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1. DEFINICION
El desarrollo y, en general, la vida del ser humano se desenvuelve a través de
sucesivas etapas que tienen características muy especiales. Cada una de ella
se funde gradualmente en la etapa siguiente. Sin embargo, no hay un acuerdo
unánime para determinar cuantas y cuales son las etapas. Tampoco se puede
decir cuando comienza exactamente y cuando termina cada etapa, pues en el
desarrollo influyen diversos factores individuales, sociales y culturales. Por eso
se dice que cada ser humano tiene su propio ritmo de desarrollo.
En general, se considera que las etapas del desarrollo humano son las
siguientes:
Prenatal
Infancia
Niñez
Adolescencia
Juventud
Adultez
Ancianidad
2. LA ETAPA PRE-NATAL
Se desarrolla en el vientre materno, desde la concepción del nuevo ser hasta
su nacimiento. Pasa por tres periodos:
Periodo zigótico: Se inicia en el momento de la concepción, cuando el
espermatozoide fecunda al óvulo y se forma el huevo o zigoto. Este
comienza entonces a dividirse y subdividirse en células y aumenta de
tamaño hasta formar el embrión, que al final de la segunda semana se
arraiga en el útero.
Periodo embrionario: Dura unas 6 semanas, en las cuales el embrión se
divide en tres capas que se van diferenciando hasta formar el esbozo de
los diversos sistemas y aparatos corporales.
Periodo fetal: Es la culminación del embrión. El feto ya tiene la definida
forma de un ser humano, que después de desarrollarse aceleradamente
durante 7 meses, abandona el claustro materno en el acto del
nacimiento.
Hoy en día se da mucha importancia a esta etapa, puesto que se ha
comprobado que precedentemente al nacimiento hay formas de actividad. La
madre, con sus situaciones psicoafectivas troquela en el feto su propia
urdiembre. Por medio de ella llegan al niño los primeros mensajes de la vida.
Recepta la alegría o la contrariedad del padre, el alborozo o fastidio de sus
hermanitos, las angustias y satisfacciones de la madre.
Esta etapa es la materia prima de las demás. Se está gestando ya el futuro de
su personalidad. Todo lo que pasa dentro y fuera de su fuente vital deja huella
en su ser.
A partir de los tres meses la personita responde a los estímulos internos y desde
los seis meses a los externos. Hay, pues, formas de sensación y actividad.
Se puede suponer un psíquico elemental, difuso, con un estado indistinto de
sueño, con variaciones afectivas de malestar y bienestar.
3. LA INFANCIA
Está colocada como un adorno. Sus hermanos salen a jugar (sin llevar la
pelota de siempre, sucia y pequeña) y le dicen al niño que traiga la pelota;
él llevará la que está de adorno porque para él no hay más pelota que la
que le regalaron.
Fase del pensamiento intuitivo (4 – 7 años) Se basa en los datos
perceptivos. Así dos vasos llenos de la misma cantidad de bolitas, el niño
dirá que hay más en el vaso largo. En este periodo el desarrollo del niño
va consiguiendo estabilidad poco a poco, esto lo consigue creando una
estructura llamada agrupación. El niño comienza a razonar y a realizar
operaciones lógicas de modo concreto y sobre cosas manipulables.
Encuentra caminos diversos para llegar al mismo punto (sabe armar
rompecabezas).
La relación oral incluye la comunicación a través del tacto, el olor, la posición del
cuerpo, el calor, los nexos visuales, el rostro de la madre, etc.
Esta etapa se supera, pero siempre nos quedan rezagos tales como mascar
chicle, fumar, llevar objetos a la boca.
Hay casos en que no se supera esta etapa, entonces tenemos el carácter oral
como el sujeto totalmente dependiente e inseguro.
Hay que tener en cuenta que el efectivo control de la defecación se alcanza sólo
luego que ha sido posible el control muscular a través de la maduración de los
rasgos nerviosos de la médula espinal. Por tanto, una educación prematura a la
limpieza lleva a fijar a la persona en el carácter anal; por ejemplo: El avaro. El
coleccionar objetos es un rezago de analidad.
Fase elíptica: El infante desarrolla un intenso amor por el progenitor del sexo
opuesto. El niño se apega a la madre y la niña al padre.
4. LA NIÑEZ
F. Afectivas: En cuanto que el niño sale del ambiente familiar donde es el centro
del cariño de todos para ir a otro ambiente donde es un número en la masa;
donde aprende y desarrolla el sentimiento del deber, respeto al derecho ajeno
amor propio, estima de sí, etc.
