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El Peso de un Pétalo:El Valor de los Jardines Botánicos

H. Bruce Rinker

Las plantas influenciaron a la evolución de la vida terrestre.

Jardines Botánicos son tesoros globales en una época de crisis ecológica. Este gazebo es
parte de los jardines públicos en el histórico Spanish Point, Florida.
Foto: Oksana Hlodan.

Las plantas datan antes de los orígenes de los seres humanos.

Los jardines, en la forma de paisajes con árboles dispersos y áreas especiales


entremezcladas con áreas abiertas o con cuerpos de agua, son altamente atractivos a
nuestro sentido de la estética y a nuestra necesidad de percibir y organizar al mundo
natural. Estos lugares pueden hasta apelar a la memoria genética de los remotos
orígenes de la humanidad en las sabanas africanas. Sin lugar a dudas, las flores y la casi
infinita diversidad de sus frutos influenciaron la supervivencia y las habilidades de los
primeros homínidos y las habilidades de los humanos modernos de habitar cada rincón
del planeta.7 Las plantas con flores se originaron durante el Período Cretáceo, hace casi
100 millones de años, cuando África y Sudamérica aún estaban conectadas. La
dramática coevolución de las plantas con flores y sus insectos polinizadores le dio color
a la cara del planeta y montó el escenario y monto el escenario para que nuestros
ancestros, dominados por el sentido de la vista, emergieran millones de años después. El
fallecido antropólogo Loren Eiseley, de la Universidad de Pennsylvania, exclamó “el
peso de un pétalo cambió la cara del mundo y lo hizo nuestro.”4

¿Qué son los jardines botánicos?

Algunas personas tienen la equivocada impresión que los jardines botánicos son parques
que carecen de diversión o atractivo, algo así como los museos del Siglo XIX donde las
plantas tienen etiquetas con nombres impronunciables. Al contrario, los jardines
botánicos modernos son tesoros globales en una era de crisis ecológica. Los más de
2000 jardines botánicos del mundo son lugares dedicados a la cultura, al estudio y a la
exhibición de colecciones documentadas de plantas vivas.12,13 Más aún, ellos:

Los jardines botánicos son más que lugares para visitar; son centros de investigación y
de conservación.
 Están comprometidos a desarrollar, documentar, verificar, mantener, compartir,
propagar y diseminar sus colecciones de plantas, tal y como lo dice una
descripción ofrecida por la Asociación Norteamericana de Jardines Botánicos y
Arboretos (AABGS en sus siglas en inglés.)11
 Sirven como centros de referencia para la identificación de plantas, para el
registro de variedades cultivadas, para nomenclatura y para la exploración de las
plantas.
 Y, para algunas especies amenazadas, ellos se han convertido en la última
esperanza para su precaria supervivencia.

Puesto de una forma simple, los jardines botánicos modernos son lugares escolásticos
para la investigación y para la conservación de plantas.

La tradición occidental de los jardines botánicos

El origen de los jardines botánicos puede ser trazado a los comienzos de la humanidad y
se han encontrado en todas las culturas, tanto pasadas como presentes. En el mundo
occidental, los jardines experimentaron una metamorfosis:

Jardines Medicinales: Siglos XVI y XVII

Los primeros jardines botánicos en Europa fueron medicinales.

Las instituciones europeas tempranas eran jardines medicinales, también llamados


jardines físicos o jardines de los simples (como por ejemplo, el Giardino dei Semplici
de Florencia), cuyo papel principal era la provisión de materiales para las facultades de
medicina en Italia, Francia y en otros países occidentales. Los jardines medicinales más
antiguos en Europa fueron todos establecidos en los siglos XVI y XVII: Pisa (1543),
Zurich (1560), París (1597), Oxford (1621), Berlín (1679), y otros.9,11

Jardines Coloniales: Siglos XVII y XVIII

Más adelante, los gobiernos crearon jardines botánicos tropicales como instrumentos de
la expansión colonial y el desarrollo comercial.2 Como ejemplo, vienen a la memoria el
celebrado jardín Botánico de Calcuta del Siglo XVIII y los Jardines Botánicos Reales de
Pamplemoussess en Mauricio, África.

