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INTRODUCCION

La Región Puno, se destaca por los diversos pisos ecológicos y zonas de vida que contiene,
cuenta con 7 regiones naturales de las ocho que caracterizan al Perú y tiene una impresionante
diversidad de hábitats para miles de aves y plantas.

De acuerdo a los estudios realizados por INRENA, la Reserva Nacional del Titicaca y la zona
de amortiguamiento se ha identificado 116 especies de fauna vertebrada, de los cuales 15 son
mamíferos, 87 aves, 4 reptiles, 4 géneros de anfibios, además un complejo de peces óseos
correspondiente al género de Orestias y 2 especies de género Trichomycterus. La flora
representativa del lago incluye las diversas especies acuáticas, entre las que sobre salen en
grandes extensiones de totorales, hinojo, llacho, que constituyen recursos importantes para
la actividad humana.

En la Puna, la fauna más representativa la constituyen la vicuña (existente en criaderos como


los de: Cala Cala, Picotani y Trapiche de la provincia de San Antonio de Putina), vizcacha,
zorro, zorrino, venado, gato del pajonal, roedores, perdiz, lagartijas, serpientes, peces y
batracios. La mayor parte de la vegetación son pajonales, que albergan una gran variedad de
gramíneas. Asimismo existen las especies de Puya Raimondi (Putina y Nuñoa, Ayaviri),
tholares, quenua, yaretas, entre otras.

En la Yunga subtropical y Amazonía subtropical, se encuentran más de 3000 especies de


flora y un número aún no determinado de fauna, de acuerdo a las investigaciones realizadas
en los últimos años en el ámbito del Parque Nacional Bahuaja Sonene, se han registrado la
más alta biodiversidad; en aves (607 especies), mariposas (1200), libélulas (103), hormigas
(135), mamíferos (171), anfibios (74), reptiles (67) entre culebras (36), tortugas (5),
cocodrilos (4) y lagartijas (22); además se ha identificado 94 especies de peces. En cuanto a
la flora, se estima más o menos 1400 especies, se han identificado dos parcelas de 1Ha que
están entre las más ricas del mundo, una con 187 especies de árboles, mayores de 2.5cm de
diámetro/Ha y, otra con 207 especies, incluyendo árboles, lianas, arbustos y epífitas; además,
las zonas prioritarias identificadas son las sábanas ubicadas en Tambopata-Heath, que está
cubierta de bosques húmedos subtropicales poco intervenidos.
MARCO TEORICO

EL GATO ANDINO - Leopardus jacobita

El gato andino (Leopardus jacobita) es uno de estos pequeños felinos. Considerada especie
sagrada en las culturas andinas, solamente se encuentra en las regiones altas de Argentina,
Bolivia, Perú y Chile. Hoy está catalogado en peligro de extinción por la Unión Internacional
para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y es felino más amenazado del continente
americano.

“Es tan poco lo que se conoce de este felino que cada año se hacen nuevos hallazgos”, explica
el Ingeniero en Recursos Naturales Renovables y estudiante del Magíster de la Facultad de
Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza de la Universidad de Perú, N.
Lagos, quien encabeza un estudio inédito tendiente a conservar esta especie. El científico no
oculta su fascinación por investigar a este felino: es uno de los más elusivos del mundo y
habita a más de 5.000 metros sobre el nivel del mar. Allí se ha adaptado para soportar la
intensa radiación solar del día y el frío extremo de la noche.

La investigación, “Propuesta de áreas de conservación del gato andino (Leopardus jacobita)


en la puna seca de Perú”, se realiza en el altiplano (entre los países de Perú y Bolivia) y busca
determinar con exactitud el hábitat en el cual se desenvuelve la especie. La iniciativa es
financiada por la Alianza Gato Andino (AGA), Wildlife Conservation Network (WCN),
Rufford Small Grants e Idea Wild, y cuenta con el apoyo de la Corporación Nacional Forestal
(CONAF).
SURI – Rhea pennata

Solo se contabilizaron 350 individuos de suri o ñandú andino en el último censo realizado
por Serfor en 2016. La especie está expuesta a riesgos como la caza furtiva, la degradación
de su hábitat y la recolección de sus huevos con fines alimenticios y comerciales.

