helvetius y Buckle explica el perfecciona- También se puede exponer con el mismo rigor el conjunto de medios peda-
miento del género humano por la aparición creciente de impresiones desde gógicos con los que se puede provocar esa perfección de la conexión psí-
el mundo exterior, que ensancha el saber de los pueblos y determinan su
1 quica. Porque conocemos en grado más o menos suficiente la acción "legal"

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332 PEl>At.iO(;ÍA
SU POSIIIII.II>AD COMO CIENCIA 333
de un proceso en que se forma semejante conexión psíquica, y se pueden sentido translaticio cuando la formación se da como efecto de una acciún
describ¡r psicológicamente y explicar en muchos puntos y completar las en la l]Ue interpolamos nosotros un sujeto y una finalidad consciente. En este
mellidas t¡uc el arte pedagt',gico ha encontrado empíricamente para el logro sentido el hombre es educado por la naturaleza, la tierra, la mansiún edu-
de esa conexit'm. La f<ír111ula lp1e prescrihc la marcha y los medios tonvin- cadora de la humanidad y la revelación C.'S educacit'm del género hum.1110.
centes para el desarrollo de una determinada parte dentro de la conexiún Se piensa en estos casos en un sujeto lJUe produciría el desarrollo de los hom-
psíquica la denominamos regla pedagógica. En la medida en que una formu- bres con una actividad planeada. Pero la educación en sentido propio se
la semejante expresa las condiciones de la acción de i.mo de esos elementos, limita a la relaciún indicada arriba y tal etlucaciim planeada constituye un
por ejemplo, la atencii,n espontánea o el factor de la repetición, puede sistema cerrado. Y podemos definir la pedagogía como el conocimiento de
denomi1:arsc principio. FI número de tales principios pedagógicos es inde- este sistema.•
terminado, va 11t1e el número de partes a lJllC se puede reducir h conexión Desde un punto de vista filosMico elevado larformaciún, la perfección,
1
de la acción pedagógica es indeterminado. el despliegue y la dicha de los hombres constituyen la finalidad propia de
Así nos encontramos ante la posibilidad de una pedagogía válida para
todos; posee una hase segura y t1niversal en la perfección de los procesos
\ todas las instituciones. 'i hasta ese modo de ver según el cual la naturaleza
misma trabaja en pro de esta finalidad c~tá también justificado. En este seri-

..l
y de sus enlaces trabados en la teleología de la vida psíquica; en la descrip- tido puede escribir \Vilhnann una teoría de la educaciún y en sentido pa-
ciún, en el análisis y en la fijación de reglas puede lograr el carácter de recido Lorenzo von Stein puede convertir el proceso educativo en objeto
rigurosa seguridad. Lo <pie hemos demostrado con respecto a la pedagogía de una exposición científica muy amplia. La pedagogía, en este sentido, es
.. se puede afirmar también para otras ciencias del espíritu que tratan de g11iar
la vida. l lcmos resucito, pues, el problema l]Ue nos habíamos propuesto y
.... la meta práctica más alta a que puede conducir la filosofía. Pero mientras las
instituciones de la sociedad no persigan realmente esta meta como la última
hemos encontrado en lo que es u_na razún o fundamento para lo que debe ser, y suprema, la doctrina de la educación tendrá que limitarse a la actividad de
en la realidad una razón para la regla. los adultos sobre la generación nueva a los fines de su formación.