F. Social: La escuela contribuye a extender las relaciones sociales que son más
incidentes sobre la personalidad.
El niño se vuelve más objetivo y es capaz de ver la realidad tal como es.
Suma, resta, multiplica y divide cosas, no números.
5. LA ADOLESCENCIA
Es la etapa en que el individuo deja de ser un niño, pero sin haber alcanzado
aún la madurez del adulto. Sin embargo, es un tránsito complicado y difícil que
normalmente debe superar para llegar a la edad adulta. Se considera que la
adolescencia se inicia aproximadamente a los 12 años promedio, en las mujeres
y a los 13 años en los varones. Este es el momento en que aparece el periodo
de la pubertad, que cambia al individuo con respecto a lo que hasta entonces era
su niñez.
En la adolescencia se distinguen dos etapas:
a) La Preadolescencia:
Desarrollo físico:
Desarrollo cognoscitivo:
No confunde lo real con lo imaginario y por tanto puede imaginar lo que podría
ser.
Desarrollo tendencial:
Desarrollo afectivo:
Desarrollo social:
Desarrollo social:
A medida que crece, son mayores y más variadas sus experiencias sociales.
Este mayor contacto con la sociedad favorece un conocimiento más real de la
sociedad.
Esta situación puede o no ser conflictiva. Depende cómo los hijos son educados.
Será entonces, conflictiva:
Por las frustraciones de los padres proyectadas a sus hijos que llevan a una
identificación a la inversa y a una mala interpretación.
Por el hecho de que los padres son adultos y representan a la clase privilegiada,
que niega al adolescente el "status" del mismo género.
Por el "conflicto de generaciones" debido a los contrastes que pueden surgir por
la diferencia de edad entre dos generaciones.
6. LA JUVENTUD
Todo esto supone una opción inteligente y libre. En esa medida será una opción
que responda al hecho fundamental de la existencia: "ser para el otro" será una
opción de amor.
En la vida afectiva y sexual: Mirando hacia atrás, un joven se ríe de sus fracasos
sentimentales, porque empieza a descubrir lo que es realmente el amor. El joven
varón, luego de sentirse atraído por el físico de las chicas y por las chicas que
llenaban determinadas cualidades, ahora necesita amar a una sola persona con
quien proyectar posteriormente una comunidad de vida.
La joven deja de soñar en su príncipe azul, para aceptar un muchacho como es,
e iniciar un diálogo de amor auténtico.
Para algunos jóvenes la visión religiosa del hombre y del mundo puede servir de
soporte a la autonomía moral. A las antiguas motivaciones de origen parental (es
malo porque está prohibido por los padres) o de rigen social (es malo porque
está prohibido por el grupo o la sociedad) se sustituye la mueva motivación
racional y religiosa (es malo porque está contra el orden establecido por Dios
para la realización del hombre).
En esta época se presentan las dudas religiosas. Aquí hemos de distinguir entre
una duda positiva y otra negativa. La duda positiva es de la persona que busca
una más grande verdad, desarrollando una función de ulterior maduración. La
duda negativa, en cambio, es síntoma de una personalidad religiosa en crisis
fruto de un pasado religioso harto de dificultades.
7. LA ADULTEZ
Así, hay adultos de firme y segura personalidad capaces de una conducta eficaz
en su desempeño en la vida; hay otros de una personalidad no tan firme ni
segura; finalmente existen los que adolecen de una pobre y deficiente manera
de ser (personalidad) que los lleva a comportamientos ineficaces y hasta
anormales.
8. LA ANCIANIDAD
El anciano va perdiendo el interés por las cosas de la vida, y viviendo cada vez
más en función del pasado, el mismo que evoca constantemente, ya que el
presente y el futuro le ofrecen pocas perspectivas. Por eso es
predominantemente conservador y opuesto a los cambios, pues así se siente
seguro.
- SUAVE
- ASPERO
- ACTIVO
- VEDETTE
- NERON
- PASIVO
- MENINO
- QUELONIO
El Vedette vive sujeto a las opiniones de los otros. Se deprime cuando le han
criticado y ridiculizado y se exalta cuando se siente elogiado.
Su personalidad tiene poco fondo. Por eso trata de revestirse de formas: fama,
dinero, admiración, popularidad. Poco a poco su rostro se va tornando en
fachada hecha de fanfarronería, grandilocuencia, engreimiento y mentira.
