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PENSAR EL TRABAJO SOCIAL

LA INTRODUCCIÓN DESDE EL CONSTRUCCIONISMO


NATALIO KISNERMAN

PRESENTADO POR:
Daniel Gaviria Cuaran
Minyeli Escobar Muñoz

FUNDACIÓN UNIVERSITARIA DE POPAYÁN


FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS
LECTO ESCRITURA
POPAYÁN-CAUCA
2019
PENSAR EL TRABAJO SOCIAL
LA INTRODUCCIÓN DESDE EL CONSTRUCCIONISMO
NATALIO KISNERMAN

PRESENTADO POR:
Daniel Gaviria Cuaran
Minyeli Escobar Muñoz

PRESENTADO A:
Carlos Méndez

FUNDACIÓN UNIVERSITARIA DE POPAYÁN


FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS
LECTO ESCRITURA
POPAYÁN-CAUCA
2019
KISNERMAN, Natalio. Pensar El Trabajo Social. Una Introducción Desde El
Construccionismo. Capítulo 1. Construcción Del Trabajo Social. Buenos
Aires-México. Grupo Editorial Lumenhvmanitas 1997. 57 Pág.

En 1981 se conoció la primera introducción al trabajo social por el editorial


Hvmanitas en coedición con el ateneo de asistencias sociales en Buenos Aires,
estas entidades hoy en día ya están desaparecidas, estas brindaron desde sus
inicios un gran apoyo al desarrollo del trabajo social.

En el trabajo social ha habido muchos cambios y se han podido construir


conocimientos aceptando que nada es estable en la sociedad, con esta actitud se
ha venido a construir el dialogo critico desde la práctica profesional y la docencia.
Ese dialogo ha impulsado a comenzar un cambio desde un paradigma el cual fue el
construccionismo.

Pensar el trabajo social expresa un posicionamiento en un rol y orientación


profesional en esta búsqueda se asume el peso y la satisfacción de ser trabajador
social; el trabajo social como toda profesión tiene en su seno fuerzas antagónicas,
pero es de resaltar que una profesión que no produce errores, no se puede nutrir de
ellos y así siendo incapaz de producir cambios internos y externos. Por eso se debe
aceptar que el riesgo hace el disentimiento.

Pensar en el trabajo social expresa un posicionamiento del rol de un profesional,


este libro lo integran una introducción, cinco capítulos y un pos-texto al que le sigue
la bibliografía, en este caso haremos referencia a al primer capítulo.

El primer capítulo trata de cómo se creó la historia del trabajo social, que fue un
proceso en cual se fue construyendo a través de las relaciones del capital y el
trabajo y así pudieran ir respondiendo a las necesidades de los sectores de
población.
En 1965 un grupo de trabajadores sociales iniciaron una aventura a la que
denominaron re conceptualización ya que eran tiempos en los que el futuro era
auspicioso y esto hacia que hubiera incertidumbre en los docentes y estudiantes de
trabajo social. Fue una crisis aceptar que los problemas sociales eran individuales
porque eran producto de una conducta desviada. Toda crisis lleva una reflexión a
una angustian asistencial y así estas son, el motor de los cambios que se producen
en la sociedad. Esta “re conceptualización”, a su vez, les hizo ver desde un punto
de vista crítico la realidad socioeconómica, cultural y política.

Así, fue como volvieron a la tarea del tratamiento social, se instauró un cierto orden
social basado en la razón y la tecnología, en el que el hombre quedaba reducido a
su conciencia (“Pienso, luego existo”, Descartes), lo que llevó a divisar dos tipos de
sociedad: por un lado, la sociedad del orden, la conformidad, el equilibrio y por otro
la sociedad del desorden; mientras un discurso político habla de igualdad de
oportunidades, la lectura hace revelar que la población rural se ha convertido en un
refugio económico donde unos son obreros, vendedores ambulantes que han caído
sobre el valor real de los salarios con el incremento de desempleo.

Para lograr mantener una seguridad en la población se debe incrementar un numero


de políticas, la creciente masa de desplazados ya no tiene sentido romántico de
potencialidad revolucionaria y se ha terminado el discurso sobre la clase obrera.
Alain Finkillirat, plantea que el mundo actual tiende a generar dos tipos de
antropologías, el fanático y el zombi. El primero es en efecto el retorno de los
fundamentalistas, religiosos, políticos y étnicos; el segundo es producto de la
“cultura del espectáculo” donde su finalidad es llenar ojos y vaciar cabezas.

Esto, llevó a los Trabajadores Sociales a determinar a su vez, que ese caos y esa
división que se producían en la sociedad, eran causa de las actuaciones de las
personas y que ese cambio del que ellos hablaban, dependía directamente de ellos.

