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P?l 1
A B
Figura 29 -21. A. CT que demuestra ahsceso pélvico por enfermedad diverticular pcñorada. B. Drenaje postcrolatcral guiado con CT del absceso
ahclominal por una enfermedad diverticular perforada. (Ambo., imá¡:enes cortes/u de Charle., O. Finne. /JI. MD. Minne,,polis. MN.)
perforación. No obstante. esta estrategia es motivo de controversia simples pueden sugerir el diagnóstico. La enema de bario es ca.~i 1203
y nec.e sitará m ás estudios prospectivos antes de poder recomen- siempre diagnóstica. Las complicaciones de un di vertlculo gigante
darla en la mayor parte de las circunstancias. incluyen perforación. obstrucción y vólvulo . Se recomienda resecar
Aparecen slntomas obstructivos e n cerca del 67% de los e l colon afectado y el divertículo.
pacientes que desarrollan diverticulitis aguda. y hay obstrucción
completa en 10%. Los e n fermos con obstrucción incompleta Diverticulos del lado derecho
responde n al tratamiento con líquidos, aspir.ición nasogástrica y El ciego y el colon a.scendente rara vez se afectan por diverticulo-
e nemas con agua o Ga.~trografin de poco volumen. El alivio de la sis. Es todavía más raro un divertlculo solitario verdadero, que
obstrucción permite preparar la totalidad del intestino y realizar una contiene todas las capas de la pared del intestino y :se piensa que es
resección pmgramada. Cuando hay síntomas de obstrucción está de origen congénito. Los divenículos del lado derecho ocurren coo
contraindicada la preparación oral del intestino con gran volumen. mayor frecuenc.ia en pacientes más jóvenes que los divertículos
La obstrucció n que no responde en poco tiempo al tratamiento del lado izquierdo y son más comunes en persona.~ de ascendencia
médico exige una laparotomía. El procedimiento más seguro en asiática que en otras poblaciones. Casi todos los individuos con
estos casos es la resección del sigmoidc con colostomía terminal . divertículos del lado derecho carecen de síntoma.s. Sin e mbargo.
Sin embargo, pueden ser apropiadas colectomía y anastomosis alguna.s veces se observa diverticulitis. Como los enfermos son
primaria. con lavado colónico transope.r atorio o sin él (según sea jóvenes y presentan dolor en el cuadnmte inferior derecho. s uele
lu extensión de la carga fecal e n e l colon proximal) y derivación pensarse en apendicitis aguda y sólo cuando el paciente se encuen-
proximal si e[ sujeto se encuentra estable y el intestino proximal y tra en el quirófano se establece el diagnóstico de diverticulitis del
distal parece .s ano. lado derecho. En ca.'IOs de un divertículo grande aislado. con infla-
Casi 5% de los individuos con diverticulitis complicada mación mínima, puede practicarse una diverticulectomía, pero en
forma fístula.~ entre el colon y un órgano adyacente . Son m ás tales casos la operación de elecció n es una resección ileocecal. Es
comunes las fistulas co/ove.riC'llle.r, seguidas de las colomgi1wles infrecuente una hemorragia y debe tratarse de la misma forma q ue
y co/oe11téril-t1.r. Las fistulas cllforntáneas son una complicación la hemorragia de un divertlculo del lado izquierdo .
rara de la divcrticulitis. Dos pasos fundamentales de la valora-
ción de las fístulas son defi11ir la anatomía de it,J(.vtu/11 y excluir ADENOCARCINOMA Y PÓLIPOS
otrll.r dia11111'1stico.v. Son muy útiles la.~ enemas con medio de con-
traste o los estudios de intestino delgado. o ambos, para definir e l
Incidencia
trayecto de la fistula. El estudio de CT puede identificar abscesos o
El carcinoma colorrectal es la neoplasia maligna más común del
tumoraciones adjuntas. El diagnóstico diferencial incluye 11eopla-
tubo digestivo. Cada aho se diagnostican en Estados Unidos m:ís
.,ill llllllit111a, "1,jermt!llt1d de Cro/111 y f(.rt11/as i11d11ddas por riulia-
de 140 (X)() ca.~os nuevos y mueren más de SO 000 pacientes de esta
ció11. Si bien pueden sospecharse enfermedad de Crohn y lesión
enfermedad. lo que lo establece como el tercer cáncer m:ís letal en
por radiación con base en e l antecedente médico del paciente. se
ese país,"
necesita colonoscopia o sigmoidoscopia pum descartar una neo-
La incidencia es similar en varones y mujeres. y ha perma-
plusiu maligna . Además. en un paciente que recibió radioterapia
necido bastante constante en los últimos 20 años. Sin embargo,
debe considerarse que una fístula es una recurrcncia del cáncer en
la adopción gener.ilizada de los programas de detección nacional
tanto no se demuestre lo contrario. Una vez <1ue se dcline la ana-
actuales está disminuyendo cada vez más la incidencia de esta
tomía de la fístu la y se excluyen otros diagnósticos, el tratamiento
enfermedad frecuente y letal. Se cree que la detección oportuna y
quirúrgico debe incluir resección del segmento enfermo del colon
las mejoras en la atención médica y quirúrgica explican e l descenso
afectado con diverticu litis (por lo general con anas tomosis prima-
de la mortalidad del cáncer colorrectal observada en años recientes.
ria) y reparación simple del órgano dañado de manerJ secundaria.