Son aves rápidas, aunque su desplazamiento no es aéreo, sino por tierra. El suri es una especie
que habita en el Altiplano peruano y actualmente se encuentra en peligro de extinción, debido
a múltiples factores que están acabando con la escasa población que aún vive en las alturas
de las regiones Puno, Tacna y Moquegua.

Si bien el suri (Rhea pennata) no solo habita en Perú, sino que es un animal endémico de
Sudamérica que vive en otros tres países del continente —Bolivia, Chile y Argentina—, la
población presente en el Altiplano peruano está en peligro de extinción según la Convención
sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres
(CITES).

De acuerdo al último censo realizado en el año 2016 por el Servicio Nacional Forestal y de
Fauna Silvestre (Serfor), solo quedan 350 individuos de suri en todo el Perú, casi 100
individuos menos que en el último conteo efectuado en el año 2008. La mayor cantidad se
encuentra en Tacna con 166 individuos, le sigue Puno con 112 y en tercer lugar está
Moquegua con 72 animales, todos en estado silvestre, pues existe población en cautiverio
que no ha sido considerada en el censo.

De acuerdo con el Plan nacional para la conservación del suri 2015-2020, la caza furtiva es
una de las principales amenazas para la supervivencia de la especie. Esta actividad ilegal se
realiza con la intención de comercializar sus plumas para trajes típicos, principalmente para
la danza de los Ayarachis, en la provincia de Lampa, en Puno; y los Suri Sikuris, del
departamento de La Paz, Bolivia.

El suri también está amenazado por actividades antrópicas como la explotación minera y
proyectos hidroenergéticos que perturban su hábitat natural debido a la presencia de
vehículos, maquinaria pesada y trabajadores que transitan cerca de los lugares por donde se
desplaza la especie, agrega Jessica Gálvez-Durand, directora de Gestión Sostenible del
Patrimonio de Fauna Silvestre del Serfor.
En efecto, de acuerdo a Irma Franke Jahncke, investigadora del departamento de ornitología
del Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, las
actividades extractivas, como la minería, que utiliza transporte pesado, perturba la
tranquilidad del paraje alto andino causando un fuerte impacto en el hábitat de la especie,
que requiere de extensos territorios para desplazarse y sobrevivir. Lo mismo sucede con los
problemas ocasionadas por el desplazamiento de vehículos y personas en las zonas donde
habitualmente vive esta especie. “El suri necesita espacios grandes, son animales enormes
que corren grandes distancias y se alimentan de frutos que se encuentran en bofedales. Si su
hábitat es afectado, como está ocurriendo, es más difícil su conservación”, señala.

Además, la especie, conocida también como ñandú andino, compite por alimentos con otros
animales domésticos y con el ganado de los campesinos que los desplaza hacia zonas más
altas. Por otro lado, se consume su carne, y algunas partes de su cuerpo, como la grasa, tienen
un uso medicinal. En otros casos, los atrapan para mantenerlos en cautiverio en colecciones
privadas o como mascota en las comunidades campesinas.

Otro peligro permanente es la recolección de sus huevos, que son sacados de los nidos para
consumo personal o para utilizarlos en artesanía, situación que afecta seriamente la
supervivencia de la especie. Lo más grave, es que esta amenaza se acentúa, de acuerdo con
Jahncke, por las características de la reproducción misma del suri, ya que son los machos los
que cuidan los huevos de varias hembras, por tanto, cuando se ubica un nido, se encuentran
y se destruyen una gran cantidad de huevos.

De acuerdo con la normatividad vigente y su estatus de especie en peligro crítico, se prohíbe


su caza, captura, tenencia, transporte o exportación con fines comerciales en todo el Perú.

¿Esperanza para el suri?

Actualmente existen tres áreas naturales protegidas dedicadas a su conservación. El Área de


Conservación Regional (ACR) Vilacota Maure, en Tacna, y las área de conservación privada
Taypipiña y Checca, en Puno.

