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CAP10.

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Patología venosa en el trabajo

FRANCISCO S. LOZANO SÁNCHEZ


IGNACIO ALBERCA SILVA

Introducción Clasificación de las flebopatías y


terminología
Una etapa fundamental del desarrollo de la especie
humana fue el paso de caminar sobre los cuatro miem- Las venas son los vasos destinados a llevar la sangre
bros a la posición erecta. Esto, que en sí es una con- desde los capilares al corazón. Su afectación patoló-
quista con innumerables ventajas, ha supuesto la apa- gica se denomina de forma global como flebopatía.
rición de diversas afecciones, entre ellas la insuficien-
cia venosa de los miembros inferiores. En la actualidad, Las flebopatías, cuando surgen en las extremidades, se
la existencia de una mayor longevidad y los modos de clasifican en tres grandes grupos:
vida (p. ej.: sedentarismo) de la población occidental,
promueven un continuo incremento de las llamadas ◆ Situaciones que originan insuficiencia venosa (por
flebopatías. afectación valvular). Según el sistema venoso afec-
tado se dividen en:
Entre estas patologías, unas son muy prevalentes (in-
suficiencia venosa) y otras, aunque con menor inci- – Sistema venoso superficial: varices o venas vari-
dencia, son potencialmente muy graves (trombosis cosas (Ver Imagen 1).
venosa profunda, a través de una posible embolia pul- – Sistema venoso profundo: síndrome postrom-
monar mortal). Todas ellas ocupan gran parte del que- bótico (SPT) o postflebítico (Ver Imagen 2).
hacer de muchos médicos generales y especialistas y,
de hecho, la insuficiencia venosa crónica de los miem- Varices y SPT, por separado o conjuntamente, cuan-
bros inferiores, en sus diferentes variedades, consti- do se cronifican (lo cual es habitual) forman parte
tuye la afección más frecuente de las tratadas por el del síndrome de insuficiencia venosa crónica (IVC).
angiólogo y el cirujano vascular. Este término es definido por la Unión Internacio-

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nal de Angiología como “los cambios producidos en


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las extremidades inferiores como resultado de un es-


tasis vénulo-capilar prolongado secundario a hiper-
tensión venosa” (Ver Imagen 3).

◆ Situaciones que originan obstrucciones venosas.


Inicialmente se dividen en:

– No trombóticas (infrecuentes). Destacan las com-


presiones extrínsecas por tumores, hematomas,
etc.
– Trombóticas (frecuentes), denominadas trom-
boflebitis en su conjunto. Según afecten a uno u
otro sistema, se subdividen en:
• Sistema superficial: tromboflebitis superficial
(TS), trombosis venosa superficial o flebitis (si
afecta a una vena previamente varicosa se de-
nomina varicoflebitis, tromboflebitis varico-
Imagen 1. Varices o venas varicosas sa o trombosis varicosa).
• Sistema profundo: trombosis venosa profun-
da (TVP), tromboflebitis profunda o enfer-
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medad tromboembólica venosa (ETEV). Este


último término hace alusión a la asociación de
TVP con su más grave complicación, la em-
bolia pulmonar (EP).

Términos antiguos, tales como flebotrombosis o


simplemente tromboflebitis (sin apellido), se de-
ben desechar para evitar errores terminológicos.

◆ Patología venosa diversa: traumatismos venosos,


malformaciones venosas, etc.

Por otro lado, es preciso resaltar la posible y más que


probable interrelación entre las diferentes patologías
venosas.

Características de las enfermedades


venosas

◆ Elevada frecuencia (incidencia y prevalencia).


◆ Relevante mortalidad, a través de la embolia pul-
monar.
Imagen 2. Trombosis venosa profunda ◆ Sufrimiento (altera la calidad de vida).

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bo en las diferentes investigaciones realizadas al res-


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pecto.

En este capítulo, el tratamiento del tema se centrará


en tres aspectos: la frecuencia, los factores de riesgo
y la historia natural de las enfermedades venosas que
afectan a las extremidades inferiores.

