Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Es muy conveniente que los fieles se enteren que este regalo divino también
ha tenido sus momentos de prueba. El primero fue el 20 de marzo de 1984,
cuando unos ladrones, atraídos por la codicia del oro y de las piedras
preciosas, profanaron sacrílegamente el Santísimo Sacramento, robándose la
Custodia donde se hallaba expuesto. Gracias a la solicitud y buen sentido
común del padre Antonio Rangel, desde que llegó a ocupar la capillanía ,
manifestó su inquietud porque se llegaran a robar la Custodia original. De ahí
que aprovechando el viaje de dos religiosas a Medellín , mandó conseguir
una segunda Custodia, a imitación de la original. Gran desengaño se llevarían
los profanadores al ir a vender dicha Custodia. Monseñor Victor Manuel
Forero , al día siguiente de la profanación vino a celebrar la Santa Misa y a
consolar a todas las hermanas de la comunidad que se hallaban muy tristes y
desanimadas ante tal sacrilegio acaecido. Les animó a no interrumpir por
nada del mundo la Adoración perpetua, único pararrayos en la Diócesis, y
diciendo y haciendo dejó la exposición como de costumbre. El señor Manuel
Cediel ofreció su colaboración para solventar los gastos del arreglo que se
proyectaba costeando la reja que ahora brinda mayor protección al Santísimo
Sacramento. Años más tarde, otros delincuentes irrumpieron en la capilla en
horas de la noche rompiendo los barrotes de una ventana posterior; cortando
una pedazo de la reja para apoyarse saltaron hacia el altar y violentando el
Sagrario impregnaron de un ácido copones y Custodia para comprobar el
metal del cual estaban elaborados, no siendo de su agrado pues no eran de
oro, dejaron tiradas varias formas del Santísimo Sacramento a la vez que
copones y Custodia deteriorados por el químico adicionado. Hoy al recordar
estos hechos irreverentes imploramos el perdón y la misericordia para estos
hermanos si aún viven y el descanso eterno de sus almas si ya algunos han
muerto.
Acoge benigno todas las súplicas que te dirigimos los que a Ti acudimos, en
este recinto sagrado, para contemplar y adorar tu Divina presencia bajo la
sublime forma Eucarística. A nuestros adoradores y adoradoras fortalécelos
en las virtudes de la Fe, la Esperanza y la Caridad.