Jardines de Linnaeus (Linneo): Siglos XVIII y XIX

El científico Linnaeus inspiró la idea de jardines para conducir investigaciones de


plantas.

Gradualmente, las exhibiciones estrictamente utilitarias dieron paso a los estudios


comprehensivos de las plantas. Basados en el trabajo de Carolus Linnaeus (o Carlos
Linneo, 1707-1778)15, conocido como el padre de la taxonomía moderna, los jardines
fueron diseñados en forma tal para mostrar las relaciones entre las plantas. Los jardines
botánicos de Europa recibieron en esta época grandes cantidades de material vegetal
vivo y preservado, especialmente proveniente del Nuevo Mundo, para ser exhibidos,
estudiados e identificados. A medida que la taxonomía ganaba prominencia, los jardines
botánicos enfatizaban sus herbarios, sus laboratorios y sus bibliotecas, más aún que sus
colecciones vivas, en las cuales se comenzaba a hacer menos investigación.

Jardines Cívicos: Siglos XIX y XX


Los jardines municipales fueron fundados en los Siglos XIX y XX (por ejemplo, el
Jardín Botánico de Missouri, en 1859), los cuales avanzaron los aspectos horticulturales
de las colecciones vivas.

Jardines Especializados: Siglos XX y XXI


Los jardines especializados o de especialistas, tales como las estaciones experimentales
y los jardines de orquídeas, emergieron en el Siglo XX enfatizando la investigación en
grupos particulares de plantas. Las exploraciones florísticas y los estudios taxonómicos,
especialmente en localidades tropicales remotas, le permitieron a los jardines botánicos
expandir sus colecciones vivas y preservadas. También les permitió avanzar su posición
como centros líderes de investigación para la conservación de las plantas.

Jardines Santuario: Siglos XX y XXI

Los jardines botánicos hoy en día son asilos para especies extintas en sus áreas
naturales.

Hoy en día, mucha de la responsabilidad de la protección genética de especies


amenazadas, conjuntamente con la protección ex situ de plantas de importancia
ecológica y económica, reside en los jardines botánicos. Por ejemplo, el Jardín Botánico
Marie Selby, en Sarasota, estado de la Florida, propaga un pequeño número de especies
que se encuentran listadas como no existentes en su ambiente natural: Anthurium
leuconeurum (Aracea) de Chiapas, México; Epidendrum ilense (Orchidaceae) de la
Provincia de Pinchincha, en Ecuador; Platycerium grande (Polypodiaceae) del Cerro
Banahau en las Filipinas; y otras. Estas especies pueden depender del apoyo de los
científicos y horticulturistas entrenados del Jardín para su supervivencia. Los jardines
botánicos se han convertido en los abanderados de los esfuerzos botánicos
internacionales en servicio de la ciencia y de la humanidad durante una época de crisis
ecológica sin paralelo.2

Administración y cuidado en una era de crisis

Los botánicos han identificado a más de 400,000 especies de plantas en el mundo. Sin
embargo:

Podríamos perder a dos tercios de las especies de plantas para el fin del siglo.
 Aproximadamente 34,000 se encuentran amenazadas hoy en día6
 Dos tercios de las especies de plantas del mundo se encuentran en peligro de
extinción durante lo que queda del Siglo XXI3
 De las 20,000 especies de plantas conocidas para los Estados Unidos, más de
200 ya habían desaparecido al final del Siglo XX; otras 600 a 700 especies e
encuentran en peligro inminente.10

Los humanos son la causa principal de las extinciones de plantas.


Estas especies de plantas se encuentran en peligro debido a una creciente población
humana que a su vez afecta a las causas proximales, tales como la deforestación, la
pérdida de hábitats, la dispersión de especies invasivas y la expansión agrícola.3,6 Dada
la deplorable tasa de deforestación a lo largo del trópico, donde se encuentra la mayor
parte de la biodiversidad del planeta, nos enfrentamos a la posible pérdida de miles de
especies de plantas en todo el mundo en las próximas décadas a menos que llevemos a
cabo un esfuerzo conjunto y colaborativo para conservarlas.

La conservación se logra con una sabia administración.

