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Enfermería, una profesión con 5

fortalezas en su ADN

Los profesionales de Enfermería tienen la extraordinaria responsabilidad de atender


y cuidar a los pacientes. Se trata de un trabajo con un fuerte contenido vocacional.
Esa condición de vocación es precisamente la que marca la diferencia a la hora de
superar el dolor ajeno, seguir adelante y superar el día a día como se presente.

Ser enfermera o enfermero significa ser compasivo, empático, ser


desinteresado, disfrutar de una gran fortaleza e inteligencia emocional y
querer aprender siempre. las cualidades que arman los corazones de estos
profesionales, en su gran mayoría, vienen de serie y fomentan su vocación.

Queremos hablar de esos valores, uno a uno:

La compasión
Ser compasivo significa sentir preocupación y compromiso con lo que le ocurre a los
demás. Los profesionales de Enfermería son el lado más humano de cualquier
sistema sanitario. Representan un apoyo para quienes sufren, sienten dolor, se
encuentran en situaciones de riesgo o tienen miedo. Miedo a perder la vida. Los
enfermos, en muchas ocasiones y en no pocas situaciones extremas, creen perder
el control de su vida y los enfermeros son quienes tienen la responsabilidad de
hacerles sentir mejor. Al escucharles, al calmarlos, al estar física y emocionalmente
con ellos. Sin compasión, sin ese respaldo emocional, la asistencia sanitaria nunca
resultaría completa.
La empatía
La empatía es la cualidad humana que atribuye la capacidad y la voluntad de asumir
los sentimientos de los demás. Los enfermeros, de éso, también saben bastante.
Pero no significa que el profesional esté de acuerdo con el paciente o que pueda
entender plenamente lo que piensa o siente. De lo que se trata es de saber ponerse
en su lugar y de hacerlo con los valores y con la experiencia acumulada como
persona.

El desinterés
Desinterés no significa dar a los demás a expensas de lo que necesita o merece uno
mismo, sino de compensar las necesidades de los enfermos con un gesto personal.
Sí, salido del corazón. La práctica cotidiana de los profesionales de la Enfermería
está llena de ejemplos de nobleza.

Inteligencia emocional
Por inteligencia emocional se ha de entender como una forma de autoconciencia. El
hecho de saber entenderse a sí mismo, de comprender la manera en la que se piensa
y se razona, de ser conscientes de los valores que sustentan las acciones propias,
pero también de las limitaciones personales. Una inteligencia emocional que de
alguna manera se vuelve colectiva cuando los enfermeros se apoyan mutuamente
en los momentos más difíciles, en las situaciones que les hacen más vulnerables
como individuos.

Espíritu inquisitivo
Espíritu inquisitivo quiere decir querer aprender, estar dispuestos a descubrir, ser
proactivos en su campo. La enfermería es una profesión en constante evolución en
la que la práctica tiene mucho peso. Entender un procedimiento, conocer las pautas
para llevarlo a cabo puede resultar fácil, pero, desarrollarlo en el momento en el que
resulta sanitariamente útil para la recuperación de un enfermo, puede marcar la
diferencia. Bajo condiciones normales, bajo presiones emocionales o en situaciones
extremas. Ser inquisitivo significa saber cómo adelantarse a los problemas, entender
los beneficios de trabajar en equipo y conocer las maneras de sacar el mejor partido
a los recursos humanos y materiales. Pero también estar dispuestos a liderar
pequeños grupos de atención médica cuando las condiciones tampoco resultan
favorables. Y, sí, bajo un espíritu proactivo.

La situación de incertidumbre económica actual afecta a la calidad de la atención


que ofrecen los servicios de enfermería. Sin embargo, más allá de los medios
materiales y del instrumental, los profesionales de este sector de la sanidad están
respaldados por unas condiciones que nunca las faltarán, sus valores.

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