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A menudo se habla del acero inoxidable; el término es impropio por dos razones:
este tipo de acero contiene elementos de aleación (cromo, níquel) que se oxidan;
a esta capa de óxido se debe la protección del acero;
no está protegido más que en ciertos tipos de ambiente, y se corroerá en
ambientes distintos.
Existen múltiples variedades de aceros llamados "inoxidables", que llevan nombres
como "304", "304L", "316N", etc. correspondientes a distintas composiciones y
tratamientos. Cada acero corresponde a ciertos tipos de ambiente; su uso en ambientes
distintos será catastrófico.
Además, el material del que está hecha la pieza no es el único parámetro. La forma de la
pieza y los tratamientos a los que se la somete (conformación, soldadura, atornillado)
tienen un papel primordial. Así, un montaje de dos metales diferentes (por ejemplo, dos
variedades de acero, o el mismo acero con tratamientos diferentes)puede dar pie a una
corrosión acelerada; además, a menudo se ven trazas de herrumbre en las tuercas.
Asimismo, si la pieza presenta un intersticio (por ejemplo, entre dos placas), ahí puede
formarse un medio confinado que evolucionará de un modo diferente del resto de la
pieza y, por lo tanto, podrá llegar a una corrosión local acelerada. De hecho, toda
heterogeneidad puede desembocar en una corrosión local acelerada, como, por ejemplo,
en los cordones de soldadura o en la mano al ser salpicada por un ácido.
En la concepción, hay que evitar las zonas de confinamiento, los contactos entre
materiales diferentes y las heterogeneidades en general.
Hay que prever también la importancia de la corrosión y el tiempo en el que habrá que
cambiar la pieza (mantenimiento preventivo).
Sin embargo, este tipo de solución es inaplicable cuando se trabaja en medio abierto
(atmósfera, mar, cuenca en contacto con el medio natural, circuito abierto, etc.)
Los inhibidores de corrosión, son productos que actúan ya sea formando películas sobre
la superficie metálica, tales como los molibdatos o fosfatos, o bien entregando sus
electrones al medio. Por lo general los inhibidores de este tipo son azoles modificados
que actúan sinérgicamente con otros inhibidores tales como nitritos, fosfatos y silicatos.
La química de los inhibidores no está del todo desarrollada aun. Su uso es en el campo
de los sistemas de enfriamiento o disipadores de calor tales como los radiadores, torres
de enfriamiento, calderas y "chillers".
Existen distintos medios para impedir que ocurra la reacción química. Como primera
medida de protección se puede aislar la pieza del ambiente, dándole una mano de
pintura, cubriendo la pieza de plástico, haciendo un tratamiento de superficie (por
ejemplo, nitruración, cromatación o proyección plasma).
También se puede introducir otra pieza para perturbar la reacción; es el principio del
"ánodo de sacrificio" o "protección galvánica". Se coloca una pieza de alaeciones de
zinc, aleaciones de magnesio y aleaciones de aluminio, que se van a corroer en lugar de
la pieza que se quiere proteger; la reacción química entre el ambiente y la pieza
sacrificada impide la reacción entre el ambiente y la pieza útil. En medio acuoso, basta
con atornillar el ánodo de sacrificio a la pieza que se debe proteger. Al aire, hay que
recubrir totalmente la pieza; es el principio de la galvanización. Este método se usa
ampliamente en la Ingeniería naval.
Galvanoplastia [editar]
La pieza se puede recubrir con una película de otro metal electrodepositado cuyo
potencial de reducción es más estable que el alma de la pieza. Galvanoplastia existe
como el niquelado, el zincado (galvanizado), el cobrizado y el cromatizado.
En este caso, caen las pinturas anticorrosivas cuyas formulaciones aparte de aportar con
un film de aislamiento de tipo epóxico fenólico o epoxi-ureico llevan asociados un
paquete antocorrosivo compuesto por moléculas orgánicas o minerales aceptoras de
eletrones tales como los azoles.
