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Cristhian Bacuy
Paolo Llumiquinga
Melisa Ninacuri
Bryan Vera
Jose Villegas
27/10/2018
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1. Antecedentes
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1.4. Qué tecnología se utilizó?
Investigaciones de personajes famosos como Albert Einstein con su aportación de la
relación entre masa y energía fueron claves para entender la fusión nuclear, aunque
en realidad su diseño y construcción comenzaron en 1939 a manos de un equipo de
científicos británicos y estadounidenses.
Sin embargo, no fue hasta 1942 que se logró la primera reacción en cadena
controlada y para el 16 de julio de 1945, bajo el mando del científico alemán Robert
Oppenheimer, se realizó la primera prueba en Nuevo México que vislumbró el futuro
de la isla japonesa. La primera de las bombas que costó millones de dólares en
investigación científica y tecnológica llevó por nombre “Little Boy” y estaba hecha de
Uranio, mientras que “Fat boy”, la que destruyo Nagasaki, era más poderosa y estaba
constituida de Plutonio.
2. El carácter de una explosión atómica
El poder explosivo de una bomba nuclear, llamado rendimiento, se expresa mediante
la comparación con el poder destructivo del TNT (trinitrotolueno), y así se habla de
bombas de un kilotón (un kt) si la energía liberada es la misma que se produce al
detonar 1 000 toneladas de TNT. Si el rendimiento es de 1 000 kt, se trata de una
bomba de un megatón (un Mt). El arsenal nuclear de los Estados Unidos y la URSS
juntos hoy en día suma unos 12 000 megatones.
Los efectos de una explosión nuclear dependen de muchos factores, entre ellos el
rendimiento del artefacto, la altura sobre la superficie a la que es detonado, las
condiciones climáticas, etc.
El análisis que se presenta a continuación es el resultado de consideraciones físicas
sencillas y de las observaciones y estudios realizados en Hiroshima y Nagasaki, las
únicas dos oportunidades en que se han empleado bombas nucleares contra una
población.
2.1. CALOR
Una millonésima de segundo después de una explosión nuclear la temperatura dentro
de la bomba alcanza unos 10 000 000 °C. El material que compone la bomba y el aire
que la rodea brilla intensamente formando lo que se conoce como la bola de fuego. El
brillo de la bola, unos segundos después de la detonación de una bomba, es mayor
que el del Sol al mediodía a distancias de hasta 80 km del punto cero. La bola se
expande y en 10 segundos alcanza diámetros de un par de kilómetros para
detonaciones de un Mt, y luego comienza a contraerse. El aire alrededor de la bola se
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calienta, la hace ascender a velocidades de unos 100 metros por segundo y forma el
conocido hongo, cuyo tallo lo forma una corriente de aire caliente ascendente. A
medida que la bola de fuego se enfría, la condensación de vapor de agua causa el
color blanco, como una nube, en su extremo superior.
2.2. PRESIÓN
La energía liberada por la explosión nuclear calienta la zona de la bomba a altas
temperaturas. Esto produce una región de altísima presión que ejerce gran fuerza
sobre las capas de aire vecinas, las que comienzan a expandirse a gran velocidad. La
velocidad es mayor que la del sonido en aire, así que se forma una onda de choque
esférica compuesta por aire muy denso que se desplaza alejándose del punto de
explosión. Al pasar esta onda por cualquier obstáculo, edificio, árbol, o cuerpo
humano, éstos sentirán un aumento repentino de la presión atmosférica. Una vez que
el frente de la onda ha pasado, y debido a la diferencia de presiones, se generan
vientos huracanados de gran velocidad. Son estos dos factores, la onda de choque y
el viento que la sigue, la causa del daño ocasionado a personas y construcciones. La
energía transportada por estos mecanismos llega a ser 50% de la energía liberada por
la bomba.
2.3. RADIACIÓN
Las reacciones nucleares que ocurren durante la explosión de una bomba producen
diferentes tipos de partículas energéticas y de radiaciones. Algunas son emitidas de
inmediato y otras, tiempo después de la detonación. En esta sección se trata de la
radiación que es emitida dentro del primer minuto después de la explosión.
