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LINEAMIENTOS A SEGUIR PARA EL FINCAMIENTO DE RESPONSABILIDAD

AL SERVICIO DE ADMINISTRACION TRIBUTARIA (SAT).


COMO DEMANDARLE REPARACION DE DAÑOS Y PERJUICIOS CAUSADOS.

Lic. Gustavo Sánchez Soto1

I. Aspectos introductorios.

El Diario Oficial de la Federación correspondiente al doce de junio del presente


año integra y publica el Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas
disposiciones contenidas en la Ley del Servicio de Administración Tributaria. El objeto de esta
colaboración no es realizar una revisión de todas las modificaciones que se efectuaron en el
decreto en cuestión, sino centrar nuestra atención en el incipiente sistema de fincamiento de
responsabilidad a las autoridades que integran al Servicio de Administración Tributaria, misma
que se puede efectuar a través de la demanda de pago de indemnización por concepto de
daños y perjuicios causados y con independencia absoluta de la responsabilidad que en
materia de la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos pudiese generarse.

Al respecto, cabe anotar que el Titulo Sexto de la Ley en trato, en su Capitulo


Unico Denominado De la Responsabilidad del Servicio de Administración Tributaria, introduce
un procedimiento a virtud del cual en forma general e incipiente, más no por ello carente de
importancia, se cimentan las bases para que el contribuyente pueda demandar al propio
Servicio de Administración Tributaria la reparación de los daños y perjuicios que eventualmente
demuestre que se le han causado, mediante el pago de una indemnización de carácter
pecuniario que los restituya en la lesión padecida. De este procedimiento de reparación
conocerá el Tribunal federal de Justicia Fiscal y administrativa.

II. Elementos materia de prueba.

En este contexto, el artículo 34 de la Ley del Servicio de Administración


Tributaria vigente señala como responsable del pago de los daños y perjuicios que cause un
servidor público con motivo del ejercicio de las atribuciones que la ley aplicable le encomienda
al propio Servicio de Administración Tributaria, de donde se deduce que la falta de capacidad
económica de un servidor público no será obstáculo para plantear la demanda de pago de
indemnización, toda vez que el órgano desconcentrado de la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público antes mencionado, asumirá la obligación de pago. Sin embargo, a fin de efectuar un
análisis integral del tema ahora tratado, se hace necesario como punto de partida definir que es
daño y que es perjuicio, ya que solo así se tendrá un concepto claro de que elementos serán
objeto de reclamo al SAT. Al respecto los artículos correspondientes del Código Civil establece
lo siguiente:

“ARTICULO 2,108.- Se entiende por daño la perdida o menoscabo sufrido en el patrimonio por
la falta de cumplimiento de una obligación”

1
Licenciado en Derecho por la Universidad La Salle. Postulante, consultor y asesor jurídico en
materia fiscal y de comercio exterior. Conferenciante a nivel nacional. E-mail:
sanchez@soto.com.mx Página web: www.sanchezsoto.com.mx
“ARTICULO 2,109.- Se reputa perjuicio la privación de cualquiera ganancia lícita, que debiera
haberse obtenido con el cumplimiento de la obligación”

Es decir, enfáticamente se pueden deducir dos aspectos claros como


consecuencia de la lectura de los preceptos jurídicos transcritos, el primero de ellos es que
tales conceptos jurídicos no se encuentran regulados por la materia fiscal sino por el derecho
federal común, es decir, por el derecho civil y que desde luego, su conceptualización legal es
muy genérica, lo que da pauta para que se advierta la relevancia que la materia de prueba
tendrá. En este último orden de ideas, hay que dejar claro que el propio artículo 34 cuarto
párrafo establece tal situación, señalando literalmente:

“El contribuyente que solicite una indemnización deberá de probar, entre los hechos de los que
deriva su derecho, la lesión, la acción u omisión del Servicio de Administración Tributaria y la
relación de causalidad entre ambos; así mismo, deberá probar la realidad y el monto de los
daños y perjuicios”

