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FOUNDED 1918
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III° 30
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Lea y responda de acuerdo a sus conocimientos. Seleccione con precisión la opción correcta.
TEXTO 1
En el verano de 1975 apareció un pequeño artículo sin firma en el periódico Village Voice recomendando un club
nocturno de nombre extraño; allí, una banda de nombre también extraño intentaba “hacer un agujero en la capa de
ozono”. Una maravillosa imagen que ha permanecido en mi cabeza todos estos años, arrancada de los apocalípticos
titulares de la época y transformada en un desafío de rock z& roll. Los Ramones producían ese efecto en los críticos,
que sentían la misma atracción por la energía de la banda que los cormoranes por el casco de un gran barco, y, al paso
del grupo, soltaban un mar de metáforas y adjetivos. Esa noche, los Ramones brindaron dos sets de doce minutos cada
uno (los Talking Heads fueron teloneros) que me dejaron perplejo y riendo sin control. ¿Cómo podía salir tanta energía
de amplificadores tan pequeños?
Un año después, ya tenían amplificadores grandes y un álbum en las disquerías, y mi primer trabajo para Rolling Stone
fue entrevistarlos. Joey me produjo pánico. Era el frontman y, esa noche, parecía comatoso, murmuraba algo acerca
de su “colección de picaportes” y fue todo lo que dijo durante toda la entrevista. Por suerte, Johnny y Dee Dee hablaron,
con increíble candor, acerca de su odio por la escuela secundaria y sobre aspirar pegamento, mientras Tommy
teorizaba sobre despojarse de todos los adornos pretenciosos (como los solos de guitarra) que ensuciaban la música
popular en esos días. ¿Eran inocentes o astutos? No lo sabía con seguridad, pero ya tenía mi historia y había hallado
el curso que seguiría mi carrera.
¿Primer Punk o Último Hippie? Charles M. Young, Revista Rolling Stone, mayo de 2001.
1. El autor de la columna menciona la atracción de "los cormoranes por el casco de un gran barco":
A) para describir el ambiente del extraño club nocturno.
B) para reseñar el interés que la banda producía con sus fans.
C) para definir la forma de interpretar las canciones que tenía la banda.
D) para realizar un cuadro análogo con el interés que demostraba la crítica sobre la banda.
E) para describir la particular vestimenta de la banda de rock que tocaba en el club nocturno.
TEXTO 2
1. Los chonos (pescadores) se mezclaron con los cuncos (agricultores), imponiendo su carácter de pueblo marítimo.
Practicaban la pesca y también la cacería de lobos marinos, para lo que utilizaban las embarcaciones construidas por
ellos, llamadas dalcas. Estas eran tres tablones que habían sido curvados con agua y con fuego, y que estaban unidas
entre sí mediante fibras vegetales.
2. Habitaron la parte del sur austral, incluyendo los actuales Archipiélagos de los Chonos y de las Guaitecas, donde
navegaron por los canales y por el tempestuoso Golfo de Penas.
3. Su organización social consistía en bandas muy pequeñas que sólo se mantenían permanentemente unidas a nivel
familiar. Las mujeres participaban en actividades económicas básicas, mariscando en las playas; criaban perros
lanudos, cuyo pelo era aprovechado para fabricar telas muy toscas.
4. La alfarería aparentemente les fue desconocida, pero fabricaron lanzas, masas o garrotes, anzuelos de madera y
redes de fibra vegetal.
5. Cuando los chonos no estaban navegando, vivían en armazones de cuero y madera o en cavernas naturales.
6. Durante los días más fríos o lluviosos colocaban carpas de cuero de lobo marino, hechas con un armazón de palos
en forma de colmena. En el verano se trasladaban a las caletas, donde pescaban y marisqueaban; conservaban las
especies recolectadas ahumándolas.
7. A la llegada de los españoles, los chonos habitaban entre el archipiélago de las Guaitecas y el itsmo de Ofqui. Los
jesuitas trasladaron por el año 1710 alrededor de 300 familias desde Aysén hasta la Isla Guar. Ocho años después los
llevaron a las desiertas islas de Chaulinec y Apiao, desde donde pudieron mantener contacto comercial con los
habitantes del resto del archipiélago.
8. Los conocimientos marítimos que tenían los convirtieron en los guías de las expediciones españolas a Aysén y
Magallanes.
5. En relación a lo ocurrido con los chonos a la llegada de los españoles, el texto afirma que:
A) La colonización española fue el factor decisivo para la extinción de este pueblo.