Los únicos productos de las reacciones nucleares que escapan fuera del material que
forma la bomba son los rayos gamma y los neutrones. Los primeros son una forma
energética de radiación electromagnética que se desplaza a la velocidad de la luz, y
los segundos son partículas sin carga eléctrica que forman parte de los núcleos
atómicos. La intensidad de estas radiaciones disminuye con la separación al punto de
explosión principalmente debido a que son atenuadas por el aire.
2.4. PULSO ELECTROMAGNÉTICO
En contraste con los tres efectos inmediatos ya descritos, el pulso electromagnético no
causa ni la destrucción física de viviendas ni daño directo a los seres vivos. En
cambio, puede ser devastador para los sistemas telefónicos, de comunicaciones, de
cómputo, y en general para cualquier circuito que contenga componentes electrónicos.
Los efectos del pulso llegan a miles de kilómetros de distancia de la explosión.
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2.5. EFECTOS TARDÍOS
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de la ciudad. En Nagasaki esto no ocurrió debido al terreno accidentado, lleno de
colinas, que bloquearon parcialmente el calor y el viento e impidieron que los incendios
pequeños se fundieran en uno solo. Estos incendios son similares a las "tormentas de
fuego" conocidas en ciudades europeas después de los bombardeos aéreos de la
segunda Guerra Mundial.
3. La bomba atómica lanzada sobre Hiroshima
La bomba atómica utiliza la energía que libera la fisión del uranio y del plutonio para
generar una potencia mucho más destructiva que cualquier otro explosivo tradicional.
Por otra parte, los rayos gamma, los rayos neutrónicos y otras radiaciones que se
liberan durante la explosión causan un daño físico grave durante varios decenios
(Japon, 2001).
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En poco tiempo, ambas ciudades quedaron devastadas. Se estima que en Hiroshima,
la bomba mató a más de 120.000 personas de una población de 450.000 habitantes,
causando otros 70.000 heridos y destruyendo la ciudad casi en su totalidad. En
Nagasaki, el número de víctimas causadas directamente por la explosión se estima en
50.000 y 30.000 heridos de una población de 195.000 habitantes. A estas víctimas hay
que sumar las causadas por los efectos de la radiación nuclear (CICR, 2013).
Se estima que hacia finales de 1945, las bombas habían matado a 166 000 personas
en Hiroshima y 80 000 en Nagasaki, totalizando unas 246 000 muertes, aunque solo la
mitad falleció los días de los bombardeos. Entre las víctimas, del 15 al 20 % murieron
por lesiones o enfermedades atribuidas al envenenamiento por radiación. Desde
entonces, algunas otras personas han fallecido de leucemia (231 casos observados) y
distintos cánceres (334 observados) atribuidos a la exposición y a la radiación liberada
por las bombas.En ambas ciudades, la gran mayoría de las muertes fueron de civil.
Las personas que estuvieron expuestas a la radiación producida por las bombas
atómicas de Hiroshima y Nagasaki tienen un riesgo mucho mayor de padecer cáncer
(CICR, 2013).
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La intensa bola de fuego generada en el instante de la explosión del arma produciría la
liberación de calor, de ondas de choque y de radiación (CICR, 2013).
4.2. Pérdidas materiales:
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4.3. Efectos y víctimas del calor y de las ondas de choque
4.3.1. Víctimas causadas por el calor: La temperatura del suelo que subyace al
epicentro de la explosión aumentaría a aproximadamente 7.000°C y
vaporizaría a todos los seres vivos en la zona. Decenas de miles de
personas que sobrevivieron a la vaporización sufrirían intensas
quemaduras, en su mayoría de espesor total. Las quemaduras graves
pueden producirse en un radio de hasta 3 kilómetros de la explosión.
Además, muchas personas que miren en dirección de la explosión y vean la
bola de fuego a ojo descubierto sufrirán ceguera temporal debido al efecto
flash durante unos 40 minutos, o incluso daños oculares permanentes, en
particular quemaduras y cicatrices en la retina que afectarán su campo
visual (CICR, 2013).