La conservación no es siempre sinónima con la preservación. La conservación implica


el manejo sabio. La preservación significa el poner de lado o guardar. Sin embargo, la
preservación puede ser una estrategia de conservación para recursos naturales que son
raros, no renovables o irremplazables. Por ejemplo, las autoridades de un bosque o
reserva nacional pueden decidir proteger a una zona de bosque maduro y no permitir la
cacería, la tala u otras actividades o usos extractivos debido al valor general de esta área
para la posteridad. Entonces, la conservación es un término sombrilla que ampliamente
cubre el uso y el no uso de los recursos naturales, dependiendo de nuestra estrategia de
manejo. Idealmente, esta estrategia debería estar basada en cuatro consideraciones:1

 ¿Qué servicio de ecosistema provee este recurso?


 ¿Cuál es el beneficio económico del recurso?
 ¿Cuál es el valor estético del recurso?
 ¿Cuál es el valor ético del recurso?

Servicios de los ecosistemas Los servicios provistos por la naturaleza son fáciles de
tomar por alto, por ejemplo:

 Agua y aire limpio


 Ciclado de Nitrógeno
 Descomposición
 Control de la erosión
 Estabilidad del clima

Los servicios proporcionados por la naturaleza son superiores a las invenciones


humanas.

Es casi imposible poner un valor monetario a estos beneficios y los intentos de


reemplazarlos con tecnologías humanas han caído cortos consistentemente. Los
manglares son altamente superiores a los paredones marinos o rompeolas, protegiendo a
nuestras costas de la erosión de las olas y actuando como barreras vivas y resistentes
ante los embates de los huracanes. Las bacterias regresan Nitrógeno gaseoso de la
atmósfera hacia otros organismos vivientes, donde es un componente esencial para la
construcción de proteínas. Aún no se ha podido inventar nada que pueda reemplazar o
imitar esa función antigua a escala global. Estos servicios poseen un valor incalculable
para todos los seres vivos del planeta.
Beneficios económicos

Muchos de nuestros recursos vienen de plantas.

Muchas plantas nos proveen alimento, habitación, combustible, ropa y medicinas. Las
etnias indígenas enfrentan esta realidad todos los días. La gente en los Estados Unidos y
en otros países afluentes puede pensar que ellos viven removidos de los ecosistemas
locales, aunque la realidad es que nadie se escapa completamente de la naturaleza.
Siendo una especie global, nosotros obtenemos nuestro sustento de nuestros
alrededores. Por ejemplo:

 El 50% de nuestras medicinas se derivan de las plantas


 El 25% de todas las medicinas de receta tienen su origen en los bosques
tropicales

Medicinas, papel y combustible son productos derivados de plantas.

Catharanthus roseus es nativa a Madagascar y es considerada ser altamente medicinal.


Foto: Creative Commons.

El árbol de cinchona o árbol de la quina (Cinchona officinalis) de los bosques tropicales


del este de los Andes produce la droga antipalúdica llamada quinina. La vinca o
vincapervinca rosa (Catharanthus roseus) de Madagascar produce una cantidad de
alcaloides, dos de los cuales han llevado al descubrimiento de tratamientos efectivos
para el cáncer. Además de su valor medicinal, las plantas nos proveen de muchos otros
beneficios: productos alimenticios, materiales de construcción, papel, ornamentos, leña
para los fuegos, gas verde, hasta control de plagas (por ejemplo, el uso de la planta
carnívora del género Utricularia para atrapar insectos plaga en lagunas). La vida en el
planeta, mucha de la cual permanece sin explorar, representa una cornucopia de
recursos naturales para la humanidad.

Valor estético
Además de derivar nuestro sustento directa e indirectamente de la rica biodiversidad del
planeta, también le damos valor a la riqueza de las especies debido por:

 La recreación
 La investigación científica
 El sentido de maravilla
 Y la compañía primordial
Las plantas incrementan nuestro disfrute de la naturaleza.

Las tempranas exploraciones del dosel de los bosques húmedos tropicales produjeron
nuevos tipos de organismos y nuevos procesos ecológicos previamente desconocidos.
Los pescadores, los cazadores, los esquiadores, los golfistas, los dueños de mascotas y
los dueños de botes todos valoran a las áreas abiertas que apoyan a sus deportes o a su
sustento. ¿Y quién puede decir cómo han sido afectados los creyentes de las mayores
religiones del mundo por el mundo natural del cual emergieron sus credos?