Corrosión en un ancla.
Existen muchos mecanismos por los cuales se verifica la corrosión, que tal como se ha
explicado anteriormente es fundamentalmente un proceso electroquímico.
El oxígeno presente en una tubería por ejemplo, está expuesto a diferentes presiones
parciales del mismo. Es decir una superficie es más aireada que otra próxima a ella y se
forma una pila. El área sujeta a menor aireación (menor presión parcial) actúa como
ánodo y la que tiene mayor presencia de oxígeno (mayor presión) actúa como un cátodo
y se establece la migración de electrones, formándose óxido en una y reduciéndose en la
otra parte de la pila. Este tipo de corrosión es común en superficies muy irregulares
donde se producen obturaciones de oxígeno.
Es la más común de todas y se establece cuando dos metales distintos entre si actúan
como ánodo uno de ellos y el otro como cátodo. Aquel que tenga el potencial de
reducción más negativo procederá como una oxidación y viceversa aquel metal o
especie química que exhiba un potencial de reducción más positivo procederá como una
reducción. Este par de metales constituye la llamada pila galvánica. En donde la especie
que se oxida (ánodo) cede sus electrones y la especie que se reduce (cátodo) acepta los
electrones.
Oxidación
Sulfito de sodio
El sulfito sódico es un compuesto incoloro, producto de la reacción del ácido sulfuroso
(o dióxido de azufre) con hidróxido sódico. En agua se disuelve con reacción
ligeramente básica.
Es ligeramente higroscópico.
El sulfito sódico se oxida fácilmente para convertirse en sulfato sódico (Na2SO4). Por
esto también descolorea una disolución ácida de permanganato potásico:
Nº Cas: 7757-83-7
Aplicaciones [editar]
El sulfito sódico es producto de partida en diversos procesos químicos. Así se utiliza
conjuntamente con azufre elemental en la obtención del tiosulfato sódico (sal de
fijación).
En el laboratorio se utiliza la reacción del sulfito sódico con ácido para generar
corrientes de dióxido de azufre:
Hidróxido sódico
Lección # 14.
Título: Corrosión.
Sumario:
1- Definición de la corrosión.
2- Mecanismos de la corrosión.
3- Influencia de algunos factores sobre la corrosión.
4- Métodos de control de la corrosión.
Objetivo:
Conocer el mecanismo de la corrosión electroquímica y los métodos mas importantes
para el control de la corrosión.
Introducción:
Los metales son muy utilizados en la construcción y en la industria debido a sus
propiedades. Pero las estructuras metálicas construidas por el hombre no son
permanentes, ya que se deterioran por la acción de diversos agentes.
En Cuba es de suma importancia el estudio de los fenómenos que provocan la
destrucción de los metales y el desarrollo de métodos de protección adecuados ya que el
clima cálido y húmedo y a la atmósfera marina constituyen condiciones que favorecen
este proceso de deterioro. Por esto, es importante para el ingeniero industrial conocer
los mecanismos de corrosión y la aplicación de métodos de protección contra la misma.
1-Definición:
La corrosión es la destrucción espontánea de los metales producto de su interacción
química, electroquímica o bioquímica con el medio. Económicamente este fenómeno
constituye un serio problema y se estima que aproximadamente la cuarta parte del hierro
producido anualmente se destruye por la corrosión. Aunque la corrosión ha sido un
problema desde que se introdujeron los metales como materiales de construcción, se
está convirtiendo últimamente en un factor de limitación. Por ejemplo, en la industria
química, las presiones y las temperaturas de trabajo han aumentado hasta el punto que la
maquinaria que antes duraba muchos años puede fallar en meses.
