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Ensayo
No existen los buenos ni los malos salvajes son solo eso, gente sin la más mínima
idea del respeto a los demás. Y es que, casi un año después que se presenciara
uno de los episodios más triste de la historia de Nicaragua, he podido comprender
el sentido que tiene la vida en una sociedad organizada, sin embargo, me doy
cuenta del daño que puede causar la anarquía gestada por personas que olvidan
que la libertad no solo es el resultado de la moralidad cívica que se deriva de una
organización adecuada de la sociedad.
Estos actuaron a tal nivel que nadie podría ocuparse del conflicto, por los
egos propios de quienes no se interesan por los demás sino por ellos mismos;
imperaría el adagio que reza “ocúpate de tus asuntos yo me ocuparé de los míos,
pero inevitablemente el policía del mundo viene y mete manos en los asuntos y te
dice que lo que es bueno para sus allegados es malo para quienes no están con
ellos.
Recordemos también que la injusticia provoca el abandono del bien, la pérdida del
humanismo, y de la norma de la equidad, la carta XII expresa que aquellos
trogloditas carecían de principios, igual que estos trogloditas de hoy, cuando se
oponen a estas manifestaciones de valor; tenían un gobernante que los trató con
dureza para corregir su malignidad, pero lo mataron, y cuando otro estuvo en el
poder, hicieron lo mismo cuando se volvió insoportable para ellos, y decidieron vivir
de acuerdo a su naturaleza salvaje, acordando no obedecer a nadie y que cada uno
velaría por sus propios intereses.
Así estaban los trogloditas de hoy, inconformes con todo y con todos, asesinaron,
secuestraron y violaron, fueron capaces de desaparecer a un ser humano, quieren
vivir sin ley y sin orden, velan mezquinamente por sus míseros intereses o mejor
dicho por su capital
Aceptar las acciones de ellos es corresponder con la idea de que la historia de la
sociedad es la historia del progreso de las desigualdades. El que tiene más quiere
más y con perdón de la frase, al pobre, empobrecerlo más. Porque sin ánimos de
poner sal sobre la herida, quiero recordar las privatizaciones del sistema neoliberal
que dejo pobre a mucha gente.
Entonces que opinar con esta similitud de estos hermanos nicaragüenses que me
recuerdan esta sociedad que pereció por su propia maldad, víctima de su propia
injusticia. Perecerán también porque no tiene otro destino más que autodestruirse
El pueblo tendría que morir por falta de solidaridad porque el hombre dejado al
gobierno de sí mismo, no entendería la necesidad de sus semejantes ni para
dañarlo tal como pasó en la historia de estos trogloditas de la carta XII; este tipo de
personas se caracterizan peor que los trogloditas en mención, que aparte de
horribles físicamente pese a estar más humanizados son horribles y crueles
moralmente, no conociéndose entre ellos principio alguno como la equidad y la
justicia, la rectitud de corazón.