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Universidad Leonardo Da Vinci

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

TEMA:

GASTRITIS

MATERIA:

CLÍNICA MEDICA

PROFESORA:

LETICIA PAREDES

ALUMNA:

SONIA MABEL LEDESMA

Luque – Paraguay
2019
Introducción
Con el término de "Gastritis" se designa una serie de alteraciones, de tipo
inflamatorio-digestivo, de la mucosa del estómago. Otros autores utilizan el
nombre para designar algunas enf ermedades vagas que curan espontáneamente
y que se caracterizan por náuseas, anorexia, molestias epigástricas con o sin
vómito y algunos síntomas sistémicos. La gastritis es etiológicamente
multifactorial, observándose que en un solo paciente pueden intervenir múltiples
factores tanto exógenos como endógenos, Se han hecho numerosas
clasificaciones de las gastritis. La más práctica las clasifica en dos grandes tipos:
gastritis agudas y gastritis crónicas. Gastritis agudas: Pueden ser exógenas o
endógenas. Las gastritis agudas exógenas o gastritis irritativas son producidas por
cualquier clase de irritante químico, térmico, mecánico o bacteriano que pueda ser
ingerido por la boca. Las más frecuentes son los alimentos y bebidas
extremadamente calientes o fríos, los picantes, las salsas, las especias tipo
mostaza, así como los medicamentos a base de salicilatos, cloruros, yoduros y
bromuros. Como casos especiales, debemos recordar la gastritis corrosiva, por
ingestión de sustancias cáusticas, así como las gastritis alérgicas, de origen
alimentario, bacteriano o químico, provocadas por hipersensibilidad de la mucosa
a estas sustancias. Gastritis crónicas: Antes se creía que cuando las causas
irritativas persistían durante largo tiempo, la gastritis aguda se transformaba en
gastritis crónica. Esto está en desacuerdo con la observación clínica que
demuestra que muchos casos de gastritis crónicas no presentaron antecedentes
irritativos que la expliquen. Actualmente está gozando de gran aceptación la
hipótesis de un mecanismo inmunológico. En la práctica clínica, se utiliza el
término de gastritis tanto para las gastritis propiamente dichas como para las
gastropatías, por tener manifestaciones clínicas y hallazgos endoscópicos muy
parecidos.
Gastritis

¿Qué es?

La gastritis es la inflamación de la mucosa que recubre las paredes del estómago.


El revestimiento del estómago contiene células que segregan enzimas y ácido que
ayudan en la digestión y que cuando se inflama ocasiona molestias.

Causas

 Las causas que pueden provocar la inflamación del revestimiento del


estómago son:
 Algunos fármacos, como ácido acetilsalicílico, naproxeno o ibuprofeno.
 Infección del estómago con la bacteria Helicobacter pylori.
 Abuso de alcohol o ingesta de sustancias corrosivas, como algún tipo de
veneno.
 Ingesta de alimentos picantes.
 Consumo de cocaína.
 Fumar.
 Reflujo de bilis hacia el estómago o reflujo biliar.
 Trastornos autoinmunes.
 Infección viral, sobre todo en personas con déficits en el sistema
inmunológico.
 Estrés excesivo.

Otras causas menos comunes que pueden causar gastritis son el hecho de
haberse sometido a una cirugía mayor o sufrir alguna enfermedad gástrica que
pueda inflamar la mucosa del estómago.

Síntomas

Aunque en algunas ocasiones esta patología no presenta síntomas, las personas


que la sufren pueden experimentar las siguientes molestias:

 Dolor abdominal.
 Náuseas y vómitos.
 Acidez de estómago.
 Aerofagia.
 Ausencia de hambre o inapetencia, que en ocasiones puede producir
pérdida de peso.
 Heces de color negro y vómitos con sangre, en el caso de que la gastritis
cause sangrado en el revestimiento del estómago.

Prevención

La prevención de la gastritis pasa por evitar el uso de las sustancias que pueden
inflamar la mucosa del estómago. Evitar el uso prolongado de medicamentos
como el naproxeno, el ibuprofeno o el ácido acetilsalicílico, así como reducir o
suprimir la ingesta de alcohol y de comidas que puedan irritar el revestimiento
estomacal, evitará que se desarrolle una gastritis causada por este tipo de
agentes.