Pero con esto hemos circunscrito al mismo tiempo todo el campo de Toda actividad que trata de obtener la perfección de los procesos y <le
-una pedagogía universalmente válida. Es un campo estrecho y no se dan en sus e1:laces en la vida psíquica consiste en "formar" (Bilde11) y es "forma-
él proposiciones que deciden sobre las grandes cuestiones pedagógicas que ción" (Hildung) la perfección ya obtenida.º Que esta fonnación tiene que
se ciernen sobre nosotros. Si se trata de saber cé,mo estos elementos peda- considerarse como fin en sí se deduce ya del carácter antes señalado de la
gúgicos efectivos se traban en el sistema finalista de la educación de una épo- vida psíquica. Pues todo concepto de fin y de fin en sí se torna del hecho
ca dada y en un pueblo detenninado, si se trata de marchar desde la per- de que todos los procesos encuentran su centro en el estado de satisfacción de
fección normal de los diversos procesos a la conexió_n psíquica concreta en nuestros sentimientos. Las expresiones dichas, valor, fin y fin en sí no seña-
las almas reales de una época y de un pueblo, salimos en ese caso del ámbito lan sino esta circun.~tancia teleológica. El individuo no se puede proponer
de las abstracciones universalmente válidas para entrar en las realidades ninguna meta de su vida (1ue no radique dentro de su propio mundo senti-
pedagógicas; pero éstas son siempre históricas y, por lo tanto, de un valor mental, de sus estados afectivos. Y así como por una conclusión de analogía,
relativo. Por eso ningunas cuestiones pedagóg·icas concretas pueden ser re- o más bien por un proceso que e(]Uivale a semejante conclusión, sabe algo
sueltas por una ciencia universalmente válida. de la existencia de una vida psíquica ajena, así también, gracias al mismo
método, tiene (1ue presuponer en esta vida psíquica ajena una conexión
teleológica de carácter peculiar. Sabe que toda vida -psíquica se siente
Ilf. LA CONEXIÓN m: LA PF.DAGOG\A CONDICIONADA DE ESTE MODO
como un fin. Y como la interioridad ( que es siempre afín al recordar) se
Entendemos por educación la actividad con arreglo a plan mediante la • La "educaciún" constituye, como el arte, la religión, la filosofía, cte., un sistema
cual los adultos "fonnan" la vida psíquica de los menores. Se emplea esa cultural. V. la Introducción a las ciencias del espíritu, en el primer libro, el cap. referen-
expresión en un sentido translaticio cuando la formación orientada a otra te a los sistemas culturales. l T.]
meta consigue también efectos educativos corno resultado accesorio. Así, el •• Podríamos decir lo mismo educar y cducaciÍ>n. Dilthey, que podría haber utili-
jefe educa dentro de la jerarqt1fa profesional, o el cura en la comunidad zado también la palabra erziehcn --educar- prefiere la tan expresiva de bilde11 -for-
mar- de uso mucho más corriente para designar las actividades pedagógicas en alemán
local, y la vida misma educa a los hombres. Se emplea esa expresión en un
que el "formar" en español. [T.]

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334 l'EIJAGO<;iA SU POSIBILIDAD COMO CIENCIA 335
acrecienta con el aumento de imágenes, representaciones y de sus combina- y que se anticipa también a todo empleo de la escritura, la encontramos en
ciones, se retardan diversamente los procesos entre el estímulo y el movi- las escuelas de sacerdotes y de rapsodas. El discípulo es acogido en una cor-
miento: el centro de la vida psíquica que subsiste con independencia de las poración y educado para ella. En este campo se transmitirán, más tarde, los
impresiones y de los movimientos se hace cada vez más poderoso, más uni- comienzos de la escritura. La aparición de escuelas en nuestro sentido se
tario y se siente a si mismo en e~'ta su unitaria independencia. Así crece la enlaza con la propagación de la escritura de pueblo a pueblo y el empleo
conciencia de ser un fin en sí: la persona, la dignidad, el valor moral se ex- cada vez más extenso de la misma. Se nos presentan dos formas diferentes
perimentan interiormente y se reconocen en los demás. El concepto de en conexión con las diferencias de la articulación social. Esparta, Creta y
"formación" cobra un c~ntenido más profundo. Vemos cómo en los ani- Persia nos han transmitido, casualmente, noticias sobre una educación pú-
males siguen a los estímulos reacciones elementales, sin que exista entre los blica en las asociaciones político-militares, y es de suponer que también en
dos una interioridad firme y consciente de sí misma; y, sin embargo, sor- otros pueblos ocurrió este predominio de las asociaciones indicadas sobre
prendemos en la mirada de los anímales algo emparentado a nosotros y lo la asociación familiar y que tuvo las mismas consecuencias para la fom1a
sentimos, desde más cerca, como una afinidad de las incitaciones, de los im- de la enseñanza. Donde, por el contrario, se ha impuesto la independencia de
pulsos y de los sentimientos. Así se produce una relación sorprendente. la familia, han nacido escuelas privadas a las que la familia entrega sus hijos
Sentimos compasión por el animal 11ue sufre y"sabemos, sin embargo, que o la organización eclesiástica los ha recibido de la familia. La división pro-
tenemos que someterlo a nuestros fines. Al acomodar la criatura animal a gresiva del trabajo, el desarrollo del orden económico y de la cultura guarda ~

tenor de nuestros fines, no la "educamos" sino que la domesticamos. Tam- una relación "legal" con una ramificación creciente de las escuelas y una
.. bién en la sociedad humana ha existido una contradicción: el sentimiento de
la superioridad de las razas, estirpes y clases frente a· las inferiores, luchaba
diferenciación creciente de la enseñanza. En la actualidad nos hallamos
frente a la tarea de establecer, mediante un plan legislativo adecuado, tales
con el sentimiento nunca ausente de que todo lo que lleva un rostro hu- relaciones entre las diversas escuelas que cada fuen.a individual halle el ca-
mano tiene derecho al desarrollo y a la dicha. También el esclavo ha sido mino para el oficio a que se encuentra llamada. En la competencia entre
domesticado más que educado. Poco a poco se desarrolló en el género hu- los pueblos podría ganar Alemania un gran adelanto si fuera capaz de des-
mano el se¡itimiento central albergado en el principio del cristianismo: ama arrollar en una economía planeada de las foenas el desarrollo más adecuado
al prójimo como a ti mismo, y en el principio de Locke y de Kant: consi- y alto de cada fuena individual. Para que el estado resuelva esta tarea no
dera a los hombres, tanto a ti mismo como a los demás, como fines en sí. Y a será menester una ley de instrucción pública pero sí una legislación escolar
medida que este principio se extendía, se extendía también la educación a to- unitaria y consecuente que proceda a tenor de un plan también consecuente,
das las clases, aun a las económicamente subordinadas. como en otro tiempo la reforma de Humboldt, Süvern y sus compañeros.