Cuando nadie le alabe, él mismo lo hará.
Ambos conceptos tienen un enfoque en las personas y van más allá del bienestar
material. El desarrollo humano enfatiza la significación de la educación, el acceso
a servicios sociales adecuados (en particular salud y educación), sostenibilidad
del medio ambiente, garantías para la libertad política básica, equidad de género
y respeto a los derechos de los ciudadanos. La restricción de cualquiera de estos
elementos se percibe como perjudicial para la libertad de elección de los seres
humanos. De manera similar, la exclusión social puede ser entendida como la
deprivación de la "capacidad" que va más allá de la deprivación del ingreso. En
efecto, es difícil para un país alcanzar altos niveles de desarrollo humano si
persiste la exclusión social. La inclusión social añade la dimensión institucional
de la exclusión (agentes, instituciones y procesos que excluyen) al concepto de
desarrollo humano. Por lo tanto, una perspectiva de inclusión social puede
contribuir para agudizar las estrategias con el propósito de lograr el desarrollo
humano, abordando la discriminación, exclusión, falta de poder y deficiencias en
la rendición de cuentas, que yacen en la raíz de la pobreza y en otros problemas
del desarrollo. Ambos conceptos son complementarios en las políticas con
respecto al desarrollo humano, sosteniendo enfoque más enérgico en "qué" se
debe lograr y la inclusión social en "cómo" debe lograrse. Los marcos de políticas
para el desarrollo humano e inclusión dependen mucho de la voluntad política,
excepto en la UE donde los estados miembros han acordado reducir la pobreza
y la exclusión social para 2010 y esta obligación esta monitoreada por un marco
de medición común (Indicadores Laeken). Fuera de la UE, el marco de los ODM
(adaptado a los contextos nacional o local) podría ser utilizado para monitorear
ambos, los resultados del desarrollo humano, así como los de inclusión social.
Sin embargo, para este propósito, las metas e indicadores de los ODM deben
reflejar las prioridades y riesgos nacionales y locales.
Perspectiva
CAPITAL HUMANO
Más tarde surge la época de las ventas en la que la demanda es igual o menor
a la oferta, aparece la Dirección por Objetivo, el concepto de competitividad, el
aseguramiento de la calidad y surge el marketing no estratégico. Nos
encontramos ante la administración de personal primero, y la administración de
los recursos humanos después.
El Capital Humano es hoy en día una expresión muy tratada por los economistas
partiendo de los cambios organizacionales y el rol predominante que el
conocimiento y talento humano juega en la Nueva Economía. El término “Capital
Humano” se menciona en ocasiones como una forma de capital, indicando con
ello “aprovechamiento al máximo del aporte humano”, al que como activo
intangible se le asigna un valor y se considera como capital.
Becker a mediados del siglo pasado en, La Inversión en Talento como valor de
futuro, define Capital Humano.
Para Pablo L. Belly, reconocido como uno de los máximos exponentes del capital
intelectual en Hispanoamérica, el capital humano es el conocimiento que posee
cada individuo y a medida que el individuo incremente sus conocimientos crecerá
su capital humano. Sigue exponiendo que el futuro depende de la fuerza mental
y no de la fuerza muscular. Este autor, como muchos otros, constriñe el capital
humano sólo al conocimiento, a la educación y formación.
En nuestro país se ha creado una Red de Capital Humano como idea del GECIT
por tal motivo se realizó el 27 y 28 de marzo del 2008 un evento en la Habana
donde hubo una participación de todas las provincias del país y se expusieron
diferentes trabajos de Capital Humano a en este trabajo se hace referencia a
algunos de ellos.
BIEN COMUN
En la práctica, el bien común no es sino otro nombre para los bienes públicos
de los que hablan los economistas. Pero esos bienes públicos son
exclusivos: puestos, en principio, al servicio de todos, pasan a ser de
provecho exclusivamente privado cuando se asignan a un usuario concreto,
mientras que el bien común no excluye a las demás personas, sino que, al
contrario, promueve su participación.
Quizá por ello muchos hablan hoy de bien común, pero con un sentido que
se queda, por lo menos, corto: como suma de bienes personales, como
interés general, como ejercicio de la justicia, como reconocimiento de la
conveniencia de tener en cuenta las consecuencias de las acciones propias
sobre los demás (lo que los economistas llaman externalidades de la acción),
como instrumento de diálogo social o de negociación entre contrarios…
Frente a todo ello, la consideración de un concepto rico y bien fundado de
bien común puede ayudar a redefinir el papel de la política, si los filósofos y
políticos están dispuestos a abandonar sus recelos sobre un concepto que,
como dijimos, es uno de los pilares de la doctrina social de la Iglesia católica.