Tipos

La gastritis se puede clasificar según la duración de la patología y según sus


síntomas y consecuencias. Según la duración, la gastritis puede ser:

 Gastritis aguda: Una gastritis es aguda cuando dura algunos días y


desaparece cuando lo hace el agente causante. La gastritis aguda suele
estar causada por el consumo prolongado de algunos fármacos, como el
ibuprofeno, la ingesta excesiva de alcohol o el estrés.
 Gastritis crónica: Se produce cuando la enfermedad dura meses o incluso
años. La principal causa de la gastritis crónica es la infección por la bacteria
Helicobacter pylori. También puede deberse a una alcalinización del pH del
estómago que se origina por el reflujo biliar.

Según la sintomatología y las consecuencias que pueda acarrear, la gastritis


también se puede clasificar en:

 Gastritis erosiva: Se produce cuando se origina una ulceración en la


mucosa del estómago, debido a la debilidad de las mucosas que las
protegen, que dejan pasar los ácidos. Tiene una gran relación con el abuso
de tabaco y alcohol. Las erosiones pueden llegar a producir sangrado.
 Gastritis atrófica: En este caso la capa protectora del estómago resulta
afectada, incrementando el riesgo de sufrir cáncer de estómago. La causa
más común de afectación de esta capa es la presencia de la bacteria
Helicobacter pylori. La gastritis atrófica presenta otro tipo de síntomas,
además de los comunes, como anemia, déficit de alguna vitamina o mala
absorción de los nutrientes durante la digestión.

Diagnóstico

La gravedad de la enfermedad y su duración dependen del agente causante, por


lo que en la mayoría de las ocasiones la gastritis se cura cuando desaparece la
sustancia, enfermedad o afección que la provoca. Las principales complicaciones
que se pueden presentar son el sangrado y el aumento del riesgo de sufrir cáncer
de estómago. En ocasiones, si la mucosa que recubre el estómago permanece
demasiado tiempo alterada, los ácidos pueden llegar a causar úlceras.

Entre las pruebas y exámenes que se pueden realizar para detectar una gastritis
está el análisis de sangre, con el objetivo de analizar el nivel de glóbulos rojos y
detectar una posible anemia que puede derivar en un debilitamiento del
revestimiento del estómago; una gastroscopia para comprobar el interior del
estómago y el estado de las mucosas; un análisis de heces para verificar si hay
sangrado, que puede ser un signo de hemorragia digestiva causada por gastritis
y también para detectar la presencia de la bacteria Helicobacter pylori.

Tratamientos

La sustancia o afección que causa la inflamación de la mucosa del estómago será


el factor del que dependa el tratamiento. Aunque lo normal es que la gastritis se
cure cuando desaparezca el agente causante, en ocasiones, dependiendo de la
incidencia de los síntomas y de la gravedad de la enfermedad, se utilizan algunos
medicamentos, como antiácidos e inhibidores de la bomba de protones, que
reducen la cantidad de ácido gástrico producido por las glándulas que cubren las
paredes del estómago, como omeprazol, pantoprazol o esomeprazol, entre otros.
En la mayoría de los casos el tratamiento con fármacos sólo es necesario cuando
hay infección bacteriana.
Anexos
Conclusión

En conclusión, a pesar que la dispepsia funcional es un problema clínico de


considerable magnitud para el sistema de salud, su etiopatogenia es aún poco
clara y heterogénea. Es importante recordar que muchos pacientes con dispepsia
funcional no precisan tratamiento farmacológico alguno. Lo que necesitan es que
se excluya la existencia de enfermedades orgánicas graves y se los tranquilice.
Aquí, el apoyo psicológico por parte del médico es fundamental. Dedicar un cierto
tiempo a explicar el origen de las molestias y el buen pronóstico de la enfermedad
es una inversión para el paciente y para el médico que se verá recompensada.

Por este motivo, es improbable que un único tratamiento beneficie a todos los
pacientes. La dieta y las recomendaciones generales pueden ser, en algunos
casos, suficientes para obtener buenos resultados. Si esto no resulta, desde un
punto de vista práctico, puede seguirse la siguiente estrategia: en casos de
dispepsia funcional tipo síndrome de dolor epigástrico, o síntomas asociados de
reflujo gastroesofágico, puede iniciarse un tratamiento con inhibidores de la
secreción ácida gástrica.

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