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EXPEDIENTE:

SECRETARIO:
Cuaderno Principal.
Escrito N° 01.
ASUNTO: INTERPONE RECURSO DE ANULACION
DE LAUDO ARBITRAL.-

SEÑOR PRESIDENTE DE LA SALA CIVIL CON SUB ESPECIALIDAD COMERCIAL


DE LA CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA:

MUNICIPALIDAD DISTRITAL DE GUADALUPE, con RUC No. 20182029999,


debidamente representada por su Procurador Ad Hoc Abogado…, conforme a Resolución de
Alcaldía No…, de fecha…, que se adjunta a la presente, identificado con DNI…, con domicilio
legal en calle Plaza de Armas S/N – ciudad de Guadalupe, Provincia de ;Pacasmayo,
Departamento de La Libertad y con domicilio procesal en Avenida Benavides No. 4125, segundo
piso, Distrito de Surco - Lima; a Usted me presento y expongo:

I. DEMANDADO:

 La empresa CONSORCIO NAMUL, a quien deberá de notificársele en su domicilio


ubicado en calle Las Garzas No. 494 – Distrito de San Isidro – Lima.

II. PETITORIO Y CAUSALES DE ANULACIÓN:

Que, dentro del plazo establecido por el artículo 64 del Decreto Legislativo No. 1071 – Ley
de Arbitraje, recurrimos a vuestro despacho, interponiendo demanda de Anulación de Laudo
Arbitral; solicitando que amparada la misma se DECLARE:

1. La Anulación del laudo arbitral, contenido en la resolución No. 107, de fecha 30.01.14 y
notificado con fecha 31.01.14, así como de la resolución No. 110 de fecha 18.03.14,
notificada con fecha 19.03.14 (que resolvió nuestro recurso de exclusión, integración e
interpretación de laudo) ambos expedidos por el tribunal arbitral en su conjunto,
conformado por los señores Fidel Castro Machado, Alfredo Zapata Velasco e Iván
Galindo Tipacti, en el arbitraje Ad Hoc seguido por Consorcio Namul contra la
Municipalidad Distrital de Guadalupe; al haberse configurado las siguientes causales de
anulación:

1.1. Que una de las partes no ha sido debidamente notificada del nombramiento de un
árbitro o de las actuaciones arbitrales, o no ha podido por cualquier otra razón, hacer
valer sus derechos (artículo 63, inciso “b” de la Ley de Arbitraje).

1.2. Causal de afectación a la garantía constitucional del debido proceso (también


contenido en el artículo 63, inciso “b” de la Ley de Arbitraje y en el precedente
vinculante contenido en la sentencia derivada del expediente No. 00142-2011-PA/TC
de fecha 21.09.11, el mismo que señala que el recurso de anulación de laudo arbitral
es una vía igualmente satisfactoria para cautelar la vulneración de derechos
fundamentales tales como el debido proceso arbitral).

1.3. Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias no sometidas a su decisión


(artículo 63, inciso “d”).

1.4. Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias que, de acuerdo a ley, son
manifiestamente no susceptibles de arbitraje, tratándose de un arbitraje nacional
(artículo 63, inciso “e”).

III. ANTECEDENTES.-

1. Como consecuencia de habérsele otorgado la buena pro en la Licitación Pública N° 001-


2008-MDG, la recurrente suscribió un contrato de ejecución de obra, con el Consorcio Namul
(conformado por las empresas ARSAC Contratistas Generales y JJM Contratistas Generales
SRL; a fin de que este último ejecutara la obra denominada “Proyecto de Agua y
Alcantarillado de la Localidad de Guadalupe-Pacasmayo-La Libertad”, por la suma total de
S/. 31´775,336.30 (treinta y un millones setecientos setenta y cinco mil trescientos treinta y
seis con 30/100 nuevos soles), bajo la modalidad de suma alzada.
2. Como consecuencia de la ejecución de la mencionada obra, la contratista, en el año 2009,
inició un proceso arbitral, en las que se plantearon diversas pretensiones; producto de lo cual,
con fecha 21 de Octubre del 2010, el Tribunal arbitral emitió un laudo parcial, amparando parte
de las pretensiones, específicamente, la referida al adicional de obra N° 04, que inicialmente fue
denegada por la recurrente, a través de la Resolución de Alcaldía N° 201-2010-MDG/A.

3. Conforme es de verse de lo actuado en el expediente arbitral generado, en ningún


momento del desarrollo del proceso, se emplazó válidamente a quien ejerce la representación o
defensa legal de la Municipalidad, esto es, el Procurador Público.

4. En tal sentido, al advertir de dicho vicio que invalida lo actuado, mediante escrito
presentado con fecha 07 de Abril del 2011, la recurrente, a través de su procurador público
formuló la nulidad de lo actuado, solicitud que fue parcialmente amparada en la resolución N°
38, de fecha 13.03.12, que resolvió declarando la nulidad de todo lo actuado, hasta la expedición
de la resolución N° 02.

5. En virtud de lo pronunciado por el propio tribunal arbitral, al haber quedado subsistente


parte de lo actuado, lo que incluye el acto de instalación de Tribunal Arbitral (acto al que no fue
citado el Procurador Público y por ende no pudo participar defendiendo los intereses de la
entidad municipal), mediante escrito recepcionado con fecha 28 de Mayo del 2013, solicitamos
se amplíe la nulidad pronunciada por el propio Tribunal, hasta el acto de instalación del Tribunal
Arbitral; solicitud que fue resuelta, argumentando que, el acto de instalación del Tribunal es
organizado y administrado por el Órgano Supervisor de las Contrataciones del Estado – OSCE y
que el Tribunal no podía pronunciarse sobre la nulidad de dicho acto procesal; por consiguiente
se dispuso que, a través de la secretaria del Tribunal, se notifique a OSCE, respecto de la nulidad
formulada, a fin de que emitan el pronunciamiento respectivo.