La sospecha de carcinoma es indicación de resección en bloque
Epidemiologia (factores de riesgo)
más amplia. Es esencial identificar los factores de riesgo de cáncer colorrectal
para establecer progmmas de detección y vigilancia en poblaciones
Hemorragia
seleccionadas de forma apropiada.
u1 hemorr.igia de un divertículo se debe u erosión de la arterio la
peridiverticular. que puede precipitar hemorragia masiva. La hemo- Envejecimiento. El envejecimiento es e l factor de riesgo predo-
m1gia de tubo digestivo bajo más importante ocurre en pacientes minante del cáncer colorrectal. con un incremento constante de la
ancianos, en quienes son comunes diverticulosis y ungiodisplasia. incidencia de,-pués de los SO años. Más del 90% de los casos se
En consecuencia, puede ser dificil identificar la fuente exacta de la diagnostica en personas mayores de esta edad. É:ste es e l razona-
hemorragia; p or fortuna, en 80% de los cnfen nos se detiene de ma- miento para iniciar pruebas de detección e n pacientes asintomáticos
nera espontán ea. El tratamiento clínico debe dirigirse a reanimar al con riesgo promedio de cáncer colorrectal a panir de esta edad .
sujeto y local izar e l sitio hemorr:ígico. como se ha descrito par-.i una Sin embargo. dicha afectación puede presentarse en persona.~ de
hemorragia de tubo digestivo bajo. En ocasiones se identifica en la cualquier edad, de tal manera que cuando aparecen síntomas como
oolonoscopia un divertículo hemorr:ígico que a continuación puede el cambio no torio de las defecaciones, hemorragia rectal. melena.
tratarse con u na inyección de epinefrina o cauterio. En estos casos. la anemia inexplicable o pérdida de peso es indispensable una valo-
angiogruffa puede ser diagnóstica y tcmpéuticu. En los casos excep, raci6n amplia.
cionales en que persis te o recurre la hemormgia tliverticular tal vez se
necesite laparotomía y colectomía segmentarías. Factores de rie sgo hereditarios. Cerca del 80% de los cán-
ceres colorrectales ocurre en forma esporádica. en tanto que 20%
Divertículo gigante del colon se origina en sujetos con antecedente familiar conocido de cán-
Los diven(c¡¡/o.r coló11icos gigantrs son en c~trcmo raros. Casi cer colorrectal. Los adelantos del conocimiento de estos trastor-
todos aparecen en el lado anlimesenté rico del colon sigmoide. Los nos familiares suscitaron el interés en el diagnóstico temprano
pacientes pueden estar asintomáticos o presentar molestias abdomi- mediante pruebas genéticas. Debido a la.s consideraciones médicas.
nales vagas, como dolor, náusea o estreñimiento. La.s radiogmfías legales y éticas relacionadas con este tipo de estudios. a todos los
Vesícula biliar y sistema biliar
extrahepático
Thai H. Pham y John G. Hunter
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Puntos clave
1► Lu fisiología de la vesícula bi liar y del esíínter de Odcli está regu- 1riángulo de Calol y la identificación cuidadosa de las estruc-
lada por una interrelación compleja de honnonas y señales neuro- turas ana1ómicas, son clave parn evitar estas lesiooes. Una vez
nules, diseñadas para coordinar la liberac ión de bi lis con el que se diagnostica la lesión del colédoco. los mejores resulta-
consumo de alimento. Las disíuncioncs relacionadas con esta do~ se obtienen en grandes cenu-os de referencia con cirujanos
octiYidad se vinculan con el desarrollo de alteraciones vesiculares, experimentados en vías biliares.
descritas en este capítulo. 5 ► El principal factor de riesgo para enfermedad de la vesícula
2 ► En países occidentales. el tipo más frecuente de cálculos biliares biliar en países occidentales es la colcli1iasis. Las principales
son los de colesterol. La pa1ogenia de es1os cákulos se relaciona complicaciones incluyen colecistitis, coledocolitiasis. colangi-
con la supersaturación de bilis con colesterol y su precipitación tis y pancrcatitis biliar. Además, la colelitiasis 1icne una parti-
subsiguiente. cipación importante como el mayor factor de riesgo parJ el
3 ► Está demostrado que la colecistec1omfa laparoscópica es una desarrollo de cáncer vesicular.
ahemativa segura y efectiva a la colccis1ectomiía abiena y se ha 6 ► El carcinoma de la vesícula biliar y de la vía biliar casi siem-
convenido en el rratarnien10 de elección para la litiasis vesicular pre tiene mal pronóstico porque los pacientes suelen prcscn-
sintomática. El cooocimiento de la_~ diversas amomalías anatómi- 1arse en etapa.s avanzadas de la enfermedad: además. tienen
cas del conducto y la aneria císticos sirve parn guiar la dis«ción poca rcspucs1a a la qui miomapia y a la radia<:ión. La cirugin
de estas estructuras y evitar la lesión al colédoco durante la cole- ofrece la mejor opon unidad de supervivencia y logra una ade-
cis1ectomía. cuada s upervi\•encia a largo plazo en pacientes en etapas tem-
4 ► Aun,que las lesiones a la vía biliar soo infrecuentes. pueden ser pranas de la enfermedad.
devastadoras para los pacientes. La exposición adecuada del
a través del plexo celiaco. El nivel simpático preganglionar es T8 la vesícula biliar. los conductos biliares y el hígado. Las. ramas
y T9. Los impulsos del hígado, la vesícula biliar y los conductos vagales también tienen nemos que contienen péptidos. que inclu-
biliares pasan por medio de fibras simpáticas aferentes a través yen agentes como sustancia P, somatostatina. encefalinas y poli-
de los nervios esplácnicos y median el dolor del cólico biliar. La péptido intestinal vasoactivo (VIP). 2
rama hepática del nervio vago proporciona fibras colinérgicas a
Conductos biliares
Los conductos biliares extrahepáticos consisten en los conductos
hepáticos derecho e izquierdo, el conducto hepático común, el
conducto cístico y el colédoco. Este último penetra en la segunda
porción del duodeno a través de una estructura muscular, el esfínter
de Oddi.'
El conducto hepático izquierdo es más largo que el derecho
y posee mayor propensión a dilatarse como consecuencia de una
obstrucción distal. Los dos conductos se unen para formar un con-
ducto hepático común. cerca de su origen en el hígado . El cooducto
hepático común tiene 1 a 4 cm de longitud y un diámetro aproxi-
mado de 4 mm; está situado enfrente de la vena porta y a la derecha
de la arteria hepática En el conducto hepático común se inserta. en
ángulo agudo, el conducto cístico para formar el colédoco.