La energía liberada por la bomba fue tan poderosa que incluso quemó por debajo de la
ropa. Las manchas oscuras sobre la piel de esta víctima coinciden con el patrón de la
ropa que utilizaba, y quedaron impregnadas como cicatrices.
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Fuente: dailymail.co.uk, 2015
Fuente: supercurioso.com
4.3.3. Efectos de la tormenta ígnea: La tormenta ígnea y el calor elevarían las
temperaturas a niveles que causarían la vaporización inmediata o el
incendio de muchos objetos y estructuras. La combinación del calor y la
onda de choque harían estallar los tanques de almacenamiento de
combustible y de líquidos inflamables. Se producirían numerosos incendios
que podrían generar una inmensa tormenta ígnea a medida que los vientos
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y el intenso calor sumasen los incendios individuales. La tormenta ígnea
consumiría todo el oxígeno en las cercanías y las personas refugiadas en
lugares cerrados sobre o bajo tierra morirían asfixiadas. Las que sobreviven
a la falta de oxígeno correrían el riesgo de sufrir graves quemaduras (CICR,
2013).
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La medida de las lesiones causadas por la radiación emitida por la lluvia radiactiva
dependerá de diversos factores: del lugar de la explosión nuclear (la detonación en el
aire por encima de una ciudad crea menos residuos y lluvia radiactivos que a nivel del
suelo), de las tendencias de los vientos y las condiciones meteorológicas locales, y de
si las personas que se hallan en la zona de la lluvia radiactiva pueden permanecer
bajo techo, sobre todo durante los primeros días que siguen a la explosión, cuando la
radiactividad alcanza su máxima intensidad (CICR, 2013).
4.5. Hibakusha
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Fuente: El país, agosto 2015
5.2. Economía: Aspectos generales luego del desastre
‘’Tras la tragedia de la segunda Guerra mundial, muchas de sus empresas y su
gobierno quedaron mermados no solo en las ciudades afectadas como Hiroshima y
Nagasaki si no en todo el país debido a la inversión y todo los gastos que implicaron
en la Guerra.’’ (Diego Pérez, Agosto 2017).
‘’Como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, Japón perdió el 42% de la
riqueza nacional y el 44% de la capacidad industrial –energía, instalaciones,
maquinaria, etc. El personal militar desmovilizado y los civiles que regresaron, por una
parte, agravaron la ruina y el hambre y, por otra parte, se unieron de inmediato a la
fuerza de trabajo, cubriendo sobradamente las necesidades de mano de obra para la
reconstrucción económica durante la primera etapa del período de posguerra.
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Japón vendió al ejército americano alimentos, equipos, productos textiles,
entretenimiento, entre otros. En un principio estos recursos provenían del continente
americano, pero al tener un precio elevado, Estados Unidos comenzó a demandar
recursos de la zona asiática, especialmente del Japón; esta acción fue denominada
como el "Consumo Especial". Esta clase de consumo fue muy importante en la
recuperación de la economía nipona, ya que generó más de 3.500 millones de dólares
en ingresos para las compañías japonesas.’’(Miguel criado, agosto 2015).
‘’Luego del desastre por el siglo XX casi en la actualidad el país buscó una fuente de
energía alterna y ya con los ingresos más acomodados dentro del país no necesitaron
de grandes recursos para que su economía tomara un nuevo rumbo, por lo que
invierten en la energía nuclear y es la misma que hoy en día, provee el 30% de la
energía eléctrica del país. ’’ (Diego Pérez, Agosto 2017)
6. SIMULACION DE EXPLOCION DE UNA BOMBA ATOMICA UNA CIUDAD
DE LA ACTUALIDAD CON AYUDA DEL SOFWARE MISSILEMAP
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6.2. Contornos de precipitación
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Bibliografía
(s.f.). Obtenido de
http://www.geocities.ws/argentinayjapon/efemerides/agosto/hiroshima.htm
https://es.wikipedia.org/wiki/Bombardeos_at%C3%B3micos_de_Hiroshima_y_Nagasaki
Insumissia (2004). Efectos de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, 59 años después.
Obtenido de
https://www.antimilitaristas.org/Efectos-de-las-bombas-atomicas-de-Hiroshima-y-Nagasaki-
59-anos-despues.html
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