6. Que, no obstante no haber obtenido pronunciamiento, por parte del OSCE, respecto de la
nulidad del acta de instalación de Tribunal, el Tribunal ha continuado con el trámite del proceso
hasta llegar a la emisión del laudo arbitral final de fecha 30.01.14 (del cual solicitamos se declare
la nulidad).
7. Que, el laudo arbitral final de fecha 30.01.14, notificado con fecha 31.01.14 resolvió lo
siguiente:
Primero: El colegiado no emitirá pronunciamiento sobre la ampliación de nulidad de actuados
solicitada por la entidad, materia de la primera cuestión previa.
Segundo: El colegiado no emitirá pronunciamiento sobre el vicio de nulidad alegado por la
entidad, por defecto de representación del Consorcio Namul.
Tercero: Infundada la excepción de incompetencia respecto de la segunda pretensión subordinada
a la novena pretensión principal.
Cuarto: Infundada la excepción de caducidad, respecto de la novena pretensión principal y su
primera pretensión subordinada.
Quinto: Fundado el extremo de la novena pretensión principal relativa a la nulidad e ineficacia
de las resoluciones de alcaldía No. 020-2012-MD/A y No. 069-2012-MDG/A.
Sexto: Fundado en parte el extremo de la novena pretensión principal relativo a la liquidación de
obra y en consecuencia declarar aprobada la liquidación elaborada por el Consorcio Namul con
el saldo a su favor de S/.9´951,872.80 incluido IGV y determinar el pago de dicha suma más
intereses legales desde el 30.01.12.
Sétimo: La entidad proceda a devolver la carta fianza de fiel cumplimiento.
Octavo: Aprobar los honorarios arbitrales y de la secretaría en los montos fijados en el proceso.
Noveno: La entidad deberá asumir el 75% de los honorarios arbitrales y de la secretaría con
devolución de los montos asumidos provisionalmente por el contratista.

8. Que, mediante escrito de fecha 07.02.14 mi representada planteó exclusión de laudo


arbitral y otros. Así mediante resolución No. 110, de fecha 18.03.14, notificada con fecha
19.03.14 (cuya culminación del plazo de 20 días hábiles culminó el miércoles 16.04.14 y sin
embargo por la huelga indefinida llevada a cabo por los trabajadores del Poder Judicial fue
imposible la presentación del presente recurso hasta esa fecha) el tribunal arbitral dispuso lo
siguiente:
Primero: Improcedente el extremo de la solicitud de exclusión e integración de laudo arbitral
referido al numeral sexto de la parte resolutiva que declaró fundada en parte la novena pretensión
principal contenida en el décimo primer punto controvertido.
Segundo: Infundado el extremo de la solicitud de integración de laudo arbitral por falta de
motivación referida a la aplicación al arbitraje de los Decretos Supremos No. 083-2004-PCM y
084-2004-PCM y normas contenidas en el contrato de ejecución de obra.
Tercero: Improcedente la solicitud de integración del laudo arbitral final en cuanto a la falta de
pronunciamiento sobre la ampliación de nulidad de actuados hasta el Acta de Instalación y
fundada dicha solicitud respecto de la nulidad de actuados por defecto de representación del
Consorcio Namul y por consecuencia integrar el laudo arbitral final y declararse infundada la
nulidad de actuados referida.
Cuarto: Improcedente el extremo de la solicitud de interpretación del laudo arbitral final respecto
de la precisión de los conceptos económicos contenidos en la liquidación aprobada.
Quinto: El colegiado no emitirá pronunciamiento sobre la presunta identificación de evidente
motivación aparente/insuficiente en el laudo arbitral.
Sexto: Improcedente la solicitud de interpretación del laudo arbitral planteado por Consorcio
Namul por no existir cuestión oscura o dudosa respecto de la condición de la entidad como la
parte obligada al pago del saldo de la liquidación de obra conforme a lo resuelto con el numeral
sexto de la parte resolutiva del laudo.

9. Cabe precisar que con fecha 03.10.13 mi representada interpuso recurso de anulación de
laudo arbitral parcial, el mismo que a la fecha se viene tramitando ante la Primera Sala Sub
Especialidad Comercial de Lima, expediente No. 296-2013, habiéndose llevado a cabo con fecha
13.03.14.

IV. FUNDAMENTOS DE HECHO DE LA DEMANDA.-

1. RESPECTO DE NO HABERSE NOTIFICADO DEL NOMBRAMIENTO DE UN


ARBITRO O DE LAS ACTUACIONES ARBITRALES, O NO HABER PODIDO
POR CUALQUIER OTRA RAZÓN, HACER VALER SUS DERECHOS (art. 63
inc. b): Que una de las partes no ha sido debidamente notificada del nombramiento de
un árbitro o de las actuaciones arbitrales, o no ha podido por cualquier otra razón,
hacer valer sus derechos).
1.1. En primer lugar debemos señalar que mi representada NO fue puesta en conocimiento de la
designación y aceptación de los árbitros Fidel Castro Machado y Alfredo Zapata Velasco (esto es
del Presidente del Tribunal Arbitral y del árbitro de la contraparte), motivo por el cual la
Municipalidad no pudo ejercer su derecho a recusar a dichos árbitros. La prueba de esta causal es
el Expediente Arbitral, en el cual no corre ningún documento de comunicación de designación y
aceptación de los mencionados árbitros a la Municipalidad; en consecuencia, mi representada no
pudo hacer valer sus derechos oportuna y libremente.

1.2. En segundo lugar, la Municipalidad no pudo ejercer su derecho a la defensa, por cuanto los
árbitros integrantes del Tribunal Arbitral actuaron desde el principio, sin imparcialidad ni
independencia, demostrado a lo largo de las actuaciones arbitrales al adelantar opinión sobre las
controversias que se discutían en el arbitraje. La prueba se encuentra en el primer laudo arbitral
parcial de fecha 21 de octubre del 2010 emitido en este expediente, en las resoluciones que
modificaron unilateralmente las reglas procedimentales del arbitraje -cuando el arbitraje ya
estaba en trámite- para favorecer a Consorcio Namul a fin de que presente nuevas pretensiones,
así como en los videos y audios de las audiencias de sustentación de nulidad, de conciliación y
fijación de puntos controvertidos, de actuación de pruebas, de sustentación de pericias, realizadas
en este arbitraje.