La primera parte de una pedagogía científica tiene que resolver tareas J La primera parte de la pedagogía tiene que estudiar también las relacio-
que, en su mayor parte, no habían sido descubiertas todavía y que en su nes en que la educación y las escuelas se hallan con los centros de la organi-
conjunto no han sido tratadas científicamente. zación exterior de la sociedad: familia, ayuntamiento, estado e iglesia. La
Investiga en primer lugar el origen de la educación, de la instrucción, organización exterior de la sociedad descansa en las relaciones de dominio,
de las escuelas, y la articulación creciente de la enseñanza en la sociedad. dependencia y comunidad: en estas relaciones se funda también el dere-
Es menester enlazar las noticias que nos proporcionan los viajeros acerca cho de enseñanza sobre los menores. Este derecho se halla limitado por
de la educación entre los pueblos primitivos con las noticias más antiguas el fin en sí que es el niño. También en estas sus relaciones con la organiza-
acerca de la educación y de la escuela entre las naciones civilizadas. Se nos ciém exterior se está haciendo cada vez más complicada la enseñanza en el
descubre en este campo una "legalidad" sorprendente según la cual ciertas curso del desarrollo histórico. La visión de la historia nos aconseja también
formas se presentan en pueblos absolutamente distantes. O:>mo la fonna en este punto una prudente moderación. Frente a la propensión actual de
más primitiva de la educación nos encontramos entre pueblos primitivos muy regular la escuela desde el punto de vista exclusivamente estatal, tendrá que
separados entre sí con la iniciación de que hacen partícipes a los adolescen- participar en la regulación de la enseñanza todo cuerpo social en la medida
tes los viejos de la tribu y que se enlaza con la introducción en las tradiciones en que represente un elemento de la obra educativa de una ipoca y de un ~ .....
de la tribu. Una educación que se anticipa a todos los libros, una educaci6n pueblo. La familia representa, ante todo,- el elemento de la dicha humana; el
grosera y que, sin embargo, abarca al hombre entero con una cierta profun- ayuntamiento ·persigue la utilidad en su comunidad económica; el estado
didad. Otra segunda forma muy general, a partir de los pueblos primitivos, fomenta la capacidad de ser útil al conjunto, de someterse a sus leyes y de
336 l'Ell.\G(X;IA SU POSIBILIDAD COl\10 CU,:NCIA 337
transformarlas moderadamente. La iglesiá trabaja con la meta suprema de 12 gía, mientras que en aquel campo domina la ley fundamental de la superación.
persona, en la que ésta, en soledad y, por decirlo así, en el transmunJo, se en- El concepto de plasticidad, por lo tanto, quiere decir que es posible fomen-
frenta con la divinillad. Vemos cómo en d equilibrio de estas fuer1.as que tar el desarrollo <le! educando, eliminar -sus obstáculos y conducir su vida
componen la sociedad moderna se asegura la integridad de aspectos de la psíquica hacia la perfección, cuando el artista educador conoce las leyes de
educación. Si una de estas fue1·,.as se apoderara del alma de un niíio la edu- la vida psíquica y sahe utilizarlas.
cacii'in llegaría a ~cr unilateral y anquilosada. Y en este punto surge la tarea más atractiva l¡ue conoce la pedagogía:
tiene que descnhir y analizar el genio -pedagóJ{ico, y de este modo inspirar
Los principios jurídicos más generales que nacen de la naturale1.a de la al futuro educador con el sentimiento de su dignidad y con el entusiasmo
cosa, e~pccialmente de l:ts relaciones de ese fin en sí que es el niífo con los por su oficio. También en el genio pedagógico hay algo primordial. Se nos
centros de la organización exterior, familia, ayuntamiento, estado e iglesia, y presenta en la historia acaso con más rareza <¡ue el poeta o el artista plástico.
