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Lucas 5: 1- 11, Naturaleza de Jesucristo.

Cuando piensas en la naturaleza de Dios, piensas en los atributos de Dios, lo que es caracteríístico de la naturaleza de
Dios, esas son las cosas que ves aquíí. Por ejemplo, uno de los atributos de la naturaleza de Dios es la verdad. Dios es
verdad y siempre verdad. Otro de los atributos de la naturaleza de Dios es la omnisciencia. Dios sabe todo lo que
existe, en el mundo material y todo lo que existe en el mundo inmaterial. En tercer lugar, Dios es la fuente del poder,
Dios Todopoderoso, otro de los atributos de Dios es la santidad Y otro de sus atributos es la misericordia. Dios es
misericordioso por naturaleza.
Dios fuente de la verdad El Emet – El Dios de la Verdad: (Salmo 31:6) – Jesuí s fuente de la verdad - 1 a 3. Vemos la
manifestacioí n de la verdad divina en Jesuí s. Verso 1: El verso se abre con un indicador indefinido, "surgioí ". No nos dice
cuaí ndo, no nos dice cuaí nto tiempo ha transcurrido desde los incidentes que ocurrieron en el capíítulo anterior.
Entonces allíí estaí EÉ l en la orilla con esta masa de personas, Nos dice que en el versíículo 1, este es un punto muy
importante, ellos estaban escuchando la Palabra que viene de Dios. Era la palabra construida en Isaíías 61 como Jesuí s se
refirioí a ella en el capíítulo 4 versíículo 18. Era la buena noticia de que los pobres podíían enriquecerse espiritualmente.
Fue la buena noticia de que los prisioneros del pecado podríían ser liberados por el perdoí n. Fue una buena noticia que
los ciegos espirituales pudieran ser vistos. Fueron las buenas nuevas que los oprimidos espiritualmente seríían
liberados a la herencia gloriosa que Dios da a sus hijos. Fueron las buenas nuevas del perdoí n, la salvacioí n y la vida
eterna
Jesuí s entonces es la fuente de la verdad. Vuelve por un momento al evangelio de Juan tiene un punto muy fuerte en
esto En Juan 5:24Jesuí s dijo: "De cierto, de cierto os digo, el que oye mi palabra y cree que el que me envioí , tiene vida
eterna". Su palabra, su verdad, tan poderosa que literalmente dispensa la vida eterna. Si escuchas lo que EÉ l dice y lo
crees, tienes vida eterna. Asíí de poderoso es su palabra. Es divino Es por esa palabra, dijo Pedro, que somos
engendrados de nuevo. Es por esa palabra que somos transformados y dados vida. Escuchas Mis palabras, crees Mis
palabras, y esas palabras tienen poder divino para darte vida. Juan 7:16 "Mi ensenñ anza no es míía, sino de quien me
envioí .
Juan 8:31, "Si permaneces en Mi palabra, seraí s verdaderamente discíípulos Mííos y sabraí s la verdad y la verdad te haraí
libre". La verdad te liberaraí del pecado; La verdad te liberaraí del juicio. La verdad te liberaraí de la oscuridad y la
ceguera. Y la verdad es lo que digo. Y si crees lo que digo, esa es la verdad que te salva y te libera. Entonces, hay dos
tipos de personas en el mundo, aquellos que creen las mentiras del diablo y aquellos que creen la verdad de Dios.
Ahora Dios es verdadero, eso lo sabemos. Ese es uno de sus atributos. Salmo 138:2 , "Me inclino ante tu santo templo
y doy gracias a tu nombre por tu misericordia y tu verdad. Isaíías 65:16 dice dos veces que Dios es el Dios de la
verdad. Y asíí, entonces dice en el capíítulo 5 que Jesuí s estaba hablando las palabras que vienen de Dios. Aquíí tienes
evidencia de su deidad. Esta no es una opinioí n humana, ni siquiera un teoí logo que estaí bien estudiado, no es un
erudito que habla, esta es la misma palabra de Dios.
Asíí que allíí los barcos se sientan al borde del lago. El vv. 3 dice que se metioí en uno de los botes que era de Simoí n.
Ahora hay una razoí n El Senñ or no hizo nada por accidente. Todo fue intencional, divinamente intencional,
soberanamente determinado. Era hora de llevar a Pedro a un compromiso total y llevar a los que seguíían su liderazgo,
en este caso a Santiago y Juan, a su compromiso tambieí n. Antecedentes (primer capíítulo de Juan; Marcos 1:16 a 20;
Mateo 4 18 al 22; Es el momento de revelarse quieí n es EÉ l realmente. Solo un recordatorio aquíí, esto es implacable por
parte de Jesuí s. No importa cuaí les sean las exigencias, las dificultades, la presioí n de la multitud, no dejas de ensenñ ar,
simplemente encuentras una manera de seguir hacieí ndolo porque esta es la esencia de la razoí n por la que Jesuí s vino.
EÉ l vino a buscar y salvar a los perdidos para traerles la verdad porque no puedes ser salvo aparte de la verdad.
Ninguna dificultad puede interrumpir la ensenñ anza, la predicacioí n. Esto es lo maí s críítico. Puedes poner los milagros a
un lado, puedes dejar de lado a los demonios, puedes poner a un lado las maravillas sobrenaturales, pero no puedes
dejar de lado la ensenñ anza.
En segundo lugar, el conocimiento divino, vv.4 El De’ot – El Dios del Conocimiento: (1 Samuel 2:3).EÉ l sabíía
exactamente doí nde estaban los peces. ¿ "¿Coí mo sabes eso?". Mateo 10:29 y 30 Dice esto: "¿No se venden dos
gorriones por un centavo y, sin embargo, ninguno de ellos caeraí a tierra aparte del conocimiento de tu Padre? El punto
es que en la omnisciencia Dios sabe todo lo que hay que saber, todo lo que existe, lo sabe. EÉ l no lo aprende.
EÉ l no lo concluye Isaíías 40:28 dice: "Conocidos por Dios desde la eternidad son todas sus obras". Pablo dijo en
Hebreos 4:13 : "No hay criatura oculta a su vista".
Dios sabe doí nde estaí cada pez en cada lago y cada oceí ano en todo momento porque Dios conoce omniscientemente
todo lo que existe en el mundo material e inmaterial y la condicioí n y el estado de todo, no solo ahora sino en el pasado
y el futuro. ¿Queí tipo de red? Diktuon, sageē neē
