Vous êtes sur la page 1sur 85

structura del hueso

El hueso es tejido duro que constituye la


mayor parte del esqueleto y consta de
elementos orgánicos (células y matriz) e
inorgánicos (minerales). Sus componentes
son:

 Cartílago. Tejido firme, pero flexible, que


cubre los extremos de los huesos en una
articulación.
 Disco epifisiario. Se sitúa en los huesos
largos e indica el sitio de unión entre
epífisis (extremo del hueso) y diáfisis
(porción cilíndrica), y está presente sólo en
los huesos en crecimiento.
 Periostio. Membrana externa que contiene
nervios y vasos sanguíneos que nutren al
hueso.
 Hueso compacto. Parte superficial lisa y
muy dura del esqueleto.
 Hueso esponjoso. Se encuentra dentro
del hueso compacto y aunque no es tan
duro como éste, tiene cierta resistencia.
 Endostio. Tejido que cubre la pared
interna de la cavidad medular del hueso.
 Cavidad medular. Espacio que contiene la
médula ósea en la diáfisis de un hueso
largo.
 Médula ósea. Sustancia espesa cuya
función consiste en producir células
sanguíneas.
 Abertura. Permite la entrada de vasos
nutrientes.
 Vasos nutrientes. Conducen sustancias al
interior del hueso para proporcionar
nutrientes y permite la salida de las células
que se forman en él.

Estudio de estructuras, funciones y


características generales del Sistema Óseo.


 Se incluyen dentro del plan de estudio de las
carreras de Cultura Física de la Universidad
del Deporte Cubano.
 Unidad: Osteología.

 Departamento de Ciencias Aplicadas.


UNIVERSIDAD DE LAS CIENCIAS DE LA
CULTURA FÍSICA Y DEPORTE. (CUBA).

 Osteología
Sala de osteología comparada del Museo de
La Plata, Argentina.
La osteología es una rama de la anatomía
descriptiva que trata del estudio científico del
sistema óseo en general y de los huesos que
lo conforman en particular. Composición del
Hueso
Es una estructura anatomica rígida,
conformada principalmente por tejido
conectivofibrozo mineralizado. El hueso en
los seres vivos es una estructura viva, un
Órgano compuesto por un conjunto de
osteocitos.
Periostio: membrana que cubre todos los
huesos.
o Funciones de los huesos
Los huesos, vistos tanto como unidad o
conjunto, poseen tres funciones:
a) Estructural: Los huesos dan estructura y
forma al cuerpo, siendo el soporte principal
de éste. Es la función más importante que
poseen.
b) Locomotor: Resultado de la interacción de
los huesos con los músculos y las
articulaciones, permitiendo el movimiento.
c) Hematopoyética: Se encargan de la
producción de ciertos componentes de la
sangre, por medio de la médula ósea roja.
o Tipos de huesos
a) Trabecular o plexiforme: Tejido óseo sin
un orden específico, siendo considerado
tejido inmaduro. Se encuentra en el feto, y
con el tiempo se reemplaza por tejido
laminar maduro.
b) Laminar: Tejido óseo formado por láminas
ordenadas. Reemplaza al trabecular, siendo
un tipo de tejido maduro. En los huesos se
encuentran de dos formas:
 Esponjoso, tejido óseo que deja espacios entre sus
láminas, para permitir espacio a la médula ósea.
Se sitúa en la zona más profunda del hueso.
 Compacto, tejido óseo que posee láminas
muy compactas entre sí. Se
encuentrasuperficialmente, y está cubierto por el
periostio osteogénico.
o Tipos de Huesos
Según sus dimensiones, podemos clasificar
a los huesos en:
a) Huesos Largos: Tipo de hueso en el que
predomina la longitud por sobre sus otras
dimensiones. Este posee dos extremos o
epífisis, donde suelen conectarse con otros
huesos en articulaciones; un cuerpo o
diáfisis, compuesto sólo por tejido óseo
compacto, presentado en su interior sólo un
canal llamado conducto medular, relleno de
médula ósea amarilla; y la zona de unión o
límite entre epífisis y diáfisis, conocida como
metáfisis, formada por un disco cartilaginoso
que permite el alargamiento del hueso. Este
tipo de hueso se encuentra en las
extremidades superiores e inferiores.Los
huesos largos son huesos duros y densos
que brindan resistencia, estructura y
movilidad, como el fémur (hueso del muslo).
Un hueso largo tiene una diáfisis y dos
extremos.
Asimismo, hay huesos en los dedos de las
manos que se clasifican como "huesos
largos", aunque sean cortos en longitud, lo
cual se debe a la forma y no al tamaño real.
Los huesos largos contienen médula ósea
amarilla y médula ósea roja.
b) Huesos Cortos:Los huesos cortos en el
cuerpo humano son similares a un cubo, con
mediciones de largo, ancho y alto
aproximadamente iguales.
Estos huesos abarcan los huesos carpianos
(manos, muñeca) y los huesos tarsianos
(pies, tobillos).
Además tipo de hueso pequeño donde no
predomina ninguna de sus dimensiones.
Están formados por tejido laminar compacto
por fuera, y tejido laminar esponjoso en el
centro. A éste tipo de huesos pertenecen los
carpos y tarsos. Además, se establecen en
dos subclasificaciones:
Huesos Sesamoides, un tipo de hueso corto
que es encontrado en relación a un tendón,
con la función de mejorar la mecánica
articular. El ejemplo más claro es la rótula o
patela.
Huesos Supernumerarios, tipo de hueso
corto que no se encuentra en todas las
personas.
c) Huesos Planos: Tipo de hueso donde
predominan la longitud y el ancho sobre su
espesor. Están formados por tejido laminar
compacto por fuera, denominado áploe, y
tejido laminar esponjoso en el centro,
denominado díploe. Este tipo de huesos se
encuentra formando cavidades en el cuerpo,
como los huesos del cráneo, de la caja
torácica, entre otros.
d) Huesos Irregulares: Todos aquellos
huesos que por su forma no se pueden
clasificar en otro tipo. A éste tipo de huesos
pertenecen las vértebras. Además, dentro de
esta clasificación se encuentran los huesos
neumáticos, que poseen cavidades llenas de
aire. Los huesos que forman la cara tienen
esta característica.
o Desarrollo del Hueso
Los primeros huesos son originados a nivel
embrionario por medio de membranas.
Además, en ciertos puntos del cuerpo el
cartílago existente se transformará en hueso
a medida que crecemos, proceso conocido
como osificación. La osificación consiste en
la incorporación de sales minerales al
cartílago, reemplazando su conformación
original de sustancias orgánicas como el
mucopolisacárido por sales de calcio y
magnesio. El lugar donde se produce este
proceso en un hueso es conocido como
centro de osificación. Se pueden distinguir
dos tipos de desarrollo en un hueso: el
crecimiento y el alargamiento. En el
crecimiento de un hueso, la capa de
periostio osteogénico crece alrededor del
hueso, permitiendo su expansión en
volumen. El crecimiento ocurre durante toda
la vida, siendo más lento al alcanzar la
adultez, donde sólo sirve como renovador de
tejidos. En el alargamiento de un hueso, el
cartílago de crecimiento o metáfisis osifica el
hueso, expandiéndolo hacia la epífisis y
hacia la diáfisis, lo que provoca un
alargamiento y por consiguiente un aumento
de la estatura del individuo.
o Reparos Anatómicos Óseos
Los reparos anatómicos óseos son zonas del
hueso que poseen formas irregulares, cada
una con una función específica. Se pueden
clasificar en dos tipos: prominencias y
depresiones.
a) Prominencias: Aquellas irregularidades
que sobresalen en la superficie del hueso.
De éstas podemos encontrar, entre muchas
otras: apófisis o procesos, tubérculos,
trocánteres, tuberosidades, espinas y
crestas.
b) Depresiones: Aquellas irregularidades que
están deprimidas en el hueso. De éstas
podemos encontrar surcos, agujeros y
fositas. toda clase de articulacioom vinculada
o hecha asindeton por la ley.
o Esqueleto
El esqueleto es el conjunto de todos los
huesos del cuerpo. Se pueden clasificar
según su distribución en el organismo de
tres formas:
a) Axial: El esqueleto axial es aquél que
forma el eje principal del cuerpo, y está
formado por los huesos de la columna
vertebral, el cráneo, el tórax y la pelvis.
b) Apendicular: Se encuentra anexo al
esqueleto axial y está formado por los
huesos de las extremidades inferiores y
superiores.
c) Cinturas: Son aquellas zonas donde se
une el esqueleto axial al apendicular. Se
distinguen la cintura escapular, que une los
miembros superiores, y la cintura pelviana,
que une los miembros inferiores.
 Tejido cartilaginoso
El tejido cartilaginoso es un tipo de tejido
conjuntivo (también llamado tejido conectivo)
altamente especializado, formados por
células condrógenas (condrocitos y
condroblastos), fibras colágenas, elásticas y
matriz extracelular. El tejido cartilaginoso es
parte del páncreas embrionario. Se le
llama cartílago a las piezas formadas por
tejido cartilaginoso. Es un tejido que no
posee vasos sanguíneos, nervios ni vasos
linfáticos.
Los cartílagos sirven para acomodar las
superficies de los cóndilos femorales a las
cavidades glenoideas de la tibia, para
amortiguar los golpes del caminar y los
saltos, para prevenir el desgaste por
rozamientedfvdo y, por deformación, para
permitir los movimientos de la articulación de
la patela. Es una estructura de soporte y da
cierta movilidad a las articulaciones. también
es una función del cartilago cubrir las
terminaciones óseas en las articulaciones.
Existen 3 tipos de tejido cartilaginoso:
 Cartílago Hialino: Es el más abundante del
cuerpo, tiene un aspecto blanquecino azuloso, se
encuentra en el esqueleto nasal, la laringe, la
tráquea, los bronquios, los arcos costales
(costillas) y los extremos articulares de los
huesos, es avascular, nutriéndose a partir del
líquido sinovial. De pocas fibras y que se localiza
en el cartílago nasal, tráquea y bronquios. Forma
el esqueleto fetal y el de los tiburones y rayas
(peces elasmobranqios). Con la edad y el
sobreuso articular se puede desgastar, llegando a
producir artrosis o la degeneración de una
articulación. posee más grupos isogenos
coronales.
 Cartílago Fibroso o fibrocartílago: Es una forma
de transición entre el tejido conectivo denso y el
cartílago hialino, con fibras de colágeno tipo I. Se
encuentra en los discos intervertebrales, bordes
articulares, discos articulares y meniscos, así
como en los sitios de inserción de los ligamentos
y tendones, carece de pericondrio (capa de tejido
conectivo de colágeno denso). posee ambos
grupos isogenos.
 Cartílago Elástico: Forma la epiglotis, cartílago
corniculado o de Santorini, cuneiforme o de
Wrisberg, en la laringe, el oído externo (meato
acústico) y en las paredes del conducto auditivo
externo y la trompa de Eustaquio. Es amarillento
y presenta mayor elasticidad y flexibilidad que el
hialino. Su principal diferencia con este último es
que la matriz presenta un entretejido denso de
finas fibras elásticas que son basófilas y se tiñen
con hematoxilina y eosina, así como orceína.
Forma el pabellón de la oreja. posee más grupos
isogenos axiales.
 Esqueleto humano

Esqueleto humano

Esqueleto humano

Sostén de todos los órganos sin


rigidez
o Protección de los órganos
Función internos

Estructuras
básicas Hueso
Articulación (anatomía),
Artículos ligamento, tendones, músculo,
relacionados cartílagos

El esqueleto humano es el conjunto total y


organizado de piezas óseas que proporciona al
cuerpo humano una firme estructura
multifuncional (locomoción, protección,
contención, sustento, etc.). A excepción del hueso
hioides —que se halla separado del esqueleto—,
todos los huesos están articulados entre sí
formando un continuum, soportados por
estructuras conectivas complementarias como
ligamentos, tendones, músculos y cartílagos.
El esqueleto de un ser humano adulto tiene,
aproximadamente, 206 huesos, sin contar las
piezas dentarias, los huesos suturales o
wormianos (supernumerarios del cráneo) y los
huesos sesamoideos. El esqueleto humano
participa con el 12 por ciento del peso total del
cuerpo, así una persona que pesa 75 kilogramos,
9 kilogramos de ellos son por su esqueleto.
El conjunto organizado de huesos —u órganos
esqueléticos— conforma el sistema esquelético,
el cual concurre con otros sistemas orgánicos
(sistema nervioso, sistema articular y sistema
muscular) para formar el aparato locomotor.
El esqueletqo óseo es una estructura propia de los
vertebrados. En Biología, un esqueleto es toda
estructura rígida o semirrígida que da sostén y
proporciona la morfología básica del cuerpo, así,
algunos cartílagos faciales (nasal, auricular, etc.)
debieran ser considerados también formando
parte del esqueleto.