Frecuencia

Según el Departamento de Salud de los EEUU, las fle-


bopatías ocupan la séptima posición entre las enfer-
medades más frecuentes.

Las varices son una de las enfermedades más comu-


nes del ser humano adulto de ambos sexos. Su inci-
dencia se desconoce, pero su prevalencia es muy al-
ta. Varía según ciertas circunstancias y, así, mien-
tras que afectan a entre el 40% y el 50% de la
población adulta si se contemplan las varices de to-
do tipo, estas cifras disminuyen a entre el 10% y el
Imagen 3. Insuficiencia venosa crónica 20% en el caso de varices significativas, a entre el 5%
y el 7% cuando son varices graves, con insuficien-
cia venosa crónica, y a entre el 1% y el 2% si se tra-
◆ Invalidez e incapacidad (bajas laborales). ta de úlceras venosas. En España se estiman en una
◆ Alto costo socioeconómico. cifra de 250.000 las personas que portan úlceras ve-
nosas y en alrededor de 2.500.000 las que padecen
varices. Afortunadamente, las varices se asocian a una
escasa mortalidad.
Aspectos epidemiológicos
El segundo gran capítulo de las flebopatías es la en-
La magnitud y la repercusión de las patologías veno- fermedad tromboembólica venosa (ETEV o trom-
sas son muy elevadas. De hecho, las flebopatías en su bosis venosa profunda, con o sin embolia pulmonar).
conjunto constituyen, por su frecuencia y sus reper- La incidencia anual de la TVP es de 160 casos/100.000
cusiones, uno de los paradigmas más relevantes en habitantes y su prevalencia en la población adulta se
el conjunto de los problemas de salud. En este senti- sitúa entre el 2% y el 5%. Otros datos de interés en
do, diversos estudios epidemiológicos y su análisis relación con las TVP son: entre el 10% y el 15% cur-
de conjunto (Task Force, 1999) aportan numerosa in- san con EP (en algunas estadísticas, hasta un tercio
formación al respecto y resaltan las consecuencias clí- pueden ser mortales); en el 10% de los casos subyace
nicas y socioeconómicas de estas patologías. un proceso neoplásico (en ocasiones oculto) y, final-
mente, otro importante porcentaje presentará un sín-
No obstante, los datos disponibles presentan una gran drome postrombótico (SPT). Por otro lado, es obli-
variabilidad. Ello se debe a una diferente selección gado mencionar que la incidencia de la ETEV en pa-
de la muestra a estudiar, la técnica de examen em- cientes hospitalizados es muy elevada, sobre todo en
pleada y la interpretación de los hallazgos llevada a ca- ciertos servicios quirúrgicos (p. ej.: traumatología y

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cirugía ortopédica), en los que, sin profilaxis, se pue- La insuficiencia venosa es una enfermedad evoluti-
den alcanzar cifras alarmantes (50% de los operados). va. Un paciente de cada dos que presente sensación de
pesadez en las piernas y que no reciba un adecuado
El SPT puede estar presente en entre el 3% y el 5% tratamiento, a los diez años siguientes consultará a
de la población adulta y un 25% de estos casos sufri- su médico por varices desarrolladas. Las varices si-
rá distintos grados de incapacidad. Entre el 0,2% y el guen, por lo general, un curso crónico y benigno. Sue-
1% de la población presenta ulceración en la región len empeorar con ciertas circunstancias (p. ej.: em-
de los tobillos. barazo) y pueden presentar diversas complicaciones:
varicoflebitis, varicorragia y alteraciones tróficas (has-
ta llegar a la ulceración de la piel) propias de la IVC
Factores de riesgo (Ver Imágenes 4, 5A y 5B).

El conocimiento de los distintos factores de riesgo


de padecer una determinada enfermedad permite to-

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mar medidas preventivas para evitarla.

La etiología de las varices esenciales es desconocida.