1111e se pueden ~e1ialar en el derecho ad111ini~trativo de los diversos pueblos, Súcrates, Platón, Comenio, Pestalozzi, Herhart, Friihel son, sin duda, de
constituyen el fundamento para la comprensión del régimen pedagúgico o este rango. Se nos presentan junto a los poetas, como gentes <le la misma
del si~;tema de la enseíianza en cada pueblo. En el régimen prusiano, cuya categoría, pero de una índole psíquica muy distinta. El conocimiento his-
hase lo constituye el derecho general prusiano, se pueden señalar algunos t6rico acerca de ellos lo recogemos más bien de descripciones de otros que
principios jurídicos que proceden <le la naturaleza particular del pueblo ale- de sus propios testimonios. Se observa que la fuerza atractiva de un hom-
mán y de su vida estatal. hre sobre otros se halla condicionada por la potencia impulsiva con que se
.. Í'or último, la primera parte de la pedagogía se orienta hacia adentro .
fütudia, describe y analiza la facultad creadora del educador y la relación
manifiesta y entrega. Por eso en el genio pedagógico dominan el ánimo en-
tero y la fuerza intuitiva v no el entendimiento. Por eso observamos tam-
de esta facultad con las disposi<.;iones del educando. Esta relación es seme- bién con frecuencia en la °vida que hombres de una inteligencia no especial-
jante a la <¡ue rige entre el estadista y la sociedad sobre la que actúa, entre mente aguda se hallan dotados de talento pedagógico. Comprendemos y
el artista y el público <¡ue goza de sus obras. Pero la disposición artística se gobernamos a un hombre en la medida en que sentimos con él y revivimos
agitaría y seguiría creando caso de que el artista viviera en una ish1 desierta. en nosotros los movimientos de su alma. Comprendemos únicamente por
Por eso, al estudiar esta relación podemos partir del genio del artista. Otra amor. Y también a través del amor tenemos que acercarnos a una vida en
cosa ocurre con la acción del ¡:x,Hrico y con la del educador. La obra del ger~-Íen, rebajando nuestros propios sentimientos a lo oscuro, en agraz, infan-
educador está condicionada por el alma en despliegue sobre la que actúa. til y puro. Una ingenuidad intacta del fondo de su alma aproxima al geni-0
Despierta en ella la fuerza forn1adora y le da la ley. Hay que empez.ar, pues, pedag&-gico al niño. Pestalozzi en su escuela, Fri>bel en las montaibs de
con el educando. Turingia, inventando juegos y canciones infantiles, nos muestran estas dotes
Con razlÍn coloca llerbart al comienzo de la ciencia pedagógica el con- como un prot-0fenómeno. Cuando se conjugan con altas capacidades inte-
cepto de la "plasticidad" del educando. Este concepto expresa un hecho lectuales se produce esa figura tan impresionante de la vida psíquica que
muy complicado de la experiencia. La vida psíquica se explaya en desarro- Platón, en el Ba,u¡uete, hace encarnar en Sócrates. Sobre la base de una
llo. Ya expusimos arriba el fundamento para la comprensión de esta afir- comprensión ingenua se origina un sentido por la vida del alma, tan vivo, tan
mación, partiendo del carácter teleológico de toda vida psíquica. En ella realista, que se resiste al análisis científico. A este sentido deben su vida
tiene lugar un incremento constante de elementos de la experiencia. Prác- esas magníficas figuras de adolescentes que Platón nos traza como monu-
tica de los procesos elementales en cuya virtud entran en relación estos ele- mento único de la pasión pedagógica, las figuras humanas de Pestalozzi en el
mentos, nacimiento de una comprensión de la realidad partiendo de ellos; Uenhart, la más bella novela püpular de todos los tiempos, y sus fantasías
pero, al mismo tiempo, como reaccionamos sentimental e impulsivamente a y las de Fri>hel sobre las almas humanas y el desarrollo de la humanidad:
las imágenes de los objetos, desarrollo de estos movimientos elementales, tra- profund-0, elemental, concretamente verdadero, algo que no es posible medir
bazón concreta de los mismos en una unidad del ánimo y del carácter y con el patrón del análisis científico, algo que se mantiene por sí mismo en
ejercicio creciente de las acciones volitivas que parten de aquí. La ley más el mundo de la cavilación sobre la naturaleza humana. El mundo no puede
general de este desarrollo de la naturaleza humana se halla en oposición con empobrecerse mientras se sientan la vida, la niñez y la familia de este modo.