Pero esto no quiere decir que la puesta en práctica del bien común en la
política sea una tarea fácil: exige visión de conjunto de los problemas y la
consideración de los efectos de las políticas sobre los ciudadanos pero no solo
sobre sus intereses privados, sino también sobre la creación y conservación
de las condiciones que permiten a los ciudadanos y a las comunidades
menores la consecución de su perfección. No admite una descripción
concreta y detallada de en qué consiste ese bien común, para luego imponerla
a la ciudadanía.
EL ESTADO
Los arquetipos políticos griegos y las ideas directrices de Cicerón ejercieron una
influencia decisiva en san Agustín y en todos los seguidores de su doctrina. Para
san Agustín, el Estado está constituido por una comunidad de hombres unida
por la igualdad de derechos y la comunidad de intereses: no puede existir
Estado alguno sin justicia. Sólo la iglesia, modelo de la ciudad celeste, puede
orientar la acción del Estado hacia la paz y la justicia.
En el siglo XVI, Jean Bodin añadió a la idea de independencia del poder político
la noción de soberanía: el Estado es soberano y no ha de reconocer en el orden
temporal ninguna autoridad superior, lo cual le conferirá una consistencia
jurídica. A este contenido racional, aportado por el Renacimiento, se debe la
aparición del Estado moderno, que se distingue por estar constituido por
una población amplia que normalmente reúne características nacionales,
asentada en un territorio definido y regida por un poder soberano.
Para Karl Marx, Friedrich Engels y los marxistas posteriores, la igualdad jurídica
y las declaraciones formales de libertades en los Estados liberales encubrían
una desigualdad económica y una situación de explotación de unas clases
sociales por otras. El Estado capitalista era el medio de opresión de la burguesía
sobre el proletariado y las demás clases populares. Según la teoría
del materialismo histórico, el propio desarrollo del capitalismo y el crecimiento
del proletariado desembocarían en la destrucción del Estado burgués y en su
sustitución por un Estado transitorio, la dictadura del proletariado, que finalmente
se extinguiría para dar paso a la sociedad sin clases. La revolución rusa, y
posteriormente la china, la cubana y otras, trataron de llevar a la práctica el
Estado socialista o comunista de la dictadura proletaria en sus diferentes
interpretaciones.
En la primera mitad del siglo XX, la crítica al Estado liberal se desarrolló también
a partir de las ideologías fascistas, basadas en una concepción radical
del nacionalismo. Tanto el fascismo italiano como el nacionalsocialismo alemán
defendieron los intereses de la nación sobre la libertad de los individuos. El
Estado, encarnación del espíritu nacional debía concentrar todas las energías
individuales con el fin de conseguir sus objetivos últimos y trascendentales.
Históricamente, el fascismo constituyo una reacción contra el auge
del movimiento obrero y el comunismo internacional después de
la revolución rusa, y una justificación ideológica del imperialismo para dos
Estados que habían quedado al margen del reparto del mundo por parte del resto
de las potencias occidentales.
ESTADO.
En todas las sociedades humanas, la convivencia pacífica es posible gracias a
la existencia de un poder político que se instituye sobre los intereses y
voluntades particulares. En Estado, organización que acapara este poder en las
civilizaciones desarrolladas, ha tendido a conseguir el bien común mediante
distintas formas de gobierno a lo largo de la historia.
Otras doctrinas han afirmado que el Estado no está reconocido por la Ley y
que la personalidad de aquél se manifiesta en órganos típicamente diferenciados
como pueden ser el Parlamento, la Corona, etc.
La actividad del Estado, es decir, lo que el Estado debe hacer, se define por el
conjunto de normas que crean órganos, fijan su funcionamiento y los fines que
deben alcanzar. La exigencia lógica del Estado se precisa por los fines o
propósitos que una sociedad organizada le ha venido señalando de acuerdo con
su propia naturaleza.
Las funciones del Estado y los poderes públicos que le corresponden, son
potestades constitucionales que dividen, lógica y políticamente, la acción del
Estado con fines democráticos y técnicos y evitan la concentración de la fuerza
estatal en una persona o entidad.
El Estado sólo se justifica por los servicios públicos y por los fines sociales que
tiene a su cargo.
