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Curso virtual: METODOLOGÍAS PARTICIPATIVAS PARA LA DINAMIZACIÓN DE


ACTORES SOCIALES EN GALÁPAGOS.
MAGAP- GALÁPAGOS 2016

UNIDAD 4: Análisis de actores sociales y sus relaciones. El sociograma

ELABORACIÓN:

- Marco Alvarado Torres

Contenido
Introducción ........................................................................................................................................................ 3
PRIMERA PARTE: ¿Qué es un sociograma? ......................................................................................................... 5
SEGUNDA PARTE: ¿Por qué analizar los actores y sus redes?............................................................................. 5
TERCERA PARTE: ¿Cómo se realiza un sociograma? ........................................................................................... 7
1) Identificación de actores. ........................................................................................................................ 7
2) Identificación de su nivel de poder y afinidad......................................................................................... 8
3) Identificación de relaciones..................................................................................................................... 9
4) Identificación de conjuntos de acción ................................................................................................... 10
5) Discusión de los resultados ................................................................................................................... 11
BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................................................................... 12

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Introducción

Unidad 3:
Unidad 1: Unidad 2:
Del extensionismo al diálogo Introducción a las Metodologías de análisis y
de saberes: metodologías participativas: diagnóstico: Herramientas
Problematización y Participativas de análisis de
Principios básicos y etapas
conceptualización. la historia y las
de la IAP
problemáticas

Unidad 4: Unidad 5:
El análisis de actores y redes Construcción participativa TRABAJO FINAL
de propuestas

En la unidad 1 vimos las diferencias que tiene el diálogo de saberes propuesto actualmente por el
modelo de desarrollo agroecológico, y el enfoque extensionista clásico impuesto desde una visión
capitalista desde mediados del siglo pasado. Discutimos sobre las intenciones éticas y políticas, y los
intereses económicos y sociales que están tras de cada una de estas dos grandes visiones sobre la
educación, capacitación y desarrollo de la agricultura.

En la unidad 2, se realizó una introducción a lo que es la IAP como metodología para aplicar el diálogo
de saberes la investigación y la acción locales, organizadas de forma secuencial y participativa,
considerando tanto al agricultor(a) como al técnico(a), como los principales actores a ser valorados
para generar innovación y organización territorial; situación que está contemplada en la Política 6 del
PBAG que señala que “la agroecología contempla el reconocimiento y la valoración de las experiencias
de los(as) productores(as) locales (…) El «diálogo de saberes» se vuelve entonces un objetivo fundamental
de la investigación agroecológica”.

La Unidad 3 estuvo orientada a llevar adelante parte de la primera etapa del proceso IAP: el
diagnóstico, mediante herramientas de análisis histórico y de análisis situacional, realizando ejercicios
de aplicación en el marco de los distintos procesos organizativos priorizados por cada isla.

En la presente unidad 4, continuaremos con el diagnóstico, utilizando una herramienta llamada


sociograma, que nos sirve para analizar el tejido social del proceso en el que intervenimos. A
continuación este documento se divide en tres partes dónde: 1) veremos que es el sociograma, 2) por
qué utilizarlo y, 3) cómo realizarlo. Este análisis es sumamente importante toda vez que es el tejido
social el que nos permite o impide hacer agroecología a nivel territorial. Ya que son las relaciones
entre los actores de un territorio (productores, consumidores, técnicos, otras instituciones,
organizaciones, etc.), las que condicionan la construcción de identidades y el desarrollo de los cambios
técnico-tecnológicos (PBAG, 2014, políticas 4 y 5).

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Con el resultado de esta unidad 4, más lo ya realizado en la unidad anterior, tendremos diagnóstico
de los procesos que trabajamos en las diferentes islas, con sus particularidades. Es muy importante
realizarlos con motivación y seriedad, ya que su calidad asegurará el éxito en la unidad 5 y en el
trabajo final.

Éxitos a todos y todas.

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PRIMERA PARTE: ¿Qué es un sociograma?
El sociograma, también llamado mapa social, es una potente herramienta que nos sirve para analizar
los actores involucrados en una situación social, pero sobre todo, para analizar las relaciones de poder
que estos establecen entre sí, ya que en última instancia estás relaciones son las que condicionan los
comportamientos de los actores frente una situación específica.

El conjunto de relaciones de poder que establecen los actores de una comunidad, es lo que se conoce
con el nombre de estructuras sociales. Estas estructuras son invisibles, nosotros vemos a las personas
concretas, pero no podemos ver cómo se relacionan entre sí, no es posible ver a simple vista cuáles
son sus vínculos afectivos o sus antagonismos, cómo unas explotan a otras o acaparan los recursos,
cómo las personas explotadas se resisten; solo un trabajo investigativo nos puede dar una ‘radiografía’
que muestre estas estructuras, que aunque son invisibles son las que limitan o permiten que las
personas actúen.