1.3. Al no abstenerse ni apartarse del arbitraje los cuestionados árbitros, se afectó gravemente el
principio de apariencia de imparcialidad, y la confianza que es la base del arbitraje. De esa
manera, objetivamente se impidió a la Municipalidad hacer valer nuestros derechos al debido
proceso, a la defensa, y a una decisión imparcial fundada en Derecho; puesto que al haber
emitido opinión ya no estaban en aptitud de apreciar objetivamente los fundamentos de nuestra
defensa.

1.4. En tercer lugar, al emitir la resolución N° 38 (que declaró la nulidad de todo lo actuado), en
la parte considerativa (específicamente en el punto décimo tercero), concluyó que a fin de
cautelar la validez del fallo a emitir y en “… la eventualidad de alegaciones de anulación por
haberse omitido el emplazamiento del procurador, en salvaguarda de los derechos de ambas
partes, el colegiado, compulsando el derecho de Consorcio Namul a la tutela jurisdiccional
efectiva, y atendiendo con la admisión de la demanda, con el riesgo de generar una alegación
de afectación del derecho a la defensa de la Municipalidad Distrital de Guadalupe, considera
pertinente declarar la nulidad de todo lo actuado, hasta la resolución N° 02, con el objeto de
permitir la intervención del Procurador Público de la entidad, con sujeción a lo dispuesto en
Decreto Legislativo N° 1068”. Es decir, el Tribunal, sabía perfectamente de la existencia de la
irregularidad procesal, generada por la falta de emplazamiento del procurador; hecho que fue
puesto de conocimiento por nuestra parte, mediante escrito recepcionado con fecha 07 de Mayo
del 2011 y que concluyó con la emisión de la resolución N° 38, que declaró la nulidad de todo lo
actuado. Dicha resolución a decir del mismo colegiado arbitral se sustentó en la existencia de
vicios procesales que conllevarían a la anulación de lo actuado.

1.5. No obstante haber determinado la existencia de vicios procesales irreparables, que se


circunscriben hasta la etapa de comunicación de una solicitud de arbitraje (a la recurrente), tal y
como es de verse del acta de Instalación del Tribunal Arbitral de fecha 04.06.10 y documentos
iniciales que concluyeron en el inicio del cuestionado proceso arbitral, es decir, no obstante
conocer de la existencia de lo indicado y por ende conocer de la existencia de la contaminación
procesal de la que había sido objeto, no solo la resolución N° 02, si no todo lo actuado, a partir
del acta de instalación del Tribunal, se convalidó este último acto procesal.

1.6. En efecto, Señor Presidente, luego de haberse emitido la resolución N° 38 (que declaró la
nulidad de todo lo actuado, a partir de la resolución N° 02), mediante escrito recepcionado con
fecha 28 de Mayo del 2012, la recurrente solicitó la ampliación de la nulidad, hasta el acta de
instalación del Tribunal Arbitral; sin embargo, resuelve inhibirse de pronunciarse respecto de la
ampliación de la nulidad, hasta el acta de instalación del Tribunal y dispone que se notifique al
OSCE – Dirección de Arbitraje administrativo, a fin de que se pronuncie al respecto.

1.7. Sin embargo, no obstante estar claramente probado y aceptado, la existencia de vicios
procesales que conllevaron a que el Tribunal resuelva declarar la nulidad de lo actuado, en el
desarrollo del proceso, que incluía el acta de instalación del Tribunal (este último extremo no fue
declarado porque supuestamente no era de su competencia), se ha continuado con el desarrollo
del proceso; hecho que ha generado que todo el arbitraje sea llevado con evidentes vicios
procesales que conllevan a la nulidad de todo lo actuado; esto debido a que, al haber decidido
que sea el OSCE quien se pronuncie sobre la nulidad planteada (de la solicitud de ampliación de
la nulidad, hasta la instalación del Tribunal), necesariamente debió suspender el trámite del
proceso, hasta que se emita el pronunciamiento solicitado, siendo el caso que la sola decisión de
apartarse de la competencia del arbitraje para que sea un organismo público administrativo quien
resuelva una solicitud de nulidad vulnera y vicia todas las actuaciones arbitrales, pues los
conflictos sólo se resuelven por conciliación extrajudicial y/o arbitraje, sin intervención alguna
de una entidad o tercero.

1.8. Es menester recordar que el Decreto Legislativo No. 1068 – Ley del Sistema de Defensa
Jurídica del Estado, señala en su artículo 22 que los Procuradores Públicos (entre ellos los
municipales) tienen la obligación de representar al Estado y defender los intereses de la entidad a
la que representan ante los tribunales sean estos judiciales o arbitrales; entendiéndose que la
defensa jurídica de la Municipalidad Distrital de Guadalupe empieza desde el inicio del arbitraje,
esto es, en el caso de un arbitraje ad hoc, desde la presentación de la solicitud de arbitraje por
parte del hoy demandado Consorcio Namul y no desde la notificación de la demanda arbitral,
que es un acto muy posterior1. Es más al no haber participado el Procurador Público de la entidad
en el acto de Instalación del Tribunal Arbitral se ha generado una indefensión insuperable ya que
no se ha podido revisar, objetar u observar las reglas del arbitraje que fueron establecidas y
acordadas en dicho acto, sin su participación y sólo con la participación del Alcalde Municipal.

1.9. Es de tenerse presente que, el presente caso, de manera uniforme ya ha sido invocada como
causal de anulación de laudo arbitral, tal y como lo resuelto en la sentencia casatoria emitida en
el Exp. 1881-2009-LIMA, que resolvió declarando la nulidad del laudo arbitral, por no haber
emplazado debidamente al procurador público.