Liberalismo, desde los siglos XVIII y XIX a la fecha. Respecto al valor histórico
del liberalismo, nada tenemos que objetar, pues el liberalismo cumplió su misión
gloriosa al destruir en su época las formas arcaicas de la vida social del Estado
monárquico absolutista y despótico, que amparaban intereses y prejuicios de
otros tiempos.
Los defensores actuales del liberalismo sostienen que éste es un sistema de
principios universales y hasta eternos, los cuales no podrán desaparecer, porque
sobreviven en los principios o verdades que toda sociedad juzga como invariable,
y agregan que muchos de los males de la era moderna, se deben al olvido o
negación de esos valores o ideales del viejo liberalismo.
Las funciones del Estado son los medios o formas diversas que adopta el
derecho para realizar los fines del Estado.
Las funciones del Estado tienen un apoyo lógico y jurídico. Por medio de los fines
se reconocen las etapas para alcanzar una meta, por las funciones se
consagran procedimientos de la legislación que necesitan para su realización de
las tres funciones esenciales del Estado.
LA FUNCIÓN ADMINISTRATIVA.
Los fines del Estado señalan los propósitos generales o metas por alcanzar que
se incorporan a los textos constitucionales y desarrolla la legislación
administrativa.
Las funciones del Estado comprenden a la función legislativa que tiene como
acto básico la ley, a la función administrativa el acto administrativo y la función
jurisdiccional a la sentencia.
TERRITORIO.
Por otra parte, no puede hacerse parangón del Estado con la Iglesia, en este
aspecto territorial, porque la misión y fines de la Iglesia, puramente espirituales,
son diferentes de la misión y fines del Estado, en los que se involucran
fundamentalmente intereses materiales. La tierra, interés material, tiene en la
comunidad política una categoría y una función primordiales.
La extensión del territorio del Estado no tiene trascendencia decisiva, en lo que
se refiere a los principios de la doctrina política. Lo importante es que exista ese
territorio; la mayor o menor extensión territorial y la abundancia o escasez de
bienes materiales en el Estado, determinarán su mayor o menor extensión, e
incluso tendrá repercusión en lo que se refiere, según veremos oportunamente,
a las formas de Estado; en su mayor o menor riqueza y poderío, pero no son
esenciales a la existencia del Estado en determinada cantidad. Siempre han
existido Estados ricos y pobres, grandes y pequeños, pero Estados, al fin y al
cabo.
Tiene una función negativa en cuanto circunscribe, en virtud de las fronteras, los
límites de la actividad estatal y pone un dique a la actividad de los Estados
extranjeros dentro del territorio nacional. Estos límites se encuentran.
establecidos por el Derecho Internacional.
El Estado fija sus límites por una autonomía sujeta naturalmente a las
contingencias históricas y a la convivencia con los otros Estados.
Por otra parte, en el aspecto internacional, goza de la exclusividad con que posee
su territorio y en caso de invasión puede defenderlo de acuerdo con sus
posibilidades militares.
El Estado que pierde su territorio desaparece, pues ya no tiene espacio donde
hacer valer su poder, donde desarrollar su misión. Del territorio depende también
su independencia frente al extranjero.
LA POBLACIÓN.
Los hombres que pertenecen a un Estado componen la población de éste. La
población desempeña, desde el punto de vista jurídico, un papel doble. Puede,
en efecto, ser considerada como objeto o como sujeto de la actividad estatal. La
doctrina que ahora exponemos tiene su antecedente en la distinción, esbozada
por Rousseau, entre súbdito y ciudadanos. En cuanto súbditos, los hombres que
integran la. población háyanse sometidos a la autoridad política y, por tanto,
forman el objeto del ejercicio del poder; en cuanto ciudadanos, participan en la
formación de la voluntad general y son, por ende, sujetos de la actividad del
Estado. Es, pues, completamente falsa la tesis que concibe a éste dividido en
dos personas distintas, no ligadas por vínculo jurídico alguno: el soberano, por
una parte, y el pueblo, por la otra.
1. Derechos de libertad.
2. Derechos que se traducen en la facultad de pedir la intervención del
Estado en favor de intereses individuales.
3. Derechos políticos.
EL PODER.
Toda sociedad organizada ha menester de una voluntad que la dirija. Esta
voluntad constituye el poder del grupo.