El sociograma es la herramienta de IAP que nos sirve para hacer esa ‘radiografía’ de una comunidad
de personas y visibilizar sus estructuras. Es un procedimiento gráfico que muestra las estructuras como
si fueran redes que unen a los actores que componen la comunidad. (Villasante, 2010). En pocas
palabras, el sociograma es básicamente un ejercicio de análisis estructural, que consiste en ‘dibujar’
la red de vínculos entre los integrantes de una comunidad de personas.

SEGUNDA PARTE: ¿Por qué analizar los actores y sus redes?


Este tipo de análisis es muy potente porque nos permite dar una mirada muy distinta a las realidades
que investigamos, nos permite ver y entender que los procesos sociales son el resultado de las
relaciones de poder que los actores establecen entre sí, y por lo tanto, el cambio social solo ocurre
cuando logramos cambiar estas relaciones en el sentido deseado, es decir, cuando reestructuramos.

Que entendamos esto es sumamente importante, con el análisis estructural veremos que las personas
y los territorios no cambian por decreto o mera voluntad, si no que cambian conforme van cambiando
sus relaciones. Por lo tanto, fomentar el cambio social, técnico o productivo, no consiste en intentar
cambiar a las personas, si no en reestructurar sus relaciones con otros actores y con el entorno. Para
explicar mejor esta afirmación, miremos el siguiente texto, tomado de Villasante (2010):

Por ejemplo, voy a poner el caso de la violencia doméstica. ¿Se trata de convencer al violento de
que es un salvaje? Si él lo sabe, si él llega al bar con los otros machotes, y está presumiendo de ser
violento, ¿De qué sirve que yo le acuse como violento si él está orgulloso de ser violento? ¿Sirve de
algo que yo le diga a la mujer maltratada: te están pegando, eres una víctima? Si ella ya sabe que
le están pegando, y acepta ese papel de víctima. ¿Cuál es el problema? El problema es que la red
de la mujer y la red del varón son las que están protegiendo esa situación, porque la mujer cuando
habla con su madre o con sus amigas, le dicen: si vieras lo que yo sufrí o sufro con tu padre, los
hombres son así… Ella ve normal ser víctima dentro de esa red, entonces no sirve de nada decirle:
usted es víctima, se refuerza incluso. Si en su red le dijeran que eso no se puede consentir, ahora
las mujeres somos de otra manera, hay otro tipo de hombres, etc. Es su red la que le puede
transformar la situación. Si el varón llega a presumir del mal trato al bar con los amigos, y los
varones le dijeran: oye no ves que estás medio loco, que vas a perder a tu mujer que es la única que
te aguanta... Es la red la que puede cambiar a ese varón, no es simplemente que él está mal o ella
que está mal, lo que está mal es la red donde se mueve ella, lo que está mal es la red donde se
mueve él. Nuestra investigación no es sobre él o ella, el objetivo de nuestra investigación tiene que

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ser, para poder transformar los vínculos que se han generado para que él llegue a ser así o para
que ella llega a ser así. Luego la transformación se centra en esa parte de cambiar los vínculos y las
redes. No es fácil, nadie está diciendo que sea fácil, pero hay que localizar por donde está el proceso
de transformación en base a ese análisis de redes y a esa transformación que es compleja
(Villasante, 2010: 116).

Trasladémonos al tema el desarrollo de la agricultura, e imaginemos otro caso: el de un territorio


donde los agricultores son reacios a reunirse para recibir capacitación, la organización no funciona e
incluso se niegan a involucrarse en una propuesta de comercialización que intenta implementar
nuestra institución con ellos, y cuando se les pregunta señalan que no les gusta reunirse y no quieren
compartir conocimientos con los demás agricultores. Nosotros sabemos que así es difícil avanzar,
pero: ¿por qué pasa eso?, ¿es culpa de los técnicos?, ¿de los productores?, ¿es qué el diálogo de
saberes no sirve?, ¿esto es un problema meramente tecnológico?

Si analizamos las redes de los productores es decir las relaciones entre ellos y con las instituciones,
probablemente nos encontremos con
una red donde existen conflictos
dirigenciales que representan a grupos
familiares que se disputan la influencia
de la comunidad, tal vez nos
encontremos con que varios de los
productores tienen deudas con un
intermediario poderoso que los ata a
este y les obliga a venderle su
producción y comprarle los insumos,
talvez la relación con las instituciones
tuvo un pasado traumático que les hace
desconfiar de organizarse1.