Los estudios epidemiológicos han involucrado nu-
merosos factores en su génesis; algunos están acep-
tados (edad, herencia, embarazo, etc.) y otros, por el
contrario, no están plenamente constatados (profe-
sión, obesidad, anovulatorios, etc.). Dicho esto, mien-
tras que en la población activa la prevalencia de va-
rices es del 6,3%, dicha cifra asciende al 29,2% en las Imagen 4. Varicorragia
personas con vida sedentaria y alcanza cifras de has-
ta el 64,5% en las que trabajan de pie.
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Existe una larga lista de factores congénitos (altera-


ciones de la coagulación -trombofilias congénitas-)
y adquiridos (p. ej.: cirugía y su postoperatorio, neo-
plasias, etc.), favorecedores de la ETEV. Todos ellos es-
tán implicados en algún criterio de la conocida tria-
da de Virchow: alteración de la pared, estasis sanguí-
nea e hipercoagulabilidad.

Historia natural
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Aunque las enfermedades venosas pueden poner en


peligro la vida de forma aguda (EP, varicorragia no
controlada), generalmente son problemas crónicos.
El médico y el paciente deben ser conscientes de esta
circunstancia, pues conocer la historia natural de la
enfermedad permite en ocasiones alterarla de forma
satisfactoria (con el tratamiento y la prevención se-
cundaria). Imágenes 5A y 5B. Varicoflebitis

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La complicación más temida de las trombosis veno-

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sas profundas es la embolia pulmonar, en ocasiones
mortal (Ver Imágenes 6A, 6B y 6C); otra grave com-
plicación, pero menos frecuente, es la gangrena ve-
nosa. Las TVP diagnosticadas y tratadas correctamente
presentan un 5% de EP, con una mortalidad del 6%.
Estas cifras ascienden a 25% (embolismos) y 35%
(mortalidad) en los casos que no reciben un adecua-
do tratamiento. Por otro lado, la historia natural de
los pacientes con EP no tratada incluye un 60% de re-
currencia, con un 35% de mortalidad. Cuando los pa-
cientes con embolia pulmonar reciben un adecuado
tratamiento disminuye tanto la recurrencia (20%) co-
mo la mortalidad (5%). Por último, de los pacientes
que superan esta complicación, un pequeño grupo
desarrollará EP de repetición y más tarde hiperten-
sión pulmonar con cor pulmonale.

Después de una TVP, incluso correctamente tratada,


muchos pacientes desarrollarán con el tiempo un sín-
drome postrombótico. Su historia natural (de entre
5 a 10 años) conducirá al desarrollo de una insufi-
ciencia venosa crónica, con aparición de trastornos
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Imágenes 6A, 6B y 6C. Embolia pulmonar

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tróficos, entre los que se incluye la ulceración cutánea

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(20% de los casos). Dicho porcentaje continuará au-
mentando con los años (Ver Imágenes 7A, 7B y 7C).

Como ya se expuso, la evolución natural de una en-


fermedad venosa puede alterarse con el adecuado tra-
tamiento y la profilaxis secundaria.

Repercusiones clínicas, humanas y


socioeconómicas

La patología venosa, unas veces por su gravedad y otras


por su cronicidad, ocasiona problemas de diversa ín-
dole:

◆ Mortalidad: la EP es la patología pulmonar mor-


tal más frecuente. En España, alrededor de 30.000
personas fallecen anualmente por EP, con una in-
cidencia estimada de esta afección como causa de
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muerte de entre 1 y 1,5 por cada 10.000 casos. El


10% de la mortalidad hospitalaria es a causa de una
embolia pulmonar.
◆ Morbilidad: complicaciones agudas (EP no mor-
tales) o crónicas (IVC, cor pulmonale).
◆ Cronicidad: tratamientos prolongados, frecuente-
mente de forma ambulatoria, pero también a tra-
vés de ingresos hospitalarios. Estas intervenciones
ocupan gran parte del quehacer de los cirujanos
vasculares y de otros especialistas, incluidos los mé-
dicos de asistencia primaria. Según Nicolaides et
al (2000), aunque el 50% de las úlceras venosas ci-
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catrizan en cuatro meses, el 20% permanecen abier-


tas a los dos años, lo mismo que el 8% a los cinco
años y, sobre todo, existe una recurrencia anual de
entre el 6% y el 15%.
◆ Ingresos hospitalarios.
◆ Alta demanda asistencial, con creación de largas lis-
tas de espera para la cirugía de varices. En Fran-
cia, cada año se realizan más de 70.000 stripping por
varices.
◆ Sufrimientos: la IVC, máxime en sus estadios más
avanzados, disminuye la calidad de vida (Loza-
no et al, 2001). Este hecho se cuantifica a través
de cuatro dimensiones: el dolor, la actividad fí- Imágenes 7A, 7B y 7C. Úlcera venosa