la ley fundamental que domina en la naturaleza exterior. En ésta rige el Aquí también recoge sus fuerzas el maestro de primaria: hijo del pueblo,
causa aequat eff ecturm y, debido a esto, la ley de la conservación de la ener- separado por los pocos años de seminario de la escuela rural, teniendo ante
338 l'EDAGOGIA SU POSIBILIDAD COMO CIF.NCIA 339
sí un esquematismo psicológico y pedagógico fosilizado, pero palpitando a ocupación libre y total. Tenemos, pues, como principio supremo de la edu-
través de él todas sus experiencias ingenuas. El pedagogo teórico puede reír caciéin por el juego: el juego es una función necesaria para la vida infantil
muchas veces sobre Dicsterweg o sobre Frübel. ¡Con qué torpeza casi in- en la cual se despliega libremente la marcha de las representaciones, a tra-
fantil trabajan con los instrnmentos del análisis! Pero su sentido por el alma vés del cambio de los sentimientos, a los movimientos exteriores. Si los
del niño los coloca por encima de todos los teóricos. Y en el genio peda- juegqs en que funciona la percepción desarrollan más que nada las imágenes
gógico, y gracias a su renovada ocupación con el alma de los hombres y de de los objetos, si los juegos de la fantasía fomentan la figuración inte"rior en
los niños, una cavilosa inventiva por lo que se refiere a los artificios para el alma del niño, si l-0s juegos prácticos desarrollan la salud, la fuerza y la
educar, para formar. Ante los bancos de la escuela surgen estos inventos, moralidad, habrá que cuidar de todas estas ventajas unilaterales pero subor-
con los niños delante, y el protofenómeno de esta invención es, como en dinándolas a la función propia del juego.
el caso de Pestalozzi, que, rodeado de los nifios más desamparados, tiene que En las etapas superiores de la educación se trata, en primer lugar, de
luchar con los problemas más sencillos y elementales, y encuentra así los desarrollar dentro de la conexión teleológica •del alma la perfección de las
métodos elementales. ¡Qué contraste!: por un lado la ilustración de los sa- partes y procesos que componen la vida intelectual. La regla suprema de esta
lones de Francia, Rousseau fantaseando, su libro sobre las mesas de las damas etapa de la educación la tenernos en la meta de estos procesos, .que no es otra
de la corte, sus hijos en el asilo, su viva ensoñación solitaria, y, por otro, la I que la de con~eguir un conocimiento adaptado a las necesidades.
pedagogía de la Ilustración alemana, siglo de oro de los ensayos educativos La primera tarea consistirá en el desenvolvimiento completo de los ele-
geniales, príncipes y ministros dcseows de ayudar, padres de familia que mentos sensibles contenidos en la sensibilidad humana y en •e} desarrollo de
.. quieren hacer de sus hijos hombres, un público apasionado y la entrega de
temperamentos auténticamente pedagógicos como Pestalozzi, Salzmann, Cam-
las diferencias y relaciones entre ellos. Fs una tarea que primero se pro-
pone resolver la enseñanza intuitiva. Si entendemos corno principio la fórmu-
pe, Frübel que, rodeados de niños de la condición más humilde, llenan su la que señala las condiciones de un elemento pedagógico eficiente podernos
vida con el sentimiento poderoso del progreso de la educación humana corno perseguir con claridad a propósito de la enseañnza intuitiva cómo se ha ido
el asunto más importante de nuestra especie. cobrando conciencia histórica de tales principios y cómo se pueden poner
La segzmda parte de la pedagogía abarca la exposición analítica de los de acuerdo, a posteriori, con la psicología en progreso. Tenemos en este
diversos procesos que se entretejen en la educación, así como la deducción caso la misma circunstancia que señalé en la poética. El principio supremo
de nonnas universales que regulen la educación, como regulan el arte, la de la enseñanza intuitiva ha sido formulado bajo la influencia de Bacon por
ciencia o la vida moral. I lcmos expuesto la conexión en cuya virtud surge Comenio y sus seguidores. La enseñanza debe seguir la marcha de la natu-
de la complexión tcleológica de la vida psíquica el concepto de la perfec- raleza y ésta va de la intuiciéin al concepto y a la palabra, y del todo, abar-
ción de sus procesos y con el cual se pueden extraer y presentar las diversas cado en la intuición, a las partes. Los métodos encontrados en virtud de
reglas o normas. Sin embargo, en la actualidad sólo podríamos expresar este principio constituyen una parte principal de la actividad pedagógica