Es decir, la carga de la prueba de la procedencia del pago de indemnización en


concepto de daños y perjuicios causados por el SAT la tiene el particular. Esto no nos
sorprende, ya que en términos del artículo 68 del Código Fiscal de la Federación, las
actuaciones de la autoridad impositiva se presumen legales, salvo prueba en contrario. Sin
embargo, el punto medular, consiste en que son varios los extremos a acreditar por parte del
contribuyente, los cuales a saber consisten en lo siguiente:

1. Los hechos de los cuales deriva el derecho que estima violentado.


2. La lesión, acción u omisión en que incurrió el SAT.
3. La relación de causalidad entre los tópicos antes referidos, y
4. Existencia y monto del daño y perjuicio reclamado.

Estos puntos difícilmente serán probados documentalmente, ya que la


autoridad en la mayoría de los casos en que actúa ilegalmente lo hace concientemente y no
deja constancia documental de sus atrocidades, al contrario, cuidadosamente las oculta, razón
por la cual estimo que las probanzas mas recurridas al respecto serán las informaciones
testimoniales, las documentales públicas que obsequie un Notario Público a través de la
confección de actas fe de hechos y la probanza presuncional. Adicionalmente, realizando una
interpretación armónica de la significación jurídica de daño y perjuicio, el promovente de la
demanda en contra del SAT deberá de acreditar exhaustivamente la pérdida o menoscabo
sufrido en su patrimonio o la privación de ganancia lícita que se actualizó con motivo de la
actuación contraria a derecho de la autoridad administrativa. El medio idóneo de prueba para
estos últimos efectos es totalmente casuística, es decir, depende del caso concreto, por
ejemplo, si la autoridad fiscal procede a embargar bienes que no son objeto de constituir
garantía, toda vez que se encuentra prohibido su embargo en términos de los regulado por el
artículo 157 del Código Fiscal de la Federación, como lo serían los bienes necesarios para que
el contribuyente continúe su actividad ordinaria, se deberá de probar que con motivo de tal
aseguramiento se produjo como consecuencia, la imposibilidad de operación de la empresa y
por ende, la pérdida de ingresos por cumplimiento puntual de obligaciones contraídas, pérdida
de contratos celebrados, impago de compromisos financieros preadquiridos que dieron lugar al
pago de intereses u otras sanciones de corte económico, etc. Finalmente la existencia del daño
y perjuicio deberá de representarse monetariamente, es decir, acreditarse un valor pecuniario a
virtud del cual se produzca la obligación de pago de la indemnización a que se hace acreedor
el particular. En esta línea de pensamiento, se ha de decir que la falta de cuantificación en
pesos y centavos de la indemnización generada a un particular, no es óbice para que el
Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa reconozca la existencia de un derecho de
indemnización a favor del particular, sino por el contrario, la liquidación de la misma se podrá
efectuar con posterioridad al dictado de la propia sentencia en instancia de liquidación de
sentencia donde se probará el monto de la sanción misma.

III. Órgano del conocimiento competente.

Ahora bien, retomando el argumento consistente en que de este procedimiento


de reparación de daños y perjuicios causados, resulta órgano competente para conocer del
mismo el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa (TFJFA), ha lugar a puntualizar
que tal proceso excluye el procedimiento que en materia de derecho federal común pudiese
instaurarse con las mismas causas y términos, es decir, ya no podré demandar civilmente la
reparación de daño con motivo de daños y perjuicios si opto por la vía que ahora se comenta.
Asimismo, se hace mención expresa de que la demanda que se instaura ante el TFJA no
imposibilita ejercer acciones de naturaleza penal, laboral o administrativa, esta última en
términos de la Ley Federal de Responsabilidades de Servidores Públicos.