Adicionalmente, se cuenta con centros de rescate para la especie. El centro de rescate del
Proyecto Especial Binacional Lago Titicaca (PEBLT), ubicado en Puno, cuenta con 90
individuos y su objetivo es lograr la reintroducción de la especie. Un informe de diciembre
de 2017 del PEBLT da cuenta de los avances del plan de conservación, entre los que se
mencionan investigaciones científicas y técnicas de la especie relacionadas con la nutrición,
reproducción y otros aspectos del ñandú andino.

Otro centro de rescate es Sumac Kantati, también ubicado en Puno y manejado por el Instituto
Mallku para el Desarrollo Sostenible, que cuenta con 40 individuos criados con fines de
reproducción.

EL CONDOR ANDINO - Vultur gryphus

El cóndor andino, o “kuntur” en quechua, es el ave voladora más grande del Perú y una de
las más grandes del mundo y estas son las razones principales por la que esta especie se
encuentra en peligro.

La caza y captura ilegal

El cóndor andino es capturado para su uso en el Yawar Fiesta, el que se ha incrementado


significativamente en los últimos años, llegando a utilizar a 40 ejemplares, sobre todo en la
región Apurímac.
De igual modo, el cóndor es utilizado para el comercio de sus huesos y plumas. Además, es
mantenido en cautiverio con fines turísticos (toma de fotografías o colecciones zoológicas).

Intoxicación y envenenamiento

Estos animales, en varias ocasiones, ingieren cebos tóxicos colocados por los pobladores para
frenar a los depredadores de sus ganados. De igual manera, muchos ganaderos colocan estos
cebos a propósito debido a una percepción errónea sobre el cóndor.

Reducción de su hábitat

Cada año, un considerable porcentaje del hábitat del cóndor andino es ocupado por el
desarrollo de actividades de origen antrópico (intervenciones realizadas por el ser humano
en la tierra).
LA CHINCHILLA – Chinchilla brevicaudata

El Perú es uno de los países que tiene una gran variedad de flora y fauna, pero
lamentablemente muchas especies se encuentran en la lista roja por inescrupulosos que las
buscan para ofrecérselas al mejor postor.

Una de ellas es la chinchilla, un travieso roedor andino que ha sido casi depredado de su
hábitat natural por cazadores furtivos, quienes las buscan por su delicada piel y venderla a la
industria peletera, donde un abrigo de ellas puede llegar a costar 50 mil dólares.

Ante esta problemática, el Ministerio de Agricultura y la Municipalidad de Lapa, en Puno,


crearon el centro de reproducción de chinchillas en esta ciudad, donde han logrado que este
animalito que habita a lo largo de la Cordillera de los Andes, pueda reproducirse en
cautiverio.

RANA GIGANTE DEL TITICACA - Telmatobius culeus

Hace más de 20 años que está en peligro de extinción y se ha perdido el 80 % de la población


de esta especie. La contaminación de su hábitat es hoy el principal problema.

Durante la primera década de este siglo, esta especie se redujo en un 40 %. Entonces la rana
gigante era utilizada en platos exóticos o jugos “medicinales”, un consumo que traspasó las
fronteras de Bolivia y Perú, países que comparten el lago más alto del mundo. Pero las normas
peruanas y bolivianas que prohíben la extracción de este anfibio gigante de su hábitat no
lograron detener su comercio.
Este año los esfuerzos por su conservación llegaron más allá, cuando la Convención sobre el
Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) la
incluyó en su categoría más alta, lo que significa que la rana gigante del Titicaca no puede
ser comercializada y que los países miembros de este tratado están obligados a protegerla.

Los expertos que la han estudiado coinciden en que hoy la mayor amenaza para esta especie
es la contaminación de su hábitat, las aguas del lago Titicaca, del cual nunca emerge porque
respira por la piel. Miles de ranas gigantes han muerto en los últimos dos años y las
autoridades de Bolivia y Perú aún no logran resolver el grave problema que empeoró la
situación de la Jamphatu huankele (rana gigante en aymara), pues desde 2008 está en peligro
crítico de extinción en Bolivia y en Perú desde 2014.