en reglas pedagógicas, sobre la base de ideas psicológicas reconocidas por reformadora de los siglos xvn y xvm. Otro segundo principio ha sido visto
todos, lo que concierne a la fom1ación de la inteligencia. A esto se tiene que I por ('..,omenio y desarrollado por Rousseau. La enseñanza intuitiva tendrá
limitar nuestra prueba del método. Por el contrario, la teoría de la forma- que describir el mundo en torno en su conjunto, partiendo de lo que rodea
ción del sentimiento y de la voluntad reclamaría una nueva fundamentación al niño. Así, completa lo que se da a la experiencia del niño por medio
psicológica, <]Ue no es posible proporcionar en este lugar y dentro de los de las operaciones que le son habituales, y en las direcciones también habi-
límites de este ensayo. tuales. Otro tercer principio fué expuesto igualmente por Comenio y des-
La etapa primera de toda educaciéin del alma infantil se halla en el juego .. arrollado por Basedow. Hay que practicar la captación de los objetos y su
El niño no hace ningún gasto de fuerza ·que prometa la satisfacción de designación. F.s más profundo todavía el cuarto principio, expuesto por
necesidades reales en el futuro mediante actos intercalados de trabajo. Juega. Pestalozzi. En toda intuición se repiten elementos. Para que la intuición al-
El niño que juega encuentra su satisfacción en la actividad misma. En el cance su perfección máxima es supuesto previo que cada uno de estos ele-
juego se desarrolla y ahonda ror primera vez la conexión que marcha de mentos se capte con la máxima energía, pureza y seguridad. Estos elementos
las representaciones, a través de los sentimientos provocados, a las acciones se presentan en el campo intuitivo de lo espacial, de lo temporal, de las cuali-
volitivas y a los movimientos. Así respira el alma del niño por primera vez dades sensibles, de la serie tonal y de las voces. Pestalozzi inventó lC's mé-
en el juego. En él se conserva la salud de la naturaleza infantil gracias a su todos que tienen por objeto obtener la perfección. de estos elementos, méto-
340 PF.OAGOGIA SU POSIBILIDAD COMO CIF.NCIA 341
dos desarrollados Por Herhart, Friihel y otros muchos. Estos principios se 5us partes, y hace posible la reproducción en la conciencia de cada una
completan considerando que la representacilm pura y enérgica de los ele- de estas partes singulares de la conexión. Este conocimiento tiene una im-
mentos de la experiencia interna por medio del trato y de la poesía, de la portancia extraordinaria en la pedagogía moderna. Suprime la vieja separa-
religión y del relato histúrico, constituye una base importante de la vida psí- ción entre aprender y pen.~ar, entre memoria y juicio, entre apropiación y
quica superior. elaboración. La tarea de la enseñanza que consiste en establecer una cone-
Ya las intuiciones necesitan de la atención para su desarrollo. Pero el xión de representaciones que represente la realidad es conllevada por las
interés y la atención tienen 11ue considerarse, en general, como la fuerza operaciones de la memoria. El principio supremo rezará ror consiguiente:
motriz necesaria para todos los efectos que se deseen obtener en la enseñanza. la apropiación de la representación y de sus enlaces habrá de ser perseguida
La atención es dirigida por el interés. Entendemos por éste la participación por la enseñanza en la medida en que se vaya elaborando una conexión de la
del alma en una representación o en una combinación de representaciones. vida psíquica que represente la realidad y permita ejercer sobre ella las ac-
Si rodemos distinguir difererttes tipos de atención, semejante distinción ha ciones necesarias. Este principio se ofrece en las siguientes reglas particula-
de tener una importancia decisiva para la enseñanza. La atención espontá- res. Como la memoria, en su fuerza plástica, es originariamente dispüsición
nea es provocada por las imágenes y los procesos representativos en cuanto corporal y esta disposición es mantenida en su frescor mediante una vida
tales y se dirige a los objetos sin tensiím alguna. Surge del interés inherente moderada, evitando las emociones, y mediante una alegre actividad conexa,
a los objetos. Tiene como consecuencia despertar la conciencia, conservar habrá que cuidar desde la niñez estas circunstancias de salud. Y como la
en la memoria, distinguir las partes y captar sus relaciones, en una palabra, reproductibilidad de una masa de representaciones depende del grado del in-
.. constituye la palanca de toda la enseñanza. Por el contrario, la atención
deliberada responde a un esfuerzo de la voluntad que se dirige al objeto.