versíículo 5. "Simoí n contestoí y dijo: 'Maestro' ἐἐ πιστάά της ' epistaí tes, instructor, comandante, jefe, o comandante. Pedro
estaí siguiendo a Jesuí s, pero auí n no estaí del todo en teí rminos de entender completamente quieí n es Jesuí s, pero sabe
que lo estaí siguiendo y ve a Jesuí s como su lííder y comandante. Soí lo hasta el versíículo 8 cuando lo llama κύά ριος Senñ or,
ungido, soberano, Cristo. . Pero EÉ l es Dios y es omnisciente como Dios y EÉ l lo sabe todo. Dice en el capíítulo 2 de Juan
que no necesitaba que nadie le dijera lo que estaban pensando porque sabíía lo que estaban pensando. Cuando tuvo
una conversacioí n con Nicodemo en Juan 3 , respondioí una pregunta que Nicodemo no le habíía preguntado: Salmo 139
presenta la omnisciencia de Dios en el lenguaje maí s magníífico. Marcos14 : 13; Juan 6:64 Pero hay algunos de
vosotros que no creeí is. Porque Jesuí s sabíía desde el principio quieí nes eran los que no creíían. Habia momentos En que
EÉ l habíía restringido voluntariamente ese conocimiento.
En el tercer punto, la omnisciencia se mezcla con la omnipotencia. Vv.6 Una cosa es saber doí nde estaí n los peces. Otra
cosa es tener el poder de reunirlos allíí. Y esto es lo que nos sorprende en esta historia. Pedro ahora sabe que eí l ... estaí
tratando con el Creador del universo.
De hecho, en el versíículo 9 la captura fue tan masiva que el asombro se habíía apoderado de todos. Jesuí s no solo sabíía
la ubicacioí n de los peces, sino que les ordenoí que estuvieran exactamente donde queríía que estuvieran y los ordenoí
en cantidades masivas. Ahora, Pedro, Santiago, Juan y sus companñ eros y las personas que estaban allíí conocíían el
Antiguo Testamento. Sabíían que Dios es el Creador y que Dios tambieí n es el controlador de Su creacioí n. Daniel 4;
capíítulo 50 de Isaíías; Salmo 62:11 decíía: "El poder pertenece a Dios", y sabíían que Dios era El Shaddai , Dios el
Todopoderoso. Ellos entendieron algo del inmenso y masivo poder de Dios.
Santidad - YHVH M’kadesh – El SENÑ OR que santifica: (Ezequiel 37:28) Pedro "Y eí l dijo: 'Apaí rtate de míí, porque soy un
hombre pecador, oh Senñ or'". Esta es la penitencia que Jesuí s busca. Esto es asíí, pobre, prisionero, ciego y oprimido, que
Jesuí s dijo que habíía venido a predicar el evangelio para recitar las palabras de Isaíías 61. Este es exactamente el tipo
de actitud que buscaba Jesuí s, no una actitud de confianza, ni una actitud de satisfaccioí n personal, ni una actitud de
logros religiosos, ni una actitud de justicia propia, sino una actitud de quebrantamiento.
Y luego, cuando lo llama Senñ or, creo que lo dice en el sentido maí s alto posible. El Antiguo Testamento es muy claro que
Dios es santo. Pedro lo sabíía muy bien. EÉ l sabe que estaí en la presencia de Dios y dice: "Vete, vete". El trauma, la
autoconciencia, la culpa, la verguü enza, el sentimiento de indignidad, el terror, el miedo, y eí l no puede evitar que le diga
al Senñ or que salga de su presencia. Es demasiado intimidante.
Es por eso que Abraham en Geí nesis 18:27 dice: "¿Estoy hablando al Senñ or? ¿Quieí n soy, sino polvo y cenizas?" Esto no
puede estar pasando. El polvo y las cenizas eran un síímbolo de la penitencia. Eso es lo que dijo Job. EÉ l dijo, Job 42,
"Ahora te veo con mi ojo y me arrepiento en polvo y ceniza". Me encanta la historia de Manoah en el capíítulo 13 de
Jueces. Manoa tiene un encuentro con el aí ngel del Senñ or, una aparicioí n pre-encarnada de Cristo, el segundo miembro
de la Trinidad viene y se le aparece a Manoa, y eí l va a su casa y le dice a su esposa: "He visto al Senñ or, Moriremos.
Moriremos ".
Una de las declaraciones maí s interesantes de todas con respecto a esto se encuentra en el capíítulo 20 de EÉ xodo. Dios
estaí dando la ley y en el versíículo 19 le dijeron a Moiseí s: "Habla con nosotros y escucharemos, pero que Dios no nos
hable para que no muramos". Moiseí s, por favor no nos importa hablar contigo, no traigas a Dios aquíí. Estamos
muertos. Veraí s, ese es el sentido del pecado, el abrumador sentido del pecado. Esta es alguien que ve su pecado y
realmente no puedes ver tu pecado hasta que veas a Dios.
Asíí que aquíí estaba Pedro, quebrantado, penitente, abrumado por su pecado, asustado, aterrorizado. EÉ l estaí en la
presencia de la santidad. Esta es una afirmacioí n por parte de Pedro de que eí l se encuentra con el Divino. "Apaí rtate de
míí porque soy pecador, oh Senñ or". Y estaí afirmando al decir que el Senñ or es sin pecado. "No mereces estar en mi
presencia, no merezco estar en tu presencia. No tenemos nada en comuí n. La santidad es la separacioí n y, Senñ or, no es
apropiado que esteí s cerca de míí", eso es lo que estaí diciendo
Y eso nos lleva al atributo final de Dios que se demuestra aquíí, divina misericordia. Elohay Selichot – Dios del perdoí n:
(Nehemíías 9:17)Pedro fue abrumado con su pecado. Ciertamente podemos asumir que James y John eran y quizaí s
otros. Justo en el punto donde crees que estaí s al borde de la condenacioí n por tu pecado, estaí s al borde de la
reconciliacioí n por la misericordia. Y me encanta esto en el versíículo 10. Jesuí s le dijo a Simoí n: "No temas", o quizaí s
mejor, "Deja de estar aterrorizado", phobeoē , de la que obtenemos fobia. Deja de estar aterrorizado. No necesitas estar
aterrorizado. Era el terror de estar en la presencia del Dios santo y estar al borde del juicio divino. Deja de estar
aterrorizado.
Es una misericordia asombrosa, amigo míío, que Dios no solo perdona al pecador que se siente abrumado por su
pecado en la presencia de la santidad de Dios, sino que Dios se aferra, Dios atrae al pecador hacia adentro. un abrazo
en el cual EÉ l elige usar a ese pecador en su empresa de salvacioí n. Y luego nos convertimos en embajadores de Cristo,