La longitud del conducto cístico es muy variable. Puede ser
corto o estar ausente y tener una unión fuerte coo el conducto hepá-
tico; o largo y yacer paralelo hacia atrás: o espiral. con el conducto
hepático principal antes de unirse a él. algunas veces en un punto tan
distnnte como el duodeno. Las variaciones del conducto cístico y su
punto de unión con el conducto hepático común son importantes en
términos quirúrgicos (fig. 32-2). El segmento del conducto cístico
adyacente al cuello de la vesícula biliar incluye un número v:ariable
de pliegues mucosos llamados vál\'u/as espirales de Heisru. No
Figura 32-1. Aspecto anterior de la anatomía biliar. a_ conduelo hepá- tienen ninguna función valvular. pero pueden dificultar la canula-
tico derec ho; b. conducto hepático izquierdo: c. conducto hepático ción del conducto cístico.
común; d. vena pona; e. ancria hepática; f. aneria gastroduodenal: g, El colédoco posee alrededor de 7 a 11 cm de longitud y 5 a
ancria ga:stroCpiploica izquierda: h. vía biliar; i, rondo de la vesícula 10 mm de diámetro. El tercio superior ( porción supraduodenal)
biliar;j, c uerpo de la vesícula biliar; k. infundlbulo; l. conduelo cfslico. sigue hacia abajo en el borde libre del ligamento heJ!illoduodenal,
m, arteria cls1ica; n, arteria pancrea1oduodcnal superior. Obsérvese la a la derec ha de la arteria hepática y adelante de la vena porta. El
si1uación de la confluencia del condue lo biliar hepático anterior a tercio medio (porción retroduodenal) del colédoco se c urva atrás
la rama derecha de la vena porta y el 1rayec10 postcrim de la arteria de la primera porción del duodeno y se scparn lateralmente de la
131O hepática derecha atrás del conducto hepá1ico común. vena porta y las arterias hepática,. El lercio inferior ( porción pnn-
B e D
F
Figura 32-2. Variaciones anatómicas del conducto cístico. A. Unión baja entre el conducto cístico y el conducto hepático común. B. Conducto
cístico adherido al conducto hepático común. C. Unión allll entre los conductos cístico y hepático común. D. Drenaje del conducto cístico en el
conducto hepático derecho. E. Conducto cístico largo que se une al con.dueto hepático común detrás del duodeno. F. Ausencia de conduelo cístico.
G. Conduelo cístico con cruzamiento posterior respecto del conducto hepático común y unión a él en la parte anterior. H. Conducto cístico anterior
en relación con el conducto hepático común y se une a éste en la parte posterior.
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1312 Anomalias
La descripción típica del árbol biliar extrahepático y sus arterias se
aplica sólo a casi una tercera parte de los individuos.• La vesícula
biliar puede tener posiciones anormales. ser intrahepática, rudi-
mentaria, tener forma.~ anómalas o estar duplicada. La ausencia
congénita aislada de la vesícula biliar es muy rara. con una inci-
dencia publicada de 0.03%. Antes de establecer el diagnóstico. es
necesario descartar la presencia de una vesícula intrahepática o
de posición anómala. La duplicación de la vesícula biliar con dos
cavidades y dos conductos císticos separados tiene un:i incidencia A B
de casi uno en cada 4 000 personas. Se presenta en dos variedades
principales: la forma más común. en la que cada vesícula biliar
tiene su conducto cístico que desemboca de manera independiente
en la misma parte del árbol biliar extrahepático, o en sitios dife-
rentes, y la forma de dos conductos císticos que se funden antes de
penetrar en el colédoco. La duplicación es clínicamente importante
sólo cuando algún proceso patológico afecta uno o ambos órganos.
Una vesícula biliar del lado izquierdo con un conducto cístico que
desemboca en el conducto hepático izquierdo o en el colédoco y
el rctrodesplazamiento de la vesícula biliar, son en extremo raros. e D
Una vesícula biliar parcial o totalmente intrahepática. se acompaña
de una incidencia mayor de colelitiasis.
Los conductos pequeños (de Luschka) pueden drenar de
modo d irecto desde el hígado al cuerpo de la vesícula biliar.
Cuando se encuentran , pero no se reconocen durante una cole-
cistectomía, en ocasiones se produce un escape y acumulación
de bilis (biloma) en el abdomen . En casi 5% de los casos existe
un conducto hepático derecho accesorio. Ya se han descrito en los
conductos biliares las variaciones de la forma en que penetra el
colédoco en el duodeno.
Las anomalías de las arterias hepática y cística son muy co- E F
munes y ocurren ha.~ta en 50% de las personas.' En casi 5% de
Figu ra 32-4. Variaciones del riego arterial de la vesícula biliar.
los casos hay dos artcrius hepáticas derechas, una de la arteria
A. La aneriacística procede de la aneria hepática derecha (80 a 90%).
hepática común y la otra de la arteria mesentérica superior. En
B- La aneria cística proviene de la arteria hepática derecha (accesoria o
20% de los pacientes. la arteria hepática derecha proviene de la reemplazada) de la aneria me~nlérica superior ( 10% ). C. Dos ancrias
aneria mesentérica superior. La ancri a hepática derecha, puede císticas, una de la hepática derecha. otra de la aneri:I hepática común
seguir adelante del conducto común y puede ser vulnerable (raro). D. Dos anerias císticu. una de la arteria hepática izquierda. otra
durante procedimientos quirúrgicos, en particular cuando sigue de la aneria hepática derecha (raro). E. La arteria dstica ~ ramifica
paralela al conducto cístico o en el mesenterio de la vesícula a partir de la arteria hepática derecha y sigue anterior en relación con
biliar. La aneria cística procede de la ancria hepática derecha en el colédoco (raro). F. Dos arteria_, císticas que provienen de la arteria
casi 90% de los ca.sos. pero puede surgir de las arterias hepática hepática derecha (raro).
izquierda, hepática común . gastroduodenal o mesentérica supe-
rior (fig. 32-4).