Tal poder es unas veces de tipo coactivo; otras, carece de este carácter. El poder
simple, o no coactivo, tiene capacidad para dictar determinadas prescripciones
a los miembros del grupo, pero no está en condiciones de asegurar el
cumplimiento de aquéllas por sí mismo, es decir, con medios propios. Cuando
una organización carece de poder coactivo, los individuos que la forman tienen
libertad para abandonarla en cualquier momento. Ello aparece con toda claridad
incluso en las organizaciones no estatales más poderosas del mundo, como la
Iglesia Católica. Esta última no puede, por sí misma, constreñir a sus fieles o a
sus sacerdotes a que permanezcan en su seno, a no ser que el Estado le preste
su apoyo.
Si una organización ejerce un poder simple, los medios de que dispone para
sancionar sus mandatos no son de tipo coactivo, sino meramente disciplinarios.
El poder de dominación es, en cambio, irresistible. Los mandatos que expide
tienen una pretensión de validez absoluta, y pueden ser impuestos en forma
violenta, contra la voluntad del obligado.
El campo propio de esas órdenes se extiende a todas las materias que hemos
visto integran el bien público, materias que de cerca o de lejos, en el orden de
los fines o de los medios, se refieren al bien público temporal.
Se trata de relacionar los individuos entre sí y a éstos con los órganos del Estado,
o bien, de relaciones entre los distintos sectores del gobierno.
Por tanto, observamos que este primer aspecto o primera tarea de la autoridad
se confunde con la misión del Derecho positivo en sentido amplio y que
comprende reglas generales y funciones concretas o administrativas. La
autoridad está en aptitud de crear el Derecho positivo.
Esta función de elaboración del Derecho en su aspecto formal por medio de las
órdenes que dicta el Estado se ve condicionada por la orientación hacia la
consecución del bien público.
LA PERSONA HUMANA
b) Es individual.
Fernando Bastos en su enciclopedia de la Doctrina Social de la Iglesia dice al
respecto; Persona Humana: del latín persona. Es el individuo de naturaleza
racional, portador de potencialidades que se desarrollan a través de la vida, en
el seno de la familia y de la comunidad. Como individuo, la persona humana
presenta dos características fundamentales:
1. Es distinta de todos los otros miembros de la especie humana, es decir,
aunque participe de la misma naturaleza, constituye una totalidad en sí.
2. Es una unidad, que no puede dividirse sin perecer. Se compone de alma
y cuerpo, espíritu y materia, que en ella forman una unidad sustancial,
cuya ruptura es la muerte.
3. Es social.
Como ya lo explica Santo Tomás, el hombre está inclinado hacia el bien y a vivir
en sociedad. Es parte de su naturaleza estar rodeado de otros seres de su misma
especie para su propia autorrealización que la conseguirá por medio de la
sociedad.
El hombre al ser un animal social y racional por naturaleza busca con los demás
hombres satisfacer sus necesidades. Pero no basta con que los hombres se
agrupen en comunidades o sociedades para poder satisfacer sus necesidades,
el hombre no se queda tan sólo en la búsqueda del bien material; por ser racional
tiene una inclinación hacia el bien espiritual que además busca su
perfeccionamiento con la búsqueda de su desarrollo personal e integral para así
poder llegar a su anhelo aquí en la tierra: la felicidad.
Más aún, la búsqueda del hombre en sociedad no termina con satisfacer sus
necesidades ni con la felicidad en la tierra; debe ir más allá de lo que este
universo le puede dar, debe de buscar su perfeccionamiento y desarrollo con el
creador:
Como el hombre virtuoso está destinado a otro fin, que consiste en la visión de
Dios es necesario que la sociedad tenga el mismo fin que el hombre. No es el
último fin del hombre constituido en sociedad el vivir según la virtud; es alcanzar
por medio de la virtud goces de la bienaventuranza eterna. Si a ese fin pudiera
llegarse sin otro auxilio que el de las fuerzas naturales, a los reyes pertenecería
dirigirlos a ese fin.
PROPIEDADES DE LA PERSONA
1. DIGNIDAD
a) Definición.
Deriva del latín dignitas, del adjetivo dignus, cuya forma arcaica dec nos revela
su origen del verbo decet: decente. Es la actitud de respeto a sí mismo y a los
otros, por el reconocimiento que toda criatura humana posee características que
la elevan por encima de los otros seres. El respeto a esa dignidad es la garantía
suprema del orden social.
b) Naturaleza.
No hay más Ley justa que la que detalla las exigencias que se desprenden de la
igual dignidad de los hombres, y del fundamento de esta dignidad.