B) Fueron puestos al servicio de la Corona Española mediante el sistema de trabajo conocido como encomienda.
C) Prestaron sus servicios como guías marítimos a los sacerdotes jesuitas.
D) Emigraron a diferentes zonas del sur de Chile donde se dedicaron al comercio con otros pueblos.
E) Fueron desplazados del lugar en el que vivían en más de una ocasión.
8. En el fragmento se afirma que dentro de la organización social de los chonos la familia era:
A) la base de las actividades económicas de las mujeres.
B) la única institución social que se mantenía unida de forma permanente.
C) la responsable de criar perros lanudos y, posteriormente, producir tela con su pelo.
D) la institución social que dividía las tareas que correspondían a hombres y mujeres.
E) bandas muy pequeñas que no se mantenían unidas por mucho tiempo.
TEXTO 3
Existe una imagen ideal, idílica, olímpica, de los Deportes. Es aquella que nos muestra a los Atletas entregados a las
más nobles competencias físicas, en un estadio adornado de arcos de triunfo, estatuas del discóbolo, alegorías y
estandartes. Los dos bandos en pugna están trabados en apretada lucha. Brillan los ojos de los contendientes; están
tensos los músculos como cuerdas de arcos. Cada cual rinde el máximo esfuerzo, para lograr la victoria de los suyos...
Y cuando el juego termina con la derrota de uno de los dos bandos, victoriosos y vencidos se unen en un vasto abrazo
de fraternidad atlética —abrazo que funde, por así decirlo, todas las almas en una sola, en imagen magnífica de lo que
debiera ser una humanidad perfecta. Además —eso me decían cuando era niño— el deporte es ajeno a todo
«chauvinismo». Cuando los deportistas defienden sus emblemas, sólo defienden sus emblemas. Y el público que
contempla la pugna, sólo piensa en los emblemas. Se es azul o verde —como en el Hipódromo de Bizancio— por mera
simpatía personal hacia este u otro club. Y una vez terminada la lucha en el estadio, es el caballeroso estrechen de
manos, el abrazo, el boxeador que ayuda a levantar a su contrario, el vencedor que toma en brazos al vencido, para
consolarlo y decirle que, otro día la victoria será suya. En fin —nos decían nuestros padres y maestros— que los
deportes contribuyen a desarrollar la confraternidad humana.
Pero esto es lo que podríamos calificar de «deporte ideal». Porque existe un deporte concreto y real, que es el que he
podido ver en todas partes, desde que salí de las aulas del colegio. Y es un deporte —no lo veo como un mal mayor,
sino como un hecho que es preciso admitir— que agudiza en tal grado los «chauvinismos», que acaba por crear
rivalidades entre provincias, ciudades, pueblos, y hasta barrios. Como decía Paul Deharme, hace años: «Acaba el
vecino de Neuilly por enfurecerse porque los tenistas de su club perdieron contra los del Sporting de Passy». Se entran
a garrotazos los mozos de la ribera derecha y los de la ribera izquierda, en una aldea, porque los de acá ganaron a los
allá. Así cierto juego de fútbol entre alemanes y franceses, en vísperas de la pasada guerra, transformó el Estadio de
Colombes en un ámbito infernal, donde cualquier chispa podía provocar un incendio... Y no hablemos de nacionalismos
mal entendidos puestos en peleas de boxeo, tales como la de Schmelling contra Joe Louis, donde el problema no era
ya el ganar un campeonato mundial, sino de lograr la victoria de un alemán, ario, contra un norteamericano, negro.(...)
El deporte no es fraternal como lo pintan. Ni creo que contribuya mucho al acercamiento entre los hombres. Es lucha
y, como toda lucha, atiza pasiones y alimenta rivalidades.
TEXTO 4
El mago Varita comenzó en la TV. Fue un entremés, divertido pasajeramente, como un chicle. Después lo corrieron de
todas partes con su sándwich y su mesita. Fue olvidado. Lo vi la última vez de sombrero y abrigo, promocionando un
persa del centro y gritando las ofertas con un altavoz defectuoso. Luego desapareció. Su truco final: el mejor, el único.
13. ¿Por qué el narrador señala que el "truco final"del Mago Varita fue el mejor de todos?
A) Porque volvió con éxito a la TV.
B) Porque logró vender muchos productos en el persa.
C) Porque comenzó a ejercer su oficio de mago en el persa.
