HISTORIA DE ANA Y SU HIJO EL PROFETA SAMUEL

Actores:

Elí – Juan Andrés Martínez

Ana – Brianna Galeano

Elcaná – Camilo Machuca

Samuel – Samuel Moreno

Peniná – Laura Roa

Ofni: Hijo 1 de Elí – Jacob Nariño

Finees - Hijo 2 de Elí – Julián Gallo

Voz de Dios: Juan José Cujar

Narrador: Diana Vásquez R.

Elcaná era un israelita que tenía dos esposas: Ana y Peniná. Peniná tenía muchos hijos y Ana no
tenía ninguno. Por eso, Peniná se burlaba de Ana.

PENINÁ: Ana, tu no tienes hijos…jajajja… yo si tengo muchos.

Una vez estando Elcaná en Silo con toda su familia, se dio cuenta de que su querida esposa Ana
estaba muy triste. Así que le dijo:

ELCANÁ: Por favor, no llores, Ana. Tú me tienes a mí y yo te quiero mucho.

(Ana sale y se va de rodillas a llorar y orar)

Más tarde, Ana se fue sola a orar. No podía dejar de llorar, y le suplicó a Jehová que la ayudara. Le
prometió:

ANA: Jehová, si me das un hijo, te lo entregaré para que te sirva toda la vida.
El sumo sacerdote Elí vio que Ana estaba llorando y moviendo los labios sin hablar, y pensó

ELI: ¡Ana esta borracha!!!

ANA: No, mi señor, no estoy borracha. Es que tengo un problema muy grande y estaba hablando
con Jehová.

Elí se dio cuenta de que se había equivocado y le dijo:

ELI: Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la petición que le has hecho.

Ana se sintió mucho mejor y se fue de allí. En menos de un año, ella tuvo un niño y lo llamó Samuel.
(Ana estaba muy feliz al lado de su hijo Samuel). Ella no sabía que Dios le había dado uno de los
profetas mas grandes en la historia del pueblo de Israel.

Ana no olvidó la promesa que le había hecho a Jehová. Tan pronto como su hijo Samuel creció lo
llevó al tabernáculo para que sirviera a Dios. Ella le dijo a Elí:

ANA: Le oré a Jehová para que me diera este niño. Ahora se lo entrego para que le sirva toda la
vida.

(Ahora está Samuel ayudando siempre a Elí)

Elcaná y Ana visitaban a Samuel todos los años. Con el tiempo, Ana tuvo tres hijos y dos hijas más,
gracias a Jehová. El joven Samuel servía al Señor en presencia de Elí.

(TODOS LOS DEMAS NIÑOS DE QUINTO TENDRÁN UN CARTEL CON UNA PALABRA DE SERVICIO A
DIOS Y SAMUEL SE ACERCA A CADA UNO DE ELLOS)

Entre tanto, los hijos de Elí, Ofni y Finees, eran codiciosos y robaban las ofrendas del Tabernáculo.
Usaban su posición para beneficiarse.
OFNI: Yo quiero más ofrendas para mi
FINEES: si, aprovechemos que nuestro padre es el Sacerdote y así nadie se dará cuenta.
OFNI: Además podemos tener más….
FINEES: ¿por qué nos vamos a conformar con lo que tenemos?

Una noche Elí acostado en su aposento (sus ojos habían comenzado a oscurecerse y no podía ver
bien), y Samuel también acostado en el templo del Señor, fue cuando el Señor llamó a Samuel.

DIOS: Samuel.
SAMUEL: Aquí estoy.
Entonces corrió a Elí.

SAMUEL: Aquí estoy, pues me llamaste.

ELI: Yo no he llamado, vuelve a acostarte.
Y él fue y se acostó. El Señor volvió a llamar:

DIOS: ¡Samuel!
Y Samuel se levantó, fue a Elí.

SAMUEL: Aquí estoy, pues me llamaste.

ELI: Yo no he llamado, hijo mío, vuelve a acostarte.
Y Samuel no conocía aún al Señor, ni se le había revelado aún la palabra del Señor.

DIOS: ¡Samuel!!
SAMUEL: Aquí estoy, pues me llamaste.
Entonces Elí comprendió que el Señor estaba llamando al muchacho.

ELI: Ve y acuéstate, y si Él te llama, dirás: “Habla, Señor, que tu siervo escucha.”

Y Samuel fue y se acostó en su aposento.

DIOS: ¡Samuel, Samuel!

SAMUEL: Habla, que tu siervo escucha.
DIOS: Yo haré una cosa en Israel que a quien la oiga le zumbarán ambos oídos. Cumpliré contra Elí
todas las cosas que he dicho porque sus hijos han irrespetado mi casa y él no lo ha impedido.

Samuel se acostó hasta la mañana; entonces abrió las puertas de la casa del Señor; pero Samuel
temía contar la visión a Elí.

ELI: Hijo mío, ven.

SAMUEL: Heme aquí.
ELI: ¿Cuál es la palabra que el Señor te habló? Te ruego que no me la ocultes.
Entonces Samuel se lo contó todo, sin ocultarle nada.

ELI: El Señor es. Que haga lo que bien le parezca.

Samuel creció y Jehová siempre estaba con él.