IDENTIDAD BAJO ATAQUE la imagen y semejanza de Dios, y luego le engaña haciendo ver a Dios
Mateo 4:1-11 mentiroso, cuando él es el padre de la mentira. En Mateo 4 hay un
Ideas Previas Importantes: 1. Nuestro comportamiento y vida
depende de nuestra identidad. Si conozco mi nueva identidad en
Cristo puedo vencer. Si pienso soy indigno, voy a actuar como un
mendigo y nunca tendré fe en que Dios me escucha. Si me siento
condenando, no puedo hacer guerra contra el acusador de los
hermanos quien nos acusa noche y día.
2. Mis sentimientos pueden cambiar de un día a otro, mi identidad no
varía. Mis sentimientos no determinar quién soy, ni lo que tengo que
hacer. Es mi identidad la que determina como actúo, lo que hago, lo
que digo y como me siento.
3. Necesitamos conocer y creer quienes somos en Cristo para vivir
una vida cristiana efectiva. Mi verdadera identidad es lo que ahora
soy “En Cristo”.
El enemigo siempre va querer poner nuestra identidad como hijos de
Dios bajo ataque, un ejemplo claro es como el enemigo robo la
identidad de la primera pareja a través de sus mentiras. Génesis
Capítulo 3 el enemigo a través de la serpiente le dice: “Así que Dios les
dijo que no comieran de ningún árbol del jardín”, Satanas inicia un dialogo
con una afirmación cuya finalidad era causar duda y curiosidad, Eva
sigue la conversación y responde: “Nosotros si podemos comer de
cualquier árbol del jardín, solo hay uno en medio que no debemos tocar ni
comer de él”. De aquí aprendemos que no se debe entrar en el “juego”
de Satanás, no podemos abrir las puertas para ser engañados, ya que
esa respuesta le dio la opción a la serpiente de decirle a Eva que “eso
era mentira, ya que si la probaban, serían iguales a Dios”.
Con todo esto, lo que Satanás estaba tratando de hacer y lo logró, era
robarle la identidad a Eva, le afecto su esencia, porque ella ya tenia
nuevo intento, esta vez fallido, de Satanás de robarle la identidad al
mismo Jesús. Cuando Satanás le dice a Jesús …si eres el Hijo de Dios,
haz esto… ¿Satanás pensó que Jesús podría dudar de quien era, o tal vez el
mismo Satanás tenía sus dudas y quería comprobarlo? Satanás quería
aprovechar el momento de debilidad humana después de un ayuno
tan largo, para robar su IDENTIDAD, sin embargo, Jesús sabía quién
era, y no tenía que probárselo a nadie (Marcos 3:11-12).
1. Los Momentos más Vulnerables.
El capítulo 4 de Mateo comienza diciéndonos que Jesús fue
llevado por el Espíritu Santo al desierto para ser puesto a prueba
por el Adversario. Y que luego de haber ayunado durante 40 días
y 40 noches, sintió hambre. Este era un momento en que Jesús
estaba fuerte espiritualmente, pero debilitado físicamente. Un
punto importante que debemos conocer es que el diablo intentará
atacar tu vida en un momento en que estés vulnerable en
cualquier área de tu vida. En el caso de Jesús era necesario que
pasara por esta prueba, el Espíritu Santo lo había llevado a ese
desierto. Pero en nuestras vidas debemos estar conscientes de
que el enemigo tratará de aprovechar cualquier área o punto
vulnerable de nuestras vidas para atacarnos.
2. El área de los Deseos.
Satanás le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan
en pan. Esta era una tentación para que Jesús usara Sus dones con
propósitos personales y egoístas. La tentación no sólo estaba
dirigida a ceder ante el hambre y romper el ayuno, sino que ponía
en duda Su identidad como “hijo de Dios”. La idea era provocar a
Jesús a considerar que Él tiene el poder y el derecho de satisfacer
Sus propias necesidades. Es una invitación a que se guíe por sus
 deseos y no por sus convicciones. Pero Jesús responde con la
Escritura, citando Deuteronomio 8:3, demostrando que toda
palabra que sale de la boca de Dios debería ser más preciosa para
nosotros que la misma comida y los deseos de la carne. Jesús
declara que la vida es más que necesidades físicas y que la
satisfacción de estas no es más importante que la obediencia a
Dios.
4. Ataca el orgullo y deseo de sobresalir.
Las tentaciones venían acompañadas de un peligroso desafío: «Si
tú eres el Hijo de Dios […]»; es la tentación de probar que
realmente somos lo que creemos ser. ¿Respondió Cristo las veces
que Satanás cuestionó su identidad? No. Él tenía en claro que era
el hijo de Dios, y no tenía por qué probárselo a Satanás. En el
momento mismo en que tratamos de probar, justificar o validar lo
que Dios ya hizo, entramos en un terreno peligroso donde nuestro
sentido de seguridad en Cristo puede verse amenazado. La
identidad no está en la ropa, en el trabajo, en tu pareja,
etc. Muchas personas pasan toda su vida acumulando
dinero, posiciones, cosas materiales, o incluso se la pasan
buscando su propia identidad en este tipo de cosas o en otras
personas, pero obviamente nunca lo logran, y al final de sus vidas
se sienten vacíos y sin sentido.
aprobación de Dios y a tener esa aprobación demostrada
públicamente. Satanás incluso le cita el Salmo 91:11-12. El
problema fue que lo sacó fuera del contexto. Jesús conocía muy
bien la Palabra y pudo discernir que estaba siendo mal aplicada
entonces también responde con la Escritura
citando Deuteronomio 6:16: “No tentaréis al SEÑOR vuestro Dios.”
Satanás llevó a Jesús al pináculo de la montaña y mostrándole los
reinos del mundo y su gloria. Esencialmente, esta visión invitaba a
Jesús a tomar un atajo a la cruz. Jesús vino a ganar todos los reinos
del mundo y la gloria que estaban en dominio de Satanás, y
Satanás se los ofrece a Jesús si se postra ante él. Esto es una
revelación del corazón de Satanás; alabanza y reconocimiento son
mucho más preciosos que la posesión de los reinos del mundo y
gloria (Isaías 14:13-14). De nuevo, Jesús responde con la Escritura
citando Deuteronomio 6:13. Jesús No cede a la oferta de tomar
control de las naciones por la vía fácil (Apocalipsis 2:26-27; 3:21).

3. La necesidad de aprobación y Respaldo de otros.

Con la segunda tentación, Satanás apela a los orgullos de la vida.

Llevó a Jesús a la Ciudad Santa y se puso sobre el pináculo del
templo el cual es considerado como un lugar especialmente alto y
le dijo “si eres Hijo de Dios, lánzate abajo, pues escrito está: ‘A sus
ángeles te encomendara’” Satanás está tentado a Jesús a “forzar”
al Padre a un evento supernatural y está retando la identidad de
Jesús. Satanás apela al deseo dentro de cada hombre a sentir la