Funciones
El sistema esquelético tiene varias funciones,
entre ellas las más destacadas son:
 Sostén mecánico del cuerpo y de sus partes
blandas: funcionando como armazón que
mantiene la morfología corporal;
 Mantenimiento postural: permite posturas como
la bipedestación;
 Soporte dinámico: colabora para la marcha,
locomoción y movimientos corporales:
funcionando como palancas y puntos de anclaje
para los músculos;
 Contención y protección de las vísceras, ante
cualquier presión o golpe del exterior, como, por
ejemplo, las costillas al albergar los pulmones,
órganos delicados que precisan de un espacio
para ensancharse,
 Almacén metabólico: funcionando como
moderador (tampón o amortiguador) de la
concentración e intercambio de sales de calcio y
fosfatos.
 Transmisión de vibraciones.
Además, en la corteza esponjosa de algunos
huesos, se localiza la médula ósea, la cual lleva a
cabo la hematopoyesis o formación y
diferenciación de las células sanguíneas.

 Número de huesos
El número de huesos en personas adultas va
desde los 206 hasta los 208 aproximadamente,
pero debemos recordar que esta cifra no se
cumple en los niños pequeños y menos aún en los
recién nacidos. Esto se debe a que los recién
nacidos nacen con algunos huesos separados para
facilitar su salida desde el canal de parto, por
ejemplo tenemos los huesos del cráneo, si
palpamos la cabeza de un recién nacido
encontramos partes blandas llamadas fontanelas:
en ellas los huesos están unidos por tejido
cartilaginoso que luego se osificará para formar el
cráneo de un adulto.
También el maxilar se encuentra dividido en dos,
el maxilar superior y el inferior, cuando se suture
el maxilar inferior dará lugar a un tipo de sutura
llamada sínfisis. Así que el número de huesos
depende de la edad de la persona a la cual se
refiera, pero como promedio para un adulto es
alrededor de 206 huesos.
 División del esqueleto
 Vista frontal y vista trasera del esqueleto
humano.
Uno de los esquemas para el estudio del esqueleto
humano, lo divide en dos partes:
 El esqueleto axial, que son los huesos situados a
la línea media o eje, y ellos soportan el peso del
cuerpo como la columna vertebral. Se encargan
principalmente de proteger los órganos internos.
 El esqueleto apendicular, que son el resto de los
huesos pertenecientes a las partes anexas a la
línea media (apéndices); concretamente, los pares
de extremidades y sus respectivas cinturas, y ellos
son los que realizan mayores movimientos como
la muñeca...
Esqueleto axial: 80 huesos aproximadamente
o Huesos de la columna vertebral (raquis): 26
huesos aproximadamente
 Cervicales (cuello): 7
 Torácicos: 12
 Lumbares: 5
 Sacro: 1 (formado por la fusión de 5 vértebras)
 Cóccix: 1 (formado por la fusión de 4 vértebras)
o Huesos de la cabeza: 29 huesos
 Cráneo: 8
 Cara: 14
 Oído: 8
 Hioides: 1 (hueso no articulado con el esqueleto)
o Huesos del Tórax (25)
 Costillas: 24 (12 pares)
 Esternón: 1
Esqueleto apendicular: 126 huesos
o Huesos de la cintura escapular: 4 huesos
o Huesos de las extremidades superiores: 30 x 2
 Brazo: 1 x 2
 Antebrazo: 2 x 2
 Mano:
 Carpo (muñeca): 8 x 2
 Metacarpo (mano): 5 x 2
 Falanges (dedos): 14 x 2
o En los miembros superiores y pectorales: 64
 Brazos y manos: 60
 Hombros: 2 clavículas y dos escápulas.
o En los miembros inferiores y pélvicos: 62
 Piernas y pies: 60
 Pelvis: 2 huesos pélvicos (formados por la fusión
del ilion, isquion y pubis)

 Enfermedades del sistema esquelético


Aquí se listan algunas enfermedades que afectan
el sistema esquelético:
o Fractura (medicina)
o Osteomielitis y Osteonecrosis
o Cáncer óseo primario y Osteosarcoma
o Osteomalacia y Raquitismo
o Osteoporosis y Osteopetrosis
o Osteogénesis imperfecta
o Acromegalia
o Acondroplasia y enanismo
o Saturnismo y toxicidad de metales pesados
o Siringomielia
o Hueso
El hueso es un órgano firme, duro y resistente
que forma parte del endoesqueleto de los
vertebrados. Está compuesto principalmente por
tejido óseo, un tipo especializado de tejido
conectivo constituido por células, y componentes
extracelulares calcificados. Los huesos también
poseen cubiertas de tejido conectivo (periostio) y
cartílago (carilla articular), vasos, nervios, y
algunos contienen tejido hematopoyético y
adiposo (médula ósea).
Los huesos poseen formas muy variadas y
cumplen varias funciones. Con una estructura
interna compleja pero muy funcional que
determina su morfología, los huesos son livianos
aunque muy resistentes y duros.
El conjunto total y organizado de las piezas óseas
(huesos) conforma el esqueleto o sistema
esquelético. Cada pieza cumple una función en
particular y de conjunto en relación con las piezas
próximas a las que está articulada.
Los huesos en el ser humano, son órganos tan
vitales como los músculos o el cerebro, y con una
amplia capacidad de regeneración y
reconstitución. Sin embargo, vulgarmente se tiene
una visión del hueso como una estructura inerte,
puesto que lo que generalmente queda a la vista
son las piezas óseas —secas y libres de materia
orgánica— de los esqueletos luego de la
descomposición de los cadáveres.
Composición
Huesos del Esqueleto humano.
La constitución general del hueso es la del tejido
óseo. Si bien no todos los huesos son iguales en
tamaño y consistencia, en promedio, su
composición química es de un 25% de agua, 45%
de minerales como fosfato y carbonato de calcio
y 30% de materia orgánica, principalmente
colágeno y otras proteínas. Así, los componentes
inorgánicos alcanzan aproximadamente 2/3
(65%) del peso óseo (y tan sólo un 35% es
orgánico).
Los minerales de los huesos no son componentes
inertes ni permanecen fijos sino que son
constantemente intercambiados y reemplazados
junto con los componentes orgánicos en un
proceso que se conoce como remodelación ósea.
Su formación y mantenimiento está regulada por
las hormonas y los alimentos ingeridos, que
aportan vitaminas de vital importancia para su
correcto funcionamiento.
Sin embargo, no todas las partes del cuerpo tienen
este tipo de tejido, como el pene, orejas, senos y
nariz.
Es un tejido muy consistente, resistente a los
golpes y presiones pero también elástico, protege
órganos vitales como el corazón, pulmones,
cerebro, etc., asimismo permite el movimiento en
partes del cuerpo para la realización de trabajo o
actividades estableciendo el desplazamiento de la
persona. Forma el aparato locomotor originando
la estructura ósea o esqueleto.Es también un
depósito de almacenamiento de calcio y fósforo
del cuerpo.
Los huesos se componen de un tejido vivo
llamado tejido conectivo. Los huesos se clasifican
como huesos cortos, largos, planos o irregulares.
Ejemplo: Los huesos de las piernas y brazos son
huesos largos; los de la cara y vertebras son
huesos cortos y los del cráneo son huesos planos
o irregulares.
Tipos de tejido óseo
Los huesos poseen zonas con diferente densidad
de tejido óseo que se diferencian
macroscópicamente y microscópicamente en
áreas de hueso compacto y áreas de hueso
esponjoso, sin límites netos que las separen, se
continúan una con la otra.

Hueso compacto
El hueso compacto forma la diáfisis (la porción
alargada de los huesos largos que queda en el
medio de las epífisis o porciones distales de los
mismos). Aparecen como una masa sólida y
continua cuya estructura solo se ve al
microscopio óptico. Su matriz ósea mineralizada
esta depositada en laminillas, entre estas se
ubican las lagunas con los osteocitos (cada laguna
con el osteocito es llamada osteoplasto), desde
cada una se irradian canalículos (conductillos
muy delgados), ramificados que las comunican y
permiten la nutrición de los osteocitos
(recordemos que esto es importante ya que los
osteocitos se encuentran rodeados de matriz
mineralizada que no permite la difusión de
nutrientes al osteocito). Las laminillas se
disponen de 3 formas:
Concéntricamente alrededor de un canal
longitudinal vascular (llamado conducto de
Havers), que contiene capilares, vénulas
postcapilares y a veces arteriolas, formando
estructuras cilíndricas llamadas osteonas o
sistemas haversianos visibles al microscopio
óptico.
Entre las osteonas se disponen de forma angular
formando los sistemas intersticiales separados de
las osteonas por las llamadas líneas de cemento
(capa de matriz ósea pobres en fibras colágeno
que no son atravesados por estos canalículos, o
sea que no poseen elementos vasculares; todo
esto es observable al microscopio óptico).
Por debajo del periostio sobre su superficie
interna, y por debajo del endostio se ubican
alrededor de la circunferencia del tallo de forma
extendida las laminillas circunferenciales
externas e internas (paralelas a la superficie).
Los canales haversianos comunican entre sí con
la superficie o la cavidad medular por canales
transversales u oblicuos llamados canales
perforantes o de Volkman que poseen vasos que
vienen del periostio y del endostio más grandes
que los de las osteonas que comunican entre ellas.
Al microscopio óptico es difícil reconocerlos
porque no se encuentran rodeados de láminas
concéntricas.

Hueso esponjoso (reticulado)


El hueso esponjoso no contiene osteones, sino
que las láminas intersticiales están de forma
irregular formando unas placas llamadas
trabéculas. Estas placas forman una estructura
esponjosa dejando huecos llenos de la médula
ósea roja. Dentro de las trabéculas están los
osteocitos, los vasos sanguíneos penetran
directamente en el hueso esponjoso y permiten el
intercambio de nutrientes con los osteocitos. El
hueso esponjoso es constituyente de las epifisis
de los huesos largos y del interior de otros
huesos.

Tejido óseo
Sustancia Fundamental. Compone 10% de la
matriz orgánica, posee una concentración menor
de glucosaminoglucanos (GAG), que el cartílago
(ácido hialurónico, condroitín sulfato, queratán
sulfato), es una matriz acidofila (en parte debido
al colágeno). Posee proteínas exclusivas del
hueso como la osteocalcina unida a la
hidroxipatita. La osteopontina también unida a la
hidroxipatita es similar a la fibronectina.
Colágeno. Es el 90% de la matriz orgánica, de
tipo 1, posee muchos enlaces intermoleculares,
insoluble en disolvente y mayor hidroxilación de
las lisinas.
Sustancia inórganica. Fosfato cálcico presente
en forma de cristales de hidroxiapatita que
aparecen a intervalos regulados de 60 nm a 70 nm
a lo largo de las fibras . También posee citrato,
bicarbonato, floruro, magnesio e ion sodio. El
hueso además posee afinidad por sustancias
radioactivas que destruyen sus componentes.