Complementariamente, debe de indicarse que el reclamo de indemnización de


pago de daños y perjuicios puede plantearse autónomamente o en el mismo escrito donde se
demanda la ilegalidad de la resolución o actuación vía juicio contencioso administrativo. Este
aspecto, regulado en el párrafo quinto del artículo 34 de la LSAT es relevante en virtud de que
se me obliga en mi calidad de particular a incoar un procedimiento autónomo, sino que en la
demanda de nulidad que instauro en contra de una resolución puedo aperturar un capítulo
especial a virtud del cual reclame el reconocimiento de daño y perjuicio causado.

Finalmente, para no dejar incompleto este apartado, se ha de indicar que la


competencia del TFJFA no puede ser cuestionada, en virtud de que el artículo 11 fracciones IV
y XV de la Ley Orgánica del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa la dejan
claramente fundada.

IV Sentencias del TFJFA.

Las sentencias que dicte el TFJFA deberán de comprender los siguientes


rubros:

1. Declarar el derecho a la indemnización. Este rubro encuentra su fundamento


jurídico en el artículo 239 fracción IV del Código fiscal de la Federación, reiterando su carácter
de Tribunal Administrativo dotado de jurisdicción plena.
2. Determinar el monto de los daños y perjuicios. Es decir, liquidar una
cantidad.
3. Condenar al SAT al pago de la indemnización. Evidentemente el
cumplimiento de esta directriz implica el señalamiento de términos y condiciones de pago.
Complementariamente, no puede dejar de indicarse que el Servicio de
Administración Tributaria deberá indemnizar al particular afectado por el importe de los gastos y
perjuicios en que incurrió, cuando la unidad administrativa de dicho órgano cometa falta grave
al dictar la resolución impugnada y no se allane al contestar la demanda en el concepto de
impugnación de que se trate. Para estos efectos, únicamente se considera falta grave cuando
la resolución impugnada.

I. Se anule por ausencia de fundamentación o de motivación, en cuanto al fondo o a la


competencia.
II. Sea contraria a una jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en
materia de legalidad. Si la jurisprudencia se publica con posterioridad a la contestación no hay
falta grave.
III. Se anule por desvío de poder.

V. Derecho supletorio y jurisprudencia.

El derecho federal común y los principios generales del derecho son los
ordenes jurídicos que supletoriamente regularan la materia objeto de esta reflexión, lo que da
pauta para que se puedan invocar las disposiciones reguladas el Código civil federal y
concretamente en el Libro IV de tal cuerpo normativo denominado De las Obligaciones así
como la jurisprudencia que en torno a la materia se ha emitido por el Poder Judicial de la
Federación, interpretaciones jurisdiccionales que innegablemente arrojaran una luz muy clara
respecto a como deben de sustanciarse los procesos de demanda de indemnización
consistente en el pago de daños y perjuicios. En este sentido, destacan entre otras, las
siguientes ejecutorias:

Novena Epoca
Instancia: SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XII, Octubre de 2000
Tesis: III.2o.C. J/9
Página: 1156

DAÑOS Y PERJUICIOS, PARA LA PROCEDENCIA DE LA ACCIÓN DE, ES NECESARIO


PROBAR LA EXISTENCIA DE LOS MISMOS (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE JALISCO).
Para que prospere la acción tendiente al cobro de los daños y perjuicios a que se refiere el
artículo 2023 del Código Civil de Jalisco, anterior a sus reformas, no basta con exigirlo, sino
que aparte de que deben ser consecuencia inmediata y directa de la falta de cumplimiento de
una obligación (artículo 2029 del sustantivo en consulta), también es necesario demostrar la
existencia de los mismos, aunque la mencionada acción tenga el carácter de accesoria.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER CIRCUITO.

Amparo directo 12/86. Guillermo Francisco Avelar Butcher. 25 de agosto de 1988. Unanimidad
de votos. Ponente: Rodolfo Moreno Ballinas. Secretario: Octavio Aguilar Morfín.

