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" ima, Pero dé usted a aquella dama nerviosa la certidumbre ‘de que es observada, y entonces asistird usted a una exhibi- én de gestos y ademanes excesivos, que no aparectan de ningén modo cuando la dama se crefa sola. Pues bien: el cine es un arte cayos intérpretes dan la Jmpresién de que nadie los ve cuando actéan ence ellos, y ‘con mucha mis razén cuando se hallan solo. Viven, hasta donde es posible en una ficién, la vida misma, El actor de teatro, en cambio, lo exterioriza todo, con la teatralidad ya apuntada en la dama nervioss, para el piibico que contem- pla, y del que no seolvi un solo instance, puesto que pac fa interpreta. Mientras el uno es en cierto modo sompren- «ido por el objetivo en su soledad, el oteo luce su papel, y se esfuerca por todos los medios posibles en lucirse perso- nalmente, a despecho del ibrto. Y llegamos aqui a laveja cuestién del temperamento. Segin es notorio, todo personaje dramitico es creado por un autor de vale es un ente perfectamence realizable y definido fsica, intelectual y moralmente. ‘Tas a lectura de uno de esos dramas no queda sino una impresién sobre tal Personaje, ala que subsigue una sola evocacién: la de un hombre broncsado o pelizojo,ligubre u optimista,violen- to 0 conciliador. Cualquicr cosa, pero de una sola piera. Asi se lo anota en el libre, y de acuerdo con esta acota- én se desenvuelve fielmente la psicologia del pecsonaje No cabria asi duda alguna sobre su caricter fico y moral Ya pesar de esto nunca se ha logrado ver dos caracteri« zaciones parecidas del mismo personae. nite las varias Norah de Case de mua que hemos tenido el honor de ver, todas han sido como por sistema distintas. Esta actriz nos daba una Norah alocada ances y después de su fracaso sentimental. Tal otra, por lo contra: 188 rio, nos oftecia una Norah tacicurna, reconcentrada y Fatal ya desde la prtnera esena, logndo dat con ello Ja ire Si6n de que la gan set, sabedora del cambio operado en Norah en los iltimos momentos, se antcipaba en cuatro actos ala crisis de personae. Yai ls dems. ‘Gree usted que en un. persongje asi creado, segin el emperamento el humor de accor, puede hallase al ente de lineas precisase innoutables que le dio su creador al pre- cipitalo en el drama? YY no hemos condluido ain. Hh 2 de diciembre de 1927 La poesfa en el cine ver un concep ats en degenscib, a fuerza decativo, ha imped a los europeoscompren de Ia fut fa al del ine Hace ya muchos alos repel exces0, Aiea tea fants se ebata ene el adulterio realizado y AU uteri elebrarse, Todas lr demas contngencias de Inia, de a ideas y dela mor, hablan quedado de ado late en el teatro, como en Ja posta y la novel, se sestinglaente ls cua pacedes de una sala de conversi- lone Tendbase arte de camara para genes de mundo y ‘Gituras de menalidadcorta, queso en cierta sociedad ¥ 50 pacologia hallaban arte y motives de art. 189 a eval. 5 No ex esto del toda cierto: pero si descareamos algunos ramaturgs de raza nérdica, y uno que oxo de cepa la na, el resto de los hombres que en los dkimos eusrenca afios han escrito para laescena, no han llevadoa lla carac- teres vale dee la mayor relizcion posible de vida en wh soo personaje=; sino conflictos: Sélo contrasts exénicos, mis 0 menos inceresantes, més 0 menos inocuos, puesto que casi todos ellos debian subordinacse a la estatura, la ver, los trajesy ls actcudes artsicas de tl actor o actriz. Este ceaco fue el que las gentes de Europa llevaron al

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