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Los principales lípidos que se encuentran en la bilis son coles• inhibe su actividad motora. Los medicamentos parasimpatomimé- 1313
terol y fosfolípidos sintetizados en el hígado. La síntesis hep:ítica ticos contraen la vesícu la biliar, en tanto que la atropina causa
de fosfolípidos y colesterol e~1á regulada. en parte. por los ácidos relajación. Los reflejos neurales relacionan el esñnter de Oddi con
biliares. El color de la bilis se debe a la presencia del pigmento la vesícula biliar. el estómago y el duodeno. a fin de coordinar
diglucur6nido de bilirrubina. que es el producto metabólico del el ílujo de bilis a este último. La distensión :,ntr:tl del e,tóm'1go
catabolismo de la hemoglobina y se encuentra en la bilis en una provoca contracción de la vesícula biliar y relajación del esfínter
concentración 100 veces mayor que en el plasma. Una vez en el de Oddi.
intestino, las bacterias lo convierten en urobilinógcno. una fracción Los receptcces hormonales se encuentran en el músculo liso.
pequeda del cual se absorbe y se secreta a la bilis. vasos. nervios y epitelio de la vesícula biliar. La CCK es un pép-
lido que proviene de las células epiteliales del tubo d igestivo alto
Función de la vesicula biliar y se encuentra en concentraciones más elevadas en el duodeno.
La vesícula biliar. los conductos biliares y el esfínter de Oddi Esta hormona se libera al torrente sanguíneo por ácidos. grasas
actúan en conjunto para almacenar y regular d flujo de bilis. La y aminoácidos en el duodeno.• La CCK. en el plasma, tiene una
principal función de la vesícula biliar es concentrar y guardar la vida media de 2 a 3 min. y se mct:iboliza en el hígado y en los
bilis hepática y liberarla en el duodeno en respuesta a una comida. rii\ones . Actúa de manern directa en receptores del músculo liso
Absorción y secreción. En estado de ayuno, se almacena en la de la vesícula biliar y estimula su contracción. Asimismo. relaja
vesícula biliar alrededor de 80% de la bilis que secreta el hígado. el colédoco tenrunal. el esfínter de Oddi y el duodeno. La estimu•
Este ckpósito es posible por la notable capacidad de absorción de la )ación de la vesícula biliar y el árbol biliar por la CCK también
vcskula bilia,. ya lJUC ,u mu~osa tier,e el mayor potencial de absor• recibe mediación d e ne urona..._ vagale.... coliné.r-gica1-. En pacien1e,;
ción por área de unidad de cualquier estructura del cuerpo. Absorbe que fueron sometidos a vagotomía. está disminuida la reacción a
con rapidez sodio, cloruro y agua contra gradientes de conccntmción la estimulación por la CCK y el tamaño y volumen de la vesícula
elevada, concentra la bilis hasta 10 veces y produce un cambio biliar se encuentran aumentados.
notable en su composición. Esta absorción rápida es uno de los El péptido intestinal vasoactivo (VIP) inhibe la contracción y
mecanismos que impiden una elevación de la presión dentro del causa relajación de la vesícula biliar. La somatostatina y sus análo-
sistema biliar en circunstancias normales. La rtlajación gradual y. gos son inhibidores potentes de la contr.icción de este órgano. Los
asimismo. el vaciamiento de la vesícula biliar durante el periodo de sujetos que se tratan con análogos de la somatostatina y quienes
ayuno, también tienen una función en la conservación de la presión tienen un somatostatinoma presentan una incidencia elevada de
intmluminal relativamente baja en el árbol biliar. cálculos biliares. tal vez por la inhibición de la con1raeción y del
Las célula.\ epiteliales de la vesícula biliar secretan a su luz vaciamiento de la vesícula biliar. Otras ho.rmonas. como la sustan-
cuando menos dos productos importantes: glucoproteínas y iones cia P y la encefalina. afectan la motilidad de la vesícula biliar, pero
hidrógeno. Las glándulas mucosas del infundíbulo y el cuello de aún no se aclara su función.'
la vesícula biliar secretan glucoproteínas mucosas. que al parecer
protegen a la mucosa de In ncci6n lítien de 111 bilis y fucilitun su
Esfinter de Oddi
El esfínter de Oddi regula el flujo de bilis (y jugo pancreático) al
paso a través del conducto cístico. Este moco caracteriza la "bilis
duodeno, evita la regurgitación del contenido duodenal al árbol
blanca" incolora que se observa en el edema de la vesícula biliar y
biliar y deriva bilis a la vesícula biliar. Es una estructura compleja.
que resulta de la obstrucción del conducto cístico. El transporte de
funcionalmente independiente de la musculatura duodenal. que
iones hidrógeno por el epitelio de la vesícula biliar da lugar a una
crea una zona de presión alta entre el colédoco y el duodeno. El
disminución del pH de la bilis contenida en ella. La acidificación esfínter de Oddi tiene alrededor de 4 a 6 mm de largo y una presión
promueve la solubilidad del calcio y ello evita en consecuencia su
basal en reposo de unos 13 mmHg sobre la presión duodenal. En
precipitación como sales de calcio.•
la manometría. el esfínter registra contracciones f:ísicas con una
Actividad motora. El llenado de la vesícula biliar se facilita por frecuencia de casi cuatro por minuto y una amplitud de 12 a 140
la contracción tónica del esfínter de Oddi, que crea un gradiente mmHg.• La motilidad es pontánea del esfínter está regulada por
de preiión entre los conductos biliares y la vesícula biliar. Durante las células intersticiales de Cajal a través de señales intrínsecas y
el ayuno. la vesícula biliar no se llena sólo de manera pasiva. En l ► extrínseca.~ de hormonas y neuronas que actúan en las células
asociación con la fase II del complejo motor mientérico migr.itorio musculares lisas.•• Se relaja cuando aumenta la CCK, lo que
interdigestivo del intestino, la vesícula biliar vacía de manera repe• origina una disminución de la amplitud de las contracciones f:ísicas
tida pequeños volúmenes de bilis al duodeno. La hormona moti• y una presión basal reducida que permite un incremento del ílujo
lina media este proceso, cuando menos en parte. En respuesta de bilis al duodeno (fig. 32-5). Durante el ayuno, la acti,·idad del
a una comida. la vesícula biliar se vacía mediante una respuesta esfínter de Oddi está coordinada con el vaciamiento periódico par·
motora coordinada de contracción de la vesícula biliar y relaja- cial de la vesícula biliar y el aumento del flujo de bilis que ocurre
ción del esñnter de Oddi . Uno de los principales estímulos para durante la fase II de los complejos mioeléctricos migrat.orios."
