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Fuentes de Calor:
Elementos capaces de iniciar una combustión.
Fuentes Combustibles:
Elementos capaces de mantener y propagar una combustión.
Su objetivo es:
•Salvar personas
•Minimizar las pérdidas económicas producidas por el fuego.
•Permitir la continuidad de las operaciones en el menor tiempo posible
DEFINICIÓN DE COMBUSTIÓN
La etimología de combustión nos remite al vocablo latino combustio. El
concepto hace referencia al acto y resultado de quemar o de arder:
someter a la acción del fuego.
Por ejemplo: “La combustión destruyó la cabaña
en cuestión de minutos”, “Los bomberos
explicaron que la combustión se inició por las
altas temperaturas y la acción del sol sobre los
fardos”, “Un fallo en el sistema refrigerante causó
la combustión que quemó el cohete”.
Si nos centramos en la química, se llama combustión a la reacción que se
produce entre un material oxidable y el oxígeno, la cual se revela a través
de las llamas y genera la liberación de energía. Dicho de otro modo: la
combustión implica la oxidación de un elemento mediante un proceso que se
hace visible por el fuego y que incluye el desprendimiento de energía a modo
de luz y calor.
Para el desarrollo de esta reacción química, se necesita una sustancia capaz
de arder (que recibe el nombre de combustible) y una sustancia que genere
la combustión (el comburente). Por lo general el comburente es el oxígeno.
La reacción hace que los componentes del combustible se oxiden.
Un combustible, para comenzar la combustión, debe alcanzar
la temperatura de ignición. Esta temperatura supone que sus vapores
arden de manera espontánea. Una vez que el combustible llega a su
temperatura de ignición, empieza la combustión.
Es importante tener en cuenta que la energía química liberada durante la
combustión puede ser aprovechada como energía mecánica. Esa es la
clave del funcionamiento de los automóviles, por citar un caso, cuyos
motores se valen de la combustión de la gasolina (nafta) o de otro
combustible para obtener la energía que posibilita el movimiento del
vehículo.
DEFINICIÓN DE INCENDIO
Incendio (del latín incendĭum) es el fuego de grandes proporciones
que destruye aquello que no está destinado a quemarse. El
surgimiento de un incendio implica que la ocurrencia de fuego fuera de
control, con riesgo para los seres vivos, las viviendas y cualquier estructura.
Además de ello es importante tener en cuenta que hay tres elementos que
deben confluir para que finalmente se produzca ese incendio. En concreto,
nos estamos refiriendo al calor, al combustible pertinente y al oxígeno.
Cuando se está siendo parte implicada en un incendio, sea del tipo que sea,
es importante no sólo mantener la calma en la medida que se pueda sino
también seguir una serie de recomendaciones. Y es que es la única manera
de que se logre salir sano y salvo de este grave incidente.
Entre las causas más habituales de los incendios, pueden nombrarse los
fallos en las instalaciones eléctricas, las pérdidas de combustible y los
accidentes con velas, cigarrillos y otras fuentes de fuego. La fuerza estatal o
civil que se dedica a combatir los incendios son los bomberos.
Inflamables Son sustancias cuyos gases y vapores forman, con el aire ambien- tal, una
mezcla que puede inflamarse en presencia de una fuente de ignición. Punto de
inflamación entre 21ºC y 55ºC.
Teoría de combustión
El oxígeno tiene la capacidad de combinarse con diversos elementos para producir óxidos. En
definitiva, la oxidación es la combinación del oxígeno con otra sustancia. Existen oxidaciones
que son sumamente lentas, como por ejemplo la del hierro. Cuando la oxidación es rápida se
llama combustión.
Pues bien, la combustión se refiere a las reacciones químicas que se establecen entre
cualquier compuesto y el oxígeno. A esto también se le llama reacciones de oxidación. De
este tipo de proceso se desprenden energía lumínica y calórica y se llevan a cabo
rápidamente. Cabe destacar que los organismos vivientes, para producir energía, utilizan una
combustión controlada de los azúcares.
Proceso de combustión
El material que arde, como el queroseno, es el combustible y el que hace arder, como el
oxígeno, se llama comburente.
Entendemos por ignición el valor de temperatura que debe presentar el sistema fisicoquímico
para que se pueda dar la combustión de manera natural. El proceso termina cuando se
consigue el equilibrio entre la energía de los compuestos que reaccionan y la de los productos
de la reacción. Con el punto de ignición se alcanza la temperatura de inflamación, activado
por la energía de una chispa o por la llama de un fósforo.
Sustancias como el carbón bituminoso conducen mal el calor pero se oxidan muy rápido. Las
mismas, aumentan y acumulan el calor lentamente y puede llegar a la temperatura de
inflamación e incendiarse espontáneamente ocasionando desastres. La combustión
espontánea puede darse en almacenes, barcos y depósitos donde se acumulen materiales
como algodón, hulla o aceite.