Células del hueso


En el tejido óseo maduro y en desarrollo, se
pueden diferenciar cuatro tipos de células:
osteoprogenitoras, osteoblastos, osteocitos y
osteoclastos. Los tres primeros tipos son estadios
funcionales de un único tipo celular. El proceso
reversible de cambio de una modalidad funcional
a otra se conoce como modulación celular. Los
osteoclastos tienen un origen hematopoyético
compartido con el linaje mononuclear-fagocítico.
El estadio mitótico de los tres primeros tipos
celulares solo se observa en el estadio de célula
osteoprogenitora.
o Células osteoprogenitoras u osteógenas.
Provienen del mesénquima en el embrión. Poseen
una forma de huso. Muestran retículo
endoplásmico rugoso escaso, así como, Aparato
de Golgi poco desarrollado pero se encuentran
ribosomas libres en abundancia. En el adulto, se
encuentran en la capa celular interna del periostio
y del endostio. Su diferenciación depende de las
condiciones del medio: Si la tensión parcial de
oxígeno es alta, se diferenciarán en osteoblastos;
si la tensión parcial de oxígeno es baja, se
desarrollarán células condrógenas.
o Osteoblastos. Formadores de matriz ósea. No
pueden dividirse. Los osteoblastos 'deciden las
acciones a efectuar en el hueso'. Surgen como
diferenciación de las células osteoprogenitoras,
bajo la influencia de la familia de la proteína
morfogénica ósea (BMP) y del factor beta
transformador de crecimiento TGF-β. Poseen
elevado RER y un Aparato de Golgi bien
desarrollado, también se observan numerosas
vesículas. Se comunican entre ellas por uniones
tipo GAP (nexo). Cuando quedan envueltas por la
matriz ósea es cuando se transforman en un
estadio no activó, el osteocito. Producen RANKL
(receptor para la activación del factor nuclear K-
B), osteonectina (para la mineralización ósea),
osteopontina (para sellar la zona donde actúa el
osteoclasto), osteocalcina (mineralización ósea),
sialoproteína ósea (une osteoblastos y osteocitos a
la matriz extracelular) y M-CSF (factor
estimulante de colonias de macrófagos . Poseen
receptores de hormonas, vitaminas y citocinas,
como la hormona paratiroidea que induce al
osteoblasto a secretar OPGL(ligando de
osteoprotegerina) y factor estimulante de
osteoclastos: éstos actúan en la diferenciación de
preosteoclastos a osteoclastos y en su activación.
Participan en la resorción ósea secretando
sustancias que eliminan la osteoide (fina capa de
matriz NO mineralizada), exponiendo la matriz
ósea para el ataque de los osteoclastos.
Cuando los osteoblastos entran en un estado de
inactividad se les llama células de recubrimiento
óseo y pueden revertirlo para secretar citocinas o
matriz ósea.
o Osteocitos. Se encuentran en hueso
completamente formado ya que residen en
lagunas en el interior de la matriz ósea
mineralizada. Su forma se adapta al de la laguna
y emiten prolongaciones digitiformes largas que
se extienden por los canalículos de la matriz ósea
y esto los pone en contacto con otros osteocitos.
En esas zonas de contacto las membranas forman
un nexo que permite el intercambio de iones,
moléculas pequeñas y hormonas. Son similares a
los osteoblastos, pero menos activos y por lo
tanto su reticulo endoplasmático y aparato de
Golgi esta menos desarrollado. Su función es
seguir sintetizando los componentes necesarios
para el mantenimiento de la matriz que los rodea.
Están ampliamente relacionados con la
mecanotransducción, proceso en el que
reaccionan a la tensión ejercida liberando cAMP
(monofosfato de adenosina cíclico), osteocalcina
y somatomedinas lo que induce a la adición de
osteoblastos para la remodelación del hueso. Se
discute si se pueden transformar en osteoblastos
activos.
o Osteoclastos. Tienen como función la resorción
ósea. Por su origen hematopoyético, son
entendidos como "macrófagos del hueso". Hasta
hace poco, se creía que surgían de la fusión de
varios monocitos, pero, de acuerdo a las nuevas
investigaciones se ha descubierto que tienen su
origen en el sistema de fagocitos mononucleares
y surgen de la diferenciación (mediada por
citocinas provenientes del osteoblasto) de
macrófagos. Ubicados en las lagunas de Howship
pueden llegar a ser células gigantes (hasta 150
micrometros de diámetro), con varios núcleos. Se
encuentran polarizados con los núcleos cerca de
su superficie lisa mientras que la superficie
adyacente al hueso presenta prolongaciones muy
apretadas como una hoja delimitadas por
profundos pliegues (se le llama borde en
cepillo o borde plegado). Abundantes
mitocondrias en el borde plegado, también en esta
región hay lisosomas y vacuolas. Alrededor del
borde plegado la membrana se une al hueso por
filamentos de actina (zona de sellado donde el
osteoclasto lleva a cabo su función de
reabsorción). En este sitio de sellado el
osteoclasto bombea protones que baja el pH
(acidifica el medio), para disolver el material
óseo. El interior ácido del compartimiento
favorece la liberación de hidrolasas ácidas
lisosomales y proteasas, como gelatinasa y
colagenasa (por el aparato de Golgi, reticulo
endoplasmático y vesículas del borde), que
eliminan las sales de calcio y degradan el
colágeno y componentes orgánicos de la matriz
ósea.

 Formación del tejido óseo


El hueso se forma por sustitución de un tejido
conectivo preexistente (el cartílago). Dos tipos de
osificación: intramembranosa (o directa)
yendocondral (o indirecta).
Osificación intramembranosa (o directa).
Tiene lugar directamente en el tejido conectivo.
Por este proceso se forman los huesos planos de
la bóveda del cráneo: hueso frontal, hueso
occipital, hueso parietal y hueso temporal. El
mensénquima se condensa en conjuntivo
vascularizado en el cuál las células están unidas
por largas prolongaciones y en los espacios
intercelulares se depositan haces de colágeno
orientados al azar que quedan incluidos en la
matriz (gel poco denso). La primera señal de
formación ósea es la aparición de bandas de
matriz eosinófila más densas que se depositan
equidistantemente de los vasos sanguíneos que
forman la red. Las células se agrandan y se
reúnen sobre las trabéculas, adquieren forma
cuboidea o cilíndrica y permanecen unidas por
prolongaciones cortas, se hacen más basófilas
transformándose en osteoblastos que depositan
matriz osteoide no calcificada. Las trabéculas se
hacen más gruesas, se secreta colágeno que forma
fibras orientadas al azar formando hueso reticular
(colágeno corre en todas las direcciones). Se
depositan sales de calcio sobre la matriz
(calcificación). Debido al engrosamiento
trabecular los osteoblastos quedan atrapados en
lagunas y se convierten en osteocitos que se
conectan con los osteoblastos de la superficie por
medio de los canalículos. El número de
osteoblastos se mantiene por la diferenciación de
células primitivas del tejido conjuntivo laxo. En
las áreas de esponjosa que debe convertirse en
hueso compacto las trabéculas siguen
engrosándose hasta que desaparecen los espacios
que rodean los vasos sanguíneos. Las fibras de
colágeno se vuelven más ordenadas y llegan a
parecerse al hueso laminar pero no lo son. Donde
persiste el esponjoso termina el engrosamiento
trabecular y el tejido vascular interpuestos se
transforma en tejido hematopoyético. El tejido
conjuntivo se transforma en el periostio. Los
osteoblastos superficiales se transforman en
células de aspecto fibroblástico que persisten
como elementos osteoprogenitores en reposo
ubicados en el endostio o el periostio pudiéndose
transformar de vuelta en osteoblastos si son
provocados.
Osificación endocondral (o indirecta). La
sustitución de cartílago por hueso se denomina
osificación endocondral. Aunque la mayoría de
los huesos del cuerpo se forman de esta manera,
el proceso se puede apreciar mejor en los huesos
más largos, lo que se lleva a cabo de la manera
siguiente:
 Desarrollo del modelo cartilaginoso: En el sitio
donde se formará el hueso, las células
mesenquimatosas se agrupan según la forma que
tendrá el futuro hueso. Dichas células se
diferencian en condroblastos, que producen una
matriz cartilaginosa, de tal suerte que el modelo
se compone de cartílago hialino. Además se
desarrolla una membrana llamada pericondrio,
alrededor del modelo cartilaginoso.
 Crecimiento del modelo cartilaginoso: Cuando
los condroblastos quedan ubicados en las capas
profundas de la matriz cartilaginosa, se les llama
condrocitos. El modelo cartilaginoso crece en
sentido longitudinal por división celular continua
de los condrocitos, acompañada de secreción
adicional de matriz cartilaginosa. este proceso
genera un aumento de longitud que se llama
crecimiento intersticial (o sea, desde dentro). En
contraste, el incremento en el grosor del cartílago
se debe principalmente a la adición de matriz en
la periferia del modelo por nuevos condroblastos,
los cuales evolucionan a partir del pericondrio. A
este tipo de desarrollo por depósito de matriz
sobre la superficie cartilaginosa se le llama
desarrollo por aposición. Al continuar el
crecimiento del modelo cartilaginoso, se
hipertrofian los condrocitos de su región central,
probablemente en virtud de que acumulan
glucógeno para la producción de ATP y de que
sintetizan enzimas que catalizarán las reacciones
químicas. Algunas de las células hipertróficas
explotan y liberan su contenido, lo que modifica
el pH de la matriz, este cambio activa la
calcificación. Otros condrocitosdel cartílago en
calcificación mueren porque la matriz ya no
difunde los nutrientes con rapidez suficiente. Al
ocurrir esto, se forman lagunas que tarde o
temprano se fusionan para formar cavidades
pequeñas.
 Desarrollo del centro de osificación primario:
Una arteria nutricia penetra en el pericondrio y en
el modelo cartilaginoso en calcificación a través
de un agujero nutricio en la región central del
modelo cartilaginoso, los cual estimula que las
células osteógenas del pericondro se diferencien
en osteoblastos. Estas células secretan, bajo el
pericondrio, una lámina delgada de huso
compacto, llamada collar de matriz ósea. cuando
el pericondrio empieza a formar tejido óseo, se le
conoce como periostio. cerca del centro del
modelo crecen capilares periósticos en el
cartílago calcificado en desintegración. El
conjunto de estos vasos y sus correspondientes
osteoblastos, osteoclastos y células de la médula
ósea roja recibe el nombre de brote perióstico o
yema perióstica. al crecer en el modelo
cartilaginoso, los capilares inducen el crecimiento
de un centro de osificación primario, región en
que el tejido óseo sustituye la mayor parte del
cartílago. Luego los osteoblastos comienzan a
depositar matriz ósea sobre los residuos del
cartílago calcificado, con lo que se forman las
trabéculas del hueso esponjoso. A medida que el
centro de osificación se alarga hacia los extremos
del hueso, los osteoclastos destruyen las
trabéculas recién formadas. De este modo se
forma la cavida medular, en el centro del modelo,
la cual se llena después con médula ósea roja. La
osificación primaria principia en la superficie
exterior del hueso y avanza hacia el interior.

 Desarrollo de los centros de osificación


secundarios: La diáfisis, que al principio era una
masa sólida de cartílago hialino, es reeplazada
por hueso compacto, cuyo centro contiene la
cavidad llena de médula ósea roja. Cuando los
vasos sanguíneos penetran la epífisis, se forman
los centros de osificación secundarios, por lo
regular hacia el momento del nacimiento. La
formación de hueso es similar a la que tiene lugar
en los centros de osificación primarios; sin
embargo, se diferencia en que el tejido esponjoso
permanece en el interior de la epífisis (no se
forma la cavidad medular). La osificación
secundaria se inicia en el centro de la epífisis y
prosigue hacia el exterior, en dirección a la
superficie externa del hueso.

 Formación del cartílago articular y de la placa


epifisiaria: El cartílago hialino que cubre las
epífisis se convierte en cartílago articular. durante
la niñez y la adolescencia se conserva cartílago
hialino entre la diáfisis y las epífisis, el cual se
conoce como placa epifisiaria y es la que permite
el crecimiento longitudinal de los huesos largos.

