Al realizar el estudio del caso de La Bolsa de Valores de Colombia (BVC)
interbolsa, ocurrido entre los años 2011 y requiere vigilancia desde adentro: aunque 2012, podemos recordar cuatro eventos se tiene a la Superfinanciera y el AMV como específicos que enmarcaron las acciones entidades de vigilancia y control, el esquema 1. ¿Porque se produjo tomadas por el grupo financiero, es por no es suficiente. Es necesario contar con un el derrumbe de esto que en primera medida es pertinente comité independiente del mercado financiero, interbolsa sin que recordarlas para así podernos posicionar que vigile desde el interior de la BVC ningún mecanismo de en el contexto del caso y así poder exponer movimientos y prácticas atípicas y reporte control lo hubiera nuestra posición respecto del manejo de la directamente a la Superfinanciera en tiempo detectado a tiempo? ética de directivos de interbolsa. real.
El primero de ellos es la colocación de
bonos de Luxemburgo, allí se realizó la primera malversación de fondos, ya que se destinó dinero de estas operaciones para cubrir deudas de Alessandro Corridori y cubrir déficits y carteras diversas, cabe resaltar que esta operación se dio dentro de todo el marco legal y que de hecho fue una gran oportunidad con la que conto el grupo, lo que lo hace reprochable fue que los recursos obtenidos por interbolsa no fueron destinados correctamente y estos fue el inicio de una serie de acontecimiento que al igual que una bola de nieve no se pudieron detener.
El segundo fue lo sucedido con fabricato
en donde se recomendó que se pusieran a la venta dichas acciones y nuevamente Alessandro Corridori con participación y ayuda de los ejecutivos de interbolsa realizaron operaciones repo para incrementar la bursatilidad y aumentar el precio de la acciones, poniendo en riesgo la liquidez que estas representaban, lo enfático del este episodio es el hecho de que los funcionarios de alto nivel conocían dichas operaciones, lo que pone en tela de juicio su ética profesional, para este punto ya reconocían las consecuencias de dichos movimientos económicos y en su medida destapaban un hueco para tapar otro.
El tercero fue la clínica candelaria puesto
que utilizaron a la misma como intermediaria en una triangulación de recursos de cartera, en esta ocasión nuevamente para cubrir una cartera adquirida con Bancolombia de más de setenta mil millones de pesos, del cual ya tenían un vencimiento del crédito del plazo ya acordado y ante la negativa de una refinanciación optan por generar la triangulación, hecho que está configurado como irregular para los efectos del decreto 2555 de 2010, este hecho solo describe la difícil situación por la que ya pasaba interbolsa y a pesar de ellos se continuo con la serie de malas decisiones.
Por ultimo esta la pérdida del 20% de la
participación accionaria que se tenía en Easyfly, es de recordar que se contaba con una participación del 40% de la compañía, todas estas acciones seguían tendientes a la búsqueda de liquidez, pero en definitiva el grupo conocía los riesgos de la decisiones.
En todo este proceso de estrados judiciales
se ha logrado comprobar los delitos en los que incurrieron como lo son estafa agravada, concierto para delinquir y manipulación fraudulenta, lo que pretendemos resaltar en este ensayo es a través de las circunstancias ocurridas como se pueden observar faltas a la ética y por qué no decirlo a la moral, y es que en este caso se podría decir con certeza que se faltó a la ética pues contaban con los suficientes conocimientos para estimar las consecuencias y a quienes iban a afectar, que terminaron siendo los ahorradores del fondo premium. El fallo del tribunal para la empresa auditora fue la cancelación de la inscripción del registro profesional dando como resultado el no poder ejercer ninguna actividad relacionada con el área contable, y el fallo de los contadores públicos Ulfany Castillo López (revisora fiscal de Interbolsa) y Carlos Alberto Posada (contador de la misma), es la suspensión de la tarjeta profesional por 12 meses por “haber vulnerado el estatuto ético de la profesión”. Porque si se revisa el Código de Ética y Conducta por el que se regía Interbolsa, claramente se ve que se hicieron de la vista gorda y pensaron primero en las potenciales ganancias a las que podía acceder porque se dice en ese código que las personas que estén empleadas por la empresa deben “enmarcar su comportamiento conforme a las más altas exigencias jurídicas y éticas a nivel personal y profesional, tanto en interés de los inversionistas de las carteras colectivas, como en el de la comunidad en general”. Además se podría decir que se debe ir más allá de este código obligatorio ya que “no sustituye el buen criterio, la responsabilidad, el sentido común y la prudencia indispensable para el mejor desempeño de los destinatarios de este Código en la actividad que desarrollan”; y que siempre se debía “anteponer la observancia de los principios éticos al logro de las metas comerciales”, olvidándose hasta de estos códigos cuando la ambición desmedida ciega. Obviamente ningún código de ética, ninguna moral o ley sería suficiente para satisfacer la ambición y codicia de las personas que carecen de ese tipo de formación o de valores. Interbolsa para nuestra sociedad es solo una oportunidad para ver que la situación no se enfatiza en solo un caso empresarial, que ya la problemática es cultural, que ya no es solo cuestión de reconocerlo si no de actuar, llevamos años hablando de la crisis ética, de los tantos problemas de corrupción, y con la incesante necesidad de resolver los problemas éticos de la sociedad adulta colombiana, cuando ya se nos ha demostrado que el esfuerzo debe estar dirigido a los niños, al sistema educativo colombiano y al refuerzo de los valores en ellos.