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En primer lugar debemos tener presente que en la sentencia analizada se consideraron

diferentes aspectos, teniendo en consideración en primer lugar que el Ministerio Público presentó
acusación por el delito de robo con fuerza en las cosas en lugar habitado o destinado a la
habitación, en grado de frustrado, lo que se fundó en que el acusado habría ingresado al patio
interior de una vivienda, luego de saltar la reja del antejardín y escalar una muralla interna,
intentando sustraer especies que se encontraban en dicho lugar, momento en que fue detenido
por Carabineros.

Cabe destacar que no obstante el hecho anteriormente descrito, la Fiscalía modificó la


acusación recalificando los hechos como robo con fuerza en lugar no destinado a la habitación,
argumentando que el lugar de los hechos, el patio interior del domicilio afectado, no puede ser
considerado como morada, sino como sitio no destinado a la habitación.

Por lo tanto, en vista los antecedentes antes descrito, debo señalar que el tribunal
condeno al acusado en virtud de los antecedentes aportados por el Ministerio Público,
considerando que además de haber sido aceptados expresamente por el acusado no fueron
desvirtuados. Se consideraron los antecedentes penales del acusado, que no constituían
agravante, en la determinación de la pena. Donde en procedimiento abreviado, se condenó al
acusado a la pena de trescientos y un días de presidio menor en su grado mínimo y accesorias
legales, como autor del delito de robo con fuerza en las cosas en lugar no destinado a la
habitación.

COMENTARIO CRÍTICO

Considerando los hechos referidos, estos tipifican el delito de Robo en sitio no destinado a la
habitación, en grado de frustrado, previsto y sancionado en el artículo 443 en relación con el 432
del Código Penal, en los cuales le ha correspondido al acusado, participación en calidad de autor.

Además se debe considerar que la pena solicitada por el Señor Fiscal se ajusta a derecho, por
cuanto el artículo 51 del Código Penal señala que a los autores de crimen o simple delito frustrado,
se impondrá la pena inmediatamente inferior en grado a la señalada por la Ley para el crimen o
simple delito.

Se deduce que la doctrina en su mayoría, salvo Labatut, coinciden en que un lugar no habitado es
aquel en el que no moran personas al momento del robo.

En cuanto al segundo concepto de espacio utilizado en el art. 443 del Código Punitivo: Sitio no
estinado a la habitación, sí se requiere delimitar su alcance y realizar algunas consideraciones:
La Real Academia Española, define “sitio” como: “1) Espacio que es ocupado o puede serlo por
algo. 2) Lugar o terreno determinado que es a propósito para algo”. Como es posible observar,
estas definiciones no logran satisfacer la interpretación jurídica, ya que no permite esclarecer una

En resumen, para tal autor, sitio no destinado a la habitación debe ser entendido como aquel lugar
que no está siendo utilizado de morada y cuya finalidad, de acuerdo a su naturaleza, no es servir
de morada, pero que a la vez puede tratarse de espacios abiertos o no protegidos.

Matus, Politoff y Ramírez, señalan al respecto: “A diferencia de los casos anteriores, la sustracción
de la cosa no se comete dentro de un lugar determinado, sino sobre una extensión de terreno
carente de resguardos que impidan la entrada no autorizada. Esta no estará delimitada si se trata
de bienes nacionales de uso público y sí podría estarlo tratándose de sitio no destinado a la
habitación (como sucede típicamente en los predios rurales delimitados por cercos.
En primer lugar, cabe destacar que el legislador cambió la palabra “lugar”, usada en los artículos
antecesores y prefirió “sitio”. Por lo tanto, buscar una diferencia es importante y precisamente lo
que diferencia al “sitio” del “lugar” es que en el primero se trata más bien de recintos o espacios
abiertos o bien, recintos o espacios vagamente delimitados, pero que dicha delimitación no impide
la entrada no autorizada. En cambio, el lugar es claramente un espacio cerrado o bien
resguardado. Así Garrido Montt lo entendió y señaló al respecto: “la diferencia entre “sitio” y
“lugar no habitado” consiste en que estos últimos son recintos protegidos, con resguardos que
impiden su libre acceso, en tanto que el sitio carece de esa protección (no tiene cercos, muros,
techo), lo que se desprende, además, de la misma disposición que los consideró junto con las
calles, las plazas y los puentes.

Por tanto, el punto esencial que diferencia un lugar no habitado de un sitio no destinado a la
habitación y que es posible deducirlo de la misma

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