Entonces el sociograma como


radiografía de la comunidad, nos
muestra los vínculos que sostienen las realidades en las que intervenimos, y nos muestra cuáles son
las relaciones que tenemos que cambiar y las que tenemos que aprovechar para ir en la dirección
deseada. En esta historia hipotética, vemos que no sería suficiente con intentar convencer a los
productores que vayan a nuestras charlas, que se asocien o que comercialicen de la forma que
nosotros quisiéramos, sino que debemos abordar las relaciones que inciden de forma clave en su
comportamiento, que en este ejemplo son las relaciones de poder entre los grupos familiares y la
relación con el intermediario. Quizás mostrándole a cada grupo que toda la comunidad comparte un
problema común de un acceso subordinado al mercado, intente motivar a sus líderes(ezas) a llegar a
acuerdos mínimos con los otros dirigentes, para cambiar la relación con el mercado contrarrestando
la red del intermediario.

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Por ejemplo, en el sector de El Cascajo, vimos como una experiencia con un proyecto anterior, pese a que les abrió un
mercado, provocó que la comunidad rompa con los valores compartidos que tenía y sustentaban la organización, y estos
valores fueron reemplazados por el principio de competitividad individualista, lo que a su vez les creo desconfianza, y
terminó disolviendo la organización y los productores se disputan la producción y el mercado

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TERCERA PARTE: ¿Cómo se realiza un sociograma?
El sociograma se realiza mediante la siguiente secuencia de pasos, en los cuáles el rol del facilitador(a)
como generador del diálogo es vital para lograr una participación efectiva:

1. Identificación de los actores.


2. Identificación de su nivel de poder y afinidad.
3. Identificación de las relaciones.
4. Identificación de conjuntos de acción.
5. Discusión de los resultados.

1) Identificación de actores.
Este paso consiste en identificar los actores
institucionales, colectivos e individuales que
pueden estar involucrados en la situación.
Entregamos a los participantes tarjetas en blanco,
de forma triangular, rectangular y circular, y les
pedimos que escriban en ellas los actores según
las siguientes indicaciones:

 En las tarjetas triangulares se escriben los


actores que representan autoridad, por
ejemplo, ministerios, gobiernos locales,
Iglesia, etc.
 En las tarjetas rectangulares se
representan a los actores organizados o
personas jurídicas: asociaciones,
cooperativas, ONG, bancos, empresas,
etc. Si se quiere distinguir a las empresas
privadas de las organizaciones sociales y
solidarias, podemos representar a las
privadas con una tarjeta en rombo.
 En las tarjetas circulares representamos a
actores individuales o sectores de la
población no organizados: líderes,
sacerdotes, familias productoras,
mujeres, jóvenes, etc.
 En cada tarjeta se escribe un solo actor.
Imagen tomada de Alberich, 2008:147

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2) Identificación de su nivel de poder y afinidad.
El poder se entiende como el control de recursos económicos, políticos y/o simbólicos (dinero,
acceso a tierra, autoridad, fuerza, información, reconocimiento, etc.), y la habilidad de utilizar estos
recursos para influir en otros actores. El nivel de poder define la posición social de los actores
(Chevalier y Buckles, 2009).

En cambio, el grado de afinidad que los actores tienen frente a la situación estudiada, se explica por
lo que ganan o pierden si la situación cambia, es decir los intereses y/o valores que defienden
(FUNDAR Galápagos, 2005).

Este paso consiste en ubicar a los actores en un mapa cartesiano y ubicar en el él a los actores según
su nivel de poder y su grado de afinidad. Lo haremos de la siguiente manera:

 En un papelote trazamos el plano cartesiano.


 El eje vertical del plano servirá para estimar el nivel de poder, que podrá ser alto, medio o
bajo.
 El eje horizontal servirá para estimar el grado de afinidad de los actores, pudiendo ser afines
(alto interés en el cambio de situación), diferentes (interés medio/bajo en el cambio de
situación, podrían volverse afines si le hacemos ver que la situación le afecta, se les puede
atraer), ajenos (les da lo mismo la situación. ya que no ganan ni pierden), opuestos (contrarios,
ya que el cambio de la situación no les conviene y defienden el statu quo).
 Colocamos a los actores uno por uno dentro del plano, en el punto donde se intersecte su
nivel de poder y afinidad.

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3) Identificación de relaciones
Una vez que se han ubicado los actores en el plano, según sus niveles de poder y grado de afinidad.
El siguiente paso consiste en identificar el tipo de relaciones que estos mantienen entre sí, teniendo
en cuenta dos características:

 Su intensidad: Las relaciones pueden ser débiles o puntuales, normales o estables, y fuertes.
 Si son de colaboración o conflicto.

