Y si bien sería prematuro asignar todavía al nuevo mineral
una fórmula definitiva, ya permite afirmar con seguridad la existencia de un fosfo-silicato carbonatado natural, que quizás represente un término de una serie de compuestos posibles, pero que la ciencia no ha encontrado realizados todavía en la corteza terrestre.
Nodulos de fosfato amorfo.
Una vez descritos los minerales fosfatados, debemos entrar
en el estudio de las rocas que contienen el cuerpo en cuestión en mayor ó menor cantidad, y en primer término ocuparnos de los nodulos de fosfato amorfo. Esta división comprende, según Mr. Penrose (1), los depósitos de fosfatos de Las Caroli- nas de Norte-América, de Alabama, de Martha's Vineyard, de La Florida, de la Gales del Norte, Inglaterra, Bélgica, Francia septentrional y Eusia. Consisten en caliza más ó menos fosfatada, y se presentan en forma de nodulos libres en un cemento de composición variable. Son los depósitos más importantes bajo el punto de vista comercial, elevándose su producción anual á 700.000 to- neladas. Los caracteres de estos nodulos son por extremo variados. Los famosos de Pernes, en el Norte de Francia, conocidos g e - neralmente con el nombre de coprolitos, ofrecen distintos ta- maños, desde el de un granito de arena hasta el de masas or- dinariamente esféricas, de 5 á 6 cm.: su textura es porosa y caen en polvo cuando han sido expuestos al aire durante a l - gún tiempo, bastando para desmenuzarlos una presión fuerte entre, los dedos. Los ejemplares de los Ardennes y de otros puntos de Francia aparecen casi constantemente coloreados, de verde por la glauconia. Los nodulos están generalmente desprovistos de estructura cristalina, siendo á lo más algunas veces concrecionada; fre- cuentemente encierran fragmentos de conchas ó de huesos. Su composición es tan variable como sus caracteres exterio-