La corrosión ocurre debido a que el estado metálico (metal libre) es generalmente
menos estable que el correspondiente al metal formando parte de un compuesto
químico. Esto se pone de manifiesto en el hecho de que la mayor parte de los metales se
encuentran en la naturaleza, no en estado libre, sino en minerales, o sea, en forma de
sulfuros, óxidos, etc. Puede decirse, por tanto, que la corrosión de los metales es el
proceso inverso al proceso mediante el cual se obtienen los metales a partir de los
minerales correspondientes.
La variación de energía libre para la formación de casi todos los óxidos metálicos es
negativa, esto es, los óxidos son en su mayoría termodinámicamente estables. Por esto,
cuando los metales están en presencia de oxígeno tiende a producirse espontáneamente
la corrosión. En el caso de metales como el Cu, Ag,… La corrosión se produce en
presencia de CO2, H2S, etc. Esto no significa que todos los metales deban volver al
estado combinado de óxidos al quedar expuestos a la atmósfera. En muchos casos, los
factores cinéticos hacen que estas reacciones sean tan lentas que prácticamente no
ocurren.
2-Mecanismos de la corrosión.
La corrosión de un metal implica su oxidación y ésta puede producirse por diferentes
vías, pudiendo destacarse en general dos tipos de corrosión: química y electroquímica.
La corrosión química se observa durante la acción directa de diferentes sustancias sobre
los metales, sin que se produzcan o generen corrientes eléctricas. Puede considerarse
corrosión química a la acción directa de un ácido sobre un metal, con la producción de
la siguiente reacción:
Fe + 2H+ = Fe 2++ H2 (g)
Siempre que la oxidación del metal y la reducción del ácido se produzcan prácticamente
en el mismo punto, existiendo un contacto directo entre iones y átomos.
La corrosión electroquímica involucra la generación de corrientes eléctricas locales.
Surge al poner en contacto metales o aleaciones con líquidos conductores de la
electricidad como agua del suelo, agua de las calderas y diferentes medios
reaccionantes. Es suficiente la presencia de una fina película líquida para que se
produzca la corrosión electroquímica. Este tipo de corrosión se caracteriza por el
surgimiento de corrientes eléctricas entre distintas partes del metal a consecuencia de
reacciones electroquímicas en diferentes partes de la superficie de contacto del metal
con el electrolito.
La corrosión electroquímica puede ocurrir entre metales diferentes o entre diferentes
áreas de un mismo metal o aleación donde exista una diferencia en el potencial
electroquímico. Ahora bien, cualquier situación corrosiva requiere de un conductor
electrolítico (humedad, agua salada, etc.) para establecer el circuito eléctrico.
Para explicar la corrosión electroquímica se postula la existencia de pilas locales que
surgen en la superficie de metales introducidos en un líquido. Un ejemplo simple lo
tenemos en el contacto de dos metales que se encuentran a la vez en contacto con una
disolución electrolítica.
Ejemplo, Fe – Cu; al oxidarse el Fe con mas facilidad que el Cu, se crea una pila local
en la cual el Fe se oxida (ánodo) y los electrones irán al Cu que actuará como cátodo,
permitiendo la reducción de otras especies presentes en la fase líquida.
Esto también puede ocurrir en un mismo metal en diferentes sitios, debido a diferencias
en la elaboración o a la presencia de inclusiones extrañas
En la figura anterior se representa una barra de hierro en contacto con una disolución de
cloruro de sodio Se observa que en determinada zona de la barra el Fe se disuelve
oxidándose a Fe 2+. Los electrones que quedan libres se desplazan por la barra hacia otra
región que funcione como cátodo, en la que los iones hidrógeno o el agua se descargan:
Ánodo: Fe (s) = Fe 2+ + 2e
Cátodo: 2H+ + 2e = H2
La tendencia de los metales a corroerse es un hecho natural y permanente. El problema radica en controlar este efecto
destructivo con la mayor economía posible, en la forma técnicamente adecuada, optimizando los recursos existentes.
Son cinco los principales métodos para esto; pero son cuatro los mas usados:
Protección eléctrica.