 Funciones
Los huesos poseen varias funciones en el
organismo humano. Ellas son:
o Actúan como sostén: Los huesos forman un
cuadro rígido, que se encarga del sostén de los
órganos y tejidos blandos.
o Permiten el movimiento: Gracias a los músculos
que se fijan a los huesos a través de los tendones,
y a sus contracciones sincronizadas, el cuerpo se
puede mover.
o Protegen a los órganos: Los huesos forman
diversas cavidades que protegen a los órganos
vitales de posibles traumatismos. Por ejemplo, el
cráneo o calota protege al cerebro de posibles
golpes que pueda sufrir éste, y la caja torácica (o
sea, las costillas y el esternón), protegen a los
pulmones y al corazón.
o Homeostasis Mineral: El tejido óseo se encarga
del abastecimiento de diversos minerales,
principalmente el fósforo y el calcio, que son muy
importantes en funciones que realiza el
organismo como la contracción muscular, lo cual
es el caso del calcio. Cuando uno de éstos
minerales es necesario, los huesos lo liberan en el
torrente sanguíneo, y éste lo distribuye por el
organismo.
o Contribuyen a la formación de células
sanguíneas: La médula ósea o roja, que se
encuentra en el tejido esponjoso de los huesos
largos (como por ejemplo las costillas, la pelvis,
las vértebras, etc), se encarga de la formación de
glóbulos rojos o eritrocitos. Este proceso se
denomina hematopoyesis.
o Sirven como reserva energética: La médula ósea
amarilla que es el tejido adiposo que se encuentra
en los canales medulares de los huesos largos, es
una gran reserva de energía.

 Alteraciones de los huesos


El sistema esquelético está expuesto a patologías
de naturaleza circulatoria, inflamatoria,
neoplásica, metabólica y congénita, tal como los
otros órganos del cuerpo. Aunque no existe un
sistema estandarizado de clasificación, los
trastornos de los huesos son numerosos y
variados.
 Deformaciones
Las malformaciones congénitas de los huesos no
son muy frecuentes, y por lo general incluyen la
ausencia de algún hueso — tal como una falange
— o la formación de huesos adicionales como
una costilla. Otras deformaciones incluyen el
sindactilismo, que es la fusión de dos dedos
adyacentes; o el aracnodactilismo, en la que
aparecen dedos con la apariencia de una araña,
asociado con el síndrome de Marfan. La
acondroplasia es el trastorno del crecimiento óseo
más frecuente y la principal causa de enanismo.

 Fracturas
Fractura de cadera en paciente de 17 años
posterior a caída sobre una escalera.
Una de las afecciones óseas más comunes es la
fractura. Estas se resuelven por procesos
naturales, tras la alineación e inmovilización de
los huesos afectados. En el proceso de cura, los
vasos sanguíneos dañados desarrollan una especie
de hematoma óseo que servirá como adhesivo y
posteriormente se irá formando un tejido fibroso
o conjuntivo compuesto por células llamadas
osteoblastos, las cuales crearán uncallo óseo que
unirá las partes separadas. Sin embargo, la falta
de tratamiento o inmovilización puede ocasionar
un crecimiento anormal. Los métodos para
acelerar la recuperación de un hueso incluyen la
estimulación eléctrica, ultrasonido, injertos óseos
y sustitutos orgánicos con compuestos cálcicos,
tales como huesos de cadáveres, coral y
cerámicas biodegradables.
 Osteogénesis imperfecta
La osteogénesis imperfecta es más conocida
como la enfermedad de los huesos de vidrio. Es
una enfermedad congénita que se caracteriza
porque los huesos de las personas que la padecen
se parten muy fácilmente, con frecuencia tras un
traumatismo o a veces sin causa aparente.
Esta enfermedad es causada por la falta o
insuficiencia del colágeno, por causa de un
problema genético.
 Osteoporosis
La osteoporosis es el término general para definir
la porosidad del esqueleto causada por una
reducción de la densidad ósea. La osteoporosis
secundaria es la más frecuente y asociada con la
tercera edad, la menopausia y la actividad física
reducida.

Los Huesos presentan tejidos óseos formados


por células óseas u “Osteocitos” de forma
ovoide y con numerosas prolongaciones
ramificadas que están encerradas en cavidades
de la sustancia intercelular denominada
“Osteoplastos”. Las prolongaciones de las
células óseas pueden anastomosarse entre sí
debido a que los “Canalículos de Havers” que
irradian a los Osteoplastos y que las alojan en
cavidades llamadas “Cavidades de Havers”, se
comunican a su vez con los canalículos vecinos.
La característica fundamental del tejido óseo es
la disposición “Laminar” de la sustancia
intercelular, que es abundante y sólida,
constituyendo las “Laminillas Óseas”. Estas
laminillas pueden disponerse en series
paralelas y concéntricas o bien limitando a las
microscópicas cavidades que alojan a las
células óseas. Los huesos están revestidos por
una membrana llamada “Periostio”. La materia
característica de la sustancia intercelular es la
“Oseína”, junto con gran cantidad de sales y
principalmente “Fosfato Tricalcico” y
“Magnesio”.
Los Huesos presentan 2 tipos de TEJIDOS:
a) TEJIDO ÓSEO COMPACTO: Cuando las
laminillas se disponen de tal modo que a simple
vista no dejan espacios y forma el cuerpo de los
huesos largos (cuerpo de los huesos largos).
b) TEJIDO ÓSEO ESPONJOSO: Si las
laminillas dejan espacios irregulares (parte
interna de las extremidades de huesos largos,
parte media de huesos planos, etc.) y dichos
espacios se hallan ocupados por la MÉDULA
ÓSEA.
Los huesos presentan 3 partes totalmente
diferenciadas:
- PERIOSTIO: Parte más externa del hueso,
tiene numerosos vasos sanguíneos por los que
se encarga de nutrir al hueso. Ocupa toda la
superficie del hueso excepto las articulaciones.
- SUSTANCIA ÓSEA: Formada por tejido óseo
esponjoso y por tejido óseo compacto.
- MÉDULA ÓSEA: Se localiza en los orificios de
los huesos esponjosos y en la cavidad medular
de los huesos compactos. Existen dos tipos de
médula ósea:
a) MÉDULA ÓSEA ROJA que es la que se
encarga de la formación de las células de la
sangre (glóbulos rojos, blancos y plaquetas).
b) MÉDULA ÓSEA AMARILLA que es inactiva y
está formada por grasa.
ALGUNOS ASPECTOS DEL SISTEMA LOCOMOTOR

INTRODUCCION

El sistema locomotor es el conjunto de huesos, articulaciones y músculos esqueléticos


que actuando en conjunto permiten el movimiento del cuerpo. Para su estudio al
sistema locomotor lo vamos a dividir en: Osteología, Artrología y Miología. Que
corresponden a estudio de los huesos, articulaciones y músculos respectivamente..

ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DEL SISTEMA ÓSEO.


DEFINICION

El esqueleto corresponde al conjunto de huesos que se aproximan entre sí, formando


unidades denominadas articulaciones. La rama de la anatomía que estudia la
estructura de los huesos es la osteología. Los huesos son órganos vivos, duros y poseen
una resistencia a la tensión similar a la del hierro, pero son tres veces más ligeros y
diez veces más flexibles.

Los huesos son el principal componente del esqueleto adulto por lo que posibilita la
acción mecánica de la musculatura, protegen órganos vitales y albergan la médula
ósea hematopoyética. El hueso sirve además de reservorio de calcio, fósforo y otros
iones. Aportan superficies articulares que participan junto a estructuras de refuerzo
para formar las articulaciones. Los huesos en el ser vivo están rodeados de una
membrana denominada periostio a la cual llegan vasos y nervios.

El periostio es una membrana fibroelástica que rodea la superficie externa de los


huesos, con exclusión de las partes revestidas por cartilago articular y lugares en los
que se insertan tendones y ligamentos. Se encuentra ricamente vascularizados e
inervados. El periostio posee una capa externa fibrosa de tejido conectivo muy
vascularizada y una interna osteogénica con osteoblastos que permiten la reparación y
crecimiento de los huesos.

ESTRUCTURA

Los huesos del esqueleto presentan formas y tamaños diferentes pero poseen una
estructura común: Una corteza de sustancia compacta (80% del volumen total de
hueso) que por su superficie interna se halla en continuidad con la sustancia esponjosa
o trabecular (20% del volumen total de hueso).

La sustancia ósea compacta está formado por láminas óseas concéntricas, dispuestas
apretadamente y agrupadas formando estructuras cilíndricas llamadas osteonas o
sistemas de Havers. Las laminillas están dispuestas alrededor de canales que
contienen nervios y vasos sanguíneos linfáticos, estos canales se conocen con el nombre
de conductos de la osteona o de Havers. Existen además conductos transversales que
conectan con los de las osteonas con el periostio. Los osteocitos, células propias del
hueso, están dispuestos en anillos concéntricos dentro de las laminillas, los restos de
laminillas que no se disponen alrededor de los conductos de las osteonas forman
sistemas intersticiales situados entre los osteonas. La sustancia ósea esponjosa está
formado por láminas óseas o trabéculas que se entrecruzan formando redes
complejas, que dejan entre ellas espacios amplios, estas cavidades en el hueso vivo
están ocupadas por medula ósea. El tejido esponjoso proporciona al hueso ligereza.

La sustancia compacta predomina en el esqueleto apendicular y es adecuado para


resistir la flexión, la torsión y el cizallamiento. La sustancia esponjosa se halla
constituida por un entramado de tabiques que se orientan de forma paralela a las
líneas de fuerza. Predomina en el esqueleto axial y es adecuado para resistir las
fuerzas de compresión y tensión que se generan en esta región y distribuir las fuerzas.
MATRIZ ÓSEA

El tejido óseo se componen de una matriz extracelular de tejido conectivo


mineralizado y células que son osteoblastos, osteocitos, y osteoclastos.

Más de un 99% en volumen de la matriz ósea se halla mineralizada (hueso cortical:


99,9%; hueso esponjoso: 99,2%) por lo que posee un componente orgánico y otro
inorgánico. El componente orgánico se halla integrado por colágeno tipo I (85-90%) y
una pequeña proporción de otras proteínas (10-15%): proteoglicanos (biglicano,
decorina), proteínas implicadas en la adhesión celular (trombospondina, osteonectina,
sialoproteína ósea), osteocalcina y factores de crecimiento. En el hueso maduro las
fibras colágenas se disponen en láminas paralelas (hueso laminar) pero en cada
lámina las fibras forman un ángulo agudo con respecto a las de las láminas contiguas.
El componente inorgánico de la matriz ósea está constituido en su mayor parte por
fosfato cálcico en forma de cristales de hidroxiapatita.

OSTEOBLASTOS

Forman parte de este linaje los preosteoblastos, los osteoblastos y los osteocitos. Los
preosteoblastos son células de aspecto fibroblástico cercanas a las superficies óseas
pero separadas de estas por otros tipos celulares (células del endostio, osteoblastos).
Los osteoblastos son células de forma cúbica, citoplasma basófilo y ricas en una
isoenzima específica de la fosfatasa alcalina. Derivan de los preosteoblastos y suelen
considerarse células con diferenciación terminal y por tanto incapaces de dividirse, no
obstante existen datos que sugieren que, al menos en parte, conservan la capacidad de
proliferar. Los osteoblastos se hallan en contacto directo con las superficies óseas
formando grupos compactos de una sola capa de espesor.
Los osteoblastos sintetizan el componente orgánico de la matriz ósea (colágeno tipo I,
proteoglicanos, proteínas implicadas en la adhesión celular, osteocalcina y factores de
crecimiento) y controlan el depósito de las sales minerales. Tanto in vivo como in vitro
los osteoblastos pasan sucesivamente por tres estadios funcionales: a) proliferación
celular y síntesis de los componente orgánicos de la matriz ósea, b) maduración de la
matriz ósea (cambios en la composición y organización de la matriz que la hacen
competente para ser mineralizada) y c) depósito de mineral.
Los osteoblastos pueden permanecer en la superficies óseas o quedar rodeados por la
matriz que sintetizan. Cuando los osteoblastos que han permanecido en la superficie
finalizan la síntesis de matriz, se aplanan y se convierten en células de revestimiento
(células del endostio o "lining cells"). Estas células a través de la producción de
factores locales (Interleucina-6, Interleucina-11) parecen desarrollar un importante
papel en el control del remodelado óseo.