María Gálvez Durand, directora de la Oficina de Autoridad Administrativa de CITES en Perú


que depende del Servicio Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) explicó que “aunque (la rana
gigante) tiene una amplia distribución en el lago Titicaca más de 17 000 km2, actualmente,
es una especie poco frecuente (de ver)”.
OSO ANDINO - Tremarctos ornatus

El oso andino (Tremarctos ornatus) es el único oso de Sudamérica y es endémico de los


Andes tropicales. Los osos andinos viven a lo largo de la cordillera de los Andes, desde
Venezuela hasta el sur de Bolivia, y son tanto terrestres como arbóreos. Son omnívoros,
aunque la carne sólo representa una pequeña parte de su dieta. Conocido también como ukuku
(vocablo quechua) u oso de anteojos, el oso andino es parte importante de la cosmovisión
tanto andina como amazónica. Se les considera mediadores entre el mundo de los vivos y el
de los muertos, y los indígenas Matsiguenga lo consideran el creador de la vida, el Maeni.
Internacionalmente, el oso andino también es conocido como Paddington, quien viajó a
Inglaterra desde “el más oscuro Perú”.

Este oso está constantemente amenazado debido a cambios en el uso del territorio, lo que ha
fragmentado su hábitat original, como también por la caza realizada por humanos que entran
en conflicto con él, o utilizan partes de su cuerpo para medicina tradicional y rituales.
Adicionalmente, su naturaleza escurridiza impide estudiarlo en profundidad, por lo que su
protección y manejo implican grandes retos. Además de todo esto, las instituciones
responsables de la conservación del oso andino a lo largo de su distribución se encuentran
pobremente financiadas y respaldadas.
ESPECIES EN PELIGRO DE EXTINCION EN LA REGION DE PUNO

Algunas de las plantas en peligro de extinción del Perú son la puya titanca, caoba, uña de
gato, flor de amancaes, quina, queñoa o la hercampuri.

Perú cuenta con más de 25 mil especies, lo que representa aproximadamente el 10% de la
flora del planeta. Además, posee más de 7000 especies endémicas, plantas originarias del
Perú, y que sólo se desarrollan en esa región.

Lastimosamente, las prácticas de expansión humana como la tala, la quema, el sobrepastoreo


y la urbanización de territorios vírgenes, hacen que parte de la flora peruana se encuentre en
condiciones vulnerables.

PUYA TITANCA (Puya raimondi)

Es una planta endémica del cono sur, más específicamente, de Bolivia y Perú. Es familia de
las piñas y se caracteriza por las “puyas” que sobresalen en sus racimos.
QUINA (Cinchona oficinales)

Es el árbol nacional del Perú. Conocido también como cascarilla, kina o quinina roja, este
árbol es ampliamente conocido por sus bondades medicinales. Las infusiones de la Quina se
recomiendan como antipirético, digestivo, antiséptico y cicatrizante.

QUEÑOA (Polylepis racemosa)

Se caracteriza por desarrollarse a grandes alturas, superando los 3200 metros de elevación
sobre el nivel del mar. Su hábitat se ha visto fuertemente amenazada por la quema y la tala,
además de la producción de carbón en sus alrededores.
Referencias

 Calle, R. (2014). Árboles del Perú. Recuperado de: ciencias.pe


 Científicos elaborarán nueva lista de especies amenazadas en la flora silvestre del
Perú (2015). Diario Gestión Perú. Lima, Perú. Recuperado de: gestion.pe.
 La flora del Perú en peligro de extinción (2016). Diario El Popular. Lima, Perú.
Recuperado de: elpopular.pe.
 La flora peruana (2014). Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el
Estado. Lima, Perú. Recuperado de: sernanp.gob.pe.
 Plantas en peligro de extinción en el Perú (2008). Recuperado de:
mundyeco.blogia.com/.
 Wikipedia, La Enciclopedia Libre (2017). Artículos: Puya raimondii, Ismene
amancaes, Haplorhus peruviana, Phragmipedium kovachii, Polylepis racemosa,
Cinchona pubescens y Gentianella albo-rosea. Recuperado de: es.wikipedia.org.

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