2. LIBERTAD
Del latín libertas, de Liber: libre. La libertad es la capacidad del ser racional y
consciente de autodeterminarse, ante la multiplicidad de alternativas de opción
que se le ofrecen, en cada situación concreta. En este sentido, es un dato
inmediato de la conciencia y se identifica con el libre albedrío: todos
experimentamos que podemos ser un principio absoluto de acción, actuando o
dejando de actuar, actuando de esta o de aquella manera. Es una facultad
exclusiva del ser racional, capaz de interiorizar el mundo bajo una gran variedad
de aspectos.
b) Naturaleza.
Esta es la dignidad que exige que el hombre actúe según opciones conscientes
y libres, esto es, movido e inducido por convicciones personales y no por un
ciego impulso interno o por mera coacción externa.
La libertad del hombre proviene de la ley natural que es el reflejo de la ley divina.
El hombre es libre por naturaleza y libremente tiene la facultad de decidir la
elección que más le convenga para su perfeccionamiento.
d) Libertad y Justicia.
La libertad, junto con la justicia constituyen los objetivos más altos de la doctrina
social de la iglesia: atender a las exigencias de la justicia mediante el uso
responsable de la libertad.
3. IGUALDAD
Pero ningún grupo humano se puede engreír de poseer sobre otros una
superioridad de naturaleza, ni de ejercer ninguna discriminación que afecte a los
derechos fundamentales de la persona.
Del latín aequalitas, del radical aequus: igual, que, como sustantivo, denota, en
la forma aequor, aequoris, el mar, la llanura. Es una de las más profundas y
auténticas aspiraciones democráticas, pero como tantas otras es también una
de las más explotadas por una demagogia irresponsable. El fundamento
filosófico de la igualdad democrática es la identidad esencial de todos los
hombres, todos ellos tienen la misma dignidad esencial, como seres racionales
y libres.
Definición.
a) Naturaleza.
b) Igualdad e Identidad.
c) Conclusión.
NECESIDADES DE LA PERSONA
Este tema va directamente relacionado con el bien común; las necesidades del
hombre se dividen en necesidades materiales (casa, alimento, vivienda,
educación etc.) y espirituales o inmateriales, ambas son objeto de estudio del
bien común, por lo tanto, sólo señalo a la justicia que es una virtud relacionada
con la libertad y a la felicidad que es una consecuencia de satisfacer esas
necesidades y es un fin propio del hombre.
JUSTICIA
Por todas partes se aspira a una justicia, se desea una paz mejor asegurada en
un ambiente de respeto mutuo entre los hombres y entre los pueblos.
a) Definición.
Del latín justicia. Es el deber moral de dar a cada uno lo que le es debido. Es la
base insustituible de toda relación no sólo de las personas, entre sí, sino también
entre las personas y el estado, y de los estados entre sí. En su más amplia
acepción, la voz latina iustitia es un término abstracto que significa una igualdad
o adecuación objetivamente exigible. Por el contrario, la palabra injusticia va
asociada a la idea de una cierta desigualdad o falta de adecuación. De una
manera vulgar, pero esencialmente correcta, suele definirse la justicia como la
virtud de darle a cada uno lo que le pertenece. Esta definición es una abreviatura
de la fórmula perpetua et constants voluntas ius suum unicuique tribuendi
(Ulpiano).
La doctrina social de la iglesia explica que no basta sólo con que las personas
den a cada uno lo que le corresponde sino también al estado y a los estados
entre sí. El estado es el primero en impartir la justicia a todos sus miembros ya
que son personas y éstas, a su vez, tienen que practicar esta virtud. Fernando
Bastos agrega:
b) Clasificación.
La justicia tiene varias categorías, según los sujetos de las relaciones que la
especifican:
1. La justicia legal: que tiene como sujeto a todos los ciudadanos con
relación al estado, y los obliga a prestar a la comunidad todo lo que le es
debido para realizar el bien común. Se llama legal, porque sus exigencias
son normalmente fijadas en leyes. Es en virtud de ella como tenemos el
deber moral, por ejemplo, de pagar los impuestos. Debido a ella, todo acto
u omisión contra el bien común no es sólo una falta de civismo, sino que
es también una culpa moral.
4. la justicia social: Además de esas tres categorías, existe una cuarta que
incumbe a las comunidades solidariamente consideradas: es la justicia
social. Por ella, somos todos responsables, cada uno en el ámbito de sus
posibilidades, de la realización de estructuras sociales que permitan a
todos los miembros de una comunidad alcanzar niveles de vida
compatibles con su dignidad.
c) Injusticia.