1.10. En cuarto lugar, en atención al artículo 56 de la Ley de Arbitraje, se solicitó mediante


escrito de integración de fecha 07.02.14 que el tribunal arbitral, cumpla con su aplicación, en el
entendido que todo laudo deberá ser motivado; más aún si nos encontramos ante un arbitraje de
1
Artículo 218 del Decreto Supremo No. 184-2008-EF (e incluso en la norma anterior ya derogada en el Artículo
276 del Reglamento de la Ley de Contrataciones y Adquisiciones del Estado – Decreto Supremo No. 084-2004-
PCM).
derecho, siendo obligación del tribunal fundamentar en todo momento su decisión; lo cual no ha
sucedido en el presente laudo arbitral final.

1.11. Así, en lo que respecta al análisis que efectuó el tribunal respecto a que el presente arbitraje
será resuelto en estricta aplicación del Decreto Supremo No. 083-2004-PCM y 084-2004-PCM,
normas contenidas en el contrato de ejecución de obra; ello se contradice abiertamente con lo
acordado por las partes en el Acta de Instalación de fecha 04.06.10, en el numeral cuatro, del que
se desprende que la normativa aplicable será el Decreto Legislativo No. 1017 y su reglamento el
Decreto Supremo No. 184-2008-EF; sin embargo, el tribunal arbitral ha omitido justificar y
precisar las causas, fundamentos que llevaron a que prefiera aplicar la normativa específica en
contrataciones ya derogada, contenida en el contrato de obra y no aplique la normativa específica
en contrataciones vigente, acordada por ambas partes en el Acta de Instalación, insistiendo en
dicha postura, a pesar de que en vía de integración se planteó que el colegiado arbitral
fundamente dicha decisión, caso contrario se estaría configurando una causal de anulación de
laudo arbitral.

1.12. Por otra parte, tampoco ha cumplido el tribunal arbitral con motivar las razones que le
llevaron a concluir que la municipalidad debe asumir el 75% de los honorarios del tribunal y de
la secretaría arbitral, ordenando que devuelva los montos de los honorarios provisionales
abonados por el consorcio en sustitución de esta.

1.13. Nos preguntamos ¿se encuentra facultado el tribunal para omitir la motivación de su laudo
en los extremos antes mencionados?. ¿Es posible que un laudo arbitral sea válido, sin generarse
una causal de anulación en su contra por la falta de motivación?. ¿Es factible que no se vulnere
ningún derecho o principio constitucional ante la falta de motivación?.

1.14. Debemos recordar que ya el Tribunal Constitucional ha establecido mediante el precedente


vinculante contenido en la sentencia derivada del expediente No. 00142-2011-PA/TC de fecha
21.09.11 que el recurso de anulación de laudo arbitral es una vía igualmente satisfactoria para
cautelar la vulneración de derechos fundamentales tales como el derecho constitucional a una
debida motivación, el mismo que se encuentra consagrado en el artículo 139, numeral quinto, de
la Constitución que señala…“la motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las
instancias, con mención expresa de la ley aplicable y de los fundamentos de hecho en que se
sustentan”.

1.15. Este deber de motivación debe ser interpretado extensivamente a la obligación que toda
autoridad, tercero, particular o los árbitros tienen de motivar las decisiones que impliquen
consecuencias legales a las partes intervinientes en el arbitraje, lo contrario supondría caer en un
acto de arbitrariedad ante la falta de motivación de una resolución final, como lo es un laudo
arbitral.

1.16. Motivos por los cuales en consideración al artículo 58, inciso 1, literal “c” de la Ley de
Arbitraje, el tribunal arbitral se encontraba en la obligación de motivar el laudo arbitral en los
extremos antes mencionados, lo cual no realizó, es más desestimó, sin mayor fundamento nuestra
solicitud y la declaró infundada mediante resolución No. 110, de fecha 18.03.14, notificada con
fecha 19.03.14 (numeral segundo de la parte resolutiva).

1.17. En quinto lugar, se ha podido determinar la existencia de una evidente motivación aparente
o insuficiente, diminuta, que no corresponde a los hechos y al derecho esgrimido, lo cual ha
sucedido en el presente caso con la débil fundamentación que se realizó respecto a las dos
cuestiones previas, tanto la relativa a la ampliación de la nulidad de actuados hasta el acta de
instalación, como la relativa a la nulidad de actuados por defecto de representación del
consorcio; sin embargo, en ambos casos el tribunal concluye en la parte resolutiva que no está
obligado a emitir pronunciamiento sobre ambos pedidos, a pesar de que el primero de estos,
posteriormente fue solicitado también por el contratista mediante escrito de fecha 04.11.13. Es
decir el colegiado arbitral a pesar de encontrarse obligado a emitir una decisión final respecto a
las dos cuestiones previas, en consideración al debido proceso arbitral, manifiesta lo contrario, lo
cual no sólo ha generado indefensión sino además una vulneración de la tutela que en materia
arbitral efectiva debe brindar a las partes el tribunal.

1.18. En consecuencia, el colegiado debió pronunciarse declarando procedente, improcedente,


fundada o infundada ambas cuestiones previas, más no declarar que no emitirá pronunciamiento;
este vicio fue puesto en conocimiento del tribunal arbitral mediante escrito de exclusión e
integración de fecha 07.02.14, habiéndose solicitado que vía integración se deje sin efecto la
motivación aparente que sustenta la decisión en estos extremos y que además se pronuncie
expresamente declarando fundadas ambas cuestiones previas, sin embargo, el colegiado arbitral
resolvió mediante resolución No. 110, de fecha 18.03.14 desestimando nuestra solicitud al
declararla improcedente respecto a la falta de pronunciamiento sobre la ampliación de nulidad de
actuados hasta el Acta de Instalación, empero declara fundada nuestra solicitud respecto a la
representación insuficiente de Consorcio Namul y la declara infundada, vulnerando de esta
forma nuestro derecho al debido proceso y pluralidad de instancias, ya que nos impidió con ello
que pudieras impugnar vía reconsideración lo resuelto, al no pronunciarse en el momento
oportuno, sino después de emitido el laudo arbitral.