el vaciamiento de la vesícula biliar es la hormona colecistocinina
(CCK), que se libera de forma endógena de la mucosa duodenal
como reacción a una comida.' Cuando la estimula la alimentación, ESTUDIOS DIAGNÓSTICOS
la vesícula biliar vacía 50 a 70% de su contenido en el transcurso Se dispone de varias modalidades diagnósticas para enfermos con
de 30 a 40 min. En los 60 a 90 min siguientes, la vesícula biliar se sospecha de una afección de la vesícula biliar y los conductos bilia-
llena de modo gradual. Esto se correlaciona con una concentración res. En 1924 mejoró de forma notoria el diagnóstico de los cálculos
reducida de CCK. En la acción coordinada de la vesícula biliar y biliares cuando Graham y Cole introdujeron la colecistografía oral.
el esfínter de Oddi participan, asimismo, otras vías hormonales Durante décadas fue el elemento fundamental de la investigación
y neurales. Se piensa que los defectos en la actividad motora de la para cálculos biliares. En la década de 1950 se desarrolló la gam•
vesíc,;ula biliar partidpa.u c:u la uudt:adúu Je 1.:"1esterol y la forma•
magrafía biliar y más adelante las colangiograñas transhcpática y
ción de cálculos biliares.• retrógrada endoscópica (ERC) que permitieron obtener imágenes
Regulación neurohormonal. El nervio vago estimula la contrac- de las vías biliares. Más adelante, la ecografía. la tomografía com•
ción de la vesícula biliar y la estimulación simpática esplácnica putarizada (CT) y las imágenes de resonancia magnética (MRI)
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Gammagrafia biliar con radionúclidos porciona información adicional sobre la etapa. incluida la inva.sión 1315
(gammagrafia con HIOA) vascular, en personas con tumores periampollares. 1•
La gammagr.ifía biliar proporciona una valoración sin penetrnción Colangiografía transhepática percutánea
corpnrnl rlf'I híg0<tn. l:1 vesícula hiliar, In< l'O~duclo~ biliares y t'.'I
Bajo guía nuoroscópica con una aguja pequeña. se aborda de
duodeno. con información anatómica y funcional. Se inyectan por rruincm percut:ínea un conducto biliar intrahepático. Una vez que se
vía intravenosa derivados del ácido dimetiliminodiacético (HIDA) confirma su posición en un conducto biliar. se pasa un alambre guía
marcados con ~ecnecio, que se eliminan por las células de Kup- y luego un catéter sobre este último (fig. 32-8). A través del caté-
ffer en el hígado y se excretan por la bilis. La captación hepática ter es posible realizar una colangiografía a.d como intervenciones
se: detecta en el transcurso de 10 min: en sujetos en ayuno se obser- terapéuticas, como insen:iones de drenes biliares y colocación de
van en el tr.tnscurso de 60 min la vesícula biliar. los conductos protesis. La colmgiografia transhepática percutánea (PTC. pucu-
biliares y el duodeno. El principal uso de la gammagrafía biliar ta11eous tra11shepatic chola11giography), tiene escasa función en el
es el diagnóstico de colecistitis aguda, en la que no se observa la tratamiento de pacientes con enfermedad litiásica biliar no compli-
imagen de la vesícula biliar y se llenan con rapidez el colédoco y cada. pero es en particular útil en enfermos con estenosis y tumores
el duodeno. La prueba de obstrucción del conducto cístico en una de conductos biliares. ya que define la anatomía del árbol biliar
gammagrafía biliar indica con firmeza el diagnóstico de colecisli- proximal al segmento afectado. Tal y como se ve con cualquier
tis aguda. La sensibilidad y la especificidad diagnósticas se apro- procedimiento invasor. existen posibles riesgos. En la PTC figuran
ximan a 95% cada una. Los resultados falsos positivos aumentan sobre todo hemorragia. colangitis, fuga de bilis y otms problema.,
en paziente~ con cstasis óe l;,1 vesícula biliar. como enfermos muy
relacionados con el catéter."
graves y en personas <1ue reciben nutriciím parenter.il. El llenado
de la vesícula biliar y el colédoco, con ausencia o retraso del lle- Imagen de resonancia magnética
nado del duodeno. indica obstrucción de la ampolla. Mediante la La MRL disponible desde mediados del decenio de 1990, pro-
gammagrafía biliar es posible confirmar, y muchas veces localizar. porciona de talles anatómicos del hígado. la vesícula biliar y
fugas biliares como complicación de la operación de la vesícula o el páncreas , similares a los que se obtienen mediante una CT.
del árbol biliar." Muchas técnicas de MRI (p. ej .. secuencias T2. secuencias en
Tomografia computarizada pulsos con o sin materiales de contraste). pueden generar imáge-
Los estudios de CT de abdomen son inferiores a la ecografía parn nes anatómicas de alta resolución de las vías biliares y del con-
el diagnóstico de cálculos biliares. La principal aplicación de la CT ducto pancreático. Tiene una sensibilidad y especificidad de 95 y
es definir el curso y estado del árbol biliar exm1hepático y estructu- 89'k. respectivamente. para detectar coledocolitiasis." MRI, en colan-
giopancreatografía de resonancia magnética (MRCP, magnetic
ras adyacentes. Es el estudio de elección en la valoración de suje•
,,.., mwnce cho/angiopancreatography), ofrece una prueba única
tos con sospecha de una afección maligna de la vesícula biliar, el
sistema biliar extrahepático u órganos cercanos, en particular la sin penetración corporal para el diagnóstico de afecciones de
vias biliares y pancreáticas" ll1g. 32-9). En muchos centros hos-
cabeza del páncreas. La CT es una parte integral del diagnóstico
diferencial de ictericia obstructiva (fig. 32-7). La CT espiral pro- pitalarios se realiza primero MRCP par.t el diagnóstico de enfer-
medades del conducto pancreático y de la vía biliar, reservando
la colangiopancreatografía retrógrada endoscópica ( ERC P) sólo
para fines terapéuticos.
cálculos biliares en pacientes con alto riesgo quirúrgico." Como El endoscopio ultrasónico tiene un conducto para biopsias que
la mayor parte de los procedimientos cndoscópicos. en general la permite. bajo guía ultrasónica. obtener especímenes de un tumor
endoscopia intraductal se considera segura. pero no hay estudios por medio de una aguja. Se ha utilizado ecografía endoscópica
amplios que valoren de manera específica este aspecto. Se han para identilicar cálculos biliares y aunque es menos sensible que
descrito complicaciones típicas. como perforación del colédoco, la ERC. la técnica requiere menor penetración corporal. ya que no
hemorragia menor por eslinteroto mía o litotripsia y colangitis." El es necesaria la canulación del esfín1er de Oddi para el diagnóstico
refinamiento adicional de csla tccnologín mejorará la ERCP corno de coledocoliliasis.
una hermmienta diagnóstica y lerapéutica.