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sica, el rol social y la situación psicológica del Pero para valorar el consumo de recursos de una
paciente. Según el estudio Detect-IVC (Gesto, enfermedad se han de tener en cuenta tres tipos de
2001) el 48,3% de los pacientes con insuficien- costes:
cia venosa presentan un deterioro de la calidad de
vida. ◆ Directos o relacionados con los gastos sanitarios,
◆ Alteraciones estéticas (varices, pigmentaciones de tanto ambulatorios como hospitalarios.
la piel, etc.). ◆ Indirectos o sociales, relacionados con una menor
◆ Problemas sociales y laborales: muertes prema- productividad laboral, el pago de seguros, las ju-
turas, pérdida de productividad por absentismo bilaciones precoces, etc.
laboral, bajas en el trabajo, invalidez, jubilaciones ◆ Intangibles o familiares (p. ej.: los desplaza-
precoces, etc., a consecuencia de la enfermedad. mientos). Estos últimos son los más difíciles de
Según la agencia Berliner Krankenkase (1971), la precisar.
patología venosa supone el 2,5% del total de bajas
laborales en Alemania, con una media de 45 días Según la Task Force (1999), el coste directo fundamental
cada una de ellas, cifra superior a la que presentan de la IVC es la medicación, por encima incluso de la
otras patologías con una media de 31 días de ba- hospitalización (con la excepción de Inglaterra). El cos-
ja laboral. Conjuntamente, un 12,5% de los pa- te farmacéutico en Francia (en 1989) se situó entre
cientes con úlceras venosas solicitan en Alemania los 2,8 y los 6 billones de francos franceses. No obs-
la incapacidad laboral (1992). En EEUU (1994) tante, el coste hospitalario también es elevado, como
la patología venosa ocasiona seis millones de jor- demuestran unos datos de Suiza, ya que en este país de
nadas laborales perdidas. Aunque los datos apor- sólo 6 millones de habitantes se gastaron 50 millones
tados son antiguos, al no existir otros disponibles, de francos suizos por este concepto. Conjuntamente,
son presentados porque las cifras, ya entonces, esta serie suiza informa también de que por cada pa-
eran muy significativas. ciente ingresado por patología venosa existen cuatro
en tratamiento exclusivo ambulatorio.
El Brazilian Security System (1991) informa de có-
mo las enfermedades venosas ocupan el puesto 14 Respecto a los costes indirectos, disponemos de al-
entre las patologías que inducen absentismo labo- gunos datos. En Holanda (1970), las úlceras venosas
ral y el 32 entre las que provocan una solicitud de supusieron un coste de 15 millones de florines, a con-
invalidez laboral y una pensión. En Alemania, dos secuencia de un millón de jornadas perdidas por
tercios de los pacientes con SPT presenta una res- 20.000 pacientes. Cifras más recientes las aportan Ni-
tricción laboral, un 30% recibe una pensión y un colaides et al (2000).
24% ha precisado cambiar de puesto de trabajo.
En este amplio abanico, las cifras tienen en común que
a mayor gravedad, mayor coste económico, como lo
demuestra la Task Force (1999) (Ver Tabla 1).
Coste económico de las flebopatías

El coste económico de las enfermedades venosas es fá-


Prevención y rehabilitación de las
cilmente reconocible pero difícilmente evaluable. Se-
gún Laing et al (1992), la factura global de las pato- flebopatías
logías venosas supone entre el 1,5% y el 2% del pre-
supuesto sanitario nacional de países como Inglaterra, La epidemiología es la ciencia que estudia los fenó-
Francia, Alemania, Italia y España. Concretamente, menos de masa de una determinada enfermedad; en
para España se daba una cifra de 175 millones de dó- este caso, de las flebopatías y, más concretamente, de
lares. la insuficiencia venosa crónica. Investiga la distribu-