1.19. Es menester señalar que los cuestionamientos antes señalados fueron oportunamente
manifestados mediante escritos de fecha 04.12.13 y de fecha 09.01.14 respectivamente. También
es oportuno precisar que mediante escrito de fecha 14.11.13 se solicitó al tribunal ponga en
conocimiento de las partes cuales fueron las actuaciones arbitrales que se originaron como
consecuencia de la emisión de la resolución No. 46 y si hubo respuesta del OSCE; siendo
evidente que hasta dicha fecha el colegiado arbitral omitió poner en conocimiento de las partes lo
solicitado, vulnerándose una vez más nuestro derecho al debido proceso arbitral. De igual forma
también se adjunta el escrito de fecha 04.11.13 mediante el cual Consorcio Namul solicitó que el
tribunal arbitral se pronuncie sobre la nulidad, hecho también desestimado por el colegiado
arbitral mediante Resolución No. 101, de fecha 10.12.13, en la cual señala que resolverán en el
laudo arbitral, para luego en dicho laudo decidir que no emitirán pronunciamiento.
1.20. En sexto lugar, se dejó expresa constancia en el escrito de exclusión e integración de fecha
07.02.14, que se ha podido identificar en el laudo arbitral una evidente motivación
aparente/insuficiente respecto no sólo a los débiles fundamentos que utiliza el tribunal al analizar
las dos cuestiones previas, sino además para denegar las dos excepciones planteadas por la
entidad, de incompetencia y de caducidad; y además concluir que la Resolución de Alcaldía No.
020-2012-MDG/A y 069-2012-MDG/A, son nulas e ineficaces, esto último contenido en el
numeral quinto de la parte resolutiva.
1.21. Debemos señalar que está establecido que forma parte del debido proceso formal o incluso
de la tutela procesal efectiva la motivación de las resoluciones y más concretamente del laudo.
Así el propio Tribunal Constitucional en las sentencias derivadas de los expedientes No. 2192-
2002-HC/TC, No. 2169-2002-HC/TC y No. 3392-2004-HC/TC, reconoce las dos expresiones del
debido proceso, tanto la formal como la sustantiva, siendo que “…en la de carácter formal los
principios y reglas que lo integran tienen que ver con las formalidades estatuídas tales como las
que establecen el juez natural, el procedimiento preestablecido, el derecho de defensa, la
motivación; y en su faz sustantiva, se relaciona con los estándares de justicia como son la
razonabilidad y la proporcionalidad de toda decisión judicial debe suponer.”2.

1.22. En el presente caso, debe entenderse que la ausencia o indebida motivación o también
conocida como motivación aparente de un laudo arbitral es causal de su anulación,
circunscribiéndose a la violación del debido proceso formal o debido proceso adjetivo.

Por todo lo expuesto, queda evidenciado, la concurrencia de la hipótesis jurídica contenida en el


artículo 63, inciso 1, literal “b” de la Ley de Arbitraje, consecuentemente debe declararse la
nulidad del laudo arbitral cuestionado con el presente recurso, debiendo por tanto retrotraerse
todo lo actuado hasta el estado en que se notifica al Procurador Público Municipal a fin de que
asista a la audiencia de Instalación del Tribunal Arbitral, en representación de los intereses de la
Municipalidad Distrital de Guadalupe.

2. RESPECTO DE LAS MATERIAS QUE HA RESUELTO EL TRIBUNAL A PESAR


DE NO HABER SIDO SOMETIDAS A SU DECISIÓN: (artículo 63 inciso 1, literal
d): Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias no sometidas a su decisión).

2.1. De acuerdo con lo señalado en la parte resolutiva sexta del Laudo Arbitral de fecha 30.01.14,
se declaró fundada en parte la novena pretensión principal de la demandante Consorcio Namul,
contenido en el décimo primer punto controvertido, en cuanto declaró aprobada la liquidación
elaborada por el contratista, con el saldo a su favor de S/.9´951,872.80, incluido IGV, más
intereses legales.

2
Bullard González, Alfredo. Comentarios a la Ley Peruana de Arbitraje, Tomo I, Lima-Perú, primera edición, enero
2011, pág. 696.
2.2. Sin embargo, de una lectura del punto controvertido décimo primero, podemos concluir que
las partes en controversia, han puesto a conocimiento y decisión del tribunal, en forma específica
y clara que se determine si corresponde o no “…tener por aprobada la liquidación de obra
elaborada por el Consorcio Namul, con un saldo a su favor de S/.10´141,639.37…”; por
consiguiente correspondía que el tribunal arbitral, se pronuncie específicamente sólo respecto a
si correspondía el pago de la suma de S/.10´141,639.37 y NO correspondía que el tribunal
arbitral establezca y cuantifique el pago de suma menor alguna, ya que no existe como punto
controvertido, ni menos aún como pretensión principal, subordinada, accesoria o alternativa, que
en caso el tribunal desestime el monto solicitado por el contratista y establecido como punto
controvertido tenga la facultad de determinar cuál es el monto que le corresponde reconocer y
cancelar a la entidad en favor del demandante. Pronunciamiento que consideramos es excesivo y
extra petita por parte del tribunal arbitral; para lo cual reproducimos in extenso la propia
fundamentación del colegiado arbitral, quien reconoce expresamente la prohibición de los
árbitros de ir más allá del petitorio: “…el laudo arbitral a emitirse debe sujetarse al principio de
congruencia, que inspira los artículos 58.1.d y 63.1.d del Decreto Legislativo No. 1071, que
norma el arbitraje, y prohíbe a los árbitros ir más allá del petitorio y de las pretensiones
planteadas por las partes…”3.

2.3. Cabe precisar que en la página 27 del laudo arbitral, equivocadamente el colegiado arbitral
señala como “una posición del tribunal” que la pretensión contenida en el décimo primer punto
controvertido involucra “la cuestión de la determinación del saldo de la liquidación y el pago del
saldo de la liquidación más los intereses”; lo cual es evidentemente EQUIVOCADO, ya que de
una lectura objetiva de dicho punto controvertido, no se dice que el colegiado arbitral podrá
determinar el saldo, sino que el saldo lo presenta como pretensión el contratista y solicita dicho
pago; sin pretender que el colegiado en caso le deniegue su solicitud, subordinadamente
establezca cuál es el saldo a pagar.