Amparo directo 342/90. Constructora y Promotora Posa, S.A. de C.V. 14 de noviembre de


1990. Unanimidad de votos. Ponente: Óscar Vázquez Marín. Secretario: Jorge Arciniega
Franco.

Amparo directo 38/94. Enrique Ávalos Urzúa, por sí y como representante de María Guadalupe
González Suárez. 24 de marzo de 1994. Unanimidad de votos. Ponente: Rodolfo Moreno
Ballinas. Secretario: Isidro Miguel Covarrubias Covarrubias.
Amparo directo 232/97. Leonor Cedeño Coral. 22 de mayo de 1997. Unanimidad de votos.
Ponente: Jaime Julio López Beltrán. Secretario: Jorge Arciniega Franco.

Amparo directo 3044/99. Ana Cipriana Zamorano Altamirano. 13 de marzo de 2000.


Unanimidad de votos. Ponente: Rodolfo Moreno Ballinas. Secretario: Armando Márquez
Álvarez.

Nota: Los artículos 2023 y 2029 que cita esta tesis, corresponden respectivamente a los
artículos 1412 y 1417 del Código Civil del Estado de Jalisco, vigente a partir del 14 de
septiembre de 1995.

Novena Epoca
Instancia: TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IV, Octubre de 1996
Tesis: VI.3o.35 C
Página: 515

DAÑOS Y PERJUICIOS. EL ACTOR DEBE SEÑALAR EN SU DEMANDA EN QUE


CONSISTIERON Y CUALES SON. La extinta Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, en la jurisprudencia número 197, visible a foja 135, del último Apéndice al Semanario
Judicial de la Federación, sostuvo el criterio de que si el actor probó la existencia de los daños
y perjuicios y su derecho a ser indemnizado, pero no rindió pruebas que permitan precisar su
importe, ni establecer las bases con arreglo a las cuales deba hacerse la liquidación, la
condena al pago genérico de los mismos es procedente, reservándose la determinación de su
cuantía para el procedimiento de ejecución de sentencia. Dicho criterio parte de la premisa de
que el actor haya precisado la existencia de los daños y perjuicios en el ocurso de demanda,
aun cuando no haya señalado el monto de aquéllos. Esto significa que el demandante
forzosamente debe señalar en su ocurso inicial en qué consistieron y cuáles son los daños y
perjuicios que se le ocasionaron, señalamiento que es indispensable a efecto de que su
contrario pueda defenderse adecuadamente.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO.

Amparo directo 371/96. María del Carmen Morales Landini. 15 de agosto de 1996. Unanimidad
de votos. Ponente: Jaime Manuel Marroquín Zaleta. Secretario: Othón Manuel Ríos Flores.

Novena Epoca
Instancia: CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: I, Mayo de 1995
Tesis: I.4o.C. J/1
Página: 242

DAÑOS Y PERJUICIOS DERIVADOS DEL INCUMPLIMIENTO DE UNA OBLIGACION. PARA


OBTENER SU PAGO DEBE EJERCITARSE LA ACCION CORRESPONDIENTE Y EXPRESAR
LOS HECHOS RELATIVOS. Conforme al artículo 1949 del Código Civil para el Distrito
Federal, quien exija el cumplimiento o resolución de una obligación recíproca tiene derecho al
resarcimiento de los daños y perjuicios, pero no basta su simple invocación para obtener un
fallo favorable al respecto, sino que de acuerdo a los artículos 1o., 2o., 81 y 255 del Código de
Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, es necesario que ese derecho se demande a
través del ejercicio de la acción correspondiente, en donde se indique claramente cuál es la
pérdida o menoscabo sufrido en el patrimonio por el incumplimiento aducido y cuál es la
privación de la ganancia lícita que debió haberse obtenido con el cumplimiento de la obligación.

CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.


Amparo directo 2464/88. Impulsora Internacional Inmobiliaria, S.A. de C.V. 8 de septiembre de
1988. Unanimidad de votos. Ponente: Mauro Miguel Reyes Zapata. Secretario: Luis Arellano
Hobelsberger.