Evol ución
La mayoría de los individuos no muestra síntomas por cálculos
biliares en toda su vida. Por razones desconocidas. algunos pro-
gresan a uo estado sintomático, con cólico biliar por obstrucción
del conducto cístico por un cálculo. La enfermedad por cálculos
biliares sintomática puede progresar a complicaciones relaciona-
das con los cálculos:'• ellas incluyen colecistitis aguda. coledo<:o-
litiasis con o sin colangitis, pancreatitis por cálculo biliar. fístula
colecistocoledociana, fístula colecistoduodenal o colecistocnté-
rica causante de íleo por cálculo biliar y carcinoma de la vesícula
biliar. Rara vez La primera manifestación es una complicación por
cálculos biliares.
En individuos sin síntomas biliares. los cálculos biliares sue-
len diagnosticarse de manera incidental en la ecografia. CT. radio-
gr.1fías del abdomen o en una laparolomía. En Yilrios CS,ludios :;e
examinó la posibilidad de presentar ctfüco biliar o desarrollar com•
plicaciones de importancia de la cnícrmedad por cálculos biliares.
Anualmente , cas i 3<:f de las personas asintomáticas desarrolla
Figura 32-9. Colangiopancreatografía de resonancia magnética. Esta síntomas (por ej., uo cólico biliar). Una vez que aparecen los sín-
imagen muestra el trayecto de los conductos bil.iares extrahepáticos tomas, los pacie-otes tienden a sufrir brotes recurrentes de cólico
(jle,·ha) y el conducto pancreático (puntas de jluha). biliar. La e nfermedad por cálculos biliares complicada se presenta
cada año en 3 a 5-'i t de los sujetos sintomáticos. Durante un periodo
de 20 años. alrededor de dos tercios de los enfermos asintomáticos
con cálculos biliares continúan sin síntomas."
36'¼-.'' fata frecuencia se relaciona con muchos factores que inclu- Debido a que pucos sujetos presentan complicaciones sin ,in•
yen edad, género y antecedente étnico. Ciertn, estados de salud toma.~ biliares previos, rara vez está indicada una colecistectomfa
predisponen el desarrollo de cálculos biliares: obesidad, embarazo, profiláctica en persona.~ a.~intomática.~ con c:ílculos biliares. En
factores dietéticos, enfermedad de Crohn, resección ileal terminal, pacientes de edad avanzada con diabetes. individuos sin posibili-
operación gástrica, esferocitosis hereditaria. enfermedad de células dad de cuidados médicos por periodos prolongados y poblaciones
falcifo:rmes y talasemia, son los que presentan u n riesgo mayor de con mayor riesgo de cáncer de la vesícula biliar. es aconsejable
formación de cálcu los biliares.' Es tres veces más probable que en una colecistectomía profiláctica. La vesícula biliar en porcelana. un
A B
Figura 32-10. Colungiografíu retrógrada cndoscópica. A. Esquema que muestra el endoscopio de \'isión lateral en el duodeno y un ca1i't~ en el
colédoco. B. Colungiogruffu endoscópica que delinca cálculos en e l colédoco. El catéter se colocó en la ampolla de Vater IJl,..·hu). 01,,<é.--·esc la
sombra del duodeno indicmla con ¡11111/tJ.r ti, jl,c•h«1,
eslado premaligno poco común en el cual se calcifica la pared de O ZON metaestable
la vesícula biliar. es una indicación absoluta para colecistectomía. sobreuturada
/ 100 1-
Formación de cálculos biliares
Lo.~cálculos biliares se forman por in.solubilidad de elementos sóli-
dos. Los principales wlutos orgánicos en la bilis son bilirrubina.
1 80 \
a[ [ , • { "aa&[ •E[ :•
Pueden formarse en la vesícula biliar o los conductos biliares, por 1319
lo gener.tl después de una infección bacteriana por estas is de bilis.
La principal par1e del cálculo se compone ele bilirrubinalo de cal-
cio precipitado y restos de células bacterianas. Las bacterias como
Esc/1erichia coli secretan glucuronidasa p que enzimáticamenle 2
segmenta el glucurónido de bilirrubina para producir la bilirrubina 2
no conjugada insoluble. que se precipita con calcio; luego. aunada 9 6
2
a los restos de células bacterianas muenas. forma cálculos pardos u 15 7
blandos en el árbol bi liar. 64
Los cálculos pardos se encuentmn de manera característica
en el árool biliar de poblaciones asiática.~ y se acompañan de esta•
,f 5 2\ 1 4
a[ [, • { "aá&r •E[ :•
1320 suíre ataques recurrentes de dolor biliar típico y se detecta lodo biliar. Rara vez se perforan áreas isquémicas. La perforación suele
en dos o más ocasiones, se justifica una colecistectomía. Además contenerse en el espacio subbepático por el epiplón y órganos adya-
del lodo y los cálculos, lu colcsterolosis y la adenomiomatosis de centes. Empero. se observa perforación libre con peritonitis. per-
la vesícula biliar pueden inducir síntomas biliares típicos y detec- foración intrahepática con abscesos intrahepáticos y perforación
tarse en la ecografía. La colesterolosis se debe a la acumulación en órganos adyacentes (duoden o o colon) con formación de una
de colesterol en macrófagos de la mucosa de la vesícula biliar, fistula colecistoentérica. Cu.ando parte de la infección bacteriana
sea de forma local o de pólipos. Crea el aspecto macroscópico secundaria está constituida por microorganismos que forman gas.
habitual de "vesícu la biliar en fresa". La adenomiomatosis o puede reconocerse este último en la luz y la pared de la vesícula
colecistitis glandular proliferante se caracteriza en el estudio biliar en radiogr.ifías y CT de abdomen. una entidad que se deno-
microscópico por haces de músculo liso hipertróficos e invagi- mina 11esfc11/a biliar enfisematosa.