2.4. En el presente caso, las controversias se encuentran plenamente identificadas y contenidas


en el Acta de Audiencia de Fijación de Conciliación y Determinación de Puntos Controvertidos
de fecha 09.11.12, a la cual asistieron ambas partes en conflicto; donde el tribunal arbitral
estableció 14 puntos controvertidos de la demanda modificada y 02 puntos controvertidos de la
3
Página 50 del laudo arbitral emitido por el colegiado arbitral con fecha 30.01.14 y que es materia del presente
cuestionamiento.
acumulación de pretensiones, es decir, en total 16 controversias sobre las cuales necesaria y
excluyentemente debería conocer y pronunciarse el tribunal, encontrándose prohibido de ir más
allá de dichos 16 puntos controvertidos, contando con la aprobación de ambas partes, esto es, con
la aprobación de la entidad y del contratista, no existiendo ninguna otra controversia sobre la
cual se podría pronunciar el tribunal.

2.5. No obstante, de la revisión de la parte resolutiva sexta del Laudo Arbitral, específicamente
en la cuantificación del monto que debería ser cancelado por la entidad a favor del contratista el
Tribunal Arbitral se ha pronunciado sobre un extremo no contemplado como punto
controvertido, esto es en el extremo de “Determinar cuánto es el saldo de la liquidación final de
obra”.

2.6. En consecuencia, el Tribunal Arbitral ha excedido sus funciones y el encargo otorgado por
las partes al pronunciarse, resolver, decidir un asunto que jamás fue materia de su conocimiento,
nunca fue una pretensión, ya que el contratista simplemente no solicitó al tribunal que le
establezca y determine el monto que correspondía ser cancelado como saldo por la liquidación
final de obra sino que solamente le solicitó se pronuncie sobre si la suma de S/.10´141,639.37
correspondía que sea aprobada como liquidación de obra y ordenar el pago de dicho monto más
intereses.

2.7. El tribunal arbitral llega a la correcta conclusión que la suma de S/.10´141,639.37 (diez
millones ciento cuarenta y un mil seiscientos treinta y nueve con 37/100 nuevos soles) no es el
monto que le corresponde cancelar a la entidad, como saldo de liquidación de obra, a partir del
análisis que realizó en la página 35 y siguientes del laudo arbitral; en consecuencia, al considerar
que el monto imputado por el contratista en su liquidación de obra no correspondía al monto real,
el tribunal debió declarar improcedente el décimo primer punto controvertido (novena pretensión
principal), por considerar que el monto que correspondía cancelar era una suma mucho menor a
la pretendida por el contratista. Debo reiterar que establecer el quantum de lo que correspondería
cancelar al contratista no sólo NO ha sido considerado como punto controvertido por las partes,
sino que además ni siquiera ha formado parte de las pretensiones contenidas en el escrito de
demanda arbitral o en su escrito de modificación de demanda o en el escrito de acumulación de
pretensiones. Nos preguntamos cómo entonces puede el tribunal arbitral pronunciarse o resolver
(laudar) sobre un extremo que NO se puso a decisión del colegiado.
2.8. La omisión y/o error en la elaboración de la demanda arbitral e incorrecto planteamiento de
las pretensiones, es una falta íntegramente imputable al contratista; por consiguiente, no debió
ser amparable por parte del tribunal dicha omisión buscando inadvertidamente superarlo o
pretender interpretar que sí puede establecer un monto menor argumentando que sólo está
acogiendo parcialmente el monto solicitado. Así, el tribunal no tuvo porque pronunciarse sobre
cuánto es el monto que corresponde ser cancelado, si ello no es objeto de su decisión, ya que
solamente debió declarar improcedente el monto pretendido por el contratista al no encontrarse
de acuerdo con el mismo; insistimos, al tribunal arbitral JAMAS se le encargó que en caso se le
deniegue al contratista el monto solicitado como saldo de la liquidación final de obra, establezca
cuál es el monto a pagar.

2.9. Era una obligación fundamental del tribunal arbitral evitar pronunciamientos que vayan más
allá del encargo conferido, toda vez que el mismo es causal de anulación de laudo arbitral,
conforme así lo señala el artículo 63 inciso “d” de la Ley de Arbitraje; debiendo establecerse en
otra instancia cuál sería el monto que le corresponda cancelar a la entidad a favor del contratista
como saldo de la liquidación final de obra.

2.10. Consideramos que el pronunciamiento del tribunal arbitral debió ser el siguiente: SEXTO:
Declarar INFUNDADA el extremo de la novena pretensión principal relativo a la liquidación de
obra y en consecuencia, tener por NO APROBADA la liquidación elaborada por el Consorcio
Namul.

2.11. Es menester precisar que mi representada objetó esta decisión del colegiado arbitral y
reclamó expresamente en su debido momento mediante escrito de EXCLUSIÓN de laudo
arbitral final, de fecha 07.02.14, la misma que fue desestimada, sin mayor sustento legal,
mediante Resolución No. 110, de fecha 18.03.14, notificada con fecha 19.03.14, siendo que la
Sala Comercial deberá declarar FUNDADO el recurso de anulación de laudo arbitral final y por
consiguiente, dejar sin efecto lo resuelto por el tribunal en el numeral sexto de la parte resolutiva,
debiendo entenderse que el extremo de la novena pretensión principal relativo a la liquidación de
obra resulta siendo INFUNDADA y en consecuencia se tenga por no aprobada dicha liquidación;
dejándose a salvo el derecho de Consorcio Namul en caso de considerarlo pertinente someter la
aprobación de la liquidación final de obra a un nuevo arbitraje.
3. RESPECTO DE LAS MATERIAS QUE NO SON SUCEPTIBLES DE
ARBITRAJE: (art. 63, inciso 1, literal “e”: Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre
materias que, de acuerdo a ley, son manifiestamente no susceptibles de arbitraje,
tratándose de un arbitraje nacional).