Amparo directo 1389/89. Inversiones Transmar, S.A. 7 de diciembre de 1989. Unanimidad de


votos. Ponente: Mauro Miguel Reyes Zapata. Secretario: Luis Arellano Hobelsberger.

Amparo directo 3549/90. Inmobiliaria Real de La Laguna, S.A. de C.V. 23 de agosto de 1990.
Unanimidad de votos. Ponente: Mauro Miguel Reyes Zapata. Secretaria: Rafaela Reyna Franco
Flores.

Amparo directo 5646/90. Julio Mendoza Quijano. 15 de noviembre de 1990. Unanimidad de


votos. Ponente: Mauro Miguel Reyes Zapata. Secretaria: Rafaela Reyna Franco Flores.

Amparo directo 724/95. Aniceto Vázquez Méndez y otra. 16 de febrero de 1995. Unanimidad de
votos. Ponente: Leonel Castillo González. Secretario: Jaime Uriel Torres Hernández.

Novena Epoca
Instancia: SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL SEXTO
CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIV, Septiembre de 2001
Tesis: VI.2o.A.2 K
Página: 1326

INCIDENTE DE PAGO DE DAÑOS Y PERJUICIOS PARA EL CUMPLIMIENTO SUSTITUTO


DE UNA SENTENCIA DE AMPARO. ELEMENTOS QUE DEBEN CONSIDERARSE EN SU
CUANTIFICACIÓN (APLICACIÓN DE LA JURISPRUDENCIA P./J. 99/97). De la interpretación
del último párrafo del artículo 105 de la Ley de Amparo y de la aplicación de la jurisprudencia
P./J. 99/97, emitida por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se arriba a la
conclusión de que si el Juez de Distrito que conoce del incidente de pago de daños y perjuicios
para el cumplimiento sustituto de la ejecutoria de amparo, no cuenta con los elementos
suficientes para realizar la cuantificación de los mismos, deberá ordenar las diligencias
necesarias para obtener mayores datos que le permitan establecer los conceptos que deben
incluirse, entre otros, las reclamaciones de dar y de hacer, sin que abarque prestaciones
distintas a las precisadas en la sentencia; de esa manera, el Juez del conocimiento estará en
posibilidad de dictar el fallo que corresponde en el incidente de que se trata.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL SEXTO CIRCUITO.

Queja 14/2001. Presidente de la República y otros. 26 de abril de 2001. Unanimidad de votos.


Ponente: Amanda Roberta García González. Secretaria: Fernanda María Adela Talavera Díaz.

Nota: La tesis de jurisprudencia P./J. 99/97 citada, aparece publicada en el Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo VI, diciembre de 1997, página 8, con el
rubro: "EJECUCIÓN DE SENTENCIAS DE AMPARO. REGLAS PARA CUANTIFICAR EL
PAGO EN EL INCIDENTE DE DAÑOS Y PERJUICIOS PARA SU CUMPLIMIENTO
SUSTITUTO.".

La idea de la cita de los precedentes antes invocados, no es otra que dejar


claro que existe ya una construcción hermenéutica en materia de indemnización por concepto
de daños y perjuicios causados a un gobernado, de lo cual claramente se advierte que
configura un imperativo proceder a efectuar su estudio, a fin de poseer mayores elementos de
contundencia y eficacia al momento de plantear la demanda respectiva contra el SAT.
VI. Aspectos finales.

De corte eminentemente incipiente, pero se cuenta ya en nuestro derecho fiscal


vigente con la instancia procedimental para demandar al servidor público integrante del SAT el
pago de daños y perjuicios que eventualmente pudiese generar con motivo de su reiterado
proceder contrario a derecho. Estimo que las condiciones generales están claramente
establecidas y es solo el ejercicio de la postulancia, a través de la instauración del
procedimiento de reparación de referencia, lo que dará lugar a su refinamiento y eficacia,
motivo por el cual inexcusablemente se configura como un imperativo para el contribuyente o
su representante incoarlo, a fin de ajustar de una vez por todas la actuación de la autoridad
tributaria al marco legal aplicable.

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