D) Porque sus actuaciones son recordadas en la posteridad.
E) Porque desapareció totalmente, hasta perderse de vista.
TEXTO 5
Se paró en la mitad del Paseo Ahumada y comenzó a gritar. Entonces lo comprobó. Sí, es posible detener el mundo
por un segundo.
18. ¿Cuál es la finalidad del protagonista sobre el acto de gritar en medio del Paseo Ahumada?
A) Publicitar a viva voz, una marca registrada entre los transeúntes.
B) Probar los tonos más agudos que puede alcanzar su voz en la vía pública.
C) Detener todo tipo de actividad y llamar la atención de quienes lo rodean durante un segundo.
D) Llamar a su pequeña mascota por su nombre, a quien había perdido hace un segundo atrás.
E) Buscar la presencia de un viejo amigo, quien trabajaba de comerciante en el concurrido Paseo.
TEXTO 6
A) Sólo I
B) Sólo I y III
C) Sólo II y III
D) Sólo I y II
E) I, II y III
TEXTO 7
Había dejado de llover cuando despertó. Aún era de noche, pero afuera estaba casi claro, y a través de una de las
ventanas penetraba el resplandor vago, fantasmal, del plenilunio. Desde el camino llegaba el son del viento entre las
hojas de los álamos. Más acá, en el pasillo o en alguna de las habitaciones, una tabla crujió. Luego crujió una segunda,
luego una tercera; silencio. Diríase que alguien había dado unos pasos sigilosos y se había detenido. Un perro aulló a
la distancia, largamente. El aullido pareció ascender por el aire nocturno, describir un arco como un aerolito y perderse
poco a poco, devorado por la oscuridad. A intervalos parejos, un resabio de agua goteaba del alero.
Ella imaginó los charcos que habría en el patio, y en los charcos la luna, quieta. Veía desde su lecho la copa del ciprés,
que se balanceaba con dignidad sobre un fondo revuelto de nubes y cielo despejado. El contorno de la reja destacaba,
nítido; reproducíase, por efecto de la sombra, en el muro frontero, donde se dibujaban siluetas extrañas. Tuvo miedo
de nuevo.
Miedo de la hora, del frío, de los diminutos ruidos que rompían a intervalos el silencio; miedo del silencio mismo. Miró
a su marido: dormía con gran placidez. Su rostro, no obstante, bañado en luz blanquecina, poseía un aire siniestro, de
cadáver o criatura de otro mundo. Sintió el impulso de despertarlo, mas no se atrevió. Habría sido absurdo. Su miedo
lo era. Y sin embargo era tan fuerte. La oprimía por momentos igual que una tenaza, impidiéndole respirar aunque
mantenía abierta la boca, aunque cambiaba suavemente de postura. Suavemente, para no interrumpir el sueño de él.
Duerme, amor, duerme. No voy a molestarte. Estoy un poco nerviosa, eso es todo. Son los nervios, amor, que no me
dejan tranquila.
Un ave nocturna cantó quizá dónde. No era un canto lúgubre, sino una especie de música a un tiempo misteriosa y
serena.
Yo sé que no es nadie. Siempre pasa esto y no es nadie. No es nadie. Nadie. De pronto tuvo conciencia de que su
frente se hallaba cubierta de sudor. Se enjugó con la sábana. Amor, amor, repitió mentalmente, en un mudo grito de
angustia. ¡Si él despertase! Si se desvelara también, y así, juntos conversaran en voz baja hasta llegar el día...
Pero el hombre no captaba su llamado interno. Era la fatiga, pensó. Con tanto quehacer de la mañana a la tarde, con
el madrugón de hoy...
Duerme. No te importe.
El viento semejó detenerse unos instantes, para continuar en seguida su melodía unicorde en la alameda. Por primera
vez notó ella, apagada por la distancia, la monótona música del río: se vería muy pálido ahora: un río de pesadilla,
resbalando con terrible lentitud, y a ambos lados los sauces beberían interminablemente, encorvados, en libación
comparable a un pase de brujos, y arriba el cielo nuboso y el revolotear de los murciélagos, y la voz honda de la
corriente repetiría su pedregoso murmullo de abracadabra.