Valor ético

Es nuestra obligación moral proteger a todos los seres vivientes.

¿Cuál es la base moral para la conservación de nuestros recursos naturales,


especialmente los más diminutivos y menos glamorosos, como son las bacterias, los
musgos y los gusanos? Algunos científicos argumentan que la moral es la razón más
válida que apoya a nuestras estrategias de manejo, obligándonos a hacer todo lo posible
para prevenir la extinción causada por el hombre de especies en cualquier lugar del
planeta. Para muchos científicos, la preservación in situ de las especies es el primer
mandamiento de la conservación. Como escribió Aldo Leopold en su libro A Sand
County Almanac (El Almanaque del Condado Sand): “El guardar cada engranaje y cada
rueda es la primera precaución del manipulador inteligente.”8

La educación y la ética ambiental

El grado de extinción es mayor del que imaginamos al principio.

La educación y la ética son componentes de una fórmula vital para nuestra


supervivencia en un planeta antiguo y recientemente amenazado. Los botánicos han ya
documentado las amenazas constantes que enfrentan los trópicos y sus plantas. Datos
recientes de la última versión del Libro Rojo de Especies Amenazadas de la Unión
Mundial para la Naturaleza (UICN), publicado en Septiembre del 2000, indican que la
crisis de extinción global es peor de lo que se pensaba anteriormente:14

 No solo ha aumentado la magnitud del riesgo a medida que las áreas boscosas se
encogen en todo el mundo, pero también ha disminuido significativamente la
capacidad de los bosques remanentes de mantener su biodiversidad.
 Las especies de plantas están declinando más rápidamente en Centro y
Sudamérica, históricamente áreas importantes para muchos jardines botánicos,
así como también en África Central y Occidental y en el sudeste de Asia.
 Algunas plantas ya no se pueden encontrar en su ambiente natural. Los
botánicos han catalogado y preservado a muchas especies de orquídeas y
bromeliáceas que, debido a la destrucción de hábitats tropicales, puede que solo
existan hoy en día en invernaderos.

En resumen, las plantas que forman la base de la misión principal y de la ética de los
jardines botánicos se encuentran bajo seria amenaza a lo largo del planeta. Un
compromiso sólido a la educación y a la ética puede cambiar esta pasmosa tendencia,
lanzando a los jardines botánicos como líderes en el manejo ecológico.
Conclusión: el peso de un pétalo

Los jardines botánicos son cruciales en esta era de crisis en la biodiversidad.

Muchos de los jardines botánicos modernos comenzaron su existencia en tiempos muy


diferentes. Hace 25 años, las amenazas a los sistemas tropicales no habían sido tan
ampliamente documentadas como lo están ahora. En ese entonces, apenas habíamos
comenzado nuestras exploraciones de los doseles de bosque del mundo. Hoy sentimos
el inminente colapso de ecosistemas completos, incluyendo muchos hábitats vitales para
especies de plantas amenazadas. La misión inicial de los jardines botánicos dio
prioridad a la exploración y el catálogo de las riquezas de la flora de los bosques
tropicales que formaron la base de sus colecciones de plantas. Hoy, la exploración y la
colección de especies están siendo crecientemente limitadas por las regulaciones
internacionales y porque los jardines botánicos están expandiendo su misión para ser
más relevantes en los próximos 25 años.

Conclusión: Sin la conservación de plantas, el balance de la naturaleza puede ser dañado


irremediablemente.

Los botánicos ahora reconocen sin duda alguna las conexiones ecológicas temporales y
espaciales que operan dentro de las comunidades de plantas. Ya no podemos
simplemente concentrarnos en la recolección de especies raras o exóticas, sino también
incluir la conservación in situ y ex situ de sus asociados ecológicos. Gracias a los
esfuerzos pioneros durante los pasados 25 años en muchas regiones remotas,
especialmente en los doseles de los bosques húmedos tropicales, ahora se sabe cuan
poco conocemos acerca de la biodiversidad y de la riqueza ecológica de las plantas del
mundo, y cuanto esfuerzo es necesario para poder conservarlas. Los jardines botánicos
pueden cambiar al mundo como instituciones abanderadas para la investigación y la
educación sobre el reino de las plantas. Las plantas representan la base de la mayor
parte de la vida en el planeta. Así como el peso de un pétalo, un pequeño grupo de
jardines botánicos a lo largo del mundo puede ayudarnos a manejar esta cubierta verde
de la tierra y, entonces, asegurar así nuestra propia supervivencia en una era de crisis
ecológica.