OSTEOCITOS

Las osteoblastos que quedan en el espesor de la matriz adquieren aspecto estrellado y


pasan a denominarse osteocitos. Estas células se hallan en contacto entre sí y con las
de la células de la superficie (células de revestimiento, osteoblastos) mediante finas
prolongaciones tubulares de su citoplasma que recorren la matriz ósea en diversas
direcciones. La cavidad de la matriz ósea que contiene el cuerpo celular del osteocito
se denomina laguna osteocitaria y los diminutos canalículos que albergan sus
prolongaciones citoplásmicas reciben el nombre de conductos calcóforos. En los
puntos de contacto entre las prolongaciones citoplásmicas se observan uniones tipo
"gap"(gap junctions). En estas uniones existen pequeños canales intercelulares con un
diámetro interno de 1.5 nm. Estos canales permiten el paso directo de una a otra
célula de iones inorgánicos y pequeñas moléculas hidrosolubles (aminoácidos,
azúcares, nucleótidos y vitaminas) por lo que posibilitan una comunicación química y
eléctrica. Los osteocitos son células con una escasa actividad metabólica pero su
preservación parece necesaria para que el tejido óseo mantenga sus propiedades
biomecánicas. La situación de los osteocitos es teoricamente ideal para detectar el
estrés mecánico y las microlesiones de la matriz. Estas células podrían transmitir
señales a las células de revestimiento que utilizarían la información recibida para
modular localmente el remodelado.

OSTEOCLASTOS

Los osteoclastos son células multinucleadas, de citoplasma acidófilo y ricas en


anhidrasa carbónica y fosfatasa ácida resistente al tartrato. Son de mayor tamaño que
los osteoblastos y se disponen sobre las superficies óseas de manera aislada o en
grupos poco numerosos. Al igual que los osteoblastos son células polarizadas en la que
los núcleos se situan en el extremo que se halla más alejado de la superficie ósea sobre
la que asientan. Derivan de la célula madre hematopoyética a través de células
formadoras de colonias de granulocitos y macrófagos (CFU-GM). Los preosteoclastos
son células dotadas de un solo núcleo que se adhieren a las superficies óseas y al
fusionarse entre sí dan lugar a los osteoclastos. Los preosteoclastos de la médula ósea
pueden dar lugar por fusión a los osteoclastos que remodelan la sustancia esponjoso o
pasar a la circulación. Dado que en el hueso cortical no existe médula ósea es probable
que los osteoclastos que intervienen en su remodelación procedan de precursores
circulantes que hayan emigrado del interior de los capilares sanguineos de las
osteonas. Los osteoclastos reabsorben el hueso en dos fases. Primero solubilizan el
mineral y luego digieren la matriz orgánica. El mineral se solubiliza acidificando el
microambiente creado entre la matriz ósea y la membrana fruncida del osteoclasto.
La acidificación (pH=4) se logra bombeando hacia el hueso los iones H+. En el
citoplasma de los osteoclastos la anhidrasa carbónica cataliza la reacción entre el Co2
y el h2o dando lugar a CO3H2 que se disocia en CO3H- y H+. El H+ es bombeado
activamente hacia la matriz ósea a través de la membrana plegada mediante una
bomba de protones dotada de una ATPasa específica. El CO3H- es expulsado fuera de
la célula a través de la superficie opuesta donde es intercambiado activamente por
CL. El CL- no se acumula en el interior del osteoclasto puesto que es vehiculado hacia
la matriz ósea a través de canales específicos situados en la membrana plegada. Una
vez eliminado el mineral la matriz orgánica es digerida por colagenasas ácidas y otras
enzimas proteolíticas de origen lisosómico. Cuando se ha completado el proceso de
reabsorción los osteoclastos mueren por apoptosis.
BIOMECÁNICA

Los huesos responden a las fuerzas aplicadas sobre su superficie siguiendo un patrón
característico. La primera fase es elástica y depende de la rigidez del hueso. En esta
fase, la deformación es temporal y se mantiene solo durante el tiempo de aplicación de
la fuerza tras lo cual, el hueso recupera su forma original. Si la fuerza aumenta, se
entra en una fase plástica y el hueso, aunque se recupera parcialmente, queda
deformado. Por último cuando la fuerza aplicada es superior a la resistencia del tejido
se produce la fractura.
La respuesta de tejido óseo frente a las fuerzas que se aplican sobre su superficie
dependerá del tipo de fuerza, del tipo de hueso, así como de la densidad, arquitectura
y composición del tejido óseo.
Las fuerzas que pueden actuar sobre el tejido óseo son de tres tipos tensión,
compresión y torsión. Además pueden ser aplicadas de forma perpendicular a la
superficie ósea (fuerza normal) o de forma oblicua (fuerza de cizallamiento).
Los huesos largos, formados fundamentalmente por tejido óseo compacto o cortical,
son elásticos y poco plásticos. En estos huesos, la resistencia será mayor cuando la
fuerza se aplica de forma vertical al sentido de la carga. Cuando la fuerza se aplica de
forma oblicua la fase plástica se acorta y el hueso se fractura con mas rapidez. En los
huesos integrados por tejido óseo esponjoso, la resistencia es mayor cuando la fuerza
se aplica a lo largo del eje vertical de las trabéculas vertebrales y también cuando es
paralela a los sistemas trabeculares del cuello femoral. Estos huesos, al ser menos
densos que los formados por tejido óseo cortical, son menos elásticos y mas plásticos,
por lo que pueden presentar deformaciones mayores. Así mientras que en los huesos
integrados por tejido esponjoso, las fracturas se producen cuando existen variaciones
del 7% de su longitud, en los integrados por tejido compacto, las fracturas se
producen con variaciones del 2%.

OSIFICACION

El sistema esquelético se desarrolla a partir de tejido mesenquimático (tejido


indeferenciado embrionario) el cuál da origen a elementos fibrosos o cartilaginosos,
cada uno de estos elementos sufre cambios hasta llegar a formar hueso, procesos
denominados osificación membranosa y endocondral. El proceso de formación de
hueso se conoce como osteogenesis en el cuál existen períodos esenciales:
preosificación, impregnación cálcica, destrucción ósea y crecimiento óseo.

Osificación endocondral: El elemento inicial es un molde de cartílago, que es


destruído y reemplazado por tejido óseo. El molde de cartílago es invadido por grupos
celulares que forman centros de osificación ubicados a nivel de la díafisis, epífisis y
metáfisis (en el caso de un hueso largo). Este último persiste como lámina
cartílaginosa o cartílago epifisiario que permite el crecimiento longitudinal de los
huesos. Los centros de osificación destruyen las células de cartílago, formando
cavidades que son reemplazadas por células (osteoblastos) que dan origen a las células
del hueso (osteocitos) que van depositando sales de calcio y fibras en forma de
láminas, a su vez aparecen invasiones de vasos sanguíneos y células hematógenas que
dan origen a la médula ósea roja. Ocurre también la formación de la cavidad medular
nivel de diáfisis.
Osificación endomembranosa: Este proceso se observa en los huesos del cráneo y cara.
En que en el modelo es de tejido conjuntivo membranoso. Los osteoblastos se
acumulan en sitios bien vascularizados (A) para formar los puntos de osificación, dos
por cada hueso de la calvaria. Entre estas células en diferenciación la matriz se
diferencia en espículas que se transforman en trabéculas ordenadas en forma de red
(B). A cada lado de las trabéculas se añade hueso nuevo que se calcifica transformado
la sustancia espongosa primaria en secundaria. El primordio óseo está rodeado de
periostio que contiene osteoblasto que deposita láminas paralelas de hueso perióstico
(C y D).
CRECIMIENTO

El crecimiento óseo se inicia en la vida embrionaria y sigue hasta la pubertad. El


crecimiento en longitud se efectúa mediante la adición de hueso nuevo a la cara
diafisaria de la placa de crecimiento o fisis.

La placa de crecimiento es una estructura con forma de disco que se halla intercalada
entre la epífisis y la diáfisis. En la placa de crecimiento se distinguen dos regiones, una
central y otra periférica. La región central está constituida por cartílago hialino en el
que se distinguen, desde la epífisis a la diáfisis, cuatro zonas: zona germinal, zona
proliferativa, zona de cartílago hipertrófico y zona de cartílago calcificado

El crecimiento en espesor del hueso se logra mediante la aposición concéntrica


subperióstica de tejido óseo. Las células de la capa mas interna del periostio se
diferencian en osteoblastos que depositan hueso directamente sobre la superficie
externa de la cortical diafisaria (osificación de tipo intramembranoso). El crecimiento
oseo depende de factores genéticos y se halla influido por factores sistémicos
(hormonas) y locales. Las hormonas que intervienen en el control del crecimiento óseo
se pueden dividir en cuatro grupos:
- Hormonas necesarias para el crecimiento: hormona de crecimiento, hormona
tiroidea, insulina.
- Hormonas inhibidoras del crecimiento: cortisol.
- Hormonas activadoras de la maduración: hormonas sexuales
- Vitamina D y Hormona paratiroidea

Los factores locales que pueden influir sobre el crecimiento son de tipo nervioso y de
tipo mecánico. Se desconoce el mecanismo por el que el sistema nervioso interviene
sobre el crecimiento óseo. Se ha sugerido que podría intervenir de manera indirecta a
través del control del flujo sanguineo. El resultado de la acción de las fuerzas
mecánicas depende de su intensidad así como de su dirección y sentido. Las fuerzas de
compresión paralelas a la dirección del crecimiento disminuyen la actividad de la fisis.
Las fuerzas de tracción paralelas a la dirección del crecimiento si son de pequeña
intensidad pueden incrementar ligeramente el crecimiento pero si son de gran
magnitud pueden causar epifisiolisis ó fusión prematura. Las fuerzas perpendiculares
a la dirección del crecimiento producen un efecto deformante que es directamente
proporcional a la fuerza aplicada e inversamente proporcional al diámetro del hueso.
MODELADO

En las metáfisis, el crecimiento óseo se asocia a fenómenos de reabsorción en la


superficie externa y de formación en la interna, mientras que, en las diáfisis, ocurre lo
contrario. Este proceso se denomina modelado óseo y permite que los distintos huesos
conserven su forma durante el proceso de crecimiento. Asimismo el modelado óseo es
el mecanismo que permite una renovación constante del esqueleto antes de que cese el
crecimiento Las alteraciones del modelado pueden causar deformidades óseas.
El modelado esta programado geneticamente pero es probable que existan factores
mecánicos de carácter local que pueden influir sobre el mismo. En este sentido existen
datos experimentales que sugieren que la tensión que ejerce el manguito perióstico
sobre ambos extremos óseos es un factor que contribuye a que aparezcan osteoclastos
sobre la superficie externa del cono metafisario.

REMODELADO ÓSEO

En el adulto, cerca de un 8% del tejido óseo es renovado anualmente. Esta cifra es


superior en el joven e inferior en el anciano. El remodelado óseo se lleva a cabo
mediante la acción sucesiva (acoplamiento) de osteoclastos y osteoblastos sobre una
misma superficie ósea. Cada ciclo de remodelado consta de tres fases: reabsorción,
reposo o inversión y formación.