naciones de las glándulas mucosas a 1.a capa muscular (formación
de senos epiteliales). Se forman pólipos granulomatosos en la luz
Manifestaciones clínicas. Alrededor de 80% de los pacientes con
colccistitis aguda tiene un antecedente consistente con colecistit is
del fondo y se engruesa y tabica la p.ired de la vesícula biliar. o
crónica. La primera se inicia como un ataque de cólico biliar. pero
bien, es posible observar estenosis en este órgano. En individuos
a diferencia de este último no clisminuye el dolor, no desaparece
sintomáticos, e l tratamiento de elección en quienes presentan esta~
y puede persistir varios días. Es típico que el dolor se encuentre
alteraciones es una colccistcctomía."
en el cuadrante superior derecho o el epigastrio y puede irradiarse
Tratamiento. En personas con cákulos biliares sintomáticos a la parte superior derecha de 1:a espalda o al área interescapular.
se recomienda colecistectomía laparoscópica electiva. Mientras Por lo regular es más intenso respecto del dolor que acompaiia a
aguardan la intervención quirúrgica, o si ésta se pospone, se sugiere un cólico biliar oo complicado. Con frecuencia el paciente tiene
a los enfermos que eviten grasas en la dieta o comidas abundantes. fiebre, anorexia, náuseas y vómitos y rehusa moverse. ya que el
En diabéticos con cálculos biliares sintomáticos, debe practicarse proceso inflamatorio afecta al peritoneo parietal. En la exploración
a la brevedad una colecistectomía, y a que son más propensos a fisica hay hipersensibilidad y resistencia focales en el cuadrante
desarrollar colecistitis aguda que es con frecuencia grave. En muje- superior derecho. En ocasiones se palpa una masa. la vesícula biliar
res embarazadas con cálculos biliares sintomáticos, que no pueden y el epiplón adherido: no obstante. tal vez lo impida la resistencia.
tr.itarse de maner.i expectante mediante modificaciones de la dicta, En la colecistiti.\ aguda es característico un signo de Murphy, es
puede eíectuarse con seguridad una colecistectomía laparoscópica decir, detención de la inspiraci.ón con la palpación profund.a del
durante el segundo trimestre. La colecistectomía laparoscópica es área subcostal derecha.
segura y eficaz en niños y en pacientes de edad avanzada.-"-" La Muchas veces hay Jeucocitosis leve a moderada (12 000 a
colecistectomía. abierta o laparoscópica. en individuos con 15 000 células/mm'); no obstante, en algunos individuos la cuenta
3 ► cálculos biliares sintomáticos, proporciona resultados exce- de leucocitos es nonnal. Una Leucocitosis > 20 000 sugiere una
lentes a largo plazo. Después de este ¡procedimiento se alivian los forma de colecistitis complicada. como colecistitis gangrenas.a.
síntomas en casi 90% de los sujetos con síntomas biliares típicos perforación o colangitis concomitante. Las determinaciones quí-
y cálculos. En enfermos con síntomas atípicos o dispepsia (flatu- micas hepáticas séricas son casi siempre normales. pero es posible
lencia, eructos, meteorismo e intolerancia a la gras.a dietética). los c¡ue baya aumento leve de la bil irrubina sérica. menor de 4 mg/ml.
resultados no son tan favorables. junto con incremento di..;creto d,e la fosfatasa akalina. transamina-
sas y amila~a.-" La ictericia grave sugiere cálculos en el colédoco o
Colecistitis aguda
una obstrucción de los conductos biliares por inflamación pericole-
Patogenia. En 90 a 95% de los pacientes la colecistitis aguda es cística grave, consecutiva a impacto de un cálculo en el infundt"bulo
secundaria a cálculos biliares. La colecistitis acalculosa aguda de la vesícula biliar que obstruye de forma mecánica el conducto
es un padecimiento que ocurre de manera caracteristica en enfer- biliar (síndrome de Mirizzi). Ea pacientes de edad avanzada y en
mos con otras afecciones sistémicas agudas (véase más adelante diabéticos, la colecistitis aguda puede presentarse e n forma sutil y
la sección sobre Colecistitis acalculosa). En menos de 1% de las dar por resultado un diagnóstico demor.ido. En estos enfermos es
colecistitis agudas, la causa es un tumor que ocluye el conducto alta la incidencia de complicaciones y también tienen una tasa de
cístico. La obstrucción de este conducto por un cálculo biliar mortalidad ca.\i I O veces mayor en comparación con los enfermos
es el acontecimiento inicial que lleva a distensión de la vesícula más jóvenes no diabéticos.
biliar, inflamación y edema de su pared. Se desconoce por qué la El diagnóstico diferencial de colecistitis aguda incluye úlcera
inflamación sólo se presenta de modo ocasional con la obstrucción péptica con perforación o sin ella. pancreatitis, apendicitis, hepa-
del conducto cístico. Tal vez se relaciona con la duración de esta titis, perihepatitis (síndrome de Fitz-Hugh-Curtis). isquemia del
última. Al inicio, la colecistitis aguda es un proceso inflamatorio,
miocardio . neumonía. pleuritis y herpes zoster del nervio inter-
tal vez mediado por toxina mucosa! lisolecitina (un producto de
costal.
l:i lecitina) y por sales biliares y foclor nctivador de plaquetas. El
aume·nto en la síntesis de prostaglandinas amplifica la respuesta Diagnóstico. La ecografía es el estud io radiológico más útil
inflamatoria. La contaminación bacteriana secundaria está docu- para el diagnóstico de colecistitis aguda. Tiene una sensibilidad
mentada en 15 a 30% de los pacientes que se someten a colecis- y especificidad de 95%. Además de ser un estudio sensible para
tectomía por colecistitis aguda no complicada. En la colecistitis documentar la presencia o auseocia de cálculos, muestra el engro-
aguda, la pared de la vesícula biliar se torna notablemente gruesa samiento de la pared de la vesícula biliar y el líquido pericolecís-
y roji.za con hemorragia s ubserosa. A menudo h.ay líquido perico- tico (fig. 32-14). La hipersensil>ilidad focal sobre la vesícula biliar
lecíslico. La mucosa puede mostrar hiperemia y necrosis irregular. cuando se comprime con la soada sonogr.ífica (signo de Murphy
En ca sos graves. el proceso inflamatorio progresa en 5 a 10% de los sonográlico), señala colccistitis aguda. En ca.sos atípicos puede ser
pacientes y conduce a isquemia y necrosis de la pared de la veskula útil la gammagraíía biliar con radionúclidos (gammagrafia HIDA).