(Una muchacha había muerto en el río, años atrás. Cuando encontraron su cadáver oculto en las zarzas de un remanso
se hubiera creído que vivía aún, tal era la transparencia de sus ojos abiertos, tal la paz de sus manos y sus facciones,
y la frescura que irradiaba toda ella. Vestía un traje celeste con flores blancas; un traje sencillo, delgado. Al sacarla del
agua, la tela se ceñía a su cuerpo de modo que daba la idea de constituir una unidad con él. Nadie supo nunca quién
era ni de dónde venía. Sólo que era joven, que la muerte le había conferido belleza, que sus rasgos eran limpios y
puros. Los mozos de la comarca pensaban en ella y les daba pena su existencia interrumpida, y la amaban un poco en
sus imaginaciones. Ignoraban por qué apareció allí. No debió de ahogarse, pues no estaba hinchada, mas en su rostro
ninguna huella mostraba el paso de una enfermedad, o de un golpe o un tiro. La llevaron a San Millán para hacerle la
autopsia. Los mozos no supieron más. No quisieron saber: la recordaban tal cual surgió: lozana, amable, serena, con
algo de irreal o feérico, desprovista de nombre, de causas. ¿Para qué saber más? ¿Para qué saber si por este o el otro
motivo resolvió quitarse la vida, o si no se la quitó? Al referirse a ella la llamaban la Niña del Río, aunque su cuerpo era
ya el de una mujer. Decían que desde esa tarde el río cantaba de diversa manera en el lugar donde apareció. Y quizá
si en el fondo no lamentaran verdaderamente que hubiese perecido, porque no la conocieron viva y porque viva no
habría podido ser sino de uno -ninguno de ellos, de seguro-, y así, en cambio, su grácil fantasma era patrimonio de
todos.)
Si él despertase ahora. Cómo lo deseaba. Cómo deseaba tener sus brazos en torno, fuertes y tranquilizadores, o sentir
su mano grande enredada en el pelo. En un impulso repentino lo besó. Apenas. El hombre emitió un breve gruñido,
chasqueó la lengua dentro de la boca y siguió durmiendo.
Entonces lo vio. Lo vio con más nitidez que nunca, igual que si la escena estuviese repitiéndose allí, dentro del cuarto,
y el Negro volviese a morder las palabras con que amenazara a su marido:
Vio sus pupilas enrojecidas y su rostro barbudo, que se contraía en una suerte de impasible mueca de odio. Ella nunca
se había encontrado antes frente al odio -a la ira sí, pero no al odio-, y experimentó una mezcla de terror y de piedad
hacia ese infeliz forajido que iba a pasar el resto de sus días encerrado entre cuatro paredes, sin una palabra de
consuelo ni una mano amiga, encerrado con su rencor, doblemente solo por ello y doblemente encerrado.
Y a medida que los carabineros se lo llevaban con las manos esposadas y atado por una cuerda al cabestro de una de
sus cabalgaduras, el Negro se volvía a repetir un ronco:
24. ¿Qué sucede cuando la mujer cierra los ojos al final del fragmento de la historia?
A) Se duerme plácidamente.
B) Se encuentra cara a cara con el "Negro".
C) Se percata que tiene una somnolencia profunda.
D) Fallece producto de un golpe propinado por el "Negro".
E) Recuerda viejas imágenes sobre la presencia amenazante del "Negro".
25. ¿Por qué motivo la mujer desearía que el marido se encontrara despierto junto a ella?
A) Para que le ayudara a temperar la casa.
B) Para que le proporcionara compañía en su desvelo.
C) Para que reparara la gotera que se produjo en el techo.
D) Para que encendiera las luces que iluminan la sombría casa.
E) Para que fuera en busca del sujeto desconocido que los acecha.
26. ¿Cuál es la intención principal del ”Negro” cuando es detenido por la policía?
A) Consolar a la patrona.
B) Arrepentirse de los malos actos.
C) Intimidar y cobrar venganza a sus captores.
D) Escapar y rehuir la justicia desde muy lejos.
E) Disculparse públicamente ante sus captores.
A) Sólo II
B) Sólo I y II
C) Sólo I y III
D) Sólo II y III
E) I, II y III
TEXTO 8
29. ¿Quién es “la santa gaucha mía que me dejó” en el texto anterior?
A) La ex pareja.
B) Una amiga.
C) Una amante.
D) Una desconocida.
E) La madre.
30. En el texto anterior, ¿cuál es la tesis que defiende el emisor frente a su amada?
A) Ella lo abandonó.
B) Él nunca le fue infiel.
C) La infidelidad se paga con angustia.
D) La ausencia del amor provoca soledad.
E) Ella nunca lo amó como su madre.