Se denomina recambio óseo (bone turnover) al volumen total de hueso que es


renovado por unidad de tiempo mediante el remodelado. El recambio óseo es
directamente proporcional al número de ciclos de remodelado en curso o, lo que es lo
mismo, al número de BMU activas. La diferencia entre el volumen de hueso formado
y el de hueso reabsorbido, por unidad de tiempo, se denomina balance óseo. Si la
reabsorción y la formación son idénticas, el balance es igual a cero y el volumen total
de hueso (masa ósea) no variará en función del tiempo. Si la formación y la
reabsorción no son iguales, la masa ósea se modificará en sentido positivo o negativo.
El balance óseo corresponde a la suma aritmética del hueso ganado o perdido en cada
ciclo de remodelado. Así pues, una vez instaurado un balance positivo o negativo la
velocidad a la que se perderá o ganará masa ósea será directamente proporcional al
número de BMU activas. La máxima masa ósea se alcanza a los 30 años de edad y
depende de factores genéticos (gen del receptor de la vitamina D) y ambientales
(ingesta de calcio, ejercicio físico). De los 30 a los 40 años el balance óseo es igual a
cero y la masa ósea permanece estable. A partir de los 40 años se instaura un balance
negativo y la masa ósea disminuye de manera progresiva. En el hombre, la pérdida se
realiza a una velocidad constante (un 0,5% anual) mientras que en la mujer se acelera
durante los años de la menopausia. Esta pérdida "fisiológica" de masa ósea determina
que al inicio de la octava década los hombres hayan disminuido su masa ósea en un
20% y las mujeres en un 30%.

El remodelado óseo está sometido a un control sistémico (hormonas) y a un control


local (factores locales). Los mecanismos de control de acción sistémica regulan el
ritmo de activación de las BMU y la actividad funcional de las células que las
integran. Son especialmente importantes la hormona paratiroidea y la vitamina D
pero intervienen también las hormonas tiroideas, los esteroides sexuales, los
glucocorticoides, la insulina y la hormona del crecimiento. La calcitonina aunque in
vitro es capaz de modular la función de las células óseas parece que in vivo carece de
importancia fisiológica. Algunas de estas hormonas tienen una acción directa sobre las
células óseas; otras actúan de manera indirecta modulando la síntesis o la actividad de
factores locales. El control local del remodelado óseo se lleva a cabo a través de una
serie de factores de crecimiento (insulina-like, transformantes de la familia ß,
fibroblásticos, derivados de las plaquetas ) y citocinas (IL-1, IL-6, IL-11, factor de
necrosis tumoral, factores estimuladores de colonias) de acción autocrina o paracrina.
Estos factores locales son producidos por las células óseas y las células medulares
adyacentes (células hematopoyéticas, linfocitos, macrófagos). Los factores locales
intervienen en el control de la actividad funcional de las células de las BMU y son
clave para el acoplamiento entre osteoclastos y osteoblastos. Los células de linaje
osteoblástico (lining cells) a través de la producción de factores locales (IL-6, IL-11)
son capaces de activar a los osteoclastos y de esta manera contribuir al inicio de los
ciclos de remodelado. A su vez, ciertos factores liberados por los osteoclastos o por la
matriz ósea bajo la acción de estas células son capaces de activar a los osteoblastos. Es
probable que este fenómeno constituya el sustrato molecular para el acoplamiento
entre la reabsorción y la formación dentro de los ciclos de remodelado. La mayoría de
los datos que poseemos sobre la acción de los factores locales proceden de estudios in-
vitro por lo que la importancia relativa de cada uno de estos factores in vivo se
desconoce.

REPARACIÓN

El tejido óseo es el único capaz de repararse a sí mismo de manera completa a través


de reactivar los procesos que tienen lugar durante su embriogénesis. Cuando de
manera brusca, un hueso es sometido a fuerzas que superan su resistencia mecánica
aparece una linea de fractura. En primer lugar, en esta zona, se produce un
hematoma que es reabsorbido por macrófagos. A continuación, aparecen células
formadoras de hueso, procedentes de ambos lados de la linea de fractura. Estas
células establecen puentes de tejido óseo inmaduro, sin orientación espacial definida
(callo de fractura), que unen entre si los extremos del hueso fracturado. En una fase
posterior este hueso, a través de un proceso de modelado, es sustituido por otro, de
tipo laminar, orientado según las líneas de fuerza que actuan sobre la zona.
La fatiga mecánica puede causar microfracturas trabeculares que no modifican la
morfología externa del hueso. Estas fracturas microscópicas se reparan a través de
microcallos de fractura que muestran una dinámica similar a la de los grandes callos.
(Texto modificado y adaptado de conferencia virtual del Dr. Sergio Serrano).

NUMERO

El adulto posee 206 huesos con exclusión de los huesos supernumerarios y


sesamoideos. El número de piezas óseas varía con la edad, por ejemplo, el hueso coxal
en el niño está dividido en tres fragmentos ilion, isquion y pubis. El esqueleto consta
de un eje dividido en segmentos para permitir su movilidad, y de dos pares de
apéndices o miembros que están igualmente divididos en partes articuladas para la
locomoción, prensión, etc. El eje se denomina sistema esquelético axial y está formado
por cabeza ósea, columna vertebral y tórax, este sistema alberga las visceras u
órganos, distribuye y soporta el peso corporal. Los pares de apéndices corresponden a
los miembros superiores e inferiores que están "unidos" (mejor utilizar articulados) y
conectados al sistema esqueletico axial a través de los cíngulos, este sistema se
denomina apendicular.

SISTEMA ESQUELETICO APENDICULAR (126)

 CINGULO ESCAPULAR (4): 2 clavículas, 2 escápulas.


 MIEMBRO SUPERIOR (30): húmero, radio, ulna, carpo: navicular
(escafoides), semilunar, piramidal, pisiforme, trapecio, trapezoide, hueso
grande (capitato) y ganchoso (unciforme), 5 metacarpianos y 14 falanges
 CINGULO PELVICO (2): coxales (ilíaco).
 MIEMBRO INFERIOR (30): fémur, patela, tibia, fíbula, tarso: calcáneo, talo
(astrágalo), navicular (escafoides), cuboides, tres cuneiformes, 5 metatarsianos
y 14 ortejos
SISTEMA ESQUELETICO AXIL (80)

 CABEZA OSEA (22): - CRANEO (8): temporal (2), parietal (2), occipital (1),
frontal (1), esfenoides (1), etmoides (1). CARA (14): lacrimal (2), nasal (2),
maxila (2), vómer (1), mandíbula (1), conchas nasales (2), palatino (2),
cigomático (2).
 COLUMNA VERTEBRAL: cervicales (7), torácicas (12), lumbares (5), sacro
(1) y cóccix (1).
 TORAX: 24 costillas y 1 esternón.
 HUESO HIOIDES Y HUESOS DEL OIDO (6) (martillo, yunque y estribo).
FORMA

HUESOS LARGOS: Predomina la longitud. Consta de dos extremidades o epífisis y


un cuerpo o diáfisis. La unión de la diáfisis con las epífisis se denomina metáfisis. En
un corte longitudinal se distingue una cubierta externa de sustancia compacta
(láminas), más abundante en la diáfisis y una porción interna denominada sustancia
esponjosa (trabéculas) muy abundante en las epífisis. En el interior de la diáfisis existe
una canal medular que en el adulto contiene grasa (médula ósea amarilla), este canal
está revestido por una membrana denominada endostio. Las trabéculas de sustancia
esponjosa delimitan aréolas (espacios), comunicada antre sí que albergan la médula
ósea roja.

Medula ósea: es un tejido especial que se encuentra llenando las cavidades que se
forman dentro de los huesos, tanto las que pueden quedar entre las laminas de tejido
óseo esponjoso como las que existen en la parte central de los huesos blandos. La
medula ósea puede ser de dos tipos; amarilla y roja. La roja tiene gran cantidad de
vasos sanguíneos y la amarilla es rica en grasa. Al final del embarazo todas las
cavidades óseas del feto están ocupadas por medula ósea roja, pero progresivamente
disminuye siendo sustituida por la amarilla, de tal forma que en el adulto existe
medula ósea roja en los huesos del tronco (esternón, costillas, vértebras…) y en las
partes proximales de los huesos de las extremidades más próximas al tronco. La
médula ósea roja posee además células hematopoyéticas.
HUESOS PLANOS (ANCHOS): Son los huesos de la bóveda craneal, que posee
láminas de sustancia compacta (tablas interna y externa) que encierran a una de
sustancia esponjosa denominada diploe. Existen otros huesos planos que no poseen
diploe que se caracterizan por estar formando una cavidad. Como ejemplo están:
escápula, costillas, esternón, coxales, sacro y cóccix.

HUESOS BREVES (CORTOS): Estan formados por sustancia esponjosa rodeada por
una lámina de sustancia compacta..Como ejemplo están los huesos del carpo y tarso.

HUESOS IRREGULARES: Son huesos sin una forma regular con sustancia
compacta externa y esponjosa interna. Esta se concentran en lugares específicos del
hueso. Como ejemplo están las vértebras y huesos de la cara.

SUPERFICIE

Los sitios donde se insertan tendones y ligamentos o partes fibrosas de los músculos,
dejan marcas rugosas en la superficie del hueso: si la inserción es carnosa dejan
marcas relativamente lisas. Los tendones, vasos o nervios pueden marcar depresiones.
Marcas de inserción: proceso, espina, cresta, tuberosidad (túber), hámulo, línea,
epicóndilo.
Marcas de depresión: canal, surco, conducto, foramen, fosa.
Superficies articulares: fóvea, cóndilo, tróclea, cabeza, cavidad glenoidea, faceta,
carilla, proceso articular.
Estas superficies las estudiaremos en la descripción de los huesos.

NUTRICIÓN

Las superficies de los huesos presentan numerosos orificios (foramenes nutricios) que
se profundizan como conductos vasculares. Existen de primer orden en la diafisis con
vasos principales que llegan al conducto medular; segundo orden en las epífisis, en
huesos planos y cortos y de tercer orden más pequeños en las superficies no
articulares de los huesos. Se pueden contar 50 por mm2

En el hueso largo la arteria penetra por el foramen nutricio, en la médula ósea la cual
suple, se divide en ramas ascendentes y descedentes que se anatomosan con pequeñas
ramas que provienen de epífisis y metafisis. Estas últimas son cuantitativas las más
importantes y provienen de los arcos arteriales periarticulares. Los huesos cortos
reciben vascularización de los finisimos vasos que provienen del periostio. Los huesos
planos del cráneo son suplidos por numerosos vasos que tienen origen igualmente en
periostio. La inervación es más abundante en la proximidad de las superficies
articuales de los huesos largos, en las vértebras y huesos planos. Los nervios se
distribuyen con profusión en el periostio y acompañan a los vasos nutricios.
Hueso
El hueso es un tejido firme, duro y resistente que forma parte del endoesqueleto de
los vertebrados. Está compuesto por tejidos duros y blandos. El principal tejido duro es eltejido
óseo, un tipo especializado de tejido conectivo constituido por células (osteocitos) y
componentes extracelulares calcificados. Hay 206 huesos en el cuerpo humano. Los huesos
poseen una cubierta superficial de tejido conectivo fibroso llamado periostio y en sus
superficies articulares están cubiertos por tejido conectivo cartílaginoso. Los componentes
blandos incluyen a los tejidos conectivos mieloide tejido hematopoyético y adiposo (grasa) la
médula ósea. El hueso también cuenta con vasos y nervios que, respectivamente irrigan e
inervan su estructura.
Los huesos poseen formas muy variadas y cumplen varias funciones. Con una estructura
interna compleja pero muy funcional que determina su morfología, los huesos son livianos
aunque muy resistentes y duros.
El conjunto total y organizado de las piezas óseas (huesos) conforma el esqueleto o sistema
esquelético. Cada pieza cumple una función en particular y de conjunto en relación con las
piezas próximas a las que está articulada.
Los huesos en el ser humano son órganos tan vitales como los músculos o el cerebro, con
una amplia capacidad de regeneración y reconstitución. Sin embargo, vulgarmente se tiene
una visión del hueso como una estructura inerte, puesto que lo que generalmente queda a la
vista son las piezas óseas —secas y libres de materia orgánica— de los esqueletos tras la
descomposición de los cadáveres.