Así pues, este paso consiste en dibujar las relaciones entre pares de actores, de la siguiente forma:

 Si la relación entre dos actores es débil, se dibuja entre ellos una línea punteada.
 Si la relación entre dos actores es normal o estable, se traza entre ellos una línea normal
 Si la relación entre dos actores e es fuerte, se traza entre ellos una línea gruesa (o puede
trazarse una doble línea).
 Si estas relaciones son de conflicto, las líneas se pueden trazar en color rojo, o se les puede
dibujar con unas “x”.

TIPOS DE RELACIONES ENTRE ACTORES

Imagen tomada de Alberich, 2008:147

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4) Identificación de conjuntos de acción
Una vez habiendo identificado los tipos de actores, ubicado a estos en el plano según, y habiendo
dibujado sus relaciones, el trabajo se muestra más o menos como el siguiente ejemplo:

Imagen tomada de Villasante y Gutiérrez, 2006.

Entonces el siguiente paso consiste en identificar los conjuntos de acción, es decir los grupos de
actores que dada su cercanía entre sí dentro del mapa y por la intensidad de sus relaciones,
convergen y actúan en conjunto, como coaliciones. Tomando el ejemplo del gráfico anterior
veamos los conjuntos de acción en el sociograma:

Imagen tomada de Villasante y Gutiérrez, 2006.

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5) Discusión de los resultados
Este paso consiste en observar la ‘radiografía’ de la comunidad que se ha construido, y a partir de
ella, generar una reflexión colectiva, que puede ser en torno a:

 ¿Cuántos conjuntos de acción existen?, ¿qué características tienen?


 ¿Cuál es el conjunto de acción con el que trabajaremos más de cerca?, ¿cuáles son las
relaciones entre los actores que las componen?, ¿esas relaciones requieren
reestructuraciones?, ¿cómo y en qué sentido?
 ¿Cuáles son los conjuntos de acción ajenos diferentes u opuestos?, ¿cuáles son sus
relaciones con el conjunto de acción principal?, ¿cuáles son sus relaciones internas?.
 ¿Qué relaciones reestructurar?, ¿a qué actores atraer?, y en fin ¿cómo fortalecer el conjunto
de acción que nos interesa que crezca?

En otras palabras, una vez elaborado el sociograma, viene el proceso de interpretación colectiva,
de mirar cuáles son las relaciones y conjuntos de acción que juegan un rol clave, favorable o no,
y cuáles son las relaciones o conjuntos de acción que hay que crear o reconfigurar para orientar
el tejido social en el sentido deseado. Si el rol del facilitador es importante en todo el proceso, en
este lo es más, pues es aquí donde los actores involucrados en el análisis pueden crear estrategias
de acción. Esto es lo que se denomina gestión de redes.

Si hemos elaborado el sociograma orientado por los ejes y categorías estratégicas que nos parecen
más apropiados para el objeto y objetivos de nuestro trabajo (…) a partir de este esquema podemos
contemplar los vínculos, las posiciones, las subredes de los actores, sus sistemas de relaciones (…).
Para ello nos apoyamos en un principio general de la teoría de redes: “la estructura de las
relaciones sociales afecta al contexto de las relaciones que se pueden dar en la misma”; y en tres
dimensiones importantes: “1) el efecto de la posición en la red del actor en su conducta; 2) la
identificación de los subgrupos en la estructura de la red y 3) la naturaleza de las relaciones entre
los actores, ya sean éstos siempre individuales o colectivos” (Requena, 2003, en Villasante y
Gutiérrez, 2006: s/n).

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BIBLIOGRAFÍA
Chevalier, J., & Buckles, D. (2009). Guía para la investigación colaborativa y la movilización social. Plaza y
Valdés, SA de CV, México, DF.

Galápagos, F. U. N. D. A. R., & Erazo, C. Z. (2005). Entre el conflicto y la colaboración: El manejo


participativo en la Reserva Marina de Galápagos.

MAGAP (2014) Plan de Bioagricultura para Galápagos.

Nistal, T. A. (2008). IAP, redes y mapas sociales: desde la investigación a la intervención social. Portularia:
Revista de Trabajo Social, (8), 131-151.

Villasante, T. R. (2010). Redes sociales para la investigación participativa.Sociedad Hoy, (18), 109-129.

Villasante, T. R., & Martín Gutiérrez, P. (2006). Redes y conjuntos de acción: para aplicaciones estratégicas
en los tiempos de la complejidad social. Redes: revista hispana para el análisis de redes sociales, 11,
000-0.

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