biliar. Con mayor frecuencia se desaloja el cálculo y se resuelve la La falta de llenado de la vesícula biliar después de 4 h indica obs-
inflamación." trucción del conducto cístico y. es muy sensible y específica para
Cuando la vesícula biliar permanece obstruida y sobreviene colecisti1is aguda. La gammagrafia HIDA nonnal excluye esta
una iníección bacteriana secundaria. se presenta colecistitis gangre- última. En pacientes con dolor :agudo del abdomen con frecuencia
no.sa :aguda y se forma un absceso o empiema dentro de la vesícula se lleva a cabo CT. la cual revela engrosamiento de la pared de
el colédoco (sensibilidad de 91 % y especificidad de 100%), pero y se dejó colocada una sonda en T , se obtiene una colangiografia a
carece de in1ervención lerapéulica y requiere experiencia, lo que la través de su uso anles de exlr:icrla. Los cálculos retenidos pueden
hace menos disponible:' Rara vez es necesaria la PTC en personas exiraerse por vía endoscópica o a 1ravés del Lrayeclo de la sonda en
con cálculos secundarios en el colédoco, pero, por razones diag- T una vez que madura (dos a cuatro semanas). Luego se extrae la
nósticas y terapéulicas. con frecuencia se practica en enfermos con sonda en T y se pasa un ca1é1er por el 1r.iyec10 hacia el colédoco.
cálculos primarios en este conduelo. Bajo guía fluoroscópica se extraen los cákulos con canastillas o
globos. Los cálculos recurrcn1es pueden ser múltiples y grandes.
Tratamiento. En enfermos con cálculos biliares sinlomáticos y Una esfimerotomía endoscópica amplia hace po5ible exlraer los
sospecha de cálculos en el colédoco. la colangiografía endoscópica
cálculos y asimismo el paso espon1áneo de cálculos rclenidos o
preoperatoria o la colangiografia intraoperatoria revelan cálculos
recurrenles. En personas mayores de 70 años de edad los cálcu-
en el conduelo biliar." Cuando una colangiografía endoscópica
los en un conducto biliar deben extraerse por medios endoscópi-
revela cálculos, es apropiada una esfinlerotomía con eliminación
duclal de ellos, seguida de una colecis1ec1omía laparoscópica. La cos. Los estudios que comparan e I traiamienlo quirúrgico con el
colangiografia intraoperatoria duranle la colecis1ectomia demos- endoscópico documeniaron menor morbilidad y monalidad para
traría lambién la presencia o ausencia de cálculos en el conducto el tratamienlo endoscópico en este grupo de pacicmes." Tales indi-
biliar'' (fig. 32- 15). La exploración laparoscópica del colédoco a viduos no necesilan programarse para una colecisl«tomía, ya que
través del conduelo císlico o una colcdocotomía formal permite sólo alrededor de 15% preseniarán sínlomas por los cálculos de
retirar los cálculos en la misma in1ervención. la vesícula biliar; dicha iniervención se practica a medida que se
Cuando no se dispone de experiencia y/o inslrumental para toma necesaria:16
exploración laparoscópica del colédoco. debe dejarse un drcn adya-
Cola ngi tis. La colangitis es una de las dos principales complica-
cente al conducto cístico y programar al paciente para una esfinte-
rotomía endoscópica para el siguieme día. Una exploración abierta ciones de los cálculos en el colédoco; la otra es la p:mcrealilis por
del colédoco es una opción si se in1en1ó ya un mélodo endoscó- cálculos biliares. La colangitis aguda es una infección bacteriana
pico o éste, por alguna razón, no es fac1ible. Cuando se practica ascendenle vinculada con una obstrucción parcial o 101al de los
una coledocotonúa. se deja inslalada una sonda en T. Los cálculos conduclos biliares. La bilis hepálica es estéril y la que se encuemra
impactados en la ampolla dificulian la eliminación ducial endos- en los conduclos biliares se conserva 1ambién estéril por el flujo
cópica así como la exploración del colédoco {abierta o laparoscó- con1inuo de la bilis y la presencia de sus1ancias antibacterianas
pica). En estos casos el colédoco eslá muy dila1ado (ca.~i 2 cm de en la misma, como las inmunoglobulinas. El impedimenlo mecá-
diámetro). fa posible que la mejor opción en tales circunstancia, nico para el ílujo biliar facilita la contaminación bacteriana. Son
sea una coledocoduodenostomía o coledocoyeyunoanastomosis en comunes cullivos positivos de bilis cuando existen cálculos en un
Y de Roux." conducto biliar y con otras causas de obstrucción. La contamina-
Los cálculos relenidos o recurremes después de una cole- ción bacteriana biliar aislada no suscila colangitis clínica; para su
cisteclomla se lralan mejor mediame endoscopia (fig. 32- 16). Si aparición se requiere una gr.in contaminación bacteriana y obs-
los cálculos se dejaron de manera deliberada en s u si1io duranle la lrucción biliar. Los cá lculos biliares son la causa más común de
operución o se diagnosticaron poco después de la colecislectomía, obstrucción en la colangilis; otros faclores son es1enosis benignas
se clasifican como retmídos; los que se diagnos1ican meses o años y malignas, parásilos. instrumenlació n de los conduc1os y próiesis
después se calalogan como recurrentes. Si se. exploró el colédoco permanenles y anaslomosis bilioen1éricas obstruidas de forma par-
a[ [ , • { "aa& [ •E[ :•
presentan. Esto se observa con má.~ frecuencia en personas de edad 1323
avanzada que tal vez no evidencian síntomas notables hasta que se
colapsan con septicemia. Los individuos con prótt"sis permanentes
rara vez muestran ictt"ricia. En la exploración dt'I abdomen, lo~
hallazgos no se diíerencian de los de la colecistitis aguda."