© 2002, American Institute of Biological Sciences. Los educadores tienen permiso de


reimprimir artículos para su uso en las clases; otros usuarios por favor comunicarse con
editor@actionbioscience.org para solicitar permisos de reimpresión. Por favor ver
políticas de reimpresión.

El Dr. H. Bruce Rinker es Administrador de División para la División de Tierras


Ambientales del Condado de Pinellas, Florida. Recibió su doctorado en estudios
ambientales de la Antioch New England Graduate School (en Keene, New Hampshire)
en Mayo del 2004. El Dr. Rinker ha recibido numerosos reconocimientos en educación
de las ciencias, incluyendo el “Excelente Educador en Biología” (1997, Asociación
nacional de Educadores de Biología) y “Premio en Educación Ambiental” del Condado
de Sarasota, en Florida, en el 2004. El Dr. Rinker es Asociado del Centro para la
Ecología y la Conservación tropical (Keene, NH), Asociado de Investigación para la
Fundación TREE y el New College (ambos en Sarasota, FL), y miembro adjunto de la
facultad del Departamento de Estudios Ambientales de Eckerd College (en St.
Petersburg, FL). Además es miembro de la junta de directores de investigación para el
Conservatorio de las Amazonas para Estudios Tropicales. Su publicación mas reciente
es Forest Canopies (2nda edición), escrita con la Dra. Margaret D. Lowman (Elsevier,
2004). Cuando escribió este artículo, Rinker era el Director de Educación y
Investigaciones del Dosel en el Jardín Botánico Marie Selby en Sarasota, Florida, así
como administrador del Centro Selby para Ecología del dosel.
http://www.switzernetwork.org/dirdetails.taf?id=334

Referencias del artículo

Estas referencias están en inglés. Las referencias no han sido traducidas al español
dado que la mayoría de los artículos citan fuentes en el idioma inglés.

1. Blair, R.B. and H.L. Ballard. 1996. Conservation Biology: A Hands-On Introduction to
Biodiversity. Stanford, California: Stanford University.
2. Bramwell, D., O. Hamann, V.H. Heywood, and H. Synge (eds.). 1987. Botanic Gardens
and the World Conservation Strategy. London: Academic Press.

3. Cheney, Judith, Joaquín Navarrete Navarro, and Peter Wyse Jackson. 2000. Action Plan
for Botanic Gardens in the European Union (“The Gran Canaria Declaration Calling for a
Global Program for Plant Conservation”). BGCI/IABG European Botanic Gardens
Consortium.

4. Eiseley, Loren. 1957. The Immense Journey. New York: Random House, p. 77.

5. Govaerts, Rafael. November 2001. “How many species of seed plants are there?”
Taxon 50(4): 1085-1090.

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the Marie Selby Botanical Gardens. Sarasota, Florida: Marie Selby Botanical Gardens.

7. Kellert, Stephen R. and Edward O. Wilson (eds.). 1993. The Biophilia Hypothesis.
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8. Leopold, Aldo. A Sand County Almanac. 1966. New York: Oxford University Press.

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10. Wilson, E.O. 1992. The Diversity of Life. Cambridge, Massachusetts: Harvard University
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11. American Association of Botanical Gardens and Arboreta website.


http://www.aabga.org. Accessed 2/02.

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http://www.anbg.gov.au/anbg/what-is-a-botanic-gardens.html. Accessed 2/02.

13. “GardenWeb glossary of botanical terms.” http://glossary.gardenweb.com/glossary/.


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14. 2002 IUCN Red List of Threatened Species website. http://www.redlist.org. Accessed
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15. “Carl Linnaeus” biography. University of California at Berkeley.


http://www.ucmp.berkeley.edu/history/linnaeus.html. Accessed 2/02.

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