terés, del modo y energía de la conexión, del número de. repeticiones y de
la distancia de la última repetición con respecto al acto rememorador ac-
Tiene como hase un motivo en cuya virtud se mantiene la atención, mien- tual, la economía de la vida espiritual representa el primer recurso para
tras que el objeto no la despertaría por sí mismo según su relación con estas püder utilizar la fuerza plástica de memoria que se disponga: el orden y
operaciones espirituales. Se produce en el niño por el temor al castigo y la conexión de la vida espiritual triunfa también sobre una robre dispüsición.
esperanza de premio, ror la ambicié>n, por la alegría de competir, ror la con- Analicemos ahora el ejercicio del pensamiento lógico y la elaboración
ciencia de la utilidad para el porvenir. El principio establecido por primera de una conexión de las representaciones en un conocimiento que represente
vez por Herbart exige que la enseñanza debe procurar la presencia de la realidad y haga posible transformarla. Al servicio de esta tarea se ha des-
objetos que despierten una atención espontánea y la comprensión. Sólo arrollado, a partir de Rochow, el método catequístico. Sin embargo, con
cuando, ror la naturaleza del educando o del asunto, es impüsible esto se su introducción de señales y su delimitación de conceptos tiene un valor
presentará la atención voluntaria en forma complementaria. En este prin- limitado y, en cierto sentido, es un residuo de la época anterior a nuestra
cipio se contienen varias fórmulas que circunscriben más su acción. La ciencia moderna. El ejercicio cognoscitivo vivo se dirige a captar J.os víncu-
primera fónnula desarrolla las condiciones de la atención espontánea, otra los internos de lo real, las relaciones sencillas en cuya virtud esa realidad se
resalta la impürtancia del ejercicio de la atención deliberada para la ener- hace transparente para el intelecto. Para satisfacer e~ta necesidad es menester
gía del proceso mental y la fonnación del carácter. Reprimendas y admo- que tratemos de establecer las relaciones concretas entre los fenómenos que
niciones para formar el carácter son recursos, como se sabe, de madres luego se püdrán representar abstractamente como relaciones de dependencia.
incapaces y de malos maestros. Pero la atención voluntaria es la primera Pero no nos sería posible establecer estas relaciones de dependencia y des-
forma en que la voluntad aprende a dominar y gobernar con energía las tacar en Jo concomitante lo coperteneciente si no se nos diera en la regula-
representaciones y los impulsos. La gramática y la matemática, con su áspero ridad del enlace el signo exterior de la dependencia de un fenómeno con
pergeño, disciplinan el espíritu del ·muchacho y lo capacitan para püder respecto a otros. Aquí tenemos la clave para comprender la inducción. Bus-
obedecer y mandar más tarde. ca ésta lo necesario por medio de lo general. Al avanzar de caso en caso va
El análisis de los procesos educativos tiene que considerar, además, la destacando de la sucesión o coexi$encia de lo real procesos, o partes de ellos,
memoria. Ve en ella una propiedad de las representaciones mismas: se esta- perfilados, si es posible, cuantitativamente determinados, que se hallan entre
blece gracias a ella el desarrollo de una conexión de nuestra vida psíquica sí en una firme relación. Esta uniformidad se puede captar ya con exactitud
que, una vez adquirida, influye en cada proceso psíquico consciente, a pesar cuando se presenta como igualdad en número o en magnitud espacial. Las
de que ella misma no se eleva a conciencia clara y distinta en cada una de relaciones simples de las magnitudes en recurrencia regular son el signo de
\

342 PEDAGOGÍA SU POSllllLIDAD COJ\10 CIENCIA 3H


la divinidad en medio del juego confuso de lo sensiblemente cambiante. todo indicado puede llevarse tamhién a la educaciún del sentimiento y lle ht
Así el análisis, y la inducción inseparable de él, cooperan con la síntesis y voluntad. Los puntos de vista directivos para una tal teoría se nos ofrecen
la deducciém. La operación capital entre éstas, establecimiento de rela- ya con la conexión teleológica de la vida psíquica indicada por nosotros.