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TABLA 1 ◆ Coste de la insuficiencia venosa crónica

Tipo de paciente Dólares estadounidenses/año

Con molestias 120

Con telangiectasias 200

Con varices 100-1.500

Con úlceras 600-2.000

Coste medio 300

Fuente: Task Force, 1999 Imagen 8. Insuficiencia venosa crónica

ción de la enfermedad, sus causas y su problemática, La cirugía precoz de las varices y la escleroterapia son
todo ello con una finalidad: la prevención o, al menos, métodos apropiados para tratar y prevenir la progre-
el diagnóstico precoz. sión de la enfermedad varicosa.

La prevención puede ser primaria o secundaria. La


prevención primaria va dirigida a toda la población Trombosis venosa profunda
(centrada, fundamentalmente, en aquélla de mayor
riesgo) y tiene por objetivo evitar la aparición de la La prevención primaria es posible y muy efectiva
enfermedad y sus consecuencias. en algunos grupos (cirugía, parto y puerperio, etc.).
Se basa en la predicción (valoración del riesgo) y la
Cuando se ha padecido una enfermedad venosa, tam- ulterior elección del método profiláctico más ade-
bién existe una prevención secundaria cuyo objeti- cuado.
vo es evitar el agravamiento de las manifestaciones
clínicas (prevención de la ulceración) o la recurren- Existen diversos métodos de predicción (tablas de pun-
cia de la enfermedad (p. ej.: nuevas ulceraciones, tuación, fórmulas matemáticas, etc.) que reconocen
retrombosis). (o dividen) el riesgo en cuatro categorías: bajo, me-
dio, alto y muy alto. En los tres últimos grados es obli-
gado, mientras persistan los factores de riesgo, aplicar
Insuficiencia venosa crónica un método profiláctico activo.

Existe un largo listado de sencillos consejos que son Los métodos profilácticos se dividen en dos grupos:
de gran utilidad en la profilaxis primaria de las vari- físicos (deambulación, ejercicios, medias elásticas,
ces. La profilaxis primaria del síndrome postflebítico compresión neumática intermitente, etc.) y químicos
recaería en la prevención de la TVP o en su tratamiento (fármacos). De cada grupo se destaca el más efectivo
precoz (p. ej.: prevenir la destrucción de las válvulas y utilizado.
con fibrinolíticos) (Ver Imagen 8).
◆ Compresión neumática intermitente. Es un apa-
En las varices, pero de forma mucho más importan- rato compresor que distribuye aire bajo presión con-
te en los síndromes postflebíticos, un soporte elásti- trolada y a un ritmo variable a varios comparti-
co apropiado (medias de compresión elástica), al dis- mentos, que juntos forman un manguito o bota.
minuir las presiones venosas, previene o al menos Aplicado en la pierna, el inflado y desinflado de
retrasa la aparición de ulceración. los diferentes compartimentos facilita el retorno ve-