Índice
[ocultar]
 1 Funciones
o 1.1 Funciones mecánicas

o 1.2 Funciones metabólicas

o 1.3 Funciones sintéticas

 2 Composición
 3 Tipos de tejido óseo
o 3.1 Hueso compacto (cortical)

o 3.2 Hueso esponjoso (reticulado, trabecular)

 4 Tejido óseo
o 4.1 Células del hueso

o 4.2 Formación del tejido óseo


 5 Alteraciones de los huesos
o 5.1 Deformaciones

o 5.2 Fracturas

o 5.3 Osteogénesis imperfecta

o 5.4 Osteoporosis

 6 Véase también
 7 Bibliografía
 8 Enlaces externos
Funciones[editar]

Ilustración de las células hematopoyéticas en


la médula ósea roja.
Los huesos poseen varias funciones en el organismo humano, entre ellas destacan funciones
mecánicas, metabólicas y sintéticas.
Funciones mecánicas[editar]

 Protección: Los huesos forman diversas cavidades que protegen a los órganos vitales de
posibles traumatismos. Por ejemplo, el cráneo o calota protege al cerebro de posibles
golpes que pueda sufrir éste, y la caja torácica (o sea, las costillas y el esternón), protegen
a los pulmones y al corazón.
 Sostén: Los huesos forman un cuadro rígido, que se encarga del sostén de los órganos y
tejidos blandos.
 Movimiento: Gracias a los músculos que se fijan a los huesos a través de los tendones, y
a sus contracciones sincronizadas, el cuerpo se puede mover.
 Transducción de sonido: Los huesos son importantes en el aspecto mecánico de
la audición que se produce en el oído medio.
Funciones metabólicas[editar]

 Almacenamiento de minerales: Los huesos actúan como las reservas minerales más
importantes del cuerpo, sobre todo de calcio y fósforo.
 Almacenamiento de factores de crecimiento: La matriz ósea mineralizada contiene
importantes factores de crecimiento como el factor de crecimiento insulínico, el factor de
crecimiento transformante beta, la proteína morfogénica ósea y otros.
 Almacenamiento de energía: La médula ósea amarilla actúa como reservorio de ácidos
grasos, importantes para la homeostasis energética.
 Equilibrio ácido-base: La absorción o liberación de sales alcalinas desde los huesos
hacia la circulación amortigua los cambios excesivos en el pH sanguíneo.
 Desintoxicación: Los huesos pueden almacenar metales pesados y otros elementos
externos al cuerpo, sacándolos de la sangre y reduciendo sus efectos en otros tejidos.
Estos luego pueden ser puestos en libertad poco a poco para su excreción.
 Función endócrina: Los huesos controlan el metabolismo del fosfato por la liberación
de factor de crecimiento de fibroblastos 23 (FGF-23), que actúa sobre los riñones para
reducir la reabsorción de fosfato. Las células óseas también libera una hormona
llamada osteocalcina, lo que contribuye a la regulación de glucosa en la sangre y la
deposición de grasa.
Funciones sintéticas[editar]

 Hematopoyesis: La médula ósea roja, que se encuentra en el tejido esponjoso de los


huesos largos se encarga de la formación de las células sanguíneas.
Composición[editar]

Huesos del Esqueleto humano.


La constitución general del hueso es la del tejido óseo. Si bien no todos los huesos son
iguales en tamaño y consistencia, en promedio, su composición química es de un 25 %
de agua, 45 % de minerales como fosfato y carbonato de calcio, y 30 % de materia orgánica,
principalmente colágeno y otras proteínas. Así, los componentes inorgánicos alcanzan
aproximadamente 2/3 (65 %) del peso óseo (y tan sólo un 35 % es orgánico).
Los minerales de los huesos no son componentes inertes ni permanecen fijos sino que son
constantemente intercambiados y reemplazados junto con los componentes orgánicos en un
proceso que se conoce como remodelación ósea.
Su formación está regulada por las hormonas y los alimentos ingeridos, que
aportan vitaminas de vital importancia para su correcto funcionamiento.
Sin embargo, no todas las partes del cuerpo tienen este tipo de tejido.
Es un tejido muy consistente, resistente a los golpes y presiones pero también elástico,
protege órganos vitales como el corazón,pulmones, cerebro, etc., asimismo permite
el movimiento en partes del cuerpo para la realización de trabajo o actividades estableciendo
el desplazamiento de la persona. Forma el aparato locomotor originando la estructura ósea
o esqueleto.Es también un depósito de almacenamiento de calcio y fósforo del cuerpo.
Los huesos se componen de un tejido vivo llamado tejido conectivo.
Los huesos se clasifican en:

 Huesos Largos.- presentan una forma cilíndrica, predomina la longitud sobre el ancho y
grosor, se dividen en tres porciones un cuerpo y dos extremos (proximal y distal),
generalmente se encuentran en los miembros locomotores. Ejemplo: húmero, fémur,
metacarpos, etc.
 Huesos Cortos.- presentan una forma cuboide, siendo que ninguna de sus dimensiones
predomina, su función es de amortiguamiento. Ejemplos: huesos del carpo y tarso.
 Huesos Planos.- su principal característica es que son más anchos y largos que gruesos,
su función es la de proteger tejidos blandos e inserción de grandes masas musculares.
Ejemplos: escápula u omóplato, huesos del cráneo y coxal.
 Huesos Irregulares.- no presentan forma o división predominante para su agrupación, son
impares y se localizan en la línea media, sus funciones son variables aunque la de mayor
importancia es la protección del sistema nervioso central. Ejemplos: vértebras, occipital,
falange distal.

Tipos de tejido óseo[editar]


Los huesos poseen zonas con diferente densidad de tejido óseo que se diferencian
macroscópicamente y microscópicamente en áreas de hueso compacto y áreas de hueso
esponjoso, no existen límites perfectamente marcados entre las dos áreas existiendo entre
ellos una pequeña zona de transición.
Hueso compacto (cortical)[editar]
El hueso compacto o cortical forma la diáfisis (la porción alargada de los huesos largos que
queda en el medio de las epífisis o porciones distales de los mismos). Aparecen como una
masa sólida y continua cuya estructura solo se ve al microscopio óptico. Su matriz ósea
mineralizada está depositada en laminillas, entre estas se ubican las lagunas con los
osteocitos (cada laguna con el osteocito es llamada osteoblasto), desde cada una se irradian
canalículos (conductillos muy delgados), ramificados que las comunican y permiten la nutrición
de los osteocitos (recordemos que esto es importante ya que los osteocitos se encuentran
rodeados de matriz mineralizada que no permite la difusión de nutrientes al osteocito).

 Concéntricamente alrededor de un canal longitudinal vascular (llamado conducto de


Havers), que contiene capilares, vénulas postcapilares y a veces arteriolas, formando
estructuras cilíndricas llamadas osteonas o sistemas haversianos visibles al microscopio
óptico.
 Entre las osteonas se disponen de forma angular formando los sistemas intersticiales
separados de las osteonas por las llamadas líneas de cemento (capa de matriz ósea
pobres en fibras colágeno que no son atravesados por estos canalículos, o sea que no
poseen elementos vasculares; todo esto es observable al microscopio óptico).
 Por debajo del periostio sobre su superficie interna, y por debajo del endostio se ubican
alrededor de la circunferencia del tallo de forma extendida las laminillas circunferenciales
externas e internas (paralelas a la superficie).
Los canales haversianos comunican entre sí con la superficie o la cavidad medular por
canales transversales u oblicuos llamados canales perforantes o de Volkman que poseen
vasos que vienen del periostio y del endostio más grandes que los de las osteonas que
comunican entre ellas. Al microscopio óptico es difícil reconocerlos porque no se encuentran
rodeados de láminas concéntricas.
Hueso esponjoso (reticulado, trabecular)[editar]
El hueso esponjoso o trabecular no contiene osteonas, sino que las láminas intersticiales
están de forma irregular formando unas placas llamadas trabéculas. Estas placas forman una
estructura esponjosa dejando huecos llenos de la médula ósea roja. Dentro de las trabéculas
están los osteocitos, los vasos sanguíneos penetran directamente en el hueso esponjoso y
permiten el intercambio de nutrientes con los osteocitos. El hueso esponjoso es constituyente
de las epifisis de los huesos largos y del interior de otros huesos.

Tejido óseo[editar]
Artículo principal: Tejido óseo
Sustancia Fundamental. Compone 10 % de la matriz orgánica, posee una concentración
menor de glucosaminoglucanos (GAG), que el cartílago (ácido hialurónico, condroitín sulfato,
queratán sulfato), es una matriz acidofila (en parte debido al colágeno). Posee proteínas
exclusivas del hueso como la osteocalcina unida a la hidroxipatita. La osteopontina también
unida a la hidroxipatita es similar a la fibronectina.
Colágeno. Es el 90 % de la matriz orgánica, de tipo 1, posee muchos enlaces
intermoleculares, insoluble en disolvente y mayor hidroxilación de las lisinas.
Sustancia inórganica. Fosfato cálcico presente en forma de cristales de hidroxiapatita que
aparecen a intervalos regulados de 60 nm a 70 nm a lo largo de las fibras . También
posee citrato, bicarbonato, fluoruro, magnesio e ion sodio. El hueso además posee afinidad
por sustancias radioactivas que destruyen sus componentes.
Células del hueso[editar]
En el tejido óseo maduro y en desarrollo, se pueden diferenciar cuatro tipos de células:
osteoprogenitoras, osteoblastos, osteocitos y osteoclastos. Los tres primeros tipos son
estadios funcionales de un único tipo celular. El proceso reversible de cambio de una
modalidad funcional a otra se conoce como modulación celular. Los osteoclastos tienen un
origen hematopoyético compartido con el linaje mononuclear-fagocítico. El estadio mitótico de
los tres primeros tipos celulares solo se observa en el estadio de célula osteoprogenitora.
 Células osteoprogenitoras u osteógenas. Provienen del mesénquima en el embrión.
Poseen una forma de huso. Muestran retículo endoplásmico rugoso escaso, así
como, Aparato de Golgi poco desarrollado pero se encuentran ribosomas libres en
abundancia. En el adulto, se encuentran en la capa celular interna del periostio y del
endostio. Su diferenciación depende de las condiciones del medio: Si la tensión parcial
de oxígeno es alta, se diferenciarán en osteoblastos; si la tensión parcial de oxígeno es
baja, se desarrollarán células condrógenas.

 Osteoblastos. Formadores de matriz ósea. No pueden dividirse. Los osteoblastos


'deciden las acciones a efectuar en el hueso'. Surgen como diferenciación de las células
osteoprogenitoras, bajo la influencia de la familia de la proteína morfogénica ósea (BMP) y
del factor beta transformador de crecimiento TGF-β. Poseen elevado RER y un Aparato
de Golgi bien desarrollado, también se observan numerosas vesículas. Se comunican
entre ellas por uniones tipo GAP (nexo). Cuando quedan envueltas por la matriz ósea es
cuando se transforman en un estadio no activó, el osteocito. Producen RANKL (receptor
para la activación del factor nuclear K-B), osteonectina (para la mineralización ósea),
osteopontina (para sellar la zona donde actúa el osteoclasto), osteocalcina (mineralización
ósea), sialoproteína ósea (une osteoblastos y osteocitos a la matriz extracelular) y M-CSF
(factor estimulante de colonias de macrófagos . Poseen receptores
de hormonas, vitaminas y citocinas, como la hormona paratiroidea que induce al
osteoblasto a secretar OPGL(ligando de osteoprotegerina) y factor estimulante de
osteoclastos: éstos actúan en la diferenciación de preosteoclastos a osteoclastos y en su
activación. Participan en la resorción ósea secretando sustancias que eliminan
la osteoide (fina capa de matriz NO mineralizada), exponiendo la matriz ósea para el
ataque de los osteoclastos.
Cuando los osteoblastos entran en un estado de inactividad se les llama células de
recubrimiento óseo y pueden revertirlo para secretar citocinas o matriz ósea.

 Osteocitos. Se encuentran en el hueso completamente formado ya que residen en


lagunas en el interior de la matriz ósea mineralizada. Su forma se adapta al de la laguna y
emiten prolongaciones digitiformes largas que se extienden por los canalículos de la
matriz ósea y esto los pone en contacto con otros osteocitos. En esas zonas de contacto
las membranas forman un nexo que permite el intercambio de iones, moléculas pequeñas
y hormonas. Son similares a los osteoblastos, pero menos activos y por lo tanto su reticulo
endoplasmático y aparato de Golgi esta menos desarrollado. Su función es seguir
sintetizando los componentes necesarios para el mantenimiento de la matriz que los
rodea. Están ampliamente relacionados con la mecanotransducción, proceso en el que
reaccionan a la tensión ejercida liberando cAMP (monofosfato de adenosina cíclico),
osteocalcina y somatomedinas lo que induce a la adición de osteoblastos para la
remodelación del hueso. Se discute si se pueden transformar en osteoblastos activos.