3.1. En primer lugar, el Tribunal Constitucional ha establecido que en todo proceso, incluido el
arbitraje, debe respetarse y garantizarse el cumplimiento del debido proceso. El laudo arbitral
final vulnera dicha garantía constitucional por cuanto ha resuelto la pretensión consistentes en la
liquidación final de obra, a pesar de que conjuntamente también resolvió otras pretensiones o
controversias, siendo el caso que el último párrafo del Artículo 211 del Reglamento de la Ley de
Contrataciones del Estado (regulado también en el artículo 269 del derogado Reglamento,
aprobado por Decreto Supremo N° 084-2004-PCM), prescribe con carácter imperativo que “no
se procederá a la liquidación mientras existan controversias pendientes de resolver”. Siendo así,
el tribunal arbitral debió declarar de plano improcedente la pretensión de la demanda sobre
aprobación de la liquidación final de la obra presentada por el Contratista Consorcio NAMUL;
sin embargo, la acogió y declaró fundada.

3.2. En segundo lugar, en el laudo arbitral final materia del presente recurso de anulación, el
tribunal arbitral ha resuelto aprobar una liquidación final de obra, en la cual forma parte de esta,
un concepto económico denominado por Consorcio Namul “trabajos en terreno saturado y neuva
tubería” por un monto de S/.4´610,807.16; siendo evidente que se trata del pago de un Adicional
de Obra que no fue aprobado por la entidad y que a efectos de no sujetarse a la prohibición del
monto tope del 15% del valor del contrato para acudir en vía arbitral, fue disfrazada de esta
forma, cambiando el nombre al concepto económico y así aceptada por el tribunal arbitral,
cuando es por todos conocido que la naturaleza de las cosas es lo que la define y no el título con
el que se le disfrace para buscar que parezca otra cosa.

3.3. En consecuencia estamos ante un adicional de obra mayor al 15% del monto del contrato, y
que como tal es una materia manifiestamente no susceptible de arbitraje, conforme ha sido
establecido por la doctrina jurisprudencial en materia de contrataciones del Estado,
posteriormente por la Ley de Contrataciones del Estado (aplicable al caso), por las leyes de
presupuesto, como la Quinta Disposición Final de la Ley General del Sistema Nacional de
Presupuesto Público – Ley No. 24811, así como por la propia Ley Orgánica del Sistema
Nacional de Control y las resoluciones emitidas en forma reitera y uniforme por las Salas
Comerciales. En consecuencia, la voluntad del legislador y de los órganos de resolución de
conflictos en contrataciones del Estado, tanto administrativo, como arbitral y judicial en vía de
recurso de anulación, siempre ha sido excluir del arbitraje las controversias sobre Adicionales de
Obra mayores al 15% del monto contractual, en razón de que ellos comprometen y afectan
fondos públicos sobre los cuales no puede disponerse como si se tratara de agentes de derecho
privado. Es por tal motivo que la Ley de Contrataciones no incluyó a los adicionales de obra en
el último párrafo del artículo 42°; y en ninguna parte establece que las controversias sobre
Adicionales de Obra se resuelven por conciliación o arbitraje, más aún si la aprobación de un
presupuesto adicional es una facultad y no una obligación de la entidad, es decir, la
municipalidad tenía la facultad de aprobar dicho adicional de obra o de rechazarlo, como que
esto último así lo hizo.

3.4. El Decreto Legislativo N° 10714 en concordancia con la Ley de Contrataciones del Estado
establece que son arbitrables los derechos sobre los cuales las partes tienen libre disposición. Los
fondos públicos no son de libre disposición, ya que están sometidas a expresas y exigentes
disposiciones legales para presupuestarlas, comprometerlas y desembolsarlas. Siendo así,
tratándose de fondos públicos sobre los cuales las partes no tienen libertad para disponer de
derechos sobre ellos, no corresponde interpretar extensivamente las normas que establecen el
arbitraje como medio de solución de controversias derivadas de la ejecución de Contratos con el
Estado. La interpretación en todo caso tiene que ser restrictiva, debiendo entenderse que el
Tribunal Arbitral no tiene competencia para resolver controversias sobre Adicionales de Obra
mayores al 15% del monto contractual.

4
El inc. 1 del art. 2 del Decreto Legislativo 1071 textualmente precisa: “Pueden someterse a arbitraje las
controversias sobre materias de libre disposición conforme a derecho…”.
3.5. El artículo 23 de la Ley del Sistema Nacional de Control y de la Contraloría General de la
República señala expresamente que las decisiones que emita la Contraloría General, en el
ejercicio de las atribuciones de autorización previa a la ejecución y pago de presupuestos
adicionales de obra no podrán ser objeto de arbitraje, como tampoco se podrá someter a arbitraje
las controversias que versan sobre materias comprendidas en los alcances del literal K, del
artículo 22.

3.6. Consecuentemente, al haberse laudado sobre una pretensión que no es susceptible de


acuerdo a ley de ser conocida en vía arbitral, se ha transgredido el precepto legal que regula las
materias que deben y pueden de ser sometidas a arbitraje y en consecuencia conllevan a que se
tenga que declarar la nulidad del laudo arbitral.

V. FUNDAMENTACION JURIDICA DEL PETITORIO:

1. El recurso de anulación de laudo está previsto en el Artículo 62° del Decreto Legislativo
N° 1071, y procede para impugnar el laudo con el objeto de revisar su validez por las causales
taxativamente establecidas en el artículo 63°.