Cabe resaltar que Pensar el Trabajo Social es el primer aporte que Natalio
Kisnerman realiza, desde el construccionismo el libro de N. Kisnerman, hace
referencia al Trabajo Social, como el proceso que es creando a través de las
relaciones sociales, entre capital y trabajo ( dinero, alimentos,, vestimentas,
alojamiento) como respuesta a los sectores implicados en esta relación
(reformadores sociales y reconceptualizadores), evolucionando con el paso del
tiempo e implicando al resto de los sectores de la sociedad.

El Trabajo Social, es, sin embargo, un trabajo con las personas y para las personas,
poniendo interés en la realidad donde se produce el problema, su perspectiva es
comunitaria y más global y entiende que la necesidad de atender las urgencias de
la pobreza debe ser realizada como una acción de apoyo y prevención en un
proyecto mayor, más integral.

El autor, nombra algunos precursores que marcaron un hito en el trabajo social ellos
son:

Juan Luis Vives: (1492-1540) como el precursor del Trabajo Social, compuso más
de 60 libros con cálida, valor e innovación que abarco el humanismo, la filosofía, la
pedagogía, y la reforma social fue influido por Tomás Moro, fue construyendo un
pensamiento crítico, basado desde un punto cristiano, de una cultura que solo se
limitaba a satisfacer las necesidades de la minoría y abrió el camino para una
asistencia personalizada, basada en el todo de las personas. Cuando la Revolución
Industrial y el Movimiento Feminista surgen, el Trabajo Social aparece como
respuesta a ciertas situaciones de la sociedad dadas por la convergencia entre
ambos movimientos sociales. Para vives el pecado era la causa de todos los males,
y también es de un bien cristiano socorrer al hermano indigente a la medida de las
posibilidades ya que para él toda indigente tenia derechos a la asistencia afectiva.
Por lo tanto, la ayuda no debe limitarse al dinero, sino que debe incluir
consejos, trabajo y el intento de fortalecer su capacidad intelectual, social y
física.
Juan Vicente de Paul: (1576-1660) fue el fundador de la congregación de
sacerdotes, también organizo junto con Luisa de Marillac, las damas de caridad
entidad que fue conformada por mujeres que pertenecían a familias aristocráticas,
con el fin de visitar enfermos en los hospitales y pobres en sus domicilios llevándoles
ayuda necesaria, pero esta organización no prospero. Así que San Vicente de Paul
empezó a reclutar jóvenes campecitos a los cuales llamo primero siervas de los
pobres. La acción de Vicente de Paul y Luisa de Marillac fue crear instituciones para
niños abandonados brindándoles, talleres de capacitación y asistencia material y
espiritual.

Federico azanam: (1813-1853) el continuo con la obra de Vicente de Paul


brindando ayuda material y efectuando una acción moralizadora mediante una
relación amistosa y frecuente.

Bartolomé de las casas: (1474-1566) Fue el principal defensor de los indígenas y


fue nombrado «Procurador o protector universal de todos los indios » hispánicas.
Bartolomé es recordado por ser el primero en denunciar la invasión, conquista y
ocupación del territorio americano, así como fue el primero en defender la identidad
cultural de todo pueblo.

Concepción Arenal: (1820-1893) fue una mujer respetada por la presentación de


importantes trabajos, en 1879 fundo un periódico llamado La Voz donde denuncia
la pobreza y las condiciones como se encontraban las prisiones. También realizo
una importante labor en l Cruz Roja como secretaria de la sección de damas.

Tomas Chalmers (1780-1847) creo una organización de asistencia en el ámbito de


la parroquia (San Juan de Glasgow) la dividió en 25 vecindarios donde cada uno
comprendía de 70 a 100 familias. Cada vecindario tenía un cuidado para distribuir
ayuda material a los necesitados.

Octavia Hill: (1883-1912) Fue una de las creadoras de que los voluntarios
encargados pudieran atender las necesidades de los pobres y comenzaron a
llamarse “visitadores amigables”. Octavia Hill creo las primeras acciones tendientes
a capacitar personal atraves de conferencias. Moberly Bell señalo que eso consiste
en aprender a tratar la gente a comprender las condiciones en la que está viva, y
los medios que se podrían emplearse para mejorar.

Jane Adams: (1860-1935) comenzó desde muy niña a realizar criticas de las
desigualdades sociales y dedico su vida a mejorar las condiciones de vida y de
trabajo de los acres cuados, fue fundadora del centro de asistencia social Hull
House en cual funciono primero como casa cuna y luego paso na ser un club para
jóvenes, después un taller de capacitación laboral, una escuela de música y teatro.