Para satisfacer las exigencias de la justicia y de la equidad, hay que hacer todos
los esfuerzos posibles para que, dentro del respeto a los derechos de las
personas y a las características de cada pueblo, desaparezcan lo más
rápidamente posible las enormes diferencias económicas que existen hoy y que
frecuentemente aumentan, vinculadas a discriminaciones individuales y sociales.
La justicia y la equidad exigen también que la movilidad, la cual es necesaria en
una economía progresiva, se ordene de manera que se eviten la inseguridad y
la estrechez de vida del individuo y de su familia.
Concluye que, como el peor de los hombres es aquél que usa la maldad no sólo
hacia sí mismo sino también hacia los amigos, así decimos que el mejor es aquel
que usa o practica las virtudes no sólo hacia sí sino también en relación a los
demás.
d) Justicia Social.
El estado debe, por lo tanto, buscar una equidad en la repartición de bienes y los
hombres deben de buscar ser justos en su vida social. Y así progresará el
país. El cumplimiento, por tanto, de los deberes propios de la justicia social
tendrá por efecto una intensa actividad que, nacida en el seno de la vida
económica, madurará en la tranquilidad del orden y demostrará la
entera salud del Estado, de la misma manera que la salud del cuerpo humano se
reconoce externamente en la actividad inalterada y, al mismo tiempo, plena y
fructuosa de todo organismo.
3. FELICIDAD
La felicidad es un bien común al que todos los hombres pueden llegar, a menos
que se van impedidos por un obstáculo.
a) Definición.
El Estado está al servicio del hombre, debe de respetar a cada individuo que lo
constituye, protegiendo sus derechos fundamentales y buscando el desarrollo
íntegro de cada persona satisfaciendo todas sus necesidades para así lograr el
fin último del hombre.
2. SOCIEDAD
Todos los pueblos forman una comunidad, tienen un mismo origen, puesto que
Dios hizo habitar a todo el género humano sobre la haz de la tierra, y tienen
también el mismo fin último, que es Dios; Los hombres, las familias y los diversos
grupos que constituyen la comunidad civil son conscientes de su propia
insuficiencia para lograr una vida plenamente humana y perciben la necesidad
de una comunidad más amplia, en la cual todos conjuguen a diario sus energías
en orden a una mejor procuración del bien común. Por ello forman comunidad
política según tipos institucionales varios.
3. DERECHOS HUMANOS.
a) Definición.
Todo ser humano, por el mismo hecho de ser hombre, por su inalienable dignidad
de persona humana, tiene derecho natural a todo aquello que es necesario a su
propia realización. Se incluyen en esta exigencia: derecho a la vida, al trabajo, a
la libertad, a condiciones dignas de existencia, en fin, a todo lo demás que
permita al hombre realizarse como hombre. Puestos a desarrollar, en primer
término, el tema de los derechos del hombre, observamos que éste tiene derecho
a la existencia, a la integridad corporal, a los medios necesarios para un
decoroso nivel de vida, cuales son, principalmente, el alimento, el vestido, la
vivienda, el descanso, la asistencia médica y, finalmente,
los servicios indispensables que a cada uno debe prestar el Estado. De lo cual
se sigue que el hombre posee también el derecho a la seguridad personal en
caso de enfermedad, invalidez, viudedad, vejez, paro y, por último, cualquier otra
eventualidad que le prive, sin culpa suya, de los medios necesarios para su
sustento.
b) Naturaleza.
Tales derechos nacen de la misma naturaleza del hombre y, en este sentido, son
derechos naturales, es decir, no son otorgados por el Estado con base en el
ordenamiento jurídico de la sociedad; estos derechos provienen de la ley natural,
el Estado, al reconocerlos y regularlos en la ley lo único que hace es protegerlos,
hacerlos valer. Los Derechos humanos son inviolables, universales, inalienables
e indivisibles. Al ser los hombres por naturaleza sociables, deben convivir unos
con otros y procurar cada uno el bien de los demás, por esto, una convivencia
humana rectamente ordenada exige que se reconozcan y se respeten
mutuamente los derechos y los deberes. De aquí se sigue también que cada uno
debe aportar su colaboración generosa para procurar una convivencia civil en la
que se respeten los derechos y los deberes con diligencia y eficacia crecientes.
c) Garantías Individuales.