2. Las causales del artículo 63 aplicables al presente recurso son las siguientes:
- Art. 63 inc. 1 literal “b”, referida a: “Que una de las partes no ha sido debidamente
notificada del nombramiento de un árbitro o de las actuaciones arbitrales, o no ha
podido por cualquier otra razón, hacer valer sus derechos”. Así como la afectación a la
garantía constitucional del debido proceso adjetivo.
- Art. 63 inc. 1 literal “d”, referida a: “Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias
no sometidas a su decisión”.
- Art. 63 inc. 1 literal “e”, referida a: “Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias
que, de acuerdo a ley, son manifiestamente no susceptibles de arbitraje, tratándose de un
arbitraje nacional.”

3. El Tribunal Constitucional ha establecido que son nulos los laudos arbitrales emitidos en
contravención a la garantía constitucional del debido proceso, aplicable también al arbitraje;
ampliando así las causales de anulación de laudo previstas en el Art. 63° del Decreto Legislativo
N° 1071. Así tenemos que el precedente vinculante contenido en la sentencia derivada del
expediente No. 00142-2011-PA/TC de fecha 21.09.11 expresamente señala que el recurso de
anulación de laudo arbitral constituye una vía igualmente satisfactoria para cautelar la
vulneración de derechos fundamentales tales como el debido proceso arbitral.

4. En el presente caso, el laudo arbitral parcial proviene de un arbitraje en el cual se ha vulnerado


la garantía del debido proceso, como la Sala Superior verificará al revisar el expediente arbitral.

VI. MONTO DEL PETITORIO:

Es inapreciable en dinero.

VII. VIA PROCEDIMENTAL:

La vía procedimental es la establecida en el artículo 64 y siguientes de la Ley de


Arbitraje.

VIII. MEDIOS PROBATORIOS:

Ofrezco los siguientes medios probatorios:


1. Contrato de ejecución de obra derivado de la Licitación Pública N° 001-2008-MDG -
“Proyecto de Agua y Alcantarillado de la Localidad de Guadalupe-Pacasmayo-La
Libertad”, mediante el cual se acredita la existencia de un convenio arbitral.
2. Acta de instalación de tribunal arbitral de fecha 04.06.10.
3. Escrito de demanda arbitral modificada de fecha 10.05.12, la cual modifica el escrito de
demanda arbitral y escritos de ampliación de demanda.
4. Laudo Arbitral final materia del presente recurso de anulación.
5. Escrito de fecha 07.02.14, mediante el cual mi representada planteó exclusión e
integración de laudo arbitral y otros.
6. Resolución No. 110 de fecha 18.03.14, notificada con fecha 19.03.14, que resolvió
nuestro recurso de exclusión, integración e interpretación de laudo arbitral.
7. El Expediente Arbitral completo cuya copia deberá remitir el Tribunal Arbitral a la Sala
Superior que conoce del presente recurso de anulación de laudo.
Se notificará al Tribunal Arbitral en su sede: Jr. Gregorio Marañón Nro. 184, Distrito de
San Borja, Lima, en aplicación de la facultad prevista en el numeral 02 del artículo 64 de
la Ley de Arbitraje.
8. Sentencia casatoria emitida en el Exp. N° 1881-2009-LIMA.
9. Copia del recurso de anulación de laudo arbitral parcial y resolución que admite a trámite
dicho recurso.

IX. ANEXOS:

1-A. Copia del DNI del abogado delegado que suscribe.


1-B. Copia fedateada de la Resolución de Alcaldía que designa Procurador Público Ad Hoc.
1-C. Copia de la credencial expedida por el Jurado Electoral Especial que designa a la actual
Alcaldesa de la Municipalidad Distrital de Guadalupe.
1-D. Copia del Contrato de ejecución de obra derivado de la Licitación Pública N° 001-2008-
MDG - “Proyecto de Agua y Alcantarillado de la Localidad de Guadalupe-Pacasmayo-La
Libertad”.
1-E. Copia del acta de instalación de tribunal arbitral de fecha 04.06.10.
1-F. Copia del escrito de demanda arbitral modificada de fecha 10.05.12, la cual modifica el
escrito de demanda arbitral y escritos de ampliación de demanda.
1-G. Copia del Laudo Arbitral final materia del presente recurso de anulación.
1-H. Copia del escrito de fecha 07.02.14, mediante el cual mi representada planteó exclusión e
integración de laudo arbitral y otros.
1-I. Copia de la resolución No. 110 de fecha 18.03.14, notificada con fecha 19.03.14, que
resolvió nuestro recurso de exclusión, integración e interpretación de laudo arbitral.
1-J. Copia de la Sentencia casatoria emitida en el Exp. N° 1881-2009-LIMA.
1-K. Copia del recurso de anulación de laudo arbitral parcial y resolución que admite a trámite
dicho recurso.
1-L. Papeleta de habilitación profesional del abogado que autoriza el presente recurso de
anulación.

POR LO EXPUESTO:
Sírvase Usted, Señor Presidente, admitir a trámite la presente demanda y declararla
FUNDADA en su oportunidad.
PRIMER OTROSI DIGO: Que, no se presenta tasas judiciales ya que al ser una entidad del
Estado, nos encontramos exonerados de ello, conforme al segundo párrafo del artículo 47 de la
Constitución Política del Perú.

SEGUNDO OTROSI DIGO: Conforme al artículo 133 del Código Procesal Civil anexamos
copias suficientes de la demanda y sus recaudos para la notificación a los demandados.

TERCER OTROSI DIGO: Que, en aplicación supletoria del artículo 80 del Código Procesal
Civil, otorgo poder al abogado…, que autoriza y suscribe el presente recurso, para que me
represente con las facultades del artículo 74 del mismo cuerpo legal. Al extender estas facultades,
dejo constancia que mi domicilio es el indicado en la introducción de este escrito y que estoy
consciente de los alcances de las facultades otorgadas.

CUARTO OTROSI DIGO: La entidad que represento señala expresamente que no existe
ningún pacto celebrado con el contratista en el sentido expresado por el numeral segundo, parte
infine del artículo 63 de la Ley de Arbitraje, esto es, no se ha pactado la concurrencia de un
requisito previo a la interposición del recurso de anulación de laudo arbitral para garantizar el
cumplimiento del laudo.

Guadalupe, 14 de Abril del 2014.

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