ciones en un todo incomprendido con el que nos enfrentamos, se practica Por la función adecuada de los círculos afectivos e impulsivos dentro de la
con la mayor viveza en la captación significativa de una frase o de una conexión psíquica resulta ya en qué sentido habrá de perseguir en este campo
unión de frases, sobre todo si este ejercicio se apoya con el recurso exacto la educación el desarrollo hacia la perfección. Pero para esta parte de la
del conocimiento gramatical. Cada una por su lado, la gramática nos trae a ciencia pedagógica hay que establecer antes en detalle la base psicoU1gica,
conciencia las relaciones concretas de lo real y la matemática nos acostum- lo que en este momento nos llevaría demasiado lejos. En una teoría de validez
bra a captar las relaciones en lo cuantitativo. Si queremos designar como universal no se podía dar tampoco más de lo aquí esbozado e indicado. Las
formación formal este tomar conciencia de las relaciones de lo real v el grandes cuestiones de la educaciím que agitan en este momento a un país no
ejercicio de su captación, tendremos que ella será la base para toda e~ta parte pueden resolverse con validez universal para todos los tiempos y pueblos
de la educación. Pero una exageración de esta preparación formal. extiende sino que han de ser tratadas, por no poder serlo de otra manera, sobre la
hasta los 19 o 20 años del "gimnasio" la mera preparación para la prepara- base de un exacto conocimiento de la historia y de la vida actual de la edu-
ción en la vida, en definitiva tan corta. Esto provoca en los discípulos un cación, mediante una especie de acción artística en la que cooperen las.
aburrimiento, que se extiende por las escuelas superiores, y la impaciencia dotes del estadista y las del pedagogo.
por abandonarlas. En los años mismos en que despierta el afán de saber, El nexo de ideas en que se lleva a cabo esto recorre las tres investiga-
.. queda insatisfecho, se marchita y se extingue. A esto hay que oponer el ciones siguientes. Surge en primer lugar la cuestión de cómo, partiendo de
siguiente principio: en medio del adiestramiento para captar las relaciones, los procesos pedagógicos elementales, expuestos y desarrollados en reglas.
en esa· práctica de las operaciones lógicas, en ese aficionar a los debates ló- por nrn;otros, se produce un sistema formador, educativo e instructivo tal'
gicos, es menester despertar y satisfacer el afán de saber de los adolescentes; como rige en un determinado círculo cultural. Una cuestión paralela h.:r
la mente de los alumnos deberá practicar operaciones valiosas con la expe- sido tratada por mí en la poética, y he mostrado cómo toda técnica de un
riencia, deberá orientarse, sobre todo, a las relaciones causales, que en su género poético ha recibido su unidad del contenido de una cultura histórica.
mayoría se conocen por medio de la relación entre lo particular y lo ge- [ Vid. Psioo/ogía y teorfa del cmwcrmiento, 2~ ed., pp. 118 ss. J
neral, por lo tanto, inductivamente; también aprenderá a detenninar cuan- No existe una técnica universalmente válida de la tragedia o de la épica.
titativamente estas relaciones causales. Así se revelará al discípulo la natu- Lo mismo ocurre en el dominio de la educación. Luego habrá que emprender
raleza. También se adiestrará en la captación de la conexión de la realidad una consideración cümparada de los sistemas educativos y se verá que las
histórica. En este aspecto representa una bendición que la antiguedad greco- diversas formas particulares se hallan entrelazadas por el desarrollo progre-
romana es como una escuela elemental para la comprensión del mundo his- sivo de la humanidad. Será posible dentro de ciertos límites determinar la
tórico: todo todavía sencillo, elemental, apegado al suelo y muy cercano al tendencia en el desarrollo de la educación v de utilizar así nuestros conoci-
espírirn juvenil. La marcha de las ciencias modernas y del sistema pedagó- mientos científicos como guía en la enseña~za. Finalmente, el ahondamiento
gico conducen a la misma meta: simplificación de la conexión que representa en el sistema educativo nacional, en su historia y en ~u presente, la capta-
la realidad y de su fundamentación. La ciencia, debido a la ampliación cre- ción de las relaciones de este sistema con la cultura del país, sobre la base
ciente de su dominio y a la artificiosidad ·que reina todavía en alguna de sus de todo el conocimiento circunscrito por nosotros, permitirá señalar a la
partes y a la falta de conexión de otras, ha provocado las dificultades que acción técnica de la administración pedagógica el camino por el cual se pue-
pesan sobre la enseñanza escolar y las irá atenuando poco a poco mediante de conseguir el desarrollo del sistema educativo nacional. Pues para el sen-
simplificación. tido histórico es claro que no se puede violentar y disolver el etbos histórico
Una didáctica completa, finalmente, tendrá que agrupar las diversas de un pueblo, que también ha producido su sistema educativo, mediante la
materias, calibrar su valor educativo, determinar su orden y establecer los intervención de una teoría radical que, partiendo de un sistema universal-
_!llétodos de cada uno de los objetos de la enseñanza. En este punto los prin- mente válido, pretende regular la educación de todos JQ:i. pu..ci>J.o.:¡,,_ _____ .
cipios universales son indeterminados y sólo gracias al carácter de un sistema
educativo nacional cobran un perfil más preciso e históricamente circunscrito.
Hemos llegado a los límites de la teoría pedagógica universal. El mé-

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