Mary E. Richmond, es influenciada por el positivismo y el pragmatismo y con esto


se abrió una nueva era en el Trabajo Social. Ya que gracias a ella hoy en día se
puede contar con la teoría de fundamentación del Trabajo Social y la primera
propuesta científica centrada en la investigación (diagnóstico y tratamiento)
Señalando la necesidad de crear una escuela para formar Trabajadores Sociales,
considerando al hombre como el resultado de sus interacciones sociales, siendo la
familia el lugar más apropiado para estas. El funcionalismo, siguió avanzando
progresivamente, pero sin abandonar su visión individualista de la persona, sin
cuestionar el sistema social, ni los conflictos que en él se producían.

Richmond señala que el trabajo social ha alcanzado un desarrollo por la atención


profesional tanto en individuos como en familia ya que la visión desarrollada por
algunos trabajadores sociales hizo que se hicieran importantes aportaciones para
la psiquiatría, como el concepto de caso psicosocial, por considerar que los factores
causales de los problemas individuales están más allá de la persona.

Se puede decir que, desde comienzos del siglo XX, las primeras instituciones
empezaron a utilizar grupos como ayuda para las personas, con este fin se formaron
a personas a las cuales se las denominó voluntarios sociales o visitadores
amigables que llevaban a cabo una acción guiada, optimista para facilitar que todo
pareciera bien en todas las diferentes teorías. Es importante resaltar que el primero
en poner en práctica el trabajo con grupos fue Juan Luis Vives, basado en la
experiencia y en la observación (empirismo), pero con un mismo fin, mejorar la
sociedad.

En este siglo, el Trabajo Social se empezó a desprender de la base que tenía desde
el punto de vista religioso, para así comenzar a ver la realidad como un todo y ver
el trabajo comunitario con otra perspectiva. Con el enfoque eco sistémico, (surgió
para tratar los fenómenos psicosociales considerando sus variables complejas,
comprendiendo las diferentes interacciones entre ellas) el Trabajo Social está
redefiniendo sus objetivos constantemente ya que hace que este se adapte a la
realidad existente en cada momento. Se definieron ciertos puntos básicos de apoyo
de este: la realidad, el desarrollo metodológico del Trabajo Social y el ambiente
sobre el que se actúa. Desde este enfoque se consideró que la práctica del Trabajo
Social es una acción con la gente y el caso un sistema.

Mary E. Richmond señalo que la unidad del trabajo social alcanzo un desarrollo de
intervención en una unidad de atención profesional: el individuo y la familia habían
aportado al trabajo social un principio organizador.

En 1924 se creó un equilibrio social el cual encasillo el objeto de relaciones


estructuradas por una teoría, en este modelo se le asignó al trabajo social centrarse
en la atención de la patología social teniendo como base las relaciones
interpersonales. Paralelamente y teniendo en cuenta el aspecto que aporto Mary E.
Richmond se fue creando la visión de un hombre determinado. Los primeros
trabajadores sociales norteamericanos copiaron conciencia realizaron un propósito
que fue establecer una comunicación entre universitarios y trabajadores con un fin
de mejorar la calidad de vida de las personas. Atraves de ciertas investigaciones
permitieron fundamentar reformas sociales como leyes protectoras de menores,
de mujeres, de inmigrantes, así como generar servicios concretos para la
población protegida, centros de salud, guarderías, jardines de infantes, escuelas,
talleres de capacitación laboral, etc.; con personal que, si bien comenzó siendo
voluntario y empírico, fue progresivamente reemplazado por egresados de cursos y
centros universitarios.

En este primer capítulo es notorio el gran aporte que ha realizado el trabajador social
Natalio Kisnerman a la profesión del trabajo social mediante el presente libro, con
lo que se pudo observar nos da una razón más para considerar que el Trabajo Social
vive en constante evolución, en donde se actualizan las prácticas, teorías,
instrumentos, paradigmas epistemológicos y metodológicos. Ya que es aquí, que
Ksinerman “piensa el Trabajo Social” hace referencia a que desde el dialogo critico
entre profesionales, docentes y estudiantes, expresando de alguna manera las
funciones y roles profesionales que rompen con las antiguas practicas anticuadas.

De igual manera, el lector de este libro podrá contextualizar y darse una idea del
proceso histórico del Trabajo Social desde sus inicios; Para aquellos que deseen
comprender los enfoques y paradigmas que encaminaron el ejercicio profesional,
asimismo comprender la incidencia del enfoque construccionista en el Trabajo
Social, el cual el autor hace hincapié como paradigma que ha permito la irrupción
de cambios en nuestra profesión.
Podemos determinar que el Paradigma principal al que se refiere N. Kisnerman es
el Positivismo, y en concreto al Estructuralismo Radical o Revolucionarios, pues ya
que, para estos, la sociedad está determinada por la organización económica, que
evoluciona a través de los conflictos y las crisis.

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