Bien, el poder soberano de Dios habíía hecho su gran trabajo en el corazoí n de estos hombres y el versíículo 11 dice:
"Cuando habíían traíído sus botes a tierra, ambos botes, tanto Pedro como Santiago y Juan, y cuando trajeron sus botes
a tierra, dejaron todo y lo siguieron ".

Ese es el mensaje para ustedes, amigos. Jesuí s ha aparecido. El es Dios. EÉ l ha venido al mundo. El es Dios. Sabemos que
EÉ l es Dios porque EÉ l es la fuente de la verdad, el conocimiento, el poder, la santidad, la misericordia. Solo Dios da
misericordia a los pecadores. Solo Dios llama a los pecadores a la reconciliacioí n con EÉ l mismo y los comisiona a la
gran tarea de la evangelizacioí n: atrapar a los hombres vivos. Esto es Dios. Ellos lo saben Y cuando son llamados, no
resistiraí n. Ellos ven su pecado. Ellos ven a su Salvador. Su Salvador los abraza con misericordia. Ellos lo abrazan en
obediencia. Y juntos predicaraí n el evangelio que salva a las almas.

¿Queí hay de tíí? ¿Has llegado a ese punto en reconocimiento de tu propio pecado? ¿Has llegado al punto en el que
queríías huir de Dios solo para ser abrazado por EÉ l a traveí s de la fe en Jesucristo? Al sentirte totalmente indigno,
¿entiendes ahora que estaí s llamado a ser su discíípulo? Pensando que ni siquiera eres digno de ser un discíípulo, te has
vuelto digno de ser un proclamador del evangelio. Y ahora tuí , como ellos, puedes dar tu vida a eso. No es que tengas
que dejar tu carrera, pero en cualquier lugar de tu vida vives, te mueves y tienes tu ser, ese es el lugar donde tienes
que vivir tu vida para el avance del Evangelio y atrapar a los hombres vivos. Esa es la obra del Salvador a la que todos
hemos sido llamados.

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