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DELITOS CONTRA LA CONFIANZA Y LA BUENA FE EN LOS

NEGOCIOS

“Una de las innovaciones más importantes que ha traído consigo el nuevo Código

Penal promulgado en nuestro medio en el año de 1991, ha sido la incorporación en su

título sexto de los denominados delitos contra la confianza y la buena fe en los

negocios”. A pesar de algunos términos de severidad y metodología los delitos que

aparecen en este capítulo no necesariamente guardan relación con los fundamentos

instaurados para la configuración de los llamados “delitos económicos”, De acorde a

la variedad de conceptos que indican a la doctrina como la y a la legislación penal

comparada, tenemos que reconocer que su inclusión en el Código Penal fue una

disposición especialmente transcendental para la prevenir y freno de esta género de

delitos, estableciendo “el enfoque poco ortodoxo que ha hasta la fecha se daba a esta

forma de criminalidad”.

Desde una figura rigorosamente penal-económica acorde a “los bienes jurídicos que

son objeto de protección, y teniendo en cuenta los criterios que se consideran para

hablar de una criminalidad económica”, las definiciones y argumentos que

predominaron en el legislador del Código Penal de 1991 relacionados a los

“atentados que podían ir en desmedro o en contra de la confianza y la buena fe en los

negocios, pudieron haber hecho pensar de que se estaba frente a hechos delictivos

(como la quiebra dolosa) que altera el tráfico normal de las relaciones económicas y

patrimoniales, entendidas estas como un conjunto de derechos patrimoniales que

aparecían afectados”. (Lamas Puccio, S.F)


Como lo afirma García Cavero, “a diferencia de otros títulos del Código Penal en los

que se agrupan distintas figuras delictivas que afectan un mismo bien jurídico, el

legislador penal no ha seguido este criterio de sistematización en el título que ahora

nos ocupa. La razón por la que se han agrupado los tipos penales en el título VI, sería

un dato, en todo caso, de naturaleza criminológica, es decir el hecho de que estos

delitos se cometen en un mismo ámbito de actuación. En efecto, el denominador

común de las diversas figuras delictivas que se enmarcan dentro del título de los

delitos contra la confianza y la buena fe en los negocios, radicaría en que todos estos

delitos, se cometen normalmente en el tráfico económico y patrimonial, es decir los

negocios. En ese sentido, no cabría hablar aquí de homogeneidad en cuanto al bien

jurídico objeto de protección penal, sino de actuaciones distintas que afectan diversas

condiciones esenciales que caracterizan el tráfico económico y patrimonial” (Lamas

Puccio, S.F)

Una cosa es que la constitución de 1993 tenga una dudosa legitimidad de origen y

otra muy distinta que por ello se le declare invalida

Bibliografía

Lamas Puccio, L. (S.F). Delitos contra la confianza y la buena fe en los negocios en la

legislación nacional, con referencia especial al artículo. Obtenido de

file:///C:/Users/usuario/Downloads/12395-49304-1-PB.pdf

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