Por orden de potencial calorífico, los combustibles sólidos más comunes son el carbón, el
coque, la madera, el bagazo, la caña de azúcar y la turba. Entre los líquidos se encuentran el
petróleo crudo y sus derivados como la gasolina, el alcohol, el aceite y la bencina. Los
combustibles gaseosos más utilizados son el gas natural, mezcla de metano, etano, propano
y butano, el acetileno que se utiliza en el soplete y el hidrógeno, empleado para impulsar
vehículos espaciales.
Por su parte, los productos de la combustión difieren según el tipo de combustible que se
use, y varían también si la combustión es completa o incompleta. En la combustión completa
se produce: vapor de agua, dióxido de carbono y energía calórica. En cambio, si la
combustión es incompleta, se produce monóxido de carbono.
Métodos
Los expertos lo saben mejor que nadie, pero probablemente esta información te ayude a saber
cómo podemos afrontar los primeros indicios de un incendio.
Para que un incendio se inicie o se mantenga activo hace falta que coexistan cuatro factores:
Combustible, Comburente (aire), Energía y Reacción en Cadena (radicales libres). Si se
elimina o disminuye uno de estos factores, el fuego se extinguirá. Según el factor que se
pretenda eliminar o disminuir a la hora de apagar el fuego el procedimiento o método de
extinción es:
Eliminación del combustible
El fuego necesita para su mantenimiento de nuevo combustible que alimente las llamas. Si el
combustible es eliminado de las proximidades de la zona donde está el incendio, éste se
extingue al carecer de la sustancia que lo alimenta.
Esto puede conseguirse:
Directamente cortando el flujo a la zona de fuego de gases o líquidos, o bien quitando
sólidos o recipientes que contengan líquidos o gases, de las proximidades de la zona
de fuego.
Refrigerando los combustibles alrededor de la zona de fuego, algo que puede hacerse
con un extintor cuyo componente principal sea el agua.
Este método es el ideal para la extinción de incendios de gases ya que si puedes cortar el
suministro de gas se apagará el fuego. Debes conocer todas las válvulas que hay para poder
localizarlas rápidamente y cerrar la más cercana a la fuga.
También se usa en los incendios forestales, a través de cortafuegos o zonas sin vegetación
que evitan que el fuego pueda propagarse.
Sofocación o eliminación del oxígeno
La combustión se alimenta de grandes cantidades de oxígeno; precisa, por tanto, de la
afluencia de oxígeno fresco a la zona de fuego.
Esto puede evitarse:
Eliminando el contacto combustible-aire cubriendo el combustible con un material
incombustible (manta ignífuga, arena, espuma, polvo, tapa de sartén, etc.)
Evitando que el oxígeno fresco pase a la zona de fuego cerrando puertas y ventanas.
Otra forma es desplazando el aire que rodea el incendio. Esto es lo que hace el CO2
ya que pesa más que el aire y lo sustituye al proyectarlo sobre la base de las llamas.
Se consigue el mismo efecto pero con menor efectividad proyectando agua sobre el
fuego, que al evaporarse disminuirá la concentración de oxígeno (más efectivo si es
pulverizada).
Enfriamiento
Es el método más habitual. De la energía o calor que se desprende en la combustión, parte se
disipa en el ambiente y parte inflama nuevos materiales combustibles haciendo que el
incendio se propague. Por ello, es necesario eliminar esta energía cuanto antes, lo que puede
hacerse arrojando sobre el fuego sustancias que por descomposición o cambio de estado
absorban energía o enfríen los materiales. El agua, o su mezcla con aditivos, es prácticamente
el único agente capaz de enfriar notablemente el fuego, sobre todo si se emplea pulverizada.
Inhibición
Las reacciones de combustión progresan a nivel atómico por un mecanismo de radicales
libres. Si los radicales libres formados son neutralizados la reacción se detiene. Se puede
eliminar si se proyecta sobre la base de las llamas alguna sustancia que separe físicamente
esos radicales, como los polvos extintores que llevan los extintores portátiles que son de
obligatoria instalación en edificios, establecimientos públicos, empresas...
El triángulo del fuego nos indica que elementos son necesarios para que
se inicie la reacción de combustión. Actualmente se ha descubierto que
para que se mantenga la combustión es necesario un cuarto elemento, la
reacción en cadena.
De Espuma: Ideales para fuegos de tipo A y B, todos hemos visto alguna vez a los bomberos
en algún simulacro rociar con espuma. Al igual que el anterior es peligroso en presencia de
electricidad.
De Polvo: es el tipo más común y usado en cualquier edificio. Es indicado para fuegos de tipo
A, B y C y al ser de polvo evita el riesgo eléctrico. Es el más recomendable para casas,
oficinas o cualquier edificio.
De CO2:El CO2 es un gas y por tanto no conduce la electricidad. Este tipo de extintores son
aptos para fuegos de tipo A, B y C. Suelen ser usados donde existen elementos donde el
extintor puede causar más daño que el fuego. Por ejemplo si usamos un extintor standar en un
lugar donde el valor de los materiales es muy alto (un laboratorio por ejemplo con máquinas
muy caras) podríamos estropear con la espuma o el polvo máquinas muy valiosas, eso lo
evitamos con este tipo de extintores ya que al ser un gas no daña los equipos.
Tipos de detectores
Detectores de humo.
Detector de calor.
Detector de llamas.