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noso. Son útiles en pacientes encamados (y duran- tas veces sea necesario si está sucio (cura de las úl-
te el acto operatorio). ceras) o aflojado.
◆ Heparina de bajo peso molecular (HBPM). Este fár- ◆ Medias elásticas de compresión decreciente. Con
maco antitrombótico ha desplazado el método de igual finalidad que las vendas, pero obvian sus in-
heparinización profiláctica (heparina cálcica sub- convenientes (aplicación por expertos, cambios re-
cutánea a baja dosis). Otros fármacos han sido des- petidos, etc.). Según la indicación clínica, es impor-
echados (p. ej.: aspirina) o están en estudio (p. ej.: tante seleccionar las más adecuadas en longitud, ta-
pentasacárido). lla y, sobre todo, grado de compresión. Estas medias
también tienen contraindicaciones en su empleo.
En pacientes de muy alto riesgo y, sobre todo, cuan- ◆ Masajes. Realizados en el sentido de la corriente ve-
do está contraindicada la administración de HBPM, nosa (centrípetos), facilitan el drenaje venoso y
es posible la interrupción temporal o definitiva de la sus linfáticos satélites, por lo que son de utilidad en
cava, como prevención de embolismos pulmonares ciertos edemas crónicos. Contraindicados en los ca-
mortales. sos agudos de TVP (expresión del trombo). La pre-
soterapia (aparataje de drenaje) está más indicada
La prevención secundaria (de retrombosis y nuevas en los casos de edema con importante componen-
EP), en general, se logra mediante la administración te linfático.
de anticoagulantes orales durante el tiempo que se
prevea necesario, que depende de varias circunstan- Cinesiterapia activa
cias (existencia de EP, TVP previas, existencia de fac-
tores de riesgo permanentes, etc.). Son beneficiosas las contracciones isométricas de las
piernas, los ejercicios respiratorios (la inspiración
favorece el retorno venoso), los ejercicios resistidos,
Rehabilitación: insuficiencia venosa crónica los pedaleos y la marcha. Existen tablas de ejercicios
gimnásticos antiestasis.
En procesos invalidantes y crónicos se pueden emplear
tratamientos físicos, que también se emplean en la pro- Hidroterapia
filaxis y el tratamiento de las flebopatías, pero con
diferente finalidad. Tiene efectos antiálgicos y antiinflamatorios y mejo-
ra el trofismo, el tono vascular y, en general, la diná-
Técnicas pasivas mica venosa. Entre sus distintas técnicas se encuen-
tran los baños en piscina, los baños de contraste (ca-
◆ Tratamiento postural. Disminuye el edema al fa- liente-frío) y los hidromasajes (efecto mecánico del
vorecer el retorno venoso de forma pasiva (grave- chorro de agua). Las aguas termales (o crenoterapia),
dad). Se suele aprovechar el reposo nocturno y se los baños marinos y los paseos por el borde del agua
consigue elevando los pies de la cama entre 10 y en la playa son así mismo recomendables. Por el con-
15 cm. También se aconseja durante el día en si- trario, el sol (y el calor) están contraindicados.
tuaciones severas.
◆ Vendajes compresivos. Medio de contención pa-
ra reforzar la acción muscular y como soporte de
Perspectivas de futuro
la pared venosa. Muy útiles cuando se emplean
de forma correcta y, de no ser así, pueden volver-
se contraproducentes o, cuando menos, inefica- En el año 2004, la Sociedad Española de Angiología
ces. Es preciso elegir cuidadosamente el tipo de y Cirugía Vascular, junto con el Capítulo Español de
venda (elasticidad y dimensiones) y conocer la téc- Flebología, realizaron una macroencuesta (mediante
nica correcta de vendaje. Deberá cambiarse cuan- estudio Delphi) para conocer los diferentes escenarios

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de la IVC en España en el horizonte del año 2010. ◆ Escenario político-sanitario: seguirán creciendo
Los resultados fueron concluyentes: tanto los costes directos como los indirectos y se po-
tenciarán tanto las políticas preventivas como las
◆ Escenario epidemiológico: aumentará la prevalen- campañas contra los factores de riesgo y el fomen-
cia de la enfermedad y la población no diagnosti- to del cambio de estilo de vida del personal traba-
cada y afectada de IVC permanecerá estable. jador. ◆

Resumen
◆ Después de clasificar las distintas flebopatías y clarificar la terminología de las mismas, el capítulo se centra en el estudio de
la insuficiencia venosa crónica (IVC) y en la enfermedad tromboembólica venosa (ETEV). Mientras la IVC es una afección
muy frecuente y crónica, la ETEV es una patología aguda y más grave, aunque afortunadamente menos frecuente.
◆ Se presentan los aspectos epidemiológicos más representativos (la frecuencia, los factores de riesgo y la historia natural), así
como las repercusiones socioeconómicas, de las flebopatías en general y de la IVC en particular. Se finaliza presentando los
costes y la prevención y la rehabilitación de esta enfermedad.

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