 Osteoclastos. Tienen como función la resorción ósea. Por su origen hematopoyético, son
entendidos como "macrófagos del hueso". Hasta hace poco, se creía que surgían de la
fusión de varios monocitos, pero, de acuerdo a las nuevas investigaciones se ha
descubierto que tienen su origen en el sistema de fagocitos mononucleares y surgen de la
diferenciación (mediada por citocinas provenientes del osteoblasto) de macrófagos.
Ubicados en las lagunas de Howship pueden llegar a ser células gigantes (hasta 150
micrómetros de diámetro), con varios núcleos. Se encuentran polarizados con los núcleos
cerca de su superficie lisa mientras que la superficie adyacente al hueso presenta
prolongaciones muy apretadas como una hoja delimitadas por profundos pliegues (se le
llama borde en cepillo o borde plegado). Abundantes mitocondrias en el borde plegado,
también en esta región hay lisosomas y vacuolas. Alrededor del borde plegado la
membrana se une al hueso por filamentos de actina (zona de sellado donde el osteoclasto
lleva a cabo su función de reabsorción). En este sitio de sellado el osteoclasto
bombea protones que baja el pH (acidifica el medio), para disolver el material óseo. El
interior ácido del compartimiento favorece la liberación de hidrolasas ácidas lisosomales
y proteasas, como gelatinasa y colagenasa (por el aparato de Golgi, reticulo
endoplasmático y vesículas del borde), que eliminan las sales de calcio y degradan
el colágeno y componentes orgánicos de la matriz ósea.
Formación del tejido óseo[editar]
Artículos principales: Osificación endocondral y Osificación
intramembranosa.

El hueso se forma por sustitución de un tejido conectivo preexistente (el cartílago). Dos tipos
de osificación: intramembranosa (o directa) y endocondral (o indirecta).
Osificación intramembranosa (o directa). Tiene lugar directamente en el tejido conectivo.
Por este proceso se forman los huesos planos de la bóveda del cráneo: hueso frontal, hueso
occipital, hueso parietal y hueso temporal. El mensénquima se condensa en conjuntivo
vascularizado en el cuál las células están unidas por largas prolongaciones y en los espacios
intercelulares se depositan haces de colágeno orientados al azar que quedan incluidos en la
matriz (gel poco denso). La primera señal de formación ósea es la aparición de bandas de
matriz eosinófila más densas que se depositan equidistantemente de los vasos sanguíneos
que forman la red. Las células se agrandan y se reúnen sobre las trabéculas, adquieren forma
cuboidea o cilíndrica y permanecen unidas por prolongaciones cortas, se hacen más basófilas
transformándose en osteoblastos que depositan matriz osteoide no calcificada. Las trabéculas
se hacen más gruesas, se secreta colágeno que forma fibras orientadas al azar formando
hueso reticular (colágeno ). Se depositan sales de calcio sobre la matriz
extracelular (calcificación). Debido al engrosamiento trabecular los osteoblastos quedan
atrapados en lagunas y se convierten en osteocitos que se conectan con los osteoblastos de
la superficie por medio de los canalículos. El número de osteoblastos se mantiene por la
diferenciación de células primitivas del tejido conjuntivo laxo. En las áreas de esponjosa que
debe convertirse en hueso compacto las trabéculas siguen engrosándose hasta que
desaparecen los espacios que rodean los vasos sanguíneos. Las fibras de colágeno se
vuelven más ordenadas y llegan a parecerse al hueso laminar pero no lo son. Donde persiste
el esponjoso termina el engrosamiento trabecular y el tejido vascular interpuestos se
transforma en tejido hematopoyético. El tejido conjuntivo se transforma en el periostio. Los
osteoblastos superficiales se transforman en células de aspecto fibroblástico que persisten
como elementos osteoprogenitores en reposo ubicados en el endostio o el periostio
pudiéndose transformar de vuelta en osteoblastos si son provocados por ese motivo
Osificación endocondral (o indirecta). La sustitución de cartílago por hueso se denomina
osificación endocondral. Aunque la mayoría de los huesos del cuerpo se forman de esta
manera, el proceso se puede apreciar mejor en los huesos más largos, lo que se lleva a cabo
de la manera siguiente:

1. Desarrollo del modelo cartilaginoso: En el sitio donde se formará el hueso, las células
mesenquimatosas se agrupan según la forma que tendrá el futuro hueso. Dichas
células se diferencian en condroblastos, que producen una matriz cartilaginosa, de tal
suerte que el modelo se compone de cartílago hialino. Además se desarrolla una
membrana llamada pericondrio, alrededor del modelo cartilaginoso.
2. Crecimiento del modelo cartilaginoso: Cuando los condroblastos quedan ubicados en
las capas profundas de la matriz cartilaginosa, se les llama condrocitos. El modelo
cartilaginoso crece en sentido longitudinal por división celular continua de los
condrocitos, acompañada de secreción adicional de matriz cartilaginosa. este proceso
genera un aumento de longitud que se llama crecimiento intersticial (o sea, desde
dentro). En contraste, el incremento en el grosor del cartílago se debe principalmente
a la adición de matriz en la periferia del modelo por nuevos condroblastos, los cuales
evolucionan a partir del pericondrio. A este tipo de desarrollo por depósito de matriz
sobre la superficie cartilaginosa se le llama desarrollo por aposición. Al continuar el
crecimiento del modelo cartilaginoso, se hipertrofian los condrocitos de su región
central, probablemente en virtud de que acumulan glucógeno para la producción de
ATP y de que sintetizan enzimas que catalizarán las reacciones químicas. Algunas de
las células hipertróficas explotan y liberan su contenido, lo que modifica el pH de la
matriz, este cambio activa la calcificación. Otros condrocitos del cartílago en
calcificación mueren porque la matriz ya no difunde los nutrientes con rapidez
suficiente. Al ocurrir esto, se forman lagunas que tarde o temprano se fusionan para
formar cavidades pequeñas.
3. Desarrollo del centro de osificación primario: Una arteria nutricia penetra en el
pericondrio y en el modelo cartilaginoso en calcificación a través de un agujero nutricio
en la región central del modelo cartilaginoso, los cual estimula que las células
osteógenas del pericondro se diferencien en osteoblastos. Estas células secretan,
bajo el pericondrio, una lámina delgada de huso compacto, llamada collar de matriz
ósea. cuando el pericondrio empieza a formar tejido óseo, se le conoce como
periostio. cerca del centro del modelo crecen capilares periósticos en el cartílago
calcificado en desintegración. El conjunto de estos vasos y sus correspondientes
osteoblastos, osteoclastos y células de la médula ósea roja recibe el nombre de brote
perióstico o yema perióstica. al crecer en el modelo cartilaginoso, los capilares
inducen el crecimiento de un centro de osificación primario, región en que el tejido
óseo sustituye la mayor parte del cartílago. Luego los osteoblastos comienzan a
depositar matriz ósea sobre los residuos del cartílago calcificado, con lo que se
forman las trabéculas del hueso esponjoso. A medida que el centro de osificación se
alarga hacia los extremos del hueso, los osteoclastos destruyen las trabéculas recién
formadas. De este modo se forma la cavida medular, en el centro del modelo, la cual
se llena después con médula ósea roja. La osificación primaria principia en la
superficie exterior del hueso y avanza hacia el interior.
4. Desarrollo de los centros de osificación secundarios: La diáfisis, que al principio era
una masa sólida de cartílago hialino, es reeplazada por hueso compacto, cuyo centro
contiene la cavidad llena de médula ósea roja. Cuando los vasos sanguíneos
penetran la epífisis, se forman los centros de osificación secundarios, por lo regular
hacia el momento del nacimiento. La formación de hueso es similar a la que tiene
lugar en los centros de osificación primarios; sin embargo, se diferencia en que el
tejido esponjoso permanece en el interior de la epífisis (no se forma la cavidad
medular). La osificación secundaria se inicia en el centro de la epífisis y prosigue
hacia el exterior, en dirección a la superficie externa del hueso.
5. Formación del cartílago articular y de la placa epifisiaria: El cartílago hialino que cubre
las epífisis se convierte en cartílago articular. durante la niñez y la adolescencia se
conserva cartílago hialino entre la diáfisis y las epífisis, el cual se conoce como placa
epifisiaria y es la que permite el crecimiento longitudinal de los huesos largos.

Alteraciones de los huesos[editar]


El sistema esquelético está expuesto a patologías de naturaleza
circulatoria, inflamatoria, neoplásica, metabólica y congénita, tal como los otros órganos del
cuerpo. Aunque no existe un sistema estandarizado de clasificación, los trastornos de los
huesos son numerosos y variados.
Deformaciones[editar]
Las malformaciones congénitas de los huesos no son muy frecuentes, y por lo general
incluyen la ausencia de algún hueso — tal como una falange — o la formación de huesos
adicionales como una costilla. Otras deformaciones incluyen el sindactilismo, que es la fusión
de dos dedos adyacentes; o el aracnodactilismo, en la que aparecen dedos con la apariencia
de una araña, asociado con el síndrome de Marfan. La acondroplasia es el trastorno del
crecimiento óseo más frecuente y la principal causa de enanismo.
Fracturas[editar]
Artículo principal: Fractura (medicina)

Fractura de cadera en paciente de 17 años


posterior a caída sobre una escalera.
Una de las afecciones óseas más comunes es la fractura. Estas se resuelven por procesos
naturales, tras la alineación e inmovilización de los huesos afectados. En el proceso de cura,
los vasos sanguíneos dañados desarrollan una especie de hematoma óseo que servirá como
adhesivo y posteriormente se irá formando un tejido fibroso o conjuntivo compuesto por
células llamadas osteoblastos, las cuales crearán uncallo óseo que unirá las partes
separadas. Sin embargo, la falta de tratamiento o inmovilización puede ocasionar un
crecimiento anormal. Los métodos para acelerar la recuperación de un hueso incluyen la
estimulación eléctrica, ultrasonido, injertos óseos y sustitutos orgánicos con compuestos
cálcicos, tales como huesos de cadáveres, coral y cerámicas biodegradables.
Osteogénesis imperfecta[editar]
Artículo principal: Osteogénesis imperfecta
La osteogénesis imperfecta es más conocida como la enfermedad de los huesos de cristal. Es
una enfermedad congénita que se caracteriza porque los huesos de las personas que la
padecen se parten muy fácilmente, con frecuencia tras un traumatismo o a veces sin causa
aparente.
Esta enfermedad es causada por la falta o insuficiencia del colágeno, por causa de un
problema genético.
Osteoporosis[editar]
Artículo principal: Osteoporosis
La osteoporosis es el término general para definir la porosidad del esqueleto causada por una
reducción de la densidad ósea. En esta enfermedad se muestra la disminución de la
resistencia del hueso, debido a una alteración en la remodelación ósea, por ello hay un
descenso de la masa ósea, además de presentarse conductos amplios de reabsorción; en
tanto que la concentración de calcio en la matriz es normal.
La osteoporosis secundaria es la más frecuente y asociada con la tercera edad,
el hiperparatiroidismo, la menopausia y la actividad física reducida.
En homeostasis la unión del estrógeno con los osteoblastos a través de receptores
específicos, estimula a los osteoblastos para producir y secretar matriz ósea. Con el
decremento de la secreción de estrógeno por la menopausia, la actividad osteoclástica
(reabsorción) se vuelve mayor que la osteoblástica (formación de tejido óseo nuevo), teniendo
como consecuencia la reducción de la masa ósea, volviendo frágil al hueso, por incapacidad
para el soporte de las fuerzas de tensión.

Vous aimerez peut-être aussi